Tonino: Cap. 3; Autora Marambra

Tonino

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 15 de Mayo del 2016

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Capítulo 3

Destapando el pasado

Autora: Marambra

Volvimos a casa después de visitar a la flamante madre y al bebé después de cuatro horas de buena compañía, Tonino regreso conmigo casi con alivio diría yo… jeje, sé lo que están pensando, pero hasta yo agradecí que el hospital insista que no era necesario que el papá se quede a acompañar a la parturienta, que no había riesgo de nada y agradecí también a Lena que insista que no era necesario que Tonino que quede a su lado, que ya había pagado su cuota de desvelo noche antes y que como ella, él merecía descansar en la comodidad de una cama; es que noche antes, ambos se la pasaron caminando de un lado a otro en el pasillo de la maternidad mientras el trabajo de parto se tomaba el tiempo que necesitaba Ian para llegar al mundo, no había necesidad de acelerar nada, el llegaría cuando tenga que llegar y lo hizo después de casi 20 horas de trabajo de parto… menudo viaje para mi nieto y menuda experiencia para Tonino y Lena.

Así que Tonino se regreso conmigo a casa arrastrando mi maleta, vamos que yo del aeropuerto me fui directo al hospital, así que también estaba agotado pero quería darme un buen baño relajante, cambiarme de ropa y tomar una cargada taza de café con leche, una taza que se suponía compartiría con Tonino, pero para cuando salí de la ducha me encontré a Tonito tirado en mi cama de largo a largo con los pies descalzos boca abajo y roncando con la tele prendida… confianza de padre a hijo y viceversa, confianza que creció con el tiempo y aun sigue creciendo y fortaleciéndose día a día con la convivencia, es que Tonino aun vive en casa conmigo, junto a Lena y seguro ahora con el pequeño Ian.

Mis otros hijos Oliver y Anja tras casarse se marcharon pronto para hacer su vida y se quedo conmigo Tonino y aun casado no quiere marcharse ni yo quisiera que se vaya, a decir verdad me sentiría muy solo y la soledad no me sienta bien, además que para mí es muy mala consejera, así que yo no tengo prisa alguna en que mi Tonino se marche, total la casa es enorme con un patio que sé, le gustara a Ian cuando empiece a caminar como les gusta a mis princesitas, y hablando de mis princesas, hoy sus padres me han dado una gran sorpresa, por lo visto el pequeño Ian vino no con su pan sino con su torta bajo el brazo, me han anunciado que compraron las casas adosadas a la mía y que entre sus planes esta tirar los muros para tener todo el patio en común, así no necesitare salir de mi vivienda para ir a verlos si quisiera o ellos vengan a mí y lo mejor disfrutare de mis hijos y mis nietos a cualquier hora del día.

Es una gran sorpresa de verdad y quise conversar de ello con mi Tonino porque tampoco sabe nada, mis hijos me han dejado ese trabajo, pero al parecer el cansancio lo dejo planchado sobre mi cama… una costumbre que se le hizo cotidiana desde el momento que tuvo en claro y sin duda que era tan hijo mío como lo son sus hermanos Oliver y Anja y que el vinculo de sangre no tiene nada que ver, pero para eso pasamos un arduo camino… un camino que por momentos se hizo demasiado empinado para mí, pero no porque Tonino sea más difícil de tratar de lo que imagine dado su pasado y sus circunstancias, sino porque las dificultades me llovieron de la mano de mi Oliver cuando supo que traería a Antonio no solo en calidad de tutelado temporal sino que estaba apelando por su adopción… aun ahora recuerdo el reproche en su voz y el dolor en su mirada y solo por eso aguante el desplante que me hizo apenas llegaron con Laura para pasar la navidad en casa; la tristeza y debo confesar la intervención de mi hermana lo libraron de un buen par de palmadas, porque yo desde aquella época en que su madre estuvo enferma andaba para pocas pulgas con las cosas que hacia Oli a mi espaldas, vamos que la enfermedad de su madre y el hecho de saber que nada se podía hacer, dolió lo suyo y más a él que tuvo sus momentos de verdadera ira y de incontrolable enfado que a veces terminaba yo con un par de cinturonazos y un abrazo, pero se suponía que debíamos reconstruir una vida juntos no destruir lo que ya teníamos como el sugería.

• ¿No vas a darme un beso? – le pregunte apenas paso por mi lado con la cara más amarga que pude ver en toda mi vida y yo sabía que no era por la muerte de su madre, era la noticia de Tonino – Oliver, estoy hablando contigo – agregué a tiempo de verlo cuadrar los hombros antes de girarse, mirarme enfadado y responder
• No… no después de tirarnos en casa de tu hermana para poder cuidar a un mugroso en vez de nosotros – dijo con todo el enojo que se puede tener a los 15 años de edad
• Mide tus palabras Oliver

Recuerdo que respondí con calma, alzando su maleta que dejo al paso, agradecido de que Tonino este ese momento durmiendo la siesta totalmente planchado por la medicación en mi habitación hasta que habilitara el cuarto de invitados a donde lleve su equipaje… bueno si a eso se puede llamar equipaje, una bolsa negra de basura con un par de calzados viejos que olían a pezuñas de chivo viejo, un par de pantalones raidos remendados de manera grotesca, una camisa que era obvio era de un adulto con botones de diferente color y tamaño que no creo que se haya puesto nunca y un solo calzoncillo sin ligas, aparte de eso tenia un caballito de madera al que le faltaba una pata y del que a propósito comento que estaba muy viejo pero que no importaba porque el ya era grande por lo tanto ya no jugaba con juguetes y el perrito de peluche que le regale en el hospital el día del berrinche por los inyectables de hierro que mandaron ponerle; había traído a Tonino esa misma mañana y agradecí sinceramente que mi hermana se venga apenas supo mi decisión a conocer al pequeño niño, a ayudarme a instalarlo y obviamente a ser mediadora entre mi hijos y el gran cambio en sus vidas, porque bueno sabía que no reaccionarían tan bien… es más, si yo estuviera en su lugar, pensaría como mínimo que mi padre puso un sustituto y que mi cariño, mi compañía y mi amor no son suficientes… así que si, Dios bendito y el alma bendita de mi Sephora la enviaron como siempre con su habitual sonrisa y esa manera suya muy dada a la diplomacia que como mi mujer era efectiva para aplacar cualquier tonto enfado sobre todo de mi muchacho.

Y que aquel entonces donde puedo decir que su presencia me vino como anillo al dedo, porque Oliver estaba insoportable, intratable… irreconocible diría yo y creí tontamente que las cosas se acomodarían solas, pero hizo falta ajustar un par de tuercas, calentar un par de traseros revoltosos y obligarlos a sentarse a mi lado para conversar, a Oliver para reafirmarle el amor que siempre le tuve y que no necesitaba ser rencoroso ni celoso de la presencia de un niño que no tenía ni perro que le ladre en el mundo… menos mal entendió y a Tonino para que aprenda a no huir para evitar problemas y mucho más para meterse en otros de mayor calibre; UFFF fue realmente duro para todos, pero lo logre… pero como decía tras un largo camino espinudo.

• ¿POR QUÉ? – grito mi hijo cuando le pedí que midiera sus palabras, pero no fue el grito lo que me molesto sino el tono y lo que vino después – ¿VAS A PEGARME COMO ESTAS ACOSTUMBRADO? – me pregunto apretando los puños en un gesto de violencia que nunca imagine antes en mi hijo, y que francamente me tomo por sorpresa… ¿pegarlo como estaba acostumbrado?
• YO NUNCA TE HE PEGADO – me defendí de aquella horrible acusación, vamos le había dado alguna vez un o dos chirlos cuando chico sobre la ropa la mayor parte de las veces y la única paliza seria que le di fue semana antes de la muerte de su madre cuando me entere que había abandonado el colegio y que se salía todos los días de la casa camino al cole y se marchaba sabe Dios donde, pero que hasta el día de hoy pese a la paliza no pude averiguar
• MENTIROOOSO – grito sulfúrico viniendo hacia mí y yo corriendo hacia a él, no iba a aguantar macanas, no ahora vísperas de la primera navidad en casa sin mi esposa y la primera navidad decente de Antonio
• BASTA… BASTA… BASTA – intercedió mi hermana – mejor vamos a tu habitación Oliver… cariño…

Laura, mi hermana intercedió dándole a mi hijo aquella orden, y como siempre no necesitó gritar ni hacer aspavientos, simplemente hablar… era como un don, ella tenía en su voz ese tono cálido y cariñoso pero al mismo tiempo firme que no admitía un no, y no era que usara la violencia o el enojo o la amenaza, NO, solo su profunda mirada y una sonrisa cargada de dulzura y fue suficiente para calmar a Oliver.

Y recuerdo que se lo llevo a su dormitorio inmediatamente; yo sabía lo que iba a suceder, mi hermana iba a aplacar al pequeño monstruo de Tasmania que a veces irrumpía en medio de la nada cuando mi Oli se enfadaba, últimamente demasiado seguido para mi gusto, sobre todo desde que su madre enfermo… así que no puedo culparlo por ponerse irascible; Oliver estuvo muy unido a su madre como ningún otro ser humano estará en la tierra, incluso más que yo a la mía… ellos se adoraban, se amaban con todo y no necesitaban decirse nada, sus ojos hablaban en mudo lenguaje… tanto así que pese a la adolescencia, no había día en que mi hijo no recibiera o regalara un beso de ella y para ella y no sienta vergüenza alguna como suele suceder a esa edad, así que lógico que cuando se enfermo Sephora él estuviera muy afectado, razón por la que le pase muchas cosas en consideración a lo difícil de las circunstancias y de su carácter debido a los cambios propios de su edad, pero en parte demandaba también que me entienda a mí, no solo era él o Anja los que perdieron algo con la muerte de Sephora, era yo también, yo también quede huérfano de su amor y su comprensión, de su compañía y de su consejo y adoptar a Tonino no era una obra de caridad como me sugirió mi hija por teléfono antes de llegar, era honrar a la mujer que me enseño a amar al prójimo y no desconfiar de la gente, como era mi política de vida resultado del cinismo de mi trabajo policial.

Tras aquello me desplome en el sillón abatido, menos mal Anja con un corazón de oro como ningún otro se apiado de mí y no se puso en contra.

• Disculpa papá – me dijo tomando mis manos y yo la mire sin entender – yo no debí decir que era una caridad el tener a ese niño en casa… yo no soy quien para juzgar tus decisiones – me dijo mientras puso su cálida mano en mi mejilla mirándome fijamente – y estoy segura que mamá estaría muy orgullosa de ti y que sería la primera en organizar todo para darle la bienvenida – me sonrió y no pude evitar nublar la vista
• No Anja – le dije apretando su mano – yo quizás me precipite y debí hablar con ustedes primero sobre esto – respondí pensando en las consecuencias de mis actos
• Tranquilo papá – sonrió Anja – tarde o temprano Oliver entenderá tus razones y se encariñara con ese niño
• ¿Y tú? – no pude evitar preguntar, también estaba en juego su paz espiritual y el no causarle más daño del que ya tenía a Tonino, sobretodo innecesariamente con la actitud de mis hijos
• ¿Sabes? – me pregunto – a mi me basta con saber que tu lo quieres en casa e imagino que es especial para que tomes la decisión de adoptarlo – me respondió con madures cosa que me sorprendió, aunque no debería, dada su naturaleza era de esperar una respuesta como esa de ser favorable su voto de confianza – además sino somos nosotros los que hacemos algo por ayudarlo ¿quién lo haría? – me sonrió con los ojos limpios – es un niño grande y estoy segura de que nadie querrá adoptarlo – dijo frunciendo el ceño – mamá alguna vez me comento que era una pena que nadie quiera cuidar a un niño grande y que si ella pudiera adoptaría uno… ¿nunca te menciono que quería adoptar un niño papá? – aquello era una revelación, Sephora nunca me dijo nada, quizás porque temía que yo me negase o quizás porque ella intuía que no estaría aquí para cuidarlo
• No hija, nunca me menciono nada – respondí con un suspiro
• Bueno – palmeo mi mano con la suya regalándome la sonrisa del millón – seguro que ella está detrás de todo esto y sé que se enfadaría contigo si no preparaste nada para la llegada de mi futuro hermanito a casa… apuesto a que ni limpiaste el cuarto de invitados porque ese será su dormitorio ¿no es cierto? – me pregunto con guiñándome un ojo…

Y ella tenía razón, no hice ningún arreglo en esa habitación porque en parte quería ver que quería Tonino y que querían mis hijos, como sea, en menos de una hora me vi junto a Anja y Laura limpiando aquella pequeña alcoba adosada a la mía mientras Antonio dormía en mi cama aun muy débil a la salida del hospital, estuvo una semana internado a base de sueros, jarabes, inyecciones y dieta especial además de terapia con un sicólogo que envió el estado y otro que puso el hospital, estuvimos los tres muy atareados con la limpieza cuando mi hermana me pregunto por las cosas de Tonino, todos lo habían visto en mi alcoba, bueno menos Oliver que se encerró en su habitación a mirar la tele con el volumen hasta el techo, menos mal Tonino ni se percato, estaba acostumbrado a dormir a la intemperie con todos los ruidos mundanos vociferando sus pasos a gritos en la calle por lo que el volumen de la tele era el menor de sus inconvenientes.

• ¿Y su ropa donde esta? – me dijo Laura terminando de poner una colcha que ella había traido para Tonino como regalo de parte de la tía favorita, como solía nombrarse a sí misma, y yo le entregue la bolsa de basura que me dieron con las cosas de Tonino y tanto ella como Anja pegaron un grito silencioso cuando sacaron aquel par de tenis deshilachados sin piolas y con agujeros en la punta y como dije oliendo a chivo viejo – ¿te estás haciendo la burla? – me pregunto agarrando ese par de tenis con la punta de los dedos
• ¿Me estoy riendo acaso? – le respondí frunciendo el ceño – te dije que es un niño de la calle
• Ya, pero si lo vas a traer a casa debiste comprarle algo, no creo que viniera con esos trapos – me encaro sacando los pantalones y la vieja camisa
• Le compre dos mudas de ropa a la rápida porque no puedo calcular su tamaño, estuvo tumbado la mayor parte del tiempo – me defendí, y era cierto no podía calcular su estatura tanto así que la ropa que le traje le quedaba enorme
• ¿Y esto qué es? – pregunto mi hija curiosa sacando lo que parecía ser la pata del caballito de madera roto que me mostro Tonino
• ¿A ver? – le pedí extendiendo mi mano – esto debe ser la pata de su corcel – sonreí sacando el caballito – que bueno, tiene arreglo – dije, por alguna razón quería que ese muñeco este completo, quería limpiarlo y ponerlo en condiciones, quizás simbolizaba la vida de Tonino, además si él lo conservaba debía tener sus razones y un vinculo emocional, seguro representaba lo feliz que fue un día en su niñez…
• Bueno, yo creo que debemos comprar lo básico – menciono mi hermana – dos juego de toallas, sábanas, un par de colchas más, y pijamas, el resto de la ropa tendremos que ir a comprar con él para ver que le gusta
• Ya, pero ahora está durmiendo, además hay toallas y sabanas de sobra – indique – y Oliver tiene un montón de ropa que no usa y que por alguna razón no llevamos al orfanato – mencione
• No, ni hablar Ian – negó mi hermana – él debe tener cosas nuevas para celebrar su nueva vida – dijo con algo de enojo en la voz – ¿acaso no te has dado cuenta que todo lo que me mostraste de su bolsa, no es de él?, todo lo que ese niño uso siempre fueron sobras, así que hay que hacerle sentir en casa, hacerle sentir importante – nunca lo había pensado de esa manera y estuve de acuerdo – bueno, aun es temprano, así que voy a ir al centro comercial de la plaza, ese tiene un buen surtido de cosas y de paso me llevare a Oliver – menciono mirando su reloj
• Mmm, no creo que sea buena idea tía – observo mi hija pensando en lo que dijo Laura – él creerá que le restriegas en la cara la presencia de ese niño, sabes cómo es, un inmaduro celoso y se enojara de nada contigo, no vale la pena
• Si Anja… lo conozco muy bien – sonrió elevando una ceja enigmáticamente – pero yo le diré que se escoja lo que quiera a él mientras yo entro a hacer mis compras, además aprovechare para renovar mi ropa de casa, así que tu hermano no sospechara absolutamente nada – vaya que era astuta Laura – ¿además quien dijo que iré solo con él?, me voy contigo también, así hacemos las cosas más rápido, y de paso haremos las compras para navidad que con tanto apuro me olvide algunos ingredientes – agrego pensando en la cena navideña
• No se tía – contesto mi hija regalona, sabiendo que aquella salida implicaba un mimo de parte de Laura, ella no tiene hijos y mis hijos son como suyos
• ¿No quieres ir conmigo? – pregunto extrañada Laura
• Mmm… no tía, paso – dijo mirando el ropero lleno de cajas con ropa que no se usaba – terminare de hacer el cuarto de Tonino, limpiare las gavetas y vaciare el ropero para que pongamos sus cosas cuando vuelva y mañana salimos tu yo en plan mujeres – eso me sonó raro viniendo de mi hija, mi hija era una niña, no una mujer, ¿pero bueno quien era yo para decir algo sobre los planes femeninos que tenían ambas?
• Está bien Anja como quieras – dijo ella y como lo dijo lo hizo, se marcho con Oliver a hacer aquella compra, así que aproveche y le di dinero extra para que compre un par de pijamas para Tonino porque tenía “prohibido” abandonar la cama, esa fue la condición para que le den el alta vísperas de la navidad, así que nos quedándonos mi hija y yo limpiando

Recuerdo que estuvimos concentrados haciendo aquello, básicamente llevando las cajas al garaje ya luego con más tiempo escogeríamos que regalas y que tirar y que cosa puede querer Tonino, había muchas ropa de cama de esa habitación, que me parecía una tontería comprar otras sábanas, pero si mi hermana quiere hacerlo no podía quitarle esa idea de la cabeza, como sea, su punto de vista también era interesante, y estaba pensando en eso cuando sonó de pronto el timbre de la casa, anunciando la llegada de alguien que yo no esperaba, y grande fue mi sorpresa cuando fui a abrir la misma y me di de frente con Hanna, ella era la visitadora social del hospital y que me dijo que vendría a supervisar a Tonino en cuanto a su tratamiento y evolución, pero no creí que tan pronto, vamos que no era ni un día que él niño dejo el hospital.

• Vaya, señora Hanna – le dije abriéndole la puerta y cediendo el paso en automático, extrañado de su visita, ella era una mujer dura pero muy eficiente, que movió sus hilos visibles y secretos y puedo jurar que hizo todo para que sea yo quien me quede con Tonino en calidad no solo de tutelado con hogar transitorio sino permanente, así que le cedí el paso a ella y la mujer que la acompañaba quizás era la enfermera del hospital que venía ver la medicación de Tonino   – no la esperaba tan pronto para una visita – le dije – pase, pasen… – me corregí al ver a la otra mujer
• ¿Señor Ian Jürgen Küffer Segundo? – me pregunto la otra mujer leyendo el papel que tenía en la mano, bueno un sobre en realidad
• Si soy yo – conteste – imagino que debe ser la enfermera que me prometió el hospital para medicar a Tonino estos días – dije pensando en la lloradera de Tonino cuando había que pincharle
• No señor Küffer – dijo Hanna – ella es la Licenciada Chiara Holzer – me presento Hanna – es la visitadora social del estado que está a cargo del caso de Tonino – me dijo ella con una sonrisa – y no se preocupe señor Küffer, ella es una muy buena amiga mía y que está interesada en concluir favorablemente una adopción para Tonino – aquello llamo poderosamente mi atención por lo cual las invite al estudio donde estaba mucho más caliente que la sala, y segundo para que pueda conversar tranquilamente sin ruidos externos y sin la preocupación de que alguien pueda oírnos
• Voy al estudio Anja – le dije a mi hija – ¿te puedes quedar al frente?  – le pregunte como cuando eran niños y quería que hagan algo con responsabilidad
• No te preocupes papá, si Tonino se despierta te avisare, yo seguiré poniendo esas cajas afuera para que luego las llevemos al garaje

Me respondió desde el pasillo y tras aquello nos dirigimos al estudio como lo tenía previsto y fue ahí donde me entere de todas idas y venidas y vicisitudes de mi pequeño.

• Bueno señoras, aquí estamos, soy todo oídos – comente tras invitarlas a sentarse y ponerse cómodas – todo lo que se refiere a Antonio es de mi interés sobre todo si esa información me servirá para acortar el papeleo de la adopción – tenía que dejar en claro aquello – gustan de tomar té o café – les pregunte recordando las recomendaciones de mi mujer, eso de ser buen anfitrión supone invitar por lo menos agua
• Un café estaría bien con el frio que hace – respondió Hanna sacando unos archivadores
• Lo mismo por favor y gracias – contesto Chiara con una sonrisa abriendo unos documentos – bien señor Küffer tengo entendido que quiere adoptar a Tonino
• Si señora, esa es mi intención, pero quiero que sepa que soy viudo, mi esposa falleció hace tres meses y tengo dos hijos adolescentes de 15 años, Oliver y Anja y espero sinceramente que eso no sea un obstáculo – indique mientras servía el café para los tres que también me apetecía uno ese momento y sacaba galletas de una alacena que mi mujer insistió tener en el estudio para las visitas, buena idea, pensándolo bien
• Interesante ese dato – comento Chiara – ¿y en que trabaja señor Küffer?  – pregunto mientras iba tiqueando un papel que seguro era una especie de encuesta
• Trabajo en el cuerpo policial soy el segundo al mando del equipo de criminalidad – respondí con toda el orgullo que tengo por mi trabajo – y en mi tiempo libre me dedico a la mecánica automotriz, soy mecánico también – agregue
• Bueno señor Küffer, antes de seguir llenando esta ficha con sus datos – dijo mostrándome el papel – tengo que ponerle sobre aviso sobre las circunstancias que rodean la vida de Antonio – agrego sacando de su bolso un archivo y yo fruncí el ceño al oír por primer vez su nombre real en voz alta, para mí era Tonino, así me había acostumbrado llamarlo yo – aquí esta, este es – comento alcanzándome un archivador

Aquello era el resumen de su vida, que incluida el rescate suyo del basurero y todo lo que ahora mismo le medicaba Gerhard; solo atine a leerlo en voz baja analizando cada palabra, contemplando el rostro de mi niño en cada página que pasaba…

Aquel documento delataba los orígenes de Tonino, era como en su momento lo comentamos con Gerhard: hijo de migrantes, su padre Adamo Edvige, nació en Tropea Italia un pueblo costero que contrajo matrimonio en Austria con una latina llamada Marcela Cruz de quien no sabían si era cubana o costarricense, los datos estaban borrados, la tinta se había diluido del papel aparentemente por algún líquido en un descuido, del matrimonio nacieron dos niños que llevaban como nombre de pila Antonio, Antonio Adamo y Antonio Cyrano que aparentemente se llevaban con un año de diferencia, se desconocía el paradero del hermano y lo peor no se sabía cuál de ellos era Tonino porque a ambos los llamaban de la misma manera.

Marcela había muerto en el parto de un tercer bebé al subsiguiente año quedándose Adamo con dos lactantes mayores, entre 1 y 2 años y trabajo de manera informal en lo que podía porque se dedico al alcohol, razón por la cual servicios sociales alertados por los vecinos se llevaron a ambos niños a una de las casas custodia del estado por dos años, retornando a la casa paterna cuando Adamo volvió a casarse, el hombre se había rehabilitado y contrajo matrimonio con una mujer griega que aparentemente no podía tener hijos y estaba en proceso de adopción de ambos niños cuando la mala fortuna se cruzo en la vida de Tonino cuando su padre y su madrastra murieron en un accidente en la vías del tren junto a un montón de gente, llevando a todos ellos al hospital, sobrevivientes y no sobrevivientes perdiéndose el rastro del hermano de Tonino, aquel entonces apenas contaban con 3 y 4 años por lo cual Tonino no recuerda absolutamente nada de aquel día, solo que inexplicablemente de nuevo lo entregaban a una mujer desconocida  para ser llevado a un hogar de custodia, de donde escapo en varias oportunidades en busca de su padre, entrando y saliendo del sistema hasta los 9 años, a partir de ahí Tonino siguió su vida en las calles…

• Como vera señor Küffer, la vida de Tonino no ha sido fácil prácticamente desde que era un bebé – comento Chiara con la voz muy seria – pero el problema con él no ha sido que no pueda encontrar un familia que lo adopte, el problema ha radicado en que se escapa de todos los hogares de custodia que le puse, incluso ha habido tres familias que han hecho tramite de adopción, pero él se negó rotundamente a estar con ellos y para ser sincera, tengo miedo que se vuelva a repetir – me dijo con evidente preocupación – por eso es mi deber comunicarle esta delicada situación – dijo aquella mujer escogiendo bien las palabras y estudiando mis reacciones y ante mi silencio agrego como apelando a mi sentido de moral – yo conozco a Tonino desde que perdió a sus padres y e intentando de una y otra forma buscarle un hogar que le brinde lo que realmente necesita: estabilidad – eso era un hecho, pero Tonino no solo necesitaba eso, sino sobre todo amor – por eso me ha sorprendido de sobremanera que el haya creado un vinculo con usted y lo quiera cerca, porque desde que yo recuerde, él no permite a nadie acercársele, es como si pese a la gran necesidad de afecto que tiene se niega a aceptar cariño de otras personas… como si estuviera guardándose para alguien – comento con crítica profesional, algo que tenia lógica desde el puto de vista psicológico
• Para su padre – comente, para mi aquello era transparente, Tonino esperaba de alguna forma encontrar a su progenitor o ser encontrado por él
• Eso mismo creemos nosotros y no es tan descabellada la idea, después de todo el perdió a su familia a los pocos días de regresar a casa con su padre, porque si algo tuvo de bueno Adamo, fue que pese a su estado etílico no renuncio a sus hijos y venia todos los fines de semana a verlos con la promesa de llevarlos a casa… y lo cumplió, se llevo a sus hijos en buenas condiciones – dijo Hanna mirando las notas de su evaluación y la evaluación del psiquíatra y psicólogo – desgraciadamente Tonino no habla nada al respecto, pero creo que tiene algunos recuerdos reprimidos
• Y basándonos en eso creemos que se trata de Antonio Adamo y me baso en que los estudios psicológicos dicen que una persona es capaz de recordar cosas solo a partir de los 4 años de edad y obviamente él recuerda a la persona más importante de su vida, desgraciadamente no sabemos con exactitud si tiene o no  recuerdos de la muerte de su padre, creemos que el evento fue tan traumático que de alguna manera su cerebro ha guardado o desechado ese episodio a manera de defensa – aporto Hanna que estuvo ahí con Tonino durante toda la semana y en todas las entrevistas que le hicieron los médicos, las enfermeras, los psicólogos e incluso la policía para resolver cada quien lo que le interesaba del caso, unos su salud física y mental, otros su condición social y los últimos la parte delictiva y los involucrados en el crimen
• Bueno – conteste yo tras un suspiro – todos los niños de la calle tienen una  historia traumática – comente – pero eso no impide que muchos de ellos vuelvan a ser reintegrados a un núcleo familiar
• Eso lo sabemos señor – dijeron ambas a coro
• Ya, pero mi pregunta es, ¿en todo este tiempo desde que Tonino ingreso y salió del sistema, hubo algún familiar que reclame custodia? – pregunte – eso es lo que me interesa, porque yo estoy creando vínculos con ese niño que ahora duerme en mi alcoba porque tiene terror a los truenos y a la lluvia – les dije basado en un evento del hospital de hace dos días atrás – y no me preocupan mis sentimientos, soy adulto y puedo apañármelas si me dicen que no se puede adoptar a Tonino porque hay alguien que lo espera y que es un familiar suyo, sino por él – les dije sin poder evitar la pasión en mi voz, por alguna razón Tonino despertaba mis instintos de protección – eso es lo que yo quiero saber para poder ayudarlo a afrontar su futuro o su pasado – les dije y ambas entendieron lo que quería decir, si se iba ayudaría a Tonino a marcharse sin tener miedo de quien lo esperaba, pero si se quedaba yo me encargaría de ahuyentar los fantasmas del pasado porque su futuro no iba a ser traumático ni doloroso, solo recibiría amor en todas sus formas
• NO señor Küffer, no hay nadie, tenemos aquí el reporte de la INTERPOL – dijo Chiara entregándome un documento con sello seco y en papel membretado, que supe reconocer de inmediato – no hay familia ni en Italia ni en Costa Rica ni en Cuba que reclamen por él, segundo aunque hubiera en estos dos últimos países sería difícil que enviáramos a este niño a esas tierras por un simple detalle, los niños son austriacos y el estado debe su amparo y protección, es ciudadano de Austria – agrego con ese tono que implica todo… los derechos de cualquier nativo de mi país
• ¿Eso entonces facilita su adopción? – pregunte con un poco de temor y desconfianza
• Si señor Küffer no habrá problema con eso – me contesto y yo se que se hizo evidente mi suspiro de alivio – tanto el psicológico como mi persona están de acuerdo en que Tonino se siente a gusto con usted – agrego guardando los papeles que le devolví – así que simplemente seguiremos el protocolo, ambos estarán en un periodo de prueba estrictamente supervisado por mi persona – menciono –  es que sinceramente yo prefiero darme el trabajo de venir cada semana hasta aquí a su casa y ver que él está bien a verlo de vuelta en las calles siendo extorsionado – me dijo a tiempo de limpiar sus lentes
• ¿Extorsionado? – eso me llamo poderosamente la atención, como alguien puede extorsionar a un niño de 12 años si es que esa era la edad de Tonio, ¡por Dios era un niño!
• Mire Señor Küffer, le voy a confiar un secreto – musito Chiara cambiando el semblante – tenemos motivos de peso para pensar que Tonino y no solo él sino un gran número de niños que “se han escapado” – dijo haciendo comillas en la frase esa como diciendo no se han escapado bajo circunstancias normales – en los últimos 2 años de los hogares de custodia, están siendo explotados por un funcionario del estado…
• ¿Cómo? – aquello era la bomba
• Imagino que mañana – dijo Chiara decidida a ponerme sobre aviso – cuando regrese a su oficina, usted encontrara un sobre con toda la información sobre el caso, después de todo esto paso ya a manos de la oficina contra el crimen a la cual usted pertenece
• Lo único que podemos decirle señor Küffer – me dijo Hanna con la mirada muy seria – es que nosotros sospechamos que esos niños no se han escapado, sino que fueron sacados de las instituciones en otras circunstancias y para fines totalmente delictivos…
• Para robar – agrego Chiara – lo llamemos por su nombre para robar y enriquecer a ese pobre diablo – acuso enfadada y con evidente asco – lo que ese tipo hizo fue sacar niños de los hogares para formar una banda delictiva dedicada al robo monetario, por una sola razón
• Porque no se puede procesar a un menor de 14 años y meter a la cárcel ni a un reformatorio porque la ley lo ampara – agregue yo pensando como policía, ahora entendía porque Tonino tenia tanto miedo y porque quería que salve a los otros niños… seguro que ese tipo o quienes los manejaban los golpeaban
• Exactamente eso señor KÜffer – dijo  Chiara con dureza en la voz y en la mirada – Tonino y otros niños rescatados gracias a su ayuda, estaban involucrados en una de las más grandes pandilla que cometía robos monetarios, están especializados en afanarse carteras, bolsos, billeteras  y no roban otra cosa que no sea dinero en efectivo – vaya joya tenía en mi habitación pensé, pero eso me tenia sin cuidado, Tonino aprendería que ahora no necesitaba hacer eso
• Fuera de la pandilla y demás, sospechar de un funcionario público son palabras mayores – agregué pensando como policía, que no se podía hacer ese tipo de declaraciones
• Lo sabemos, pero nosotros sospechamos por una poderosa razón – dijo Chiara – todos esos niños tienen algo en común: que la mayoría son hijos de migrantes y que no tienen a nadie que reclame por ellos por lo menos dentro de nuestras fronteras –  y eso me dio en que pensar, pero no pude decir nada porque ambas querían ya retirarse – esperamos que usted sea discreto con esta revelación señor Küffer, después de todo el asunto está en manos de la policía, muy pronto en sus manos de forma legal, así que dejaremos ese asunto a quien competa, a mí personalmente lo único que me interesa es que Antonio por fin tenga un hogar
• Sí, eso es lo que nos interesa a nosotras, así que antes de marcharnos – dijo Hanna – aprovecho para comunicarle que yo supervisare su tratamiento esta semana que se que tiene que terminar medicación y vendré con la señora Dorothy, la enfermera que asignaron para Tonino, lo que quiero saber es a qué hora podemos apersonarnos para que usted esté presente en el proceso…

Y así entre detalles más y detalles menos, concluyo aquella reunión, dejándome pensando en todo lo que había vivido Tonino, tan absorto que ni cuenta me di que llego mi hermana, pero ella obviamente buena observadora se dio cuenta de que algo me pasada y cuando me pregunto por ello, yo pues nada… le conté todos los detalles de la reunión, obviamente guardándome la información extraoficial sobre las sospechas que ellas tenían sobre aquel funcionario público que estaba usando a los niños para fines delictivos; lo que no me di cuenta es que Oliver estaba tras la puerta de la cocina y que oyó gran parte de la conversación y como es de suponer, adolescente hormonal, enfadado con el mundo porque el mundo todo es su enemigo, blandiendo su estandarte de renegado social entro como un torbellino dentro la cocina gritándome a la cara…

• ¡ME HAS CAMBIADO POR UN PUTO LADRÓN!
• ¡OLIVER!….

Y con ese grito enojado empezaron mis nuevos problemas domésticos…