Líneas del tiempo
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 9 de Octubre del 2017
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Segunda
parte
Autora: Mary C.
Luis
despertó dos horas después, estaba amarado en una silla asustado porque no
sabía que pasaba, tenía los ojos vendados un poco apretados y solo se empezó a
mover con brusquedad, poniéndose inmóvil cuando escucho una voz.
- Tranquilízate chico, ¡tranquilo! – hablo más fuerte el hombre pero sin llegar hacer brusco, era Martin, Luis se quedó inmóvil como una piedra – bien, escucha con atención, estas muy lejos de tu casa y nadie te puede escuchar si gritas – le advirtió por si acaso se le ocurra semejante tontería – así que te recomiendo que no lo hagas... ¿me entendiste?, así que no quiero que grites porque si lo hacer te voy a poner nuevamente el amarre en la boca – siguió con vos tranquila y Luis solo asintió con la cabeza, fue cuando Martin decidió hablar de lo que realmente queria – eso espero niño... has estado entrando a un sitio web y has podido resolver los problemas que aparecen... nos vas ayudar a resolver algunos más ¿entendiste? – murmuro y Luis volvió a asentir, así que Martin confirió algunos derechos – bien te voy a quitar la mordaza, pero recuerda no gritar, ¿estamos? – recalco con calma quitándole la mordaza de la boca, pensando que Luis colaboraría pero bueno
- Pero que mierda se cree... QUIERO QUE ME DEJE IR – grito exigiendo
- ¡Callado! – grito Carlos dándole un golpe en la cabeza – plas
- Aauuuu – se quejó Luis cuando le golpearon
- No golpes al niño – dijo molesto Martin elevando un dedo como si lo advirtiera de algo
- Está bien – respondió el joven que seguro lo golpeo
- ¿Me…me van hacer daño? – pregunto Luis atento a los movimientos de Carlos que se había acercado mucho
- Te cortare la lengua si vuelves a gritar – amenazo de mala manera Carlos, por lo visto era un fosforito
- No lo amenaces – le advirtió Martin haciendo que Carlos se calle, volcando su atención de nuevo a Luis – chico estarás bien solo nos tienes que ayudar con algo
- ¿Porque yo? – pregunto de pronto Luis un tanto preocupado pero aun molesto
- Ya te lo dije, solo tienes que ayudarnos con algunas cosas y te podrás ir – repitió Martin
- ¿Quieren dinero?, ¿es un secuestro?
- Tómalo como quieres niño – respondió Carlos, fastidiado con el mocoso
- NO SOY UN NIÑO TENGO 14 AÑOS – dijo enojado pues ya era como la tercera vez que le llamaban niño y Martin rodo los ojos
- Bien puberto – lo insulto antes de recalcar lo que ya le había advertido minutos ante – pero no vas a salir de aquí hasta que hagas lo que te pedimos, así que te combine hacer caso y que no trates de huir
- Bien mocoso empieza a resolver las cosas – dijo en cambio Carlos volviendo a golpear su cabeza pero suavemente obligándolo a sentar en una silla dejando caer unos papes delante
- ¿Y cómo pretendes que lo haga?, no tengo rallos X sabes, que no veo ni mierda – respondió Luis con mucha actitud recibiendo un nuevo golpe en la cabeza – AUUU – grito porque este si fue fuerte
- Si lo vuelves a golpear te vas a arrepentir – y Carlos sintió un golpe moderado en la nuca haciéndolo gruñir de enojo – bien quítale la venta de los ojos – ordeno Martin, apenas se pusieron una máscara
Apenas
se la quitaron Luis solo parpadeo un par de veces para poder recuperar la
visión y cuando pudo ver, se dio cuenta que estaba en un lugar cerrado y había
cuatro hombres pero el solo había escuchado a dos hablar, las otras personas
eran algo que no se esperaba por lo que se quedó un poco inmóvil, los cuatro
tenían mascaras en la cara por lo que no les podía ver el rostro.
- Libera sus manos para que este un poco más cómodo – volvió a decir Martín y Luis se giro para verlo, había reconocido su voz, y apenas lo liberaron le dieron una libreta y una computadora que para él era del año del caldo era muy vieja, reviso los cables y definitivamente no había una conexión a internet
- Mi familia me va a estar buscando – murmuro Luis viendo la pantalla
- Bien por ellos niño – como de costumbre el que hablaba era Martin con calma y tranquilidad
- Grrrr, ¿porque yo? – reclamo molesto por la insistente palabra “niño”
- Diego: tú fuiste uno de los que resolvió más problemas casi un total de 20 – esta vez fue Diego el que hablo con calma y Luis se gro para ver quién era – muchos solo pudieron con uno o dos, solo por eso – Diego permanecido como hasta ahora, quieto, muy tranquilo y amable – debes ser un genio – agrego convencido
- Laag – Luis no pudo evitar reír – deberían decirle eso a mi padre – agrego con una sonrisa – cree que soy un idiota, burro sin remedio que terminare limpiando piscinas o algo por el estilo
- Pues tu padre ignora que tiene un genio en la familia – gruño Martin con disgusto, odiaba a la gente que se creía más que el resto
- ¡¿MMM?¡ – pensó un momento – no creo tal vez se están equivocando de persona – concluyo convencido
- Lo dudo chico, te hemos vigilando… tu eres el que resolvió los problemas – dijo Diego, y Luis no pudo evitar voltear a ver al cuarto hombre que no había hablado, aquel se había encargado de seguirle el paso y estar al pendiente de sus movimientos – y por cierto entras a muchos sitios algo inapropiados para tu edad
- ¿¿JJAA?, ¿me han estado espiando?? – pregunto Luis
- Cierto – contesto el cuarto hombre sorprendiendo a Luis oyéndolo por primera vez, quien habló tenía la voy más fina, más juvenil, muy pacífica y era de apariencia joven a pesar de que no le podía ver el rostro, no era muy alto era mucho más bajo que los otros tres – por eso sabemos que tu resolviste los problemas, eres muy inteligente – dijo como si admitiera un hecho irrefutable
- A ¿si?, bues deberían decirles eso a mis maestros – murmuro Luis y los cuatro hombres solo se quedaron callados volteándose a verse
- ¿Tus maestros no aceptan a un genio en clases? – frunció el ceño Martin, que a leguas se notaba era el jefe
- ¿Un genio?, pero dale con eso, si fuera un genio no hubiera reprobado 5 materias – Luis frunció el ceño
- ¿Cinco materias? – de nuevo Martin, sorprendido en realidad
- Sí, me han dado las notas el día de hoy y los maestros piensan todo lo contrario – y uno de los hombres saca de la mochila todo y de esta salió una lista y algunas hojas, eran los exámenes... aquel hombre las hojeo
- Niño eras idiota ¿o qué? – reclamo Carlos enojado como si le importara
- Oye no ¿que era un genio? – reclamo molesto por la ofensa
- 48, 60, 80, 50, 58, 85, 59, 56, 72 – empezó a recitar Carlos sorprendiéndose y enojándose con lo que veía – ¡esto!... ¡esto hasta da vergüenza! – grito y tiro los exámenes en la mesa – ¿estás seguro que este es el chico?
- Si... a ver déjame ver – murmuro Max, quitándole las hojas –vamos chicos pero si has reprobado 5 materias y las demás son un asco
- Pues es lo que les estoy diciendo desde hace rato… que no soy un genio y ustedes insisten – se dio el lujo de responder restregándoles en la cara su verdad – tienen a la persona equivocada
- ¡MIERDA! – grito Carlos enfadado – ¿hemos perdido todo este tiempo para nada?, pero si serás imbécil, tu dijiste que era el mocoso – le reclamo al más joven tomando casi del cuello
- ¡Déjame! – chillo Max casi cayendo
- Basta ya, déjale de una buena vez – Martin se paró de inmediato, rugiendo prácticamente y Carlos dejo al otro el cual se masajeo el cuello
- Ggrrrr – gruño Max frotándose el cuello
- ¿Estás seguro que este es el chico? – le pregunto a Max con la voz con mucha tranquilidad y amabilidad
- Si, lo observe por la cámara cuando resolvía los problemas
- Bien – Martin se dio por satisfecho con eso y volcó su atención a Luis – muy bien chico solo tienes una opción y es ponerte a resolver estos problemas – y apunto la computadora – no me importa como los resolviste si eres o no, pero los tienes que resolver, así que te aconsejo que empieces
- Pero si les estoy diciendo que no soy un genio – insistió Luis
- Pues no importa si solo eres un chico al que le interesas poco sus responsabilidades en la escuela – recalco Martin – pero eso ya es asunto de otra persona no mío, así que empieza, cuanto antes mejor
Y
dos de los hombres salieron de aquel cuarto quedando para su mala suerte el
hombre que desde un principio lo amenazo y el otro que parece que lo estuvo
vigilando por la cámara de su computadora.
- Me duelen los pies ¿no me puedes quitar esto? – pregunto Luis que tenía unas cadenas en los pies las cuales estaba muy bien sujetas, no le lastimaban pero no podía moverse con facilidad
- Deja de llorar niño y termina – grito Carlos – mierda porque tengo que cuidando al mocoso – se quejo y Max gruño molesto de tener que escucharlo – ¡no vuelvas hacer eso! – le advirtió Carlos, pero Max solo le ignoro dándole la espalda, cosa que molesto a Carlos que no dudo en golpearlo – PAAASSS PASSS
- AGGGAAA – chillo asustando a Luis
- ¡Oye! estás loco – lo acuso mirando la escena cuando ya no ms sintió un golpe similar
- PASSS
- AUUUUU – y grito con todo sus pulmones, aquel golpe sí que le había dolido – shhhff – sollozo, de verdad lo lastimo
- No lo golpeees – le reclamo Max
- No me digas ¡que mierda hacer! – grito y se giro para mirar a Luis – mejor deja de hacerte el idiota y has algo en vez de solo leer esa estúpida pendejada – y volvió a golpearlo – PAAASSS
- AAGG… BASTA DÉJAME
- ¿Pero qué mierda está pasando? – interrumpió Diego enojado con Carlos – Te dije que lo dejes en paz, ¡sal de aquí!
- Está bien – contesto Carlos de pronto mas modosito aunque conservaba algo de actitud altanera
- ¿Qué ha pasado? – pregunto Martin
- Ese me ha pegado shhff – se quejo Luis
- A ti también te ha golpeado verdad – le pregunto Diego a Max quien afirmo con la cabeza – aaggg quédate con el niño…
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