miércoles, 23 de marzo de 2022

Los Th: cap. 24; Autora Marambra

   Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 23 de Marzo del 2022.
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Capítulo 24

Caducidad a la vista

Autora: Marambra

 

  • ¿Quién es tu padre? de verdad quería que respondiera a aquello, le estaba costando un mundo tenerlo sobre sus rodillas con la ropa enredada en los tobillos a punto de terminar de salirse del todo, el pataleo era digno de admirar de aquel muchacho mojado véaselo por donde se lo vea, el jeans ya pendía de un solo pie y esto porque ese pie no había perdido en el proceso el calzado de tanto patalear, pero es que la mano de papá caía con todo el rigor sobre su pobres nalgas que a estas alturas del partido estaban color carmesí encendido y emanaban demasiado calor – Plaf, plaf, plaf, plaf, plaf, plaf, NO OIGO, QUIEN ES TU PADRE UTHER plaf, plaf, plaf, plaf
  • Waaaaauuu aua aaaauu yaaa PARA PARA, POR FAVOR AUUU AU AU AU
  • NO, mi hijito, no voy a parar hasta que me respondas ¿QUIEN ES TU PADRE? Plaf, plaf, plaf, plaf plaf

 

Uther  fue dado de alta aquella tarde en que Lothar fue castigado por su abuelo y su padre una semana después, estaban de nuevo juntos en el hogar paterno allá en casa de Mikel, aquella semana había sido irreal, tildando la fábula, porque ambos padre e hijo tenían miedos que afrontar y fantasmas que lidiar; por una parte Ethan, tras el episodio vivido con sus hijos que por su gran torpeza llevo a un límite existencial a su muchacho, a tal punto que fue internado y tras eso diagnosticado con crisis de ausencia, mismas que el padecía, por otro lado Uther, tenía sentimientos antagónicos en su ser, una, la más dulce decía, papá está de nuevo aquí y está sano y vivo, pero su lado poco amable no quería reconocer por miedo a decirlo en voz alta que hubiese preferido que este en el hospital, sino es que en el cementerio.

Mikel, el abuelo, la mañana previa que dieran de alta a Ethan hablo con él de padre a padre, de padre a hijo, y de hombre a hombre… en realidad el tema lo abordo Ethan, Mikel solo intuyo que su primogénito tenia conflictos internos respecto a Uther, tras el amargo episodio vivido por cauda de una tonta travesura grupal.

 

  • Se su padre, nada más, no hay que darle tantas vueltas al coco Ethan – había recomendado Mikel – han pasado demasiadas cosas hijo, pero sienta presencia con cariñito, con paciencia, pero con firmeza también, no dejes que jamás vea tus inseguridades respecto a cómo debes o no tratarlo – aconsejo sabiamente – eso es no es cuestionable, eres su padre y punto, no hay donde perderse hijo
  • Pero tuvimos tantos conflictos, y le hice tanto daño por no saber oírlo – Ethan tenía sus miedos razonables
  • A no cometer el mismo error nada mas dijo Mikel mientras sorbía su café aquella tarde – debes dejarte llevar por tu intuición Tano, tus instintos te guiaran y sabrás cuando tu hijo te necesita, y lo que necesita


La charla básicamente daba vueltas sobre el mismo asunto, como tratar a Uther el conflictivo adolescente que tenía en casa; un puñado de nerviosa testosterona y adrenalina, capricho de risas, chistes y payasadas la mayoría del tiempo, irresponsable, amiguero, corazón de pan, y últimamente rebelde, peleador a veces, contestón, burisero (jeje un verbo boliviano, buri, fiesta camba al aire libre, Camba: dícese del hombre que vive en la llanura o selva amazónica más concretamente el nacido en Santa Cruz, el cruceño), atolondrado y camotero como el solo (camotero, enamoradizo); con el que tuvo semejante problema que derivó en un hospital.

No habían conversado entre ellos prácticamente desde el incidente, las palabras que se cruzaron antes de los funestos hechos fueron agrias por ambas partes y luego se vino el golpe de Nathan y Ethan en terapia intensiva; ahora ambos habían sido dados de alta con el mismo diagnóstico, epilepsia… la de Uther era un cuadro de epilepsia mioclonica juvenil y la de Ethan padecía epilepsia atonica  solo que el tratamiento y seguimiento no fue tomado con gracia por el muchacho y eso justamente fue lo que genero los nuevos conflictos a los que se tenía que enfrentar sobre todo Ethan.

Había pasado como un mes ya tras que su padre este de regreso en casa, y las primeras dos semanas fueron para ambos periodo de ajustes y de mascaritas, sí, eso mismo, cada uno fingía estar bien uno con la compañía del otro pero en realidad las cosas no eran así, Uther rehuía a su padre y poco o nada hacía caso de lo que le indicara, Mikel sutilmente marcaba el paso del nieto y no por robar protagonismo o el papel a su hijo, sino por una cuestión lógica muy simple de protección, pero no protección a Uther, sino protección a Ethan… ambos aparentemente tenían lo mismo, pero en si eran cuadros diferentes, además sus vidas y sus edades eran distintas, la medicación similar pero no igual y las restricciones de uno y otro eran manejadas con diferente forma, la respuesta a la enfermedad por tanto era diferente, mientras a Uther le negaron el estrés mental generado por exposición constante a la luz parpadeante de la computadora y la tele, no podía estar frene a ambos aparatos más de una hora al día hasta dos máximo por cuestión de irritación neuronal, no podía beber, fumar, tomar café, trasnochar y debía hacer siesta de una hora al día; su padre Ethan además tenía otra restricción, evitar sobrecargar episodios de estrés violento al que ya tenía de por si en el trabajo, por tanto Mikel tapaba muchas cosas de Uther por Ethan, pues vivía desde el incidente con dolor de cabeza, y sumado todo eso al trabajo pues el hombre andaba demacrado, tenso, irritado y demasiado cansado.

La más de la veces Mikel llamo la atención de Uther, de forma verbal, le hacía ver sus errores, conversaba con su nieto, y le hizo saber que no le decía nada a su padre por consideración al estado de salud de Ethan, lo cual aprovecho muy bien el muchacho para salirse con la suya hasta que Mikel le jalo las orejas, sentenciando que no se siga pasando de la raya, porque sin importar que su padre quiera o no evitar llegar a darle unos palmetazos, él como abuelo le daría una paliza que no olvidaría si hacia renegar más de la cuenta a Ethan  por la constante cefalea que padecía que muchas veces lo obligaba a dormir o medicarse, además le dijo, que no era conveniente que se olvide que su padre cualquier momento reaccionaria, así que mejor que no tire demasiado del elástico sino quería llevarse o por un lado un tortazo, o por el otro un golpe de rebote, y que cualquiera que fuera el resultado de jalar la liga, le dolería mucho; porque Ethan de un momento a otro tomaría las riendas y era mejor no provocarlo, eso le sonó mal a Uther pues imagino al mismo EThan que le diera aquella memorable paliza y luego lo encajara de cabeza al laboratorio…

A ese Ethan no quería verlo ni en pintura, lo aborrecía infinitamente; todos pensaron que tras el incidente del hospital las cosas mejorarían, lo mismo pensó Uther, pero al parecer nada contentaba al muchacho y eso frustraba a su padre quien por su parte había acortado las horas de consulta lo mismo que las cirugías ya no hacia turnos quirúrgicos nocturnos salvo situaciones extremas que hasta el momento no se habían presentado, y en parte estaba agradecido porque eso mejoraba su salud y estado de ánimo pero lo más importante: le permitía la convivencia con sus hijos, una convivencia mal recibida por Uther sobre todo, porque  éste se había acostumbrado a los periodos de ausencia de su padre y estaba más a gusto con el padre visita que con el padre papá que ahora empezaba a ser; hasta ahí, aquel mes paso con ayuda de Mikel y Miranda quienes contenían los desplantes o malas caras o malos modos de Uther  apoyando las decisiones de Ethan, que no iban más allá de: No me sales este fin de semana, adiós a la única hora de televisión, trae ese móvil aquí, despídete de tus amigos hasta nuevo aviso…

Todos esos castigos de contención fueron siempre dados delante de Mikel y Miranda, quienes en parte se aseguraban de que se cumpla cuando Ethan estaba fuera, pero como todo tiene un tiempo para fenecer, los días que le quedaban al trasero de Uther para estar intacto estaban contados, lo que acababa de hacer, había sido de película y Ethan ya estaba cansado de lidiar con la actitud despectiva, mal sonante, atrevida y agresiva de su hijo, como para restarle además aquella desobediencia intencional, si, fue eso lo que cabreo a su padre, que cansando ya de tanta pavada se cobraría las mil y un palizas a su hijo aquella noche y la mañana siguiente su abuelo le tocaría la diana como se lo había mencionado.

 

  • No me provoques Ut – Ethan se frotaba el temporal derecho con la mano haciendo círculos mientras mantenía los ojos cerrados, estaba en un franco ataque de migraña y no quería lidiar con el nuevo problema de su hijo, era la tercera vez que lo llamaban del colegio por liderar rebelión en las aulas y no pasar clases de religión – por favor, no estoy de humor para tonterías, ponte en tus carpetas, llevas demasiado tiempo pegado a ese teléfono – se acerco al muchacho que estaba tumbado en la cama con el móvil en el oído y sin importarle con quien esté hablando le quito el móvil de la oreja prácticamente, aquello logro que el muchacho le preste un poco de atención a su padre, que desde hace días le hablaba de su comportamiento y parecía que hablaba al fósforo, pero ahora con la atención captada papá hablo seriamente con él diciéndole que no toleraría más quejas escolares, que la próxima se atenga a las consecuencias y lo castigo quitándole el celular
  • Ggrrrrr aaggg, dámelo estoy hablandoooo, devuélvemelo – protesto poniéndose de pie en un brinco, esa había sido la más larga conversación que mantuvo con su padre desde hace una semana, porque contestaba generalmente por presión del grupo o porque estaba su abuelo presente y a su abuelo, Uther le tenía, amor, respeto y temor al mismo tiempo, pero hace una semana que sus abuelos se fueron de viaje y en casa solo estaba Nathan lo que valía decir que no había nadie porque el muchacho se iba a la U, y llegaba tarde y procuraba no meterse en problemas porque ya su padre lo había colocado boca abajo sobre sus rodillas por faltarse a las primeras horas de clase cuando su hermano estuvo internado, casualidades del destino el neurólogo que atendía a Ethan y Uther, era catedrático suyo y lo reconoció y le dio un chance para no perder curso pero debía ir pasar clases de noche, y así fue que su padre se enteró de aquello
  • NOOO; en primer lugar, es mi teléfono, en segundo lugar estoy hablando contigo… además estabas y estas castigado sin móvil por una semana, ahora súmale una semana más y tercero porque estoy al tanto de tus grandes “logros revolucionarios del cole” – le dijo entrecomillando la última frase
  • Ajjjjs, que asco, no puedo hacer nada, no tengo con que distraerme, ni siquiera puedo ver la televisión, o jugar en la compu, estoy hasta los huevos – murmuro entre dientes, abrumado, enojado y frustrado porque lo último era una verdad absoluta que su padre quiera o no tenía que cumplir pese a las quejas del crio – lo único que tengo para distraerme es el MALDITO TELÉFONO
  • Mejora tu comportamiento entonces para no hacerte castigar sin móvil – respondió Tano enfadado ya procurando calmarse – además no te niego que salgas a hacer ciclismo, o tenis, así que asco o no asco… NO ME INTERESA,  sabes perfectamente que no puedes estar más de una hora en la tele o en el computador – aquello no era un castigo, era una recomendación médica – pero aparte de eso hay exámenes de por medio, ya tengo tu rol en la mano, así que usted jovencito, se me sienta aquí a mi ladito mientras yo termino este papeleo – cogió la mochila del chico y la puso en el escritorio, junto a toda la pila de epicrisis que revisar de los pacientes que serían dados de alta a la mañana siguiente – vaaaamooos, a qué esperas – le toco el hombro para que caminara y vaya con él al escritorio
  • Que fastidio – murmuro entre dientes el muchacho
  • No empecemos Uther, a hacer los deberes, y a estudiar, tus notas son más que bajas y si suspendes te suspendo yo los pantalones hasta nuevo aviso – Uther se le quedo mirando una fracción de segundos; su trasero acaba de procesar la información y en definitiva eran muy malas noticias, solo que su cerebro se negaba a aceptarlo y no solo eso, sino que hizo gala de importarle un carajo
  • Agh, que cagada, mierda… auch – su padre acababa de darle un cocacho en la cabeza que dolió apenas – no me toques, me das cosa – había retirado la mano de su padre violentamente de su cuerpo como si su contacto lo contaminara, eso a Ethan le produjo 3 sentimientos, primero sorpresa, luego dolor y finalmente enojo
  • No te pases Uther, ¡no te pases!, solo eso 


Había querido hacerle un cariño a su hijo después del cocacho pero la mirada de su hijo y aquel acto lo habían descolocado y se quedó con la mano al aire, no era la primera vez que Uther desplegaba aquel acto, pero nunca antes fue tan violento y menos reprochaba su contacto en voz alta, de pronto su rostro se hizo arisco, con el ceño fruncido y había además endurecido la voz, algo que hizo que Uther se replanteara las cosas, después de todo, su padre desde el incidente había tratado de volver a su estado habitual de relación previa a la muerte de Griselda, relajado, el hombre que siempre llegaba y les daba un beso, el hombre que se sentaba a platicar sobre sus días, el papá que hacia las tareas con ellos, que los acostaba, les preparaba el desayuno los fines de semana……. Ese padre que el amo y extraño tanto tras la muerte de mamá, ese padre que nunca antes lo había azotado, el otro, solo tuvo dos oportunidades de castigarlo, el día de su cumpleaños y tras la travesura con su amigo Matías, con la primera paliza bueno se planteó reajustar sus modales, con la segunda nació el desprecio y una parte de papa murió dentro de él, y ahora estaba de nuevo ahí con un completo desconocido, lo mismo que él era para su padre, un desconocido total.

 

  • Siéntate y abre tus carpetas Uther, no me voy a mover de aquí, hasta que concluyas, y eso lo decido yo tras tomarte un repaso de lo que hayas leído –  luego cambio de idea y dijo con mayor seguridad   NO, mejor coges tus cosas y las traes al comedor, que también tengo que revisar las tareas de tu hermano


Hablo con la voz áspera sin esperar una respuesta verbal, alzo las historias clínicas que tenía y se encamino a la puerta en busca de Lothar, ese mocoso también tenía notas bajas en matemáticas, pero la verdad es que no podía mirarle a la cara a Uther y hacer como si nada, como si no le hubiera dolido o afectado tanto su rechazo, y lo dejo parado en medio de la habitación aquella y salió para hacer lo que dijo, iba a cumplir su promesa, no se levantaría de ahí hasta que Uther y Lothar se sepan la lección, Uther tenía examen de biología y sus notas eran deplorables, las de Lothar estaban mucho mejor encaminadas excepto matemáticas; suspiro y se encamino a su dormitorio a tomar uno de sus medicamentos, estaba sintiendo un aurea epiléptica por estrés, no quería que le dé un ataque delante de sus hijos por no asustarlos y por miedo propio al mismo tiempo, el neurólogo había conversado con él sobre la posibilidad de presentarse francas convulsiones por la magnitud de la irritación neuronal que llevaba, pues su trabajo estresante, sus problemas económicos, la venta del departamento, la construcción de la nueva vivienda, los líos con sus hijos, la enfermedad de su Ut, la suya propia, y el constante sentimiento de culpa que llevaba sobre la condición de salud de su hijo como el sentimiento de vergüenza ante sus padres de no creerse capaz de cuidar a sus muchachos, el cuestionarse constantemente si estaba o no a la altura de las circunstancias y no querer ser descalificado por Mikel, vamos generaban demasiado estrés, no es que Mikel fuera un hombre que lo andaba cuestionando de día o de noche sobre sus habilidades paternales, nunca lo hacía, excepto aquel año nuevo que castigo a Uther y Lothar;  pero Ethan realmente tenía esa inseguridad y Uther no hacía más que echárselo en cara las veces que podía .

 

  • Ya le pregunté a papá Mikel, papá Mikel ya me explico cómo es y me quedo claro, no necesito que lo vuelvas a hacer que ya entendí, además papá Mikel me dio permiso porque tu no estabas, me reviso las tareas y todo está conforme, también me ayudo con el álbum así que por eso ya termine mis deberes gracias a papá Mikel – …. Papá Mikel… papá Mikel, papá Mikel, todo era papa Mikel, cualquier cosa que Uther requería acudía a su abuelo y Mikel sin querer terminaba de una u otra manera supliendo su lugar y Uther no paraba de restregarle aquello a la casa, es más se lo había dicho claro y conciso cuando le reclamo su actitud para con él: papá Mikel me hubiera preguntado primero, me hubiera castigado sí, pero antes me hubiera preguntado y me hubiera creído, me hubiera creído


Esas palabras estaban pirograbada en su corazón, cada letra fue quemando sus complejos, sus inseguridades y sus miedos reales o irreales dejando ante sus ojos horribles cicatrices, recordatorio de lo mal padre que era, o bueno pensaba que era, en eso andaba cuando sonó su teléfono y se enteró que tenía una reunión en el colegio esa misma tarde y el tema a tratar la queja escrita del profesor de química de Lothar por atentar contra las normas de buena conducta del colegio e instigar al resto de sus compañeros a meter bulla y fastidiar el examen parcial de aquella mañana, además de entregar un examen plagiado y claro lo tacharon de padre irresponsable por no cumplir con la normativa del colegio de revisar la agenda escolar, donde todas esas quejas estaban manifiestas en forma escrita, apenas colgó, Ethan al pie de la escalera pego el grito al cielo…

 

  • LOOTHAAAAR
  • ¿PAPI?...



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