Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina
Caducidad a la vista
Autora: Marambra
- ¿Quién es tu
padre? – de verdad quería que respondiera a
aquello, le estaba costando un mundo tenerlo sobre sus rodillas con la ropa enredada
en los tobillos a punto de terminar de salirse del todo, el pataleo era digno
de admirar de aquel muchacho mojado véaselo por donde se lo vea, el jeans ya
pendía de un solo pie y esto porque ese pie no había perdido en el proceso el
calzado de tanto patalear, pero es que la mano de papá caía con todo el rigor
sobre su pobres nalgas que a estas alturas del partido estaban color carmesí
encendido y emanaban demasiado calor – Plaf, plaf, plaf, plaf,
plaf, plaf, NO
OIGO, QUIEN ES TU PADRE UTHER plaf, plaf, plaf, plaf
- Waaaaauuu aua aaaauu yaaa PARA PARA, POR FAVOR AUUU AU AU AU
- NO, mi hijito, no voy a parar hasta que me respondas ¿QUIEN ES TU PADRE? Plaf, plaf, plaf, plaf plaf
Uther fue dado de alta
aquella tarde en que Lothar fue castigado por su abuelo y su padre una semana
después, estaban de nuevo juntos en el hogar paterno allá en casa de Mikel,
aquella semana había sido irreal, tildando la fábula, porque ambos padre e hijo
tenían miedos que afrontar y fantasmas que lidiar; por una parte Ethan, tras el
episodio vivido con sus hijos que por su gran torpeza llevo a un límite
existencial a su muchacho, a tal punto que fue internado y tras eso
diagnosticado con crisis de ausencia, mismas que el padecía, por otro lado
Uther, tenía sentimientos antagónicos en su ser, una, la más dulce decía, papá
está de nuevo aquí y está sano y vivo, pero su lado poco amable no quería
reconocer por miedo a decirlo en voz alta que hubiese preferido que este en el
hospital, sino es que en el cementerio.
Mikel,
el abuelo, la mañana previa que dieran de alta a Ethan hablo con él de padre a
padre, de padre a hijo, y de hombre a hombre… en realidad el tema lo abordo
Ethan, Mikel solo intuyo que su primogénito tenia conflictos internos respecto
a Uther, tras el amargo episodio vivido por cauda de una tonta travesura
grupal.
- Se su padre, nada más, no hay que darle tantas vueltas al coco
Ethan – había recomendado Mikel – han pasado demasiadas cosas hijo, pero
sienta presencia con cariñito, con paciencia, pero con firmeza también, no dejes
que jamás vea tus inseguridades respecto a cómo debes o no tratarlo – aconsejo
sabiamente – eso es no es cuestionable, eres su padre y
punto, no hay donde perderse hijo
- Pero tuvimos tantos conflictos, y le hice tanto daño por no
saber oírlo – Ethan tenía sus miedos razonables
- A no cometer el mismo error nada mas – dijo Mikel mientras sorbía su café
aquella tarde
–
debes dejarte llevar por tu intuición Tano, tus instintos te guiaran y sabrás
cuando tu hijo te necesita, y lo que necesita
La
charla básicamente daba vueltas sobre el mismo asunto, como tratar a Uther el
conflictivo adolescente que tenía en casa; un puñado de nerviosa testosterona y
adrenalina, capricho de risas, chistes y payasadas la mayoría del tiempo,
irresponsable, amiguero, corazón de pan, y últimamente rebelde, peleador a
veces, contestón, burisero (jeje un
verbo boliviano, buri, fiesta camba al aire libre, Camba: dícese del hombre que
vive en la llanura o selva amazónica más concretamente el nacido en Santa Cruz,
el cruceño), atolondrado y camotero como el solo (camotero, enamoradizo); con
el que tuvo semejante problema que derivó en un hospital.
No
habían conversado entre ellos prácticamente desde el incidente, las palabras
que se cruzaron antes de los funestos hechos fueron agrias por ambas partes y
luego se vino el golpe de Nathan y Ethan en terapia intensiva; ahora ambos
habían sido dados de alta con el mismo diagnóstico, epilepsia… la de Uther era
un cuadro de epilepsia mioclonica juvenil y la de Ethan padecía epilepsia
atonica solo que el tratamiento y
seguimiento no fue tomado con gracia por el muchacho y eso justamente fue lo
que genero los nuevos conflictos a los que se tenía que enfrentar sobre todo
Ethan.
Había
pasado como un mes ya tras que su padre este de regreso en casa, y las primeras
dos semanas fueron para ambos periodo de ajustes y de mascaritas, sí, eso
mismo, cada uno fingía estar bien uno con la compañía del otro pero en realidad
las cosas no eran así, Uther rehuía a su padre y poco o nada hacía caso de lo
que le indicara, Mikel sutilmente marcaba el paso del nieto y no por robar
protagonismo o el papel a su hijo, sino por una cuestión lógica muy simple de
protección, pero no protección a Uther, sino protección a Ethan… ambos aparentemente
tenían lo mismo, pero en si eran cuadros diferentes, además sus vidas y sus
edades eran distintas, la medicación similar pero no igual y las restricciones
de uno y otro eran manejadas con diferente forma, la respuesta a la enfermedad
por tanto era diferente, mientras a Uther le negaron el estrés mental generado
por exposición constante a la luz parpadeante de la computadora y la tele, no
podía estar frene a ambos aparatos más de una hora al día hasta dos máximo por
cuestión de irritación neuronal, no podía beber, fumar, tomar café, trasnochar
y debía hacer siesta de una hora al día; su padre Ethan además tenía otra
restricción, evitar sobrecargar episodios de estrés violento al que ya tenía de
por si en el trabajo, por tanto Mikel tapaba muchas cosas de Uther por Ethan,
pues vivía desde el incidente con dolor de cabeza, y sumado todo eso al trabajo
pues el hombre andaba demacrado, tenso, irritado y demasiado cansado.
La
más de la veces Mikel llamo la atención de Uther, de forma verbal, le hacía ver
sus errores, conversaba con su nieto, y le hizo saber que no le decía nada a su
padre por consideración al estado de salud de Ethan, lo cual aprovecho muy bien
el muchacho para salirse con la suya hasta que Mikel le jalo las orejas,
sentenciando que no se siga pasando de la raya, porque sin importar que su
padre quiera o no evitar llegar a darle unos palmetazos, él como abuelo le
daría una paliza que no olvidaría si hacia renegar más de la cuenta a
Ethan por la constante cefalea que
padecía que muchas veces lo obligaba a dormir o medicarse, además le dijo, que
no era conveniente que se olvide que su padre cualquier momento reaccionaria,
así que mejor que no tire demasiado del elástico sino quería llevarse o por un
lado un tortazo, o por el otro un golpe de rebote, y que cualquiera que fuera el
resultado de jalar la liga, le dolería mucho; porque Ethan de un momento a otro
tomaría las riendas y era mejor no provocarlo, eso le sonó mal a Uther pues
imagino al mismo EThan que le diera aquella memorable paliza y luego lo
encajara de cabeza al laboratorio…
A
ese Ethan no quería verlo ni en pintura, lo aborrecía infinitamente; todos
pensaron que tras el incidente del hospital las cosas mejorarían, lo mismo
pensó Uther, pero al parecer nada contentaba al muchacho y eso frustraba a su
padre quien por su parte había acortado las horas de consulta lo mismo que las
cirugías ya no hacia turnos quirúrgicos nocturnos salvo situaciones extremas
que hasta el momento no se habían presentado, y en parte estaba agradecido
porque eso mejoraba su salud y estado de ánimo pero lo más importante: le
permitía la convivencia con sus hijos, una convivencia mal recibida por Uther
sobre todo, porque éste se había
acostumbrado a los periodos de ausencia de su padre y estaba más a gusto con el
padre visita que con el padre papá que ahora empezaba a ser; hasta ahí, aquel
mes paso con ayuda de Mikel y Miranda quienes contenían los desplantes o malas
caras o malos modos de Uther apoyando
las decisiones de Ethan, que no iban más allá de: No me sales este fin de semana, adiós a la única hora de televisión,
trae ese móvil aquí, despídete de tus amigos hasta nuevo aviso…
Todos
esos castigos de contención fueron siempre dados delante de Mikel y Miranda,
quienes en parte se aseguraban de que se cumpla cuando Ethan estaba fuera, pero
como todo tiene un tiempo para fenecer, los días que le quedaban al trasero de
Uther para estar intacto estaban contados, lo que acababa de hacer, había sido
de película y Ethan ya estaba cansado de lidiar con la actitud despectiva, mal
sonante, atrevida y agresiva de su hijo, como para restarle además aquella
desobediencia intencional, si, fue eso lo que cabreo a su padre, que cansando
ya de tanta pavada se cobraría las mil y un palizas a su hijo aquella noche y
la mañana siguiente su abuelo le tocaría la diana como se lo había mencionado.
- No me provoques Ut – Ethan se frotaba el
temporal derecho con la mano haciendo círculos mientras mantenía los ojos
cerrados, estaba en un franco ataque de migraña y no quería lidiar con el nuevo
problema de su hijo, era la tercera vez que lo llamaban del colegio por liderar
rebelión en las aulas y no pasar clases de religión – por favor, no estoy de humor para tonterías, ponte en
tus carpetas, llevas demasiado tiempo pegado a ese teléfono – se acerco al muchacho que estaba tumbado en
la cama con el móvil en el oído y sin importarle con quien esté hablando le
quito el móvil de la oreja prácticamente, aquello logro que el muchacho le
preste un poco de atención a su padre, que desde hace días le hablaba de su
comportamiento y parecía que hablaba al fósforo, pero ahora con la atención
captada papá hablo seriamente con él diciéndole que no toleraría más quejas
escolares, que la próxima se atenga a las consecuencias y lo castigo quitándole
el celular
- Ggrrrrr aaggg, dámelo estoy hablandoooo, devuélvemelo – protesto poniéndose de pie
en un brinco, esa había sido la más larga conversación que mantuvo con su padre
desde hace una semana, porque contestaba generalmente por presión del grupo o
porque estaba su abuelo presente y a su abuelo, Uther le tenía, amor, respeto y
temor al mismo tiempo, pero hace una semana que sus abuelos se fueron de viaje
y en casa solo estaba Nathan lo que valía decir que no había nadie porque el
muchacho se iba a la U, y llegaba tarde y procuraba no meterse en problemas
porque ya su padre lo había colocado boca abajo sobre sus rodillas por faltarse
a las primeras horas de clase cuando su hermano estuvo internado, casualidades
del destino el neurólogo que atendía a Ethan y Uther, era catedrático suyo y lo
reconoció y le dio un chance para no perder curso pero debía ir pasar clases de
noche, y así fue que su padre se enteró de aquello
- NOOO; en primer lugar, es mi teléfono, en segundo lugar estoy
hablando contigo… además estabas y estas castigado sin móvil por una semana,
ahora súmale una semana más y tercero porque estoy al tanto de tus grandes
“logros revolucionarios del cole” – le
dijo entrecomillando la última frase
- Ajjjjs, que asco, no puedo hacer nada, no tengo con que
distraerme, ni siquiera puedo ver la televisión, o jugar en la compu, estoy
hasta los huevos – murmuro entre dientes, abrumado, enojado
y frustrado porque lo último era una verdad absoluta que su padre quiera o no
tenía que cumplir pese a las quejas del crio – lo único que tengo para distraerme es el MALDITO
TELÉFONO
- Mejora tu comportamiento entonces para no hacerte castigar sin
móvil – respondió Tano enfadado ya procurando
calmarse – además no te niego
que salgas a hacer ciclismo, o tenis, así que asco o no asco… NO ME
INTERESA, sabes perfectamente que no
puedes estar más de una hora en la tele o en el computador – aquello no era un castigo, era una
recomendación médica – pero aparte de eso hay exámenes de por medio, ya tengo
tu rol en la mano, así que usted jovencito, se me sienta aquí a mi ladito
mientras yo termino este papeleo – cogió
la mochila del chico y la puso en el escritorio, junto a toda la pila de
epicrisis que revisar de los pacientes que serían dados de alta a la mañana
siguiente – vaaaamooos, a qué
esperas – le toco el hombro
para que caminara y vaya con él al escritorio
- Que fastidio – murmuro entre dientes
el muchacho
- No empecemos Uther, a hacer los deberes, y a estudiar, tus notas
son más que bajas y si suspendes te suspendo yo los pantalones hasta nuevo
aviso – Uther se le quedo mirando una fracción
de segundos; su trasero acaba de procesar la información y en definitiva eran
muy malas noticias, solo que su cerebro se negaba a aceptarlo y no solo eso,
sino que hizo gala de importarle un carajo
- Agh, que cagada, mierda… auch – su
padre acababa de darle un cocacho en la cabeza que dolió apenas – no me toques,
me das cosa – había retirado
la mano de su padre violentamente de su cuerpo como si su contacto lo
contaminara, eso a Ethan le produjo 3 sentimientos, primero sorpresa, luego dolor
y finalmente enojo
- No te pases Uther, ¡no te pases!, solo eso
Había
querido hacerle un cariño a su hijo después del cocacho pero la mirada de su
hijo y aquel acto lo habían descolocado y se quedó con la mano al aire, no era
la primera vez que Uther desplegaba aquel acto, pero nunca antes fue tan
violento y menos reprochaba su contacto en voz alta, de pronto su rostro se
hizo arisco, con el ceño fruncido y había además endurecido la voz, algo que
hizo que Uther se replanteara las cosas, después de todo, su padre desde el
incidente había tratado de volver a su estado habitual de relación previa a la
muerte de Griselda, relajado, el hombre que siempre llegaba y les daba un beso,
el hombre que se sentaba a platicar sobre sus días, el papá que hacia las tareas
con ellos, que los acostaba, les preparaba el desayuno los fines de semana…….
Ese padre que el amo y extraño tanto tras la muerte de mamá, ese padre que
nunca antes lo había azotado, el otro, solo tuvo dos oportunidades de
castigarlo, el día de su cumpleaños y tras la travesura con su amigo Matías,
con la primera paliza bueno se planteó reajustar sus modales, con la segunda
nació el desprecio y una parte de papa murió dentro de él, y ahora estaba de
nuevo ahí con un completo desconocido, lo mismo que él era para su padre, un
desconocido total.
- Siéntate y abre tus carpetas Uther, no me voy a mover de aquí,
hasta que concluyas, y eso lo decido yo tras tomarte un repaso de lo que hayas
leído – luego
cambio de idea y dijo con mayor seguridad – NO, mejor coges tus cosas y las traes al
comedor, que también tengo que revisar las tareas de tu hermano
Hablo
con la voz áspera sin esperar una respuesta verbal, alzo las historias clínicas
que tenía y se encamino a la puerta en busca de Lothar, ese mocoso también tenía
notas bajas en matemáticas, pero la verdad es que no podía mirarle a la cara a
Uther y hacer como si nada, como si no le hubiera dolido o afectado tanto su
rechazo, y lo dejo parado en medio de la habitación aquella y salió para hacer
lo que dijo, iba a cumplir su promesa, no se levantaría de ahí hasta que Uther
y Lothar se sepan la lección, Uther tenía examen de biología y sus notas eran
deplorables, las de Lothar estaban mucho mejor encaminadas excepto matemáticas;
suspiro y se encamino a su dormitorio a tomar uno de sus medicamentos, estaba
sintiendo un aurea epiléptica por estrés, no quería que le dé un ataque delante
de sus hijos por no asustarlos y por miedo propio al mismo tiempo, el neurólogo
había conversado con él sobre la posibilidad de presentarse francas
convulsiones por la magnitud de la irritación neuronal que llevaba, pues su
trabajo estresante, sus problemas económicos, la venta del departamento, la
construcción de la nueva vivienda, los líos con sus hijos, la enfermedad de su
Ut, la suya propia, y el constante sentimiento de culpa que llevaba sobre la
condición de salud de su hijo como el sentimiento de vergüenza ante sus padres
de no creerse capaz de cuidar a sus muchachos, el cuestionarse constantemente
si estaba o no a la altura de las circunstancias y no querer ser descalificado
por Mikel, vamos generaban demasiado estrés, no es que Mikel fuera un hombre
que lo andaba cuestionando de día o de noche sobre sus habilidades paternales,
nunca lo hacía, excepto aquel año nuevo que castigo a Uther y Lothar; pero Ethan realmente tenía esa inseguridad y
Uther no hacía más que echárselo en cara las veces que podía .
- Ya le pregunté a papá Mikel, papá Mikel ya me explico cómo es y
me quedo claro, no necesito que lo vuelvas a hacer que ya entendí, además papá
Mikel me dio permiso porque tu no estabas, me reviso las tareas y todo está
conforme, también me ayudo con el álbum así que por eso ya termine mis deberes
gracias a papá Mikel – ….
Papá Mikel… papá Mikel, papá Mikel, todo era papa Mikel, cualquier cosa que
Uther requería acudía a su abuelo y Mikel sin querer terminaba de una u otra
manera supliendo su lugar y Uther no paraba de restregarle aquello a la casa, es
más se lo había dicho claro y conciso cuando le reclamo su actitud para con él:
papá Mikel me hubiera preguntado primero, me hubiera castigado sí, pero antes
me hubiera preguntado y me hubiera creído, me hubiera creído
Esas
palabras estaban pirograbada en su corazón, cada letra fue quemando sus
complejos, sus inseguridades y sus miedos reales o irreales dejando ante sus
ojos horribles cicatrices, recordatorio de lo mal padre que era, o bueno
pensaba que era, en eso andaba cuando sonó su teléfono y se enteró que tenía
una reunión en el colegio esa misma tarde y el tema a tratar la queja escrita
del profesor de química de Lothar por atentar contra las normas de buena
conducta del colegio e instigar al resto de sus compañeros a meter bulla y
fastidiar el examen parcial de aquella mañana, además de entregar un examen
plagiado y claro lo tacharon de padre irresponsable por no cumplir con la
normativa del colegio de revisar la agenda escolar, donde todas esas quejas
estaban manifiestas en forma escrita, apenas colgó, Ethan al pie de la escalera
pego el grito al cielo…
- LOOTHAAAAR
- ¿PAPI?...
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