La Vida no es un sueño
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 5 de Junio del 2016
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Capitulo 8
Fracturas
Autora:
Chany
- ¿No vas a responder?...
Había declarado
Edgar, estaba cansado, frustrado y demasiado enojado de pie frente a un Nacho
compungido. Maldita la hora en que el despertador había sonado el día anterior
sobre las seis de la mañana iniciando la cadena de hechos que lo llevaron al
desvelo y a poner a prueba sus nervios una vez más.
Cuando llegó a casa el día
anterior de veras que no tenía ganas de lidiar con el volcán en actividad que
seguramente sería Nacho y que de seguro no escatimaría voz ni esfuerzo a la
hora de reprochar haberle contado a Ana Laura sobre su paternidad, pero él no
lo había hecho con ánimos de divulgar nada y tampoco Nacho podía esperar que
ande mintiendo cuando era el primero en reclamar que Mateo era su hijo.
Pero fuera de eso, habían
otros puntos a tratar que no se justificaban bajo ninguna razón como no prestar
atención en clases, el golpe al profesor, la falta de respeto a Gustavo a Ana y
a él mismo, la suspensión por una semana como consecuencia y las disculpas que
tuvo que prometerle al profesor a condición de que no realice una denuncia
formal por el puñetazo… solo pensar en todo eso ya era agobiante, no quería
tener que hacerlo, al menos no todavía... pero nunca se imagino que aquel deseo
se cumpliera y menos imagino el precio que tendría que pagar, al postergar
aquella singular conversación que le aguardaba con su indómito adolescente.
- ¿Dónde está Ignacio? – le pregunto a Nancy después de registrar cada rincón, tontamente había asumido que cuándo el muchacho alzó vuelo de la oficina de su hermano se iría a casa, es más había pensado que quizá tendría que limpiar algún destrozo producto de las reacciones que iba conociendo en Ignacio, se había preparado mentalmente para un sinfín de escenarios posibles con el afán de no sufrir un infarto por la sorpresa y no matar al chico en el proceso pero esto no se lo esperaba
- Después de que vino por su libro no volvió – contestó la niñera desde la hamaca que Ed había puesto bajo el nogal del patio trasero donde se sentó a mecer a Mateo
- ¿Por su libro? – respondió desconcertado
- Si, vino a las nueve, yo pensé que otra vez andaba faltando a la escuela pero me dijo que se había olvidado un libro. Después estuvo un rato con Mateito y se fue
- ¿QUE? – y dejó la pregunta en el aire porque corrió escaleras arriba a revisar más a fondo el chiquero de cuarto del crio para tristemente encontrar una nota donde Ignacio dejó plasmado su dolor. De repente vio negro y las horas se volvieron eternas
Todo aquello era demasiado
se decía, ¿así era la paternidad?, más allá de desvelarse por los cambios de
pañal, ¿lo era por los descalabros de la adolescencia?, no tenía respuesta a
eso, pero si tenía hambre, estaba cansado y frustrado, llevaba horas buscando a
Nacho dando vueltas como idiota en el auto en un afán de matar tres pájaros de
un tiro. Buscar al muchacho, despejar su mente y calmar a Mateo que exactamente
a las seis de la tarde, hacia más de una hora, como si tuviera un cronómetro
incorporado comenzó a llorar como nunca antes, con todo el sentimiento, solía
ser un bebé tranquilo, francamente había pasado más noches en vela por el
adolescente que buscaba ahora que por Mateo. Pero esta vez Mateo tenía un
genuino reclamo, uno que expresó demostrando la calidad de sus pulmones, era su
hora de estar con papá, con SU mini papá. Nacho puntualmente había hecho de
aquella su hora y armado con un libro de estimulación para bebés que había
comprado Estrella en algún momento mientras estaba embarazada, pasaba su tarde
entreteniendo a su hijo y fortaleciendo el vínculo que ahora Mateo reclamaba en
la distancia.
Edgar volvió a casa cuando
por fin Mateo se había dormido, necesitaba ayuda para buscar al chico pero esta
vez quería que todo quede entre ellos, sin involucrar a sus hermanos ni a nadie
más, pero después de las más agobiantes horas en vela y un nuevo recorrido
totalmente inútil acompañado de los primeros rayos del sol, cuando ya se le
hacía hora de ir a trabajar, acudió a la única persona que podía tener
información, pero para eso antes tenía que hablar con alguien más.
- Hola… ¿Ana Laura?.... necesito un favor….
Ignacio llegó decidido,
luego de salir de la oficina donde todos aquellos que decían ayudarlo no hacían
más que traicionarlo y pensó en que era él quien les daba lugar a que se metan
en su vida. Tenía que cortar lo más que pueda su relación con Ed y ser más
independiente para que nadie pueda cuestionarlo, así que tomó la mochila que
tenía antes de llegar a vivir con Ed y la cargo con las dos mudas de ropa que
el juez le había entregado en el bolso de mano la última vez que lo vio y se
despidió de Mateo, No sin antes
disculparse y prometerle que pronto conseguiría un empleo y sería el padre que
él merecía, uno que pueda cuidarlo sin ayuda.
Esta vez tenía algo más de
experiencia que la primera vez que escapó de casa de Ed, así que se cambió y
salió a buscar empleo con ropa común en vez del uniforme escolar, en lugares donde
no le pidan muchos datos y desde luego mintiendo la edad, aún así como en
aquella primera ocasión no consiguió nada y al cabo de unas horas estaba
desmoralizado, cansado y pensando de a momentos en que tal vez no haya sido tan
buena idea salir de casa de Ed sin un peso en el bolsillo, o al menos la
tarjeta de la cuenta que le dejo el juez.
Con todos esos conflictos
en su vida, se sento un rato a avaluar sus opciones, no tenía muchas y de
pronto oyó un ruido que lo saco de sus pensamientos para nada más darse cuenta
que su estómago estaba sonando más de lo habitual, tenía hambre no había comido
nada desde el desayuno, pero no intentaría robar nada como la vez anterior, así
que cerca del mediodía recurrió a la única
persona en quien confiaba todavía, quien si supo mantener su vida privada en
privado.
Y entre más pronto que
tarde, se vio golpeando en la puerta de Nadia, no había ido a la escuela así
que pensó que tal vez este en casa y no se equivoco, el problema es que quien
abrió la puerta no tenía tantas ganas de verlo como Nadia.
- Que mierda haces en mi casa enano – le ladró Luis apenas abrió la puerta
- Tranquilo no quiero problemas sólo vengo a buscar a – si decía Nadia seguro que aquello terminaba mal, por suerte y por primera vez su cerebro funcionaba bajo presión – Leandro – era el mellizo de Nadia y sólo lo había visto el primer día de clases sentado cerca suyo y cuando trató de separar la pelea pero Nadia le había dicho el nombre por suerte
- Ya lo llamo enano espera acá – ese “enano” no era ni por cerca un apodo cariñoso pero ni modo, no le convenía responder a las provocaciones en este momento
Claro que cuando Leandro
lo atendió no entendía nada, apenas había cruzado palabras con el nuevo y lo
más lógico sería que busque a Nadia, él como buen hermano y no tan
sobreprotector como Luis estaba al tanto de todo, es más había cubierto a Nadia
el día anterior para salir de casa más temprano y poder pasar por lo de Nacho
así que cuando este le explicó porque preguntó por él en vez de por su hermana
entendió y facilitó el encuentro de los tortolitos haciendo pasar a Nacho a su
cuarto y luego llamando a Nadia, todo a escondidas de la guardia de Luis.
- Hola Nacho ¿como estas? – saludo la chica sin la mínima intención de ocultar su felicidad.
- Bien, no fuiste al colegio así que te vine a ver – dijo con algo de tristeza cosa que a ella le pareció un halago
- ¿Pero no deberías estar ahí ahora? – pregunto luego con algo de desconfianza, en que lio se habrá metido pensó
- Hem es una larga historia después te cuento… ¿por qué faltaron?
- Mi mamá está internada, la operaron, nada grave la vesícula, pero como mi papá salió temprano para ir a verla antes de la oficina y no había nadie en casa, nos dormimos jeje.
- Bueno…me voy a dar una ducha – anunció Leandro dejándolos solos e Ignacio aprovechó para contarle lo sucedido.
- Te pueden expulsar por eso – declaró ella horrorizada de sólo imaginarse que apenas si se estaban conociendo y se deberían alejar
- No sólo eso, si me expulsan puedo acabar en un orfanato. Si creen que no me puedo cuidar sólo me quitan la emancipación – confesó realmente afligido para agregar ya nomas con la voz tomada – y aunque no lo hagan no tengo a donde ir, Ed seguro no quiere ni verme – concluyó bajando la mirada
- ¿Y por qué no hablas con Ed y le preguntas? – le respondió ella como si eso fuera lo más lógico
- No puedo hacerlo – dijo inicialmente para luego agregar con sinceridad – … no quiero en realidad, no quiero verlo, fue él quien le contó a la prese mis cosas – dijo con algo de enfado en la voz – además quiere estar todo el día mirando sobre mi hombro, quiere controlarlo todo, que todo sea a su modo, es… es..
- Como mi papá – declaró ella levantando un hombro y ladeando la cabeza mientras esbozaba una sonrisa a la que Nacho respondió con una mirada furiosa
- No es lo mismo – Nacho pronunció aquello con firmeza para luego contagiarse de la risa que su cara de indignación provocó en ella, por alguna razón estar ahí lo calmaba, no olvidaba sus problemas pero si se sentían más livianos
- Dice Luis que ¿qué queremos comer? – interrumpió Leandro que después de bañarse se fue a jugar en la consola con Martín el más chico de la casa para no interrumpir a los huéspedes de su cuarto.
- Lo que ustedes pidan está bien – contestó Nadia
- Y dice que después nos dividimos para limpiar porque a mamá le dan de alta a las siete y vuelve junto a papá
- Ok, pide comida para los cinco porque Nacho se queda
- Ok. Pero pagamos nosotros porque se suponía que hoy almorzábamos en la escuela y Luis no tiene ni un centavo, papá le quitó la paga
- Está bien – dijo ella y sacó dinero para colaborar en la compra.
- ¿Sin paga? Me debe odiar, de cómo que no me partió la cara cuando me vio – pensó en voz alta Nacho
- Tranquilo él no te va a hacer nada, ya hablamos y está todo bien
- Ha ¿sí? Pues no parecía cuando me abrió la puerta
- Bueno… Es que todavía debe estar enojado por lo de ayer – dijo torciendo la boca y paso a contarle lo sucedido
Después de que el padre de
Luis llegará, el director le contó toda la historia, por supuesto los adultos
desconocían el motivo de la pelea y los dos chicos se negaron a aclarar la
situación. Lo que sí quedó claro es quien dio el primer golpe y que Luis era
dos años mayor que Ignacio.
- Carajo Luis no pasa una semana sin que tenga que venir a buscarte, pensé que por lo menos esta semana podías hacer una excepción. Acaban de operar a tu madre y en vez de estar con ella, tengo que venir a dar la cara por los desastres del señorito – El padre del chico estaba que echaba fuego por boca justo en el último año a su hijo se le dio por hacer todo lo que no había hecho antes.
- Perdón, no fue mi intención, pero hablemos en casa, nos están viendo – Luis trataba de calmar a su padre pero lo que dijo sello su destino.
- ¿Qué? ¿Te da vergüenza? – Y lo tomó de la oreja como minutos antes hiso Ed con Nacho, pero cuando llegaron al pequeño patio que separaba la antigua entrada del nuevo portón siguió hablando – vergüenza debería darte el trenzarte a golpes con alguien menor – Y le saltó flor de manotazo en el centro del culo que lo hizo dar un paso adelante, todo sin soltar la oreja que había pasado de la mano derecha a la izquierda – PLAF vergüenza es hacerme pasar por esto cada semana PLAF PLAF vergüenza va a ser buscar otra escuela si te expulsan cuando sólo te faltan dos trimestres PLAF PLAF PLAF, con un expediente como el que estas forjando. PLAF PLAF PLAF
- Auu papá perdón pero acá no por favor vamos a casa
Pidió Luis bajito para que
sólo su padre escuche y el hombre por fin se calmó un poco y se dio cuenta de
la situación, entonces abrazó a su muchacho que de inmediato escondió su rostro
en el pecho de su padre y salieron de la escuela, por suerte sólo los vieron
sus hermanos y dos más que eran amigos de él y que al ver la escena sólo se
enojaron más con Nacho por considerarlo causante de aquello.
- Le da vergüenza si le castigan estando nosotros, porque es el más grande y todo eso – dijo Nadia al concluir. Nacho no se alegraba de la desgracia ajena pero si le daba ese sentimiento… como de que se hizo justicia cuando se enteró de todo, por lo menos no era al único al que se lo habían sonado.
- Con razón me atendió con tan “buena cara”
- Mi hermano no es rencoroso, si lo fuera ya te hubiera sacado a patadas porque no es idiota, sabe perfectamente que estamos juntos acá
Y eso era cierto así que a
la hora que llegó la comida Luis llamó a todos a comer abriendo de golpe la
puerta de Leandro dejando claro que TODOS bajen a comer. La tarde paso sin más,
con la ayuda de Ignacio limpiaron la casa ya que a modo de pagar piso entró en
la división de espacios a limpiar y luego Martín y Luis fueron a ver una
película mientras los mellizos y Nacho se encerraron en el cuarto de Lea a
pasar la tarde.
Cuando llegaron los padres
de los chicos todos fueron a darle la bienvenida a mamá y presentaron a Ignacio
como compañero de Lean y después de las cena él tuvo que pedir permiso para que
su “mejor amigo” se quede a dormir, claro con cuatro adolescentes los amigos
eran algo común en casa, eso era hasta que el padre de familia necesitaba algo
de intimidad y preguntaba “sutilmente” ¿que estos chicos no tienen casa? Y
entonces no quedaba ninguno. Pero por lo general eran todos bienvenidos.
Al día siguiente todos
incluyendo Nacho salieron a la escuela, los padres de Nadia no podían sospechar
nada, supuestamente sus padres estaban de viaje y lo habían dejado sólo por dos
días y Leandro lo invito para no dejarlo salo, claro Ignacio se cambió el
uniforme en unos aseos públicos y salió a buscar empleo pasando otra mañana de
horrible decepción.
Mientras caminaba repasaba
los hechos del día anterior, si tan sólo Ed hubiera mantenido la boca cerrada
nada de esto pasaba, le había gritado gratuitamente a Gustavo aunque mucho no
se arrepentía de eso, de gritarle a la perceptora sí, no negaba que era una
chismosa pero era una mujer y si algo bueno le había enseñado su padre era que
no había excusa para tratar mal o faltar el respeto a una mujer. Además no
habría tenido chisme si Ed no hablaba de más. Ufff ya estaba cansado, llevaba
cuatro horas caminando y buscando y no había logrado ni siquiera un “te vamos a
llamar”.
Al medio día se unió con
los chicos una cuadra antes de llegar a casa, almorzaron con la mamá de Nadia y
luego subieron a la sala de arriba a tener una filosófica charla que termino
por tratarse sobre si era posible o no tocarse la nariz con la lengua, y
poniéndolo en práctica, como habían llegado a eso nadie lo sabía pero tampoco
les importaba, la estaban pasando bien e incluso Luis y Nacho descubrieron que
podían llevarse bien, claro, mientras el más chico mantenga las manos y labios
lejos de la niña de la casa. Pero la paz duro hasta que un mensaje de texto
llegó al teléfono de Nadia.
En su desespero Edgar
llamó a Ana para rogarle prácticamente que le dé el número de teléfono de
Nadia, después de buscar y dar vueltas en su mente se dio cuenta de que ella
podía llegar a tener alguna información y sino nada perdía con intentar. Pero
esa era una información que Ana no podía darle pero ante la desesperación que
demostraba la voz del hombre ella cedió.
Ignacio se escapó de casa, necesito
saber si está contigo por favor, estoy preocupado. Soy Édgar.
Decía el mensaje y en un
principio Nadia se debatió internamente si ignorarlo, responder con la verdad o
decirle a Nacho y respetar lo que él decida hacer, así que prefirió ignorar
aquel mensaje pero llegó otro mensaje más.
Es importante encontrarlo antes de
las seis, hizo algo que no debía y si no pide disculpas puede tener problemas.
Ed había procurado ser
discreto con la información, no quería cometer el mismo error, pero como Nadia
ya sabía de que se trataba se alarmó y disimuladamente se retiró para llamar a
Ed, esto no era algo que se podía resolver con mensajes.
- Hola – saludo tímidamente aún insegura de lo que estaba haciendo
- Hola Nadia, ¿Ignacio está ahí?
- Está en mi casa, pero no está conmigo ahora….. No sabe que lo estoy llamando. ¿cómo consiguió mi número?
- Hem yoo, pedí un favor, no sabía a quien más llamar
- Está bien, no quiero que Nacho tenga problemas pero no quiere hablar con usted, ya le dije que intente arreglar las cosas y que averigüe que va a pasar con él en la escuela pero no quiere
¿Qué no quería? Ed estaba
haciendo un esfuerzo sobrehumano para ser amable con la chiquilla pero había
dado la cara por Ignacio, había puesto a su hermano en una difícil situación y
se había aprovechado descaradamente de que su hermano era el director para
prácticamente obligar al profesor a arreglar todo con unas disculpas mutuas,
porque encima eso, había defendido a capa y espada a Ignacio justificando su
accionar ante tal falta del docente a quien no le quedo otra que admitir su error
y aquel día estaba de malas y no fue ético lo que hizo, claro que a su parecer
el golpe seguía siendo excesivo pero tampoco quería llegar a instancias
judiciales con un mocoso, menos con el que tras la reunión que se llevará a
cabo a su regresó del hospital confirmará que efectivamente se trataba del
sobrino del director, un error en el que Edgar lo dejó seguir cuando a modo de
tanteo el profesor se refiriera a Nacho como “su hijo” ya que de este modo
conseguía un arma más para doblegar las iniciales intenciones del docente de
realizar una demanda formal.
Pero ahora resultaba con
que a Nacho le importaba un comino lo que pasará con la escuela, ¿es que acaso
el mocoso quería que le revoquen la emancipación?, esto era demasiado para él,
necesitaba dar con Ignacio y hacerlo reaccionar, necesitaba arreglar las cosas
porque lo quería y porque la culpa por todo este lío le estaba pesando
demasiado, así que respiro profundo y con paciencia habló con la niña para
explicarle las consecuencias de que Nacho no vaya a la reunión
conciliatoria que se llevaría a cabo en
tres horas y claro Nadia no quería que por nada del mundo su recién aflorado
romance se viera interrumpido porque Nacho sea llevado a un orfanato quien sabe
donde porque en la cuidad no había, el más cercano era en capital y eso eran
tres horas de distancia.
Por ello Nadia accedió,
aún sintiendo que no era lo correcto, a darle la dirección a Ed.
- ¿Nacho? ¿Podemos hablar? – dijo ella en el tono más relajado que pudo llevando consigo al muchacho que ya se hacía películas en la cabeza creyendo que ella buscaba más intimidad para estar con él – me llamó Edgar – soltó ni bien estuvieron frente a frente y es que eso de crecer rodeada de tantos varones no habían desarrollado en nada su sutileza y delicadeza a la hora de decir las cosas.
- ¿Qué quería? – pregunto el otro cambiando ya nomas su cara de tonto enamorado para fruncir el ceño y pronunciar aquellas palabras casi masticándolas, pero a su vez sintiendo un haz de esperanza al saber que al menos le importaba tanto a Ed al punto de haber dado con su paradero.
- Dice que te suspendieron en la escuela por una semana, pero que hace falta que vayas a las seis a hablar para que no tengas problemas, sino te pueden denunciar por el golpe o expulsar – declaró todo casi sin respirar, había pensado las palabras que diría, se había tomado su tiempo para reflexionar antes de hablar con Nacho y había decidido omitir que arreglar las cosas implicaba pedir perdón temiendo que eso signifique una negativa por parte del chico, esa tarea se la dejaría convenientemente a Ed.
- ¡Mierda!
Fue todo lo que el
adolescente pudo pronunciar, una respuesta que no decía nada en realidad y es
que su cabeza estaba funcionando a toda capacidad en ese momento y no podía
articular más palabras, debía digerir la información y sopesar los pros y
contra. Era un alivio que sólo vayan a suspenderlo una semana, eso le daba
tiempo de buscar empleo y significaba que no iría a un hogar de menores, pero
por otro lado seguro Ed estaría esperando para hablar con él y todavía no estaba
listo para eso y no porque este enojado sino por miedo, no a Ed, a lo que le
temía era a perdonarle así de fácil porque aunque estaba muy herido le debía
demasiado a ese hombre y estar con él era la única forma de estar con Mateo. No
sabía que debía hacer, tenía unas ganas terribles de tirarse en una cama a
dormir y que todo se vaya al carajo o se
resuelva por sí sólo, pero claro, eso nunca iba a ocurrir.
Nacho se dejo caer
derrotado ante la incertidumbre del futuro lejano y el miedo al lo que tendría
que enfrentar en unas horas, sabiendo que sus próximas acciones eran decisivas,
se sentó escondiendo su cara entre sus propios brazos y ante tal imagen de
desolación Nadia no pudo más que sentarse a su lado y pasar un brazo
amistosamente como cuando sus hermanos estaban tristes y necesitaban afecto
pero eran demasiado machos para un abrazo propiamente dicho y se quedo allí
acompañando en silencio las cavilaciones de Ignacio mientras ella buscaba las
palabras adecuadas para suavizar aunque sea un poco el encuentro que se
llevaría a cabo en unos momentos cuando llegué Ed, cosa que Nacho ignoraba.
- Me dijo que lamentaba no haberte contado que habló con la prese – empezó por aquello que había desatado todo aquel lío pero Ignacio respondió con una sonrisa irónica para demostrar que no creía aquello – dijo que no le conto a propósito, sino que ella le pregunto cuándo se vieron en el súper y que él no podía mentir….creo que era lo correcto – agregó haciendo que Nacho baje la cabeza, era verdad, no le gustaría que Ed ande alabándose de ser el padre de Mateo, pero por otro lado tenía miedo de que todos sepan que el verdadero padre era él y que no era capaz de hacerse cargo de su hijo como debía.
- Me lo podría haber dicho, así yo hablaba con Ana para que no ande de chismosa – dijo para no darle la razón.
- Me dijo que al volver tuvo problemas con el auto y se olvidó – y por un momento el corazón de Nacho se paró y abrió los ojos como plato, lo peor que podía pasar es que encima Ed le cuente a Nadia que todo lo del permiso para el auto era mentira y que por sacarlo se llevó una paliza, pero ella siguió hablando haciendo que Ignacio respire aliviado – por favor dime que no le rompiste la movilidad por llevarme a deportes – rogó sintiéndose culpable.
- Hee no… es que… se pinchó una goma cuando iba llegando pero no era grave, sólo que nos distrajo – respondió sintiéndose terrible por mentirle pero ni bajo tortura le diría lo que realmente paso. Y sintiéndose también terrible porque en realidad si la cosa había sido así, el no le dio tiempo a Ed a contar nada, de todas maneras no pudo seguir pensando en nada más porque el timbre sonó y pasados unos minutos en los que Edgar tubo una amable e informativa charla con los padres de Nadia, Leandro interrumpió la conversación privada de los chicos para gritar agitado que buscaban a Nacho.
- Ho… Hola.. yo si voy a ir a la reunión – dijo Nacho luego de llevar a Edgar hacia afuera de la casa de Nadia, tenía miedo de que las cosas se salgan de tono y que sus futuros suegros escuchen demás.
- Claro que vas a ir – respondió el mayor en un tono demasiado áspero y es que en un principio si bien Ed sintió alivio por haber encontrado a Nacho, de camino a buscarlo se empezó a enojar por haber estado tan preocupado mientras según él, Nacho estaba de visitas en lo de la niña – ahora vamos a casa así te das un baño y pensamos bien en cómo te vas a disculpar – agregó malamente suponiendo que Nadia ya le había informado a que iba la reunión y claro Nacho se desfiguro de la rabia.
Además de todo lo que le
habían hecho pretendían que él sea quien se disculpe, definitivamente los
adultos estaban dementes si creían que eso era posible.
- ¿Qué yo voy a disculparme? – pregunto con ironía apuntándose a sí mismo
- Por Dios Nacho no te pongas en difícil que la sacaste barata, casi te expulsan y te ponen una demanda y si no fuera porque YO me quedé como idiota a dar la cara ahora en vez de buscarte, lo estaría haciendo la policía, así que me haces el favor de despedirte de esas personas, agradecer la estadía y subir al maldito coche antes de que te suba YO
- Noo, no soy un niño maldita sea, y no voy a volver a TU casa, ya no voy a depender de ti, ni a dejar que te metas en mi vida, si tanto te molesta No sé ni a que fuiste a la escuela para empezar, si estoy emancipado, no necesito un representante en las reuniones, yo soy responsable por mí mismo
- Fui porque me importas, al parecer más de lo que te importa tú propio bien porque no fuiste capas ni de llamar a la escuela y ver que había pasado. En vez de eso estas acá campante de visitas
- Estaba buscando trabajo, no de visitas. Yo me voy a hacer cargo de Mateo – le dijo y Ed se sorprendió, pero rápidamente reacciono, ni que haciendo le iba a hacer saber a Nacho que lo había impresionado
- ¿Quieres ser responsable?, entonces has las cosas como se debe, terminas los estudios y buscas un trabajo que sea seguro y sirva de sustento para ustedes porque no pienso dejar que salgan de la casa con una mano atrás y otra adelante
- Es TU casa y NO VOY A ¡¡VOLVER!! – gritó Nacho ya olvidando que estaban afuera de la casa de Nadia pero antes de que aquello se convierte en una guerra de gritos un sonido interrumpió todo, el llanto de Mateo proveniente de la silla de bebés que estaba en el asiento trasero del automóvil de Edgar, la razón por la cual no aceptó pasar cuando los padres de Nadia lo invitaron – ¿trajiste a Mateo? – de pronto su cara de furia cambio por completo y sin esperar respuesta abrió la puerta y tomó a Mateo en brazos haciendo que dejé de llorar.
- Te extrañó – comentó Edgar con tono casual aprovechando el cambio de humor en el adolescente y además enternecido por la imagen – no podía calmarlo cuando llegaron las seis y no estabas, estuvo decaído todo el tiempo – agregó ahora si con pesar en la voz, había sufrido el dolor y angustia de Mateo casi temiendo al marasmo
Los ojos de Ignacio se
cargaron de pena al oír esas palabras y un nudo se apoderó de su garganta antes
de confesarse.
- Yo también lo extrañé – musito quebrando su voz, después de todo, este calvario lo vivía por su bebé, por Mateo – no quiero estar lejos de él – susurro escondiendo su cara en el pequeño cuerpecito de Mateo, buscando consuelo en él
- Y no hay motivo para que eso pase, ya deja el orgullo y vamos a casa, de todas maneras acá no te puedes seguir quedando – y eso era cierto, los padres de Nadia empezarían a sospechar más sabiendo ahora que su supuesto padre estaba de vuelta del “viaje” al que había ido. Por ello sin decir nada se subió en el asiento trasero del auto dejando a Mateo de nuevo en la silla de bebé y partieron después de que Ed se despidiera de los padres de Nadia y agradecerá el cuidado que le habían dado a Nacho.
Casi en silencio llegaron
a casa, se bañaron para ir a la dichosa reunión y en el camino Ed le explicó
brevemente las condiciones para que el profesor no lo demande, además de que
debía andar con pies de plomo, pues era imposible cambiarlo de curso o cambiar
al profesor por lo que debían seguir aguantándose hasta fin de año, noticia que
cayó como patada a un Ignacio al que de por si todo este asunto no le hacía ni
media gracia.
Cuando llegaron a la
oficina donde debía pedir las disculpas al profesor que ahora parecía un
mapache por el moretón que se había formado alrededor de sus ojos, Nacho entró
con mala actitud. El profesor habló primero disculpándose por lo que había
dicho, unas disculpas que al menos a Nacho le parecieron falsas, aunque tal vez
fuera porque se sentía irritado de estar ahí, como sea cuando fue su turno
escupió las disculpas entre dientes sin siquiera mirar al tipo que tenía en
frente.
- Ignacio ¿algo para decir? – impulso el director tras el mutismo del muchacho que además era acompañada por una mirada asesina
- Ya basta no arruines las cosas que no estoy para estupideces, mejor te comportas a la altura – le susurró Ed con un tono que más parecía amenaza y Nacho se sintió totalmente abatido, aquello le estaba costando horrores, no quería arruinar nada pero de verdad que no sentía las disculpas, estaba haciendo aquello porque Ed se lo pidió y para que no lo separen de Mateo pero de sólo verle la cara a ese imbécil le revolvía la bilis y Ed en vez de ayudarlo lo trataba así
- Ya… perdón – soltó altanero y Ed obtuso como el sólo lo tomó por el brazo sacándolo a tirones de la oficina
- Disculpen un momento ya venimos – dijo entre dientes dejando en espera al profesor y a Gustavo que tuvo que empezar a mecer el coche de paseo de Mateo que amenazaba con llorar la pena de su papá – No puedo estar zurrándote a diario para que te comportes no me gusta, pero si lo tengo que hacer para que entres y te disculpes como corresponde lo voy a hacer
- Eso es una maldita mentira, si te la pasas golpeándome
- No te golpeo, te Di un par de azotes pero bien que te los buscaste
- Vete a la mierda
- Ya basta – dijo sacudiéndolo por el brazo que no había soltado desde que salieron – te estoy diciendo que quiero hacer las cosas de manera civilizada por Dios
- Si claro, muy civilizada la manera de sacarme de la oficina
- Si te comportarás sería diferente – seguía retando Ed, cegado por el enojo, el hambre y el terrible agotamiento físico y mental, teniendo muy presente la magnitud de la cagada que se había mandado Nacho pero no la magnitud del dolor que tenía, de lo herido que se sentía, tenga o no razón, era sólo un crío al que habían lastimado o al menos él se sentía lastimado y al fin y al cabo eso era lo que importaba, porque con las cosas que habían pasado nadie en su sano juicio esperaría objetividad del un muchacho de 15 años y las palabras de Ed aunque ciertas al menos hasta algún punto sólo abrieron una brecha de desconfianza y rencor entre ambos, una brecha que acababa con todo lo que venían construyendo desde hace meses – ahora vas a dejar el berrinche y te vas a disculpar porque estas embarrado hasta el copete con toda esta porquería, así que no le sumes más y mejor te muestras agradecido de que no te están denunciando por semejante salvajada
- El empezó
- Y ya se disculpó carajo – dijo entre dientes apretándole el brazo con fuerza hasta casi doler – así que ahora mismo vas a entrar y te vas a disculpar como se debe – le ordeno mirándolo fijamente, no necesitaba ser un genio para saber que estaba a punto de estallar – que ya estoy harto de esta cagada, llevo dos días sin comer y dormir gracias a tus mini vacaciones así que más te vale dejar la estupidez o le digo al profesor que si quiere que te demande, que eres tan irresponsable e infantil que prefieres eso a bajar la cabeza y aceptar tus cagadas... ¿Eso quieres?... ¿No me vas a responder?
Jamás Edgar había sido tan duro e hiriente y eso le dolió a
Nacho en el alma, no era verdad que Ed le diría tal cosa al profesor, era capaz
de ir a disculparse él mismo incluso ofrecerle un soborno si hacía falta con
tal de que Nacho no tenga más problemas, pero era el hambre, el cansancio y el estrés
quienes hablaban por él ahora, porque nadie es perfecto y Ed estaba lejos de
serlo. Pero Ignacio lo había idealizado en algún punto, cuando después de que
ni sus padres lo ayudarán este hombre había sido incondicional soportando cosas
que no debía, dándole cosas y atenciones que no estaba obligado a darle y
escuchar aquello fue un revés casi imposible de soportar, así que en silencio
Ignacio se giró y entró a la oficina a disculparse. Un acto que parecía sincero
ya que los ojos de Nacho estaban cargados de dolor, pero no por la culpa de
aquel puñetazo tan certeramente dado, sino por sentirse traicionado y
abandonado.
Ignacio lloró en silencio
todo el camino de vuelta y al llegar sólo tomó a Mateo en brazos y entró a la
casa. Cuando Ed subió a la habitación de Mateo, Nacho ya lo estaba cambiando
para dormir, le dio la mamadera y lo acostó. Durante todo el proceso los
lagrimones bajaban por las mejillas y de a ratos los limpiaba con fastidio
utilizando su manga.
Ed miró todo en silencio y
decidió darle su espacio, creyó erróneamente que todo aquello era sólo un
berrinche producto de que lo obligara a disculparse, creyó tontamente que solo
era el orgullo adolescente doblegado lo que producía las lagrimas y que
seguramente entendería cuando el enojo pase y acepte que él tenía razón. Pero
Nacho estaba herido en lo más profundo porque a pesar de todo había empezado a
sentir que Ed lo apreciaba y ahora que había necesitado su apoyo sólo encontró
reproches, Ed le exigió las disculpas alegando que se portó mal y que debía
agradecer que no lo denunciaran pero jamás lo escucho o preguntó cómo se sentía,
ni habló bien con él, en su enojo Ed por querer impulsar a Nacho a hacer lo
correcto erro en su proceder tratando de atraer moscas con hiel en vez de con
miel.
Si bien Edgar aún no era
consciente de su error empezó a preocuparse cuando después de darse un baño
paso por el cuarto de Nacho y este todavía estaba llorando, ya llevaba más de
una hora así, llorando en silencio, delatándose sólo por su respiración agitada
y el movimiento de sus hombros apenas perceptibles gracias a la luz que se
filtraba al cuarto por la puerta.
- Ya está…tranquilo, no hay de que llorar ya está todo arreglado – dijo Ed sobando la espalda de Ignacio, un gesto que en otros momentos habrían parecido el cariño más tierno para el chico, pero ahora no era suficiente, ahora el vacío era muy grande y aunque admitía desde la conversación con Nadia que sobredimensiono las cosas con Ed y que en realidad no lo había traicionado, no podía cambiar ese sentimiento de desamparo, Ed no estuvo de su lado cuando lo necesito.
- Quiero estar solo – murmuró y después de unos segundos de silencio se sintieron los pasos de Ed alejarse y la puerta cerrarse tras de si.
Mierda,
pensó Nacho, como hubiese querido que Ed no lo obedezca, sabía que era estúpido
pensar aquello cuando él mismo le había pedido varias veces que lo dejarán
sólo, pero eso no era lo que quería, quería que Edgar se quedara, quería
decirle que lo sentía y que si necesitaba ayuda, quería que se quede con él y
le diga que todo estaría bien, poder llorar y que lo consuelen, quería no
sentir vergüenza de pedir ayuda y que ese nudo en la garganta desaparezca para
poder gritar “Ed no te vayas”, maldito Ed por no insistir, por no darse cuenta
que no estaba enojado sino que se sentía mal, maldito Ed tal vez ni le
importaba.
Y sumido es sus confusos y turbios pensamientos lloró en
silencio, como siempre, tragándose la pena y sintiéndose el chico más
desdichado del planeta enterrándose cada vez más en una autocompasión haciendo
que ese dolor de a poco se convierta en enojo, un enojo contra el mundo, la
vida y el destino que no hicieron su vida un poco más fácil, renegando de todo
y endureció mucho más la coraza que llevaba años y años construyendo
inconscientemente, una coraza que sería difícil pero muy necesario romper.
Estoy con mi corazón en un puño por las cosas que le vienen sucediendo a Nacho.... y creo que Ed tiene que ser muy cuidadoso de ahora en adelante, no vaya a ser que Nacho se lleve al bebé en un momento de locura temporal.
ResponderEliminarAdemás estoy esperando oir las disculpa de la tal Ana, que me ha caido gorda la tal prefe, de verdad jajajja
Fuera de eso, ha sido un capitulo muy duro, de verdad Chany
UN Abrazo
Marambra
Chany,tu historia me encanta.Nacho es un personaje alucinante,lo digo por las ganas que le pone a la vida para poder ser "grande"y al mismo tiempo una y otra vez podemos ver lo niño que es.Lo necesitado que está de guía y amor de padres,logro contagiarme sus sentimientos de rabia ante lo que el cree que es injusto,¡en serio,yo también me molesto con las cosas injustas que le pasan! y me gustaría que Ed se manejara mejor en este papel que el destino le a impuesto.Yo no se si hará bien en dejar entrever que acepta el que Nacho es y será padre del bebé,(Ya que legalmente es hijo de Ed)lo que me hace pensar que si Ignacio será el papá del bebito,¿quien hará en definitiva de papá del chico?ya nos mostraste que el jovencito lo necesita inmensamente,por lo tanto me encantaría poder ver el momento en que Ed logre encajar mas en ese rol y pueda ver lo que el pobre niño necesita.
ResponderEliminarEsperaba con muchas ganas tu actualización,me gusta mucho lo que has logrado,espero que con el tiempo que ha pasado te vaya siendo mas fácil dejar salir lo que hay en tu imaginación.
Lo que has hecho hasta ahora me complace muchísimo y tus protagonistas son muy queribles,ya quisiera ver como continuará la parte final de este episodio,me he quedado con las ganas de leer que esa puerta se abrió y se devolvieron esos pasos para dar el apoyo y cariño que tanto necesita el niño y no se atreve a pedir.
Muchas gracias Chany por el regalo de tu gran trabajo,siéntete orgullosa de estar construyendo una gran historia.
Saludos y hasta el próximo capítulo!!
Keny
Ed de verdad se pasa, hace un buen esfuerzo pero esta vez si que le falto tino, espero que se arreglen sin muchas lagrimas de por medio que Nacho ya tiene bastante con todo lo que le toco vivir has ahora
ResponderEliminarGracias por los comentarios, y si Ed metió la pata, de a poco lo vamos a poner en su lugar, aún faltan algunas cosas con las que ni Ed cuenta jeje gracias por leer
ResponderEliminarCuanto sentimientos en este capi!!
ResponderEliminarEsta hermosa tu historia!!