Carrusel: Cap. 16; Autora Nicole

Carrusel

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 7 de Mayo del 2018.

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Capítulo 16

Autora: Nicole

Estaban por iniciar las clases del viernes, todos los estudiantes ordenados en columnas para ingresar a los salones de clase, pero en el grupo de Helena faltaban algunos de sus chicos, pero ella no lo noto por lo que les indico al resto que entraran silenciosamente y  fue como si le hablará a la pared, pues los chicos armaron tal escándalo que la profesora tuvo que taparse los oídos y suplicarles que bajaran la voz.

En las bancas de la escuela estaba el pequeño Cirilo, que había pedido permiso a su profe para ir al baño, pero en lugar de regresar al salón  se distrajo leyendo una revista mientras dos chicos lo observan encaramados en un árbol que estaba plantado dentro de la escuela.

• Oye Paulo. ¿Estás seguro que Cirilo nos creerá?
• Claro, completamente. Es tan ingenuo, que estoy seguro que jamás ha escuchado sobre eso. Ven vamos a decirle – Jalaba a su cómplice del brazo para que fuera con él hasta dónde estaba el chico de tez oscura
• Hola amigo ¿Cómo estás? Saludaron ambos chicos, dándole unas palmaditas en el hombro a Cirilo
• Bien y ustedes ¿Qué tal? – Les pregunto él a ellos
• Muy preocupados, por la salud de la directora Olivia – dijo Paulo
• Si,  la  pobre, está al borde de la muerte, es una pena. No éramos sus mejores amigos, pero sigue siendo la gran jefa – decía Koki  con  cara de circunstancia
• ¿Qué  es  lo que  ella  tiene? – Pregunto preocupado Cirilo
• Una enfermedad muy contagiosa – dijeron los chicos
• ¿Qué enfermedad es esa?
• Ay Cirilo, la directora tiene Hemorroides en el corazón – dijo Paulo
• ¡¿Hemorroides en el corazón?!  Nunca en mi vida oí hablar de algo así – Mientras Cirilo se quedaba pensativo, Paulo y Koki  intercambiaban miradas cómplices
• Pobrecita la directora, me imagino cómo ha de sentirse Y ustedes ¿Ya hablaron con ella?
• Yo no tengo valor de hablar sobre eso, la verdad lo intente, pero se me enredó la lengua – habló el chico de orígenes japoneses
• A mi esa señora no me quiere ver ni en pintura, pero a ti si te recibiría, estaba pensando ¿Por qué no vas y le das animo Cirilo? – dijo Paulo
• De acuerdo iré, realmente me he quedado preocupado por la salud de Doña Olivia, Gracias por informarme amigos – Dijo mientras caminaba hacia la oficina de la señora
• ¡Ja, ja, ja, ja, ja! – Se reían ambos niños, agarrándose el estómago con ambas manos, luego cuando pararon de gozar, chocaron las cinco, como hacían siempre que tramaban algo juntos

La cabeza de Daniel daba vueltas, recordando lo que sus compañeros habían comentado, cómo no se podía concentrar, pidió permiso para ir al baño y estando allá, empezó a hablar en voz alta.

• Es cierto lo que Jaime y los chicos dicen, siempre me porto bien, la niñez pasará por mí y yo sin haberme divertido como siempre he querido, ni  una  sola vez  en  toda  mi  vida – meditaba caminando como un gran pensador de un lado a otro mientras hablaba –  No, no y no Daniel, ¿Pero en qué estás pensando?¡No te dejes convencer! Piensa en las consecuencias por las malas acciones – como siempre su mentecita o mejor dicho la voz de su consciencia lo frenaba – ¡Pero cómo soy tan inteligente y bien portado, nunca se darían cuenta que fui yo! – y ahí iba el espíritu maligno de su ego que le hacia dudar y empujaba soltarse alguna vez – ¡¿Y si algo sale mal?! si… ya sé que mis padres me enseñaron a ser positivo y pensar en lo mejor, sin embargo tengo que ser realista, la verdad siempre sale a relucir – se decía así mismo, cualquiera que lo oiga o vea podia decir que estaba loco porque hablaba en voz baay luego en voz alta, caminaba y se sentaba –  ¡¿Lo hago o no?! – Grito desesperado mientras se cogía la cabeza con ambas manos – ¡Oh no! Estoy tan confundido – se lamento sentándose en una esquina, volviendo a meditar en sus opciones – Cómo diría Koki, solo hay que tener la astucia de un shinobi, pero la mía solo es con los estudios. Oh, no y ahora tengo un gran dilema

Y sin decidirse ni a blanco ni a negro, Daniel volvió a caminar en haciendo círculos.

Mientras tanto, Koki y Paulo entraban al salón, la profesora les pregunto el porqué de la tardanza y ambos mintieron.

• Y ustedes dos ¿Por qué llegan a estas horas?
• Profesora es que olvidé algunos cuadernos en casa y tuve que devolverme y usted sabe –  decía Koki
• La causa de mi tardanza fue culpa de Marcelina – aseguro el muchacho mirando a su hermana con veneno – ella me hizo una broma de mal gusto; escondió mis zapatos y yo ahí media mañana buscándolos  y  por eso, se me pasó el tiempo
• Eso no es cierto Paulo – le reclamo la hermana
• ¡Cierra la boca! ¡Mentirosa! Sabes perfectamente lo que hiciste
• ¡Grosero! – Respondió la niña
• Paulo esa no es forma de hablarle a su hermana – dijo la profesora
• Yo solo digo la verdad – se defendió el niño
• Ya está bien. Ustedes dos tomen asiento y que no se repita ¿De acuerdo?
• Le prometemos que no pasará más profesora Helena – Dijeron y se sentaron

En la dirección de la escuela…

• Buen día Directora Olivia, puedo pasar – pregunto el niño de tez oscura
• Si, adelante – Dijo ella, y enseguida el chico paso y tomó asiento –¿Qué se le ofrece?
• Yo solo quería saber ¿Cómo sigue de salud la señora? ¿Ya está mejor? – le pregunto todo inocente
• ¡¿Mejor?! ¡¿De qué está usted hablando niño?! – pregunto Olivia desconcertada
• Hablo de su enfermedad, estoy muy preocupado por la situación tan grave que usted tiene que enfrentar. Ojalá que no muera. Yo en realidad la aprecio mucho – dijo tan solemne que paralizaba a cualquiera
• ¿Pero qué rayos está usted diciendo Cirilo?
• Hablo de sus hemorroides en el corazón, como nadie le ha importado su problema. Yo Cirilo Rivera vine personalmente a darle ánimos – su seriedad para alguien que no lo conocía era sospechosa y este fue el caso
• ¡¿Qué?! Mocoso insolente, usted va a recibir una lección, ¡¿Cómo se atreve a faltarme el respeto de esa manera?! – grito la vieja como un gorila asustando a Cirilo  – Esto es el colmo, esta no se la paso Cirilo, tráigame inmediatamente su agenda, llevará una advertencia a casa, y quiero que sea  firmada por uno de sus padres – La directora echaba chispitas por los oídos, quería ahorcar a Cirilo por lo que había dicho
• Directora, yo no… – El niño trataba de hablar, pero Doña Olivia no le dejaba
• SILENCIO. No quiero oír una sola palabra. Debería expulsarlo por atrevido – dijo como si le estuviera haciendo el favor de tenerlo en el colegio
• Pero es que…
• Se calla le dije y me da la agenda… ¡Grandísimo descarado! pero ya va a ver – Hablaba Olivia todavía enojada
• Pero sí Paulo fue el que me dijo que usted estaba enferma con eso – Cirilo realmente no entendía porque del enojo
• ¿Qué dijo?
• Lo que oyó la señora
• Ah con que esas tenemos, ¿Así, que usted anda de aliado con Paulo Guerra para burlarse de mi verdad? Esto lo vamos a solucionar ahora mismo – La directora iba saliendo en dirección a la clase de la señorita Helena
• No es eso,  directora por favor… – Cirilo se quedó con la palabra en la boca
• Y salió al lado de la directora camino a su curso, mientras tanto Daniel acababa de resolver su dilema
• He tomado la decisión de hacerle una broma a la profesora Matilde, después de todo lo que importa es divertirme y  en mi mochila tengo lo que necesito – Decía Daniel Mientras salía del baño de varones

El chico regreso al salón de clases, se sentó y escucho las lecciones de cada asignatura, como bien él había dicho la profesora anunció el examen parcial para el miércoles de  la siguiente semana. La profesora estaba dando un repaso de  los temas  a sus alumnos, cuando aparece histérica la Directora y se lleva a Paulo a su oficina, entonces Helena preocupada  les siguió a ambos, mientras Daniel aprovecho el estrépito que estaban ocasionando sus compañeros y saco un frasco de  Resistol de su maleta y lo metió en una bolsa oscura, como todos estaban entretenidos haciendo desorden, ni cuenta se dieron cuando el muchacho salió por la puerta en dirección al aula de música; Daniel tenía todo perfectamente planeado pues sabía que a esas horas Matilde dormía su siestecita por lo que se apresuró en ir  y para suerte del niño, encontró la puerta ajustada, entró sigilosamente y vació la mitad del pegamento en el cabello de la profesora La cual dormía profundamente encima de un piano; que ni sintió cuando el muchachito le aventó el líquido en la cabeza,  pues  era  de  aquellas personas con sueño pesado que puede pasarles un tren  encima y siguen durmiendo como si nada. Daniel vio lo que había hecho así que, metió lo que quedaba en la bolsa de color negro, salió rápidamente del aula y se encerró en el baño, allá dentro tiro la evidencia en un tinaco de basura, procedió a lavarse las manos, pero cuál fue su sorpresa, cuando se dio cuenta que algunos restos del pegamento no salían, el chico empezó a preocuparse.

• ¡Oh no! ¿Y ahora qué hago? – Se  preguntó – ¿Y si descubren que fui yo? Será el fin del mundo. ¡Definitivamente negare todo! Noooooo… No podría hacer algo así, sería mentir, ¿Pero si confieso? Tampoco es buena idea, mi expediente escolar quedaría manchado para el resto de mi vida. ¡Qué dirían mis padres! No esto no puede ser. Sería una vergüenza para toda mi familia. ¡Santo cielo! En lo que me vine a meter – Hablaba el crio  sin parar, quien  en aquellas instancias era  un manojo de nervios.

Bueno para mis queridos lectores fans de Carrossel. Aquí esta lo que esperaban Daniel metido en problemas… (Fue lo que se me ocurrió, una inocente travesura para un chico tan gentil y bueno como él) Espero sus aportes y comentarios ya que de ellos depende el futuro del chiquillo ja, ja, ja.

Saludos y espero haya sido de su agrado…