Lazos de amistad
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 26 de Enero del 2017
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Primera parte
Autora: Mary C.
Gabriel, Salvador y
Álvaro se conocían desde la
niñez, tantos años compartiendo juntos
pero no eran los únicos en esa unión de amistad, también estaba Alondra prima
de Gabriel que si bien no estaba todo el
día con ellos si se reunían muy seguido,
Alondra era hija única por lo que era la luz de sus padres Francisco y
Sandra, una buena hija que trataba de complacer en todo a sus padres, gustaba
de salir y jugar a la pelota demostrarle a los chicos que ella era mejor; su
forma desmedida, aventurada y alegre
siempre intereso mucho a esos tres chicos.
Ella les conocía muy
bien, sus padres se conocían también de
toda la vida haciéndose compadres por el
apadrinado de algunos de los chicos, cuantas cosas habían vivido juntos, como el día en que los tres
salvajitos tuvieron su primer pelea callejera
donde se habían ido a los golpes con otros tres niños, mocosos de 12
años que llevaron un tonto juego a los golpes por no saber dialogar aun, y llevarse dos ventanas en su discusión, alguien que los conocía no tardo en llamar a
sus madres que sin perder mucho tiempo llegaron con los chicos y se los
llevaron repartiendo nalgadas a cada uno,
no era su primera vez siendo reprendidos, pero si en público… algo
bochornoso para los tres niños que no sabían dónde esconder sus caras.
- Te dije que no quería pleitos Gabriel te lo advertí – dijo Lety – Plasssss, plassss, plassss
- Aauuu, aiii
- Plasssss, plassss
- Mami pero
- Plasss Plasssss, plassss
- Maa auuuuu
- Plaassss
Las lágrimas estaban
pegadas en sus ojos porque no salieron, no lloraría frente a sus amigos, era
meses más grande que ellos y no quería parecer el débil del grupo. Los tres
chicos fueron llevados hasta sus casas, Álvaro fue el primero en llegar pues
vivía más cercas y solo trataba de soltarse su oreja o meter la mano para
tratar de evitar que más palmadas cayeran en su trasero, pero de nada le serbia
Carla lograba dar siempre en las nalgas del niño, los otros dos chicos llegaron
casi a la par ya que compartían la misma calle… ambos vivía uno frente al otro.
- ¿Qué paso? – pregunto Alondra alarmada por ver que Gabriel era llevado a nalgadas a su casa y sin evitar ver a Salvador que también era llevado de la misma manera solo que aquel ya iba sollozando
- Este mocosito se ha portado muy mal – le dijo Laty a la niña, causando la vergüenza de Gabriel que no pudo evitar derramar lagrimas por verse en esa situación
La niña solo vio como dos
niños entraban a su casa con la palma de sus madre en el trasero solo torciendo
la boca, pobres se decía; ella vivía al lado de la casa de Gabriel sus casas
quedaban muy cercas la una de la otra por lo que pudo escuchar como su primo
lloraba con cada palmada que recibía.
- PLASSS – esa sonó demasiado fuerte, sonó y dolió
- Auubuaa yaaa maaami – se quejo Gabriel
- Esta mañana lo primero que te dije es que no quería problemas – recordó mamá – ayer ya te peleaste con Tomas
- Es que él dijo que yo era un perdedor buaaa – se quejo el pobre de Gabriel
- Y tú lo golpeaste y lo hiciste llorar – recrimino mamá sin conmoverse por la causa de su hijo – plaf plaf plaf plaf
- BUIAAAAAAA pero él se lo busco buagg
- PLASS PLASS PLASS PLASS
- BUAAA BUAA AUUUU – y el tono de llanto se hizo mayor
- Si alguien te molesta me dices a mi o le dices a su mamá no quiero que estés peleando – recomendó mamá sin dejar de castigarlo – PLASS PLASS PLASS PLASS –
- Auuuu pero no soy un chismoso buaa
- Pues tampoco PLASS PLASS un niño PLASS PLASS que se la vive PLASS PLASS repartiendo golpes PLASS PLASS
- BUAAAAAAA AAAGGGG
- Y la ventana rota ya saldrá de tus domingo – sentencio mamá
- PERO MAAAAMI AAAGGGG
- Lo siento corazón – dijo mamá parando a Gabriel – entiende que no tienes que estar peleando – le dijo sosteniendo su carita roja llena de lagrimas, cosa que le causo penita – ya mi niñito anda no quiero más travesuras hijo – recomendó una vez más mientras vestía el trasero solo con el calzoncillo y le quitaba el pantalón por completo y la camisa que eran un asco por la tierra, lodo y restos de pasto – ¡aaay! Hijo – dijo con cara de fastidio apenas vio los calcetines – PLASS
- YAAA maaami – se froto suavito el trasero
- Te compramos los tenis para que jugaras y mejor te estas descalzo – dijo enfadado mostrando sus medias – otra vez que me traigas los calcetines así y se ponen a lavarlos ustedes – dijo en plural para que el mensaje llegara al chico que estaba en la misma recamara
- Yo que! – reclamo Mark, el hermano mayor de Gabriel – yo no hice nada mamá – dijo medio enfadado mirando la escena desde su cama, compadeciendo a su hermano que era castigado en el regazo de su madre
- Tú ni hables jovencito – lo callo mamá – que poco más y cobran vida propia tus calcetines, es una puesta y a la ropa sucia Mark, no se usan toda la semana o todo el mes – PLASS
- Aaauch mamáaaaaaa – se quejo Mark de 16 años sobándose la pierna donde había caído el palmetazo de su madre
- Nada de mamá Mark última vez que se los digo
Y tras eso salió de la
alcoba de los muchachos llevándose la ropa sucia a la lavandería mientras
Gabriel se tiro a su cama a terminar de llorar…
- Mami, no es justo esos niños empezaron buaaa – se puso a llorar Álvaro en su casa, donde se desarrollaba otra escena similar
- Yo no te mande a estar peleando jovencito – reclamo Carla con el ceño fruncido jalando a Álvaro con la intención deponerlo sobre su regazo
- NOOOOO mami ya no me castigues buaaa
- ¡Deja de esconderte Álvaro! – grito mamá, es que Álvaro estaba detrás de la mesa cada vez que su madre daba un paso él daba dos
- Álvaro vas hacer que me enoje más y en vez de darte con la mano me traigo el cinto
- NO MAAAAMIII NOOOO – se puso a llorar como un condenado – EL CINTO NOOOO BUAAAA – y dio otro paso para atrás pero se quedó quieto cuando su mamá empezó a caminar por el cinto – ya maaami, yaaaa – no le quedo otra y bueno, Carla agarro al niño de la mano y sentándose en una de las sillas de la cocina lo puso en sus piernas bajando de un tirón el calzoncillo y empezando a repartir nalgadas como quien reparte dulces
- PLASS PLASS PLASS PLASS
- buaaa, auuubuaa ya, ya perdón – pedía moviéndose como uan culebra sobre la falda de mamá
- PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
- buaaagg, mami yaa aaggg – y sus lamentos dolían los oídos, mamá le dio unos cuantos mas y dejo de castigarlo, no había dado mucho pero si fuertes
- Ya está, ya esta – le dijo ayudándolo a incorporarse y cuando se calmo un poco subiéndole la ropa le recomendó – hijo deja de hacer tantas travesuras por favor ¡si? – le pidió arreglando su cabello – ahora anda, ve a tu cuarto, que está castigado jovencito – agrego para pena del pobre Álvaro
En casa de Salvador la
situación fue más rápida pero no tranquila, pues Dalia no había soltado a su
hijo ni para abrir la puerta y sin llegar muy lejos en plena sala tenia a
Salvador boca abajo con los calzoncillos en los tobillos y con una lloradera a
la cual acudieron sus hermanos mayores Mauricio de 17 y Mario de 14, y se
quedaron callados retrocediendo sus pasos, a ellos no les gustaba que los
vieran estando en esa situación así que prefirieron darle un poco de espacio a
su hermano ya después preguntarían que había hecho esta vez su hermano querían
estar al tanto para tomar cartas en el asunto, cosa que muchas veces supuso que
también les estaría yendo de lo lindo cuando se enteren papá o mamá en casa.
A comparación de Gabriel
o Álvaro, Salvador había recibido más golpes pues era menos de meterse en esa
clase de pleitos tarea que era más de Gabriel que fácilmente entraba a los
golpes cuando se trata de defender a sus amigos o a su prima, pobre del niño que fuera grosero con ella era
pleito seguro. Salvador en cambio solía
usar más la lógica y era dable, era más listo en lo que a materias concierne
pero más torpe a la hora de tratar con las personas, también era bueno jugando
de fútbol pero no tanto comparado con
Álvaro que era el capitán del equipo y ni que decir de Gabriel que era el que
tumbada a todos para poder meter un gol, aun así con algunas diferencia los
tres se llevaban muy bien.
Salvador podía ser más
tímido, llorón y algunas veces hacer más escándalo, Gabriel siempre era el más
fuerte claro que lloraba a una buena paliza ganada por parte de sus padres pero
frente a sus amigos era el líder, era orgulloso pero era muy noble, Álvaro era
más extrovertido, muy hablador por lo que se metía más en problemas por esa
razón, pero no se quedaba con la duda, solía encarar los problemas, siempre y cuando no fueran un castigo de sus
padres.
- PLASS PLASS PLASS PLASS – Salvador aun en el regazo de su madre lloraba tratando de poder pararse – PLASS PLASS PLASS PLASS – Dalia que asi se llamaba la mama no perdono esta vez ni una sola – PLASS PLASS PLASS PLASS –
- Buaaag buaa mami, perdón buuaaa – lloraba a todo pulmón tratando de zafarse
- PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS – PLASS PLASS PLASS PLASS – seguia sonando el trasero de Salvador que ya lo tenia bastante rojo – no quiero que te estés metiendo en peleas Salvador que sea la última vez me entendiste - recomendó y siguió en su tarea – PLASS PLASS PLASS PLASS
- si, si buaa mami, aauuu buuaaa AAAYYYY AYYYUU
- PLASS PLASS PLASS PLASS – y por fin dio por terminado el castigo parando al niño de sus piernas y ayudándole a levantar la ropa – ve nomas como estas hijo – dijo viéndole en labio que estaría morado sin duda alguna el día siguiente – anda a bañarte ya te llevo yo tu ropa – y tomándolo de la mano lo guio al baño a donde fue su hermano
- Qué onda contigo, ¿quién te pego? – quiso saber
- Nos peleamos con unos chicos shhfff – contesto Salvador llorando todavía bajito
- ¿Cuáles chicos? – dijo enojado, nadie tenía derecho de golpear a su hermanito
- Los que sean – corto mamá – no me vas a ir a buscar problemas tú también – lo advirtió mientras ayudaba a Salvador a quitarse la ropa sucia
- ¡Pero maa! ve como le dejaron el labio – dijo mostrándole la boca de su hermano
- Ya lo vi, por eso lo castigue y por eso no quiero que se este peleando
- Tienes que aprender a defenderte Salvador – dijo Mauricio
- Si me defendí… yo también le peque al niño – dijo con orgullo
- Bien hecho hermano – felicito Mauricio para ya no mas gritar – auuu mami – mama acababa de jalarle la oreja
- Yo reprendiendo a tu hermano y tu felicitándolo Mauricio
- AU AU AU yaa ya ya ma mi oreja – se quejaba es que Dalia se la estaba torciendo a gusto
- PLAF – finalmente le solto un manotazo en la pierna – anda o a ti también te va a tocar una pero bien dada – amenazo mientas Mauricio corría a la puerta
- Ya me voy, ya me voy – repetía mientras se sobaba la pierna que se quedo un poco roja
Eso era lo que había
pasado en casa de cada chico y apenas paso lo peor Alondra fue con Gabriel que
era el más cercano de todos ellos, ella no podía dejar de ir a visitarlos.
- ¿Qué paso?, ¿por qué mi tía te ha pegado? – pregunto apenas vio a Gabriel tirado en cama
- Porque nos hemos peleado – contesto Gabriel desde su cama solo con el calzoncillo puesto
- ¿Te peleaste con Álvaro y Salvador? ¿Porque? – Alondra puso los ojos de paloma herida
- SSShhff, no con ellos no, nos peleamos con otros chicos – le explico con voz cansada, tenia sueño – han tirado la pelota y roto una ventana y nos han echado la culpa y mamá se ha enojado conmigo y dice que la ventana saldrá de mis domingos – se quejo indignado con eso, mamá no le había dado opción a explicarle nada
- ¿Tu solo la tienes que pagar?
- Mmm… no sé, espero que no sino me quedare sin domingo por mucho tiempo – contesto resinado
- No importa yo te puedo compartir de mis domingos – dijo ella pensando en su dulces
- No puedes enana – le dijo Mark
- ¡¡¡AHHH!!! – dijo asombrada – ¡YA VES! Mark se ha comprometido en pagar la ventana rota – dijo ilusiona sin entender que ni estaba cerca de entender lo que Mark había dicho
- Yo no dije eso – negó rápidamente Mark
- Pero tú tienes mucho dinero – bueno él solía comprarles dulces o paletas, claro no siempre con su dinero, sino que su padre solía darle para que acompañara a los chicos por algún dulce
- Porque ahorro
- Lo vez eres un muy buen hermano mayor, yo también quisiera tener un buen hermano como tú – dijo de corazón
- Aagg está bien, está bien… te ayudare a pagarlo pero no todo
- Que buen hermano eres – dijo la niña y se aventó a sus brazos en lo que Gabriel se ponía un short para cubrir los rastros de las marcas rojas que quedaron de la mano de su madre
- ¿Qué haces aquí Alondra? ¡Por donde entraste! – Lety se sorprendió ver a la niña en su casa
- ¡Tía! vine a ver a mis primos favoritos y te traje una flor de las que ha dado mi jardín mira esta vez salieron las rosas blancas – sonrió entregándose una hermosa flor
- ¡oh! que hermoso gracias princesa, ven vamos por galletas – ofreció ella con una sonrisa sin enojo alguno, como no derretirse a tan lindo obsequio, Lety quería mucho a esa niña, ella solo tenía dos hijos varoncitos por lo que en Alondra podía hacer lo que quería, desde ponerle vestidos pomposos hasta ponerse a peinarla de distintas formas cosa que no podía hacer con sus chicos
- ¡ AH! Me olvidaba – dijo antes de salir cogida de la mano de Alondra, pero mirando a su hijo menor – estas castigado Gabriel… ¡una semana!, ¿entendiste? y ya hablaras con tu padre cuando llegue – amenazo
- Pero maaaaami
- Sin reclamos
- Y ¿por lo menos puedo comer galletas?
- …Si, claro que si – dijo mamá tras pensarlo un rato
Al
final termino cediendo con una sonrisa en los labios y dándole un beso en la
frente a su niño.
Jajaja que buena historia! Reí con esa madre que enojada con uno aprovecha de repartir al hermano, jaja eso es sacar partido al enojo.
ResponderEliminarConcuerdo contigo Luna, fue un capitulo divertido, lleno de gracia y buen humor, con tres mamás que no pasan nada a sus cachorros...
ResponderEliminarMedias que cobren vida propia, jajajjajajaj esa frase me mato Mary.
Y, es la primera vez que leo una historia bastante alegre de tu parte Mary, tres chicos con una cotidiana vida en comun y con cosas propias de la edad, pero veremos que nos depara el futuro contigo mi espiritual amiga.
jajaja las mujeres siempre haciendo todo a nuestra manera y Esa Alo me pareció genial porqúe me recordó a mí jejeje con mis primos...
ResponderEliminarMuy buena la historia Mary siempre nos sorprendes con tu originalidad...
Que singular grupo de amigos y que diversos en carácter y opiniones, pobres los tres se llevaron una buena y de paso alguno de los hermanos o salieron con un golpe adicional o con un regaño añadido.
ResponderEliminarMary, ha sido divertido, muy alegre tu historia esperemos pronto actualices.
Será un "amigos por siempre". Qué divertida historia, y qué niños tan unidos. Me gustó Alondra que hizo que su primo le ayudara a Gabriel.
ResponderEliminarcuanta acción en un solo capi jeje. Me encantaron los niños son totalmente queribles. Me mato la mama que aprovechó la volada y le repartió chirlos gratis a su hijo mayor jajaja
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