miércoles, 4 de mayo de 2016

Mis Gemelos: Cap. 192; Autora Marambra

Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 04 de Mayo del 2016
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Capítulo 192
Al que madruga Dios
lo mira sorprendido
Autora: Marambra

Tres semanas atrás….
El día había despertado temprano para Rubén, más temprano de lo habitual, tenía faena atrasada a causa del viaje a Chochi, pero un pedido extra de ganado al camal para cubrir los requerimientos de carne en los supermercados de la ciudad, hizo que se levantara mucho más temprano de lo habitual sobre las cuatro y media de la madrugada y se encuentre con la desagradable sorpresa de que uno de sus hijos no estaba en cama… y es que a Alexander como de costumbre se le ocurrió dejar la puerta de su alcoba abierta y nada fuera eso, sino la luz de su baño encendida y Rubén cuando ingreso a ver qué pasaba más por preocupación que por desconfianza pensando en que quizás algo sucedió con su muchacho, se dio de frente con su ausencia en una cama vacía que estaba fría desde hace mucho tiempo; así que frunciendo el ceño y pensando en que quizás Iván sabía algo se encamino hasta la alcoba del mismo encontrándola totalmente cerrada por dentro y fijándose la hora no quiso golpear la puerta creyendo que sería desconsiderado de su parte hacerlo despertar; pobre inocente…así que volvió sobre sus pasos y saco el móvil de su adorado tormento, lo encendió y leyó el primer mensaje de Pankarita enterándose así que tenían cita en la barda del potrero, frunció el ceño, entrecerró los ojos, golpeteo su frente con el mismo móvil del muchacho y finalmente se acercó a su ventana sin hacer el menor ruido por no despertar a su esposa y se quedó un rato mirando el largo total de la verja queriendo divisar la presencia de su hijo que nunca apareció, su primer impulso fue ir a buscarlo pero diviso a lo lejos los camiones del camal y no tuvo más remedio que encaminarse al patio y reunirse ya no más con sus trabajadores para repartir la jornada y ganarle al calor, olvidándose por completo de lo sucedido imbuido en las preocupaciones del nuevo día.
Así que grande fue su sorpresa cuando a los 45 minutos de repartir tareas y regresar a casa por unos papeles que se olvidó en el comedor vio a uno de sus hijos brincando la verja y encaminando sus pasos a la carrera hacia el cupecí que daba al balcón de Iván sin mirar a ninguna parte que no sea adelante y frunció el ceño ante este detalle… pensando que era Iván ya que el mocoso era el único en usar aquel árbol como escalera de incendios, además por el elegante atuendo que portaba ese momento, pero al fijarse un poco más en la traza de quien ponía los pies en polvorosa, vestido ahí con los vaqueros nuevos llenos de tierra en los botapies seguro de haber andado largo trecho a taco sin fijarse a donde pisar, lo mismo que la camisa que le regalara la semana pasada llena de tierra y arrugada … llegó a la conclusión de que no era Iván sino de Lex que venía de alguna parte, vamos que Iván aun cuando vestía de similar manera que Lex cuidaba un poco sus formas y jamás de los jamases andaría con el pelo despeinado al viento, la cara sin lavar, la camisa sin abotonar y las piolas del calzado desatadas como estaba ahora mismo Alexander, además cuando Iván se mandaba una lo hacía sigiloso no dejando un reguero de pruebas en el camino a diferencia de su par para que lo pillen sobre la marcha como estaba sucediendo este instante y antes de que Rubén lo pierda de vista y se pierda con los jornaleros y antes de que Lex se preste a subir la tronca descalzando los pies por el dolor que apremiaba la opresión del calzado en el herido dedo y a riesgo de picarse astillas o caerse al vacío, la mano de su padre lo atrapo en el vuelo, por así decirlo… que pretendía el mocoso?; subir por el árbol y despertar a su hermano?, eso era más que seguro…

  • ¿Y? – pregunto Rubén con el ceño fruncido asustando a Lex justo cuando empezaba a trepar con algo de torpeza jalándolo del brazo –  de dónde me estás viniendo a esta hora tú… ¿ja? – le pregunto arrugando el ceño
  • PAPAA – Alexander dio un brinco cayéndose sentado, denotando sorpresa en la voz, nunca pensó que su padre lo pille a esa hora, él había calculado el momento de regresar a casa… eran recién las cinco, como diablos había sucedido esto? – PERO… PEROOO ¡¡¡COOOOMO!!! – exclamo más enfadado que otra cosa, como si su padre hubiese arruinado sus planes, y así era – SI RECIÉN SON LAS CINCO DE LA MAÑANA – anuncio a grito pelado lo obvio del momento como no creyendo lo que veía: a su padre ahí bien parado, bien vestido, bien peinado, bien perfumado y bien enojado –  ¡DEBERÍAS ESTAR DURMIENDO! – lo acusó y los ojos de Rubén se abrieron como platos ante la desfachatez de su hijo, este chango lo iba a matar de rabia y obviamente eso hizo que Rubén reaccione jalándole ya no más la patilla derecha con fuerza, haciendo que Lex se ponga rojo sobre la marcha quejándose de dolor, vamos que no fue una caricia precisamente
  • Carajo, malcriado todavía – musito Rubén sin querer gritar delante de todos esos desconocidos que giraron los rostros curiosos, bueno es que los del servicio de transporte del camal eran nuevos y no quería ningún espectáculo a tan pronta hora
  • AU au ayyy yaaaa – se froto la patilla con vigor mientras musitaba – solo dije que deberías estar durmiendo – realmente era temerario
  • LO MISMO DIGO, DEBERÍAS ESTAR DURMIENDO O MADRUGASTE PARA QUE TE DÉ UNA PALIZA – y sin flojera alguna se quitó el cinto de las trabas del pantalón ahí mismo en medio patio a vista y paciencia de los jornaleros y de todo aquel que empezaba la típica faena en una hacienda y antes de que Lex se dé cuenta su padre lo agarro fuertemente del brazo con la firme intención de calcar aquello en el trasero mientras preguntaba – TE HICE UNA PREGUNTA ALEXANDER… ¿DE DÓNDE ME ESTAS VOLVIENDO A ESTA HORA, ¿JA?... ZZAASS – y el campanazo sonó hasta la otra punta de la hacienda, Lex lo hubiera jurado
  • mmmGGRR – aquello dolió en el alma, pero Lex musito su queja mordiendo el grito rojo de vergüenza al ver de soslayo a la gente caminar casi por su lado
  • Y TODAVÍA PRETENDES DESPERTAR A TU HERMANO ENTRANDO POR SU VENTANA, ¿NO? ZAAAS – aquella acusación tomo a Lex por sorpresa
  • ayyyyyy – se quejó de nuevo pero en voz baja tensionando los músculos del abdomen por aguantar el tono de voz al ver a los trabajadores entre ellos a algunos muchachos entre 15 a 19 años con los que alguna vez compartió tarea – ¿acaso…? – y no pudo concluir la pregunta, la cual cambio por un ruego  nada más ver a su padre propulsar nuevamente la correa al aire con intensión de aterrizarla ya no más sobre su trasero como las dos previas – No, no, no, no papa… va a doler, va a doleeer – repetía tratando de quitarle a su padre el cinturón y procurando escapar de su agarre con los ojos asustadísimos… sabía que en algún momento tendría que dar la cara y la otra cara a los problemas de ser descubierto, pero nunca creyó que tan pronto – por favor, por favor pa, por favor no… NO… NO ME PEEEGUES – grito antes de que el cinto lo bese de nuevo encaminándolo a la vivienda
  • ZAAAS – aquel también cayó dolorosamente, papá estaba enojado y quería explicaciones inmediatas
  • BUAAAAAA….

…… Los muchachos habían sorteado su jugada, Alexander mando un mensaje a Pankarita con las explícitas ordenes de su madre, llamadas de 4 de la tarde a 9 de la noche y visitas a las mismas horas de lunes a viernes ya que los fines de semana en casa eran de papá y mamá… no les permitían hacer planes cuyo requerimiento implique varias horas de ausencia y eso se debía a que papá por ser miembro de la cámara de industria y comercio andaba siempre ocupado incluso sábados, por lo cual los fines de semana que no habían compromisos laborales eran sagrados para ellos por lo que los permisos largos no eran negociables; e increíblemente Alexander esta vez fue la excepción, él obedeció en parte a la orden impartida por su padre en cambio Iván movido por el bichito del amor, la rebeldía el coraje y la adolescencia se permitió la licencia de citarse en el potrero pasada la media noche incluyendo a su hermano para que Pankarita y él se encuentren y no precisamente por sentimientos idílicos sino procurando con ello comprar la complicidad de su par, así que apenas sus padres apagaron la luz después de decomisar los móviles, Iván llamo a Nino de un clandestino teléfono y con el sigilo que lo caracterizaba se encamino a la habitación de Lex a quien encontró gimiendo porque el dedo gordo le dolía y no se animaba a pedir un calmante por miedo de que su padre lo riña o lo que era peor, decida llevarlo al médico y le pinchen.

  • ¿Lex? – musito Iván suavemente cerrando el marco la puerta con cuidado – Lex?...Lex… fuuufuu – le silbaba – ¿Lex estas despierto? – pregunto al no obtener respuesta – no te hagas ¿he?, que sé muy bien que estás ahí llorando, marica – lo insulto todavía
  • A ti que te importa…vete de aquíii – quiso gritar, pero se aguantó las ganas de aquello y en vez de eso le arrojo una de sus almohadas
  • ¡Ohhh!, anda deja de quejarte – le riño Iván prendiendo la luz del baño de su hermano cuya ventana y puerta no podían ser identificadas desde la alcoba de sus padres, lo que les permitía tener claridad sin ser descubiertos, y se fijó en el dedo de su hermano haciendo una mueca, vaya, al parecer Lex no mentía, se le fue la mano, bueno fue mala suerte en realidad, el no tiro la bola de billar sobre su dedo directamente – mmm – musito y se encamino de nuevo al baño y saco un par de desinflamantes, él se conocía bien para que eran pues cuando tuvo el absceso en el dedo el médico le dio un montón de píldoras como para dormir a un elefante – toma esto, que te quitara el dolor en un momento
  • No, no quiero píldoras – contesto enfadado dejando el comprimido sobre el velador hecho el valiente
  • Bueno, allá tú, pero ese dedo se pondrá peor y dolerá mucho más te lo aseguro, y será tanto que te pondrás a chillar como mono y el papá y la mamá cuando vean tu dedo negro e hinchado te llevaran al médico y te pincharan – le dijo sin mirar nada mandando un mensaje de texto nada menos que a Pankarita para que convenza a Lex de ir a la fiesta en caso de que él no pudiera, es que él no iría solo, porque si así era papá estaría bravo y seguro le suspendía el castigo a Lex y le traspasaría la cuenta a él, así que debía asegurarse de comprar su silencio, cuidar sus espaldas (trasero) y equilibrar el enojo de Rubén
  • Mentiroso – acuso con algo de miedo en la voz ante tan macabro escenario pero frunciendo el ceño al ver aquel teléfono en la mano – ¿qué haces? – dijo a tiempo de querer quitarle el móvil
  • Nada que te importe de momento – contesto guardando el fono, esperando que vibre la llamada que quería de respuesta – ¿vas a tomar el medicamento?, o no – pregunto sirviendo un vaso de agua para su hermano
  • No, no lo necesito
  • Como quieras tonto, pero si te duele el pie en la fiesta a la que iremos no te quejes – dijo subiendo sus pies sobre la cama mirando sus dedos con sangre molida de alguna de las tantas cosas que solía hacerse por andar descalzo
  • ¿Qué fiesta? – paro la orejas ese instante, y ese mismo instante vibro el teléfono
  • ¿Cómo que qué fiesta?... LA FIESTA – y Lex iba a decir algo pero Iván lo corto – shuuu calla un momento y más bien toma esa pastilla idiota sino no podrás ir –  ordeno e increíblemente Lex obedeció sin rechistar mientras él hablaba por el teléfono – acabo de hablar con Nino y ella junto a Pankarita nos esperaran en la puerta de la hacienda, vendrán a recogernos para ir a la fiesta, así que te sugiero que te bañes rápido que apestas y luego te vistas sin hacer ruido, saldremos por mi ventana y nos iremos a bailar con ellas y regresaremos a las 3 de la madrugada
  • ¿Estás loco? Lex se lo quedo mirando, ¿desde cuándo Iván era una lumbrera?; ¿en qué momento se invirtieron los papeles?, se suponía que el de las genialidades era él y no su hermano, así que decidió desechar el plan de Iván porque no era el suyo – tú crees que no se darán cuenta? – jo se dijo a sí mismo, si hasta parecía que quien hablara no era él sino la voz de su conciencia
  • Vaaaamos Leeeex – Iván se giró con cara de súplica en realidad pero queriendo quitarle importancia a su preocupación agregando sobre la marcha – se han trasnochado anoche al ir a esa cena de la CAINCO (cámara de industria y comercio), la mamá madrugo hoy para ir al mercado y tener todo en orden – y se sentó al pie de su cama mirando las largas piernas de su hermano y la forma en que doblaba sus dedos igual que él, vaya que eran calcados, tenían el mismo trio de lunares en la rodilla derecha – y el papá estuvo toda la semana madrugando sobre las 6 de la mañana y acostándose tarde, acaso no viste la hora? Es casi la una Lex… tenemos dos horas para divertirnos – agrego como un último recurso
  • No sé, me parece muy arriesgado
  • Joooooooo – expreso su incredulidad cruzando los brazos sobre el pecho – ¿y desde cuando eres tan escrupuloso? – lo acuso – yo quiero ver a Nino ¿sabes? y aprovechar la fiesta, que luego ella se irá a Portachuelo por dos semanas – anuncio
  • Y a mí ¡qué! – le respondió con desdén para luego reírse de la cara de antojo que puso su hermano y golpeándole el hombro con su habitual torpeza agrego riendo a tiempo de pararse – el que se bañe último es un ganso – e Iván se paró como un rayo y salto sobre el desorden de su par y se encamino al baño de éste dejando en el camino su pijama aprovechando que Lex no podía andar tan rápido por su dedo lastimado
  • Pásame una toalla limpia caracol – anuncio prendiendo el agua
  • Hey, que esta es mi ducha
  • ¡Y!, que hay con eso?… así ahorramos tiempo, que si yo voy a mi ducha la mama sabrá que estoy despierto por el ruido, en cambio de tu baño no se oye nada – y así ambos estuvieron bajo el agua apurados en ponerse limpios, pues tenían una cita con el amor…

……Pero ahora mismo la cita era con el cinto de papá y no solo Lex tenía esa cita sino Iván, un Iván que venía pisando los talones de Alexander, habían salido mucho más tarde de lo propuesto de la fiesta por cuestiones distintas solo que Lex no por placer como Iván, sino por justamente esto el miedo a que los descubran y salió tras enojarse con su hermano amenazándolo con denunciarlo ante su padre sin importarle que en el proceso él también se lleve una buena tunda, al calor del coraje obviamente y apuro sus pasos como un gran marchista sacando ventaja sobre su par que venía todo el camino corriendo tras suyo rogándole que pare un poco y que no se precipite; pero Lex no quiso oírlo y ofuscado en su enfado apuro el trote sin tomar las precauciones del caso y se lanzó al éxito al pie del árbol dispuesto a treparlo sin calzados cuando clarito quedaron en que irían por la ventana trasera de la cocina, que era la que dejaron abierta para ingresar a su regreso, siendo atrapado por su padre que ahora mismo estaba ahí dándole un par de  buenos chicotazos…e Iván que ya nada podía hacer por su hermano decidió lo más inteligente en este caso: cuidar su propio trasero; así que  apenas vio lo sucedido con Lex y a diferencia de éste, él se puso  mucho más sigiloso que en un inicio, mirando con mayor atención a su entorno desviando la vista de un lado a otro con prestada atención  y corrió de la misma forma escondiéndose, tratando de tener en su mira el panorama completo de la hacienda, sobre todo a todos los que caminan en dos patas y se agacho cuando vio a Miguel parado en medio patio hablando con Roberto sobre cual ganado llevar al camal, en eso llegaron los camiones de transporte y apenas el chofer bajo y camino hacia Miguel para coordinar la entrega, él corrió al patio lateral y trato de entrar por la cocina sin lograrlo porque justo ese momento Adela salía con la escoba en la mano para limpiar el corredor, así que Iván no pudo escabullirse al interior de la casa y debía esperar que Adela no lo vea, sino estaba frito, porque si Adela estaba ahí a esa hora significaba dos cosas: una que era mucho más tarde de lo que creyó y le debía la razón a Alexander, solo que nunca le diría algo así, Lex ya era demasiado arrogante cuando se trataba de tener la última palabra después de la de su padre; segundo que su adorada madre aparecería en cualquier momento y como que, ahí estaba ella doña Clarita con su bol de masitas en la mano, estaba haciendo salteñas de pollo para el desayuno y se distrajo en eso volviendo a pisar tierra firme cuando oyó aquel nuevo chicotazo que Rubén entrego al trasero de Lex

  • ZAAAZ
  • AYYY – y esta vez sí se quejó a voz en cuello
  • TE HICE UNA PREGUUUNTA zaaas ¿DE DONDE ESTAS VINIENDO? – y un quinto cinturonazo abrazó de nuevo el traste de Lex y Lex desembucho todo obviamente ante aquel incentivo
  • YAAA, YA PA, YA TE LO CUEEENTO – contesto haciendo cabriolas por poner su retaguardia en buen recaudo lejos del cinto de papá, solo que su padre era manos largas
  • Zaas, ESTOY ESPERANDO ALEXANDER

Y así su padre con todos aquellos chicotazos sobre el poto de su hermano y ese Alexander que sonó muy crudo se hizo con la  verdad, bueno con casi toda la verdad… pero aquella parte revelada incluía a Iván en el plan original y como autor de la fechoría, incluía la fiesta, la hora de salida y de retorno y la forma de escapar además de dejar la ventana de la cocina abierta para ingresar a su regreso, cosa en la que recién Lex cayó en cuenta, pensando en que de haberse acordado de eso, ahora mismo estaría en su camita durmiendo riquito y no con papá recibiendo esa paliza… y Rubén que oyó todo sin interrumpir se dio cuenta de que si, que el autor de aquello si era Iván, porque ese tipo de cosas cuidando tanto detalle para no ser pillados iba más acorde con las cosas que hacía Iván, así que decidió esperar por la llegada de su hijo menor en la cocina, pero esperarlo con ganas, cosa que no tardó mucho en suceder, pues Iván apenas palco la pierna en la ventana fue atrapado in fraganti pero no por su adorado padre sino por su madre, y él sí se llevó una buena paliza de su parte

  • ¡Mira Alexander!... mi paciencia tiene ¡un límite! – dijo Rubén enfadado sosteniéndolo aun con bastante firmeza, colocando su mano en la cadera pero sin soltar el cinto
  • YAAA… PERO YA NO ME PEEEEGUES – contesto de mala manera limpiándose mocos y lágrimas con uno de sus pañuelos que parecía un chuño de lo arrugado que estaba, tomándose su tiempo exasperando a su padre
  • Alexander… es para hoy no para mañana, hazme y hazte el favor ¿quieres? – no grito, no dijo malas palabras, no hizo otra cosa que poner su mano sobre el hombro de su hijo y acariciar sus mojadas mejillas, después de todo por la forma tan elegantemente desaliñado  en el vestir como estaba, nada raro que haya acudido a una cita con alguna chica, solo esperaba que no para hacer estupideces y Lex con un puchero contenido confeso pero negociando una petición  ante la amabilidad de su padre
  • ¿Si te digo la verdad prometes no enojarte ni volver a castigarme? – debía aprovechar la situación y Rubén mirando la pinta de su hijo, con cara de cansancio y además que no olía ni a trago ni a cigarro sino a perfume de niña “pensó que lo pensaría”
  • Alexander – rechino los dientes – no estoy jugando – elevo el índice – así que más te vale decirme la verdad… dónde estabas hasta esta hora
  • Solo dime que no te vas a enojaaaar – y la boca se hizo un puchero, un esbozo de puchero en realidad que traslado a Rubén al pasado – por favor
  • Lo voy a pensar, pero ahora dime de donde estas viniendo? – mejor hacerse con la verdad optando por el lado amable, dependiendo de eso vería si cumplía o no la promesa de no castigarlo
  • Pankarita y Nino – y Rubén soltó un ruidoso suspiro, debió de imaginarse que algo tramaron con aquellas mocosas en el momento mismo que desobedecieron la orden de dormir – vinieron a buscarnos para ir a una fiesta – ¿una fiesta?, con razón estaba bien cambiado, si aún le quedaba el olor a su colonia que sacaron en algún momento de su tocador
  • ¿Y?
  • Y… eso pues – contesto elevando los hombros de forma desdeñosa, como diciendo no te hagas, que bien sabes que fuimos a esa fiesta, solo que a su padre no le pareció nada gracioso
  • Mira Alexander no quieres verme las canillas que vas a salir perdiendo, así que explícate de una buena vez  – y ante el enojo en la voz Lex decidió decir la verdad
  • Nos fuimos a la fiesta del primo de Nino, solo que Iván no quiso regresar más temprano porque la Nino se irá a Portachuelo mañana
  • Y se puede saber a quién pidieron permiso ustedes dos para salir de la casa? – y ante el silencio de Lex, Rubén decidió por coaccionar un poco más – te estoy preguntando Alexander, A QUIEN PIDIERON PERMISO PARA SALIR
  • A nadie papá – respondió en un susurro encogiéndose en sí mismo, esa era una pregunta con trampa y como qué, papá hizo circular su cinturón en el trasero de su hijo y Lex sabía que eso pasaría en el mismo momento que su padre volvió  a sujetarlo del brazo a nivel de la axila apenas termino de preguntar
  • Zasss zaas zass zass zasss zaaaa zass
  • AYYYAYY yaaa papiiii auuuu prometiste no auuuu a eno aaajjjj enojaaarte – balbuceo en medio de las quejas y el cansancio, vamos que quería ir a dormir, se había trasnochado
  • NO PROMETÍ NADA ALEXANDER…– Rubén elevo un poco la voz y lo soltó
  • PERO ES QUE YO NO TENGO LA CULPA – grito enojado y su padre frunció el ceño
  • No grites Alexander – papá avanzó hacia Lex con la clara intención de volver a atraparlo ocasionando que Lex retroceda unos pasos – que no estas en posición para hacerlo – frunció de nuevo el ceño en señal de que estaba volviendo a enojarse
  • PERO PAPAAAA – si… no se puede domar a los potros de una día para otro, peor los instintos, sobre todo en situaciones de estrés como ahora, pensó Rubén
  • Ya te he dicho NO GRITES…. No estás con tus amiguitos ni con tu chica – elevo el índice de forma intimidatoria
  • PERO ES QUE NO QUIERES OIIIIR – volvió a elevar la voz y a frotarse el trasero
  • Zaassss – un cinturonazo de campana llego de la nada
  • Auuuu
  • Te dije que no gritaras Alexander, lo vuelves a hacer y yo te vuelvo a sonar, entendido? – le cogió el mentón para hacer contacto visual
  • Pero paaapi – musito esta vez en voz baja al notar el tono de fastidio en la voz de su padre, sino se cuidaba pues nada seguro lo volvía a castigar – fue Iván el que me dijo que salgamos – empezó a acusar a su par
  • NO interesa eso Alexander, tu no tenías permiso para salir y punto – golpeo con el índice la mesa del comedor puntuando cada una de esas palabras, lo que claro exaspero a Lex
  • PERO EL ME DIJO QUE SALGAMOS POR SU BALCOOON Y QUE DEJEMOS LA VENTANA DE LA COCINA ABIEEERTA PARA REGRESAR – a Lex siempre le pasaba lo mismo, en cuento se veía acorralado empezaba a gritar olvidándose de quedarse quieto, callado y transparente cuando su padre estaba con el cinturón en la mano
  • ZASSS  ZAAAS  ZAAASy como que, su padre se vio obligado a cumplir lo que acababa de prometer, nunca pensó que tan rápido, vamos que no eran ni 10 minutos de lo prometido
  • Auuuu yaaaaa papa, yaaa – suplico con los ojos abiertos procurando cubrirse, rayos que era un tonto, pero surtió efecto su padre lo soltó
  • Ya pues entonces Alexander, creo que acabo de decirte que no quiero oír gritos
  • Pero es que tu no me quieres escuchar nifff  nifff, niif – y se puso a llorar lastimeramente, de cansancio, de dolor, de hambre y de frustración, su padre solía agotarlo realmente en situaciones como esta y Rubén decidió poner fin a esta cantaleta que si no, se eternizaba con Lex así que contra todo pronóstico dejo a un lado su cinturón y abrazo a su muchacho
  • Quien es tu padre Alexander: ¿Iván o yo? – le pregunto a tiempo de besar su frente a cuyo beso su hijo respondió con un abrazo, no queriendo contestar, pero Rubén sacando su pañuelo y sonándole la nariz a Lex volvió a preguntar – quien es tu padre: Iván o yo…¿mmm? – y elevo una ceja esperando una respuesta
  • Pero es que – contesto en tono derrotado
  • No es “que”, ni nada Alexander – corto Rubén mirando la hora que era, poniéndose serio de nuevo, quizás más de lo que a Lex le gustaría – y óyeme bien porque no lo voy a repetir – sentencio – los únicos que damos permiso en esta casa para salir y hacer otras cosas que no sean las obligaciones las damos tu madre y yo, nadie más, así que sugerencias de quien sea están penadas Alexander y eso no solo va para ti, sino para tu hermano también, ¿entendido? – declaro todo aquello poniendo ambas manos en los hombros del crío obligándolo a hacer contacto visual – así que procura no meterte en líos el resto del día que si tu madre se entera que no estuvieron anoche yo no voy a mover un dedo por evitar la tunda que quiera darles, que al fin y al cabo fue ella quien los mando a dormir temprano y castigo una semana – dijo besando su frente en señal de que todo estaba bien entre ellos y de que pese a los chicotazos él era un tumba y su secreto estaba a salvo, total ya pago su deuda con él – ahora ve a tu cama a dormir, ¿si? – le sonrió a tiempo volver a ponerse el cinturón, solo que ninguno de los dos conto con Clara que venía agarrando a Iván de la oreja y Rubén pues nada, dejo las cosas en manos de su mujer y soltó a Lex
  • Ayyayyy  maaaa, yaa   maaaami, maaaamiii, auuu me laaastimas – la voz de Iván o mejor dicho sus quejas iban matizadas de graciosas muecas de dolor tratando de atajar el jalón de su madre
  • Que me lastimas ni que ocho cuartos, te hice una pregunta, ¿DE DONDE ME ESTAS VINIENDO TU A ESTA HORA MMM? – preguntaba enfadada Clara y matizo su enfado con una buena sacudida pero esta vez cambiando la oreja por la patilla
  • AUUUUU – y si, esta vez dolió de verás
  • Yo mejor me voy a dormiranuncio Lex queriendo hacerse el quite
  • ALTO AHÍ, ¡nada de dormir!, aquí usted no se me mueve SIN MI PERMISO, que quiero saber, ¿dónde fueron ustedes dos?– grito enojada como estaba mirando a Lex con el ceño fruncido sin dar tregua a Iván que empezó a quejarse de tanto jalón
  • Auuu, suelta maa, me lastimas
  • QUE ME LASTIMAS NI NADA… MIRA TU TRAZA – dijo señalando lo que veía, la ropa arrugada y algo húmeda – ESTAS  OLIENDO A CERVEZA – y un nuevo jalón y Rubén elevo una ceja, Lex no olía a nada de trago ni cigarro en cambio Iván venía apestando a destilería pero no por beber sino porque el cumpleañero se tropezó y empujo al camarero y se derramo parte de la cerveza en la ropa de Iván que se notaba que no había bebido, pero a Clara quien le convencía?... Rubén; solo que él decidió no participar en esto esta vez, pensando que los gemelos se merecían una paliza de su madre – ESPERA NO MÁS QUE SE LO CUENTE A TU PADRE – amenazo mirando a su marido quien prefirió adelantarse a los hechos y lavarse las manos, si le daba una buena que se las de, él tenía demasiado trabajo atrasado
  • No me digas – elevo una mano en señal de stop y agrego ya no más – estaba entrando a la casa por la ventana de la cocina – Rubén resolvió el problema e Iván quiso lanzarse sobre Lex gritando
  • CHISMOOOSO…
  • Te dije que te apuraras – respondió el otro…

Y ahí estaban ambos acusándose mutuamente mientras mamá los llevaba de la oreja a su dormitorio y Rubén soltando un aliviado suspiro regreso a sus labores pensando que a su regreso tenía que conversar seriamente con sus hijos sobre este asunto, estaba intrigado, quería saber dónde era la fiesta para averiguar discretamente como se habían portado sus hijos y si era verdad que fueron a bailar, vamos que cuando el amor anda rondando el ambiente entre dos chicos agraciados y dos niñas bonitas todo era posible; ignorando que el ojo del halcón estaba al acecho nuevamente…


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