Covid – 19
一一一一一一一一一一一一一一一
Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 27 de Abril del 2020.
一一一一一一一一一一一一一一一
¿Qué me vas a contagiar?
¿Qué me vas a contagiar?
Autora:
Marambra
Hey hey, hey... todavía no…
Sara frunció el ceño en el pasillo cuando oyó la voz de
Parker en la puerta principal del departamento, preguntándose con quien
hablaba, ella también acababa de llegar a casa del supermercado vestida como
astronauta, toda incómoda y sudorosa, Los Ángeles era un caos, las sirenas de
las ambulancias de un lado a otro eran la nota de todos los días lo mismo que
el silencio que reinaba en las calles desde hace algunos días a causa del famoso
Covid – 19…
Si, la pandemia había infectado la ciudad y como el
resto del país sus autoridades locales habían suspendido las clases escolares
presenciales desde hace quince días por lo que los chicos estaban recibiendo
las tareas a través de la red, incluso algunas asignaturas las pasaban por
video conferencia con el afán de hacerlo mucho más participativo, algo que
alivio a los padres porque les garantizaba por lo menos media mañana con los
niños ocupados productivamente, mientras los adultos más afortunados se
desempeñaban en sus fuentes laborales virtualmente también, que no era el caso
para Parker y Sara quienes como policías tenían que estar todos los días en sus
unidades con el afán de resguardar las calles y lograr que la gente cumpla con
la cuarentena.
Este descalabro generalizado hacía que ambos no tengan un horario fijo, a veces los dos
estaban en el mismo turno o estaban en casa al mismo tiempo en el mejor de los
casos, pero habían ocasiones de mucha emergencia que no tenían más remedio que
dejar a todos los chicos en casa durmiendo solos, lo que los estresaba bastante;
pero aquel estrés no solo golpeaba de frente a ambos sino a sus hijos siendo el más afectado Dominic quien
parecía arañar las paredes, inquieto como era, el encierro lo estaba volviendo
loco porque pese a vivir en un gran condominio con áreas verdes de uso
comunitario y de recreo, ni él ni sus hermanos podían salir, según sus padres
la orden dada por el gobierno era muy clara: NO salir de casa.
Pero para él, escéptico como era, aquello no era nada
más que una exageración de sus padres, ¿qué de malo podía sucederle?, él no era
un anciano, ni tenia enfermedades de base, no estaba embarazado ni tampoco era
menor de cinco años, él era todo un machote sano y lo iba a demostrar, solo que
esa oportunidad no se presentó hasta esa tarde, veinte días después de que
empezara la tonta cuarentena, y había aprovechado la salida de su madre al
supermercado , aquel día Parker no iba a volver hasta las ocho de la noche y
Sara había estado revisando la alacena y el frigorífico y necesitaba llenar sus
reservas y como no podía ir con ninguno de los chicos ni contaba con la ayuda
de su marido, la compra iba a ser mucho más larga y pesada de lo habitual, por
lo que tenía mucho tiempo para ir y venir a casa de Tricia, la nueva novia de
la cual estaba colgado hasta la médula.
Todo iba sobre ruedas, había logrado comprar el
silencio de Angus que era del que más tenía que cuidarse, con su colección de
sellos Londinense, Angus había empezado una nueva afición, la filatelia así que
aquello era su gancho, a Anir no necesitaba decirle nada porque en cuanto
pudiera cubriría sus espaldas para que pueda ver a Gregory, y Yasir… bueno el
peque no necesitaba saber de los detalles, además estaba el hecho que tardaría máximo una
hora considerando que su madre tenía que hacer una larga cola en el
supermercado.
Y con eso en mente se arregló lo mejor que pudo,
¡caray! pensaba mientras se miraba, que bien se sentía bañarse y ponerse
colonia después de tanto tiempo y vestir ropa elegante y no solo andar en
pijamas y pantuflas todo el día, se hubiera quedado contemplando su rostro en
el espejo eliminando la roja pelusa que empezaba a brotar sobre el labio
superior, pero ahora no tenía tiempo para eso, tenía una cita con un gata de
color de pelo esponjoso y felinos ojos llamada Tricia Francis que le hacía
temblar las rodillas y revolotear mariposas en el estómago y a la que le
bajaría la luna si pudiera, aunque ahora mismo lo único que ella quería era que
él venga a visitarla porque se estaba aburriendo de estar encerrada y sola por
la cuarentena y él no iba a
decepcionarla, él era su caballero de brillante armadura.
Y tras despedirse de Anir con la promesa de la
próxima él podría ir a ver Gregory, salió apurado del departamento de sus
padres, llevando el móvil en la mano llamando de inmediato a su hermosa novia
mientras se ponía uno de los barbijos que sus padre habían comprado por cajas y
usaban cuando iban a estar expuestos a mucha gente.
El caso es que después de unos pocos minutos Dominic
y Tricia abandonaron la seguridad del departamento de ella y se aventuraron al
parque más cercano de su zona dando rienda suelta a su amor adolescente lo que
los llevo a olvidarse de las normas de seguridad y caminaron agarrados de la
mano como en un día cualquiera y se tumbaron sobre un viejo banco de madera
donde empezaron a besarse como si no hubiera mañana, aunque para ambos aquello
era una cruda realidad, después de hoy no sabían cuando se podrían volver a
ver, por eso en medio de la charla trivial que sostenían se daban besos cada
vez más atrevidos olvidándose del mundo y sus alrededores.
Pero el mundo y sus habitantes no estaban
encandilados con el amor adolescente, estaban con la psicosis del famoso
coronavirus circulando en las calles, por eso cuando aquel par de policías que
hacia su ronda habitual vio al par de tortolitos en pleno beso con lengua, ajustaron
no sus armas, sino su cubrebocas, sus lentes de seguridad y se acercaron a la
pareja, dándoles un susto de muerte…
- Sus identificaciones – les dijeron
pidiéndoles el DNI para comprobar sus edades, aunque a leguas se notaban que
eran menores de edad
- No… no lo tengo conmigo – respondió Tricia
sintiendo el calor quemarle las mejillas, de haber sido tan blanca como era
Dominic se hubiera teñido de rojo lo mismo que su acompañante que ese momento
su rostro y su pelo parecían una flama ardiente
- Yo tampoco – murmuro Dominic maldiciéndose
en voz baja, pero quien iba a ser adivino, tantas veces antes de esta maldita
cuarentena había salido y nunca nadie
lo retuvo para pedirle su identificación
- Bueno pues, quedan
arrestados – dijo el oficial
que parecía estar al mando dejando a la vista un par de esposas de goma,
asustando a ambos chicos
- ¡No pueden hacer esto! – chillo Tricia
mirando a los dos polis con cara de pánico – además el papá de mi novio es policía, ¿Por
qué no hablan con él? – sugirió y Dominic quería morir de vergüenza,
lo último que quería era involucrar a su padre
- ¿En serio? – pregunto uno de
los polis elevando una ceja, no sabía cómo tomar aquello; como una mentira o
como un momento desesperado
- Cállate Tricia por favor
– rogo por lo bajo sin querer
llamar la atención, pero Tricia estaba en otro lado
- En serio, no bromearía
con esto, se llama Parker Bold – ambos policías se miraron de reojo sin saber que
pensar, eran nuevos en la unidad de Parker y no tenían idea de que sus fejes tenían
hijos adoptados, así que decidieron ser prudentes y en vez de dejar a ambos
chicos en sus domicilios como normalmente harían, prefirieron meterlos en la
camioneta
- Si es así lo
verificaremos en la estación policial, ahora caminen – los metieron a la
camioneta con una última advertencia – tiene prohibido toser o estornudar sin
taparse – agregaron entregándoles un nuevo par de cubrebocas
antes de arrancar con dirección a la estación policial
Demás está decir que cuando Parker se enteró sintió su
cabeza como una olla de presión del enojo que tenía e hizo un gran esfuerzo por
no azotar a su hijo ahí mismo en la
estación policial delante de sus compañeros de trabajo y de aquella niña de la
que no tenía la menor idea de quien era, pero tuvo que hacer una pausa para
llevar a ambos chicos a sus casas; el retorno fue incómodo para los dos
adolescentes qeno tuvieron la oportunidad de decir nada ni despedirse porque
Parker estaba muy enfadado con ambos y aun cuando no estaba despotricando, su
semblante lo dijo todo y Dominic tuvo que aguantarse.
- Muy bien señorita, hora
de devolverla a su casa – fue lo único que dijo abriéndole la puerta y escoltándola
hasta su edificio, mientras puso el seguro a la puerta del auto para que
Dominic no salga – y tu, ni si te ocurra moverte de donde estas – lo amenazo
y cerró la puerta de un portazo haciéndolo encoger de miedo
El tiempo que su padre tarde en hablar con la
familia de su novia se hizo eterno, irónicamente el tiempo de retorno a casa transcurrió
demasiado rápido, sobre todo tras la amenaza de su padre cuando el intentó dar
su versión porque en la estación policial no pudo abrir la boca.
- Papá yo
- ¡Ni una palabra! Dominic si sabes lo que es bueno para tu trasero – mordió entre dientes mientras entraba a la movilidad
- Pero es que
- Es que ¡qué!, se te ha hablado un millón de veces sobre el peligro de salir a la calle sin protección – le recordó enojado – has oído junto con todos en casa la ¡gravedad! de esta enfermedad y lo importante que es cuidarse para no enfermarse
- Que exagerado – murmuro Dominic por lo bajo, pero no tan bajo para que su padre no lo oiga
- ¡¿Exagerado?! – grito buscando la página digital del periódico de ese día – MAS de 40.000 casos confirmados para HOY en la mañana ¿quieres ser uno de esos?
- ¡Pero yo no soy un anciano! ni estoy embarazado ni tengo enfermedades ni… – y de pronto estaba sobre el regazo de su padre recibiendo tres palmetazos en el culo
- PLAF PLAF PLAF
Después de eso no dijo nada más hasta que llegaron a casa y quiso desaparecer en su dormitorio, olvidándose incluso de su madre.
- Hey hey, todavía no, primero a la ducha – ordeno mientras el mismo lo desnudaba en la puerta
de la casa dejando su ropa y la suya misma en un gran balde con agua con
detergente que ponía Sara todos los días para desinfectar sus uniformes antes
de meterla a la lavarropa
- ¿Parker?... pero ¡qué demonios! – elevo la voz viendo a Dominic junto a su marido – ¿estás loco?, ¡cómo pudiste sacarlo a la calle! – le
dijo enojada, pensando que Parker saco al chico sin decirle nada, ella también
acababa de salir de la ducha y no le dio tiempo de ver a ninguno de los chicos,
había oído el sonido de un video juego que solían usar los chicos y dio por
hecho que estaban todos
- ¿Crees que yo lo voy a sacar a la calle y exponerlo? – respondió ofendido de la acusación de su mujer
- ¿Entonces de donde están volviendo? – pregunto ella bloqueando la huida de Dominic
- ¡De donde va a ser!, de la estación policial, que aquí el famoso
se hizo arrestar por estar ¡BESANDOSE! En plena vía pública – y el rostro de Sara se transformó y arrebato a
Dominic de las manos de Parker, lo doblo por la cintura y lo atajo sobre su
cadera y quitándose la enorme chinela de goma que ese momento calzaba, le dio
una buena paliza
- Clap clap clap – sonó la piel desnuda, porque mamá no tuvo ningún problema
de despojarle de aquella precaria protección
- NO MAMÁ.... NO MAMÁ... ¡SUEEELTA! – Dominic empezó a forcejear sin éxito – EL
COVID, EL COVIIIID – gritaba desquiciado
– POR AHÍ Y ME HE CONTAGIADO Y SEGURO TE VOY A CONTAGIAR – chillaba tratando de soltarse,
entrar a la ducha era su única oportunidad
- ¿QUE ME VAS A CONTAGIAR? Y RECIEN Clap clap clap PIENZAS EN ESO Clap clap clap – Clap clap clap PUES AHORA Clap clap clap SE AGUANTA Clap clap clap Clap clap clap Clap clap clap Clap clap clap Clap clap clap…
- BUAAAA
- Clap clap clap Clap clap clap…
Y no le dio tiempo para nada más, dejando a Parker
con las ganas de asarle el trasero a su pelirrojo
Jajaja como siempre ,Dominic
ResponderEliminarJajajaja bueno pues papá lo puede rematar en la noche no??
ResponderEliminarPorque no es justo que todos encerrados y el muchacho ya se fue a besuquear con su novia al parque 😒
JAJAJAJA Muy bueno marambra, te luciste, puedo imaginar a Sara asandole el trasero a ese inconsciente de Dominic JAJAJAJA Salir con la excusa que puede contagiar a la mamá para librarse de la paliza JAJAJAJAJA no puedo más me he miado de risa con las ocurrencias de este chico. Y ya tiene otra novia, este cambia más de novia que de calzoncillos.
ResponderEliminar