Las peripecias de Constantin
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 15 de mayo del 2016
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Capítulo 5…
Dulzuras de la
abuela
Autora:
Marambra
Tras aquellas palabras
vertidas por Rebeka el mundo de Constantin se vino abajo y todo se quedo en
completo silencio por una fracción de segundos, tiempo suficiente que Constan
la miro fijamente en los ojos para darle a entender que acababa de romperle el
corazón en mil fragmentos y quería recoger sus trozos y tirarlos a la basura,
pero al parecer no había un basurero lo suficientemente grande donde tirar todo
el amor que tenia por esa chica y que ahora estaba desparramado en el suelo,
así que mordió sus dientes con fuerza, cerró los ojos y se dio la vuelta,
agarrando su polera y sus calzados dejando a Rebeka en shock por lo que acababa
de suceder… y empezó a caminar así por la calle, con un nudo en la garganta; no lloraría, se decía sin darse
cuenta que ya estaba llorando y se limpiaba los ojos con el dorso de la mano,
soy un hombre, no un niño clamaba él para sí mismo y corrió luego sin rumbo, no
quería llegar a casa, no, en ese estado y se paso así las horas, eran las 5 de
la tarde, no había ni almorzado decentemente, no había terminado sus tareas, no
había hecho lo que su padre le ordeno y se sentó en un parque cerca de casa
agarrándose la cabeza con desespero, mierda estaba metido en un buen pleito.
Y así, tras unos quince
minutos de introspección, decidido dar la cara a todos y regreso a su casa…
estaba tan abatido que le importaba poco lo que su padre le diga o le haga,
pero al llegar a casa se encontró con la noticia de que solo estaba su abuela,
pues su padre y su abuelo habían salido a buscarlo; su padre había ido en la
mañana a casa de los abuelos para disculparse por lo sucedido el día anterior,
pero no pudo conversar con ellos porque no se encontraron, se cruzaron al
parecer, porque tanto como Javier y Bianca tenían en mente lo mismo… una
disculpa y cuando ambos se llamaron se enteraron que la casa estaba abierta y
no había Constantin por ningún lado.
·
¿Dónde
estuviste toda la tarde jovencito? – pregunto la abuela al ver
a Constan llegar en el estado que llego sin calzados y solo pantalón puesto y
el polo de revés
·
A
ti que mierda te importa – contesto enfadado sin darse cuenta de
que había faltado al respeto a su abuela
·
plaf – sonó el revés que le dio ella en la boca
haciéndole saltar los mocos y el llanto derramado en su carrera hacia la nada – ¿qué cosa acabas de decirme? – pregunto
Bianca y Constan se quedo paralizado en el umbral de la puerta que su abuela
tuvo la rapidez de cerrar con llave para que no se escape ya que estaba con la
cartera de tiros en la mano al que fue quitándole justo los tirantes, iba a
darle una paliza con aquello – ven aquí
– ordeno con calma tras esa breve pausa que duro quitar el mango de cuero
de su cartera, nada diabólico, apenas un lazo de cuero delgado y lo
suficientemente largo como un pequeño cinturón, pero obviamente Constan no
obedeció, él no iba a ir al matadero de buena voluntad, había hecho cosas locas
pero no tanto y empezó a retroceder camino a las escaleras – ¡VEN AQUÍ!... TE ESTOY HABLANDO CONSTANTIN, HE DICHO QUE VENGAS AQUÍ
– la abuela sentencio enojadísima como ella sola, y fue recién que Constan
se percato de lo que acababa de pasar
·
Perdóname
abuelita, por favor, perdóname –
·
HE
DICHO QUE VENGAS AQUÍ – volvió a repetir, pero esta vez con un gimió, pero Bianca no estaba para
bromas, la única cosa que ella no toleraba era que le falten el respeto de
manera flagrante como ahora duro
correazo – ZAAAS
·
AUUUU
– grito
de dolor mientras era arrastrado a la
sala de la casa, Constan nunca se percato de la fuerza que podía tener su
abuela, era una mujer grande, hábil y bien plantada… era un bólido de acero
puro, y Constan estaba a punto de enterarse lo peligrosa que podía ser su
abuela estando enojada – NOOO ABUELITAA
NOOO, POR FAVOOOR POR FAVOOOR – grito con pánico cuando su abuela lo sujeto
de la cintura como mejor podía ahí en medio de la sala parado frente a ella y
ahora cruzado por debajo de su brazo, bajándole el pantalón y de un tirón con
una destreza tal que superaba a su propio padre, habilidad que claro está, te
da la experiencia de los años y la practica en dichos menesteres y le propino una buena paliza, vamos
que Bianca, estaba brava como un peto al que acaban de romperle el panal…
·
A
MI NO ME VAS FALTA EL RESPETO – grito su abuela sujetando sus
brazos como mejor podía, adivinando que Constan iba a dar a batalla, pero piernas
eran otra cosa, nada podía hacer para sujetarla – ¿ME HAS ENTENDIDO? – hizo
la pegunta de rigor sin esperar que Constan diga algo, simplemente para llenar
el tiempo antes de empezar, y empezó duro, con todo, como ella era… a manos
llenas – zas zaas zzass ZASS zass ZAAS
ZAS ZAS zas zas ZAAAS zass – los cinchazos llegaron con una velocidad
increíble, Constan no sabía donde ardía más, Bianca le había bajado toda la
ropa hasta los pies y no escatimo en zurrarle los muslos también, por lo que el
crío se movió como en un concurso de baile
·
Oowww
OOWWW NOOO, NOOO por favorrr, AUUU, AUU, BUUUA MMA GGGG abue lita, por favooor, AY AYAY AYAYAY
AUUU, GMGGG mamaaaa, por favooor, abuuu, noooo, noo OOOWW oww oww – solía
llamarle mamá en ocasiones intimas y especiales y esta era una de esas
·
zas
ZASS zass ZAAS ZAS ZAS zas zas ZAAAS zass – y con la misma
fuerza previa llegaron esas a la base del trasero
·
OOOOWWW
MAMAAAA – grito apretando las nalgas y llevando sus caderas
hacia adelante como queriendo esconderlas, ya no podia ni zapatear, la ropa se
enredo en sus tobillos
·
Te
has pasado de la raya – sentencio la abuela con el rostro muy
serio del enfado, dando por terminada terminada su tarea soltándolo de golpe, y
de pronto Constan se vio ahí, parado frente a su abuela con el pantalón
enredado en uno de los tobillos y con las manos en el trasero frotándoselo como
mejor podía, no podía calmarse de llorar
·
OOOOOWWW
OWW ow oww owww – gemía con todo el sentimiento, pero no
lloraba solo por la paliza ganada, sino por la desilusión que lo apretaba,
sentía que yo no tenía vida ni valor, ya no tenía corazón, acababan de
rompérselo y saltar y pisarlo como mejor podían y ahora un agujero negro que
ocupaba su pecho, pensaba y estaba tan absorto en su llanto que no se dio
cuenta de lo que su abuela le decía
·
¿De
dónde tu con semejante contestación a mi? – pregunto a tiempo de cogerlo del brazo y
conducirlo hacia las escalera con dirección a su dormitorio – yo que tanto te amo y te mimo – le
reprocho soltando un manotazo en el trasero
– PLAF
·
Maaaa
– se
quejo mirando a su abuela – por favor – dijo
en un susurro
·
No
quiero hablar ahora contigo Constantin – dijo su abuela en
la puerta de su dormitorio – me has
ofendido como el mejor y no te lo voy a pasar, ¡esto NO! – dijo con calma
mientras lo metía al dormitorio y lo llevaba a un rincón, como su padre solía
hacer después de una paliza – así que no
voy a dirigirte la palabra hasta que recapacites y me des una sincera disculpa,
eso claro, si quieres hacerlo – agrego como estocada final poniendo a su
nieto de cara a la pared
·
Nifn
nif ni fnifff, nifff nifff abuelita yooo, abuelitaaa por favorrr niff nniff maaaa
– Constan
se dio la vuelta y le agarro la mano con desesperación, queriendo que lo
disculpe, pero su abuela estaba enfadada realmente enfadada
·
NO
Constantin, ya te dije, no voy a hablarte… por lo menos… NO HOY
Y se dio la vuelta
envuelta en un mar de sensaciones todas desagradables, tristeza, decepción,
enfado, sorpresa, si sorpresa, Constan no era agresivo, era más bien super
pasivo, ¿qué paso?, se preguntaba Bianca bajando las gradas, ¿por qué ese
cambio?, pensaba, algo había ocurrido, algo le paso a su nieto para que actuara
así, él no era así y quiso volver sobre sus pasos para hablar con él, pero
enduro su corazón y se fue a la cocina; le dolía la cabeza, todo estaba
saliendo mal, muy mal, solo esperaba que llegue su marido y se vayan a
descansar, estaba estresada… ¡vaya diablo! de sábado pensó, abrió el grifo de
la pila y se tomo un comprimido cerrando los ojos, la cabeza le mataba.
En eso llego su marido con
Franz, y éste al oír que su hijo lloraba solo atino a subir donde estaba el
muchacho, estaba enojado con él inicialmente, pero luego había empezado a
preocuparse… ¿y si algo le había pasado?. ¿Si quizás alguien entro a la casa y
se lo rapto?, ¿si llego Tatiana y decidió llevarse al chico?, y cuando entro a
la habitación lo vio allá de cara a la pared, llorando muy bajito, con la
cabeza apoyada en la pared y las manos en el trasero frotándose se sorprendió…
¿qué paso?, el trasero de su hijo estaba rojísimo como los muslos, ¿Mamá hizo
eso?..... no se animo a preguntarle al chico, es más Constan no se percato que
papá estaba en la puerta mirándolo, él solo pensaba en su derrota, en como las
cosas giraron tanto y no se dio cuenta de nada, arrepentido de sus palabras y
actos, no se acordaba ni que fue exactamente lo que le dijo a la abuela para
que ella se enoje tanto y le diga que no le hablaría más en su vida… bueno
hasta que se disculpe de ella; estaba aturdido por todo lo vivido con los
hombros hundidos de lo mucho que pesaban
ahora con todos los problemas que tenían, problemas que pesaban más, ahora que
su pequeño mundo mágico de adolescente enamorado se rompió en sus narices.
·
¿Qué
paso mama? – pregunto Franz a su madre apenas volvió a
bajar a la cocina en busca de respuesta, y recién se percato en un detalle,
ella tenía los ojos rojos y tensión en las facciones
·
Le
di una paliza a tu hijo, eso paso – le temblaba el labio, estaba muy afectada,
acababa de darle una reverenda paliza a su nieto y eso no lo podía creer, ella
adoraba a Constantin, pero no podía permitir sus desmadres.
·
Mama
sabes muy bien que de la disciplina de mi hijo me encargo yo –
NO levanto la voz, sonaba más bien a pena y vergüenza, seguro Constan hizo algo
muy malo para que su abuela lo castigue, después de todo Bianca era muy
paciente y dulce la mas de las veces pero cuando reaccionaba, lo hacía
ácidamente
·
PLLAAFFF
–
estallo el revés que le dio su madre, Bianca estaba enojada hasta la pared del
frente – ¡SUFICIENTE! – grito de
pronto al borde del colapso – ESTÚPIDO PSICÓLOGO
DE PACOTILLA – insulto a su hijo, algo impensable en el pasado, pero es que
ahora las cosas estaban fuera de foco –
¿QUE TE HAS CREÍDO TU?, MALAGRADECIDO DE MIERDA
·
Perooo
– Franz
se asusto de su madre y abrió los ojos sorprendido de ese ataque verbal y su
madre dándose cuenta de aquello respiro hondo antes de seguir procurando no
levantar la voz para que Constan no los oiga y crea que peleaban por su causa
·
Si
ayer no te dije nada, no ERA porque tu tuvieras la estúpida razón – dijo
entre dientes – fue por RESPETO a tu
padre, pero hoy me vale un ¡carajo! que él quiera o no detenerme – dijo
blanqueando los ojos a su marido que ese momento iba a decir algo, pero al ver
a su mujer como estaba prefirió callarse, después de todo habían ido a
conversar con su hijo sobre lo que sucedió día antes – ayer me has tratado como si
fuera un tapete empolvado – reclamo enojada frunciendo el ceño y elevando
un indice como cuando era un niño y Franz se sintió de pronto como un pequeño
niño travieso al que estaban reprendiendo antes de una paliza – pero fíjate bien Franz que no es así – aseguro
su madre – soy tu madre – y se
agarro el pecho – TU MADRE, la mujer que te ha PARIDO Y NO CAGADO – y tanto Javier como Franz abrieron las bocas del puro asombro,
Bianca no solía hablar malas palabras, pero por lo visto hoy se desato un
pequeño infierno en su lengua – por lo
que me merezco un poco de respeto y consideración – eso no había quien se
lo discuta, vamos era la abuela, pero ella quería sinceramente dejar en claro
eso – SE perfectamente que Constan es tu
hijo, PERO NI SUEÑES con que voy a pedirte PERMISO para reprenderlo como ahora
o mimarlo como ayer, PORQUE YO LO AMO, ES MI NIETO, y tengo algunos derechos
fundamentales sobre él – vaya mujercita la mía pensó Javier en absoluto
silencio mirando las reacciones de su hijo –
¿ME HAS ENTENDIDO? – pregunto ante
el mutismo de su hijo – … ¿O TENGO TAMBIÉN QUE CALENTARTE EL CULO COMO
A TU HIJO? ¡CARAJO! – y sucedió, en cámara lenta, Franz ni en sus más
retorcidas pesadillas hubiera imaginado ni pensado que aquello que le venía
llegaría, y lo que le llego fueron como cuatro terribles golpes en todo el
muslo con la paleta de madera que había en la cocina y que para desgracia de su
hijo estaba muy al alcance de la mano de mamá – CRAAACKKK, CRAAACH, CRRAAACKK
CRAAACK – sonó aquello sobre su piel y ardió como quemadura, el dolor
tardo en procesarse en su cabeza pero los vasos capilares hicieron su trabajo,
una inigualable rubicundez encendió su rostro a casi escarlata, del dolor y la
vergüenza, de pronto se sintió diminuto, , como si tuviera 13 años, la edad en
que mama solía todavía ponerle en sus rodillas y bajarle la ropa hasta los
tobillos y le incendiaba el culete con la palma abierta O; CON AQUELLA SIMILAR
PALELITA DE MADERA DE HACER DULCES y MERMELADAS, y el schok de aquello lo dejo
quieto no pudo hacer nada, no intento ni poner
las manos siquiera, era como cuando mama lo sorprendía en una travesura muy
mala y le llegaba ya no mas el dolorcito que picaba en el poto antes de la
verdadera paliza con el calzón bajado, ese mini recuerdo hizo que él no
intentara ni cubrirse, ni quitarle a mama, la paleta
·
AUUUUCHHHHH
AUCHHHC que fue eso ¿por qué tanta violencia mamá? –
retrocedió sobre sus pasos alejándose prudentemente del alcance de su madre y
con los ojos desorbitados de la sorpresa y su padre que vio todo en completo
silencio, agarro las manos de su esposa antes de que se estrelle nuevamente
sobre las posaderas de su hijo
·
Cállate
tonto de capirote y en vez de estar aquí alardeando y pavoneándote de psicólogo
– dijo
todavía molesta – haz algo como tal y sube a ver a mi nieto – ordeno – sube a consolarlo y a averiguar de MANERA
CIVILIZADA como sueles PONER EN TUS LIBROS – esa era una advertencia “ni se
te ocurra tocarle un pelo” – del porque
llego con los ojos rojos y la cara descompuesta y ni se te ocurra ponerle más
las manos encima que yo ya lo castigue – dijo por si había alguna duda de
por medio claro – ahora SUBE DE UNA VEZ,
que necesita de su padre, de su abrazo y ¡NO! DE TUS TONTOS SERMONES.
·
BIAAANCA
– grito
sorprendido Javier, porque Marcela estaba decidida a darle de tortazos a su
hijo, quiso arrebatarle a Javier la paleta de madera
Y Franz subió corriendo,
mamá estaba que tiraba todo por la cabeza… ¿desobedecerla? ni loco, sobre todo no
después de esos paletazos que acababa de llevarse, ¡JODER!, ¿cómo llego a ese
estado?, se suponía que era un adulto,
un psicólogo y empresario, que tenía un máster internacional en relaciones
familiares y conflictos con adolescentes… y toda una enciclopedia sobre “Formas
de comunicación intrafamiliar”, pero definitivamente, en casa de
herrero cuchillo de palo; allá abajo no impero el dialogo… gobernó la dulce
paleta de mamá.
Capítulo
6…
El
Barón Rojo y los avioncitos de papel
Autora: Marambra
Javier frunció el
entrecejo y dibujo la boca en un rictus terrorífico, le había llevado como 3
horas encontrar a su nieto y cuando lo encontró casi le da un infarto, Constantin
estaba de nuevo montado en un cuadratrack en la banda del río Piraí, donde tenía
terminantemente prohibido pisar siquiera la arena, sobre todo tras el incidente
que lo envió al hospital con un trauma craneano y una fractura de peroné hace
algunos meses atrás. SEIS meses para ser exactos…
·
Sube
ahora mismo Constantin Romero Trakjovac, no te sumes más problemas de los que
tienes – su abuelo Javier estaba totalmente enojado, llevaba una
cara que ni el mismo aguantaba – estas a un pelín de conocerme enojado y no
te va a gustar
Javier estaba hasta el
gorro de todas las huevadas que su nieto
venía haciendo desde hace unas semanas más o menos, y que al parecer su padre
hacia ojos ciegos y le pasaba todo tipo de desmadres que el abuelo había ya
perdido la cuenta por falta de dedos y se desesperaba porque el padre de su
nieto, lo excusaba de una forma u otra; pero Franz se lo pasaba todo, o casi
todo por una sola razón, casi había perdido a su hijo por un incidente tras la
tremenda depresión que le dio por el rechazo de Beka, me gustas pero no quiero nada
serio le había dicho… sugiriendo que se abra a las posibilidades de
buscar otra chica además de ella, y que ella buscaría otros chicos también, fue
una sutil forma de decirle vuela de aquí pajarito, tras eso y la paliza de su
abuela por contestarle mal, y los líos en el colegio Constantin se zafó como se
zafan las cabras en el monte entrando en esa particular etapa de rebeldía total
contra todo el mundo pero sobre todo contra su padre.
Para Constan, el culpable
de todos sus problemas era papá, si le salía acné en la frente la culpa era de
su padre que compro mantequilla cuando sabe que no debe comerla él, si estaba
de mal humor por no dormir era su padre que lo había desvelado haciendo las
tareas atrasadas en vez de dejarlas para el día siguiente, si se tropezaba era
papá el culpable porque estaba arreglando el jardín dejando huecos para las
plantas tontas…. Pero de todas la culpas del mundo que cargara su padre, la más
grande, la más horrorosa y la más significativa de la que nunca lo perdonaría,
era su mal de amores, se le había metido a la cabeza de que, de no tener ese
día las rojeces de la paliza en el
trasero la Beka lo hubiese considerado un hombre y no le diría a la cara que
era un crío apenas al que su papa le calentaba el poto por desobediente.
Luego cayó en una
depresión horrible después de varias semanas de estar merodeando a Rebeka como
un gato a un ratón y la vio con aquel estúpido universitario, todo lindo,
guapo, alto, color canela, musculoso de anchas espaldas y poto apretado e
intacto además porque seguramente nadie en casa se lo calentaba o coloreaba
como a él, como a un CRÍO, que asco, vamos todo un hombre, pensaba, un hombre
de pelo en pecho un rival de película…y con esos amargos pensamientos, la
tristeza visito su casita y luego dio paso a una mas patológica con la cual
Franz se jugó sus títulos como psicólogo porque no había manera de sacar a su
hijo del letargo al que se entrego, era un muerto en vida, decía SI a todo, no
discutía, no peleaba, no desobedecía, claro inicialmente todo bien, casi
perfecto…
Pero luego era un NO total
y con mayúsculas, no comía, no miraba la televisión, no oía música, no quería
salir a ninguna parte y empezó a manifestar un franco estado de paranoia, con
delirios de persecución incluso, y en el colegio era el blanco fácil de
puñetazos, pateaduras y demás por parte de sus compañeros que lo llamaban el raro,
el tocado del coco, el tonto, porque no participaba en nada ni bueno ni malo,
no había día en que no venga con el ojo
entintado, el labio partido, el pelo revuelto o moretones en el cuerpo, su
padre tuvo que presentar una denuncia por maltrato y discriminación escolar y
fue cuando aquel grupo de bravucones freno la agresión física pero no la
psicológica, fueron meses muy duros para Constantin y su padre; tan
terriblemente malo que tras el último incidente donde sus compañeros llevaron
al límite de todo a Constan, retándolo a dejar de ser el niñito de papá, así lo
llamaban tras aquella denuncia de maltrato, y él cansado de aquel estigma y darle
vueltas al asunto original: el que Beka lo vea como a un crío, acepto el reto y
fue más.
Sumo mayor adrenalina a la
versión original de aquella travesura y paso a ser el retador con todas las de
la ley jugándose el pellejo y obligando al resto a lo mismo, y se salto lo que
quedaba de clases esa mañana del colegio para irse a los playones de arena del
rio para montar aquellas famosas cuadratrack en las pistas de arena improvisada
y queriendo hacer lo que solía con las motos de nieve en Rusia, pues acelero en
una duna mal formada y fue a caer de cabeza, le falto un pelo de fracturarse el
cuello y se llevo de yapa muchas fisuras óseas en el esqueleto y la fracturita
de su peroné, todos lo calificaron de milagrosa considerando que la cuadratrack
cayó sobre él; los muchachos lo dejaron abandonado del susto claro y tras ser
encontrado por unos pescadores y ser llevado al hospital cerrándose en un mutis
total tras 2 días de estar inconsciente, y al ver llorar a sus abuelos y su
padre cuando por fin abrió los ojos; Constan toco fondo y rompió a llorar con
ellos para luego confesar a su papá lo que había hecho y el porqué y Franz tras
oír la declaración de su hijo, hizo algo muy drástico en contra de sus
principios.
·
¿Qué
paso hijo, que ha sucedido? – había preguntado su padre
con la voz angustiosa y los ojos preocupados y tristes repartiendo diminutos
besos en la frente ahora ya suturada a un Constan que abría los párpados apenas
después de una hora de estar en aquella sala de tomografías a la que todavía lo
llevaron inconsciente en su segundo día de internación
·
No
importa papá… quizás la próxima deba acelerar mas y pararme en la cuadratrack,
así no me despierto más y me ahorro la tristeza de ver a Rebeka con ese chico –
había declarado por fin la causa real de su depresión, sonriendo con la boca
sin que aquella chispa de humor negro llegue a sus ojos para luego darse la
vuelta para no mirarle a la cara ni dejar que lo vea; sin darse cuenta de que
inconscientemente estaba deseando: suicidarse y cerró los ojos fingiendo dormir
Franz había sufrido en
silencio ocultando a sus padres el dolor que lo anidaba y se había quedado
aquella tarde y noche en el hospital con él, mirando y acariciando el hematoma
de su labio y la herida de su frente, la sutura de pirata que decía cuando se
miraba al espejo, una heridita a nivel de la raíz del cabello… verlo así tan
vulnerable, lo hizo sentir horrible como padre y cuando le avisaron que
dormiría el resto de la tarde y que despertaría sobre las 6, el abandono el
hospital con un solo propósito en mente; así que guardándose el orgullo en el
fondo del bolsillo y las apariencias fue buscar a la famosa Beka, mal aparco la
movilidad en la puerta de la muchacha y la vio ahí, toda campante, llena de
vida, feliz despedirse de un muchacho de unos 26 años… el supuesto rival de su
pequeño, y pensó que si algo le ocurriese a su Constan, nunca llegaría a esa
edad, espero que regrese y sin pensarlo dos veces se lanzo sobre ella diciendo…
·
Sé
que Constan está enamorado de ti y que le hiciste a un lado y agradezco tu
sensatez – lanzo un agobiado suspiro tras el susto de la muchacha
que no esperaba ver al padre de su simpático admirador en su puerta – mi hijo es muy menor para ti, pero ahora
eso no importa, él está en el hospital internado y sé que aun cuando no me diga directamente, inconscientemente lo único
que quiere es morir – había pasado sus manos por el rostro y se sentó sobre
el capote de su auto aguantando las ganas de llorar – y no en el sentido literal de la palabra sino real y me siento
totalmente impotente por no poder hacer
nada al respecto – metió las manos en el bolsillo sacando su billetera y
mirando la foto de su hijo – no es lo
mismo prohibirle hacer algunas cosas bajo la amenaza de castigarlo si me
desobedece como tantas veces, a prohibirle sentir ese amor platónico… idílico y
loco que te tiene – volvió a suspirar y sonreír a media mueca como su hijo
en su declaración – pero daría cualquier
cosa por que regrese y sea el mismo muchacho volantín de antes de todo esto – dijo
con un nudo en la garganta – que
prefiero verle a los ojos cargados de pura rebeldía, y oír malas contestaciones
o malas palabras, o ver malos gestos y caras que ver al zombi que tengo ahora
¿sabes?... Con el que no sé cómo lidiar – por fin se animo a confesar su
mayor temor y a cogerle las manos – así
que quiero pedirte un gran favor, seé que lo que te diga es hasta un delito, es
inmoral, es no sé cómo describirlo pero es lo único que puedo hacer por ahora
por mi Constan – hizo un ademan para callar la voz de la chica que quería
preguntar qué paso con su romántico vecinito, se había dado cuenta que hacía
mucho que no lo veía colgado a su ventana espiándola – no importa si tiene precio, te puedo pagar, pero me gustaría que lo
fueras a visitar en plan de amigos, no me lo ilusiones en otro sentido – hizo
un puñete con su diestra golpeándose la boca con ella nerviosamente y mirando a
la chica entre medias sonrisas y medias penas, lo que estaba haciendo lo
superaba realmente – necesito sacarlo de ese adormecimiento en
que está inmerso y a estas alturas del partido soy capaz de hacer cualquier
cosa por borrar de su mente el oscuro pensamiento de morir como lo tiene ahora…–
Con aquellas últimas palabras Franz se dio la vuelta sin pensar en realidad en
las consecuencias de aquella gran imprudencia, y que en algún momento tendría
que hacer cara a todo aquello… ese aquello que nadie en casa sabia y que tras
la visita de aquella muchacha Constan tuvo una mejoría casi milagrosa…
Pero desde hace una semana
más o menos, volvía a la cantaleta rebelde y hoy en la mañana se llevo la flor
en malas actitudes a lo cual su padre tuvo que poner un freno pero de una forma
que Constan no se imagino y como venganza estaba ahí ahora haciendo estupideces
que su abuelo no toleraría por nada del mundo y le daría LA PALIZA, eso estaba
más que garantizado.
…Franz no estaba en casa,
había viajado a La Paz por una conferencia de psiquiatras y psicólogos en un
congreso internacional, inicialmente tenía que viajar con Constantin como unas
mini vacaciones aprovechando el largo feriado que se avecinaba de semana santa
que empalmaba con la suspensión de clases en el colegio de su hijo por
aniversario escolar; pero durante esa semana previa el muchacho había
manifestado un brusco cambio de comportamiento y su padre aun con toda la
paciencia que tenía lo había dejado en el banquillo de los acusados hasta su
regreso.
·
No
sé exactamente lo que te sucede Constantin, pero ya te voy avisando que si no
cambias de actitud, el viaje tuyo se cancela –
amenazo esa misma mañana y Constan no creyó que vaya cumplir con aquella
amenaza, su padre sabía que el adoraba los aviones, las pistas, los aeropuertos
grandes o pequeños, que tenía una colección de aviones a escala en casa, y se
sabía las mil y un historias de los aviones de guerra pero además sabía que
éste era un viaje bastante esperado y planificado con anticipación ya que el
viaje no era solo para acompañar a su padre a una aburrida conferencia de
loqueros, sino ir y encontrarse con el tío Armando primo de su padre, que había
llegado recientemente de Moscú, y quería viajar con él al Lago y visitar las
ruinas de la Isla del Sol y hacer turismo de acampada, y claro, averiguar si
había visto a su madre y si conocía a su hermana… él quería saber de ellas aun
cuando nunca le confiese eso a su padre, pero si se lo había confiado a su tío,
hombre de palabra, que según él, nunca lo delataría
·
Pues
por mi puedes circular solo cuando quieras, ya no quiero ir contigo a ninguna
parte, APESTAS – dijo de mala manera a su padre que enojado
pero con razón le reclamo por no tomar su medicación a la hora, lo que enfado más
a Constan que estaba irascible – SUELTAMEEE…
ME ENFERMAS, ME TIENES HASTA EL GORRO CON TUS COSAS ESTOY HARTO DE TODO
ESTO, HARTO DE QUE ME CONTROLES – y tras gritar aquello, soltando toda la
ropa planchada que iba a poner en su maleta al suelo y tirar el frasco abierto
al baño se salió tirando además la puerta de calle para regresar solo cuando
fue encontrado por su abuelo en el césped de un parque cerca de su casa dos
horas después del incidente… el vuelo era a las 4 de la tarde y tenían que ir almorzar,
menos mal aún estaban a tiempo
·
Bueno
Constan, estarás queriendo que te castigue ¿no? Cuidado y no haya viaje para
ti –
fue lo único que dijo Franz, Javier pensó que por lo menos le jalaría las
orejas y como su hijo no hizo nada mas, el abuelo empezó a impacientarse con el
nieto sobre todo después de acomodarle la maleta para que vaya al dichoso viaje
Constantin solo apretó los
dientes murmurando mierdas en la boca que fue oído perfectamente por su abuelo
y su papá, pero si bien Franz oyó, prefirió hacerse el sordo no porque no se
mereciera un par de nalgadas sino porque en principio no quería un espectáculo
público, y porque el meollo de la cuestión era que Franz consideraba que su
hijo estaba todavía en fase de recuperación y que aun había cosas que era mejor
no tocar, pero el abuelo estaba hasta el gorro de las pataletas de su nieto
cada dos por tres, y ya había batido el record en media mañana tras tirar la
medicación, contestar mal, salirse sin permiso, no avisar a donde iba y la
ultima guinda sobre un pastel muy quemado ya de tanta tontería y que se atrevió
a servir sobre blanco mantel: me limpio el culo con tu pasaje de mierda;
había murmurado.
Javier estuvo tentado de
darle un guantazo en la boca y eso que él era re permisible con su único nieto,
pero no lo hizo, primero porque ahí estaba su padre y porque a diferencia de su
mujer, él procuraba no meterse directamente sobre la forma de educarlo, sabia
de sobra que Franz era muy capaz a la hora de corregirlo, pero desde que
Constan tuvo ese mal episodio en el colegio y todos se llevaron el susto de su
vida, su papá había soltado un poco las riendas del muchacho, solo que el crío
empezó a tomarse demasiadas libertades y ahora estaba ahí con las manos atadas
confundido sin saber exactamente que más debería hacer, por el momento prefirió
conducir hacia un patio de comidas, almorzar e irse al aeropuerto; hasta que
claro Constan tuvo que abrir su boca para hacer saber que estaba ahí, quería
hacer renegar a su padre, tentarlo, llevarlo al límite, estaba muy enojado con
Franz y no sabía cómo hacerle saber de su enojo, empezó a tener serias dificultades
comunicativas con su padre tras lo que había descubierto y se sentía ardido con
él, resentido y usó como de costumbre la mala costumbre de ser rebelde, molesto
como un zancudo hambriento haciendo ruido en el oído…
·
HE
DICHO QUE PUEDES HACER LO QUE TE DE LA GANA CON TU PASAJE – grito, obviamente no iba a gritar a voz en cuello lo que dijo entre dientes – ¿ME HAS OÍDO?
Volvió a increpar a voces,
la gente se dio la vuelta para mirarlos cuando estaban bajando del auto para ir
a comer, Javier paso la peor vergüenza que alguien puede vivir, cogió a Constan
del brazo y lo zarandeo a punto de darle un palmetazo en el poto, y Franz, al
ver y reconocer que su padre estaba empezando a perder los estribos, lo agarro
del brazo y Javier desistió momentáneamente de que su picada mano aterrice
sobre el culo de su brillante nieto, así que Franz, sujetando del cuello a Constan lo metió a la movilidad nuevamente clavándole la vista enfadado y cambio de
rumbo dirigiéndose directamente al aeropuerto sin probar bocado alguno, Javier
lo miro interrogante pero su hijo permaneció en silencio todo el viaje pese a
los constantes refunfuños de Constantin.
·
Tengo
hambre, ¿no iremos a comer? – dijo después de varios
minutos en un molesto silencio sobre la carretera sin vías de que tomen un
salida para ir a un lugar a comer algo, con ese humor cambiante que estaba enloqueciendo a todos en casa entre ir del negro al blanco
·
No,
estamos con retraso – respondió Franz con voz seca sin
apartar la mirada del frente
·
Pero el vuelo es a las 4, tengo haaaambre
·
SI
HIJO, YA LO SE – contesto papá enfadado para luego ignorar a
su hijo que hacia un montón de muecas mal educadas y que tanto Javier como
Franz observaban por el espejo retrovisor
Llegaron al aeropuerto y
lo primero que hizo Franz antes incluso de coger la maleta fue acercarse a una
de las ventanillas de venta de pasajes y cancelar el vuelo de Constantin y el
suyo para nueva fecha abierta, consiguiendo un vuelo con escala para la 3 de la
tarde, era ya la una y cuando Constan fue al baño a lavarse las manos fue
cuando Franz le conto a su padre lo que acababa de hacer.
·
¿Qué
pasa Franz? – pregunto su padre intuyendo que su hijo
estaba preocupado por algo – ¿Porque esa
cara?
·
Acabo
de cancelar el vuelo que tenia con Constantin, y cambiarlo con fecha abierta
para no perderlo para otra oportunidad – estaba tenso, como
indeciso, inseguro de saber si estaba o no haciendo bien las cosas – pero es que esta vez ha rebasado todos
los límites y si no le di una tunda es porque Paul dice que tengo que ser más
tolerante – recordó el consejo del psiquiatra, de que tendría algunos altibajos ocasionales – pero….
·
Pero
nada, Constan necesita un escarmiento y aun cuando soy de la antigua usanza – dijo
mostrando su cinturón a Franz se le subieron los colores, si lo sabría él – debo admitir que este es un buen castigo
que dejara mella en su comportamiento – dijo apoyando a su hijo en su
decisión de última hora – así que no te
arrepientas que hoy, debo confesar estuve muy tentado de ponerlo sobre mis
rodillas, y tu sabes muy bien que le tengo más paciencia que cualquiera y que
lo mimo muchísimo, pero esta saliéndose de toda raya – esa era una verdad
irrefutable, era él que siempre abogaba por su nieto – Y la verdad no se a que viene ese compartimiento, pero esta será una
buena oportunidad para hablar con él, así que tú confirma el vuelo y
deja el resto en mis manos…
Contesto
Javier lo más relajado posible quitándole importancia al asunto, pero la verdad
tenía en mente un par de “palabras” reservadas para su nieto y sin su padre en
medio sería más fácil “conversar”, y Franz confirmo el vuelo ya con la maleta
en la mano.
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