La familia
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 27 de Abril del 2020.
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Capítulo 15
Capítulo 15
Autor: Adán
Viernes 28 de septiembre de 1973
Habían pasado 3 días desde la muerte de Arturo, día antes
ya fue su funeral y ahora cada uno se devolvía a su casa; luego de pasar unas
noches acompañando a Pamela, Mónica dejo a los niños con la vecina y acompaño a
Adán, aunque él no quería… en fin… Adán y Mónica volvían a su casa cerca del
mediodía.
- Extrañare a tú padre amor, es muy
triste que el haya muerto tan joven… – susurro
Mónica sin saber que decir
- ¿Sabes?, he tomado una decisión – contesto Adán como si no le hubiera oído – Nos devolvemos al Maule… – eso era
algo que había pensado los últimos días, pero no le dijo nada a Mónica, la
decisión la toma por sorpresa
- Pero amor… Las decisiones debemos
hablarlas entre los 2… Y a mi no me parece una buena decisión… – Responde Mónica
- Nos mudamos para ver si la vida nos
resultaba aquí… No fue así… Apenas venda esa fábrica nos mudaremos – para Adán aquella era su última palabra y se fue al baño
dejando a Mónica parada
Mónica después de eso se fue a buscar a sus hijos y luego
preparar el almuerzo que transcurrió normalmente hasta que llego Aurelio, su
hermano.
- Arturo, pensé que te ibas a quedar con
Cat – sonrió Mónica saludándolo
- Bueno si la acompañe un rato, pero aun no somos nada oficialmente, así que me vine
- Ahh… Ya te estas tardando hermano ¿Cuánto llevas saliendo con ella?
- Unos meses ya… Bueno pensaba en
declararme uno de estos días, pero ahora no creo que sea conveniente – buen punto pensó Mónica, seguro su cuñada no estaba para
amores
- Eso sí, nosotros tampoco estamos muy
animados… Adán quiere que nos devolvamos al Maule… dice que la vida no nos
resultó aquí – Respondió Mónica
- Vaya,
¿y tú no te quieres cambiar? – pregunto
Aurelio con curiosidad
- Me acostumbre a vivir aquí, aquí
tenemos todo, la familia cerca, allá no tenemos nada solo nuestros padres, la
mudanza me cambio por ejemplo en la forma de educar a mis hijos y entre otras
cosas hay algo que aún no lo he comentado con Adán… Es que quiero trabajar… – Responde Mónica
- Qué bueno hermana ¿Y en que te
gustaría trabajar? – Pregunta Aurelio
- Mi sueño siempre fue abrir una
cafetería… Quiero romper ese ciclo que se ha repetido tras generaciones de que
“el hombre debe salir a trabajar y la mujer debe quedarse en la casa cuidando a
los niños” – dijo Mónica muy
decidida
- Me parece que eso es bueno, que tengas
tu independencia económica – sonrió – pero bueno no me tienes que convener a mi sino a
tu marido, y hablando de él, iré a hablar con Adán quizás lo pueda allanarte el
camino
Y tras eso Aurelio va al patio con Adán donde lo ve ahí
sentado pensando.
- Cuñado – lo saluda
- Hola cuñado – Adán se giró para saludarlo
- Mónica me conto que querías volver al
Maule – para que dar vueltas pensó Aurelio
- Si… Siento que la vida no nos resultó acá
- Adán… Sé que no fueron unos buenos
meses por lo que ha pasado, pero no por eso debes decir que algo no resulto,
todos en la vida pasamos por malos tiempos y hay que seguir adelante… – lo animo Aurelio
- ¿Se ha muerto tu padre acaso? – Aurelio se sorprendió por la agresividad de su cuñado – ¿No verdad? Entonces no actúes como si supieras
lo que siento – agrego enojado Adán
- No tienes por qué ser grosero, solo te
estoy dando un consejo… No sé lo que es que se muera un padre, pero si puedo
saber lo fuerte que se debe ser – Respondió
Aurelio parándose para marcharse
- Lo siento cuñado – lo atajo Adán dándose cuenta de su error – Es que no dejo de pensar que si no hubiera
pasado todo esto mi padre seguiría vivo, extraño la vida que teníamos allá…
Recuerdo como fui ascendiendo…
Y Adán no puede evitar recordar esa época… Los años 60
que según él, fue su década favorita cuando recién se mudaron al Maule; Adán
empezó trabajando con su suegro mientras conocía la ciudad, empezó como limpiador
de oficinas ya que aún no tenía su licencia de conducir y ese año de 1960 la
estaba sacando, a principios de 1961 consiguió otro trabajo independizándose de
su suegro (y donde estaba hasta antes de mudarse a Santiago) donde le pagaban
un poco más, ahí fue repartidor de cajas lo que le permitió juntar dinero para
su casa y dejar de vivir con sus suegros, aquel puesto duro unos 4 años luego
fue obrero un par de años hasta que fue jefe... Esto ocurrió en 1969…
Octubre de 1969…
Adán al terminar la jornada de trabajo fue a la oficina
de su jefe, a pedido suyo.
- ¿Quería
verme don Jacinto? – pregunto Adán
entrando a la oficina
- Si
toma asiento – Respondió Jacinto y Adán se va a sentar – Bueno como
ya sabrás pronto me jubilare… Ya es hora a mis casi 75 años y casi 50 años de
trabajo merezco un descanso
- Si
toda una vida trabajando… Aunque extrañare que usted sea mi jefe, sé que merece
ese descanso… – Sonrió Adán
- Y
por eso quería hablar contigo… Eres un buen empleado siempre fiel y leal estos
8 años que has estado trabajando aquí y veo que tienes potencial de jefe…
Podrías ser un buen jefe luego de que yo me jubile que no falta mucho… – agrego Jacinto, sorprendiendo a Adán
- Vaya…
me sorprende, gracias por tenerme en consideración, pero yo no tengo estudios
ni nada, solo soy un simple obrero y digo que hay gente con más experiencia que
yo – Respondió Adán que en ese momento no estaba seguro de ser
el indicado
- Esta no es una decisión tomada a la rápida, se lo discutió con tiempo en gerencia y todos piensan que tú serias un buen jefe, además eres alguien joven y de confianza para mí así que esto ya está hablado, solo debes darme tú respuesta
- Bueno…
La noticia me agarro por sorpresa y si me gustaría… Pero le pido unos días para
pensarlo bien y darle una respuesta oficial no quiero tomar una decisión así
apurado – Respondió Adán
- Está
bien… Tienes de aquí al viernes para pensarlo bien – Sonrió Jacinto
A su regreso Adán le cuenta las nuevas noticias a su
mujer, pero todavía con sus dudas sobre su capacidad.
- Te
felicito amor, pero no entiendo ¿Por qué estás inseguro de ese ascenso? Ellos
confiaron en ti para que seas el nuevo jefe y si lo han hecho es por algo – lo animo Mónica
- Es
que no se si pueda amor, hay gente con más experiencia que yo – Responde Adán
- Y
que, sé que serás un buen jefe amor, tienes potencial y juventud que es algo
que muchos quieren, así que lánzate, acepta – dijo Mónica abrazándolo orgullosa
- Está
bien amor… aceptare – Adán abrazo y beso a Mónica, pero a esta le dio ganas de
vomitar – Ya llevas días así amor creo que no es algo que comiste como dices
- Mañana
iré al doctor ya pedí hora – susurro Mónica
Y así fue, al día siguiente Adán hablo con Jacinto y acepto
el puesto de jefe ya para finales de ese mes estaba en su nuevo puesto y
oficina mientras que Mónica fue al doctor y le dieron una buena noticia que
estaba embarazada de Andrea.
- Además, pelee con Maggie… Pero aún no
se lo cuento a nadie – Respondío Adán volviendo
de sus pensamientos
- Entiendo cuñado, pero piénsalo… aquí
tienes a tú familia, tienes un trabajo estable, están bien económicamente y
disculpa que me meta en tus decisiones, pero no creo que sea conveniente vender
la fábrica ahora, no solo por lo de tú padre si no por lo que pasa en el país
¿Dónde más conseguirás trabajo? Están cerrando las fábricas y dejaras a un
montón de gente sin trabajo – aconsejo
Aurelio
- Vaya… Si lo vemos de ese lado si
tienes razón – Adán se quedó con lo
que le dijo Aurelio y las dudas lo asaltaron
- ¿Qué te parece si vamos por unas
cervezas y seguimos hablando? – Aurelio
quería que Adán se despejara un rato de los problemas
- Está bien – Responde Adán
Y ambos salieron un rato mientras Mónica aprovechaba de
hacer la limpieza aprovechando que sus hijos estaban jugando fuera, pero pronto
fue interrumpida por su vecina doña Elizabeth que traía a Adrián del brazo y
sus hermanos atrás.
- ¿Qué hizo está vez? – pregunto Mónica suspirando apenas se saludaron
- Señora Mónica pasaba por la plaza y vi
a su hijo pegándole a sus hermanos así que lo agarré de inmediato y aquí lo
traje, además de faltarme el respeto – Respondió
Doña Elizabeth algo enojada
- ¿¡Cuantas veces te he dicho que no les
pegues a tus hermanos!? ¡Discúlpate ahora mismo con Doña Elizabeth! – Mónica agarró fuertemente a Adrián del brazo
- Tranquila señora Mónica a mi no me
afecta que un niño de 11 años me falte el respeto, al fin y al cabo es otro el
que va a pagar las consecuencias de sus actos – Respondió Elizabeth
- Se enojó solo porque perdimos un
partido – Pedro aprovecho para hablar
- Y encima fue culpa de él, no de
nosotros – Agrego Ignacio
- ¡Encima de perdedores salieron bien
niñitas para defenderse! – grito Adrián
- ¡Y encima sigues! – lo interrumpió su madre –
espera que llegue tu padre porque ya me está aburriendo tu actitud! Niños a su
cuarto y tu Adrián quédate en la sala vamos a hablar los 2 – Mónica
hizo entrar a los niños obligando a Adrián a que se quede en la sala – Vecina disculpe las molestias que le causamos
está semana
- No se preocupe yo le cuido a sus hijos
con mucho gusto y Pedro es el más feliz, se la pasa bien con mi hija que tiene
su misma edad más o menos… y me olvidaba, ¿sabe?, fui al colegio y aproveche de
traerle la libreta de notas de sus hijos – y comedida doña Elizabeth sacó las libretas de los niños
- Oh… No se hubiera molestado vecina yo
podía pasar por ellas – Mónica tomó las
libretas aun sin ojearlas – Espero algún
día compensarle su amabilidad con nosotros y disculpe si Adrián le falto el
respeto
- No se preocupe usted, sabe que puede contar conmigo más que vecinas somos amigas
Con eso se despidieron y Mónica volvió a la casa cambiando
de inmediato la cara, y fue directo a la cocina a por una cuchara de palo escondiéndola,
no estaba segura si lo iba a hacer o no, pero por si acaso.
- ¿Por qué tienes que ser así? – le pregunto a Adrián tomándolo del brazo – y además sabiendo que tu padre no está bien
- Ustedes solo se preocupan de ustedes
sin pensar en nosotros, dejamos nuestra antigua casa para venirnos a esta – Adrián enojado tira cualquier argumento lo que hace
enojar a Mónica
- Eres un malagradecido, todo lo que hacemos es por ustedes y al parecer no aprendes con todos los castigos que te dio tu padre
- Porque tú no te atreves – Adrián literalmente le estaba faltando el respeto a su
madre y no era la primera vez, es por eso que Mónica empezaba a aburrirse pensó
mientras Adrián se paró para irse
- Está conversación no ha terminado
Adrián vuelve a sentarte o me enojare contigo – le advirtió su madre
- ¿Y qué harás si no lo hago? – Adrián la desafío riéndose de su madre
Fue cuando Mónica ya cansada de su actitud lo agarró del
brazo y sacó detrás suyo la cuchara de palo.
- ¡Yo no quería, pero me canse de tú
actitud!, ahora si aprenderás a respetar a la gente y sobre todo ¡a mí! – Respondió Mónica soltando golpes en las nalgas de su hijo
con el cucharon de madera – PLAF…
- ¡Mamá! – Adrián intentó liberarse sin éxito, Mónica se sentó en el
sillón y lo pso en sus piernas
- Hare algo que Debí hacer hace mucho
tiempo… y créeme que me dolerá más a mí que a ti… – Respondió Mónica y procedió a bajarle el pantalón y
comienzó a nalguearlo – PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF…
- ¡BUAAAAAAAAAA! ¡Mamá por favor
perdóname no lo volveré a hacer! – Chillo
Adrián
- ¡No Adrián no es solo la primera vez que me faltas el respeto! – PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… ¡Tú actitud ya me aburrió todo tiene un límite! PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF…
- ¡Mamá ya por favor! – siguió gritando Adrián
Pero nadie se dio cuenta que la puerta se abrió ese
momento, eran Pamela, Adán y Cat; Adán las había invitado a cenar y en cambio
se encontraron con la escena pero nadie interrumpió a Mónica, Cat se deslizo
silenciosa a jugar con sus sobrinas y Pamela y Adán pasaron a la sala a seguir
contemplando la escena sin que nadie se dé cuenta.
- PLAF… PLAF…
PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… ¡Les pegas a
tus hermanos! PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… ¡Te
has vuelto bien grosero! PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF…
PLAF… PLAF… ¡Les faltas el respeto a todos! PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF…
PLAF… PLAF… PLAF… ¡Y tus calificaciones ni se digan,
seguramente siguen igual o peor porque no he visto ni un cambio en todo el año!
Y con esas palabras dejó de darle nalgadas, Adrián siguió
sobre sus regazo llorando y Mónica recién se dio cuenta que llego su marido que
ojeaba las calificaciones de los niños.
- Amor no sabía que llegaste – Sonríe Mónica agarrando a Adrián del brazo para que no
escape
- Acabo de llegar y justo a tiempo para
ver como castigabas a Adrián – Respondió
Adán dándole un beso a su mujer sonriendo
- Si supieras todo lo que hizo este niño
– Mónica cambió su cara al ver a Adrián – Dile a tu padre todo lo que hiciste hoy
- Bueno ya vi que en las calificaciones
no hay mejoría… Jovencito usted me va a esperar en mi cuarto mientras hablo con
tú madre y voy al baño tendremos una conversación de hombre a hombre – sentencio Adán y Adrián solo asiente con la cabeza lo que
le enoja a Adán – Bueno ¿Tú no tienes voz o qué?
- Si papá… – respondió con voz débil, aun sin poder creer que su mamá
lo haya nalgueado
- Así me gusta – y Adrián va al cuarto a esperar a su padre – Amor invite a mi madre y mi hermana a cenar, Cat
fue a jugar con las niñas y mi madre acaba de ir al baño
- Me parece bien, así tu madre se siente
más acompañada – dijio Mónica y en eso
se acerca Pamela y Adán aprovechó para ir al baño
- Mónica vi como castigabas a Adrián…
Has dado un buen paso y eso es muy importante, aunque no es una tarea
envidiable – sonrió Pamela que era
la que más sabía del cambio de actitud de Adrián
- Gracias suegra… dudaba si hacerlo,
pero ahora que lo hice pues me siento bien y debí hacerlo hace mucho tiempo… pero
bueno, me alegra que venga de visitas para que se sienta más acompañada – y Mónica la abrazo con cariño
- Gracias Mónica, aunque no hubiera
venido si no fuera porque Adán nos insistió… – suspiro con pena
- No se preocupe, usted siempre es
bienvenida en esta casa, ahora ire a ver la cena – dijo Mónica parándose
- Yo te ayudo – se ofreció Pamela
No quería estar sola y cocinar siempre la distraía.
Bueno se me hace que nunca escuchan al niño yo creo que con esa edad no le puedes decir a un niño mal agradecido, en su vida a habido un cambio que aunque los mayores lo vean como una tontería o falta de respeto lo niños tienen sentimientos , son muy fríos con los niños y parecen estar todos muy orgullosos por darle una paliza , que alomejor el grosero pero sigo creyendo que son fríos con ese niño ,aún no he visto que le hablen con cariño nunca .espero que el papá no lo vuelva a castigar porque si no el niño los va a odiar .y si creo que ellos piensan más en su bien estar
ResponderEliminarPues yo si creo que se lo merece, espero que el papá lo repase, ese niño es un dolor de cabeza, él es el que mete a los hermanos en lios, que le den duro con lo primero que encuentren.
ResponderEliminarMe encanta esta historia.
Me ha gustado mucho tu historia Adán, me dio mucha pena que se muriera el abuelo, ojalá mejoren las cosas para todo, en cuanto a los chicos no se esperaron que mamá se haga cargo jjjj. Ojalá la continúes pronto y sigas con nosotros. Estamos trabajando para mejorar el blog.
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