domingo, 17 de abril de 2016

Palabra empeñada: Cap. 5; Autoras Little Hoshi y Marambra

 Palabra empeñada

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 17 de Abril del 2016
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Capítulo 5

Coescrita: Little Hoshi y Marambra

 

Bruce apenas durmió un par de horas, a las seis tenía que estar en las torres Wayne, para una maldita reunión con las oficinas de Busan y de Kyoto para unificar fuerzas para impulsar un nuevo proyecto sobre energía térmica que parecía encallado.

Dick se despertó en cuanto escuchó el automóvil de su padre salir por la puerta del garaje. Quería ir a ese baile, y necesitaba el permiso de su padre así que debía ganar puntos. Había decidido que en esa semana se iba a comportar como el hijo que Bruce siempre soñó tener, o lo que Dick pensaba que Bruce entendía como el hijo perfecto. Aunque Bruce estaba convencido que ya tenía al hijo perfecto, a los hijos perfectos en realidad Dick estuvo charlando por whatsapp con su amigo Wally, increíblemente (o por descuido) Bruce, pese a todo, no le había privado de ese privilegio; aunque claro, no era lo mismo unos whatsapp que reunirse en persona y disfrutar, pero al menos, ese telefonito lo mantenía comunicado con el resto del mundo, así que no podía quejarse, pero aun así para justificar su ausencia de aquella tarde, tuvo que inventarse una gran excusa, así que le explicó rápidamente que no se encontraba muy bien y que ese sábado no iba a poder quedar con ellos… que la próxima sería… rogando que así fuese, porque no ir dos sábados seguidos eso sí que sería sospechoso;  así que, aun cuando no le gustaba Dick tuvo que mentir, no le quedaba otra, tenía 15 años y era muy humillante decir que su padre lo había castigado. Ya ni mencionar lo que vino después de castigarlo.

Wally intentó convencerlo para que fuera, pero Dick dijo que realmente se encontraba mal con algún tipo de gripe intestinal. Eso lo había aprendido de Bruce, cuando Bruce quería ausentarse de algún compromiso social porque tenía trabajo que hacer como Batman, solía decir o que estaba de resaca (en este caso no hubiera colado) o que tenía una gripe intestinal, con eso Wally pareció darse por vencido, y le aseguró que haría prevalecer sus intereses en la reunión que aquella tarde para acabar de cerrar algunos detalles del baile. Cuando Wally decía “cerrar detalles” Dick temblaba; Wally era buen chico, pero era un juerguista de cuidado, y que su tío fuera a Barry Allen, no decía mucho de él. Barry era igual o peor que Wally, y no era opinión de Dick, también era la opinión de la tía de Wally, Iris.

Y con eso de la fiesta en mente y de cerrar detalles, Dick estaba decidido iba a portarse mejor que nunca, esa fiesta iba a ser un bombazo, y era el primer año que podrían asistir, ya tenía 15 años, ya era de las ligas mayores. Y por nada del mundo iba a quedarse en casita en pijama bebiendo lechecita calentita con galletitas horneadas por Alfred (por mucho que adorara dichas galletitas). Tenía que hacer algo, algo por su situación, sino estaría muerto (socialmente hablando). Ya era demasiado pesado tener que estar aguantando todos los días, en el cole, la burla de sus amigos, y no tan amigos, sobre lo brillante y osado que era Jason.

Pero haría las cosas bien, legalmente, para poder salir con la frente en alto y por la puerta principal. Sí, señor. Él era Richard John Grayson Wayne y así era él. Y con ese pensamiento se fue a la biblioteca… Por otra parte, la reunión en la oficina se alargó más de lo que Bruce se esperaba, eran casi las doce cuando entraba por la puerta de la Mansión, nada más verlo entrar Tim saltó sobre él como si saltara sobre un colchón de plumas. Bruce sonrió feliz, esa felicidad era doble para él, porque Tim siempre lo recibía como había visto recibir a Jason en el orfanato. Con verdadero amor en la mirada… si, Tim aún era una niño inocente y risueño, sin una pizca del maldad dentro suyo. Pero ahora su apuro por “el abrazo de papá” era para otro…

 

  • PAPÁ, papá. Sálvame, papá. Protégeme. JASON QUIERE PELARME – chilló en pánico Tim y justo en ese momento Jason apareció con las tijeras en la mano.
  • ¡JASON! – le chilló enfadado al ver que estaba corriendo con unas tijeras grandes en la mano.
  • ¡OH, VAAA! – Jason manifestó su descontento al ver a Tim fuera de su alcance – no pasa nada es solo un juego – le contestó a su padre olvidándose por un minuto a quien hablaba – solo era una broma, no iba a pelar al enano jajaja, ya sabes, cosas de hermanos – dijo poniendo su mejora cara, la más adorable y camino despreocupadamente hacía su padre y Tim. Pero en cuanto estuvo al alcance de su padre, éste le arrebató las tijeras de un jalón. Bruce dejó con cuidado a Tim en el suelo, se guardó las tijeras en el bolsillo de su americana y agarró a Jason por la oreja. Se la retorció a base de bien, antes de soltar su mano de pleno en su trasero   PLASS – un solo azote fue necesario, para que Jason diera un bote y aullara
  • Auuuuu, SOLO ERA BROMA… Pero que amargado que eres, bien parece que nunca jugaste con nadie – se sobó primero la oreja y luego el trasero. Decidiendo que éste merecía especial atención
  • No me gustan ese tipo de bromas Jason – ahí estaba la mirada tenebrosa del caballero oscuro, pero ni eso asustaba a Jason – y tienes 12 años, no debería de decirte lo peligroso que es correr con unas tijeras en las manos.
  • ¡OH! VENGA – le dio un codazo de compadreo a su padre – no soy un bebé, no iba a caerme y clavármelas… AHHH – hizo una mueca simulando estar herido y quejumbroso Anda, que seas paran… paraaan… – decía sin poder acordarse de la frase que le oyó a su hermano – ¿Cómo me dijo Dick que era? – se preguntó a sí mismo, sacando un pedazo de papel del bolsillo, y leyéndolo en voz alta – paranoico… si eso es, PARANOICO – protestó Jason indignado, sin siquiera bajar la voz con el último comentario. Jason era temerario hasta la pared del frente.
  • Eso no lo sabes, los accidentes ocurren constantemente, si quieres te muestro la estadística de…
  • Ves, no digo, paranoico – volvió a repetir y su padre esta vez si que respondió a la provocación
  • Plaf ¡Basta, Jason! – y un nuevo azote se sumó a su trasero, parecía que cierto niñito estaba buscando una canasta de palmadas
  • Pero es queee
  • Plaf… HE DICHO QUE BASTA, JASON – Bruce tuvo que elevar la voz para que Jason tomase la debida atención – ¿No sabes hacer caso, hijo?  Estás siendo muy impertinente con tus respuestas – y Jason cerró la boca, porque ya iba a decir algo inadecuado – YO no soy uno de tus amiguitos para que me respondas de esas maneras – recalcó su padre
  • Ya hombre, tú ganas, no correré, pero deja el sermoncito y esas aburridas estadísticas en paz – dijo Jason, resoplando con fastidio. Pero que fastidioso podía llegar a ser Bruce cuando se lo proponía.
  • Charlie, dice que no se debe correr con objetos punzantes o cortantes – dijo Timmy resabido. Charlie era el profesor de Tim y era de los pocos profesores que preferían que sus alumnos lo tutearan y lo llamasen por su nombre, y solo por eso ya era guay.
  • Oh, no ¿Ya vas a empezar de nuevo? – Jason se pellizcó el puente de la nariz, como hacía su padre cuando le entraba dolor de cabeza porque estaban siendo muy pesaditos, pero ahora por el fastidio ante el comentario de su hermano – Deja ya lo que dice Charlie, me cargas. ¿Porque no te vas tú y tu novio “Charlie” a las Bahamas y nos dejan a los demás tranquilos? – dijo Jason molesto, porque no solo se había comido la estúpida reprimenda de Bruce, que encima tenía que escuchar al enano reñirle.
  • ¡JASON! – reprendió de nuevo Bruce, que no se podía creer que ese muchachito sea tan descarado
  • ¿QUEEÉ? – le contestó de igual manera
  • Discúlpate con tu hermano ahora mismo – le exigió Bruce, clavándole la mirada, tratando de ignorar el hecho de que Jason acababa de gritarle
  • Eres un bruto, Jason – Le dijo, enfadado, Tim, enseñándole la lengua – Además Charlie es un chico, y yo también, y los chicos no pueden ser novios
  • Jajajaja sí que pueden – Jason empezó a reírse como un loco, cosa que hizo enfadar aún más a Tim.
  • No, no pueden – Le gritó rojo de rabia.
  • Si, bobo, que si pueden.  Se llaman maricas y – Jason estaba a punto de escandalizar a su hermanito de 10 años con los pocos detalles que sabía sobre el sexo entre hombres cuando Bruce rugió su nombre.
  • ¡JASON PETER TODD WAYNE! – ahí iba el nombre completito, Jason instintivamente tragó saliva y dio un paso atrás. Lo hizo mucho antes de darse cuenta de porque le estaba amonestando su padre. Vale, decir la palabrea “marica” a Tim delante de Bruce había sido una pésima idea. Pero es que no fue una idea, simplemente se le escapó – ¡Ve a tu habitación, ya! Ahora subo yo. Y Jason, cuando suba, te quiero mirando a una esquina.
  • Pero papá... – empezó a protestar Jason super indignado
  • Jason no me hagas repetírtelo porque puede que te lleves algo más que una enjabonada – Jason se relajó, su padre acaba de decirle que solo sería eso, un poco de jabón en la boca… no era gran cosa
  • OYEEE, QUE AMARGADO – sí, efectivamente, Jason ya por eso, se ganó dos palmadas más en el trasero allí mismo en ese mismo instante – Jooooo porque estés enfadado con el chico de oro, no la pagues conmigo, no fue para tanto, fue un accidente, solo se me escapó – Jason le plantó cara a su padre – como si tú nunca hubieras dicho algo por accidente. ¿Qué pasa?, ¿acaso no sabes lo que significa la palabra accidente? ¡Jooooo!. A cualquiera le puede pasar – refunfuñó. Olvidando, por completo, que nunca había ganado una confrontación con Bruce, y sobre todo, olvidando que siempre que le había plantado cara a Bruce, Bruce había acabado plantándole la mano en su trasero – ¡No es para tanto, JODER! –  no más jooos, ahí salió el “joder” en su pleno esplendor.


Y con ese JODER Jason sentenciaba a muerte a su trasero. Tim abrió mucho los ojos y se tapó la boca con ambas manos, como si la palabrota hubiera salido de su propia boca. Bruce dejó con cuidado en el suelo a Tim y de dos largas zancadas se puso frente a frente con Jason. Jason, ahora si asustado, cerró los ojos. Segundo más tarde, al comprobar que su padre no le había arrancado la cabeza y se la había dado a comer a los caimanes, volvió a abrirlos tímidamente. Bruce se inclinó un poco, lo justo para decirle algo al oído. Lo que le dijera el cruzado enmascarado a Jason jamás lo sabremos, pero sea lo que fuese hizo que el chico corriera a su habitación y plantara su naricita en la primera esquina que encontró, como si la vida se le fuera en ello.

 

  • ¿Está en un buen lío, verdad? – le preguntó Tim asustado, que estaba seguro que se hubiera orinado encima si esa mirada hubiera sido para él.
  • Sí, ese hermano tuyo, no aprende. Cuando se dará cuenta que esa boca suya firma cheques que su trasero no puede pagar – Tim sonrió al oír a su padre decir trasero, pero disimuló por si era verdad lo que dijo Jason que papá estaba de malhumor porque Dick ya no era bueno – hablando de hermanos ¿y Dick?
  • Con Alfred, en la biblioteca, lleva toooooda la santa mañana ahí – dijo Tim para que viera que Dick volvía a ser bueno.
  • ¿Toda la mañana? ¡Vaya! – respondió sorprendido – Vamos a ver a tu hermano, si lleva toda la mañana, como dices, bien se ha ganado un descanso. A ver si me ayudas a convencerlo de que se dé un chapuzón en la piscina – y le regaló un guiño de complicidad que fue recibido con mucha alegría
  • Siiiiiii – gritó casi en éxtasi, porque si Dick iba a la piscina él también podía ir.

 

Tim tenía prohibido ir a la piscina solo una gran injusticia, porque tanto Jason como Dick si que podían. Y él solo era dos años más pequeño que Jason. Tim salió corriendo hacía la biblioteca gritando el nombre de su hermano a todo pulmón

 

  • DICK DICK DICK DICK – irrumpiendo con todo, porque eso fue lo que hizo, en la biblioteca saltando sobre el cuello de Dick, abrazándolo fuertemente. Si no fuera porque había anunciado su entrada a bombo y platillo aquello habría dado un susto de muerte a su hermano – Venga, Dick, ponte el bañador, papá dice que te tienes que bañar en la piscina conmigo
  • ¿Qué? – dijo sin entender ni una palabra de lo que le niño farfullaba – cálmate Tim, no te entiendo, habla más despacio y vocaliza. ¿Qué has dicho de papá? – Tim respiró hondo un par de veces pero las ansias le podían y volvió a repetir igual de rápido y atropellado que antes
  • Que te pongas el bañador, que papá dice que te tienes que bañar en la piscina conmigo – dijo tirando de él para que se levantara de la silla.
  • Tim, ya te dije antes, estoy ocupado, estudiando, ya nos bañaremos a la tarde.
  • A la tarde no, que siempre arruinan con el rollo ese de la digestión – dijo cruzándose de brazos y poniendo morros – Además papá ha dicho AHORA, y está enfadado contigo así que mejor…
  • Ejem ejem – se aclaró la garganta Bruce para indicarle a sus hijos que estaba allí mismo – Timmy yo no estoy enfadado con tu hermano, tu hermano y yo ya hablamos y dejamos las cosas claras – Tim miró a su hermano mayor con cara de “sé que papá dice dejar las cosas claras pero en realidad se refiere a que te dejó el trasero más rojo que un tomate”. Dick se sonrojó un poco – ¿Qué estudias, Dick? – le preguntó mientras cerraba el libro que estaba estudiando Dick, para leer el título de la cubierta, era biología
  • Bio – contestó tímidamente, aunque su padre acababa de decir que no estaba enfadado con él, sabía que tampoco es que ahora estuviera dando saltos de alegría con él – el jueves que viene probablemente pondrán un examen
  • ¿Probablemente? – Bruce preguntó intrigado.
  • Sí, el profesor Sans suele tomar un examen dos días después de acabar el temario, y calculó que lo habremos terminado el martes, así que jueves toca examen – dijo Dick dejando claro sus actitudes detectivescas.
  • Me alegra que tomes tus previsiones – sonrió ante la actitud de su hijo – Tim me ha dicho que llevas aquí encerrado toda la mañana – le comento cogiendo sus hombros – Dick sabes que solo te he castigado sin salir, y como ya has hecho esos dos trabajos, no es necesario que te pases el día encerrado estudiando ¿verdad?
  • Lo sé, papá. Pero llevabas razón, he abandonado un poquito, mis estudios – y sin querer Bruce inconscientemente elevó una ceja por lo que Dick se apresuró en agregar – no es que vaya a bajar mis notas o algo por el estilo… pero sí que hace tiempo que no investigó más allá de las explicaciones que nos dan los profesores en clase y…
  • ¡Empollón! – dijo Tim disimulando como si estuviera tosiendo.
  • Tim ¿Quieres acompañar a Jason o quieres ir a tomar ese baño? – le dijo muy serio Bruce, que había oído a la perfección lo de “empollón”. Tim negó efusivamente con la cabeza.
  • Lo siento, Dick – se apuró a decir por si acaso su padre consideraba aún lo mandarlo a la esquina
  • No pasa nada, enano.
  • ¡Diiick! – como pretendía que el niño no le llamara nombres si él mismo le llamaba enano. Pero que Dick sonriera con picardía, le hizo sonreír y olvidarlo todo – ¿Cuánto rato llevas con eso? – pregunto cogiendo el libro de biología
  • No lo sé papá, no miré el reloj, supongo que un rato
  • Desde las ocho – intervino Alfred que estaba colocando unos nuevos libros en unos estantes arriba de todo de la biblioteca, los tres miraron hacia arriba, se habían olvidado por completo que Alfred también estaba allí – señorito Grayson, su padre lleva razón, es hora que se tome un descanso, y nada mejor que un poco de natación para relajar los músculos y la mente ¿no cree? – le sonrió des de donde estaba
  • Ya has oído a Alfred – dijo Tim tirando de él – a ponerte el bañador Dick se dio por vencido, no iba a ganar esa batalla, aunque quisiera
  • ¿Tú no vendrás? – le preguntó Dick a Bruce al verlo abrir la puerta para salir
  • En cuanto tenga unas palabritas con tu hermano Jason, vayan yendo – les instó, mientras Dick miraba a su padre con la interrogante en la mirada
  • ¿Unas palabritas? – frunció el ceño suspicaz – ¿Qué ha hecho ahora? – preguntó Dick alzando una ceja como hacía Bruce
  • Dijo la palabra que empieza con J – dijo Tim antes que su padre pudiera decirle que eso no era asunto suyo
  • ¿La palabra con J? – Dick miró con cara de no entender nada. La palabra con “P” era Puta. Pero la palabra con Jota, esa si que no sabía. Bruce aprovechando que Tim estaba cotilleando la libreta de Dick, movió los labios haciéndole saber cuál era la palabra con J – Uffffff – Y Dick puso una mueca de dolor, Jason estaba muy muerto si había dicho “joder” delante de su padre y Tim. Y si por algún momento Bruce, Dick e incluso Alfred, pensaron que Tim estaba en otra, les dio un revés en plena cara.
  • Si, por eso ahora papá le calentará el trasero, bajándole la ropa como te la bajo a ti, ayer noche – y se salió saltando como si nada de la biblioteca totalmente inocente de lo que acababa de hacer.

 

Dick estaba muerto de vergüenza, mortificado en realidad, su peor pesadilla acababa de hacerse realidad. Sus hermanos sabían que papá todavía lo castiga… no, no, no, corrección, que sabían CÓMO lo castiga AÚN papá: ¡IGUAL QUE A ELLOS!, COMO A UN MOCOSO…e hizo lo que cualquier muchacho de su edad haría en su lugar… huir. Sin importarle nada, ni su padre, ni Alfred (A quienes la sorpresa también los golpeó) corrió escaleras arriba. Y por primera vez en su vida, hizo algo que nunca antes hizo, tirar la puerta con todas sus fuerzas retumbando hasta la ventanas. Bruce no podía decir que él no hubiera hecho lo mismo de estar en su lugar.

 

  • DICK, ESPERA – gritó Bruce, tratando de calmarlo, sin poder ni cogerle la mano, por la forma tempestiva en que salió de la biblioteca, casi podría jurar que los ojos se le nublaron. Bruce le entendía, tenía 15 años, a esa edad la imagen lo es todo., sobre todo ahora que tenía el título de hermano MAYOR – ¿Alfred? – murmuró pidiendo un poco de auxilio – ¿Cómo se enteraron? – preguntó y Alfred tuvo que contarle lo que paso
  • Verá, Señorito Bruce – ¿No podía simplemente tutearlo en una situación tan delicada como esta?, se preguntó Bruce, es que a veces Alfred llegaba al desespero con sus modos, parecía que se hubiera tragado un sable – ayer cuando usted ejecutaba el castigo – jooo, dicho así parecía que estuviera hablando de sacar la cabeza a alguien, pensó Bruce – el señorito Jason y el señorito Tim estuvieron espiando por la puerta al señorito Grayson, puesto que al parecer usted olvidó cerrar – Por Dios y ahora era su culpa.  Alfred al ver el conflicto en el rostro de Bruce simplemente le aconsejó – sería mejor que vaya a hablar con el señorito Grayson, no es conveniente que se haga un mundo en la cabeza por nada – claro la vergüenza no era suya, pero Bruce no tuvo tiempo de hacer nada… Jason lo sacó de sus ensoñaciones
  • PAPAAAAAAAAAAAA, YA ESTOY ABURRIDO DE MIRAR LA PARED…


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