viernes, 6 de mayo de 2016

Mis Gemelos: Cap. 213; Autora Marambra

Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 06 de Mayo del 2016
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Capítulo 213
Presentando armas
Autora:  Marambra

  • ¿Qué pasa hijo? – Alexander cerró fuertemente los ojos y se apretó a su padre apenas lo tuvo a su alcance, aquello era un claro signo de necesidad. Lex necesitaba de su padre un abrazo que le haga sentir en casa…… a salvo, esa era la palabra correcta, sentirse a salvo, que si bien el abrazo de su gemelo y las palabras suaves del mismo eran todo un consuelo, nadie podía mitigar su pena sino era Rubén – ¿wa?, que sucede Lex?... que pasa contigo? – Rubén separo a Lex de su cuerpo y cogió el mentón del muchacho para mirarlo de frente, y lo que vio no le gusto para nada, era la tristeza más grande que jamás haya visto dibujada en la cara de su hijo… frunció el ceño preocupado por el intenso sollozo que de pronto se rompió ahogado en el pecho de papá – ¿Qué ha pasado Iván? – inquirió Rubén en voz baja mirando de frente al otro gemelo que rápidamente aparto la vista.


Iván se había quedado sentado al pie de la cama de su hermano sin saber que responder, mordiéndose la boca nerviosamente, mientras que papá no dejaba de acariciar la cabeza sudorosa de Lex y de frotar su espalda con mucho cariño, mirando al uno y al otro queriendo hacerse con la verdad de aquello, es que una espesa capa de tensión flotaba en el ambiente y parecía que ninguno de los chicos quería hablar al respecto… no había duda, algo había pasado en casa que quebró malamente a su díscolo conejito pensó Rubén y frunció la boca, seguro era Clara, seguro le dio la paliza que había prometido darle y que él le prohibiría porque pretendía hablar primero con Alexander y con el profesor en conjunto y llegar a un acuerdo…
Pero NO; no era eso… Era la conmoción de los hechos suscitados hace quince minutos exactamente, minutitos después de que Rubén los dejara al pie de las escalinatas de la casa y que ninguno de los gemelos había previsto como algo que pudiera suceder ni en sus más locas pesadillas, sobre todo Alexander que ahora mismo se comía los mocos en su pecho apretado en el abrazo de su padre llorando amargamente ¡su “amargura”!.
Es que definitivamente Nada en absoluto hubiera hecho pensar a Alexander o a Iván que él mayor de los gemelos, viviría la horrible experiencia experimentada en primera mano, como le toco vivir a Lex…

  • ¿Qué te falta de la tarea? – inquirió Iván levantándose de las gradas y limpiando la arena del fondo de sus pantalones mojados
  • Todo – respondió con verdadera pena Alexander, dos horas no eran suficientes para hacer lo que tenía que hacer… el ensayo era al cosa más aburrida que se le pudo ocurrir al profesor darle como tarea
  • ¡Ajjj VAYA! Alexander, eres un flojo de mierda, nos dieron tres días para hacerlo, como es posible que no hicieras nada? – inquirió Iván enfadado con su par – seguro ni abriste los libros que nos dejo el profesor, eres increíble – dijo fastidiado y enojado con su hermano… el maldito ensayo tenía que tener mínimo 10 páginas y el no hizo ninguna… y no hizo ninguna porque mamá, astuta como ella sola, corto el internet por aquel par de días después de las clases de los chicos para que Lex no haga trampa – si el papá te suena bien hecho, te lo mereces por opa – dijo Iván girándose para entrar a la vivienda, quería ir a bañarse y comer, nadar le abrió el apetito y la perspectiva de una paliza a su hermano solo la incremento
  • IVAAAAN – grito Lex desde las gradas – Pero es que de verdad Iván, no puedo concentrarme en nada, y te juro que sí abrí los libros – afirmo con vehemencia mirando de frente a su par, si algo condenaba a Lex aparte de que Rubén no le hable, era que Iván le diga mentiroso, un poco loco considerando que Iván mentía con mucha más facilidad que él
  • Si, seguro para ver el año en que se imprimieron – se burlo Iván acariciando la orejita del pequeño cocker que vino a lamerle los descalzos pies, es que para ese momento, Iván se había quitado las franciscanas y movía los dedos juguetonamente sintiendo en la piel la fina aspereza de la arena meterse en los recovecos, escociendo lindo
  • ¡Ohhh! que malo – que quejo Lex dándole la mano a su par para que lo ayude a incorporarse, cerrando los ojos tras un tremendo bostezo… el hambre y el calor de la tarde empezaban a pasar factura, pero quien le tendió la mano no fue Iván, sino Logan, sorprendiendo a ambos muchachos…

Logan había estado atento a casi toda la charla ejecutada entre su padre y sus dos hijos, como estuvo atento a la hora para ver el momento exacto en que Lex se digne a regresar a casa, él sabía que ambos chicos estaban pasando clases en la tarde, tooooooda la tarde según ellos, en realidad eran dos horas nada más, a excepción de Lex que tenía que quedarse una hora más para reforzar lo que debía, cosa que Lex lo tomo de muy mala manera y siempre que podía trataba de fastidiar o complotar algo para evitar aquella pequeña hora, día por medio.
Y hoy no fue la excepción, Alexander a la primera de cambio se salió con la suya creyendo que a su retorno no encontraría al profesor en la casa, solo que esta vez Logan decidió su destino por una simple cuestión matemática o mejor dicho decisión de última hora. Él estaba al tanto de que Lex saboteaba las clases las veces que podía, y esta era una oportunidad que se presento en bandeja de plata y no iba a desaprovechar ni un solo momento porque Rubén estaba de viaje y su ausencia duraría dos días, situación que además se agravó porque no obedecía a su madre como tendría, así que Logan, en vista al viaje de su padre aprovecho no solo caminar a sus anchan dentro de la casa sin el temor de ser descubierto por Rubén, sino que decidió enterarse de los avances de sus hijos en las clases y que mejor manera que hablar directamente con el profesor a modo de charla informal junto a su madre en medio de un “té de media tarde” dicho sea de paso, hora que Iván esperaba y Lex odiaba…
Para Iván la hora del té marcaba que su clase había finalizado en su totalidad, pero para Lex empezaba la tortura porque quiera o no la presencia de su hermano hacia liviano el asunto ya que el profesor tenía que atender las demandas de ambos y muchas veces Iván solo para ayudar a Lex procuraba un sinfín de preguntas que el maestro se veía obligado a contestar distrayendo la atención real sobre las tareas que Lex tenía que presentar mientras o las terminaba en clases o borraba algunas respuestas del cuestionario ya revisado que Iván le otorgaba; en cambio en esa hora de confinamiento solitario, Lex tenía que ponerse las pilas y hacer lo suyo por propia mano.
Así que ese mismo día que Rubén viajó y que el maestro iba a reunirse con Clara para entregarle un banco de preguntas de exámenes de ingreso pasados para que Alexander vaya repasando, Logan aprovecho para montar en la movilidad de su  madre y participar de aquel encuentro y enterarse de las actividades de sus hijos; dicha reunión se llevo a cabo en un café muy popular en la plaza de Warnes típico para una corta tertulia que duraba lo que duraba la tacita de café y las empandas de queso, ahí se hablo de todo respecto a los gemelos, y tanto Clara como Logan hubiesen querido acelerar el sorbo de café que dio ál profesor ante la tan temida pregunta respecto a los avances de Alexander e Iván, algo así como que el profesor estuviera buscando el modo de dar el garrotazo menos doloroso, siendo breve y sustancial en su respuesta.

  • No señora Clara – sonrió el profesor por fin con simpatía, Lex le agradaba en realidad, era un punto fresco en su rutina – Alexander no es malcriado conmigo, es un poco pícaro nada más y eso hay que corregir porque en el colegio traerá muchos problemas – y la mente de Logan viajo al pasado de los chicos a los primeros años de escuelita cuando  se las pasaban y pensó en esa palabra: pasaban porque para que Lex cumpla el castigo él tenía que quedarse castigado también ahí justo detrás de Lex interminables minutos mirando la pared por lo mismo, porque se aburría – tampoco es malo en el estudio, es en todo caso flojo, flojo, flojo – dijo moviendo la cabeza agachándola cada vez más – pero cuando se lo propone es muy puntual e incisivo y si alguna cosa le apasiona puede ser tan aplicado como lo es su hermano, pero hay una enorme diferencia entre ambos, y es que a Iván aun no gustándole repasar el idioma y matemáticas, siempre hace el esfuerzo por cumplir con las tareas, a veces tarda un poco cuando no entiende pero procura hacerlo solo, en cambio Alexander, es reacio a escribir cuando más bien es lo que tiene que practicar, y siempre sale con lo mismo: que para que escribir si lo puede hablar, y eso pues se traduce a mi actual queja, Alexander NO está cumpliendo con sus tareas y solo me presenta cuando esta bajo amenaza de ser notificado a su padre –y Logan sintió un nudo en el estómago, él no había dicho nada y tampoco podía, así que solo se limito a recibir las quejas de su hijo de primera mano lo mismo que las palabra amables sobre las cualidades de ambos
  • Y ¿que sugiere profesor? – inquirió Clara
  • Pues de momento alargar la media hora a una hora – dijo viendo la posibilidad de negociar con Lex, que si presenta todo, esa ominosa hora desaparece del todo – y si eso no funciona tendré que separar a Iván de Alexander, porque Iván hace un sinfín de maniobras para distraerme mientras su hermano copia sus respuestas – y se sonrió de la picardía, sin mayor lio porque la mayor parte de esos cuestionarios eran preguntas extraídas de fábulas para niño con el afán de que practique la escritura y Lex tampoco copiaba todo, sino que cambiaba las palabras por sinónimos y eso valía, porque sin querer practicaba, a bajo ritmo pero lo hacía – hoy mismo los pille infraganti – comento – Iván le paso todo el cuestionario mientras Lex borraba algunas respuestas – les conto – él cree que no me doy cuenta, pero es hora de entrar en temas más serios, tengo que ponerlos al día no solo en ortografía sino en gramática más avanzada – dijo el profesor – así que sugiero que hablen con él, aun tenemos tiempo, pero a este paso de cangrejo no tendremos mucho que hacer, pues imagínese señora mía, si para Lex media hora es un castigo, UF una entera será un martirio y ni que decir dos solo sin su hermano y las que tendrá que cumplir en el colegio – y Logan suspiro, ese era el eterno lio con su Lex, no era mal estudiante, era bueno, tenía buenas calificaciones, era su flojerita nada más
  • Le voy dar esa semana más ante de contarle a mi marido, porque ya lo tiene sentenciado – dijo Clara enojada y Logan tenso los músculos pensando en que haría su padre, seguro una paliza – ya le ha recomendado que cambie de actitud, o que se atenga a las consecuencias, no sé que voy a hacer con este chico, sino es a palo no funciona, hay que estar sobre él con el chicote – agrego y el maestro se rió moviendo la cabeza, pensando en lo gracioso y casi ridículo que eso parecía, pero tampoco lo consideraba imposible puesto que don Rubén, era un hombre inmenso y fácilmente podría reducir al mocoso sin mayor esfuerzo – voy a hablar seriamente con él esta noche – le informo Clara al profesor – y sino pues nada profesor, si su tiempo está disponible tendrá que darles clases separados a ambos, no me queda otra – declaro con el ceño fruncido – porque él tiene que aprobar ese examen, yo no estoy de acuerdo con mi marido, con la posibilidad de que ingrese en el sistema anglo si reprueba este examen y no quiera que repita el curso, que estoy seguro lo hará por puro capricho, yo preferiría incluso que vaya a un grado inferior si las cosas se ponen malas – expreso sus descontento sorbiendo un poco de agua – es más voy a ir con él al colegio mañana a hacer una reservación extra, por si acaso no apruebe, porque esto es el colmo – dijo sin saber que Rubén había amenazado ya a Lex con lo mismo, de bajarlo de curso

Obviamente Clara estaba echando chispas tras concluir la reunión. Y eso que aun mamá no se había enterado que Alexander choco la movilidad de Rubén contra la barda del establo y que se metió a la acequia donde seguramente la camioneta pasaría la noche ya que se necesitaba de una grúa para remolcarla y llevarla al mecánico, pero las cosas se pusieron feas sobre todo tras la confrontación que ambos tuvieron en la cena, donde además Alexander estaba no solo desobediente sino pasándose de mal educado.

  • ¿Cómo es eso que el profesor te ha pillado borrando las tareas de tu hermano para entregarlas tú? – inquirió Clara tras poner el abúndate plato de ensalada sobre la mesa aprovechando la situación para reprender a Lex que ya estaba posesionado en la mesa aguando la boca del hambre que llevaba
  • ¿Quién ha dicho eso? – tuyo el descaro de preguntar un sorprendido Alexander que para dar mayor teatralidad a lo suyo abrió los ojos como faroles verdes – eso es una mentira, seguro que Iván te fue con el chisme – dijo tras sentarse pesadamente a la silla después de robetear un trozo de carne asada, engulléndolo como una boa hambrienta
  • Yo ¿qué? – inquirió Iván apenas oír su nombre y obviamente la inocente acusación de su hermano, haciendo lo mismo, meter la mano a la cena antes que al plato – yo no hice nada, así que no me metas en tus líos – trincho una enorme rodaja de tomate saladito chorreando aceite manchando el mantel para desgracia de su madre antes de meterlo a la boca cerrando  los ojos por el enorme placer de sentir aquel agradable sabor derritiéndose en su paladar
  • ¡Como que no! – lo acuso Lex – entonces de donde sabe la mamá si hoy no tuvimos clases?
  • ¿No será que el profesor se fue con el chisme?... ¿Genio?, después de todo ya han creado celulares – Iván le dio un golpecito en la nuca a su hermano, aprovechando que Lex estaba sentado ya, o mejor dicho desparramado sobre la silla
  • Maldito viejo de mierda – murmuro Lex y Clara le torció la patilla con gusto, por alguna razón Alexander estaba muy más irascible aquel día, con un humor de perros y andaba como los gatos siameses erizando el lomo de todo y nada – AUUUUCHHH QUE TE PAAASA – se paró de golpe mirando a su madre sin necesidad de subir el mentón como hacía con Rubén o con Logan, hacia algunas semanas atrás ambos gemelos acababa de dar un estirón importante sobrepasando la altura de mamá
  • Pasa que no me gusta que faltes el respeto a nadie – dejo dicho su madre, sirviendo la cena, lo que impulso a Lex a volver a sentarse
  • PERO NO ESTA OYENDO – Lex elevo la voz innecesariamente, aun sobándose la patilla, frustrado por el dolor experimentad y la media sonrisa que le regalo su hermano como diciendo, te lo dije y que su madre había perfeccionado su técnica, no había duda de eso, además que lo agarro desprevenido
  • PERO LO ESTOY OYENDO YO ALEXANDER Y NO ME GUSTA… ¡¿ESTA CLARO?! – prácticamente Clara termino gritando tratando de imponerse sobre su hijo al cual apretó de los hombros hacia la silla para que no se levante de ella, que era un hecho que Lex quería salir de allá y no oír sermones, aprovechando que ella estaba de pie, logrando su objetivo quizás por esa fugaz ventaja posicional o quizás… por el elemento sorpresa
  • ¿Qué está pasando aquí? – y se hizo el silencio

Logan acababa de ingresar al comedor neutralizando momentáneamente a los gemelos, mirando fijamente a sus dos hijos y a su madre haciendo pesado el ambiente, acercándose a Clara para darle un beso en la mejilla a manera de saludo; gesto que les cayó a sus hijos como una patada en los testículos, tanto así que no se molestaron siquiera en disimular una despectiva mueca en la boca que manifestaba su descontento; una vez que ambos se recuperaron del temor que sintieron creyendo que papá acababa de llegar y los oyera discutiendo, y todo eso porque Rubén tenía el mismo matiz de voz que su hijo.
Pero el hecho de saber que no era papá, hizo que los chicos recrudezcan su agresividad y no solo hacia Logan sino a mamá también, sobre todo alarmando Iván que estaba harto de que su madre cada que tenga la oportunidad lo ande sermoneando sobre su mala actitud o mendigando el perdón para Logan, defendiendo ambos el fuerte en ausencia de Rubén, sentarse lo más lejos de su padre biológico como si fuera un apestado, no dejando que Logan se siente en ninguna de las cabeceras de la mesa, tomando el lugar de Rubén, nada menos que Lex y el de Clara: Iván, y no se iban a mover de ahí, ni con grúa.
Era una genuina muestra no solo de lealtad, sino de total territorialidad, vamos si solo faltaba que muestren los colmillos mientras mean sobre las sillas como lo hacen los machos alfa de cualquier especie, sobre todo los cánidos (perros) con rabia…
Si, esos eran los gemelos Hansen y su trinchera en tiempo de guerra.


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