lunes, 29 de octubre de 2018

Mis Gemelos: Cap. 307; Autora Marambra

Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 29 de Octubre del 2018.
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Capitulo 307
El corazón de algunas tormentas
Autora: Marambra 

  • Yo creo que tu hermano se merece una disculpa sincera y ahora es un buen momento para hacerlo, siempre es mejor hacer las cosas sobre el pucho – Rubén había apretando los hombros de Jacinto instando al chico a hablar con Yhanku antes de que el mayor de los muchachos de Arturo decida irse a casa

Y empujo a Illien suavemente para salir a buscar a su hermano mayor con esa intención… la disculpa, pero Yhanku parecía no estar en ningún lado, Rubén frunció el ceño no creía que tan pronto se haya salido de la propiedad, generalmente los perros, los pastores que tenía y el cocker de Alexander metían tremenda bulla cuando Yhanku se marchaba pero todos los perros estaban al pie de las escaleras mirando aburridos la nada; Jacinto que hasta ese momento estaba sollozando, frotándose la pierna aprehensivo ante la idea de tener que enfrentar a su hermano, prefirió sentarse en una de las gradas pensando en lo que había pasado y en lo que había hecho, pero sobre todo en que iba a decir ahora que había cruzado los límites del respeto sobre su hermano, es que Jacinto había cometido el segundo de los pecados más grandes que en su familia se podía cometer… levantar la mano a un hermano con el afán de lastimar o vengarse.

  • ¿Yhanku? –  murmuro Rubén ajeno a los desolados pensamientos de su visita, achicando los ojos a esas horas de la noche, buscando con la mirada al joven hombre a quien le tenía un especial cariño, quizás por el hecho de que por muchos años albergara el secreto deseo de que aquel hombrecito sea su hijo biológico, deseo que jamás confeso a Clara por no querer revivir en ella todo el dolor que le había causado Narda en su momento y no a raíz del nacimiento de Yhanku sino de su  concepción… una concepción envuelta en una trama de supuestas infidelidades, trampas y deseos de sucia venganza  – ¿Yhanku? – repitió pensativo, avanzando hacia uno de los laterales del pasillo con el afán de prender la luz del patio, nadie se había animado a salir y prender los faroles externos por no darse de frente con Yhanku que en un momento dado prefirió salir de la vivienda envuelto en una burbuja de violencia ajena a su persona que dejo a todos con la boca abierta y un encogimiento de hombros cuando tiro la puerta tras suyo haciendo tronar los vidrios, menos mal sin romper ninguno, aunque de hacerlo ni Rubén ni Clara le dirían nada al respecto porque entendían que el joven estaba más ardido que un trago de jumechi (aguardiente) y con justa razón, pero ignorando totalmente el resto de la historia, el motivo real que desencadeno una seria de desagradables sucesos en el seno de la familia de Arturo y concluyo con el arresto de Jacinto – ¡Yhanku! hijo… aquí estas – Rubén alcanzo a verlo y se acerco a él saboreando secretamente también el pronunciar aquella palabra prohibida en su boca… hijo, con una nostalgia que titilaba suspendida en las orbes de sus enormes y azules ojos; a leguas se notaba que lejos de estar enojado con el joven, estaba sorprendido y preocupado más bien por su reacción, para él también fue toda una novedad ver a Yhanku, el perfecto caballero perder los estribos como lo había hecho hace escasos minutos y bajo los cuatro escalones del pasillo al patio para acortar la distancia que los separaba – Yhanku… ¿estás bien? – pregunto al darse cuenta que Yhanku no hizo el menor atisbo de moverse,  parecía que ni siquiera lo oyó acercarse y no lo hizo… Yhanku estaba parado dándoles la espalda en un rincón alejado del jardín con los brazos caídos a los lados mirando el vacio de sus emociones, se lo notaba ensimismado y ausente, perdido en sus pensamientos que ni siquiera se inmuto cuando trono espantoso un estallido violento a lo alto, profanando el silencio mientras resplandecía de un blanco fantasmal un enorme rayo que cayó no muy lejos, monte adentro contrastando con el oscuro velo de aquella salvaje noche – ¿Yhanku? – susurro de nuevo Rubén echando un ojo reservado a la negrura de las nubes que se cernían sobre sus campos, pero esta vez colocando su enorme mano sobre el hombro de Yhanku, sobresaltándolo, pero más sorprendido que el propio chico quedo Rubén cuando se fijo en los rojos ojos del joven, reconociendo al instante el inconfundible  brillo que las lágrimas, lágrimas que Yhanku procuraba mantener a raya sin éxito superado por el momento
  • Lo siento tanto señor – murmuro con una voz que le salió ajena, estrangulada en realidad, áspera como sus emociones
  • Oh, oh, oh ¿qué pasa chichilo? – arrullo Rubén regalándole un abrazo, mientras un estrangulado sollozo apretó su garganta… Yhanku estaba llorando abiertamente como un niño abandonado y pequeño, lejos del hombre que ahora era, joven, vital, justo y responsable y a la memoria de Rubén se sobrepuso la imagen de un Yhanku mucho más joven y tierno, deprimido y con el miedo anidando en sus enormes ojos y que coincidía  con la única vez que Rubén lo vio llorar como lo estaba haciendo ahora, cuando internado Arturo su madre le había dado tal paliza que le dejo el cuerpito lleno de marcas porque se negó a ir a trabajar como jardinero a Santa Cruz – calma muchacho, nadie se ha muerto todavía – consoló como solía con su sangre y carne cuando el dolor los abatía – todo tiene solución, todo tiene arreglo mientras una bocanada de aire entre en los pulmones hijo – agrego arrullándolo, se había animado a hacerlo… ¡que mierda! era su derecho el abrazarlo y consolarlo, reflexionarlo y llamarle la atención de ser necesario, se lo había ganado a pulso y sudor, total era un hombre maduro cuyos ojos lo vieron crecer como hierba en el monte, anhelando sea su sangre la que corra y crezca por el delgado niño de aquel entonces, mientras una pequeña voz humildemente rogaba a Dios le conceda el deseo de ser el padre de aquella maravillosa criatura a la que aun con la duda a cuestas contra viento y marea, contra las disputas sostenidas con su mujer a causa de los celos que ella albergaba, contra las malas lenguas y los sospechosos oficios de las gentes del pueblo procuro el bienestar no solo de Yhanku sino de los otros dos menores a la medida y peso que Arturo le dejo; así que tenía ese derecho, el de acercarse como un padre y darle a entender que estaba ahí para él, aun cuando ningún lazo sanguíneo los una, estaba ahí y siempre lo estaría, después de todo era en los momentos de necesidad y dolor cuando la amistad y la fe se ponían a prueba – ya chichilo – susurro, atrapando la nuca de Yhanku con una de sus manos para apoyarlo en su hombro, ambos eran de la misma altura y la altura de Logan, la única diferencia era que Yhanku pese al trabajo duro en el campo que lo bendijo con un cuerpo que para cualquier mujer era un pecado, era delgado en comparación a Rubén y al hijo de este… Logan y no por sobrepeso sino por curtido musculo maduro – calma hijo – y un beso paternal cayó en su frente cuando Yhanku en un momento de debilidad devolvió el abrazo, dándose el lujo por primera vez de mostrarse débil y frágil, necesitado de amor y amparo – ¿qué pasa ja? – pregunto ajeno a dos cosas, la fatigada mirada de Logan que se tiño sin querer de irracionales celos al ver la escena desde donde estaba, preocupado por la tardanza de ambos y al agujón de la culpa que apretó el pecho de Jacinto al oír a su hermano llorar como lo estaba haciendo, para Jacinto aquello fue impactante en todo sentido, para él Yhanku era una roca… su roca, su cimiento
  • ¿Porque no pudo usted ser mi padre? – pregunto Yhanku, y tanto él como Rubén se quedaron mirándose a los ojos, sintiendo lo mismo… pena por la mala jugada del destino, gran parte del problema suscitado entre hermanos tenía como origen sus raíces
  • También me hice la misma pregunta un millón de veces muchacho – respondió sinceramente Rubén sin darse cuenta de quien lo estaba escuchando… Logan, que no dudo ni un minuto en hacerse notar sin pronunciar palabra alguna al cerrar tras suyo de un fuerte golpe la puerta de la movilidad y encender el motor para salir de la hacienda sin decirle absolutamente nada y lo que era peor… sin rumbo fijo, rompiendo la intimidad de la escena haciendo reaccionar también a Yhanku que se avergonzó del momento de debilidad demostrado, deshaciendo el cálido abrazo para abrazar la soledad y el enojo nuevamente
  • Lo siento tanto Don Rubén – murmuro torpemente dando un paso hacia atrás y limpiándose la cara con la mano para borrar cualquier huella que pudiera dar cuenta de su vulnerabilidad, a él no le gustaba mostrar debilidad ante nadie – y pierda cuidado por el estropicio causando – agrego recuperando la compostura señalando hacia la casa dando a entender que se refería a la pelea sostenida con Jacinto que se salió de los limites – yo mañana le vengo a poner el vidrio… se me cae la cara de vergüenza… – confeso sin querer mirar a don Rubén recordando el incidente
  • Olvídate de eso, no hay vergüenza que se tenga, estamos en familia – aseguro como siempre Rubén – así que mejor regresemos adentro, tú y tu hermano tienen mucho que conversar – contesto y no era un decir casual, tenía un propósito sino no habría mirado a Jacinto fijamente, hasta ese momento el chico en cuestión no se había movido de su lugar, atrás había quedado la bravura y el mal orgullo y estaba expectante a las palabras y los gestos de su hermano como esperando la oportunidad de decir algo pero no se había atrevido a interrumpir nada
  • No, no hay nada de qué hablar – afirmo Yhanku, cambiando el tono de voz a uno más áspero y decidido, resentido pero no porque Illien le haya propinado un derechazo certero, sino porque consideraba los actos de su hermano menor como una traición
  • ¡Yhanku! – el tono de voz que uso Rubén no fue de sorpresa sino de advertencia, un acto reflejo inconsciente pero sin valor alguno a la hora de la verdad, ambos sabían que no podía obligar a Yhanku a nada que no quisiera, primero por su edad y segundo por ausencia de parentesco y ambos se quedaron callados envueltos en una incomodidad que minutos antes no existía, hasta que Rubén decidió cambiar de táctica y ver si aun se podía salir con la suya – bueno, sino quieres hablar ahora lo entiendo, pero me gustaría que te quedaras esta noche, es demasiado tarde y en nada se nos cae un aguacero, además no hemos cenado aun – dijo mirando a Jacinto de nuevo, el pobre no había probado bocado desde que lo trajera de la comisaria, pero Yhanku era Yhanku, cuando tomaba una decisión no había poder alguno que le haga desistir a excepción de su amado tata Arturo y ahora mismo su tata no estaba a su lado
  • Se lo agradezco don Rubén, de veras… pero por favor no me obligue a quedarme – le dijo sin pizca de soberbia sino de culpa, ahora que lo pensaba se había portado como un perfecto idiota apenas entro a la vivienda de su padrino – me sentiré realmente muy mal si me quedo, no podre mirar a la cara a doña Clara peor a su nuera, además creo que no sería bueno idea sentarme junto a su hijo – agrego mirando el piso sintiendo el calor inesperado de la vergüenza en las mejillas, vergüenza que Logan haya oído aquel anhelo suyo producto quizás de sus necesidades no satisfechas, de sus ilusiones de niño, de su esperanza de adolescente, de su fantasía de un hogar perfecto, de la envidia que sin ser consciente tuvo en algún momento y que ahora al predicarlo en voz alta le supo a mendicidad, como si alzara la diestra en una esquina pidiendo una limosna, patético
  • Por Logan no te preocupes – prefirió responder Rubén aunque dándole un punto a Yhanku, tarde o temprano tendría que tocar el tema con su propio hijo y no por justificarse ni nada por el estilo, sino porque por muy hombre que Logan fuera ahora, tenía la impresión que albergaba muchos conflictos adolescentes que quedaron  suspendidos en un paréntesis, después de todo Logan se había marchado de su lado a la temprana edad de 18 años cargando no solo a dos niños pequeños sino un orgullo herido y la loca idea de que su padre lo odiaba
  • ¿Cómo no padrino?, hemos venido a importunar su casa, primero aquel salvaje todo borracho abusando de su confianza y luego yo sin poder controlarme – si eso no convencía al hombre Yhanku no sabría que más hacer, como explicar su vergüenza – que dirá también doña Clara o su nuera… bonito ejempo pa sus tojos
  • Estas hablando burreras Yhanku que va decir Clara, nada pues y mi nuera no tiene vela en este entierro – Rubén estaba decidido a quitarle el hierro al asunto, pero Yhanku estaba convencido
  • No padrino – prefirió decir estar vez Yhanku apelando a esa pequeña debilidad suya – yo lo aprecio mucho, usted es mi ideal de padre y le tengo gran cariño y respeto y en nombre de ese sentimiento, le pido por favor… no me insista, no me ponga en esta situación… ahora mismo no me siento capaz de mirar a nadie a la cara

Confeso con un poco de pánico en la voz, no porque tuviera  miedo de don Rubén, sino de sí mismo, él se conocía perfectamente y sabía de lo que era capaz y así como le tenía un gran respeto y cariño a Rubén esperaba el mismo  trato y si no lo conseguía por las buenas quizás lo haga por las malas y sabía muy bien que le sería difícil tener que dejarlo con la palabra en la boca, porque si Rubén seguía insistiendo él iba a responder al impulso de coger sus huesos y salir de la hacienda sin siquiera despedirse.
Y a Rubén tras analizar la situación no le quedo otra que dejar de insistir, quizás fue la perseverancia de Yhanku, o el tono de su voz o el ponerse en sus zapatos y comprender que no era fácil enfrentar a nadie cuanto tienes una imagen intachable que tiras por la borda por un poco de mal genio.

  • Bueno Yhanku por esta vez – concedió Rubén algo decepcionado, pero sabía que no tenia caso rogar ni insistir, el chico era obtuso de miras en algunas ocasiones – aunque debes saber que no me gusta y te digo lo mismo que a tu hermano… es mejor arreglar las cosas sobre el pucho, no esperar
  • Puede don Rubén – y ahí iba, la sequedad de siempre, el hermetismo – pero ahora mismo prefiero evitar el tema – y con eso dio por terminada la charla con su padrino y  dirigió su atención a su hermano – y tu, que tanto pregonás de tus derechos, espero pue´j que hagas gala también de tus responsabilidades y sepás dar la cara así como tenés boca pa gritar sonseras y si algo tenés de vergüenza te venís conmigo a la tapera ahora mismo –  más claro agua, le estaba diciendo que dé la cara si era valiente, después de eso extendió la diestra a don Rubén en señal de despedida y tras el habitual y cálido apretón se dio medio vuelta – hasta otro día don Rubén y perdone nuevamente – le dijo mirándolo a los ojos triste, ya no con la vergüenza que punzaba sino con la tristeza de haber sido protagonista de algo tan bochornoso
  • Nada de otro día, te me venís mañana desde el desayuno haciendo caso a tu propio consejo, harás gala de tu responsabilidad, la que tienes conmigo de obedecerme porque soy tu padrino – recomendó Rubén, en eso un nuevo trueno se fundió en el fondo que hizo achicar los ojos de ambos, ya se venía la tormenta – vamos que te llevo – ordeno y miro a Jacinto – Illien, por favor dile a Clara que estoy llevando a Yhanku a casa – y busco sus llaves, pero Yhanku no quiso, el quería estar solo, tener tiempo para pensar y se le ocurrió mentir
  • No se preocupe padrino, que tengo el cacharito de mi tata aparcado afuera
  • ¿Seguro? – preguntó Rubén con suspicacia
  • Si padrino, lo tengo afuera, aquí está la llave – insistió Yhanku mostrándole la llave de la movilidad, llave que tenia siempre en su llavero, pero la verdad era que el ni siquiera había ido a su propia casa, se había bajado de la flota e ido directo a la casa de Rubén
  • Entonces te espero mañana – insistió y con último abrazo se despidió de él

Yhanku se dio la vuelta y camino apurado, tenía que darse prisa antes de que el aguacero lo pille en el patio y se vea obligado a volver a la hacienda, tenía que pillar un taxi, así que apenas  cruzo el gran portón de la hacienda comenzó a correr con dirección a la calle principal dándose cuenta que perdió su billetera y no tenía un puto peso en el bolsillo, no le quedaba otra que llegar como sea a la plaza y esperar guarecerse en uno de los tantos corredores de las casas aledañas, solo que la lluvia pasó rápidamente a tremenda tormenta y Yhanku se vió desamparado a mitad de la nada, corrió a un rincón hacia un delgado alero de una casa abandonada temblando porque encima el viento se hizo bravo y doblaba las ramas de los árboles sin piedad alguna, no supo qué hacer… si volver a la hacienda y confesar su mentira y tragarse su orgullo o quedarse y esperar estoico que amaine el temporal.
Menos mal el destino decidió por él y de la nada tras 15 minutos de tremendo chaparrón la puerta de una camioneta se abrió y el claxon sonó persistente llamando su atención, no había manera de perderse en esa conclusión pues él era el único que como alma en pena se estaba mojando temblando en aquella oscuridad, pero Yhanku no reconoció la movilidad y prefirió ignorar a quien sea, pues la lluvia no lo dejaba ver con claridad de quien se trataba, pero cuando se dió cuenta que un hombre encapuchado se le estaba acercando a él, Yhanku empezó a correr en dirección a la hacienda, maldiciendo su suerte, llevándose tremendo susto cuando una fuerte mano lo atrapó del cuello con algo de violencia.

  • SUELTE, SUEEELTE – empezó a gritar sin éxito – AUXIIILIO AUXIIILIO – pidió ayuda desesperado de espaldas, porque no quiso girarse y verlo de frente, nunca antes se vio en una situación igual y nunca había sentido tanto miedo, ni siquiera sintió miedo cuando por primera vez fue correteado por un novillo
  • ¡YHANKU NO CORRAS SOY YO… LOGAN! – grito Logan para que le chico lo oiga, el ruido de la lluvia era tan fuerte que era difícil hablar y a Yhanku se le volvió el alma al cuerpo literalmente hablando, es que casi se orina encima
  • ¡Diablos… qué susto! – dijo por fin al girarse – hola Logan – lo saludó desviando la mirada, dejándose conducir al interior de la camioneta, ambos estaban empapados pero Logan tenía un chubasquero encima así que por dentro estaba seco a diferencia de Yhanku quien estaba agradecido, después de todo la lluvia empezaba a doler la piel como agujas filudas, algo que imaginó Logan por lo que se apuro a poner una manta vieja sobre el asiento y pasarle una toalla a Yhanku para que se seque
  • ¿Se puede saber que carajos haces en la lluvia? – pregunto de pronto Logan entre el enfado y la curiosidad mientras Yhanku empezó a secarse la cara y el cuerpo, sin entender el porqué de esos sentimientos pero Yhanku lo sorprendió con su aplastante sinceridad, para él Logan tampoco es santo de su devoción
  • Pues le mentí a tu padre diciéndole que tenia la movilidad de mi abuelo afuera y que regresaba a casa, solo que no sé dónde mierda perdí mi billetera y no pude tomar un taxi y antes de que preguntés porque le mentí a tu viejo, es porque siento vergüenza de lo que hice, ¿satisfecho? – le pregunto mirándolo fijamente, ambos tenían casi el mismo carácter y aunque antes nunca hablaron nada que no sea relacionado con la hacienda, Yhanku no se sentía intimidado por él; en cambio Logan prefirió guardar silencio estudiando sus facciones buscando algo que lo relacione con su propio padre, quizás eso de que no sea su padre biológico sea solo una farsa, al final decidió optar por la misma sinceridad
  • Me sorprende que le mientas, teniendo en cuanta lo cercanos que son, si parece que tú fueras su hijo biológico y yo no

Y tras decir eso arranco el motor llevando a Yhanku a su casa, pero antes compraría comida para cenar, el tampoco había probado bocado y quizás era hora de compartir y estudiar más de cerca a su presunto rival... y de paso averiguar qué demonios realmente paso entre Yhanku y Jacinto para agarrarse a trompadas en medio de la sala de su padre allá en La Tapora.




4 comentarios:

  1. Ya quiero saber qué pasó entre los hermanos y lo de Logan quizás esos celos será porque su papá nunca le hablo de esa manera tan cariñosa como lo hizo con su aijado

    Un beso guapa sabes que está historia me gusta mucho pero quiero que publiques de mi nathan

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  2. ¡Fascinante!!
    Es embriagador el ritmo de la trama.Todos los personajes ejercen una seducción abrumadora.
    Imposible hartarse de esta historia!!
    Ya siento ansias de saber lo que hablarán estos dos!!
    Saludos ,Keny.

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  3. Creo que seria una buena oportunidad para logan y yankhu de limar asperezas, no se como se habrán llevado de niños al parecer mucho contacto No tenían, ojala puedan entenderse. Y como soy fiel defensora de logan quiero que roben se tome el tiempo de explicarle su relación con yankhu al final es buen padre de cualquiera menos de su hijo.

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  4. Que interesante se puso esto!!
    Y Yhanku y Logan juntos ah mira que bien por ellos así se conocen más!!
    Me encantó la sinceridad de Yhanku!! Voy a seguir leyendo que también quiero saber el chisme de lo que pasó con el rumanito menor!!!

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