MI drama en pocos pasos: Cap. 3; Autora Marambra

Mi drama en pocos pasos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 10 de agosto del 2016.

ETIQUETA: F/m

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Capítulo tres

Conociendo a algunos enemigos

Autora: Marambra

Si bien esas palabras reforzaron mi esperanza de que mamá seguro llegaba más tarde, mis abuelos habían ido al hospital a recogerla y me quede con Daniel un primo de 14 años que yo no conocía de nada porque era el hijo de un hermano de mi padre que tampoco conocía; así que esperanzando con la idea de que mamá iba a estar pronto en casa, me volví a salir a la calle a esperarla, me senté de nuevo en las gradas mirando a un solo lado: el final de la calle que da a la avenida y por donde pasan los buses; si Daniel me vio o no, nunca lo sabré solo agradecí que a diferencia de los adultos molestosos que estaban siempre dándome órdenes de que hacer o como sentirme, el nunca me dijo nada, supongo que yo no entraba en su radar de prioridades juveniles, es que después de ayer, mis abuelos y mis supuestos tíos estaban ahí diciéndome que no tengo que estar triste, que mi mamá va a volver pronto y que tendré un nuevo hermano…

Tonta palabra, yo no tenía otros hermanos ni nuevos ni usados, así que lo de nuevo seguro era porque era recién sacadito de la fabrica… a propósito, ¿de dónde será que vienen los bebes?, ¿alguien lo sabe?, cuando la barriga de mamá empezó a crecer todos decían que ahí estaba mi hermanito, aún ahora me pregunto ¿Cómo fue que entro a la barriga de mi mamá?... sé que se lo pregunte a mi mamá, a mi abuela, mi abuelo que murió hace un año a mis tíos pero todos se hicieron los locos, el único que más o menos me dijo algo fue Daniel, aunque ahora que lo pienso no me dijo nada, solo contesto “para que quieres saber cómo entra, mejor es hacer que entre” , en fin cosa de chicos.

• Pero que ¡DIABLOS! – oí a alguien gritar en la vereda pero no preste importancia, solo vi a una pequeña mujer y un hombre grande abrirse paso por mi lado y entrar a la casa, pero ninguna de ellos me hablo, en aquel entonces pensé que seguro era invisible, por eso nadie me miraba o decía nada,  pero ya no mas oí a mi primo llorar, si justo el mismo Daniel que les cuento
• Zzas ZZASS ZASS ¿QUÉ FUE LO QUE TE RECOMENDAMOS? – preguntaban a coro mientras se oía una especie de golpe seco, gire mi cabeza y no lo podía creer, esa mujer, la pequeña estaba golpeando a Dani con un cinturón y el hombre no decía nada, mientras Dani lloraba metiendo las manos donde podía en sus piernas y sus nalgas para librarse del golpe prometiendo todo – ¡CÓMO PUEDES SER TAN IRRESPONSABLE Y EGOÍSTA! – lo acusaba su mamá y yo después de un rato volví mi atención a la calle – ¿QUÉ TE HA DICHO TU ABUELA? ZASS ZASS ZASS
• BUAAA YAAA YAA MAAMI YAAA PERDOON – pobrecito, el no era ni ahora es malo conmigo así que me dio pena oírlo llorar
• ¡VAYA A TRAER A SU PRIMO INMEDIATAMENTE! – chillo la mujer y yo fruncí el ceño porque a los pocos minutos sentí la mano de Daniel sobre mi hombro y su acusación
• Todo esto es tu culpa mocoso ¡cagón! – me dijo y yo abrí mis ojos enormemente, no yo tengo permitido hablar así, pero supongo que él tampoco porque lo dijo bastante bajito, es más me lo dijo al oído
• Yo no hice nada – me queje
• Me importa un culo, ahora muévete o te parto los dientes – me amenazo, y aunque eso me dio miedo también me hizo sentir mucho enojo
• YO NO ME MUEVO DE AQUIIIII, TENGO QUE ESPERAR A MAMÁ – le grite pero supongo que no era necesario mi tía había oído todo, todo eso y lo que dijo Daniel
• Ve a tu habitación  – ordeno con voz calmada y eso me sono raro, no sabía que Daniel vivía ahí con mis abuelo, luego me di cuenta que la casa era de dos plantas, el piso de abajo era de mis abuelos y el superior de mis tíos – y lleva el cepillo – agrego enojada, yo a mi tierna edad no tenía idea de significaba aquello, claro que luego mi madre con los años me introdujo al doloroso mundo de la cepillada…
• Pero maaami

Mi pobre primo dio un respingo ante la sola mención de aquello, imagino que para el significaba mucho, pero fue gracioso verlo volverse pálido y bajar los humos, hasta hace poco era un matón conmigo y ahora estaba rogando como un niño más chiquitito todavía, eso le pasaba por tonto.

• He dicho a tu cuarto – repitió con aparente calma esa señora. Nunca la había visto antes así que no estaba seguro de quien se trataba, luego supe que era el hermana mayor de mi papá
• NOOO, NO VOY A IR – supongo que el hecho de que yo sepa que lo iban a castigar hizo que Daniel se porte así de esa manera, pero no hizo falta repetir nada, su mamá lo agarro de la oreja lo mismo que mi abuelo ayer y así como él me metió a mi alcoba a nalgada limpia, hizo lo mismo con el pobre Daniel
• Pla plaf PLAF PLAF A VER SI TE FIJAS PLAF PLAF PLAF A QUIEN LEVANTAS LA VOZ – grito mi tía mientras mi pobrecito primo iba dando saltitos en todo el corredor
• Yaaa, yaa MAAMI YAA AUUU maaaamiiiiii – chillo cubriéndose el trasero pero un nuevo cinturonazo le hizo pedir auxilio
• ZAAASSSS – eso sono horrible, yo me estremecí de verdad, sobre todo porque Dani pidió ayuda a su papá
• ¡PAAAPI! AYUUUDA – grito en un intento por poner un mediador entre la mano de su Madre y su trasero, supongo que la tía hacia doler, vamos todos los adultos hacen doler

Y mientras eso pasaba en la alcoba de mi primo, yo seguí sentado ahí sin darme cuenta que estaba quemado como un camarón, día antes había hecho frio y llovido y me moje un poco antes de que mi abuelo me metiera jalándome la oreja, y hoy estaba haciendo sol, demasiado al parecer y yo me había quedado 6 horas mirando la calle en espera de mi madre, no me di cuenta de que me había quemado la piel y tenia los labios secos de la deshidratación, era por eso que castigaron a Daniel, porque todos ellos habían ido a hacer sus cosas incluso mis abuelos, mucho después me entere que habían ido a ver a mamá y a mi hermano, pero claro a mí nadie me dijo nada.

• Vamos adentro Duncan – me dijo el papá de Daniel
• No señor, yo me quedo aquí, voy a esperar a mamá, ella dijo que tardaría dos días – le informe educadamente por si las moscas, no vaya a ser que me jale las orejas como mi abuelo
• Bueno peque, pero eso será mañana no hoy – me respondió pellizcando mi nariz en un gesto que me dio pena, me hizo recuerdo a papá
• Pero ella dijo dos días
• Y eso es mañana, hoy es el primer dia, tu mami se fue ayer, con hoy es un día – me aseguro él muy serio
• ¿Seguro? – le pregunte dudando
• Segurísimo – contesto y sin que yo pudiera hacer nada me alzo en sus brazos, como lo hacía papá – ahora vamos adentro, vamos a salvar al pobre de Daniel qué sino no podrá sentarse esta noche y seguro tu tía ya lo tiene mirando la pared – y eso sono raro

Y mi tío no mentía, mi primo estaba parado mirando la pared sollozando duro y lo PEOR con el trasero rojo como una cereza… había que tener mucho cuidado de estar cerca de esa señora, la mamá de Daniel, era mujer de mucho cuidado, es más era un villana... una ¡VIL MALVADA!