Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina
¿Fugitivo? No señor,
medico empírico con
licencia suspendida
Autora: Marambra
Miranda y
Mikel se quedaron estupefactos por la reacción del crio, pese al dolor en las
flexuras al caminar Lothar hizo un esfuerzo por correr lo que adormeció aquella
zona, casi la anestesio y se dirigió calle afuera y se escondió lo mejor que
pudo hasta buscar sus monedas cuando oyó los pasos de sus abuelos y sus voces
llamándolo, doblo la esquina y pidió un taxi con dirección al hospital donde
estaba su padre, se escabullo por los pasillos y se coló al pabellón de UTIn y
se quedó en la puerta de aquella sala donde estaba Ethan, su padre era el único
internado, ya no estaba con cables por todos lados, no estaba ya intubado pero
tenía la bigotera de oxigeno pegado a la nariz, y la vía se mantenía en un solo
brazo, habían retirado la sonda uretral, pero aún mantenía el oxímetro de pulso
en el dedo.
Una
enfermera al ver al niño se percató de su llanto y lo alzo del piso y le
pregunto qué hacía ahí y el contesto que quería ver a su padre, la mujer joven,
sola con el paciente a su cargo y sin ordenes de estricta vigilancia ni nada
por el estilo se apiado del crio y lo dejo entrar.
- Bueno te dejare entrar, pero solo puedes estar 20 minutos, porque habrá una visita médica nocturna ¿está bien?
- Gracias
Murmuro
él y apenas ingreso y miro a su padre no pudo aguantarse la necesidad de sentir
el amparo de papá, ese que solo puede darte quien te dio la vida, se subió a
medias en la cama de Ethan y se acurruco allá, colocando la mano de su padre
sobre su cara, Ethan estaba un tanto adormecido por los sedantes, pero hizo un
esfuerzo por abrir los ojos al ver a su hijito allá con toda la cara llorosa y
amargada.
- ¿Qué pasa mi
hijo? ¿Qué pasa Lothitar? Mmm? Cariño que sucede – pregunto
su padre –
¿qué haces fuera de la cama a estas horas? – intuía que las cosas no
estaban bien con él por la forma en que empezó a llorar, y lo arrullo un rato
dejando que el chico apoye su cabeza en su pecho y poniendo la mano libre de
vías en los cabellos recién lavados del crio
- Puedes subirte
un rato al lado de tu papa – le dijo la enfermera al ver la escena,
intuía que el crio necesitaba aquel abrazo, Ethan se lo agradeció de verdad y
Lothar le sonrió suspirando
- Gracias Nancy
– susurro Ethan
- De que doctor, su hijo esta afligido, yo apagare la luz del pasillo como si ya estuviera durmiendo y dejare que él esté ahí a su lado hasta que lo recoja alguien
Y
así fue, Lothar se quedo dormido al lado de su padre, hecho un ovillo, solo gemía
de rato en rato dejando escapar suspiros y alguna queja.
- Njs, njs, njss
nnjjjsss, njjs – sus sollozos lo sobrepasaban, le dolía
ya el diafragma de respirar entrecortado, la enfermera le dio un vaso de agua
con azúcar que empezó a mitigar la tristeza del niño
- ¿Qué hiciste?
Mmm, a ver contarme no me voy a enojar promesa de corta palos – le
sonrió Ethan, aun entrecerrando los ojos y bostezando, estaba cansado, y hacia
un gran esfuerzo por mantenerse lucido, su hijo simplemente alzo la vista y
contesto
- Si te digo te
enojaras tú también conmigo – y se volvió a acurrucar a un costado de
su padre apoyando su cabeza rubia sobre el pecho de papá oyendo sus latidos y
suspirando hondamente sintiendo paz
Ethan
prefirió no hablar, y dejo que el muchacho se arrope en sí, hubiese querido
estar sin vías y sin el oximetro o el oxígeno y poder abrazar a su niño y
consolarlo e instarlo a contarle que paso, pero sabía que no había tiempo para
eso, en cualquier momento vendrían a recogerlo, entonces un pensamiento se le cruzo
por la cabeza, ¿y si nadie venía porque no sabían dónde estaba?... lo miro
largo rato desde un costado y se fijó en sus párpados inflamadísimos, hinchados
y rojos, la nariz congestionada de mocos, roja también, y el gemido que daba,
la respiración aún entrecortada, todo apuntaba a una paliza y mucho lloriqueo,
empezó a bajar su mano por su espalda disimuladamente y entre caricia y caricia
su padre bajo la mano al trasero de su hijo y pudo sentir la temperatura un
poco más alta en ese lugar, definitivamente se había llevado una buena tunda, y
el hecho simple de que no quiera contarle que paso apuntaba a una travesura de
marca mayor, suspiro agobiado y preocupado, ¿qué habría hecho ahora?, mientras
pensaba eso no se dio cuenta que Lothar se durmió sobre su pecho, entonces papa
si aprovecho para ser un chivato, le levanto la liga del pijama y era fácil
hacerlo porque Lothar estaba acurrucado de lado con el cuele en pompa y papá no
tenía que hacer mucho esfuerzo para ver, y fue así que vio las huellas de su padre
repartida en todas las flacas nalgas de Lot, definitivamente su padre se había
aplicado a pulso sobre su pequeño, exhalo el aire contenido y decidió disfrutar
de él un poco más, le beso la cabeza y sobaba su espalda, pensando en sus dos
hijos, en eso ingreso la enfermera, Nancy y sonrió al ver al muchachito tan
inocentemente dormido al lado del padre.
- Bueno doctor,
tiene un hijo muy simpático, muy agraciado… pero debe ser terriblemente
travieso ¿no? – sonrió la enfermera
- Ajjj – suspiro
Ethan – si
Nancy, es revoltoso
- ¿Cuántos años
tiene? – Pregunto mientras preparaba la
medicación para inyectar
- Catorce
cumplidos, y es un pequeño truhan – dijo acariciando su
espalda sintiendo su respiración liviana
- ¿Y porque está aquí a esta hora? ¿Tiene pase?
- Noooo, me
parece que huyo de casa – contesto pensando en todo este
descalabro – seguro hizo algo que se mereció una buena tunda que
seguro se la dio mi padre…. FUUUUU – soltó
todo el aire preocupado
- Vaya – murmuro
Nancy – ya me parecía que algo le paso… tiene la cara
demasiado sufrida y me llamo la atención verlo con pijama
- ¿Me haces un favor? Podrías marcar a casa, mi móvil está en el cajón, tengo que comunicarme con mi padre, debo decirle que está aquí, lo más probable es que lo estén buscando
Marcó
a casa, pero nadie contestó, el móvil de Mikel daba ocupado y el de Miranda
entraba a buzón así que llamo a Nathan, el cual vino inmediatamente saliendo de
la Universidad una suerte porque estaba a una cuadra del hospital y fue él
quien aviso a su madre que estaba de ida al hospital a recoger a Lothar, y su
padre le dijo que esperen ahí que el estaban en camino…
El
encuentro entre hermanos fue intenso para Nathan porque él no había visto a
Ethan desde el incidente y oír su voz lo emociono y al mismo tiempo lo lleno de
temor y vergüenza como esperanza también, y cuando se vieron se fundieron en un
abrazo y un beso en la mejilla, no se dijeron nada importante, todo estaba
sobreentendido, así que sobraban las palabras, se sentó a su lado y le cogió la
mano un rato y se apretaron sus dedos en un gesto de camaradería y de ambos se
volvió el alma al cuerpo, Ethan se acordaba de las duras palabras vertidas en
plan enojo cuando fue al hospital a buscarlo y sabía que tenía que solucionar
el pequeño gran detalle con Nathan, sabía por referencias que su hermano le
fisuró el malar a puñetazos, nada más y ahora estaban ahí con pretexto de
Lothar.
- Bueno es hora
de que te lo lleves, ya vendrá la visita nocturna y Nancy estará en problemas –
indico Ethan viendo el reloj de la pared
- Esperare a
papá, me dijo que estaba en camino… vamos Lothar despierta es hora de ir a casa
– le dijo moviendo suavemente a su sobrino
que en definitiva estaba roncando en la cama del hospital acurrucado al lado de
su padre
- Lot, hijo
despierta es hora de ir a casa ya – le decía Ethan en eso
entro Mikel, con la cara seria, y la relajo cuando vio a su nieto acurrucado al
lado de su padre, suspiro soltando el aire inflando las mejillas con la
brusquedad de la expiración, en eso Lothar termino de despertarse y vio a su
lado a su tío y a su abuelo
- Arriba hijo,
es hora de marcharse, ya vendrá la visita te has dormido – le
dijo Ethan a un completamente silencioso Lothar que solo trago saliva y miraba
inquisidoramente a Nathan como queriendo averiguar si el abuelo había dicho
algo, pero al no obtener respuesta solo atino a bajar de la cama, nadie imagino
lo que vendría luego, Mikel lo jalo del brazo y le soltó sobre el pijama ahí
delante de su padre, su tío y la enfermera, 3 correazos muy escocidos que
nadie imagino se llevaría puesto que no
vieron que Mikel entro con la correa en la mano
- ZAS ZAS ZAS No me vuelvas
a huir de la casa Lothar, porque la próxima te daré más de 3 cintazos – sentencio
enojado con el niño
- AYYY au au
auuuu – se tragó el grito al darse cuenta donde
estaba y entrecerró los ojos con el dolorcito que le comió el trasero,
quedándose quietecito sobándose el traste – Yaaa abuelooo – se quejo Lothar poniendo la mano en el poto
para defender la retaguardia a futuros ataques
- ¡Silencio!
estas en un hospital no en la calle – y puso un dedo sobre
su boca haciendo que Lothar se trague la queja – ya a
despedirse – y chasqueo los dedos
esperando que se mueva – llévatelo a la
movilidad Nathan quiero tener unas palabras con tu hermano – le
ordeno a Nathan y Lot se acerco a su padre tímidamente, lo abrazo triste y avergonzado, sabía que su
abuelo lo pondría al tanto – Despídase de su
padre y a la movilidad con tu tío…. PLAF vaaamos a que esperas? –
le dio un palmetazo y sin
soltar el brazo lo empujo suavemente hacia su padre como entregándoselo para
que se despida… Ethan miro sorprendido aquello y se dio cuenta que Mikel estaba
muy cabreado, al parecer lo que Lothar hizo fue algo más que una travesura
- Yaaa, ya voy…. Ya vooy
- PAPAA – Nathan
subió un poco el tono de voz al ver aquel panorama
- Perdóname
papá, lo que hice fue porque quería verte – y el beso se lo
planto en la mejilla y luego salió de aquella habitación con la cabeza agachada
con su tío al lado quien había puesto sus brazos sobre el hombro del muchacho
que caminaba a su diestra sin levantar la vista del suelo, pero se paró y se
dio lo vuelta para mirar a su abuelo agregando con la miraba fija a la de su
abuelo – no le cuentes por favor – Mikel entendió a qué
se refería y le hizo un gesto con la cabeza y las cejas indicando de que se
marche y que no le diría nada de eso a su padre
- ¿Qué hizo? – Ethan
disparo directo
- Pues que puedo decirte… que tienes un médico empírico que se auto diagnosticó un Munchausen acertadamente
- ¿Qué cosa?
- Que entrego un
certificado médico que saco de mi consulta y lo firmo a nombre del doctor
Montalvo el ginecólogo de tu madre sin contar que se coló a su consulta y saco
su sello… y en el colegio estuvo a punto de ser expulsado sin vuelta atrás, y
tuve que darle una paliza en casa y huyo por un incidente intimo fuera de
control del que no te daré detalles, ahora me marcho, es tarde no ha cenado, y
tiene examen mañana – y así se despido rápidamente dándole un
beso en la frente a su hijo, al parecer su estancia en el hospital estaba ya
contado, se lo veía bastante bien y lúcido, ojala sea así, pensaba Mikel, Ethan
sonrió y luego agrego
- Por favor, ¿qué no le duela tanto si?
- ¿Cómo dices?
- Que, si me lo vuelves a castigar por huir, no me lo hagas llorar mucho, mañana estará con los ojos muy hinchados y con dolor de cabeza
- No te prometo
nada, adiós… adiós Nancy muchas gracias – sonrió a la enfermera
que iniciaba tratamiento a horario y cerró la puerta, la enfermera solo sonrío
pensando en que su noche había sido de lo más divertida
Ya
en casa Mikel mando a Lothar a la lavarse las manos y a cenar, todos estaban en
la mesa y hablaban de cualquier cosa menos del incidente de Lothar, lo que agradeció
infinitamente, pero aun así, no tenía hambre y daba vueltas la comida.
- Si vas a estar
jugando con la comida Lothar, mejor te retiras y subes a tu habitación, en tu
mesa están las fotocopias de los temas que te faltan en la carpeta de Sociales,
así que a leer en silencio, subiere en una hora y voy a tomarte un previo y más
vale que sepas la lección porque por si no te has enterado Lothar, estas a un
paso de la expulsión del colegio por tu brillante incursión en la medicina – ironizo
Mikel con el ceño fruncido – así que tú, sedita
en clases y con excelentes notas, que tienes todo el peso de la ley sobre tus
hombros
- Provecho mami,
provecho papá Mikel, provecho Nathan, provecho Uther – se
paró, agradeció y se fue a la habitación con la cara sufrida, se sentó en el
escritorio sintiendo punzaditas en el poto de lo magullado que lo tenía
A la
hora exactamente entraron Mikel y Miranda, Lothar dejo de lado sus hojas y
espero que le dijeran algo, resignado a una nueva paliza y de seguro a una
regañadiña; Miranda se sentó en la cama y lo llamo a su lado, el muchacho se acercó
desconfiado y con mucha razón, su abuela estaba demasiado seria para su gusto,
lo agarró del brazo y le dijo a tiempo de ponerlo boca abajo sobre su regazo y
bajándole los interiores mientras el crio rogaba.
- Abuelita,
abuelita, abuelita por favor, por favor – sujetando
su pijama con mucho afán no quería definitivamente más nalgadas
- No me vuelvas
a sacar los pies de casa sin permiso Lothar, porque te daré igual paliza que a
tu tio Nat por huir plaf; plaf plaf – solo le regalo 3 palmadas moderadamente
fuertes
- YAAA yaaa – chillo
aprentando el culito creyendo que ahora si su abuela lo cocinaba – no volveré a huir, lo juuuuro – prometió y
Miranda le subió la ropa, lo abrazo y le beso la frente a tiempo de acariciar
su espalda
- Me has dado un
buen susto hijo, lo que hiciste estuvo mal y no me refiero solo a huir Lothar,
sino a todo lo que hiciste – le dijo Miranda cogiendo su
mentón para que no baje la mirada – no se hacen esas cosas, ahora a conversar con el
abuelo ¿sí?, y luego a dormir amor, es tarde ya, sino terminaste de estudiar ni
modo, el próximo trimestre te tendrás que esforzar más
Miranda
se marchó y dejo a Lothar con el terrible abuelo, Mikel solo lo miro y al final
lo sentó sobre su regazo, jalándole la nariz a manera de juego, un completo
silencio invadía el ambiente, pero cuando Mikel le mordió el lóbulo de la oreja
derecha como cuando era un niño, Lothar se relajó… seguía siendo un niño en
algunos aspectos pensaba su abuelo al verlo ahí despeinado, con los ojos rojos
y la nariz tapada, suspiro y lo abrazo fuertemente, Lothar quería decir algo
pero el abuelo corto las escusas que el muchacho quería exponer sobre su última
actividad laboral.
- Sé que hiciste
todo por ver a tu padre Lothar, es un gesto noble, se nota que lo quieres y no
le guardas rencor pese a los eventos del pasado y te lo agradezco – dijo
Mikel con voz suave sentando a su lado en la cama – ya que a estas alturas del partido, lo último
que tu padre requiere es sumarle preocupaciones por sus errores que son muchos
– agrego cogiéndole el mentón
para que no esconda su mirada – pero, todo lo que
has hecho estos días Lothar, estuvo completamente mal y errado – le reflexiono empezando a numerar todas sus
faltas – te has expuesto a una expulsión del colegio
innecesariamente y me has colocado en una situación muy delicada y lo que has sacado de mi gaveta no son
simples hojas que se llenan para justificar una falta aunque es para lo que
generalmente sirve – agrego – pero, es un documento legal donde se juega el nombre
del médico que lo suscribe, lo firma y lo sella, por eso es necesario que me
hagas aparecer el otro papel – explico
con calma lo que significaba aquel documento – no
importa el estado en que este, porque si tú lo has llenado, gente aprovechadora
puede falsificar el formato y hacer uso ilegal del documento, ¿me entiendes? – pregunto y Lothar se quedó mirando asustado a
su abuelo – por un papel como ese puedo ir a un juicio e incluso me
quiten la matrícula de médico y no podre trabaja… lo mismo con el Doctor
Montalvo al que de puro milagro el colegio no lo ha llamado para verificar la
veracidad de su… supuesta firma y diagnostico –
explico con calma haciéndole entender las implicancias del mal uso – así que mi
hijito, buscaras el papel y espero lo encuentres – dijo a manera de sutil amenaza – que todos
certificados errados son mejor que se queden conmigo por precaución; ¿entiendes
ahora porque me enfade tanto contigo? – pregunto
sutilmente y decidió acariciarle la espalda a manera de consuelo – hurgaste cosas sin permiso Lothar, y no te lo voy a
permitir y espero no se repita, mi consultorio es sagrado, es como una
sacristía y los documentos escritos sea en el computador o en hojas, son
confidenciales – hablo
serenamente – son cosas intimas de la gente que nadie excepto el
médico y el paciente tienen derecho a saber y tu mocosito, no deberías estas
husmeando bajo ningún pretexto, me has entendido? – Lothar miro a su abuelo con cara de
arrepentimiento total, se sentía mal por las cosas que pasaron, y abrazandolo
le prometió no volver a ser médico mientras dure el colegio
- No lo volveré a hacer abuelo, lo prometo
- Eso espero
Loty, porque la próxima no hay próxima, la paliza que te di la repetiré por un
mes entero, así que mi pequeño bribón, no puede faltarse del colegio bajo
ninguna circunstancia menos inventada, ¿estamos? – recomendó
Mikel muy seriamente
- No se repetirá
abuelo y buscare la hoja, no está llenada, se arrugo al meter en la impresora – dijo
Lothar con pena
- Te creo, pero
aun así prefiero tenerla conmigo, ahora ya ¿terminaste de leer? – pregunto
con una sonrisa
- Si
- Bueno, imagino
que ya la sabes, no era larga la lección, pero es hora de dormir, es tarde – dijo
abriéndole la cama para que se acueste – mañana tenemos
reunión con el comité de disciplina del colegio para ver que sanción te dan, y
tu acataras lo que se disponga – aconsejo buscando el pijama del
muchacho –
recuerda que estas a un paso de la expulsión, pero fuera de eso, yo te prohíbo
terminantemente volver a ejercer de médico, se terminó tu brillante excursión
por el mundo de Hipócrates ¿estamos? – y
lo abrazo con amor y mordisqueó de nuevo su orejita contraría
- Eso no volverá
a pasar abuelo, solo lo hice por ver a mi papá, por nada más a – confeso
ya sin miedo y eso alivio a Mikel – a mí no me gusta la medicina
- Mientras no te
guste para jugar con mis documentos por mi está bien, y de verdad espero que
seas inauguración y clausura como “galeno” – le beso la frente y
lo acostó, pero luego el abuelo pregunto curioso e intrigado – ¿de dónde sacaste lo de síndrome de Munchausen?, eso no
está en ninguna de mis historias
- Leí en el índice de tu libro abuelo
- ¿Y leíste lo
que es? – quiso saber
- No, no tuve
tiempo – respondió Lothar acomodando su almohada
lanzando un gran bostezo, estaba muy cansado, el dia fue largo y pesado sobre
todo para él
- ¿Y porque pusiste eso entonces?
- Porque me
gustaba como sonaba, es muy musical y suena a una enfermedad terrible y
dolorosa – agrego mientras acomodaba su almohada
para por fin dormir, su abuelo se rio de la ocurrencia – y
¿qué es eso abuelo?
- Un
¿Munchausen?…– se quedó callado un momento, pensando
que decir –
pues es una enfermedad inventada – explico
y antes de que crea que se estaba burlando de él agrego – o sea el paciente dice tengo esto, esto,
esto, me duele aquí, allá, y tal y cual cosa, son relatos reales de
enfermedades reales que no tiene, y lo hace para recibir tratamiento, o internarse
o ser operado y demás cosas, todo por ser el centro de atención de los que lo
rodean – indico – le gusta el
tratamiento, le gusta los procedimientos, todo lo que se hace para curar una
enfermedad que no padece, eso es un Munchausen hijo – le beso la frente – como tu que
te inventaste enfermedades que no tienes – le
apretó la nariz como siempre a manera de juego secreto
- Ya, pero yo no
lo hice porque quiera que me pinchen – respondió Lothar
- Lo sé, pero
ahora sabes cómo son los tratamientos de ESAS enfermedades y dudo mucho que
quieras confirmar tu tercer diagnostico ¿verdad? El Munchausen que te pusiste,
a que fue efectico el tratamiento hijo – e hizo un gesto con
la mano a manera de azote y se rio al ver la cara del crio, acordándose seguro
de la paliza recibida, tras eso y aun riendo le jalo la nariz y le beso la
cabeza, haciéndole la señal de la cruz sobre su frente bendiciéndolo para que
duerma – ya a dormir ahora mi pequeño medico apaleado – agrego a modo de sorna
- Eso no es
gracioso, y no creo que las enfermedades que coloque se curen con una paliza – reclamo
todavía
- Nunca se sabe, podríamos volver a probar contigo
- Papaaaaaaaaaa
- Ya, yaaaa a dormir se ha dicho
Mikel
se salió de la habitación, riendo, después de todo era divertido conversar con
el miembro más joven de la comunidad galena de su estirpe…
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