domingo, 1 de mayo de 2016

Mis Gemelos: Cap. 154; Autora Marambra

Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 01 de Mayo del 2016
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Capítulo 154
Penas con pan y mermelada
Autora: Marambra

  • Yooo, yooo – musito la voz de Iván

Aquella noche llena de altibajos tanto con gratos como malos ratos, los pasos que irrumpieron la calma del pasillo no fueron de Lex sino de Iván; cuando papá apago la luz y la casa quedo envuelta en el manto de la noche y la lluvia caía como un arrullo adormeciendo los sentidos, Iván abrió su puerta con la intensión de ir a la alcoba de su padre para pedirle que le traía un poco de agua y fue cuando vio a Lex volver de la cocina con un vaso de jugo de durazno hervido con dos cubos de hielo y un plato de palta (aguacate) aplastada con sal y pan… el muchacho moría de hambre pues no había cenado y fue en el último escalón que sus ojos se cruzaron por un momento paralizándose en el acto todo lo demás.
Se estudiaron el semblante como si fuera la primera vez que se veían en su vida, Lex con el pijama azul petróleo que resaltaba su altura y le daba un aire de más grande, tenía la piel pálida mucho más ahora que vestía aquel hermoso color, lo único que le restaba la madurez de su juvenil porte y la confería un aire infantil eran aquel par de ojos tristes algo enrojecidos del sueño que se quedaron quietos mirando a su par, eso y la boca exenta de sonrisa alguna, el pelo todo revuelto daba fe de que hacía mucho que daba vueltas y vueltas en la cama sin poder conciliar el reparador sueño, incluso estaba más delgado, ¿y cómo no iba a estarlo si aquellos 3 días apenas probo bocado?… el escrutinio le grito a la cara que su hermano no estaba bien.
Y como él, Alexander estudio las nuevas formas de Iván, el rostro y el todo de su par, tenía los ojos claros y brillantes de haber llorado por el dolor que tuvo tras caerse de la patineta, el pelo parado de atrás de estar tumbado bastante tiempo de espaldas sin poder moverse, el pijama a diferencia suya se resumía a un suave deportivo de algodón cortado a nivel de las rodillas que de tanto lavar ya no tenía un color definido incluso llevaba manchas de otros tonos de teñirse con algunas ropas rojas o moradas… una vergüenza de pijama que Clara había desistido ya de quitarla del ropero pues las veces que lo hacía Iván lo rescataba de donde sea… es que era un recuerdo emotivo… era un viejo deportivo de Logan y así como el pantalón la casaca también era inventada y no era nada más que una vieja polera de papá que abrieron un poco de un lado para que pase el yeso, y el yeso, el yeso, el mayor demonio que ahora atormentaba a Lex estaba tan blanco como una nube de algodón, se notaba que ningún amigo fue a visitarlo al hospital porque nadie que se llame compinche a si mismo dejo su firma sobre la escayola, ningún amigo fue porque ningún amigo había, incluso Illien no pudo visitarlo por los exámenes de la U pero si le llamaba, claro que no era lo mismo.
….Ningún amigo pensó Lex, que solito se debió sentir su hermano y ¿cómo no sentirse así?, ¿que ni él siendo hermano lo fue a ver?, peor aquellos que se pusieron de su lado... ¿qué clase de hermano era?... un hermano desalmado que sintió satisfacción al humillarlo y mucho más empujarlo promovido por la ira y que se asusto muchísimo cuando oyó el hueso romperse, y aun así no movió ni un dedo para hacer algo por su par, en vez de aquello huyo como el cobarde que era…… seguro ahora mismo Iván pensaba eso, que era un cobarde de mierda, porque su tío Ulrich tenía razón, ningún amor valía la pena a tal punto de cobrar el dolor de un hermano.
Y él había procurado tanto dolor para Iván, y no un dolor emocional sino físico, real, que él pueda verlo y valorarlo y reírse en su cara, solo que imaginar aquello no era lo mismo que experimentarlo, vivirlo en primera persona porque cuando llego el momento de cobrar su venganza él estuvo ahí nadie se lo conto y vio no de palco sino en salón VIP el daño aquel que con propia mano provoco a su hermano, y vio su dolor, vivió su dolor, lo vio tirado en el suelo de tierra con el brazo quebrado, lo vio volverse morado de la intensidad del daño aquel que le corto los pulmones y no pudo respirar hasta que papá lo movió un poco como para dejar entrar el aire y dar volumen a su garganta, y fue cuando se dio cuenta que Marcela no merecía ese sacrificio, ni su hermano aquella venganza que él se invento.
Y las palabras quedaron suspendidas en el aire, y fue cuando Iván levanto la mano sana para tocar su mejilla, Alexander no se dio cuenta que había casi dejado de respirar hasta que Iván levanto su mano a su rostro y creyó que lo golpearía y cobarde como era, más como se sentía huyo de allá en un tropel de pasos apurados a su alcoba derramando la mitad del jugo, haciendo caer su pan y papá prendió la lámpara de su velador e Iván dudo un momento, solo un momento y camino decidido a la habitación de su par, y se paro fracción de segundos que parecieron eternos para ambos dubitativo en la puerta y eso solo porque lo oyó llorar, estuvo a punto de regresar sobre sus pasos pero un algo lo empujo a reconsiderar aquello y decidió entrar.

  • Yoo, lo siento – al pie de la cama de un Lex que estaba hecho un ovillo de pronto se materializo Iván  con los ojos más rojos y más hinchados que cualquiera, oírlo llorar y saber que era su culpa dolió el juvenil corazón como si alguien se lo arrancara del pecho, lo mordiera y luego lo pisara y sin embargo el soldado convaleciente de aquella guerra en se sumieron ambos estaba ahí con la herida apenas empezando a curar disculpándose de él – lo siento tanto –Agrego confundido y totalmente avergonzado iba ya a darse la vuelta al no obtener respuesta,  girarse al ver en los ojos de Lex la sombra de algo que no supo adivinar, pero antes de que gire siquiera la cabeza Lex, su Lex puso la palma abierta sobre la mano enferma e inmovilizada sintiendo la aspereza de la férula aquella, e Iván….Iván volvió a disculparse De verdad lo siento tanto –  dijo al ver ahogarse en la angustia a su hermano y abrió el único brazo que podía para consolar al inconsolable Lex,
  • Yo lo siento más – contesto Lex compungido como estaba – siento haberte… – roto el brazo iba a decir, pero Iván le coloco toda la palma abierta sobre la boca para no dejar escapar de ella una palabra más, no quería saber nada, solo quedarse con el sincero eco de aquel YO LO SIENTO MAS
  • SHUUUU – dijo Iván – no es necesario que me digas nada, me lo merecía, te quite lo que más querías – agrego clavando los ojos a Lex suspirando, pensando en el daño que le hizo a su par – no sé porque – agrego –  lo único que puedo decirte a mi favor es que me enamore de ella – hasta ese momento no lo había visto desde esa perspectiva, confundió las sensaciones como con Raquel a la que lloro en silencio después de sus locos amores que casi matan de un infarto a Rubén – yoooo, yo la quería, por lo menos eso creo… pero estaba más que claro que ella no – a Lex esas palabras golpearon su corazón y abrazo a su hermano a punto de romperle las costillas y lleno de besos la cara a su par, hacia años ya que no hacían aquello, 5 para ser exactos, hasta los 10 años ambos se habían besado las mejillas al despertar y al acostarse, al consolarse o simplemente mirarse, pero luego con el influjo hormonal aquello como que no era muy masculino que digamos y cambiaron las muestras de afecto por golpes y empujones que gritaban: te odio pero igual te quiero
  • Pues al parecer tampoco me quería lo suficiente para irse contigo – agrego – ¿Y ahora?
  • Ahora a la cama los dos – la voz de papá rompió la magia del momento prendiendo la luz del pasillo asustando a los dos muchachos – es muy tarde ya y ya deberían estar en medio sueño y no murmurando como abejas en medio patio – agrego
  • PAPAAAA – Iván dio un respingo al oírlo tras suyo y más cuando su mano se apoyo sobre su hombro girándolo –  ¡¡¡¡AAHHH!!!!... que susto… no vuelvas a hacer eso… además no estamos a medio patio, estamos en la habitación de Lex

Agrego Iván girándose sobre sus talones y dándole un suave puñetito con la sana mano sobre su abdomen, un algo que ambos gemelos solían hacer los domingos a manera de venganza poética cuando Rubén los sábados prendía la radio a todo volumen a las 6 de la mañana para que despierten abriendo sus puertas aplaudiendo riendo y diciendo…

  • Ya…yaaa, es hora de almorzar hasta qué hora van a estar roncando… y era cuando ambos declaraban la guerra y Rubén pues nada tocaba esperar que algún domingo o feriado los gemelos entren a su alcoba y le jalen los pies o le destapen la sábana para empezar a puñetear sus piernas o abdomen de un lado a otro diciendo
  • Arriba changuito así renegamos nosotros cuando no nos dejas dormir a que no gusta

Pero ahora aquel gesto tan íntimo, tan familiar le pareció una herida a Alexander, pues él no podía acercarse así a su padre, no después de lo sucedido, así que solo retrocedió sin decir nada, se lo notaba pálido de susto vivido después de todo ambos habían terminado muy mal en la mañana y no solo eso…Lex se ganó algo más que un jalón de orejas de su padre.

  • Vuelve a la cama Iván

Hablo Clara que se despertó cuando Rubén abrió la puerta para seguir a los gemelos pensando que iban a pelar de nuevo y esto solo porque en la mañana Alexander estuvo enojado con su padre por no querer llevarlo a ver a su hermano y él pues le dijo a mamá que si tanto Rubén se atajaba de Iván que no se queje que no se acercaría a él y si su padre lo obligaba molería a patadas a Iván, fue sin duda un lapsus, un momento de rabia acumulada, de frustración contra las restricciones de su padre, por ese motivo se llevo una paliza en el almuerzo…
E Iván salió de la habitación de Lex con su madre quien lo llevo de nuevo a su alcoba caminando a paso lento a lo que le daban sus piernas, mientras Lex y Rubén se quedaron mirando el uno al otro sin decir nada, pero Rubén no iba a dejar la habitación así por así y menos tras la furiosa mirada que le dio Clara, después de todo Clara estaba muy enojada con él; y cuando Lex vio que su padre no iba a decirle nada decidió acostarse pensando que era eso lo que Rubén quería, después de todo con una sobada era más que suficiente y cuando se tumbo en la cama Rubén que también estaba esperando que su hijo le diga algo se giro para retirarse sintiendo que el silencio entre ambos era abrumador, un silencio que fue roto por dos cosas el sollozo que no pudo aguantar Lex y el gruñido de hambre que dio su estómago y fue cuando su padre decidió poner fin a su guerra.

  • Ven aquí – dijo jalando a su hijo de la cama abrazándolo con fuerza, con el mismo abrazo que Lex recibió y dio el perdón de y a su hermano, así de fuerte, así de hambriento aplastando su rostro al pecho y fue cuanto Lex se apretó contra su padre abrazándolo como un desamparado llorando de tanta tensión acumulada, la tensión de aquellos 3 días que estuvo rascando las paredes…. Si, definitivo, Rubén sabía donde pinchar cuando de sus enanos se trataba, y besándole la frente y sonándole la nariz le dijo – estoy muy orgulloso de ti Alexander, ¡mu orgulloso ¿sabes?

Pero aquello solo provoco que Alexander empiece a hipar tratando de comerse la angustia que tenia sorbiendo los mocos sobre la ropa de su padre para variar, es que después de todo necesitaba lavar su alma por dentro, no se había sentido tan miserable antes ni siquiera cuándo su verdadero padre… Logan murió, y eso era porque estaba con Iván… porque Iván siempre lo hacía sentir amparado, cobijado, protegido sin importar si su miedo era descomunal o ridículo o era real o imaginario…. visto en retrospectiva era un sentimiento único que no podía compararse ni competir con el amparo que le propiciaba su padre en su vida a tal punto que no importaba la fuerza o la presencia que ejerció en su momento Logan como padre biológico y luego Rubén como abuelo y padre por cariño porque en estos tres días que Rubén le privo de su compañía tuvo tiempo de analizar no solo sus actos sino su vida con y sin su hermano, dándose cuenta de un gran detalle, que pase lo que pase con él o haga lo que haga, sus padres en su momento Logan y ahora con una firmeza de piedra Rubén nunca dejarían de amarlo palo o no de por medio, de amarlo o de perdonarlo y de eso había tenido una muestra en la mañana pese a la discusión que tuvo con Rubén y la firmeza de éste en el castigo se había tomado su tiempo para confortarlo y explicarle sus razones; concluyendo que el amor de un padre nunca termina, es incondicional y está por encima de todo.
Pero no podía decir lo mismo del amor que le profesaba Iván, el no sabía con certeza si era igual de irrompible como el amor que le tenía Rubén padre o era igual a Rubén hermano con Ulrich ya que en este casi último mes de todo Alexander vio algunas facetas en Rubén, una la de papá que conocía desde el momento mismo que se encargo de ellos con amor, con rigor con entereza y feroz posesividad y amparo y Rubén hijo lleno de rencores que apenas toleraba la presencia de Ludwig y la de Rubén hermano que no hablaba y se quedaba inmerso en un mutismo espantoso y quería salir de sus dudas preguntarle a Iván aquello, después de todo no se heredan solo las formas físicas que te gritan de dónde vienes o que dejaste en el camino, no se hereda solo el color de los ojos o la forma de la nariz o la boca… en el proceso se puede heredar la terquedad, el nerviosismo, los tic y los defectos de carácter, todo aquello que no se ve pero hace tu sello a la larga.
Y de todo esto Lex se había dado cuenta en el proceso de estar exiliado comparando que tenía él de Rubén y que tenia de Rubén Iván sintiendo orgullo de descubrir que Iván era protector como su abuelo mucho más incluso que Logan mismo y que pese a ser él, el mayor… el que siempre lo cuidaba y amparaba era Iván, su gemelo hacía de todo para que no se sienta solo, o triste, o enojado pensando en todas las veces que Iván aplazaba sus planes por él, o servía de conejillo de Indias sobre todo cuando del médico se trataba, algo que hasta ahora le era muy difícil de afrontar… e Iván, pues Iván se veía obligado a experimentar lo que el galeno indicaba cuando era niño engañado por Logan quien lo sobornaba con un simple caramelo, un beso y unas simples frases: eso era mi chiquitito, mi pequeño valiente ó… hazlo por papi mi amor muéstrale a Lexito que no duele y toda esa comedia para que se deje pinchar o revisar la garganta o los oídos, las cosas más feas de una consulta pediátrica mientras él veía todo aquello y solo se dejaba hacer si Iván no se quejaba y hoy por hoy no era diferente, bastaba una mirada de suplica suya para que su hermano entre primero donde sea, la única vez que no lo ayudo fue en SENDA AZUL donde al final Iván aburrido de sus gritos le dijo, está bien entro yo primero…
Todas esas cosas pesaban mucho en él, porque si algo sabía con certeza era que abusando de su confianza y su suerte hasta ahora siempre había contado con él en todo momento pese a los altibajos y pequeñas o grandes tonterías que él se mandaba… ahora mismo quien se disculpo de él fue Iván y eso lo hacía sentir insignificante, más aun al oír a su padre aquellas palabras... ese: estoy orgulloso de ti, ¿cómo podía estar orgulloso de él?, ¿orgulloso de qué?... ¿de romperle el brazo a su hermano?, ¿de meterse en semejantes problemas?, ¿de mentirle?, ¿de pelear con Iván?... en su mente definitivamente no hizo nada, absolutamente nada para sentirse orgulloso de sí mismo.

  • ¿Cómo puedes decirme eso?... ¡¡¡ SI LE ROMPÍ EL BRAZO A MI HERMAAANO !!! – elevo la voz entre enojado y arrepentido
  • Porque te diste cuenta de lo que importa tu hermano en tu vida hijo, por eso estoy orgulloso de ti, por eso y porque eres mi hijo, ¿que razón más tendría? – lo abrazo
  • Pero es que tuuuu – musito suavemente – siempre dices que es de inteligentes disculparse y yo no lo hice, fue él, yo lo lastime papi, yo lo lastime y fue él quien se disculpo – y no pudo más, empezó a llorar con total franqueza – estoy avergonzado, muy avergonzado – y se abrazo a su padre con premura y vergüenza porque eso era lo que sentía, vergüenza, y Rubén devolviendo el abrazo con la misma intensidad empezó a consolarlo  calmando sus penas
  • Por eso estoy orgulloso de ti – volvió a decirle limpiando sus mejillas besando su frente – no importa si no lo entiendes Alexander, aun eres un crío, tienes todo el derecho de equivocarte, de meter la pata al fondo – le cogió el mentón – es parte del proceso de madurar, de aprender, que nadie nace sabiendo hijo, las cosas se aprenden día a día unas con facilidad otras con dificultad, así no más es… y los humanos aprendemos casi siempre por las malas  – manifestó su padre sin soltarlo sentándolo sobre sus rodillas acurrucándolo como si fuera un infante –  y mientras estés conmigo, mientras yo esté vivo no hay nada que temer, puedes caerte las veces que sea necesario y todas esas veces que lo necesites yo te ayudare a pararte, y las veces que te equivoques te diré donde está tu error aun cuando no te guste… que cuando seas adulto y yo te falte, ahí si caminaras a ciegas – le dijo  y lo apretó contra su pecho, esas palabras calmaron la angustia de Lex quien se animo a darle un beso en la mejillaa su padre quien sonriendo le propuso – ahora vamos a la cocina ¿sí?... ¿que no pensaras dormir con un simple pedacito de pan verdad?, por lo menos haberle puesto mermelada – miro el pequeño trozo mordido, sin fijarse en la palta – aunque hay quienes dicen que las penas con pan son menos amargas

Le apretó la nariz con los dedos a riesgo de ensuciarse con mocos, un gesto que siempre hacía para arrancarles una sonrisa cuando los veía tristes o enojados, y esta vez no fue menos, un esbozo de sonrisa asomo el rostro de Lex y papá pasando un brazo sobre sus hombros se lo llevo a la cocina, imposible que su hijo duerma sin comer por lo menos un trocito de pan.


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