Micha y la Ley de Dios: Cap. 1; Autora Marambra

Micha, y la ley de Dios

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 10 de Noviembre del 2016

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Capitulo 1

Autora: Marambra

Parado en un rincón de la sala, mirando la pared está de nuevo Micha, ¡Dios santo!, ¿qué habrá hecho ahora?, se pregunta Engel en el umbral de la puerta, apenas posa sus enormes ojos azul pálido en la traza de aquel niño de pelo moreno y de apenas escasos Metro con 40 centímetros, que llora a lágrima viva escondiendo la cara en una esquina del pasillo principal sin darse cuenta que lo observa su teóricamente “hermano mayor”; bueno, se responde a sí mismo Engel, lo más seguro es que Micha se haya metido en un nuevo lío y se haya ganado un jalón de orejas…. Mmm, aunque en su hogar como en cualquier otro de la colonia eso es literal, los padres nunca jalan las orejas, hacen algo peor: dan azotes en el trasero ¬¬ y no porque sea un método efectivo de disciplina que nadie se los discute, sino básicamente porque es MANDATO DE DIOS, si señoras y señores, Micha y Engel, son menonitas y están bajo la ley del palo: "La necedad está ligada en el corazón de un niño, pero la vara de la corrección la alejará de él. Proverbios 22:15.", cruel pero cierto.

Ambos viven en Manitoba, un pedazo de tierra caliente y perdida en la inmensa mano del Señor sobre las llanuras orientales de un pequeño país latinoamericano: Bolivia, más concretamente sobre la chiquitania de Santa Cruz de la Sierra, hasta aquí habían llegado a principios de los años 50 sus antepasados procedentes de Canadá, Holanda, Suiza y Alemania y otro países más; un puñado de hombres retrato de los primeros colonos europeos no hispano hablantes del siglo XVI como grupo religioso pacifista y trinitario, los Anabaptistas cuya doctrina se basa en la Biblia como única ley de Dios; los anabaptistas son un grupo religioso que nace tras la ruptura con la Iglesia Católica en los años de la reforma europea y se caracteriza por no creer en el bautismo hasta la edad adulta, cuando el niño o niña hombre o mujer ya, tienen conocimiento y plena consciencia de sus propios pecados…

Engel por ejemplo fue bautizado recién hace tres meses, como una muestra de eso justamente, del arrepentimiento y la consciencia de sus actos, siendo su bautizo un acto de reivindicación total a sus costumbres tras demostrar a su comunidad que él había vuelto al buen camino y que no repetiría los errores del pasado; es que Engel, había huido de casa a los 17 y regreso a los dos años y para ser aceptado de nuevo como miembro de su familia y de su comunidad tuvo que demostrar que estaba arrepentido y que se sometía total y mansamente a las leyes de su familia y de la colonia, y para demostrar aquello tuvo que aceptar el castigo de los sabios ancianos de su comunidad habían acordado, que no era otra cosa que una paliza, bueno hasta ahí nada del otro mundo, papá ya le había dado una en casa cuando toco la puerta, pero esta otra era en manos del predicador y se llevo a cabo en la pequeña iglesia a la asistían todos los domingos, teniendo no solo a los ancianos sino a la comunidad toda de testigos, para dar ejemplo sobretodos a los niños y jóvenes que estén pensando en errar como él lo hizo… obviamente a Engel esta decisión le cayó como un balde agua fría, porque eso significaban dos cosas, la primera que estaría nuevamente sobre el regazo de su padre ya que Ezequiel era nada menos que el predicador de su comunidad y segundo que sería terriblemente humillante ser azotado delante de todo el mundo…

• Aaangel… Ángel LLEGASTE!!!… nifff nifff – musito un compungido niño de apenas 12 años y algo más de edad sacando a Engel de sus pensamientos, cuando aquel niño se lanzo sobre su cintura abrazándose desesperado a su interlocutor mientras se frotaba vigorosamente el trasero, acababa de recibir una paliza; la última cosa que hubiera imaginado ser posible y que ahora consideraba una traición 
• ¿Qué hiciste ahora? – pregunto Engel, soltando una pequeña sonrisa para que Micha confíe en él y esto porque Micha era muy desconfiado y segundo que sus trastadas eran dignas de admiración y aunque ninguna de ellas lo llevo hasta ahora a la línea de fuego, esta vez, al parecer hizo algo muy gordo para que alguien en casa, tome la decisión de darle su merecido
• Nada, no hice nada – murmuro y Engel entorno los ojos sin apenas entender
• En plautdiestsh Micha – murmura Engel tras un largo suspiro, esperando que el niño se anime a hablarle en aquel dialecto alemán tan antiguo que ahora tenía que ser el idioma oficial de Micha
• Es que yo no soy como tuuuu nifff nif – volvió a llorar frotándose los ojos procurando no hacerlo, su cultura no se lo permite, su orgullo no se lo permite y procuró deshacer el abrazo de su hermano aunque este se lo negó en redondo abrazándolo más bien con mucho amor entendiendo el dilema del pequeño

Es que Micha no se considera uno de ellos, en su corazón no podía ser como ellos y a decir verdad quizás nunca lo sea, porque para empezar Micha rompe con lo monótono del ambiente y no tanto porque sea el más travieso o el mas rebelde de la comunidad, o sea el único niño con el pelo tan abundante,  rizado y tan oscuro como la noche a diferencia del resto de la colonia donde todos son rubios como sacados de una postal, o sea el único niño en toda la comunidad que sabe algo más que sumar y restar, o hablar escribir y leer en castellano y había una explicación para eso, Micha era adoptado y sus 12 primeros años de vida lo vivió con los impíos, porque él es un IMPÍO… un impío con ascendencia menonita para variar.

Jacob, su padre fue no solo el hermano mayor de Engel sino su único hermano, se llevaban con 10 años para ser exacto y hoy tendría 33 años de seguir vivo, desgraciadamente murió asesinado; en su tiempo Jacob fue un típico hombre de campo de aquella comunidad religiosa dedicada a la agricultura, era tan rubio como el trigo como el resto de sus habitantes y tan conservador como ningún otro, después de todo Jacob era el primogénito del Pastor de la Iglesia y todos esperaban que siguiera sus pasos; sin embargo Dios tenía planeado para él otro destino, un destino que duro 10 años antes de morir, un destino feliz y contento que compartió al lado de Jeruti su esposa… la alegría de ser el padre de tan increíble criatura como lo fue Micha.

Jeruti (paloma) Araresa, la madre de Micha, fue una nativa guaraní que trajo de cabeza al hermano de Engel desde que la conociera en una de las tantas idas a la ciudad a hacer negocios con su padre; los Gottschalk trabajadores incansables, eran y seguirán siendo diestros en la producción de lácteos y derivados, toda la familia conformada por 10 niñas y originalmente 2 varones, Engel y Jacob, producían desde siempre leche, yogurt, mantequilla salada, queso y cuajada que solían llevar a los mercados cercanos de Manitoba como los mayores productores, y sus productos eran bastante cotizados; y como costumbre en todos los menonitas, los negocios estaban bajo la supervisión total de los varones, y ellos no eran la excepción, y como costumbre también, solo el linaje masculino hablaban fluido el castellano, idioma prohibido para las mujeres a las que solo se les permite hablar su idioma original el plautdiestsh, y fue ese conocimiento la perdición de Jacob a ojos visto, es decir su familia maldijo el hablar castellano, pero Jacob no lo vio así.

Para él fue el inicio de la libertad, fue romper las cadenas que condenaban a su alma a la ignorancia perpetua a la que estaba sometido, y esa libertad la gozo de las manos de Jeruti, ella le enseño no solo lo básico como el uso de una ducha eléctrica y cambiar los overoles por un buen jeans clásico, sino en cuanto a conocimientos,  afanada en que aprenda, en que se actualice y llegue a saber y gozar lo que todo buen hombre del siglo XXI tiene que saber para tener poder, hizo todo por Jacob en nombre del amor, fue por eso que Jacob entro a la escuela nocturna y saco el bachillerato y luego se inscribió a un instituto de mecánica, el adoraba las maquinas y quería saber de ellas, algo que de haberse quedado en su colonia, sería condenado como un gran pecado.

Es que si hay algo que destacar en estas colonias es que los menonitas solo saben leer y escribir lo básico y en su idioma, no acuden a los colegios públicos porque consideran que son fuentes de contaminación espiritual, y todos sus conocimientos lo adquieren de sus padres, o del Pastor o de algún noble anciano respetado de la comunidad; los niños aprenden a leer y escribir en su idioma hasta los 9 años en conjunto con las niñas, luego de aquella edad, solo se quedan los varones para ampliar sus conocimientos hasta los 11 años, conocimientos que contemplan aprender cálculos básicos vale decir sumar, restar, multiplicar y dividir, que son las únicas herramientas que requieren para poder hacer negocios fuera de la colonia, además de aprender el castellano justamente para lo mismo, moverse entre los impíos, comunicarse con sus fuentes de ingreso económico.

Y Jacob y Engel no fueron diferentes en ese aspecto, como tampoco lo fue el fugarse de la comunidad cuando el hambre por vivir lo que el resto del mundo vive fue más fuerte que sus propios principios religiosos, la única diferencia fue que Engel volvió sobre sus pasos dos años después de perderse en el mundo moderno y probar los pecados de la carne y del espíritu, en cambio Jacob no regreso a casa nunca más; él desde que conoció a Jeruti prefirió mirar de frente a la vida, sin que eso signifique olvidar su pasado, pero sabía muy bien que nunca podría regresar a casa y menos con una mujer ajena a su raza y su cultura a cuestas, y aun cuando dolieron las dudas entre volver y arrepentirse o seguir de la mano de la mujer que amaba y enseño tanto, cuando supo que en camino estaba Micha, colgó el overol y la camisa a cuadros y decidió seguir adelante por el bien del niño sin arrepentirse jamás de su decisión, Micha era su orgullo, su razón de vida, su vida en sí; sobreviviendo contra todo pronóstico 10 años como familia, alejados cada cual de sus costumbres por el bien del pequeño Micha… Micha era el centro de su universo a quien tenían que proteger de todas las mañas de su pueblo como decía su madre o los fanatismos religiosos como decía su padre.

Y de haber podido seguir así, ambos Jacob y Jeruti lo hubieran hecho, desgraciadamente Jacob fue asesinado cuando Micha cumplió 10 años y su madre Jeruti murió junto a su pequeña hija Yrasema al darla a luz, 6 meses después del fallecimiento de Jacob, quedando Micha en la penosa orfandad, hasta que su abuela materna Yvera se hizo cargo de él en la comarca donde vivían; esta penosa experiencia, puso de cabeza la vida de Micha pero no solo la suya sino también la de Ezequiel su abuelo paterno, quien al enterarse de la suerte que corrió su hijo y de saber que dejo en la orfandad a un pequeño indefenso, empezó su cruzada por tenerlo a su lado, peleando uñas y dientes con la madre de Jeruti, Yvera, que al final cedió dos años después cuando le fue diagnosticado un cáncer inoperable; fue su necesidad de que alguien cuide de su tesoro más preciado, que hizo que aquella anciana campesina vestida de tipoy cruce media selva desde la pequeña población en la que vivía hasta Manitoba en busca del consuegro, entregando a su cuidado al que hasta ese entonces fue llamado Arandu… Arandu Gottschalk Araresa que en castellano significa Sabio Servidor de Dios Ojo del Universo… el verdadero nombre de Micha.

Y Ezequiel y Helen, no solo recibieron al pequeño con los brazos abiertos, hicieron algo más, lo adoptaron, es que ellos lo tenían claro adoptarlo fue un mandato divino, fue la manera más limpia y justa de regresar al redil al espíritu perdido de su hijo Jacob que se había convertido en la oveja negra de la familia en el mismo momento que huyo de casa y ahora con este acto piadoso iniciaban la noble tarea de encausar por la senda del bien a esta nueva alma… en resumidas cuentas hacer de Micha un menonita; fue así que padre y madre adoptaron por la vía legal a Arandu como hijo suyo cambiando su nombre, negándolo como nieto; una abominación para el resto de la gente, pero no para su pueblo.

Para su comunidad fue un acto de amor sublime y piadoso… considerando que Micha era hijo del pecado pues no había mayor bondad que esa muestra desinteresada de amor al prójimo, amor al impío, al pecador y todo eso simplemente porque Jacob el hermano mayor de Engel ante los ojos de su comunidad y de sus padres, se había hundido en el Seol (infierno), fue seducido por Satanás y vivió en pecado capital por 10 años y no porque se casara con una mujer ajena a sus costumbres, abrazando otro estilo de vida, sino porque negó precisamente sus costumbres; se negó a sí mismo al no pedir la bendición de sus padres para contraer matrimonio aun cuando este matrimonio no fue concertado bajo las leyes y normas de los Anabaptistas; pero por sobre todo porque siendo el hijo del Pastor olvido una de sus tareas más grandes, la de rescatar del pecado a un alma vagabunda y enferma… en resumen, Jacob no había movido un dedo por rescatar de la abominación el alma de aquella mujer que se hacía llamar su esposa y convertirla en una de ellos, en cambio sucumbió a sus encanto corrompiendo su carne y su alma hasta el punto de encontrar la muerte en una de esas vueltas por el camino de la perdición.

Pero ahora, Ezequiel y Helen estaban a tiempo por evitar que un alma más sucumba en el infierno, ellos harían todo lo que la Biblia enseña y Dios obliga para un hijo, manifestar su amor de mil maneras; sí, ellos harían eso… manifestar el amor que le tenían como cualquier otro padre, cuidándolo con esmero y bondad divina, haciendo todo lo que esté en sus manos porque Micha sea un niño piadoso y obediente de la Ley de Dios, obediente con su iglesia, obediente con sus padres, con sus iguales como todo buen niño debe ser, aun cuando la vara deba circular bajo aquel sabio proverbio que predica:

“Que el que escatima la vara odia a su hijo, pero el que lo ama desde temprano lo corrige”… Proverbios 13:24