Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 06 de Mayo del 2016
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Capítulo 215
Atizando más leña al fuego
Autora: Marambra
Rubén acababa
de volver del potrero, se había tardado más de la cuenta revisando el papeleo
que Miguel dejase sobre su escritorio cuya altura era como si se hubiese
ausentado todo un mes, ¡VAYA DÍA!... un desastre total, primero aquella
aburrida reunión que llego al atroz punto del bostezo por lo monótono y tedioso
no solo del temario sino de los disertantes y luego por el hambre que trajo a
casa a cuestas, si apenas se acordaba haber probado bocado en ese supuesto
almuerzo de confraternidad, donde sirvieron un ridículo trozo de pollo, una
rodaja de tomate envuelto en forma de rosa y un raquítico brócoli con una salsa
color morada que no supo identificar, y que obviamente se perdió en un bocado.
Quiérase o no Rubén estaba mal acostumbrad a la comida de su mujercita, por lo
que no pudo aguantar el diente hasta la cena para comer en familia, como para
rematar ahora teniendo que lidiar con Alexander y las mil y un maravillas de su
maravilloso adolescente.
Porque
Si alguien había que era un valeverguista de primera, ese era él: Alexander
Hansen Terrazas y como que la perspectiva de una reunión con su hijo para
hablar de todo lo mal que se porto aquel día, ahora mismo era tan llamativa
como abrazar a un puerco espín.
AYYY!...
Alexander… Alexander, pensaba papá a medida que caminaba de regreso mirando la
casa arrastrando el cansancio en los pies, con un insipiente dolor de cabeza
clavado en medio de su frente que amenazaba con crecer a pasos agigantados
antes de nada, y seguro así sería en cuestión de segundos apenas mande llamar a
su mocoso al despacho o mejor dicho, tener que ir a buscarlo para conversar
respecto a las quejas de la gente en estos dos días de ausencia, y dijo gente
porque no eran solo las quejas de mamá y el profesor, sino que en el potrero se
sumaron las quejas de Miguel, de Armando y de Rodolfo un vecino que le vino con
el cuento de que Lex destrozo la barda por saltar con el caballo encima y dijo Buscarlo
porque eso es lo que haría, es que con Lex no había otra, HABÍA QUE IR A
BUSCARLO PARA REPRENDERLO.
Pero
aun así, Alexander era con mucho su adorado tormento, su ojito derecho: la Niña
de sus ojos… quizás fuera su constante rebeldía, quizás era su tesón por la
vida, su bravuconería que no pasaba de ser nada más que la efervescencia de su
carácter alegre, altruista, picaresco, mordaz a veces, ingenuo a la par,
vivaracho tras una buena siesta o comida, aguilillo como él solo, confiado
hasta la pared del frente, flojonazo acabado pero sobretodo desobediente
profesional, con un masterado en dar vueltas a la perdiz.
En
fin una joya… UN dije.
Por
eso ésta vez, en vez de mandarlo llamar como siempre lo hacía, decidió
ahorrarse el perder el tiempo en esperar su santa gana y fue él quien subió las
escaleras pausadamente imaginando los mil posibles escenarios o excusas que su
hijo pondría en el camino para quitarse de la línea de fuego, que para estas
alturas, ya tenía decidido darle a Lex o mejor dicho a su trasero la categoría
de timbal de la paliza que le daría, era demasiado dañineo el suyo para solo
dos días de ausencia, Alexander esta vez simplemente se salió de la raya y era
hora de encausar al muchacho por la senda de la bienaventuranza.
Desgraciadamente
alguien se había adelantado a los hechos robándole del privilegio de curtir el
culito de su hijo a cintazo limpio, porque apenas colgó el teléfono móvil y se
hizo el silencio en el pasillo, oyó de fondo los sollozos de uno de los
gemelos, Rubén frunció el ceño pensando que era Iván porque el llanto parecía
proceder de aquel lugar, acelero los pasos para averiguar de qué se trataba
antes de poder hacer frente a Lex con el que estaba seguro tendría una muy
larga y muy desagradable charla; sin poder imaginar que fue lo que paso en el
lapso aquella de media hora que se perdió en el potrero como para que ahora
Iván este llorando tan sentidamente, seguramente peleo con su hermano por
alguna tontería o discutió con su madre y ésta le negó el permiso para salir
con Ninoska, él se había encontrado con la niña y sus padres en la ciudad y pregunto
por Iván cuando se acerco a saludarlo.
Pero
grande fue su sorpresa al pillarse con que el llanto no era de Iván, sino de
Alexander quien estaba tendido en su cama mientras su gemelo trataba de
consolarlo sin éxito alguno.
- Ya Lex, ya paso – le decía sin dejar de frotar su espalda y suspirar con pena a su lado, sabiendo que no podía hacer nada más por su hermano por mucho que quisiera cambiar las cosas – te dije que te alejaras pero no me hiciste caso – murmuro mientras Rubén fruncía el ceño al darse cuenta que no era Iván quien lloraba, sus oídos lo estaba engañando y se giro para ir a buscar a Lex, pensando en su distracción, después de todo Alexander era mucho más vocal y dramático que Iván
- No pu pueeedo creer – declaraba en voz muy bajita y entrecortada como si hablara solo para el oído de su hermano y así era, era un secreto que ambos compartían como una pesada cruz – noo puuedo creer queee, que lo hiciera… no puedo creee creerlo – y se hizo una angustia acurrucada en su lecho apretando con mayor fuerza su almohada mientras Iván se puso de rodillas en el suelo mientras acariciaba la cabeza mojada de su hermano que no paraba de llorar y de llorar
- ¿Alexander? – la voz de papá irrumpió en el pasillo a medida que se acercaba al umbral de su hijo, Alexander miro con pánico a su hermano cerrando los ojos ocultando la cara en la almohada, en tanto Iván se paro decidido esta vez a ir con la verdad, le guste a quien le guste – ¿Lexito?, estas bien? – Rubén estaba ya en el umbral e Iván se quiso parar de la cama pero Lex apretó su mano y suplico con la mirada que no diga nada, cosa que no le gusto a Bambi, pero calló en consideración a su hermano – ¿Qué ha pasado aquí?, porque estas llorando de esa manera? – pregunto sorprendido en realidad de la catarata que era ahora mismo su cara – ¿qué ha ocurrido?
…….Papá
estaba de nuevo en casa, y estaba ahí mirando a su hijo tirado en la cama en
posición fetal abrazando su almohada de cara a su hermano mientras gruesas
lágrimas corrían por los ángulos de sus ojos mojando su funda, mientras Iván
permanecía sentado a un lado de la cama y frotaba la espalda de su par
musitando suavemente un tibio consuelo que no pudo escuchar
- ¿Qué pasa hijo? – y Lex apretó el llanto a lágrima viva atragantándose las palabras, frustrado de no poder decir nada – que sucede? – papá acorto la distancia para estar junto a su hijo, mientras Iván se sentó al pie de la cama sin dejar de frotar a su hermano – ¿Por qué estas llorando tanto? – Rubén no entendía que pudo haber pasado para que el siempre mordaz y valetodo de Lex, llore como si estuvieran exprimiendo su alma – ¿mm?, ¿que pasa he? – papá jalo su brazo y Alexander se rompió como un cántaro
Solo
quería el consuelo de su padre y se dejo abrazar y abrazo a papá como si
tuviera frío, miedo o hambre, no podía hablar, su voz apenas alcanzaba para
algunos balbuceos confusos, Rubén solo atino a mecerlo besándole la cabeza y
acariciando su espalda sin éxito alguno para que se calme, lo que lo confundió
aun más.
Lo
jalo de a poco y lo insto a sentarse a su lado en la cama pero esta vez no solo
soltando palabras de consuelo sino queriendo hacerse con la verdad, exigiendo
respuestas que al parecer Alexander no estaba dispuesto a dar. Así que Rubén
opto por las preguntas que solo merecen un sí o un no, confiado en que sabría
lo que paso por solo el cambio gesticular del rostro de sus hijos, seguro de su
habilidad y conocimiento, pues no era difícil para Rubén leer el lenguaje
corporal de sus muchachos y ahí, ahora mismo sabía que había gato encerrado…
Iván
tenia dibujado el disgusto en la cara pero no un disgusto cualquiera, éste olía
a grandes pleitos, pero una cosa si era segura, el boche no era entre hermanos,
pues Iván no paraba de acariciar a Lex, lo que le llevo a la segunda, segura y
muy acertada respuesta, seguro pelearon ambos con Clara y Lex salió perdiendo
en la batalla.
- ¿Qué es lo que ha pasado Lex?, a ver dime?... te has peleado con la mamá? – pregunto apenas Lex se sentó a su lado, y Lex aplasto la cara de vergüenza en el pecho de su padre pero no soltó prenda alguna por los labios, a más de sus quejas y lamentos – ¿qué ha ocurrido hijo? – volvió a cuestionar pacientemente – dime pues – volvió a musitar sin dejar de acariciar el rostro o la cabeza de Lex, mirándolo fijamente, tratando de hurgar en las profundidades verdosas de su mirada meliácea, pero no había poder humano que haga hablar a Lex de lo que había pasado
Porque
ÉL…no podía hablar, no es que no quisiera hacerlo, por él y se hubiera quejado
de todo, pero no podía por la misma razón que Iván: temía que de solo abrir la
boca le pasara algo a su padre; la salud de Rubén no fue tan estable desde que
ellos se empecinaban en hacerlo renegar o eso creían, pero la verdad es que
Rubén llevaba arrastrando piedras en la vesícula desde que Logan entrara en la
adolescencia y de eso hace 15 años ya. El resto fue mera coincidencia aun
cuando ambos pensaban que Iván había batido el record en mandarlo al hospital,
así que aun con todo el dolor que sentía física y emocionalmente, Alexander
solo se apretó a Rubén buscando consuelo para su miserable experiencia,
confundido por todo lo que acababa de suceder… no queriendo que su padre se
lleve un señor disgusto por una trivialidad como lo era aquella paliza que
acababa de recibir y por culpa de eso se quede sin su amado padre que era ahora
mismo el último bastión en sus vidas que representaba la seguridad, el amor
garantizado y sin condiciones, el crecer como familia y tener la oportunidad de
ser algo en la vida. Porque al paso que iba Logan, era un hecho consumado que
todo estaba a la deriva…
- ¿No quieres contarme que ha pasado? – Rubén lo separo de su pecho lo suficiente para que no se sienta abandonado apenas Lex calmo su respiración y controlo sus sollozos, ya había llorado lo que tenia, no había más dolor – Alexander hijo – Rubén buscaba una respuesta pero Lex simplemente levanto la vista y lo miro con cara de lastima y negó con la cabeza suavemente – ¿por qué? – inquirió cogiendo su mentón, un gesto que era su marca y Lex supo que papá no iba a quedarse conforme con solo eso, así que se obligo a tragar saliva y tratar de modular la voz para que no la salga tan chillona
- No papá – aseguro y bajo la mirada avergonzado, aquello era patético, Rubén se lo quedo mirando largo rato tratando de encontrar algo diferente y sabia que había algo diferente en Lex, pero no sabía él qué, era simple intuición paterna…
Los
gemelos habían ingresado a la vivienda, felices de tener a su padre de vuelta,
minutos después de que Rubén se marchara al potrero, bromeando sobre la manera
en que seguro su madre vino con su sarta de quejas a papá sobre lo que hicieron
esos dos días, una exageración de parte de su madre como siempre pensaron
ambos, total… según ellos Clara carecía de humor para las cosas buenas de la
vida como reír y disfrutar al aire libre, vamos que todo este tiempo que vivían
en casa, nunca vieron a Clara ir al río teniendo el agua a escasos metros de
distancia de la vivienda, con aquella porción de playa cuya arena era tan
blanca como el azúcar y al fondo había una cantera de piedras lajas que
formaban pequeñas cataratas en las cuales tumbarse de espaldas era una delicia.
Pero
la risa se les corto de pronto porque el intruso estaba de nuevo en casa, Logan
estaba dentro de la vivienda y los gemelos se preguntaron lo mismo: ¿cómo era
posible que aun estuviera ahí?, se suponía que no debía ser tan evidente ante
el riesgo de que su padre lo pesque, sin embargo parecía que Logan se quedo en
casa desde el almuerzo, e hicieron una mueca despectiva recordando ambos que
por culpa de Clara la hora de la comida empezaba a ser un martirio porque los
obligaba a permanecer sentados en la mesa oyendo lo que ambos dialogaban, sin
contar todavía que tenían que soportar la impertinencia de aquel que un día
fuera su padre, reclamándoles por sus modales, por su comportamiento, por no
poner empeño en aprender y cosas por el estilo que empezaban a volverse
pesadas, ya de nada tenían a su madre
con lo mismo pisando sus talones, como para que ahora se sume a la misma causa
(fastidiarles la vida) esta pequeña plaga llamada Logan que no tenía la moral
suficiente para reclamarles algo.
Y
lo peor, pensaba Iván en retrospectiva, viendo a Lex abrazado a Rubén, que Lex
desgraciadamente fue perdiendo de a poco como siempre la cordura y cabeza dura
como era, se metió en un buen lío… tardo dos días en hacerlo pero al fin
sucedió y si Lex duro tanto fue solo porque le prometido a Iván mantenerse al
margen, evitar contestarle a Logan o seguirle la corriente en resumidas
cuentas, evitarlo como se evitan a las ratas. Pero Lex cayó en sus
provocaciones (según ellos lo que le dijo Logan carecía de fundamento moral,
según Logan era cuestión de madurez)…
- AHHHHHH! – Lex se tiro a su cama frustrado justo ese medio día, enojado de nuevo, se notaba en su mirada que estaba llegando al límite de su cordura e Iván muy observador como siempre, supo de ante mano que las cosas no estaban tan bien como pensó que estarían entre su padre biológico y su hermano; después de todo Lex estaba contento con tenerlo cerca, pero intuía que algo malo sucedió entre ambos para que Lex vuelque de un momento a otro toda su atención hacia él y se una a su causa (todos contra las mentiras de Logan) pero Lex nunca quiso decir que fue lo que paso realmente.
- ¿Qué pasa ahora? – le había preguntado Iván a Lex justo después del almuerzo; apenas Lex regreso del comedor a donde lo mando quedarse Clara por unos minutos para conversar, Iván tuvo que retirarse porque estaba más que claro que la cosa era solo con su gemelo y él cuando más lejos este de Logan mejor, aun cuando tenga que sacrificar a Lex en el proceso, simple y llanamente no toleraba a Logan
- Estoy harto, esto es todo – dijo enojado por la nueva orden, que a partir de esa tarde él se quedaría una hora más de lo previsto para hacer sus tareas
- ¿De Logan? – elevo una ceja suspicaz, después de todo Logan se quedo en el comedor cuando mamá ordeno a Lex quedarse para charlar
- ¿De quién más? – contesto, seguro de que aquella fue decisión de ese metiche, pero en realidad él solo anuncio lo que Clara y Rubén habían acordado por teléfono.
- Pues no le contestes, no le des la oportunidad Lex, hazte el quite solamente – aconsejo Iván sabiamente
- Para ti es fácil decirlo – murmuro Lex – estas enojado con él desde hace un año pero yo nunca me he peleado con él hasta ahora – aseguro frustrado de aquello
- Bueno, bienvenido a mi pequeño mundo de reproches y ofensas – sonrió Iván
- No te rías – demando Lex de mal humor
- No me rio Lex, pero de verdad – advirtió – no le sigas la corriente, trata no entrar en su radio nada más… mantente alejado de él, yo sé porque te digo – agrego con el rostro serio y como si tuviera la panacea de todas las respuestas
Y
Lex le puso corazón a aquello, prometió a su par y a sí mismo no caer en el
sucio juego de Logan, pero Logan discrepaba en eso, no era un juego para él, el
realmente quería involucrarse en la vida de sus hijos y no estaba dispuesto a
renunciar a ellos, o a la busca de su perdón, aun cuando ante la ley ya había
perdido sus derechos paternales al renunciar a la custodia de sus hijos a favor
de sus padres en un intento de mantenerlos a salvo lejos de Henry.
Por
lo tanto a medida de sus posibilidades y su libertad de movimiento él iba a
involucrarse en su diario vivir, sobre todo ahora que ambos necesitaban
aprender y practicar para el examen de ingreso del colegio, no iba a dejar todo
en manos de sus padres. En el corto tiempo que estaba se dio cuenta de una cosa
importante la adolescencia había arrasado con la dulzura de sus niños y en vez
del par de capullitos de algodón que tuvo en su momento, todo tiernos y
adorables, tenia ahora un par de muchachos dispuestos comerse en mundo y a
quien se interponga en su camino… incluido a él mismo.
Por
eso era importante que los chicos sepan que él había vuelto por ellos, aun
cuando la custodia no sea revocada, que sepan que no renuncio en su corazón a
ninguno, que él los amaba, que de ahí en adelante él estaría para ellos pase lo
que pase, incondicionalmente, pero que de ellos dependía si lo tenían a su lado
como amigo o como enemigo, pero sea cual sea su decisión, el único objetivo que
Logan tenia era que ambos no se descarrilen nada más, aun cuando esto duela a
todos en el camino…
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