Una familia cualquiera
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 8 de Septiembre del 2017.
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Capitulo 6
Autora:
Marambra
- ¿Cuántos años tienes Claudio? – pregunto papá dejando a un lado sus cubiertos
- ¡Joseph! – Nora miro fijamente a su marido apretando su mano, no quería discutir y menos que las cosas se salgan de tono, ella había tratado de interceder para que su marido le dé una hora y media a su hijo para ir a cenar con Lorena, su noviecita del cole por la amabilidad que tuvo el padre de ella en venir personalmente a invitarlo a casa, asegurándole que solo se trataba de una cena familiar para celebrar los 18 años de su hija – por favor no hay necesidad de esto
- Nora por favor, la idea de castigarlo sin privilegios fue tuya – corto Joseph y Claudio miro a su madre un poco confundido – yo quise darle una paliza y tu abogaste por sus virtudes – agrego dándole a entender a que se refería – así que como dije hace un momento, no te involucres – le advirtió y volvió a mirar a Claudio – y bien, ¿no vas a contestarme? – agrego elevando una ceja mientras miraba a Claudio que no sabía cómo reaccionar
- Papáaaa – musito sin entender
- ¿Cuántos años tienes? – volvió a preguntar y esta vez Claudio respondió sin rechistar, no quería enfadar a su padre más de lo que ya estaba, le daba mala espina la actitud de su padre
- Diez… dieciocho papá – respondió relamiéndose los labios
- Exacto hijo… dieciocho, ¡No! catorce ni doce – afirmo mirando a sus otros tres hijos – así que supongo que entiendes perfectamente lo que implica cumplir un castigo ¿verdad?, ¿o tengo que darte una repasada sobre mi regazo como a tus hermanos? – pico su padre sin dejar de mirarlo, cosa que ponía nervioso a Claudio y a Elías, mientras los mellizos sobre todo Bernardo miraba alucinado la escena sin inmutarse de lo que su padre acababa de decir – porque si es así ya sabes lo que tienes que hacer, o debo explicarte aquí delante de todos lo que quiero que hagas y lo que hare luego
- No papá, no es necesario – afirmo Claudio poniéndose rojo de pronto, imaginando la escena… totalmente horrible claro
- Me alegro entonces, porque no creo que te guste que a tu edad tenga que darte una paliza sobre mis rodillas como si fueras un mocoso y encima volver a quitarte tus privilegios una temporada más – afirmo su padre volviendo a meter el tenedor a su boca dando a entender que por su parte aquel tema estaba zanjado
Obviamente no fue del agrado de Claudio, a quien de rato en rato aun los colores se
subían a la cara al recordar la vergüenza de ser reteado como a un niño pequeño
delante de su madre y sus hermanos, sobre todo de los mellizos que parecían
disfrutar del mal rato que estaba pasando, a diferencia de Elías que veía a
Claudio como a un Dios adolescente; después de aquello todos terminaron de
almorzar envueltos en un espeso silencio algo incomodo, sobre todo para Claudio
que no paraba de dar vueltas y vueltas al asunto, definitivamente había sido
mala idea pedirle permiso a su padre.
Quizás no debió aceptar que
venga el papá de Yolanda a pedir permiso para la cena, quizás solo debió hablar con su madre y ver si ella
le podía cubrir una hora o en su defecto lo acompañe a casa de su chica… y con
ese pensamiento fermentando en su mente termino su almuerzo y como estaba
castigado limpio la cocina, el comedor y finalmente se fue a hacer sus tareas,
verdaderamente estaba aburrido, la misma rutina hacia sido desde hace un
mes, levantarse acomodar su dormitorio
bañarse, desayunar ir al cole almorzar limpiar la cocina a hacer los deberes,
ayudar a su madre o padre cuando tenía tiempo, podía ver la tele pero no usar
la computadora a no ser estrictamente necesario y todas las salidas se
restringían al cole, si había tarea en grupo era mejor que ofrezca la casa para
que vengan sus compañeros, cosa que no ocurrió porque no le gustaba el ambiente
medio macabro que según el reinaba, pero sobre todo porque en su grupo siempre
estaba Yolanda incluida y en casa no podría besarla ni abrazarla ni salir con
pretexto de comprar algo, aunque sea un helado a la esquina.
Pero la idea de que su madre lo lleve seguía rondando en la cabeza,
quizás era mejor decirle ya no mas si podía ella llevarlo un ratito, no iba a
quedarse solo quería darle su regalo, nada más, el problema era papá que no se
había desprendido de su mujer porque claro era el último viernes del mes y como
era tradición, su padre se tomaba la tarde libre para hacer algo con su esposa;
era por eso que Claudio tenía que apurarse a hablar con su madre, antes de que
haga planes con su padre, ahí si no tendría opción a nada, así que se armo de valor y fue hablar
con su madre cuando estaba en la lavandería.
- Mamá – le dijo con esa vocecilla de pajarito moribundo que tan bien conocía su mamá
- Ya sabes lo que dijo papá Claudio, no insistas – contesto su madre viendo como la cara de su hijo se destemplaba, nunca lo vio tan abatido – ya la podrás invitar el domingo al cine en la tarde y compensarla – trato de consolar, pero Claudio por alguna razón no encontraba consuelo en esa promesa y no pudo evitar bajar la mirada y esconder el dolor de lo que eso suponía – Claudio ¿mmm? …hijo – murmuro su madre cogiendo su mentón
- Solo quiero llevarle su regalo mamá, nada más y quería ver si tú me podías llevar, dárselo y volvernos – murmuro y su madre lo abrazo
- Está bien Claudio – sonrió su madre viendo a su hijo mirarla esperanzado – veré qué planes tiene tu padre y le diré que iremos al supermercado a comprar cualquier cosa, así que cuando yo te diga vamos tu sales conmigo rápido, pero no se te ocurra hermosearte ni ponerte perfume siquiera, sino el viejuco de tu papá se dará cuenta y tu y yo estaremos metidos en lio grande ¿bueno? – le dijo mamá cogiendo su cara entre sus manos, acercando el rostro de su hijo para darle un gran beso en la frente y abrazarlo, entendía a su muchacho, quizás no fue buena idea encerrarlo, el chico estaba deprimido y se deprimía cada día más y se frustraba cada día mas, quizás hubiera sido mejor que su padre le diera la paliza que pretendía, total no iba a molerlo a palos, tampoco lo iba a flagelar, quizás le hubiera dado uno o dos trazos adicionales o quizás hubiera aumentado la fuerza en las ultimas estocadas, pero definitivamente no hubiera muerto de dolor, llorar si, quizás mucho y quizás estaría magullado ese fin de semana, pero no hubiera estado encerrado.
- Gracias mamá – le contesto con el sol renovado en su mirada
- No me agradezcas todavía, que aun no hemos ido y no sé los planes de tu padre – le respondió
- Lo sé mamá – sonrió sinceramente
- Bueno ve a terminar lo que tienes que hacer
- Si – se despidió de su madre con un nuevo beso y abrazo
- Ah y la próxima – lo atajo su madre cuando Claudio se disponía salir – recuérdame no interceder en los castigos de tu padre – le dijo dándole a entender a que se refería y Claudio bajo la mirada, se sentía rojo de vergüenza, pero quizás su madre tenía razón hubiera sido mejor pasar página, total iba a ser una tunda ordinaria
- Lo hare mamá – y salió disparado…
Desgraciadamente, ni fue
Nora ni Joseph quienes confabularon en los planes de Claudio, sino una
emergencia real, Xesc el hermano de Joseph se puso muy mal, Teresa su esposa lo
había internado de emergencia e iban a entrar a cirugía, la úlcera duodenal que
tenia se había perforado y tenía una espeluznante hemorragia interna y al
parecer iban a reducir parte del estómago debido a la hemorragia y por la naturaleza tan delicada del asunto, ella
no quería estar sola, quería que su cuñado este con ellos en un momento tan
delicado.
- Claudio hijo – murmuro mamá tocando su puerta y Claudio se levanto como un rayo con una sonrisa sincera en los labios
- Ya voy mamá – respondió sacando una cajita envuelta en papel rosa, a Nora se le rompió el corazón
- No hijo, no – murmuro su madre con pesar mirando hacia el pasillo por si su marido subía – lo siento no podremos ir – le dijo acariciando su mejilla
- Pero porque – contesto destemplado
- Ha surgido una emergencia Claudio, tu tío Xesc está en el hospital con hemorragia interna, está en quirófano y tu tía nos hizo llamar, así que estamos yendo a verlo – le explico
- Pero y ¿a tu regreso? – al parecer Claudio no entendía lo que su madre le estaba explicando
- Es que hijo no sabemos a que ahora acabara aquello, puede ocurrir cualquier imprevisto así que nos quedaremos a hacerle compañía a tu tía Teresa – e iba a seguir contándole lo que posiblemente harían con su padre pero la cabecita de Claudio voló a otro rumbos
- Entonces mamá, ¿puedo ir a casa de Yolanda? – le pidió esperanzado de la indulgencia de su madre
- Ya has oído a tu padre – prefirió contestar antes de darle falsas esperanzas
- Por favor maaami, dame permiso para ir un ratito, te juro, te juro, te juro mamita que voy y vuelvo enseguida, no me voy a quedar por favor – le rogo cogiéndola de la mano mientras su padre ya empezaba a tocar la bocina
- NO hijo, lo siento pero no voy a contradecir a tu padre…, además tus hermanos con quien se van a quedar – eso era injusto, no eran unos bebes
- Solo un ratito, puedo ir con ellos en la movilidad si quieres, así no los pierdo de vista – le dijo desesperado, es mas estaba dispuesto a cargar con ellos hasta la casa de Yolanda con los mellizos y que estos le tomen de payaso una temporada, es que conociendo a sus hermanos seguro que se burlarían a la menor oportunidad, ambos estaban desde hace un tiempito como cabras locas riendo de todo y nada, volaba la mosca reían, el foco se quemaba reían, todo era chiste y claro llegaron a cabrearlo y se fue a quejar a su padre porque no le dejaban estudiar y su padre les había decomisado la X box y ahora los muchachos estaban de a malas con Claudio
- Voy a hacer de cuenta que no oí lo que acabas de decirme hijo, porque si tu padre se entera ten por seguro que no te sientas dos días y te quita el permiso de conducir – contesto Nora sin darse cuenta ni ella ni Claudio que los mellizos habían oído todo y ahora mismo estaban sonrieron entre ambos malévolamente, seguramente tramando algo para vengarse del chismoso de Claudio y de paso sacar ventaja
Tras eso mamá le dio la
espalda a Claudio saliendo al encuentro de su marido, pero con una sensación de
que quizás no era malo dejar que vaya y vuelva un rato, total Yolanda no vivía tan
lejos, estaba a tres cuadras de la casa y su hijo era muy responsable, pero ya
era tarde para dar marcha atrás su marido estaba al pie de las escaleras
esperandola; mientras tanto Claudio se sintió frustrado y dolido, pero no tuvo
tiempo para pensar en más su padre lo llamo de un grito.
- ¡CLAUDIO! – y a Claudio se le hizo ras el cuerpo
- ¿PAPI? – contesto al pie de las escaleras, creyendo que su madre le conto a su papá y ahora si lo iba a retear por algo que no hizo, sin darse cuenta que acababa de llamar papi a su padre como cuando era un niño y era dable, siempre le decía papi cuando estaba seguro de que estaba en problemas y sinceramente creyó que ahora tenía uno entre manos
- No voy a gritar desde aquí – le dijo mientras salía al patio seguido de los mellizos que estaban ahí estirando las orejas desde el pasillo con la pelota en la mano, si eran un par de sapos muy taimados y Claudio salió al patio tras de su padre con cierto grado de aprehensión, mirando de soslayo a sus tres hermanos que como nunca estaban juntos con la pelota en el patio, pero era claro que los mellizos estaban disfrutando de su pequeño tormento
- ¿Papi? – repitió con un nudo en el estomago mirando a su mamá con los ojos dolidos y acusadores y Nora también bajo de la movilidad creyendo que su marido iba a reñir a su hijo sin motivo, porque ella no le dijo nada pero sobre todo porque los mellizos curiosos dejaron la pelota a un lado y se acercaron divertidos para ser testigos del mal momento que iba a pasar su hermano mayor y Elías dejo el juego para colocarse detrás de Claudio y defenderlo desde una postura prudente, era claro que el menor adoraba a su hermano mayor; mientras que Joseph sonrió para sus adentros adivinando las intenciones de los mellizos y se acerco a Claudio y lo cogió de los hombros
- Estas al mando hijo, confío en ti – le dijo y Claudio no entendió nada de nada mientras su mamá se acerco a acariciarle la mejilla sonriendo – y ustedes tres van a hacer caso a su hermano, él está a cargo hasta que regresemos a casa – les advirtió mas a los mellizos que a Elías porque sabía que el menor nunca metería en problemas a su hermano mayor a posta, lo adoraba y seguía ciegamente, menos mal Claudio era un niño aplicado y muy centrado en sus cosas
- ¡PERO ESTA CASTIGADO! – gritaron los mellizos sincronizados en un claro reclamo, aquello era el colmo, como se le ocurre a su padre darle el mando a su hermano si estaba en calidad de preso domiciliario
- ¡Estás loco! si piensas que te vamos a hacer caso – grito Bernardo girándose para ir de nuevo al patio, según él, el tema quedo zanjado pero su padre lo cogió de la oreja, si no se ponía firme desde un inicio las cosas se desmadrarían con ambos sobre todo con Bernardito… su oveja negra
- PLAF PLAF PLAF… el caso me lo hacen a MI – grito papá frunciendo el ceño, ¿sería posible que tenga siempre que poner pegas a todo?
- AUUU – se quejo Bernardo mirando malo a su padre – bueno ya papá – agrego pero sin atreverse a reclamar a mas de eso
- Nada de ¡Bueno ya! – le remedo – ustedes dos me obedecen a su hermano o a mi regreso tendremos feos problemas, estoy hablando MUY en serio – les advirtió – pero por si acaso, NO hay salidas a ningún lado bajo ningún pretexto y no quiero peleas porque de verdad, de verdad me voy a enojar mucho con ustedes y se van despidiendo del verano – los amenazo y los mellizos torcieron el hocico que ambos tenían grandes planes para las vacaciones de verano que estaba casi a puertas de la casa
- Y qué tal si él nos quiere mandonear y y y que se yo APROVECHARSE de su rango – hablo Saúl
- Yo nunca hice eso – se defendió Claudio y su madre le puso una mano en el hombro para que se calle
- Pues me lo hacen saber y yo sabré que hacer, pero ojo, si descubro que están tratando de meter en líos a Claudio se las verán conmigo y se van olvidando del viaje con Javier – y eso convenció totalmente a los chicos
- Que sucio has caído Joseph – le dijo Bernardo sin poder evitar aquello, siempre había soñado llamar a su padre por su nombre y hasta ahora no se había presentando tan brillante oportunidad, así delante de todos para que nadie se niegue y encima salirse con la suya
- ¿Cómo? – pregunto Joseph girándose en redondo sobre sus pasos, que para eso ya estaba entrando a la movilidad y se paró a mirar a su hijo con el ceño fruncido
- Ya, ya no es para tanto, solo he dicho “que sucio has caíto Papi”… ¿suena mejor? – y le regalo una de sus famosas sonrisas, la más encantadora de todas mostrando todos sus hermosos dientes y pestañando como cuando era un bebé, ¡una monada!
- Bueno ya basta, estamos atrasados Joseph – intervino oportunamente Nora antes de que su marido se enoje y Joseph cogió a Bernardo de la cara pensando en lo pillo que era su hijo
- Pórtate bien cara dura – murmuro besando su frente y haciendo lo mismo con el mellizo suelto y Elías – y ¿tu? – le dijo a Claudio cogiéndolo de los hombros – no dejes que se te suban al cuello, confió en ti hijo, ¿me has entendido?, confió en ti
Y esa fue
la perdición de Claudio…
jajajaja son graciosos los deditos....
ResponderEliminarYa quiero ver como le va a Claudio ah pero que fastidiosos son los niños y luego en par uufff que mal jajaja
Ah esa mamá si que la regó con su hijo que lo condenó al encierro y con nosotras que queríamos ver acción jajaja
Joseph me cae fatal que les pasa con las varitas es un estrumento que no me gusta marambra tienes que sacarlo de tus historias y Camilo ojalá que no le de motivos para que papá le diga confíe en ti y me fallaste jaajjj
ResponderEliminarTe quedo muy bien
Que se me hace que Claudio estará mucho más antes de lo soñado en un gran problemas con sus hermanos, jejjee.
ResponderEliminarQue bueno que hayas decidio seguir con esta historia Marambra, estan muy lindos los personajes.
Un abrazo
Ginebra
PD. me encantan los deditos
Huele a problemas y muy grandes... ya quiero leer el proximo para saber en que lios se meten.
ResponderEliminarErina
Oh no debiste cortarlo en tan interesante punto, ahora a comerse los dedos de nervios.
ResponderEliminarOli
La imagen de los deditos era para que tengamos más uñas para morder no?
ResponderEliminarQue bueno que nos hayas regalado más capis de el regalo de Terry... ya quiero saber como les va a los chicos solos en casa.
Jajaja un chico se libro de una manotazo pero como se le ocurre contestarle a si a su padre. No creo que el mayor se vaya a quedar quietito.
ResponderEliminarMary