Tonino
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 5 de Junio del 2016
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Capitulo 5
Un nuevo enemigo
Autora: Marambra
Fuimos a
visitar al bebé y a la mamá muy temprano en la mañana aprovechando el frescor
de las horas, el calor esta ahora mismo insoportable, es verano… en realidad
recién empezara el mismo y para ser el inicio está demasiado caluroso para mi
gusto, pero al parecer a mis hijos y los nativos del lugar como que les da lo
mismo; a veces me quedo observando a la gente en sus actividades cotidianas y me quedo fabulando tonterías
sobre ellos, como por ejemplo que no tienes receptores para el calor, que
poseían un termostato interno adaptado para el mismo o un refrigerador
incorporado o que su corazón era un mini aire acondicionado que bombeaba sangre
helada porque es que no se fatigaban como yo, jeje ya les advertí, tonterías de
una mente ociosa.
Pero
como les dije, yo no me acostumbre del todo al clima, claro es agradable contar
con una casa espaciosa, con una jardín siempre verde, nada de nieve que
perjudique actividades, no tener que estar pensando en estufas o calefones o
ropa abrigada, tenía muchas ventajas, pero yo nacido entre nieves y frio echaba
de menos a mi patria madre, cosa que mis hijos no hicieron sobre todo Tonino…
mis hijos disfrutaron de la nueva vida desde el inicio del traslado, la única
condición que me pusieron era traer con nosotros las cenizas de su madre y eso
no tuvo inconveniente alguno, yo no iba a dejar la cenizas de mi esposa en
Austria, me lo traje conmigo a casa, después de todo hasta ahora es mi
confidente mental, le cuento en mi corazón las cosas que hago, pienso o siento.
Y
a decir verdad, cuando decidí venirme a viví a un país del que no conocía nada,
ni siquiera el idioma, la sensación de contar con su presencia estando sus
cenizas en una pequeña urna fue vital para mí, emocionalmente aquella sensación
de no estar solo fue mi punto de apoyo el primer año que vivimos aquí, decisión
que fue clave para que Tonino termine de aceptar su nueva realidad… es que
muchos piensan erradamente que si sacas a un niño de la calle, que nunca tuvo
nada bueno o recuerda muy poco de lo que tuvo en el pasado, por arte de magia
aceptara una vida nueva con las comodidades materiales que vienen a convertirse
erradamente en la mente de muchos como una panacea de alegría para los pobres,
o que el amor, el cariño la ternura que le des a un desvalido servirá para borrar
de un plumazo años y años de soledad, tristeza y desamparo y eso sin mencionar
siquiera los bizarros hábitos que la gente suele adquirir como modus vivendi o
hábitos bizarros que más bien destruyen… y matan lentamente.
Por
eso nunca me arrepentí de tomar la decisión que tome, renunciar a mi cargo en
la Policía Federal de mi País, vender mi casita, mi pequeño carro, saldar mis
cuentas, coger los restos de mi esposa, hacer las maletas, sujetar las manos de
mis hijos y montar un vuelo de ida sin retorno… apenas mirando el pasado para
guardar en la retina la alegría que ese pasado me dio: un trabajo, mi esposa,
el nacimiento de mis hijos, pero al mismo tiempo renunciaba a aquello por uno
de ellos, para darle la oportunidad de rehacer su vida, comenzar de cero sin
que nadie presione o lo señale y se fortalezcan poco a poco los principios
básicos que estaba tratando de sembrar en la aridez de su alma rota, porque yo
como adulto no podía darme el lujo de perder la fe, de rendirme o de
arrepentirme de mi precipitada, acertada o disparatada insistencia de adoptar a
un niño que dejaba de ser eso y se
convertía en tierra de nadie, mitad llanto infantil y mitad desafío y reto, yo
no podía permitir que eso suceda; después de todo hasta el desierto más
inhóspito puede albergar en su corazón un sinfín de vidas inimaginarias, y si
eso podía ser posible en el universo mi Tonino tenia esperanza y podía con el
tiempo, el amor, la templanza, la consecuencia, la disciplina reencaminarse,
rehacerse a sí mismo a su gusto y no me equivoque; porque aquí estoy ahora,
oyendo la voz de mis hijos intercambiando impresiones y risas…
- Ya no sufrirás con la comida papá – me dice Anja al oído a manera de saludo para que no escuche Tonino que ahora mismo acaba de salir de su alcoba bien duchado, Anja y su marido Samuel han venido no solo a acompañaros y preparar la comida para toda la semana considerando que Lena estará un poco delicada, cosa que la veo innecesaria, pero sobre todo han venido a ayudar a poner la casa en orden, mientras Oliver y Angela estarán esta tarde con Lena y el bebé, es que darán de alta a mi nuera y mi nieto mañana por la mañana, así que tenemos que tener todo listo para su llegada
- Eso es bueno ¿no? – le respondo dándole un beso en la frente, mi hija es menudita como lo era su madre, así que al lado de sus hermanos, mío o de su marido, ella se ve frágil, pero no lo es, tiene un carácter que para que les cuento – pero de verdad mi cielo que no es necesario Anja, entre tu hermano y yo nos las apañamos muy bien – le dije, es que vamos lo último que quiero es que se ponga más trabajo teniendo cuatro niñas a su cuidado – además no cocino tan mal o ¿sí? – le pregunto sonriéndole, mi hija es un sol para mí cuando sonríe – nunca les oí quejarse de mis platos – comento pensando en el pasado, ahora que lo pienso, nunca creí que fuera tan mal cocinero, después de todo tenía que ocuparme de hacerles algo de comer a mis hijos no solo cuando mi Sephora falleció sino desde que enfermara – ¿a que no te gustaban mis Knödel? – le codeo y elevo mis cejas juguetonamente, se que ellos adoraban aquel plato que interesantemente nunca se los cocino mi mujer, siempre lo hice yo, modestia aparte me sale muy bien, es que me gusta la cocina y mi mejor época para explayarme a gusto aun cuando suene raro decir esto, fue cuando enviude, porque cuando mi mujer estaba viva la cocina era su territorio y solía hacer unos maravillosos platillos, sobre todo unos deliciosos postres con frutas que eran la delicia de mis hijos, y gracias a las dotes culinarias de mi Anja, Tonino pudo gustar de esos mismo postres porque mi mujer se había encargado de enseñar aquellas dulzuras a mi hija entre juego y juego, tanto así que al temprana edad de 15 años, era una experta en pastelería, razón por la cual se hizo chef, ella es una chef profesional y tiene una pastelería en el centro de la ciudad
- Los Adoraba papá, pero tú sabes que entre Lena tu y yo, YO cocino mejor… a que si – me responde, obviamente debo darle la razón ella estudio yo soy un cocinero amateur, lo hago por gusto y cuando yo quiero jeje.
- Y ¿qué están tramando ustedes dos? – pregunta Tonino atrapando en el aire el balón de básquet que hay en el patio, desde que mis hijos se hicieras adultos solo Tonino lo uso conmigo cada noche y espero que ahora se una el peque, pero hay que esperar a que crezca
- HEY – dice Anja acercándose a su hermano – ¿Qué es eso que tienes debajo de la axila? – pregunta acercándose para mirarlo mejor, Tonino esta con una remera escotada de mangas por el calor y curioso dirige la mirada a lo que llama la atención a su hermana
- ¿Qué cosa? – pregunta frunciendo el ceño y yo también me preocupo, de que puede ser
- Esto – señala – ¿qué te hiciste? – dice mirando una cicatriz
- AHHH!.. ¡ESTO! – sonríe Tonino despeinando a su hermana dejando su pelo alborotado – es una cicatriz del hospital – y levanta sus hombros y dirige su mirada a mi – ¿de qué era papá? – me pregunta – yo nunca supe porque me hicieron esto, no lo recuerdo – agrega pensativo
- ¡AH! – digo yo haciendo memoria, procurando sonar lo más normal posible, después de todo fue un evento muy traumático para Tonino y para mi, chocheras de la edad, él es un adulto ahora que no se lanzara a llorar si le digo que fue un tajo en crudo con bisturí para poner una goma que saque toda la sangre molida que tenia dentro – es la punción del hematoma que tenia producto de la fractura de sus costillas – si, lo sé… soy un sentimental y prefiero decir que fue una punción, pero a decir verdad cuando esas cosas le suceden a tus hijos tu corazón se hace de gelatina y no importa lo grande, lo viejo, lo sabio lo fuerte, lo torpe, lo tosco o lo ruin que seas, siempre sentirás un nudo en la garganta porque te sientes impotente al saber que nada pudiste hacer para evitar aquella agonía y que darías si pudieras tu vida por evitarlo o cambiarias tu fortaleza por el dolor del momento, pero desgraciadamente lo único que puedes hacer es consolar a tu manera, limpiar quizás el reguero de lágrimas que se escurren como pequeños ríos por su cara, poner tu mano sobre su boca para que su grito no se oiga afuera, no tanto porque perturbe al resto, sino porque no quieres que ese dolor que reclama te duela hasta los huesos gritándote que eres un incompetente y un fracaso como padre porque no pudiste evitar su sufrimiento, o te pones en la tarea distraída de secar su frente o frotas su espalda mientras murmuras pequeños mimos en su oído queriendo endulzar la crueldad del dolor, de la enfermedad… de la pena
- ….¡Vaya!… me había olvidado de eso – dice Anja nublando la vista, y puedo apostar que su mente viaja a años luz, justo a aquel momento para recordar lo que paso, bueno no a ese momento del hospital, ella no estaba ahí para ser testigo de lo que yo vi, sino al día en que llego con su tía y su hermano y precipitadamente entro a mi alcoba enfadada queriendo dejar patente su enojo y su disconformidad con Tonino… acusarlo de USURPADOR, pero cuando lo vio con aquella venda debajo de la axila con humedad sanguinolenta, dormitar, gemir y fruncir el ceño cada que se movía delatando el dolor que sentía, su corazón femenino que como casi todas las mujeres se conmueve con los desamparados, cambio su postura y se hizo su ferviente defensora; si lo sabré yo, que la encontré llorando amargamente en la cocina como una pequeña madre de pueblo rural, toda sufrida con el delantal usado de pañuelo la primera vez que le di una paliza con todas las de la ley a Tonino y me acuso de inhumano, OGRO come niños, torciéndome los ojos como lo hacía su madre, sin lugar a dudas mi Anja es una pequeña replica de lo que fue en su día mi Sephora… – parecía mucho más grande aquel entonces – murmura con el rostro serio, ella a su manera absorbió el dolor del pasado de Tonino y alguna vez habla conmigo al respecto y puedo jurar que tiene una mente terrible imaginando todo tipo de escenas macabras con niños muertos o delincuentes encerrados que yo prefiero evitar, porque alguna vez también me puse a pensar en eso poniendo tras las rejas el rostro de mi hijo como un dato estadístico mas que se perdió en el camino
- NO es que sea más grande, yo era pequeño – responde Tonino – tu pequeñito – agrega y se acerca a su hermana juguetonamente para alzarla como siempre, como si fuera una muñeca de trapo y la hace girar para gozo de ella y de todos aun cuando Anja grita que la suelte, que la hará caer, pero sin éxito, su risa la delata – el pequeño de la casa jajajaj
Y
debo darle la razón, Tonino era un niño… NUUUUSSS ufffff, perdón, no puedo evitar
suspirar, sin querer recordé algo que como todos los viejos olvidamos, la
primera razón para un castigo jeje; bueno en el caso de Tonino yo no podría
calificarlo de castigo – castigo, es algo que siempre entra en discrepancia, es
más en algún momento de su adolescencia me grito a la cara de ser un abusivo
que no tuve corazón y que estando tan enfermo le di una paliza y de paso
delante de tanta gente y encima de eso deje que malamente lo pinchen bajo
coacción, porque él en ningún momento dio su consentimiento expreso… jeje, el
muy listillo aquella época se aprendió algunos términos policiales porque
quería ser como yo; claro ahora me rio obviamente y a veces me rio con él del
evento, pero a decir verdad no era para reír, aquello fue traumático más para mí
que para él, claro él no opina lo mismo y se defiende diciendo que no fue mi
trasero sino el suyo el que sufrió las consecuencias.
……Aquella
tarde después de bañarlo, la visitadora social del hospital me entrego un
documento que recuerdo lo cogí con las manos aun húmedas del baño que le di a
Tonino a quien llevaba cargado en mis brazos hasta su dormitorio, tenían que
volver a canalizar las vías que se habían infiltrado de tanto moverse noche
antes, pero antes Gerhard tenía que drenar aquel hematoma, fue la razón para
quitar las vías y darle un buen baño, es más habían trasladado su estadía a
otra habitación después de dejar su cabecita en cero, tenían que desinfectar la
habitación y cerrarla por 48 horas en vista del riesgo de esparcir liendres en
el hospital por lo que todos estaban contentos con mi labor, la de devolverle a
Tonino el aspecto de un niño cualquiera y no de un pequeño mendigo salvaje…
- Señor Küffer – dijo Hanna caminando al mismo ritmo que el mío, prácticamente corriendo, yo tenía la sensación de que si Tonino estaba fuera de cama más tiempo se complicaría, pero claro eso era imposible porque para empezar no estaba expuesto al frio, el hospital estaba atemperado y se podía andar de manga corta dentro de sus instalaciones, pero igual, la imagen de nieve fuera de las ventanas no eran para evocar playas veraniegas, así que camine a trote hasta meter a la cama a Tonino, habían dejado sobre la misma no una bata, sino un pijama de niño de franela de manga larga y alguien del hospital le trajo zapatones nuevos. Y yo había llevado ropa interior y medias abrigadas que me apure en colocarle debajo del pijamita mientras la señora Hanna hablaba conmigo
- ¿Si señora Hanna? – conteste – disculpe, por hacerla correr, pero es que si no Tonino se enfría – dije dirigiendo mi mirada al rostro del muchacho, que ahora después de bañarlo se veía paliducho y ojeroso – usted sabe, estuvo mucho tiempo en el agua y creo tienen que poner su medicamento – agregue
- Si me han contado que usted no tuvo inconveniente en ocuparse de él, incluso el visitador social del estado lo vio a través de los monitores de la sala – eso me sorprendió, yo que creí que aquello fue un acto totalmente intimo… y ahora resulta que no, que lo estaban filmando; debo confesar que me sentí un poco ofendido porque claro soy policía y eso era como si me estuvieran tratando como delincuente al que tenían que vigilar en todo momento y a escondidas para que no se dé cuenta y supongo que cambien la expresión de mi rostro sin disimulo, algo que me suele suceder con bastante facilidad y suele espantar a la gente y que Sephora trataba de cambiar en mí, pero vamos no se pueden cambiar las emociones
- OH por favor no se ofenda – fue lo primero que me dijo ella algo alarmada – nadie colocó una cámara con el motivo de expreso de vigilarlo a usted o Tonino, esa sala siempre tiene un monitor porque es una sala de niños y hay que estar constantemente vigilándolos – eso me llamo la atención, ¿cómo podían estar tantos niños en una sala juntos?, yo creí que era un área de no se… vacunación, orientación a los padres o que se yo que se inventan en medicina, pero ella me saco de mi ignorancia – ¿no se dio cuenta? – me pregunto con una sonrisa – es un curso… ahí suelen quedarse los hijos de los trabajadores del hospital con una niñera, no es un área de salud enteramente, por eso es que decidieron llevar ahí la tina de aluminio que estaba en el depósito para bañar a Tonino – me informó y yo que creí que porque era anexa al área de lactante mayores e infantes pertenecía a lo mismo, pero después de mucho analizarlo me dije que tenía lógica, en esa ala yo no vi ningún mesón de enfermería, ni habitación de internación más bien un área recreativa gigante y me puse a pensar en ni siquiera sabía que tenían una guardería de apoyo para los trabajadores en salud, lo que sonaba genial considerando que no siempre salen del trabajo a su hora – pero bueno como le decía, estamos contentos con lo que ha logrado con este niño, así que tras una entrevista a mi persona, el cuerpo de enfermeras y los médicos, además del apoyo incondicional del Dr. Gerhard, es que servicios sociales a decidido darle la tutoría temporal de Tonino hasta que se decida qué hacer con él más adelante – y me entrego el papel para que lo lea
- Yo quiero adoptarlo, ya hice mi petición a servicios sociales del estado – agregue tras terminar de arropar a Tonino con la ropa de cama, poniendo una toalla sobre la almohada para que absorba el resto de humedad de su pelo y no moje su almohadita y cogiendo ya no mas el papel para leerlo mientras Tonino miraba todo atento no mis acciones, sino mis gestos
- Lo sé, Sr. Küffer, pero todo a su tiempo – me respondió Hanna con una sonrisa sincera y apretando mi mano a manera de saludo y despedida – si usted está seguro de querer la adopción – dijo escogiendo muy bien la palabras, para no sonar tan altruista en esa encomienda y como agregando mentalmente “sobre todo después de esta etapa” – yo le daré mi incondicional apoyo y hare lo que sea posible para que eso sea factible, es más, estoy contactando ya no más a la encargada gubernamental del servicio de adopciones para velar por este caso, pero ahora este documento evitara que Tonino sea trasladado a un hospicio, algo que sé que alegrara a Gerhard y a Tonino – y miro al niño guiñándole un ojo – a que te gusta la idea de irte con mi amigo a su casa Tonino – le dijo
- ¿Aaa la casa del poli? – pregunto y eso me solo gracioso, era la primera vez que le oía hablar con su voz exenta de miedo o en medio de gritos o llanto
- Si, a la casa del poli – le confirmo Hanna
- Pero ¿él quiere? – me pareció interesante que dirija su pregunta a Hanna estando yo ahí, quizás tenía miedo a que lo rechace directamente y el hecho que sus ojos me rehúyan me confirmo aquello
- Si, a mi casa Tonino, conmigo y mis hijos – respondí sonriéndole abiertamente – ¿quieres irte conmigo? – le pregunte conteniendo la respiración de un momento a otro, no vaya a ser que yo haya dado por hecho que pelearía su custodia con uñas y dientes y resulte que el niño no quiera irse conmigo ni a la esquina, a veces suele pasar
- Y ¿podemos irnos hoy? – pregunto sentándose de golpe haciendo una mueca por el dolor experimentado, después de todo se había sentado de golpe olvidándose de sus viejas heridas de guerra, sus costilla fracturadas
- Si todo sale bien hoy, te irás en dos días más – le respondió repentinamente Gerhard al que ninguno de los presentes oyó ingresar al dormitorio, hombre acostumbrado a respetar el silencio porque el silencio es salud, pues tenía pasos de ninja cuando quería y hoy fue una de esas ocasiones – ¿qué te parece Tonino? – le pregunto sacando una piruleta del bolsillo… si, eso mismo: un soborno o un descargo para su consciencia, después de todo había venido a dos cosas, a drenar el hematoma y a dar la orden de iniciar el tratamiento de hierro intramuscular por su anemia… dos dosis nada más
- ¿Por qué no ahora? – pregunto un poco triste
- Porque tenemos que curarte todavía
Respondió
Gerhard empezando a desnudar a Tonino de
la cintura para arriba y fue cuando me di cuenta que la enfermera ya había
ingresado a la habitación todos los implementos para drenar a Tonino y tres
horribles jeringas cargadas de diferentes líquidos, uno transparente: La
anestesia y dos de colores, el amarillo era un complejo vitamínico y el otro
color marrón era hierro, “ese mafioso vestido de bata blanca vino a torturar a
mi pequeño” ¬¬, y como dije antes o mis
gestos me delataron porque no pude evitar poner mala cara que yo mismo lo note,
o es que Gerhard me conocía demasiado bien y sin que yo tenga oportunidad de
reclamar nada agrego mirándome fijamente como si quisiera taladrarme…
- Sé que no será de tu agrado Ian, pero de verdad que necesito tu colaboración – dijo haciendo un gesto a la enfermera para que vaya preparando los sueros y demás cosas que yo no me había percatado; ahí encima de otra bandeja que trajo una estudiante de pasantía había un suero glucosado, y dos enormes viales de polvo blanco sin preparar, eran los antibióticos que ponían a Tonino por vena
- Pero… – conteste dubitativo, no entendía que era lo que quería de mí, después de todo yo de medicina apenas el resfrío
- Necesito que contengas a Tonino por dos razones – me dijo numerando con los dedos mientras se enguantaba ya – porque esto va a doler y mucho y segundo porque aunque duela lo necesita, además no hay otra manera – y ante eso pues nada, tuve que hacer un nudo mi corazón y armarme de valor, porque tengo una política simple, la palabra de un medico es ley en salud y con eso no podía meterme
- Y ¿cómo quieres que haga eso? – tenia curiosidad, porque en verdad yo estaba en pelotas en procedimientos médicos, nunca acompañe a mi esposa mas allá de la puerta o la entrevista cuando tenían que examinar o pinchar a mis hijos, es que verlos llorar me sobrepasaba y podía estar dando una guantazo de desespero a la enfermera, obviamente nunca lo haría, pero digamos que me conocía muy bien a mi mismo como para confiar en mis instintos sobre protectores
- Necesito que procures que no se mueva, el hará mucha fuerza y quiero que se esté quieto porque además sus costillas están fracturadas y hay que evitar que se lastime más, pero no puedo dejar esa masa de sangre molida ahí sin hacer nada, eso puede infectarse – me informo mientras él iba abriendo una caja de metal obviamente estéril con tres simples instrumentos un bisturí, un pinza curva y una tijera tan fina que me sorprendí de verla dudando de que aquello sea capaz de lastimar, pero cuando vi en acción a aquella cosa no me quedo duda de que era un arma asesina
Es
que yo creí imaginar que el drama de Tonino se limitaría a llorar por un
pinchazo, pero aquello realmente fue una matanza, solo que nunca pensé que
primero tendría que reducir a Tonino como en los viejos tiempos… soltando dos
manotazos en el trasero, que Juro por Dios me dolieron más a mí que a él; claro
que si digo esto en voz alta y en su delante, tendré a Tonino refutando todo el
día un poco como en el pasado, ustedes saben ya les comente, que él me grito
que fui un matón y que lo había machacado estando minado en la cama por su
enfermedad.
Pero
lo que de verdad ocurrió fue que apenas vio a la enfermera con el primer vial
en la mano salto de la cama para querer meterse debajo lastimándose las rodilla
en el intento y obviamente se puso a chillar como si lo estuvieran
despellejando vivo, por favooor, me quede sordo, promesa de hombre Scout… pero
no me quedo otra, tuve que sacar al pequeño de su escondite en medio de un
griterío espectacular, la verdad daba penita verlo poner las manos en el
trasero, había visto los viales y sabia que los de colores eran para el culete.
- Nouuu nuuuu nuuu – distorsionaba las letras en medio de llanto sonándose la nariz con sus dedos limpiando el moco en el limpio pijama mientras jalaba el cuerpo hacia atrás – POOOLI… POLI POLICIIIIA – chillo mirándome directamente a los ojos cuando la enfermera logro cogerlo de la cintura mientras yo buscaba la manera de tenerlo cómodo – NO DEJES QUE ME DAÑEN AGJS AGJS AGJS – empezó a agitarse, así que decidí arrullarlo
- Nadie va a la dañarse Tonino, solo van a curarte – explique
- NOOO, ELLA ES MAAALA – apuntaba a la enfermera que había entrado en su lista de enemigos mortales, es que era especializada en pediatría, era toda una autoridad en pinchar a los chiquillos enfermos
- No es mala, solo quiere que estés bien – le dije abrazándolo a mi pecho – luego nos iremos a casa – dije y mire fijamente a Gerhard, estaba dispuesto a firmar el alta solicitada si era preciso, total siempre podían venir a casa a atenderlo, y aquella promesa surtió efecto, Tonino calmo sus gritos pero no su llanto y lo fui acomodando sobre la cama prometiendo estar con él – voy a estar contigo Tonino, yo te voy a ayudar a que eso no te duela tanto – prometí, escogiendo bien mis palabras, nunca le dije que no dolería, sino que no sería tan malo, y el pareció aceptarlo y se tumbo sobre la cama boca abajo y se bajo el pijamita por si solo
Pero
debí suponer que su valentía estaba condicionada a mi promesa, porque apenas el
aguja hizo presión y sintió el piquete inicial, se escabullo de mis manos y
casi rompe la aguja dentro suyo; bueno… es que a veces uno subestima el tamaño
y el peso de un niño, pero de verdad que pueden sacar fuerza de donde sea en su
pequeña condición y luchar con uñas y dientes, y eso fue lo que hizo Tonino,
planto batalla y no me quedo otra que sostenerlo en mi regazo pero esta vez no
solo para que le pongan los viales sino para plantarle un palmetazo en el
trasero.
- Basta Tonino – advertí procurando agarrar sus manos y traerlo a mi regazo – solo será un rato – dije
- NOOO… MENTIROOOSO, MENTIROOOSO – chillo – POLI COJUDO Y MENTIROSO – y a esas rudas palabras se sumo una patada en mi canilla que claro no dolió nada porque él resulto lastimándose al estar sin calzados; era de esperar que haga gala de lo que tenia para defenderse y para eso solo contaba con un puñado de letras malsonantes producto de su vivencia callejera sin guía alguna por lo menos, no una decente – GRAN PUTA, CORNUDO, CONCHUDO – iba gritando cuando logre ponerlo boca abajo sobre mi regazo
- ¡BASTA ANTONIO! – dije nombrándolo por primera vez en mi vida con su nombre real – esas cosas no dicen los niños buenos – agregue queriendo que se identifique como uno, pero a Tonino le vino una pataleta era descomunal y no había neumonía que se tenga
- ME IMPORTA UN CULO LO QUE HAGAN ESOS CAGONES – expreso mientras yo luchaba por contenerlo, lo interesante es que nadie en la maldita sala me ayudo con eso, era como si todos quisieran ver que hacía yo con un indómito muchacho callejero
- SUFICIENTE – dije no gritando, elevando un poco la voz, pero claro para el resto yo chillaba, es que aparte del tono de voz que tengo bastante grave, se suma la costumbre de hablar fuerte por mi trabajo, como sea eleve la voz y lo puse sobre sus pies para que me vea – ESCÚCHAME – dije – LO ÚNICO QUE QUEREMOS ES QUE TE CURES – agregue
- PERO YO NO “QUERO” CURARME CABROOON – y fue cuando me escupió en toda la cara y fue cuando lo puse boca abajo y le regale algunos manotazos sobre el desnudo trasero
- PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF – sonaron las primeras, no era mi intensión darle fuerte, solo que Tonino tenía un culito de pobre como se suele decir de lo magro y pequeño que era, pero ese instante aquello no pareció importante, sino cortar la pataleta y hacer lo que se debía, aunque quizás no era lo correcto, pero había que iniciar medicación
- AAAAAHHHHGGG – grito tensando el cuerpo y apretando el traserito poniendo una de sus pequeñas manitos sobre su trasero
- TU HACES LO QUE TE DECIMOS PORQUE SABEMOS QUE ES LO MEJOR PARA TI – dije dejando en claro que eran todos los de la sala los que tenían razón no él, mientras sujete sus manos en la espalda y cruzaba mi pierna sobre las suyas, es que además lo estaba sujetando para el horrible pinchazo – PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF Y NO SE DICEN MALAS PALABRAS – agregue
- Oowww Oowww owww BUUUUU BUUUU
Y
solo atino a llorar y se quedo quieto dejándose pinchar solamente gritando, y
las enfermeras apuraron aquello ante la pena y ante el miedo a que vuelva a
reaccionar, pero la cosa se puso fea cuando Gerhard tuvo que drenar el
hematoma, no lo habíamos movido de donde estaba, solo colocaron una toalla
estéril debajo de su cuerpo y Gerhard puso la anestesia, solo que al ser un
cúmulo de sangre muerta formando ya un absceso, no hizo demasiado efecto y
sintió el corte del bisturí, pero lo que realmente fue malísimo fue colocar el
dren, Tonino se orino encima mío de dolor y fue cuando solté un manotazo sobre
Gerhard porque Tonino grito tan fuerte que se quedo sin aire.
- DIJISTE QUE ESTABAS USANDO ANESTESIA – le reclame a Gerhard alzando a Tonino queriendo que se calme – tiene que haber otra manera – asegure y quise abrazarlo, pero Tonino me miro no como a su enemigo, sino con verdadero terror en la mirada, me asuste y no solo ellos porque parecía que se iba a desmayar – ya Tonino, ya paso pequeño, ya se acabo – declare aunque ni siquiera lograron ponerle el dren, pero yo ya no iba a permitir que le hagan nada más, aquello me parecía demasiado doloroso para un niño, tenía que haber otra forma
- AGHHS AGJSSS – lloraba Tonino alejándose lo más de mi y de todos empezando a agitarse
- Shuuu shuuuu perdón – le dije y lo atrape en mi brazo, no iba a permitir que me tema… eso sería el fin de todo, Tonino había vivido verdaderas cagadas para alguien tan pequeño, y no iba a permitir que desconfíe de los adultos, por lo menos, no de los que procuraban curarlo aun cuando duela, pero eso era difícil por no decir imposible de que él lo entienda
- Nooo, maaalo maaaalo eres maaaalo – musitaba y fue suficiente para mí, lo alce de donde estaba (la cama a la que se fue a meter tapándose la cara) y lo abrace meciéndolo
- No soy malo Tonino, yo te quiero mucho – le dije besando sus ojos mojados y su cara triste, sin importarme mi ropa que se estaba humedeciendo con el orín pero empezó a forcejear que preferí no presionarlo, sus costillas estaban rotas, no podía apretarlo, ya había ejercido demasiada fuerza sobre un cuerpo magullado
- Me has peeegaaado y has permitido que me corteeen – e instintivamente escondió las manos, y todos nos dimos un golpe en la cabeza, Tonino tenia pánico a las tijeras
- Perdóname Tonino – dijo Gerhard – es que tenemos que quitar esa sangre de tu axila, sino no podrás irte con Ián a su casa – indico
- Ya no quiero irme con el poli, quiero irme a la caaaalle con mi nido – anuncio – donde esta miiii rooopa, mis rooopas, mi caballito eeel eel me meee a pegaaado, me haaa pegaaado agjs agjs
Lloro
desconsolado sacando del velador el caballito de madera todo roto y se quedo
parado con aquello en las manos y no pude más, lo alce en brazos y lo acune
como a un bebé sin otra cosa que hacer
más que besarlo… besarlo, consolarlo y mimarlo… musitando palabras dulces en su
oído mientras la enfermera disimuladamente le quito el resto del pijama mojado,
pero no lo solté ni un solo momento, ni me senté en ningún lugar, lo mecía
caminando dentro de aquella alcoba como si fuera un lactante hasta que se quedo
dormido abrazado a mí como un koala porque para ese entonces, decidió que pese
a las nalgadas, todavía me necesitaba… aunque no estaba seguro de confiar tan
ciegamente en mi.
- ¡Papá!, despierta – me dice Tonino sacándome de mis recuerdos – te parece que la cuna de Iancito la ponga ya no más en su dormitorio o lo tengo aun en el mío, ¿qué me aconsejas? – me pregunta
- Pues, no lo sé, tu dormías en mi alcoba cuando llegaste – no sé porque dije eso, pero bueno, creo que era lo apropiado, no podía decirle que Sephora nunca quiso que los mellizo duerman solos en su alcoba mientras lactaban, es que al no saber nada de las costumbres de su casa preferí decir aquello
- Y aun duerme el sinvergüenza, tan grandote y sigue queriendo mimitos – dice Oliver desde la puerta, no me di cuenta que mi hijo había llegado
- Y tú de envidia… ¡envidioso! – le dice Tonino arrojándole la pequeña almohada de la cuna del bebe
- HEY NO ENSUCIEN ESO QUE ES DEL REY DE LA CASA – grita mi hija arrebatándoles la pequeña almohadita
- JAJJJAAJA JAA JAJJA – sueltan la carcajada los tres
Mientras
yo me siento a contemplar aquella inofensiva mini batalla sonriendo, pensando
en las luchas del pasado, porque claro… hubo un tiempo en que hubo batallas
entre ellos pero de minis nada y peor de inofensivas, solo que yo tenía un arma
secreta para curar aquellos males, un cepillo de madera plano y cuadrado que
aun tengo guardado en mi velador y que heredara Tonino, ese fue el trato, el
cepillo de papá lo heredaría quien me dé el primer nieto varón.
Y
ese fue Antonio Küffer, Tonino para los amigos. Jeje…
Uffff que decir, los adoro, al poli, a tonino y a la historia. Me agarro una angustia horrible cuando desvie la mirada y vi que la barra indicaba que se acercaba el final, podran ser 30 hojas pero yo quiero mas.
ResponderEliminarEs tan horrible y necesario aveces el dolor, aquel dolor de un pinchazo o una pequeña sutura o el simple miedo que aveces tienen los niños a los médicos, muchas veces a causa de los padres que primero amenazan con que el malo del doctor te va a pinchar y luego pretenden que los niños no se asusten. Pero en fin hay cosas que por más que no nos gusten son necesarias, si lo sabré yo que estuve en hospitales más veces de las que quisiera recordar, haciendo estudios y análisis a mis hijos sintiendo esa misma impotencia, el querer salir corriendo con tu niño en brazos para que nadie lo toque y saber que no es posible, querer cambiar de lugar y no poder, teniendo como tonto consuelo el pensar que tu presencia al menos ayuda a que no se asusten más si es que eso es posible, pero bueno, aquello es una de las partes no tan gratas de ser padres.
La verdad que este capítulo me dejó las emociones revueltas y el corazón, no en un puño, sino atorado en el medio de la garganta, cosa que me pasa con frecuencia con tus relatos.
Simplemente hermoso
Simplemente hermoso,ha mencionado Chany,y es tan cierto lo que dice.
ResponderEliminarCon esta historia en especial me suceden cosas diferentes,quizás es por tu habilidad tan particular que tienes Marambra de jugar con los tiempos y espacios de tus relatos,lo que hace que lea esta historia con una gran tranquilidad,claro me refiero al hecho de saber que Tonino se hizo grande y ha sido y es feliz,mas...aun así,no puedo evitar el entrar en los recuerdos de Ian y vivirlos y sentirlos con suma intensidad,me ha gustado enterarme el como fueron esas primeras palmaditas,y las exclamaciones de Tonino ,ya me ha entrado curiosidad de como se las ha arreglado el poli para recuperar la confianza de su niño,al igual que el zafarrancho que se ha de formar cuando entren a formar una familia y se desarrollen las relaciones entre hermanos y lógico cuando papá poli tenga que poner las reglas de la casa y marque las directrices de la convivencia familiar.
Como ya te he dicho antes querida amiga,tu Tonino se me ha metido en la piel y en el corazón ,es un placer el leerle y me encantará el poder disfrutar de los siguientes capítulos,sobretodo queriendo saber como esos tres adultos que tan bien se llevan hoy en día iniciaron su relación de hermanos siendo niños con montones de heridas.
Un abrazo,Keny.
Me encanta esta historia y no lloro solo porque se que todos son felices ahora jajajaja excelente
ResponderEliminarAuch pobre Tonino y le digo así porque me considero su amiga y su fan!! Jejeje...
ResponderEliminarSi que tuvo una infancia difícil.. Pero que alegría saber que ahora es feliz!!!
Y me encanta saber que esa familia es muy unida!!
Me encanta Marambra!!!