Lineas del tiempo: Cap 1: Autora Mary C.

Líneas del tiempo

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 9 de Octubre del 2017

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Primera parte

Autora:  Mary C.

Luis es el hijo más desobediente, burrito, inquieto y el más lengua suelta y no porque se la pasara todo el día diciendo groserías, ¡claro que no!, aunque tampoco era que no las dijera, pero tenía una manera de contestar que a veces, sin decir que siempre, lo metía en problemas, eso se debía a la confianza que le daba el poder del dinero y no es que él era un millonario, pero si era el hijo de un importante empresario, lo gracioso era que al ser quien era se esperaba de Luis un ejemplar vocabulario, pero no solo eso sino que también destacara como lo hacían sus hermanos.

Walter su padre tenía dinero y ¡vaya que lo tenía!, había trabajo duro para conseguirlo y quería lo mejor para sus hijos, por esto es que iban a las mejores escuelas, no escatimaba gastos en cuando material de lo mejor en pro de su educación  e incluso les puso maestros particulares que refuercen sus lecciones y con esto garantizar que fueran los mejores, pero ninguno de ellos llevaba el mismo tenor, Luis tenia maestros de regularización… es que el muchacho necesitaba redoblar sus esfuerzos para conseguir mejorar su calificaciones, a diferencia de sus hermanos que si bien tenían maestros particulares eran para mejor sus talentos en música o deportes, dos de sus hermanos eran excelentes deportistas y otro tenía el talento de la música sin olvidar que eran buenos estudiantes.

En cambio Luis con 14 años no hacía más que salir de un problema cuando ya entraba a otro, no era ni una semana de la paliza que le diera su padre y definitivamente ahora no se escapaba de otra.

Apenas sonó la campana del descanso Luis se salió de la escuela por un escondite que ya tenía bien ubicado, aun quedabas dos clases mas pero simplemente había perdido el interés de seguir intentando hacer las cosas que le pedían, ya tenía sus miedos es sus manos, ¿a que se quedaba? no tenía ganas de escuchar otro sermón de un maestro más; así que se salió y tomo un camión… algo que no solían hacer sus hermanos ya que siempre los llevaban y los traían por lo menos a los menores, el mayor tenía su propio coche regalo de cumpleaños apenas cumplió los 20, así que tampoco usaba aquel transporte; así que todo esto era una novedad, y como tal se sentó a disfrutarla, acomodándose en la parte trasera del camión pensando en la que le esperaría, ¡UUUYYY que nervios!, pensó; algo tenía que hacer, suspiro y llevo su cabeza hacia atrás cerrando los ojos haciendo una mueca con la boca al recordad el jueves de la semana anterior, apretó las manos evitando llevarlas al trasero aun recordaba el ardor del cinto como si fuera hace unos minutos.

Era miércoles por la tarde, su padre ya estaba en casa en su gran oficina a la que nadie entraba, ni tenían permitido entrar, era exclusiva para el trabajo de Walter que si bien tenía una empresa, en esa oficina tenia gran control de su trabajo y le permitía estar un poco con sus hijos ya que era poco lo que les veía en la semana.

Fue una mañana común, ir a la escuela, hacer tareas y tomar clases de repaso, el problema se formó cuando el profesor particular le reclamara a Walter que su hijo no quería hacer nada y no hacía nada por mejorar, que ya dos veces le había hecho señas ofensivas y que en vez de hacer los trabajos  que le pidió se ponía a jugar en la computadora en una tonta página resolviendo preguntas o juegos solo para perder el tiempo e ignorarlo, pues lo hacía frente a él sin importarle un cuerno su presencia, haciéndolo con más frecuencia solo para hacerle rabiar y era por eso que el profesor ya harto decidió renunciar esa tarde.

• Deja de hacerte tonto – le dijo su padre apenas entro al cuarto de Luis después de escuchar todo lo que el profesor le reclamara – no estoy gastando dinero para nada, quiero que te pongas al día con la escuela ¿qué pretendes?, ¿no aspiras a nada? Porque créeme que con esas calificaciones y esa falta de interés no vas a llegar a nada… solo a barrendero o limpia piscinas, ¿eso es lo que quieres? o ser un saca copias de profesión
• ¿Y si lo soy qué? – Respondió Luis parándose de su cama hacerle frente a su padre – que te importa, no va a ser en tu estúpida empresa no te preocupes
• ¡No me vuelvas a contestar así! – Walter elevo un poco la voz, porque aquel tono de su hijo lo enojaba bastante – lo único que quiero es que no seas un mediocre, para eso estoy gastando tanto dinero en maestros particulares – le reclamo molesto
• Pues por mí te puedes meter tu estúpido dinero por el culo – Luis estaba fastidiado, ¡dinero! según él, era lo único que le importaba a su padre “el estúpido dinero”

Walter por un momento se quedó quieto reaccionando poco a poco, acababa de retroceder a las palabras que su hijo había dicho, ¡que insolencia!

• Como te atreves a háblame así mocos grosero, mal agradecido – dijo tomándole de la mano y llevándoselo a rastras a su cama, como pudo se había quitado el cinturón y con algunos movimientos más se deshizo del pantalón de Luis, logrando acomodarlo en una posición que le permitía estampar aquello en la nalgas desnudas del chico,  logro dejarlo inmóvil en sus piernas ya que Luis era de pelear para liberarse y en esa posición le era  difícil salir pues no solo era la mano de su padre la que detenía sus manos en su espalda con fuerza sino sus pies los que lo tenían prensado sin dejarlo salir
• No, no déjame, déjame papá, noo – al ver el cinturón de su padre, Luis, perdió todo el valor que había adquirido
• ZASSSS, ZASSS, ZASSS, ZASSS, ZASSS – Walter estaba decidido
• Aaauuuuaauuuu – empezó a llorar, de un tiempo a la fecha había sacado a su padre del quicio más que nadie de sus hijos
• ZASSSS, ZASSS, ZASSS, ZASSS, ZASSS
• Buaaayaa, auuuuuubuaa – solo le dio diez con el cinto y estos bastaron para dejar las marcas bien pintadas que seguro algunas se harían moretones por la fuerza, no dio más con el cinto pero si dejo
• Ya te voy a enseñar yo a tener respeto mocoso majadero – advirtió antes de seguir con la mano – PASSSS, PASSS, passs, passss, passs, PASSS, PASSSS, PASSS, PASSS, PASSSS, passs, passs, passss, passs, passs, PASSSS, PASSS, PASSS – y una lluvia de palmadas fue cayendo sin descanso alguno…

El trasero le había dolido por días, “que fastidio” se decía moviendo la cabeza de un lado a otro tratando de ir formulando algunas ideas, convencido de que algo tenía que hacer. Pero por más que lo pensaba todas las ideas solo le llevan a más problemas si era atrapado.  Y claro que fueron sus malas decisiones las que le llevaron a que sus problemas empeoraran aquella tarde cuando estuvo realmente aterrado y todo por sumarle entrar a aquella página en la internet y lograra resolver una gran parte de juegos y preguntas.

Hacía dos semanas que entraba aquella página, para muchos muy aburrida pues se veía que eran pocos los que entraban al sitio que no tenía ni lógica ni cabeza, pero a él le pareció interesante perder el tiempo en ese sitio, así es,  solo entraba ahí para perder el tiempo mientras comía alguna que otra golosina solo porque no tenía ganas de hacer trabajos o no quería estudiar… ¿para qué? se preguntaba convencido que de todos modos por más que trataba de estudiar no daba una, era el idiota de la casa, solo esa palabra le hacía falta que le dijeran, sus hermanos eran los inteligentes, los deportistas y quien sabe cuántas cosas más, él solo era el de los problemas.

Aun con la cabeza saturada de tantos pensamientos Luis llego a su destino casi una hora después de subir al camión pidiendo la parada y bajando, pasando por una tienda y comprando algunas golosinas, después camino por un rato hasta llegar a un edificio viejo, era un lugar apartado donde pocas personas transitaban, su primer error de la tarde, no ir directo a casa, ¿pero cómo lo iba hacer si ya estaba metido en tantos problemas?.

Entro al edificio viejo el cual solo estaba tapado con algunas tablas para que las personas no pasaran. Como siempre entro a hurtadillas al lugar aventando su mochila en un rincón y sentándose en un viejo sillón que aún estaba en el lugar. No sabía qué hacer… no quería llegar a su casa, así que pensó ¿qué tal si se quedaba ahí?, total nadie iba a ese lugar y si iban, él conocía los mejores lugares para esconderse, se pensó largo rato las cosas llegando a la conclusión de que el mismo podría vivir por su cuenta, así que tomo su teléfono y empezó a grabar un audio el cual hizo como cinco veces pues no se convencía del contenido, le temblaban las manos por mandarlo sin prestar atención a su alrededor y sin saber que alguien ya lo esperaba.

Apenas se decidió por mandar el audio y según él resolver toda su vida en unos minutos, se paró decidido pero antes de pronunciar palabra alguna de aliento para el mismo, alguien le tapó la boca con un trapo con el que pronto cayó dormido… alguien lo acaba de plagiar.