Sorpresas de la vida
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 26 de Abril del 2020.
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Capítulo 7
Capítulo 7
Coescrita: Terry y Kateri
- Disculpe señor, no creía que era su hijo, creí que era un
chico que se había colado y estaba molestando a la chica – Facundo miró a Beatriz
que es la única que vio allí, está apenada miro hacia atrás, su amiga ya
se había ido y no le pareció justo no darle una disculpa a Facundo
- ¿Es verdad eso? – le
pregunto Facundo a Leonardo separándolo un poco para mirarle a la cara
- Ella me puso la zancadilla y yo me caí y me hice daño en
la rodilla – Facundo volvió a mirar
a Beatriz para verificar si eso era verdad
- Lo siento señor Fernández, no sé qué le pasó hoy a mi
amiga pero le doy mis sinceras disculpas – Facundo suavizó su mirada al ver que ella no fue la del altercado
- No tienes porqué, vos no hiciste nada – la chica sonrió agradecida de que Facundo no estuviera
molesto con ella
- De todas formas me disculpo en su nombre, bueno creo que será mejor que me vaya
- Espera – le
dijo Facundo y el mismo se vio sorprendido por detener a esa mujer – veras yo ya terminó aquí y Leo y yo queremos pasar el día haciendo
algo divertido, ¿sería tan amable de acompáñanos? – invitó,
ignorando la mirada desconcertada de la propia Beatriz, quien, tras unos
segundos, abrió la boca tratando de soltar un sí, pero su voz rehusaba a salir,
así que asintió con entusiasmo, haciendo que el hombre sonriera –¡buenísimo! – respondió, volviendo su atención a su niño.
Leonardo poco a poco dejó de llorar, mientras sus
mejillas eran limpiadas con los pulgares de Facundo ante la atenta mirada de
unos cuantos espectadores y de Beatriz, sin embargo, era necesario todavía que
Leo se lavara el rostro así que Facundo lo guio al baño para ayudarlo.
Se suponía que sólo tardarían unos minutos, pero Leonardo
no podía más que gruñir ante la decisión de Facundo.
- ¿Por qué la invitaste?! – preguntó con enojo al mayor, causando que Facu se
sorprendiera.
- Pues porque sí – respondió – porque me parece que ella debe conocer algunos lugares bonitos y
nos podemos divertir – agregó, dándose cuenta que su primera
respuesta incluso había sido descortés.
- Pero yo no quiero que ella vaya. Es amiga de la vaca y
seguro que es igual de odiosa que ella – se quejó el niño, acompañando su pesar con un puchero que pudo robarle una
sonrisa al muchacho. Cada segundo que pasaba
junto a ese chiquillo, su corazón parecía pertenecer más y más.
- No seás así, Leo. Eso es prejuzgar a las personas y no
está bien. Dale, terminaste de lavar la cara y vamos, ¿sí?. Vas a ver que la
vamos a pasar bien – salieron del baño de
hombres se unieron a Beatriz – bien ¿y dónde quieren ir? – le
preguntó Facundo
- Bueno yo creo que eso es decisión de Leo – dijo la muchacha dándose cuenta que era decisión de ellos
ella era una invitada y le daba igual a donde fueran, los dos quedaron mirando
al niño este se encogió de hombros
- No se, me da igual yo tampoco sé dónde lo podemos pasar
bien – Facundo sintió penita por Leo,
sabía por qué decía aquello; en la casa hogar había muchos niños y no podían de
salir de paseo con tantos
- Yo tengo una idea que creo que te va a encantar, a mí
cuando tenía tu edad me encantaba – Leo
fundió el entrecejo no muy contento de que fuera la chica con ellos y facundo
levantó una ceja intrigado por ver dónde iban a ir – qué te parece un parqué de atracciones – a
Leonardo se le iluminó la cara, él lo había visto por la tele pero nunca había
ido a uno así que empezó a dar saltitos de emoción.
- Si, si por mí está bien yo si quiero ir
Cuando llegaron lo primero que hicieron fue comer, pero Leonardo
lo hizo rápido ya quería subirse a las atracciones.
- ¡Leo! Hijo despacio te va a sentar mal
- Yo me quiero subir allí – le dijo señalando algo como la montaña rusa
- No sé si eso será para tu edad Leo – le dijo Facundo pero la verdad es que cuando vio la
altura se le abrió un hueco en el estómago
- Pero no es justo, entonces ¿a qué hemos venido? – Facundo le limpio la boca con una servilleta la tenía
llena de ketchup
- Bueno hay muchas cosas relacionadas con tu edad
- ¡Si hombre! como que me voy a montar en los patitos – que era una atracción infantil
- No en esa hijo pero hay mucha más cosas
- No es justo – Leo soltó
su hamburguesa y cruzándose de brazos, Facundo se molestó un poco por la
actitud de Leo que cuando no conseguía lo que quería empezaba hacer una rabieta
- Bueno pues sin tan injusto soy cuando terminemos de comer
nos vamos – Leo levantó la vista
mirando al mayor con un puchero y los ojos aguados a punto de llorar, Facundo
al instante se sintió culpable pero Leo no podía hacer eso cuando le
prohibieran cualquier cosa, Beatriz se mantuvo sin decir nada hasta ese momento
- Leo hay cosas para tu edad que son muy divertidas, a mí
me gustan y cuando vengo subo en ellas – dijo ella para suavizar la discusión entre padre e hijo, Leonardo miró a Facundo
a ver si el mayor seguía enfadado y cuando no lo vio enfadado pero sí muy serio
jugó su última artimaña para ver si podía convencerlo
- Lo siento – le
dijo mirando a Facundo – ¿estás enfadado no vamos a ir? –
Facundo se quedó callado unos segundos sin contestar el niño no hizo
nada grave para que no se divirtiera pero no le gustaba que Leo se comportará
así.
- Si, nos vamos a quedar… pero yendo al hotel quiero hablar
contigo – Leo bajó la mirada no sabía a
ciencia cierta que quería decir con hablar, sería hablar o lo castigaría, Facundo
no tenía eso en su mente solo querías ponerle límites no lo iba a castigar
A parte de eso la tarde fue fantástica, Facundo al sentir
reír a Leo le llenaba de paz y agradeció al cielo por qué la chica hubiera
aceptado en ir, a si no tuvo que subir a ninguna atracción con alturas, al
final Beatriz le dijo a Leo una atracción parecida a la que quería subir pero
esta fue de niños aunque se mostró reacio y querer subir a la otra con una
mirada de Facundo bajo la guardia y aceptó subirse a esa que no tenía tanta
altura como la otra
Los dos bajaron de la atracción riendo mucho y Facundo no
cabía en su satisfacción de verlo tan feliz, pero toda la felicidad se acabó
cuando el mayor dijo que tenían que irse que ya estaba anocheciendo, a Leo no
le gustó mucho y suplico hasta el cansancio metiendo por medio a Beatriz y esta
se moría de risa por lo que estaba montando Leo, y la cara de Facundo que ya se
veía su horror de que Leo no entrara en razón.
- Está bien no iremos al hotel pero iremos a cenar en un
sitio cerrado, ya hace frío y no hemos traído chaquetas – a Leo no le hacía mucha gracia pero también había notado
el cambio de temperatura ya que estaba terminando el verano y a la noche ya
refrescaba un poco.
- Pero yo quiero seguir subiendo aún faltan más para subir –
le dijo poniendo ojitos para que Facundo accediera
- Leo podemos venir otro día y montar en las que te faltan –
le dijo con voz firme pero Leo no se estaba dado cuenta que
el mayor estaba perdiendo la paciencia.
- ¡Pero no es justo! – repitió dando un pisotón en el suelo, y Facundo tuvo suficiente, se acercó
a él cogiéndolo en un abrazo y susurrarle al oído
- Si no paras esa rabieta y haces caso no te va a parecer
justo que te dé las nalgadas que estás pidiendo delante de Beatriz – Leo abrió la boca y bajo la mirada ruborizándose por lo
que le dijo Facundo, ¡no era justo!, volvió a repetir en su cabeza, pero su
boquita fue demasiado inteligente como para darse cuenta de que no debía soltar
esas palabras en voz alta.
Leonardo se enfurruño como todo un niño pequeño, pero en
lugar de fastidiar a Facundo ésa actitud le resultó tierna en demasía y a pesar
de su ceño fruncido, no pudo evitar sonreír levemente. Podía ser cierto que
apenas llevaba 3 días de conocerlo y ya lo adoraba como si lo hubiera esperado
todos esos años para al fin tenerlo entre sus brazos. Ese chico podía eso y
más, pero su actitud de adolescente recalcitrante también podía ponerle los
pelos de punta y su mano al parecer tenía vida propia cuando el mocoso lo
desbordaba con su actitud.
Mientras tanto, Beatriz decidió apartar la mirada,
intentando hacer como si no hubiese escuchado nada para evitarle el bochorno al
niño. Aunque era cierto que Leonardo se estaba poniendo algo pesadito, ella
podía entender su entusiasmo y le pareció innecesaria la amenaza del artista.
Pero cuando vio el pie del chico elevarse justo como cuando Messi va a patear
un centro, supo que el traserito de alguien estaba condenado.
- Auuuuu – se
quejó Facundo por la patada que le había dado Leonardo, agachándose cogiendo su
espinilla de puro dolor,
Muylindo cap
ResponderEliminarMe encanta
CathBluered
Creo que esta vez Leo saco de las casillas a Facundo, jjajja y sonara una pandereta, jajj
ResponderEliminarMuy tierno capitulo.
Marambra
Yo tampoco entendí para que llevar a Beatriz pero bueno ya no importa!!
ResponderEliminarJajajaja pobre Facundo se ve que no tiene nada de experiencia con niños pero bueno jajaja
Ahora corre Leonardo corre que te atrapan y te van a shingar jajaja
Y yo que pensaba que Facundo era paciente. Alto gruñoncito nos salió, pero bueno no se le puede culpar creo que Leo se pasó está vez, asi que: Muerte a su trasero lol.
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