domingo, 15 de mayo de 2016

Las peripecias de Constantin 3: Cap. 5 y 6;autora Marambra

Las  peripecias de Constantin
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 15 de mayo del 2016
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Capítulo 5…
Dulzuras de la abuela

Autora: Marambra


Tras aquellas palabras vertidas por Rebeka el mundo de Constantin se vino abajo y todo se quedo en completo silencio por una fracción de segundos, tiempo suficiente que Constan la miro fijamente en los ojos para darle a entender que acababa de romperle el corazón en mil fragmentos y quería recoger sus trozos y tirarlos a la basura, pero al parecer no había un basurero lo suficientemente grande donde tirar todo el amor que tenia por esa chica y que ahora estaba desparramado en el suelo, así que mordió sus dientes con fuerza, cerró los ojos y se dio la vuelta, agarrando su polera y sus calzados dejando a Rebeka en shock por lo que acababa de suceder… y empezó a caminar así por la calle, con un nudo en la  garganta; no lloraría, se decía sin darse cuenta que ya estaba llorando y se limpiaba los ojos con el dorso de la mano, soy un hombre, no un niño clamaba él para sí mismo y corrió luego sin rumbo, no quería llegar a casa, no, en ese estado y se paso así las horas, eran las 5 de la tarde, no había ni almorzado decentemente, no había terminado sus tareas, no había hecho lo que su padre le ordeno y se sentó en un parque cerca de casa agarrándose la cabeza con desespero, mierda estaba metido en un buen pleito.

Y así, tras unos quince minutos de introspección, decidido dar la cara a todos y regreso a su casa… estaba tan abatido que le importaba poco lo que su padre le diga o le haga, pero al llegar a casa se encontró con la noticia de que solo estaba su abuela, pues su padre y su abuelo habían salido a buscarlo; su padre había ido en la mañana a casa de los abuelos para disculparse por lo sucedido el día anterior, pero no pudo conversar con ellos porque no se encontraron, se cruzaron al parecer, porque tanto como Javier y Bianca tenían en mente lo mismo… una disculpa y cuando ambos se llamaron se enteraron que la casa estaba abierta y no había Constantin por ningún lado.


·        ¿Dónde estuviste toda la tarde jovencito? – pregunto la abuela al ver a Constan llegar en el estado que llego sin calzados y solo pantalón puesto y el polo de revés
·        A ti que mierda te importa – contesto enfadado sin darse cuenta de que había faltado al respeto a su abuela
·        plaf sonó el revés que le dio ella en la boca haciéndole saltar los mocos y el llanto derramado en su carrera hacia la nada – ¿qué cosa acabas de decirme? – pregunto Bianca y Constan se quedo paralizado en el umbral de la puerta que su abuela tuvo la rapidez de cerrar con llave para que no se escape ya que estaba con la cartera de tiros en la mano al que fue quitándole justo los tirantes, iba a darle una paliza con aquello – ven aquí – ordeno con calma tras esa breve pausa que duro quitar el mango de cuero de su cartera, nada diabólico, apenas un lazo de cuero delgado y lo suficientemente largo como un pequeño cinturón, pero obviamente Constan no obedeció, él no iba a ir al matadero de buena voluntad, había hecho cosas locas pero no tanto y empezó a retroceder camino a las escaleras – ¡VEN AQUÍ!... TE ESTOY HABLANDO CONSTANTIN, HE DICHO QUE VENGAS AQUÍ – la abuela sentencio enojadísima como ella sola, y fue recién que Constan se percato de lo que acababa de pasar
·        Perdóname abuelita, por favor, perdóname –
·        HE DICHO QUE VENGAS AQUÍ – volvió a repetir, pero esta vez con un gimió, pero Bianca no estaba para bromas, la única cosa que ella no toleraba era que le falten el respeto de manera flagrante como ahora duro correazo – ZAAAS   
·        AUUUU – grito de dolor mientras era arrastrado a la sala de la casa, Constan nunca se percato de la fuerza que podía tener su abuela, era una mujer grande, hábil y bien plantada… era un bólido de acero puro, y Constan estaba a punto de enterarse lo peligrosa que podía ser su abuela estando enojada – NOOO ABUELITAA NOOO, POR FAVOOOR POR FAVOOOR – grito con pánico cuando su abuela lo sujeto de la cintura como mejor podía ahí en medio de la sala parado frente a ella y ahora cruzado por debajo de su brazo, bajándole el pantalón y de un tirón con una destreza tal que superaba a su propio padre, habilidad que claro está, te da la experiencia de los años y la practica en dichos menesteres y le propino una buena paliza, vamos que Bianca, estaba brava como un peto al que acaban de romperle el panal…
·        A MI NO ME VAS FALTA EL RESPETO – grito su abuela sujetando sus brazos como mejor podía, adivinando que Constan iba a dar a batalla, pero piernas eran otra cosa, nada podía hacer para sujetarla  – ¿ME HAS ENTENDIDO? – hizo la pegunta de rigor sin esperar que Constan diga algo, simplemente para llenar el tiempo antes de empezar, y empezó duro, con todo, como ella era… a manos llenas – zas zaas zzass ZASS zass ZAAS ZAS ZAS zas zas ZAAAS zass – los cinchazos llegaron con una velocidad increíble, Constan no sabía donde ardía más, Bianca le había bajado toda la ropa hasta los pies y no escatimo en zurrarle los muslos también, por lo que el crío se movió como en un concurso de baile
·        Oowww OOWWW NOOO, NOOO por favorrr, AUUU, AUU, BUUUA MMA  GGGG abue lita, por favooor, AY AYAY AYAYAY AUUU, GMGGG mamaaaa, por favooor, abuuu, noooo, noo OOOWW oww oww – solía llamarle mamá en ocasiones intimas y especiales y esta era una de  esas
·        zas ZASS zass ZAAS ZAS ZAS zas zas ZAAAS zass – y con la misma fuerza previa llegaron esas a la base del trasero
·        OOOOWWW MAMAAAA – grito apretando las nalgas y llevando sus caderas hacia adelante como queriendo esconderlas, ya no podia ni zapatear, la ropa se enredo en sus tobillos
·        Te has pasado de la raya – sentencio la abuela con el rostro muy serio del enfado, dando por terminada terminada su tarea soltándolo de golpe, y de pronto Constan se vio ahí, parado frente a su abuela con el pantalón enredado en uno de los tobillos y con las manos en el trasero frotándoselo como mejor podía, no podía calmarse de llorar
·        OOOOOWWW OWW ow oww owww – gemía con todo el sentimiento, pero no lloraba solo por la paliza ganada, sino por la desilusión que lo apretaba, sentía que yo no tenía vida ni valor, ya no tenía corazón, acababan de rompérselo y saltar y pisarlo como mejor podían y ahora un agujero negro que ocupaba su pecho, pensaba y estaba tan absorto en su llanto que no se dio cuenta de lo que su abuela le decía
·        ¿De dónde tu con semejante contestación a mi? –  pregunto a tiempo de cogerlo del brazo y conducirlo hacia las escalera con dirección a su dormitorio – yo que tanto te amo y te mimo – le reprocho soltando un manotazo en el trasero – PLAF
·        Maaaa – se quejo mirando a su abuela – por favor – dijo en un susurro
·        No quiero hablar ahora contigo Constantin – dijo su abuela en la puerta de su dormitorio – me has ofendido como el mejor y no te lo voy a pasar, ¡esto NO! – dijo con calma mientras lo metía al dormitorio y lo llevaba a un rincón, como su padre solía hacer después de una paliza – así que no voy a dirigirte la palabra hasta que recapacites y me des una sincera disculpa, eso claro, si quieres hacerlo – agrego como estocada final poniendo a su nieto de cara a la pared
·        Nifn nif ni fnifff, nifff nifff abuelita yooo, abuelitaaa por favorrr niff nniff maaaa – Constan se dio la vuelta y le agarro la mano con desesperación, queriendo que lo disculpe, pero su abuela estaba enfadada realmente enfadada
·        NO Constantin, ya te dije, no voy a hablarte… por lo menos… NO HOY

Y se dio la vuelta envuelta en un mar de sensaciones todas desagradables, tristeza, decepción, enfado, sorpresa, si sorpresa, Constan no era agresivo, era más bien super pasivo, ¿qué paso?, se preguntaba Bianca bajando las gradas, ¿por qué ese cambio?, pensaba, algo había ocurrido, algo le paso a su nieto para que actuara así, él no era así y quiso volver sobre sus pasos para hablar con él, pero enduro su corazón y se fue a la cocina; le dolía la cabeza, todo estaba saliendo mal, muy mal, solo esperaba que llegue su marido y se vayan a descansar, estaba estresada… ¡vaya diablo! de sábado pensó, abrió el grifo de la pila y se tomo un comprimido cerrando los ojos, la cabeza le mataba.

En eso llego su marido con Franz, y éste al oír que su hijo lloraba solo atino a subir donde estaba el muchacho, estaba enojado con él inicialmente, pero luego había empezado a preocuparse… ¿y si algo le había pasado?. ¿Si quizás alguien entro a la casa y se lo rapto?, ¿si llego Tatiana y decidió llevarse al chico?, y cuando entro a la habitación lo vio allá de cara a la pared, llorando muy bajito, con la cabeza apoyada en la pared y las manos en el trasero frotándose se sorprendió… ¿qué paso?, el trasero de su hijo estaba rojísimo como los muslos, ¿Mamá hizo eso?..... no se animo a preguntarle al chico, es más Constan no se percato que papá estaba en la puerta mirándolo, él solo pensaba en su derrota, en como las cosas giraron tanto y no se dio cuenta de nada, arrepentido de sus palabras y actos, no se acordaba ni que fue exactamente lo que le dijo a la abuela para que ella se enoje tanto y le diga que no le hablaría más en su vida… bueno hasta que se disculpe de ella; estaba aturdido por todo lo vivido con los hombros hundidos  de lo mucho que pesaban ahora con todos los problemas que tenían, problemas que pesaban más, ahora que su pequeño mundo mágico de adolescente enamorado se rompió en sus narices.


·        ¿Qué paso mama? – pregunto Franz a su madre apenas volvió a bajar a la cocina en busca de respuesta, y recién se percato en un detalle, ella tenía los ojos rojos y tensión en las facciones
·        Le di una paliza a tu hijo, eso paso –  le temblaba el labio, estaba muy afectada, acababa de darle una reverenda paliza a su nieto y eso no lo podía creer, ella adoraba a Constantin, pero no podía permitir sus desmadres.
·        Mama sabes muy bien que de la disciplina de mi hijo me encargo yo – NO levanto la voz, sonaba más bien a pena y vergüenza, seguro Constan hizo algo muy malo para que su abuela lo castigue, después de todo Bianca era muy paciente y dulce la mas de las veces pero cuando reaccionaba, lo hacía ácidamente
·        PLLAAFFF – estallo el revés que le dio su madre, Bianca estaba enojada hasta la pared del frente – ¡SUFICIENTE! – grito de pronto al borde del colapso – ESTÚPIDO PSICÓLOGO DE PACOTILLA – insulto a su hijo, algo impensable en el pasado, pero es que ahora las cosas estaban fuera de foco – ¿QUE TE HAS CREÍDO TU?, MALAGRADECIDO DE MIERDA
·        Perooo – Franz se asusto de su madre y abrió los ojos sorprendido de ese ataque verbal y su madre dándose cuenta de aquello respiro hondo antes de seguir procurando no levantar la voz para que Constan no los oiga y crea que peleaban por su causa
·        Si ayer no te dije nada, no ERA porque tu tuvieras la estúpida razón – dijo entre dientes – fue por RESPETO a tu padre, pero hoy me vale un ¡carajo! que él quiera o no detenerme – dijo blanqueando los ojos a su marido que ese momento iba a decir algo, pero al ver a su mujer como estaba prefirió callarse, después de todo habían ido a conversar con su hijo sobre lo que sucedió día antes –  ayer me has tratado como si fuera un tapete empolvado – reclamo enojada frunciendo el ceño y elevando un indice como cuando era un niño y Franz se sintió de pronto como un pequeño niño travieso al que estaban reprendiendo antes de una paliza – pero fíjate bien Franz que no es así – aseguro su madre – soy tu madre – y se agarro el pecho –  TU MADRE, la mujer que te ha  PARIDO Y NO CAGADO – y tanto Javier como  Franz abrieron las bocas del puro asombro, Bianca no solía hablar malas palabras, pero por lo visto hoy se desato un pequeño infierno en su lengua – por lo que me merezco un poco de respeto y consideración – eso no había quien se lo discuta, vamos era la abuela, pero ella quería sinceramente dejar en claro eso – SE perfectamente que Constan es tu hijo, PERO NI SUEÑES con que voy a pedirte PERMISO para reprenderlo como ahora o mimarlo como ayer, PORQUE YO LO AMO, ES MI NIETO, y tengo algunos derechos fundamentales sobre él – vaya mujercita la mía pensó Javier en absoluto silencio mirando las reacciones de su hijo –  ¿ME HAS ENTENDIDO? – pregunto ante el mutismo de su hijo –  … ¿O TENGO TAMBIÉN QUE CALENTARTE EL CULO COMO A TU HIJO? ¡CARAJO! – y sucedió, en cámara lenta, Franz ni en sus más retorcidas pesadillas hubiera imaginado ni pensado que aquello que le venía llegaría, y lo que le llego fueron como cuatro terribles golpes en todo el muslo con la paleta de madera que había en la cocina y que para desgracia de su hijo estaba muy al alcance de la mano de mamá CRAAACKKK, CRAAACH, CRRAAACKK CRAAACK – sonó aquello sobre su piel y ardió como quemadura, el dolor tardo en procesarse en su cabeza pero los vasos capilares hicieron su trabajo, una inigualable rubicundez encendió su rostro a casi escarlata, del dolor y la vergüenza, de pronto se sintió diminuto, , como si tuviera 13 años, la edad en que mama solía todavía ponerle en sus rodillas y bajarle la ropa hasta los tobillos y le incendiaba el culete con la palma abierta O; CON AQUELLA SIMILAR PALELITA DE MADERA DE HACER DULCES y MERMELADAS, y el schok de aquello lo dejo quieto no pudo hacer nada, no intento  ni poner las manos siquiera, era como cuando mama lo sorprendía en una travesura muy mala y le llegaba ya no mas el dolorcito que picaba en el poto antes de la verdadera paliza con el calzón bajado, ese mini recuerdo hizo que él no intentara ni cubrirse, ni quitarle a mama, la paleta
·        AUUUUCHHHHH AUCHHHC que fue eso ¿por qué tanta violencia mamá? – retrocedió sobre sus pasos alejándose prudentemente del alcance de su madre y con los ojos desorbitados de la sorpresa y su padre que vio todo en completo silencio, agarro las manos de su esposa antes de que se estrelle nuevamente sobre las posaderas de su hijo
·        Cállate tonto de capirote y en vez de estar aquí alardeando y pavoneándote de psicólogo – dijo todavía molesta –  haz algo como tal y sube a ver a mi nieto – ordeno –  sube a consolarlo y a averiguar de MANERA CIVILIZADA como sueles PONER EN TUS LIBROS – esa era una advertencia “ni se te ocurra tocarle un pelo” – del porque llego con los ojos rojos y la cara descompuesta y ni se te ocurra ponerle más las manos encima que yo ya lo castigue – dijo por si había alguna duda de por medio claro – ahora SUBE DE UNA VEZ, que necesita de su padre, de su abrazo y ¡NO! DE TUS TONTOS SERMONES.
·        BIAAANCA – grito sorprendido Javier, porque Marcela estaba decidida a darle de tortazos a su hijo, quiso arrebatarle a Javier la paleta de madera



Y Franz subió corriendo, mamá estaba que tiraba todo por la cabeza… ¿desobedecerla? ni loco, sobre todo no después de esos paletazos que acababa de llevarse, ¡JODER!, ¿cómo llego a ese estado?, se suponía  que era un adulto, un psicólogo y empresario, que tenía un máster internacional en relaciones familiares y conflictos con adolescentes… y toda una enciclopedia sobre “Formas de comunicación intrafamiliar”, pero definitivamente, en casa de herrero cuchillo de palo; allá abajo no impero el dialogo… gobernó la dulce paleta de mamá.





Capítulo 6…
El Barón Rojo y los avioncitos de papel

Autora: Marambra


Javier frunció el entrecejo y dibujo la boca en un rictus terrorífico, le había llevado como 3 horas encontrar a su nieto y cuando lo encontró casi le da un infarto, Constantin estaba de nuevo montado en un cuadratrack en la banda del río Piraí, donde tenía terminantemente prohibido pisar siquiera la arena, sobre todo tras el incidente que lo envió al hospital con un trauma craneano y una fractura de peroné hace algunos meses atrás. SEIS meses para ser exactos…


·        Sube ahora mismo Constantin Romero Trakjovac, no te sumes más problemas de los que tienes – su abuelo Javier estaba totalmente enojado, llevaba una cara que ni el mismo aguantaba estas a un pelín de conocerme enojado y no te va a gustar

Javier estaba hasta el gorro de  todas las huevadas que su nieto venía haciendo desde hace unas semanas más o menos, y que al parecer su padre hacia ojos ciegos y le pasaba todo tipo de desmadres que el abuelo había ya perdido la cuenta por falta de dedos y se desesperaba porque el padre de su nieto, lo excusaba de una forma u otra; pero Franz se lo pasaba todo, o casi todo por una sola razón, casi había perdido a su hijo por un incidente tras la tremenda depresión que le dio por el rechazo de Beka, me gustas pero no quiero nada serio le había dicho… sugiriendo que se abra a las posibilidades de buscar otra chica además de ella, y que ella buscaría otros chicos también, fue una sutil forma de decirle vuela de aquí pajarito, tras eso y la paliza de su abuela por contestarle mal, y los líos en el colegio Constantin se zafó como se zafan las cabras en el monte entrando en esa particular etapa de rebeldía total contra todo el mundo pero sobre todo contra su padre.

Para Constan, el culpable de todos sus problemas era papá, si le salía acné en la frente la culpa era de su padre que compro mantequilla cuando sabe que no debe comerla él, si estaba de mal humor por no dormir era su padre que lo había desvelado haciendo las tareas atrasadas en vez de dejarlas para el día siguiente, si se tropezaba era papá el culpable porque estaba arreglando el jardín dejando huecos para las plantas tontas…. Pero de todas la culpas del mundo que cargara su padre, la más grande, la más horrorosa y la más significativa de la que nunca lo perdonaría, era su mal de amores, se le había metido a la cabeza de que, de no tener ese día  las rojeces de la paliza en el trasero la Beka lo hubiese considerado un hombre y no le diría a la cara que era un crío apenas al que su papa le calentaba el poto por desobediente.

Luego cayó en una depresión horrible después de varias semanas de estar merodeando a Rebeka como un gato a un ratón y la vio con aquel estúpido universitario, todo lindo, guapo, alto, color canela, musculoso de anchas espaldas y poto apretado e intacto además porque seguramente nadie en casa se lo calentaba o coloreaba como a él, como a un CRÍO, que asco, vamos todo un hombre, pensaba, un hombre de pelo en pecho un rival de película…y con esos amargos pensamientos, la tristeza visito su casita y luego dio paso a una mas patológica con la cual Franz se jugó sus títulos como psicólogo porque no había manera de sacar a su hijo del letargo al que se entrego, era un muerto en vida, decía SI a todo, no discutía, no peleaba, no desobedecía, claro inicialmente todo bien, casi perfecto…

Pero luego era un NO total y con mayúsculas, no comía, no miraba la televisión, no oía música, no quería salir a ninguna parte y empezó a manifestar un franco estado de paranoia, con delirios de persecución incluso, y en el colegio era el blanco fácil de puñetazos, pateaduras y demás por parte de sus compañeros que lo llamaban el raro, el tocado del coco, el tonto, porque no participaba en nada ni bueno ni malo, no había día en que no  venga con el ojo entintado, el labio partido, el pelo revuelto o moretones en el cuerpo, su padre tuvo que presentar una denuncia por maltrato y discriminación escolar y fue cuando aquel grupo de bravucones freno la agresión física pero no la psicológica, fueron meses muy duros para Constantin y su padre; tan terriblemente malo que tras el último incidente donde sus compañeros llevaron al límite de todo a Constan, retándolo a dejar de ser el niñito de papá, así lo llamaban tras aquella denuncia de maltrato, y él cansado de aquel estigma y darle vueltas al asunto original: el que Beka lo vea como a un crío, acepto el reto y fue más.

Sumo mayor adrenalina a la versión original de aquella travesura y paso a ser el retador con todas las de la ley jugándose el pellejo y obligando al resto a lo mismo, y se salto lo que quedaba de clases esa mañana del colegio para irse a los playones de arena del rio para montar aquellas famosas cuadratrack en las pistas de arena improvisada y queriendo hacer lo que solía con las motos de nieve en Rusia, pues acelero en una duna mal formada y fue a caer de cabeza, le falto un pelo de fracturarse el cuello y se llevo de yapa muchas fisuras óseas en el esqueleto y la fracturita de su peroné, todos lo calificaron de milagrosa considerando que la cuadratrack cayó sobre él; los muchachos lo dejaron abandonado del susto claro y tras ser encontrado por unos pescadores y ser llevado al hospital cerrándose en un mutis total tras 2 días de estar inconsciente, y al ver llorar a sus abuelos y su padre cuando por fin abrió los ojos; Constan toco fondo y rompió a llorar con ellos para luego confesar a su papá lo que había hecho y el porqué y Franz tras oír la declaración de su hijo, hizo algo muy drástico en contra de sus principios.


·        ¿Qué paso hijo, que ha sucedido? – había preguntado su padre con la voz angustiosa y los ojos preocupados y tristes repartiendo diminutos besos en la frente ahora ya suturada a un Constan que abría los párpados apenas después de una hora de estar en aquella sala de tomografías a la que todavía lo llevaron inconsciente en su segundo día de internación
·        No importa papá… quizás la próxima deba acelerar mas y pararme en la cuadratrack, así no me despierto más y me ahorro la tristeza de ver a Rebeka con ese chico – había declarado por fin la causa real de su depresión, sonriendo con la boca sin que aquella chispa de humor negro llegue a sus ojos para luego darse la vuelta para no mirarle a la cara ni dejar que lo vea; sin darse cuenta de que inconscientemente estaba deseando: suicidarse y cerró los ojos fingiendo dormir

Franz había sufrido en silencio ocultando a sus padres el dolor que lo anidaba y se había quedado aquella tarde y noche en el hospital con él, mirando y acariciando el hematoma de su labio y la herida de su frente, la sutura de pirata que decía cuando se miraba al espejo, una heridita a nivel de la raíz del cabello… verlo así tan vulnerable, lo hizo sentir horrible como padre y cuando le avisaron que dormiría el resto de la tarde y que despertaría sobre las 6, el abandono el hospital con un solo propósito en mente; así que guardándose el orgullo en el fondo del bolsillo y las apariencias fue buscar a la famosa Beka, mal aparco la movilidad en la puerta de la muchacha y la vio ahí, toda campante, llena de vida, feliz despedirse de un muchacho de unos 26 años… el supuesto rival de su pequeño, y pensó que si algo le ocurriese a su Constan, nunca llegaría a esa edad, espero que regrese y sin pensarlo dos veces se lanzo sobre ella diciendo…


·        Sé que Constan está enamorado de ti y que le hiciste a un lado y agradezco tu sensatez – lanzo un agobiado suspiro tras el susto de la muchacha que no esperaba ver al padre de su simpático admirador en su puerta – mi hijo es muy menor para ti, pero ahora eso no importa, él está en el hospital internado y sé que aun cuando no me  diga directamente, inconscientemente lo único que quiere es morir – había pasado sus manos por el rostro y se sentó sobre el capote de su auto aguantando las ganas de llorar – y no en el sentido literal de la palabra sino real y me siento totalmente impotente por no poder  hacer nada al respecto – metió las manos en el bolsillo sacando su billetera y mirando la foto de su hijo – no es lo mismo prohibirle hacer algunas cosas bajo la amenaza de castigarlo si me desobedece como tantas veces, a prohibirle sentir ese amor platónico… idílico y loco que te tiene – volvió a suspirar y sonreír a media mueca como su hijo en su declaración – pero daría cualquier cosa por que regrese y sea el mismo muchacho volantín de antes de todo esto – dijo con un nudo en la garganta – que prefiero verle a los ojos cargados de pura rebeldía, y oír malas contestaciones o malas palabras, o ver malos gestos y caras que ver al zombi que tengo ahora ¿sabes?... Con el que no sé cómo lidiar – por fin se animo a confesar su mayor temor y a cogerle las manos – así que quiero pedirte un gran favor, seé que lo que te diga es hasta un delito, es inmoral, es no sé cómo describirlo pero es lo único que puedo hacer por ahora por mi Constan – hizo un ademan para callar la voz de la chica que quería preguntar qué paso con su romántico vecinito, se había dado cuenta que hacía mucho que no lo veía colgado a su ventana espiándola – no importa si tiene precio, te puedo pagar, pero me gustaría que lo fueras a visitar en plan de amigos, no me lo ilusiones en otro sentido – hizo un puñete con su diestra golpeándose la boca con ella nerviosamente y mirando a la chica entre medias sonrisas y medias penas, lo que estaba haciendo lo superaba realmente necesito sacarlo de ese adormecimiento en que está inmerso y a estas alturas del partido soy capaz de hacer cualquier cosa por borrar de su mente el oscuro pensamiento de morir como lo tiene ahora…– Con aquellas últimas palabras Franz se dio la vuelta sin pensar en realidad en las consecuencias de aquella gran imprudencia, y que en algún momento tendría que hacer cara a todo aquello… ese aquello que nadie en casa sabia y que tras la visita de aquella muchacha Constan tuvo una mejoría casi milagrosa…


Pero desde hace una semana más o menos, volvía a la cantaleta rebelde y hoy en la mañana se llevo la flor en malas actitudes a lo cual su padre tuvo que poner un freno pero de una forma que Constan no se imagino y como venganza estaba ahí ahora haciendo estupideces que su abuelo no toleraría por nada del mundo y le daría LA PALIZA, eso estaba más que garantizado.

…Franz no estaba en casa, había viajado a La Paz por una conferencia de psiquiatras y psicólogos en un congreso internacional, inicialmente tenía que viajar con Constantin como unas mini vacaciones aprovechando el largo feriado que se avecinaba de semana santa que empalmaba con la suspensión de clases en el colegio de su hijo por aniversario escolar; pero durante esa semana previa el muchacho había manifestado un brusco cambio de comportamiento y su padre aun con toda la paciencia que tenía lo había dejado en el banquillo de los acusados hasta su regreso.


·        No sé exactamente lo que te sucede Constantin, pero ya te voy avisando que si no cambias de actitud, el viaje tuyo se cancela – amenazo esa misma mañana y Constan no creyó que vaya cumplir con aquella amenaza, su padre sabía que el adoraba los aviones, las pistas, los aeropuertos grandes o pequeños, que tenía una colección de aviones a escala en casa, y se sabía las mil y un historias de los aviones de guerra pero además sabía que éste era un viaje bastante esperado y planificado con anticipación ya que el viaje no era solo para acompañar a su padre a una aburrida conferencia de loqueros, sino ir y encontrarse con el tío Armando primo de su padre, que había llegado recientemente de Moscú, y quería viajar con él al Lago y visitar las ruinas de la Isla del Sol y hacer turismo de acampada, y claro, averiguar si había visto a su madre y si conocía a su hermana… él quería saber de ellas aun cuando nunca le confiese eso a su padre, pero si se lo había confiado a su tío, hombre de palabra, que según él, nunca lo delataría
·        Pues por mi puedes circular solo cuando quieras, ya no quiero ir contigo a ninguna parte, APESTAS – dijo de mala manera a su padre que enojado pero con razón le reclamo por no tomar su medicación a la hora, lo que enfado más a Constan que estaba irascible – SUELTAMEEE… ME ENFERMAS, ME TIENES HASTA EL GORRO CON TUS COSAS ESTOY HARTO DE TODO ESTO, HARTO DE QUE ME CONTROLES – y tras gritar aquello, soltando toda la ropa planchada que iba a poner en su maleta al suelo y tirar el frasco abierto al baño se salió tirando además la puerta de calle para regresar solo cuando fue encontrado por su abuelo en el césped de un parque cerca de su casa dos horas después del incidente… el vuelo era a las 4 de la tarde y tenían que ir almorzar, menos mal aún estaban a tiempo
·        Bueno Constan, estarás queriendo que te castigue ¿no? Cuidado y no haya viaje para ti – fue lo único que dijo Franz, Javier pensó que por lo menos le jalaría las orejas y como su hijo no hizo nada mas, el abuelo empezó a impacientarse con el nieto sobre todo después de acomodarle la maleta para que vaya al dichoso viaje


Constantin solo apretó los dientes murmurando mierdas en la boca que fue oído perfectamente por su abuelo y su papá, pero si bien Franz oyó, prefirió hacerse el sordo no porque no se mereciera un par de nalgadas sino porque en principio no quería un espectáculo público, y porque el meollo de la cuestión era que Franz consideraba que su hijo estaba todavía en fase de recuperación y que aun había cosas que era mejor no tocar, pero el abuelo estaba hasta el gorro de las pataletas de su nieto cada dos por tres, y ya había batido el record en media mañana tras tirar la medicación, contestar mal, salirse sin permiso, no avisar a donde iba y la ultima guinda sobre un pastel muy quemado ya de tanta tontería y que se atrevió a servir sobre blanco mantel: me limpio el culo con tu pasaje de mierda; había murmurado.

Javier estuvo tentado de darle un guantazo en la boca y eso que él era re permisible con su único nieto, pero no lo hizo, primero porque ahí estaba su padre y porque a diferencia de su mujer, él procuraba no meterse directamente sobre la forma de educarlo, sabia de sobra que Franz era muy capaz a la hora de corregirlo, pero desde que Constan tuvo ese mal episodio en el colegio y todos se llevaron el susto de su vida, su papá había soltado un poco las riendas del muchacho, solo que el crío empezó a tomarse demasiadas libertades y ahora estaba ahí con las manos atadas confundido sin saber exactamente que más debería hacer, por el momento prefirió conducir hacia un patio de comidas, almorzar e irse al aeropuerto; hasta que claro Constan tuvo que abrir su boca para hacer saber que estaba ahí, quería hacer renegar a su padre, tentarlo, llevarlo al límite, estaba muy enojado con Franz y no sabía cómo hacerle saber de su enojo, empezó a tener serias dificultades comunicativas con su padre tras lo que había descubierto y se sentía ardido con él, resentido y usó como de costumbre la mala costumbre de ser rebelde, molesto como un zancudo hambriento haciendo ruido en el oído…


·        HE DICHO QUE PUEDES HACER LO QUE TE DE LA GANA CON TU PASAJE – grito, obviamente no iba a gritar a voz en cuello lo que dijo entre dientes – ¿ME HAS OÍDO?


Volvió a increpar a voces, la gente se dio la vuelta para mirarlos cuando estaban bajando del auto para ir a comer, Javier paso la peor vergüenza que alguien puede vivir, cogió a Constan del brazo y lo zarandeo a punto de darle un palmetazo en el poto, y Franz, al ver y reconocer que su padre estaba empezando a perder los estribos, lo agarro del brazo y Javier desistió momentáneamente de que su picada mano aterrice sobre el culo de su brillante nieto, así que Franz, sujetando del cuello a Constan lo metió a la movilidad nuevamente clavándole la vista enfadado y cambio de rumbo dirigiéndose directamente al aeropuerto sin probar bocado alguno, Javier lo miro interrogante pero su hijo permaneció en silencio todo el viaje pese a los constantes refunfuños de Constantin.


·        Tengo hambre, ¿no iremos a comer? – dijo después de varios minutos en un molesto silencio sobre la carretera sin vías de que tomen un salida para ir a un lugar a comer algo, con ese humor cambiante que estaba enloqueciendo a todos en casa entre ir del  negro al  blanco
·        No, estamos con retraso – respondió Franz con voz seca sin apartar la mirada del frente
·        Pero  el vuelo es a las 4, tengo haaaambre
·        SI HIJO, YA LO SE – contesto papá enfadado para luego ignorar a su hijo que hacia un montón de muecas mal educadas y que tanto Javier como Franz observaban por el espejo retrovisor

Llegaron al aeropuerto y lo primero que hizo Franz antes incluso de coger la maleta fue acercarse a una de las ventanillas de venta de pasajes y cancelar el vuelo de Constantin y el suyo para nueva fecha abierta, consiguiendo un vuelo con escala para la 3 de la tarde, era ya la una y cuando Constan fue al baño a lavarse las manos fue cuando Franz le conto a su padre lo que acababa de hacer.


·        ¿Qué pasa Franz? – pregunto su padre intuyendo que su hijo estaba preocupado por algo – ¿Porque esa cara?
·        Acabo de cancelar el vuelo que tenia con Constantin, y cambiarlo con fecha abierta para no perderlo para otra oportunidad – estaba tenso, como indeciso, inseguro de saber si estaba o no haciendo bien las cosas – pero es que esta vez ha rebasado todos los límites y si no le di una tunda es porque Paul dice que tengo que ser más tolerante recordó el consejo del psiquiatra, de que tendría algunos altibajos ocasionales   pero….
·        Pero nada, Constan necesita un escarmiento y aun cuando soy de la antigua usanza – dijo mostrando su cinturón a Franz se le subieron los colores, si lo sabría él – debo admitir que este es un buen castigo que dejara mella en su comportamiento – dijo apoyando a su hijo en su decisión de última hora – así que no te arrepientas que hoy, debo confesar estuve muy tentado de ponerlo sobre mis rodillas, y tu sabes muy bien que le tengo más paciencia que cualquiera y que lo mimo muchísimo, pero esta saliéndose de toda raya – esa era una verdad irrefutable, era él que siempre abogaba por su nieto – Y la verdad no se a que viene ese compartimiento, pero esta será una buena oportunidad para hablar con él, así que tú confirma el vuelo y deja el resto en mis manos…


Contesto Javier lo más relajado posible quitándole importancia al asunto, pero la verdad tenía en mente un par de “palabras” reservadas para su nieto y sin su padre en medio sería más fácil “conversar”, y Franz confirmo el vuelo ya con la maleta en la mano.




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