LA vida no es un sueño: Cap. 16; Autora Chany

La Vida  no es un sueño

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 10 de Agosto del 2016

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Capitulo 16

Salvense quien pueda,
el huracán Nacho acaba de llegar

Autora: Chany

Terminaba la semana de castigo por la dichosa pesca del sostén y de todas maneras no iban a ir a pescar, nadie en casa menciono el tema, ni ese ni otro. Los últimos dos días Nacho había vuelto a comportarse como cuando recién comenzó a vivir con Ed tratando de ser invisible aunque ahora no sólo estaba incómodo sino que estaba de mal humor todo el tiempo. Incluso su relación con la abuela había cambiado a pesar de que él ya no estaba tan enojado con ella, es que creía que la falta de diferencias en el trato de Luci hacia él era a causa de que ella creía que era hijo de Edgar y estaba seguro de que sino fuera así no lo trataría tan bien. De todas maneras los problemas mayúsculos eran Édgar y Paul.

Ya era viernes y seguían si decir nada del día de pesca y aunque Nacho se moría por ir no iba a preguntar nada al respecto. Se decía a si mismo que seguro ya tenían todo listo y él estaba excluido del viaje. Pues bien, se podían ir todos a la mierda, él no se iba a morir por un estúpido viaje donde además seguro la pasaba mal y solo iba a extrañar a Mateo. Maldito viejo… al menos le hubiera dicho en la cara que no lo iba a llevar, pero ya no importaba más, apenas vuelva a casa tomaría la caña de pescar y se la devolvería a Paul para que se la meta por donde más le plazca.

Estaba tan absorto en sus pensamientos que no dio cuenta que el patio de la escuela estaba vacío, el timbre había sonado hacia un buen rato así que cuando reaccionó acabó llegando tarde a la clase de historia. Que día de mierda, uno de esos días donde la vida te dice a la cara que debiste quedarte en cama o al menos “ratearse” del colegio, pero ni eso podía hacer porque el obsesivo y rompepelotas de Ed lo controlaba y no se iba a su trabajo hasta que él estaba dentro de la escuela para que no repita lo del miércoles.

El profesor de historia no lo hostigaba pero tampoco tenía el mejor de los tratos desde el incidente del puñetazo así que sin reparos le impidió ingresar al aula pidiéndole a la preceptora que se haga cargo y le ponga un retardo, así que se paso el final de la mañana viéndole la cara a Ana a quien venía evitando desde “el incidente” como le decía Gustavo, sólo para que apenas lo vea la idiota lo primero que haga es preguntarle por cómo estaba Edgar, ¿a ella que mierda le importaba como carajos estaba Edgar?... en fin un mañana de mierda que no mejoro en casa, los abuelos no estaban y Ed seguía jodiendo con hablar sobre lo que pasó el miércoles y ante su negativa terminó mandadolo a su cuatro a “descansar” hasta la cena, por supuesto se llevó a Mateo para pasar la tarde con él en el cuartucho aquel.

Ed ya sabia que el chico estaba que no se aguantaba ni sólo y prefería evitar enfrentamientos ya que por fin habían terminado las obras en la casa de los abuelos así que estaban muy contentos. Le habían entregado las llaves el día anterior y Gabi y Marta habían ayudado a acomodar y limpiar  la casa y ese día cenaba toda la familia en el lugar. Ese era el motivo por el cual se suspendía la pesca muy a pesar de que el abuelo no quería ya que lo veía como la oportunidad de arreglar las cosas con Nacho, es más había pensado en que vaya Ed también, convencido de que a esos dos les hacía falta convivir, hablar y sobre todo escucharse y que mejor que una noche en el rio para estrechar lazos. Pero bueno...Gabi, Marta y Luci habían estado tan metidas en el proyecto de la remodelación que no podía negarles la cena, aún cuando no habían comprado ni cama para pasar la noche allí.

Llegada la hora fueron a cenar pero Nacho estuvo apartado todo el tiempo mientras los adultos cocinaban y conversaban. Llevó a Mateo a las gradas de la entrada y se sentó ahí, no quería cruzarse con nadie, pero cuando estaba en la puerta llegaron dos chicos que lo miraron de reojo y entraron como dueños por su casa, la actitud de esos dos lo sorprendió pero bueno, era de esperarse esta no era su familia así que seguro eran parientes que él no conocía y no les dio mayor importancia. Casi una hora estuvo sentado afuera hasta que Ed se percato y por fin salió a buscarlo.

• Ya está la comida podrías a llevar a Mateo a la cama con los más chicos que ya están todos dormidos... si quieres – agregó al último mientras observaba las reacciones del chico para tantear terreno y al ver que Nacho seguía jetón le pidió/ordenó que se comportara en la cena – hay visitas tratemos de evitar problemas si?
• Fuuufff – suspiro como si alguien lo desinflara incorporándose de las gradas – no voy a abrir la boca si es lo que te preocupa – respondió de mala manera casi empujando al hombre en el camino. Edgar contó hasta un millón en chino y salió detrás de él, no quería arruinar la noche de sus padres y ya conocía de sobra la forma en la que Nachito reaccionaba a la presión.

Adentro las cosas no estuvieron mejor, le presentaron a la hermana del abuelo, una señora viuda y con cara de metiche que se llamaba Nilda y a los dos chicos que había visto entrar, los cuñados de Gustavo (Gastón de 16 y Adrián de 13 años hermanos de Gabi que ahora vivían con ellos desde que su padre se había vuelto a casar y la razón de la falta de espacio por la cual los abuelo no fueron a quedarse ahí,  dramas familiares de los que sabía por confesiones de Rodrigo) y a todos saludo con cara de perro y se sentó a comer en silencio.

Rodri tampoco estaba del mejor humor, él se moría por ir de pesca con el abuelo y lo había arruinado todo ganándose una paliza en el proceso cuando intento saltarse el castigo que le dieron a cambio de la zurra de la que lo salvo su abuelo y encima tenía que soportar a los tarados de sus tíos que lo volvían loco con sus estúpidas bromas y apodos desquitándose con él el coraje por tener que estar ahí en vez de en una fiesta sólo porque Gabi los castigo cuatro mese por encontrarle los cigarros.

Los adultos querían pasar una velada en paz así que ni bien terminaron de cenar mandaron a los cuatro adolecentes afuera para dejar de soportar malas caras y de paso tener intimidad en la conversación y de muy mala gana todos salieron al patio trasero. Los dos hermanos rápido se entretuvieron con sus celulares pero Nacho tenía la maldita costumbre de salir sin él, aunque tampoco era de mucha utilidad ya que era tan básico que debía estar en un museo y a Rodrí su papá se lo había quitado como parte del castigo.

• ¿Estas enojado? No me hablaste en toda la noche – dijo Rodrigo para empezar una conversación acercándose a Nacho que ni se molestó responder – ¡oh vamos! Se que es mi culpa que se enoje mi tío pero yo no sabía que estaba tu vecina – le dijo pensando en que tal vez el enojo era por la paliza que le dio Ed, total el retador y el de la idea había sido él y salió mejor librado, al menos hasta que se le ocurrió usar la computadora a escondidas y aún así no le había ido tan mal como a Nacho – perdón – pero al pensar en que tal vez estaba enojado porque se suspendió el viaje agregó – dice el abuelo que podemos ir a pescar el próximo fin de que ya no voy a estar castigado – y decir eso fue peor, acababa de darle a Ignacio cabos para atar, haciendo que llegue a la conclusión de que el viaje se suspendió porque el nietito estaba castigado, para lo que le importaba la bosta de viaje – perdón si? – volvió a repetir ante el hermetismo en que el que sumió Ignacio, pues aparte de una mirada de reproche no dijo ni chus – Si quieres hago de cuenta que ganaste y te doy mi consola – agrego es que Rodrigo de verdad lo apreciaba y no quería estar de a malas con Ignacio, era hasta ahora el mejor amigo que había tenido –  vamos yo – y una voz lo interrumpió
• ¡Mira Gastón! nuestro sobrinito ya tiene “novio” – comento Adrián  con total tono de burla haciendo énfasis en SOBRINITO ya que el era casi dos años menor que Rodrigo.
• Jaja – se rio de buena gana acercándose a ambos aprovechando la desventaja de los dos que estaban sentados en las gradas – pues qué bien no?... así con este por lo menos con este se ahorra tener que adoptar que ya tiene una cría – agregó en otro entrando en un terreno vedado para Nacho.
• Ahora sólo tienen que esperar la mayoría de edad para la boda, imagino que nos invitan ¿no? – y Nacho que levantaba presión con facilidad en seguida se trenzo en las burlas.
• Creo que no hace falta que los inviten por lo que veo no les molesta estar de agregados – respondió soltando veneno.
• Por lo menos somos agregados en la casa de mi hermana y no donde un desconocido arrimado – respondió Adrián acercándose cada vez más a Nacho
• Eso no quita que estén sobrando – agregó Rodrigo.
• Tu cállate y mejor disfruta tu noviazgo antes que te cambie porque yo que sepa le gustan las viejas – dijo Gastón y fue el detonante de aquel barril de pólvora.

Una seña obscena, un empujón, un par de insultos y en menos de lo que pensaban el patio era un campo de guerra ya que no solo eran piñas y patadas las que se repartían sino que en medio del desastre tiraron las macetas nuevas de la abuela y un par de cosas que todavía no tenían su lugar en la renovada casa.

Los ruidos llegaron a la sala donde estaban todos pero primero no prestaron atención acostumbrados a lo ruidosos que podían ser los chicos cuando jugaban pero cuando se escucho el estallido de las macetas, juego o no todos salieron al encuentro de los mocosos que estaban revolcándose en el suelo, más precisamente Gastón y Nacho que se tenían en una especie de llave mientras golpeaban donde podían y Rodrigo que se acababa de librar del agarre de Adrián que lo tenía de los pelos casi arrodillado. Claro que a ninguno le hizo gracia la escena y trataron de separarlos pero nada fue tan efectivo como el grito que pegó el abuelo, de esos que te dejan clavado al suelo y por fin la lucha libre terminó.

Gustavo nunca se caracterizó por ser muy paciente así que antes de mediar palabra alguna se sacó el cinto y le dio uno azote a cada chico a su cargo que dieron un grito cada uno en un tono diferente, si no hubiera sido una situación tan tensa hasta daba gracia ya que parecía que había golpeado tres teclas de un xilófono. Rodrigo ni lerdo ni perezoso salió disparado a la protección de su madre y los hermanos se buscaron uno al otro para defenderse, el único que quedó parado en la mira fue Nacho que al sentirse acorralado empezó como se dice “a tirar mierda para todos lados” como no era alcahuete no dijo precisamente que paso en cambio soltó una colección de gritos e insultos reclamando a Ed haberlo obligado a estar con todos.

• ¿Qué pasa acá? – pregunto Edgar tomando a Nacho por el brazo –  que pasó? – pregunto más directo.
• Yo no soy buchón pregunta le a ellos – dijo mientras trataba de librarse.
• Te lo estoy preguntando a ti – contesto más firme.
• Paaa que me obligaste a venir acá, donde no soy bienvenido a tener que soportar a estos imbéciles – acusó Nacho congestionado y con los ojos llorosos producto de la rabia y del golpe en la nariz que le dio Gastón que lo había dejado con la incómoda sensación de querer estornudar.
• ¡AHJ! ¿ahora vas a llorar marica? – arremetió Adrián dando unos pasos hacia adelante, para ser frenado por Gastón, no estaban en posición de hacerse los gallitos con Gustavo y su cinturón tan cerca. Por suerte una mirada significativa de su hermano lo hicieron recular, pero claro eso no aplicaba a Ignacio al que el comentario le llegó como una provocación.
• ¿A quién mierda le dices marica? – pregunto ardido Ignacio sacando pecho – ¡PUTO!  a ver quien es más macho? – pregunto y se lanzó en su dirección con la clara intención de embestir al chico que se cuadraba de hombros provocando.

Casi al mismo tiempo intervinieron Edgar y Gustavo, el primero sujetando a Ignacio que estaba incontenible lanzando patadas y piñas al aire, totalmente desbocado y Gustavo que sólo con un azote sobre el pantalón de su cuñadito le puso fin al asunto.

• ZASS – había sonado el impacto y dejó al mini matón inmóvil, bueno casi inmóvil porque luego de asimilar el cinturonazo comenzó a frotarse sin pena delante de todos – quieto ahí carajo que es eso de estar peleando como salvaje – le dijo después de soltar el chirlo.
• AAYYYY NOOO nno no Gustavo, NOO – empezó a rogar y prometer al mismo tiempo – ya me quedo quieto mira, mira… ya me quedo quieto – se apresuró a decir mientras se sobaba y esquivaba el traste por las dudas. Gustavo era el padre que ellos no tenían porque había preferido a esa mujer así que como tal sabía que le podía dar una buena paliza si lo veía necesario. Casi dos años de experiencia se lo confirmaban.

Edgar sabía que cuando Nachito estaba en un pozo sólo se dedicaba a cavar más y más, así que le tendió una “soguita” para que deje de hundirse. Lo envolvió en sus brazos y lo sacó de la escena entre gritos e insultos para llevarlo a la intimidad de lo que era su antiguo cuarto que tenía apenas unas cajas con las cosas que nunca se había llevado de la casa y estaba aún sin remodelar.

• Ya Ignacio quieto, QUIETO – decía sin poder soltarlo por miedo a que se caiga porque se movía como culebra en sus brazos, había llegado a un punto de no retorno, estaba histérico.

Mientras forcejeaba Edgar pensó en cómo habían llegado a ese punto, debió insistir cuando al volver del hospital Nacho no quiso hablar con él, ese era el momento. Había llegado a casa junto a Mateo reflexionando sobre las palabras de su padre, pero que bestia había sido, sólo esperaba que no sea tarde.

Al llegar a casa encontró todas las luces apagadas y por un momento pensó en que Nacho se pudo haber fugado, pero apenas entró notó algo en la mesa, eran las dos hojas con las líneas que debía escribir. “no debo escapar de la escuela” decía de principio a fin, con letra prolija en hojas pulcras y sobre eso el cable del televisor la única distracción de su cuarto. MIERDA pensó Ed se habría sentido tan mal su padre cuando los castigaba? Y pensando en eso y en que, haber cumplido con eso era muestra de arrepentimiento, subió a abordar sus problemas pendientes con el chico.

Ed entró en la habitación y Nacho estaba acostado boca abajo totalmente tapado con la cabeza hacia los pies de la cama.

• ¿Estás bien? – preguntó acercándose con cautela, al menos el chico no parecía estar llorando
• Ummm – respondió como una afirmación si hacer el intento por destaparse. Pero que cojudo era Edgar, hacer esa mierda de pregunta
• Vamos sal de ahí..  quiero  que hablemos – y se animó a tratar de abrir las sabanas sin éxito  –  ¿cómo te sientes?
• ¿Cómo me siento? – Nacho bufo por la naríz que rayos le pasaba a este tipo, como puede ser tan idiota – ¿Como se supone que tengo que responder a eso? – le pregunto enojado – me preguntas porque te importo o porque te regocijas con el dolor, si es así, pues... me pegaste para que me duela ¿no?, así que si, estoy dolorido... así me siento ¿contento? – pregunto enfadado – Ahora ¿me dejas sólo? Por favor – hablo a tiempo que se aferraba más a las sabanas formando un capullo… no un capullo una coraza impenetrable.
• No, Nacho lo siento pero no, estoy siendo paciente pero tenemos que hablar – la respuesta que Ignacio acababa de darle era desde su punto de vista descabellada
• No, no tenemos que hablar – dijo Nacho sin destapar su cabeza, estaba ya ahogándose pero no iba a darle el gusto de salir de allí – … tu quieres hablar y yo no, fin de asunto – agrego –  Así que mejor me dejas sólo que seguro ni sabes para que viniste – lo acuso y eso más que molestar a Ed lo hirió – Ya deje lo que querías en la mesa, no tengo ningún pendiente mas contigo, pero si tienes algún otro castigo lo puedes anotar junto con tu lista de reglas en la puerta que yo la veo luego – joder eso era como hablar de fríos negocios – Ahora por favor necesito descansar que mañana tengo clases – la manera de hablar de Nacho había sido tan dura que a Ed le dio escalofríos. Ya era tarde en realidad y pensaba que tal vez una noche de sueño lograría que se calmen las cosas y así hablarían mas tranquilos.

Eso fue un grave error, porque el arrepentimiento que sentía Ignacio  se convirtió en enojo después de una noche de dejar macerando su confusión. Él estaba acostumbrado a sentirse sólo y el no recibir consuelo de nadie en el pasado no era algo tan malo, pero Edgar lo había acostumbrado a otra cosa y luego hacia esto, hacerlo a un lado. Así que se convenció a sí mismo que debía dejar de encariñarse, había sido tan estúpido desde que estaban los abuelos que se había creído aquella farsa que vivía, ahora no sólo no quería encariñarse quería detestarlos.

Y ahora en casa de los abuelos estallaba esto, de repente los pensamientos de Edgar y la ira de Ignacio fueron interrumpidas por el agua que caía de la ducha. Por más al margen que Paul quiso mantenerse el estado de Ignacio era de preocuparse, ya ni si quiera gritaba sino que balbuceaba cosas sin sentido mientras seguía con su frenético movimiento para librarse. Y Edgar sólo lo sujetaba sin saber que hacer, así que tomó cartas en el asunto y los condujo al baño de la habitación principal que es la que estaba más cerca y mojó a ambos.

• Aahhhgggg – grito Nacho por el impacto del agua fría y por la sorpresa y acto seguido lleno ruidosamente sus pulmones, seguramente no había estado respirando bien.
• Arregla esto – fue todo lo que dijo Paul a Ed antes de retirarse, llevaba recomendando a su hijo hablar con Nacho y que averigüe que le pasaba y finalmente frustrado con la actitud del chico le había dicho a Ed que lo que a su nieto le hacia falta era una buena paliza para que acabe de una vez con esa actitud, cosa que había escuchado Ignacio haciendo que empeore su manera de actuar.
• Que mierda Edgar ¿por qué dejaste que me moje? – dijo Nacho enojado saliendo de la ducha totalmente empapado y se resbaló en el intento casi arrastrando a Ed en el proceso.
• ¡Ya! Nacho, quieto te vas a caer – respondió salvándolo del porrazo.
• Ahh claro me voy a caer y me voy a enfermar por culpa de ese viejo dd....
• PLAF – sonó un sopapo que dio de lleno en los labios de Ignacio dejando un ardor y haciendo que los ojos se le inunden involuntariamente – ¡HE! eso no te lo permito – reto Ed – él sólo te estaba ayudando… a ti y a mi – explicó más calmado, no es que le sobrara paciencia, que de eso tenía poca, sino que estaba demasiado agotado.
• Yo no pedí su ayuda – mascullo en respuesta separando apenas la mano que había llevado a la boca como reacción por el chirlo. Si bien apenas el ardor invadió sus labios se lamentó y metió el rabo entre las piernas al darse cuenta que estaba al límite de lo permitido, el hecho que Ed pierda ímpetu lo animó a responder de mala manera.
• Ah ¿no? Y que fue todo eso de ahí abajo. ¿Ha? – pregunto molesto pero Nacho sólo desvió la mirada – No sé lo que te está pasando pero…
• Si ya ¡se! Pero no te importa! – se adelantó Ignacio a las palabras de Ed, era una frase que había oído demasiadas veces
• No Nacho… no se qué te pasa pero lo voy a averiguar. Esto no puede seguir así – corrigió el hombre y Nachito no supo que contestar, no iba a mendigar cariño ni que lo escuchen por lástima
• No quiero hablar y además ahora tengo frío – dijo sin mirar
• Quiero saber que paso. ¿Cómo empezó todo? – pregunto pero Nacho volvió a su silencio habitual – ...vamos si estas calmado yo puedo entenderte – animó Ed para que el chico vea que apreciaba cuando se comportaban con buenos modos pero no logró sacarle una palabra – si no quieres hablar me voy a tener que atener a lo que vi y lo que vi es que estabas peleando en el patio de tu abuela como un salvaje y no lo voy a permitir – reto pero aún con la voz calmada
• ¡Ya basta! – elevo la voz Ignacio, estaba cansándose de ser el malo siempre para todos – me quiero ir a casa – espetó frunciendo el ceño y a pesar de que Ed desaprobaba totalmente la actitud no pudo dejar de notar que en esa situación Nacho quería huir a casa y no de casa, tal vez algún sentido de pertenencia estaba despertando en él y eso era algo en lo que venía pensando tras notar que para evitar la paliza busco a los abuelos y que la alfombra de Rolling Stone que le pertenecía la había puesto Ignacio en su alcoba, cosa que confirmó tras preguntarle a Luci, pero aquellos pensamientos tan gratos se fueron al caño con el pisotón que Ignacio le dio para lograr zafarse – DIJE QUE ME VOY A CASAA! – grito Nacho a la vez que asentó el talón descargando todo su peso sobre el pie de Edgar
• ¡AUUU! – se quejó sin reparos, le había dolido terriblemente pero al contrario de lo que Ignacio creyó en vez de soltarlo Ed apretó más el agarre – carajo… si te voy a llevar a casa, pero antes vas a aprender una lección mocoso – advirtió mientras empezaba a tirar de Ignacio para acomodarlo y que se ponga “cómodo”.
• No… no Ed ¡fue sin querer! – mintió pero eso no colaba por ningún lado, si había sido claramente premeditado, pero no pudo pensar en nada convincente para decir porque Edgar ya estaba descargando su mano sobre el trasero del chico.
• PLAF PLAF plaf PLAF plaf plaf PLAF PLAF PLAF – sonaron sobre el pantalón mojado apenas Ed logró empujar al muchacho sobre el nuevo lavado con mesada que Luci eligiera sin imaginar cómo sería estrenado –   ya basta con las faltas de respeto PLAF PLAF plaf PLAF PLAF no soy tu saco de boxeo – interesante declaración cuando era él quien trataba como un saco de boxeo a Ignacio y no por que lo nalgueara sino porque iba a las patadas con sus sentimientos , pero aun así acto seguido tiro hacia abajo los pantalones de Nacho dejando el calzoncillo enroscado tapando apenas la mitad de las nalgas, dejando de todas maneras muy poco a la imaginación porque además de que estaba transparente de viejos gracias al agua estaba pegado como una segunda piel haciendo Que Nacho sienta todas las nalgadas como fuego – Que acá el enojado tendría que ser yo
• AUUU no aiii aaa Ed aish aish dije que fue sin querer ¡mierda! –  trataba de esquivar los chirlos meneando el trasero ya que no podía hacer nada más en la desventajosa  posición
• ¿Todavía vas a mentir? PLAF PLAF PLAF en vez de plaf estar plaf arrepentido PLAF  me PLAF  quieres PLAF tomar plaf por PLAF idiota
• Ayyyy aayy ay ayy ¡¡ayyyaa! – se quejó sin respirar Ed le estaba dando con toda la palma en las flexuras sin descanso y la ropa húmeda no hacia más que empeorar la situación, así que por más enojo que tuviera realmente se arrepentía de haber hecho enojar a Ed
• Te vas a quedar acá y después de ajustar cuentas vamos a hablar porque esto ya fue demasiado lejos! – anunció antes de pretender reanudar la faena pero la boca de Ignacio se volvió cloaca.
• NO VOY A HABLAR UNA MIERDA CONTIGO ¡PELOTUDO! – dijo y fue basta para Edgar. Podía tratar de entender muchas cosas y reacciones, podía admitir que fue idiota al no arreglar las cosas con Nacho, pero no por eso iba a permitir que un mocoso lo trate de pelotudo ni de ninguna otra cosa parecida. Así que decidió darle una lección que él aprendió de su madre y se la enseñaría de la misma manera.
• A mi no me vas a insultar más –  y fue dictamen no sugerencia, y si permitir que Ignacio se incorpore giró en busca de una pastilla de jabón para dejar bien claro el mensaje.

El baño era nuevo, no se habían utilizado jabones en él aún, así que sobre la jabonera no había nada y Ed no tenía idea de donde podía haber una pastilla de repuesto, así  que decidió improvisar y sin pensarlo dos veces tomó el pote de jabón líquido y girando apenas a Ignacio descargó una dosis en su boca.

Claro que Nachito no se lo hubiera imaginado ni en mil años y por eso no pudo prevenir o evitar la descarga de crema espesa que sabía mucho pero mucho peor que las barras de jabón que ya había probado y aunque su primera reacción fue escupir esa maldita cosa ya había invadido cada milímetro de su cavidad bucal.

• Ni se te ocurra escupir porque te echó más – amenazó Ed volviendo a hacer presión sobre los lumbares del chico que no pudo ni responder porque sólo salían balbuceos y espuma, tanto que casi parecía perro rabioso, sobre todo por los gruñidos de disconformidad, cosa que no preocupo en lo más mínimo a Ed – no te permito que me insultes y me faltes el respeto Ignacio – declaró Ed volviendo a azotar las nalgas mojadas de Nacho, acentuando cada palabra con un chirlo – soy plaf un PLAF adulto PLAF y PLAF yo PLAF no PLAF PLAF Te plaf insulto.
• Brruuu – sonaron los labios del chico, en un gesto muy similar al relincho de los caballos. Es que trataba de quejarse y escupir aquel asqueroso jabón a la vez mientras más burbujitas se formaban.
• Esto es lo que va a pasar cada vez que digas una mala palabra, ¿entendido? – pregunto y sorprendentemente Ignacio asintió con la cabeza mientras se quejaba y seguía tratando en vano de quitarse en jabón – ¿lo vas a volver a hacer? – volvió a preguntar presionando un poco más entendiendo que no podía hablar pero si responder y satisfactoriamente Nacho negó con la cabeza.

¿Es que quien en su sano juicio respondía otra cosa en una situación así?, entre el sabor de boca y al ardor en las posaderas cualquiera se siente arrepentido y se propone “firmemente no pecar más y evitar toda ocasión próxima de pecado”.  Eso sumado a que después de tanto estrés en estos días Nacho por fin estaba dando rienda suelta a sus emociones dejando de fingir esa mueca de estreñido y un dique emocional de abrió paso por sus ojos.

Hacia dos noches, después de que Edgar se fuera se había prometido a sí mismo no llorar y esos días había estado haciendo esfuerzos titánico por cumplirlo, resistiendo a lo que provocaban todas las ideas que se había echo sobre el viaje de pesca y el repentino desinterés de Edgar en todo lo que hacía, dejando pasar cualquier falta. Así que tenía bastantes lágrimas en reserva para gastar. De repente Ed  terminó de bajarle el calzoncillo …

• PLAF PLAF PLAF PLAF tampoco está permitido golpear, no se pelea, las cosas se resuelven hablando. PLAF PLAF PLAF –  y tras quitarse el suficiente jabón para hablar sin hacer burbujas Nacho reprochó.
• AUUU y ¿por qué me pegas AUU  en vez de hablar? – mierda pensó Ed, es verdad ¿que debía responder? Se quedo con la mano suspendida en el aire. Una vez había dicho algo así a su padre y la respuesta había sido simple y contundente, porque soy tu padre y te estoy castigando, pero él ¿que se supone que debía decir? Y la respuesta llegó a su mente, cursi pero sincera.
• Porque Te quiero, no te golpeó… te castigo porque quiero que aprendas y no vuelvas a cometer los mismos errores –  y Guau que eso Nacho no se lo esperaba pero como la mano de Ed no se había detenido respondió a lo que si podía responder.
• Esta bien esta bien auuggggh ya aprendí, no lo vuelvo a hacer..
• BIEN – dijo Ed en un suspiro y se detuvo dando unos segundos para que el niño respire mejor y luego lo incorporó de a poco con movimientos cautos, esperando que no rechace su abrazo – tenemos que hablar – le susurró al oído una vez que lo tubo envuelto en sus brazos.
• Mmm – gruñó Nacho más como un lamento y asintió con la cabeza levemente. Ed espero hasta que estuvo calmando mientras lo instaba a enjuagarse la boca y luego comenzó a quitarle la ropa logrando que  intente resistirse creyendo que lo volvería a castigar pero el gesto de Ed escurriendo su ropa lo hizo entender – Te estas tomando demasiado en serio el papel de padre – dijo Nacho y Ed no supo si eso era una queja o algo positivo así que decidió ser franco, si quería que el chico se sincerara pues también le tocaría hacerlo a él
• ¿Sabes? Si – respondió deteniéndose un momento –  si me lo tomó en serio, porque me importas – afirmó y tomó el rostro de Ignacio para que vea en sus ojos que era sincero – no entiendo lo que te está pasando y si no me dices no puedo hacer nada – dijo y luego de un suspiro con voz serena – Sé que no hice bien las cosas y lo lamento, no soy perfecto, pero siendo sinceros tampoco eres tu un angelito precisamente y el hecho de que yo me equivoque no te da derecho a tratarme como basura, a gritarme y faltarme el respeto – reprochó pero más como una reflexión – Trate de ser paciente, casi no te castigue por romper todo en la cocina y lo sabes, fue más el escándalo que el castigo – y se calló un momento para buscar una toalla grande y envolver a Nacho que estaba en ropa interior – al igual que con la escuela, el aro y sobre todo con la porquería de porro que trajiste a casa – E hizo otra pausa para sentar a Ignacio sobre el retrete y poder tener más controlada la situación – Pero estas confundiendo las cosas… el que no haya sido tan duro como pensaba ser no es porque no lo merezcas, sino porque trataba de darte la oportunidad de admitir tus errores pero veo que en vez de eso te comportas cada vez peor y ahora peor en la casa de tus abuelos
• No son mis… – quiso interrumpir, todo lo que Ed le estaba diciendo era cierto, casi no lo había castigado, pero lo que él quería era que no lo castigue
• No Ignacio… si son, pero no van a ser abuelos a tu conveniencia, ellos no dejan de quererte según su conveniencia y no es justo que los niegues según la tuya – quería convencer a Nacho de una vez que aquello iba en serio y a juzgar por la mirada de Ignacio lo había conseguido – y otra cosa – anunció pero esta vez el rostro de Nacho cambió del arrepentimiento al fastidio como sabiendo que ahora venía el verdadero sermón, y obviamente no se arriesgaría a que le calientan el traste de nuevo así que no quedaba más que escuchar – como yo te acepté en casa en la buenas y en las malas y te ofrecí ayuda, así también vas a aceptar cuando te merezcas un castigo. Todo tiene un límite y ya lo rebasaste
• Lo mismo digo – reprocho Nacho y Ed interrumpió
• Como que lo mismo digo
• ¿Ves?, lo estás haciendo de nuevo – dijo irritado – tú dices que no acepto las cosas, pero tú nunca quieres aceptar las cosas por mi por una sola vez, como ahora – agrego con reproche – siempre quieres insistir e insistir e insistir y me acorralas, me siento presionado y no me das tregua – y Ed tuvo que darle la razón
• Voy a tratar de mejorar – agrego – iremos aprendiendo poco a poco, por eso quiero que sepas yo estoy acá para lo que necesites y si hay algo que te molesta me lo dices pero con respeto – dijo firme y Nacho torció la boca con disgusto pero al final asintió con resignación. Ed no supo si aceptaba las normas o le estaba dando la razón como a los locos pero al menos no estaba en plan rebelde y ya dichas las cosas claras luego podía reafirmar las normas – Yo permití que las cosas lleguen hasta acá pero no más, no mas berrinches ni escándalos, ¿de acuerdo? – Y Nacho asintió – ¿de acuerdo? – volvió a repetir Ed buscando que Ignacio verbalice
• De acuerdo – respondió al fin casi susurrando
• Tienes edad suficiente para saber cuándo te ganaste un castigo y era un asunto bien claro entre nosotros, sólo que con los abuelos en casa creíste que podías hacer lo que querías y no es así. Hace un mes que tu abuela te hace la cama, lava los platos, y hace cada cosa que te pido que hagas, me doy cuenta no soy tonto, pero te dejé hacer porque me dijiste que nunca habías tenido abuelos, pues no sólo están para mimar también tienes que responder con respeto y lo venias haciendo bien hasta que por celos te pusiste ...
• NO FUERON CELOS – interrumpió el chico indignadísimo.
• ¡Basta!... Si fueron celos, celos tontos porque ellos te quieren –   eso tenía que qué dar claro – te quieren mucho. Por eso me molesta que como no te libraron del merecido castigo te enojes.  Y lo peor es que ni si quiera estabas arrepentido. Porque no tratas de ser sincero contigo un momento y me dices si lo que hiciste estuvo bien? Ha? – Ed quería probar si lograba sacarle palabras a Ignacio y comprobar sí realmente había entendido lo del castigo. Temía estar tirando demasiado la Liga pero necesitaba hacerlo.
• Uffff si lo se Ed, la verdad no se bien porque lo hice pero voy a tratar de que no pase otra vez – le dijo y a Ed le sonó sincero.
• ¿Que de todo lamentas?
• Todo lo del miércoles y bueno la pelea de hoy, eso no va a volver a pasar – aseguró pero de inmediato agregó con un tono más fuerte –  pero mejor le dices a Gustavo que le diga a esos dos que no me jodan Ed, porque lo lamento pero si dicen algo más de Mateo o se meten en mi vida yo les parto la cara aunque después tu me quieras pegar – dijo rápido y Ed tuvo que esperar a que Nacho se calme y el asimilar las palabras para responder
• Bien, en primera, yo no te quiero pegar nunca y después, ¿porque no dijiste que estaban molestando?
• Porque no soy una chica Ed no voy a ir a acusarles, y tu podías exigir la misma respuesta de ellos pero no, como te dije, tienes que acorralarme – y Ed se dio cuenta de lo que había pasado, parte de todo esto era su error – pero eso ya no importa, sólo quiero que tu hermano se los advierta porque si yo lo hago Gustavo va a decir que los ando amenazando – declaró firme.
• Esta bien Ignacio voy a hablar con ellos, yo tampoco quiero que anden hablando de más, pero por favor Mantén al mínimo los roces – y antes que Nacho replique es agregó – te lo pido como favor personal
• Esta bien – respondió sin ganas – aunque no me gusta… siempre crees que soy yo – murmuro en voz baja y Ed prefirió no insistir, acababa de jurarse hacer un esfuerzo por no acorralar más a Ignacio
• Me gustaría que en casa sigamos hablando más tranquilos, siento que necesitamos hablar – pidió tratando de que con eso Nacho se sienta predispuesto a conversar con él, estos días también le habían servido mucho para reflexionar y tenían muchos temas pendientes
• Esta bien pero en esa charla prefiero estar con ropa – dijo en un intento de relajar el ambiente y poder pasar la página y funcionó
• Ok… creo que hay algo de ropa por acá que puedes usar – dijo   

 Y se fue a buscar en las cajas...