miércoles, 10 de agosto de 2016

MI drama en pocos pasos: Cap. 1; Autora Marambra

Mi drama en pocos pasos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 10 de agosto del 2016.
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Capítulo uno
El abandono

Autora: Marambra
Para: Mousse



No podía ser cierto ¿verdad?, no podía creer lo que me estaba sucediendo, pero era justo lo que estaba haciendo, me estaba dejando en casa de dos ancianos (bueno no son tan ancianos, todavía dan para mucho), pero me estaba dejando ahí, en una casa que no era la nuestra, una casa de un par de desconocidos… la casa de mis abuelos paternos de quien yo no tenía idea de quienes eran porque apenas tuvimos trato con ellos desde hace tres meses, así que todo eso fue abrumador para mí y simplemente no podía creer lo que me estaba pasando. MI nombre es Duncan, ahora tengo 12 años y un pequeño hermano de 6 a quien amo mucho y cuido como si fuera su padre… bueno soy su papá pero antes tienen que conocer mi historia.

  • Quiero que te portes bien – me dijo cogiendo mis mejillas antes de partir con las maletas en su mano – Duncan – me llamo por mi nombre, pero mi dolor era tan grande que se convirtió en enojo – pórtate bien por favor – me rogo un millón de veces más, pero no había manera que yo haga eso, no después de eso, ¿por qué tendría que portarme bien si nadie tenía consideración de mi pena?
  • Nooou – respondí con un chillido que pareció de gato remojado pese a que quería mostrarme valiente y no llorar, pero mis ojos y mi voz me traicionaron abriendo las compuertas de mi tristeza – ¿por qué te tienes que ir? – vamos hice esa pregunta un millón de veces los últimos 20 días
  • Duncan – pronuncio mi voz suavemente tratando de acariciar mis manos como siempre, pero yo estaba enfadado y enojado que la retire rápidamente – cariño, por favor – rogo quedándose con la caricia en el aire –  ya hablamos de esto – agrego con la voz apagada – estoy cansada – murmuro

E inmediatamente imaginé que se estaba cansando de mi, aunque ahora me doy cuenta que no era eso, mis sentimientos de enfado, de soledad, de abandono no me dejaban ver más allá de mis narices y el que mamá me deje en casa con los abuelos no ayudaba en nada a mi situación, ella iba a marcharse por dos días, dos días me había dicho; ella se iba a ir dos días al hospital para traer a mi hermanito….  y bueno yo con 6 años no entendía bien porque iban a tardar tanto en entregarle un niño, pero lo que mas dolía de todo esto, es que todos en casa incluida mi madre no tenía otra cosa en la cabeza que la llegada del bebé cuando yo acababa de perder a mi padre…

Papá había muerto hace apenas un mes y eso me enojaba mucho porque se suponía que mamá iba a cuidarme y no era así, ella me estaba dejando atrás, se estaba yendo sin mí a no sé donde (bueno al hospital)… pero yo lo único que sentía esa época era que me estaba abandonando y eso me aterraba tanto.

  • Entonces ¡VETE! – y la empuje con todas mis fuerzas y recuerdo que casi le hago caer, en su estado era fácil… mamá estaba embarazada de mi hermano y se estaba yendo porque él iba a nacer, ahora lo comprendo, estaba cansada porque su barriga era grande – ¡veeeete! – volví a decir llorando, tragando mis mocos en un intento por respirar, todo eso estaba colapsándome – ¡PAPÁ NO ME DEJARIIIIA! BUUUU BUAAA

Grite y subí corriendo a una habitación grande que no se dé quien era, supongo que la habitación de mis abuelos y me puse a llorar escondiéndome en el ropero, porque me acaba de dar cuenta de una verdad desgarradora… papá se había muerto… papá me había abandonado y no por dos días, sino para siempre y yo necesitaba que alguien me abrace y me consuele y pensé que mi madre lo haría, pero ella nunca subió… en vez de eso oí la puerta de la casa cerrarse y la movilidad de un hombre que me dijeron era mi tío partir, seguro con ella adentro, y todo esto me hizo sentir mucho más miserable de lo que ya era y a mi edad eso era una catástrofe…. Con seis años el mundo no es un chocolate.

No sé cuento tiempo me quede en el ropero y el hecho de oír a mi abuelo decirle a mi abuela que me deje ahí, porque no era más que un mocoso insoportable y caprichoso no mejoro las cosas; yo sabía que no era su persona favorita y el hecho que mi madre decidiera que me quede con ellos ahondo la brecha de separación que poco a poco estaba formándose entre ella y yo, porque yo haga lo que haga nunca daría contentos a mis abuelos que lo único que hacían era tildarme de caprichoso, mocoso molesto, una péqueña bestia salvaje y cosas por el estilo.

  • ¿Ya salió de su escondite? – preguntó mi abuelo preocupado, pero para mí solo era por metiche, él había ido a pasear a sus perros que a propósito no quería que jueguen conmigo y comprar helado para mí, pero yo no quería nada
  • No, sigue ahí – respondió mi abuela con la voz triste, ahora me doy cuenta de eso, pero ese momento para mi ella estaba siendo otra metiche que chismeaba todo para que mi abuelo no me quiera nunca más
  • YA, suficiente de lloriqueos – anuncio mi abuelo abriendo la puerta de su ropero… ahora lo sé porque me limpie los mocos en su corbata , cosa que me tomo por sorpresa, no es que mi abuelo sea malo, él hablaba fuerte y a mi edad, con mis inseguridades y demás yo creo que dimensionaba las cosas – hora de salir de ese agujero – dijo mirándome con el ceño fruncido y jalándome del brazo me hizo parar y me dio tremendo golpe con la mano abierta en todo el trasero – PLAAF NO quiero berrinches de ninguna clase ¿me estás oyendo? – pregunto jaloneándome un poco, la verdad es que me había pasado casi 2 horas encerrado en ese lugar mientras mi abuela me hablaba para salir, no era que ellos eran malos, como les dije era mi estado de ánimo y mi percepción deprimida de la vida – ¿me estás oyendo Duncan?, ¡basta de llorar! – ordeno limpiándome los ojos rudamente con un pañuelo, y no me quedo otra que asentir con la cabeza cuando me sacudió por los codos con algo de fuerza – bien – dijo enfadado el cascarrabias de mi abuelo – ahora ve a tu habitación y ponte en tus tareas de la escuela que sino tu señorita estará enojada contigo el lunes, luego tu y yo vamos…

El y yo nada, yo salí disparado de aquel lugar y no quise oír nada más, me encerré en lo que era antes el cuarto de mi padre cuando era un niño y me senté en su mesa a llorar de nuevo mi desgracia, ensuciando todas mis carpetas con lágrimas y mocos espesos, agradecido de que no vinieran detrás de mí a hablarme, no quería hablar con ellos, no quería verlos y me quede dormido en la silla, y digo eso porque desperté como a la media noche con hambre envuelto en mi frazadita de bebé que mi madre me había tejido cuando era eso… un bebé, supuse que me tapo mi abuela, quizás era su intuición de madre sabía que yo estaba deprimido, mucho tiempo después supe que fue mi abuelo que me alzo de la mesa y me acostó; seguro era tal mi cansancio que ni siquiera me di cuenta que me habían desvestido y puesto el pijama y nada fuera eso, mi abuela y abuelo habían arrancado las hojas de mi carpeta que ensucie con mi tristeza y habían rehecho mi tarea y habían dibujado lo que me faltaba, claro que no hicieron mi tarea pendiente, eso lo hice al día siguiente… el día que mamá regresaba a casa… porque ella dijo bien clarito, dos días y como sea ya había pasado uno.

Obviamente no tuve tanta suerte, dos días para mí no eran lo mismo que dos días para los adultos, ellos contaban las horas, yo contaba dos días de sol, el que mamá se fue y el día siguiente, así que me senté a hacer los deberes antes de desayunar incluso, y luego me busque que hacer para perder mi tiempo aquella mañana de sábado triste, porque los sábados después de hacer mis tareas y mientras mamá cocinaba, mi papá me llevaba al parque a manejar bicibleta, estaba aprendiendo a hacerlo sin rueditas y ahora que lo logré, ahora que practique tanto no estaba papá para verme; eso me deprimió bastante que deje a un lado aquel camión de juguete que encontré en las escaleras, seguro era de Daniel un primo grande que tenia y que nunca había visto antes y espere con ansias que el tiempo corra, y después de almorzar no se qué cosa que hizo mi abuela y tras acomodar mi mochila con mis pertenencias me senté en las gradas de la puerta y calle esperando que mamá regrese, e imagino que el silencio de la casa llamo la atención de mis abuelos que empezaron a llamarme, claro que no respondí a su llamado, yo no iba a levantarme de ahí ni con remolque, iba a esperar a mamá.






El cuadro creo titula “Birch “y si no me equivoco es de un autor ruso, no recuerdo el nombre
 y no puedo encontrar la fuente del mismo
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Bueno Mousse, feliz cumpleaños, esta es una mini serie de lo que te gusta, si logro terminar todo, tendrás todo colgado hoy sino mañana, no es muy lago y tampoco me falta mucho.
Me imagino que la portada y la etiqueta te dice todo.

Marambra.

3 comentarios:

  1. Me encanta ya como va y si sigue el ritmo que creo que va me sera imposible parar de leer :D

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  2. Realista tu relato. Me encanta! a un niño de 6 años se le puede hablar así, pero igual me dio pesar con el chico por la muerte de su padre. Me encanta mucho el Fm

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  3. Aaww pobre pequeño!!..
    Que bonita historia Marambra!!
    Es muy tierna!!...

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