Covid - 19
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 27 de Abril del 2020.
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Confinamiento del coronavirud
Confinamiento del coronavirud
Autora: Terry
- Ya Chus… basta hijo, no
es que yo no te deje salir es por todo lo que está pasando – Chus
se cruzó de brazos
- Pero si solo será un
ratito papi… anda ¿si? – Luis le quedaba muy poca paciencia,
porque con los tres chicos en casa si no se estaban peleando entre ellos
empezaban a gimotear que querían salir a la calle y le gritaban como si el tuviera
la culpa de que no pudieran salir
- Ya hijo ni mucho ni poco,
no se puede y ya eres grandecito para entender la situación – Chus
dio un pisotón en el suelo
- ¡No es justo! – y
se le cayeron dos lágrimas por sus mejillas, Luis en vez de enfadarse lo abrazo
- Lo se cariño, sé que
estás agobiado es ya casi un mes sin poder ir a la calle, pero es la forma más
sensata de no contagiarnos ¿si? – Luis estaba tratando por
todos los medios de hacer que sus hijos pasen lo mejor que puedan dadas las
circunstancias, pero era difícil inventarse que más hacer – ¿quieres que hagamos un asado en el
jardín? así estaremos al aire libre y jugaremos los cuatro a lo que queráis – Chus
se tranquilizó un poco, eso que le dijo su papá no sonaba mal del todo
Y tras haber aceptado se pusieron manos a la
obra y prácticamente pasaron una tarde amena, tras el almuerzo jugaron un partido
de baloncesto dos contra dos, pero todo se arruinó cuando empezó a llover muy
fuerte y tuvieron que entrar a casa, Luis quiso tenerlos entretenido con juegos
de mesa pero ya ninguno quiso nada, cada cual se fue a su habitación David y Ismael
empezaron hacer su tarea pero Chus empezó a chatear con sus amigos que cada vez
le daban ideas más desastrosas para poder encontrarse, al final quedaron en que
cuando sus padres se acostara ellos irían al parque donde siempre se juntaban y
allí pasarían un buen rato
Y
con eso en mente se puso de mejor humor porque solo le quedaba esperar algo más
de cuarenta minutos después de la cena, porque a esa hora su padre enviaba a
todos a la cama y claro Chus no rechisto esta vez, es más se apuró en ponerse
el pijama y se acostó cuando su padre pasó por su habitación pero apenas Luis
apago la luz se vistió rápidamente y salió silenciosamente y fue en busca de
sus amigos y su novia sintiendo la alegría espontánea correr por su cuerpo, se
sentía vivo, exultante, entusiasta como el resto de los chicos.
Lo
que ninguno de los chavales esperaba era encontrarse con la policía, quienes
dada la situación habían doblado las rondas
justamente para hacer cumplir la nueva ordenanza, así que apenas vieron
movimiento en el parque fueron directamente donde ellos estaban pensando
encontrarse con adultos no con un grupito de adolescente, obviamente no podían
arrestarlos, pero el agente de mayor edad y con más experiencia decidió hacerse
cargo del asunto, no iba permitir que un grupo de niños haga lo que le dé la
gana.
- Saben que no pueden
estar en vía pública, ¿cierto? – dijo el agente y los
chicos al escuchar su voz se quedaron pálidos, todos empezaron a balbucear solo
uno pudo decir una palabra coherente
- Lo sentimos… no sabíamos
eso, de todos modos ya nos vamos – todos
se quisieron dispersar pero el agente los volvió a detener con su voz
- ¡Alto ahí!, ¿quién ha
dicho que puedan irse? – todos se quedaron estáticos – los tengo
que detener por incumplir la cuarentena – y ahí sí Chus ya quería
que se lo tragara la tierra y el policía más joven se le quedó mirando con
asombro, aquello era ilegal, no podían detener a menores de edad, pero el mayor
le hizo un gesto y comprendió que solo los estaba asustando
Así
ambos policías terminaron llevando a uno a unos de los chicos a su casa, y al
primero que dejaron fue a Chus este le
dio la dirección pensado que lo dejarían en la puerta pero para su mala suerte
vio cómo los agentes se bajaron del coche.
- Señor no hace falta, no iré
a ningún lado voy a entrar en la casa – el mayo se acercó a él
dejándolo un poco asustado
- Mira mocoso si no te
lleve a comisaría es porque voy hablar con tu padre para que esto no vuelva a
suceder, porque para la próxima habrá una multa que no es nada barata, ahora
guarda silencio y camina a la entrada – Chus se quedó en silencio
y camino a la puerta, el oficial llamó al timbre Chus se puso detrás del agente
algo le decía que se mantuviera resguardado.
Luis
al sentir llamar a su puerta a esas horas se despertó de golpe y le vino todo
la preocupación del mundo, ¿le habría pasado algo a su familia?, se puso las
zapatillas que estaban al lado de su cama y la cara se le quedó desencajada
cuando vio a un agente de la policía en su puerta
- ¿Ocurre algo agente? – pregunto
Luis bastante asombrado el señor se hizo a un lado y dejó a la vista a Chus, Luis
abrió los ojos con asombro – ¿que a pasado Chus?, ¿estás bien? – le
pregunto preocupado
- Si está bien – respondió
el policía por él, ya era tarde y quería terminar ya con esa situación – lo hemos
encontrado en un parque a unas cuadras de aquí y no estaba solo – fue
decir eso y a Luis la preocupación se esfumo dando paso a la furia
- Pasa Chus y vete a tu
habitación donde tendrías que estar – dijo su padre, Chus iba a
decir algo pero al ver la mirada de su papá cerró la boca y camino donde lo
había mandado
– lo siento de veras, siento toda la molestia que mi hijo os a ocasionado, les
aseguro que antes de irme a dormir yo lo dejé en su cama – aseguro
desesperado, pensando ahora que quizás lo sancionen a él por no cuidar de su
hijo
- Lo sé y no pasa nada, solo
haga todo lo posible para que no se vuelva a escapar, sé que para ellos es
difícil – agrego comprendiendo la situación – yo también batallo este encierro con un
hijo de quince años – y Luis se sintió menos agobiado
- La verdad esto está
siendo desesperante yo tengo tres con más o menos edades relativas y está
siendo agotador – confeso suspirando
- Os compadezco ambos – intervino
el joven policía mirando su reloj
- Bueno tenemos que
retirarnos – se despidió el agente con una leve
inclinación de cabeza
- Gracias por traerlo a casa y otra vez me disculpo por todo lo que a ocasionado mi hijo
- No es nada, es nuestro
trabajo – con eso los agentes desaparecieron por la esquina
Después
de eso Luis cerró la puerta y se cogió el puente de la nariz, parecía que esta
cuarentena lo iba a volver loco con las demandas de sus hijos, pero lo que
había hecho Chus se pasó bastante poniendo en peligro su vida, así que se
encaminó a la habitación de su hijo entrando sin llamar
- Papá – Luis se llevó el dedo a
sus labios en señal de silencio
- Quítate el pantalón – ordeno
y esas palabras dejaron a Chus paralizado, su papá nunca le daba esa orden,
cuando los castigaba, los tumbaba y el mismo le tiraba de la ropa o
desabrochaba el botón mientras le regañaba por lo que había hecho, pero nunca
era tan tajante y frío como ahora, Luis se dio cuenta y lo cogió de la mano
acercándose a él y empezó a desabrochar el botón – Chus ya eres lo suficiente mayor para
comprender la situación que tenemos – dijo muy serio – pero hoy has
ido más allá de desobedecerme, hoy te saliste de la casa poniendo en peligro tu
vida – y desde ese momento Luis ya no hablo más y empezó con el
castigo – plas plas plas plas
plas plas
- ufff … uuuffa aggg – empezó
a gemir y transpirar
- plas plas plas plas plas plas plas
- ayyy ay ayy yaaa
- plas plas plas plas plas plas plas plas papaaaa plas plas
- Ya papi no tan fuerte – Luis
sabía que no le estaba dando más fuerte que otras veces solo que esta vez no le
estaba dando pausa quería que le calara y entendiera que no podía ponerse en
peligro como lo hizo
- plas plas plas plas plas
plas plas plas papaaaa plas plas – Chus empezó a llorar y
Luis se dio cuenta pero decidio prolongar un poco más en su castigo – plas plas plas plas
plas plas plas
- Lo siento… lo sieeento pero paaara BUAAA
- Plas plas plas plas plas
- Yaaaaa papá auuu AUUU sé que ha sido una estupidez
- Plas plas plas plas plas
- papiiii lo siento buaa
aayyy AHHH YAAA YAAA – Luis vio que el trasero de Chus ya
estaba rojo y Chus lloraba bastante así que decidió dar por terminado el castigo
- PLAS PLAS – y
con esas dos término del castigo
Lo
puso de pie Chus hizo intento de subirse la ropa interior pero Luis le dio un
manotazo suave en la mano para indicarle que no lo podría hacer y luego lo
llevo a la esquina, Chus lloro más fuerte, su papá no había hablado más y sabía
que se había decepcionado de él y lo dejo solo por un par de minutos que a Chus
le parecieron horas.
- ¿Sabes lo imprudente que
ha sido hacer eso? – dijo su padre apenas volvió al dormitorio
de su hijo, pero seguía enojado – poner tu vida en peligro y la de esos agentes sin
mencionar el hecho de hacerles perder el tiempo – reclamo aun
enojado –
ellos se ponen en peligro para ayudar a la ciudadanía y a unos mocosos como
vosotros se ocurre saliros en la noche y le entorpecen su trabajo teniendo que
llevaros a las casas para que no os pase nada – Chus se volvió y
miró a su padre
- Pero ya dije que lo
siento – murmuro mortificado y se iba a ir a su cama pero Luis
lo cogió del brazo, Chus se asustó porque pensó que su padre volvería a ponerlo
en la esquina o lo que es peor, volverlo a castigar, en cambio lo abrazó a su
pecho
- Chus sé que esto es
difícil… pero comprende, no eres solo tú, ¡somos todos!, para todos está siendo
difícil, pero debemos colaborar, mostrar lo valientes que somos y quedarnos en
casa – Luis ya no dijo nada más solo le limpio los ojos
mientras Chus se arreglaba la ropa y se lo llevó a su cuarto
- ¡Papáááá! – protestó
- Ya creías que se terminó
¿no? – y Chus puso cara de horror y Luis lo sacó de la duda – hoy duermes
conmigo estás castigado – agrego abriendo la cama para que se
acueste a su lado – y mañana seguiremos el castigo, ahora duerme – dijo
apagando la luz
Chus
se imaginó que lo pondría hacer líneas como solía hacer algunas veces pero para
su sorpresa el día pasó como un día más, con la única diferencia que aún le escocia
su trasero, pero a la hora de irse cada uno a su habitación antes de que Chus
saliera le dijo…
- Tu a mi habitación – Chus
puso cara de horror pero Luis lo dejo que sufriera un poquito, mientras llevó a
sus dos hijos y cuando los arropó se fue a su habitación abrió la cama como
noche antes agregando – adentro – Chus protesto un poco – este castigo
va a durar mientras dure el confinamiento, ahora a dormir sin discutir
Y
apago la luz antes de abrazar a su hijo, en el fondo Chus sabía que para
ninguno de los dos era un castigo y estaba encantado que su papá lo consintiera.
muy linda
ResponderEliminarGracias ,veo que eres nuevo en el blog bienvenido
EliminarPobre Chus, el susto que se habrá dado, jehd
ResponderEliminarAy pobre Chus yo lo comprendo!!
ResponderEliminarPara los que teníamos una vida social muy activa es más difícil que para los que de por si ni les gusta la fiesta!!
Pero le dió muchas nalgadas al pobre y sólo salió un ratito!!
Jajaja ,si un ratito pudo costarle la vida
EliminarGracias por este relato Terry, y que buenas nalgadas se ganó mi Chus, pero bien ganadas por imprudente aun así es mi personajes favorito por lejos... Para cuando le pegan a Toño ese niño sí que se merece una buena corregida JAJAJAJA. Nena porque quitaste el acento andaluz en los diálogos tan genial que se leía mentiras tu puedes hacer lo que quieras con tu historia igual te queda genial solo es que estraño esa forma de escribir. Chao!!!
ResponderEliminarSi es verdad ,con el corrector es difícil pero luego lo corrijo y lo pongo pero a veces se me olvida corregirlo .gracias
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