Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 05 de Junio del 2016
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Capítulo
226
Entre
el tira y afloja
Autora:
Marambra
Para Clara
parecía que el tiempo se había paralizado, su mente estaba buscando
un hueco, buscaba una señal de alerta que sin querer pasara desapercibida,
¿cómo no pudo darse cuenta del estado emocional de Iván?, ¿cómo pudo ser tan
torpe y tan tonta e ignorar las señales de alarma?, si estaba todo
transparente, se reclamaba a sí misma.
Pero Clara
como toda madre, había confiado en que sus palabras, esas que siguieron llenas
de su amor y altruismo en el saloncito de juegos y televisión en el pasillo de
la planta alta, donde Iván se fue a refugiar, lograrían que el muchacho
comprenda que no estaba solo, que la presencia de un bebé en casa no cambiaba
el amor que se le tenía, ni a él ni a su hermano, sino que simplemente se
multiplicaba la alegría y la bendición, después de todo un bebé era eso, la
bendición más grande que Dios puede dar a un hogar, al regalarte no un favor,
sino vida y siguió hablando y hablando de sus sentimientos hacia ese bebé que
aun nadie conociera, que tenía apenas días de vida y sin embargo estaba
hundiendo en el fango y la miseria a uno de sus hermanos y parecía que nadie se
daba cuenta de eso, bueno Clara en realidad.
Y eso es lo
que ahora ella se reprochaba, debió darse cuenta que la actitud de Iván no era
normal, estuvo demasiado quieto después de la discusión en el comedor, y
es que el pobrecito no podía dejar de darle vueltas a todo y volvía a sentir
que el mundo lo aplastaba nuevamente, que la vida se reía de él, y cómo no
sentirse así si vez a tu hermano primero prácticamente saltar de alegría ante
la noticia de aquel nacimiento, y ahora tu madre tiene una enorme sonrisa
dibujada en la cara que no necesitaba preguntar a nadie que ella estaba
exultante de felicidad con aquel acontecimiento, era más que obvio que la vida
sonreía a favor de todos, menos a él…
- ¿Qué fue lo que paso mamá? – pregunto Logan cogiendo el rostro de su madre en sus manos, como solía hacer papá con él y con sus hijos
- Le conté que tiene un nuevo hermano – dijo con la voz titubeante y una lágrima a punto de rodar por sus mejillas, sintiendo como el dolor de su hijo se le clavaba a ella en el alma, sin querer lastimo a dos de sus más grandes amores, su hijo y su nieto y recién se daba cuenta de la magnitud de su torpeza
- No debiste hacerlo – amonesto Logan a su madre visiblemente afectado – te lo pedí mamá, te explique mis razones y ahora esto… ¿no podías esperar un poquito? – no pudo evitar el tono de reproche en la voz aun cuando esta sonó como un susurro
- Perdóname Logan – musito mientras lo abrazaba, sintiendo el estremecimiento que le corrió el cuerpo de su hijo, seguro al imaginar que ahora sí, había perdido a Iván para siempre – yo creí que Iván aceptaría al bebé – dijo compungida – no me di cuenta que estaba enfadado desde ya, ahora entiendo muchas cosas – dijo dándose cuenta recién del porque Iván había agredido a Lex – es que con todo lo que ha pasado estos últimos dos días y lo que le hizo a Lex, pero no me percate en realidad que él estaba cargado de rabia… pero
- De que está hablando mamá – pregunto Logan desconcertado, era obvio que su madre estaba divagando – ¿qué paso estos dos días? – él no sabía nada de nada – que paso mamá…
- Iván estaba enojado pero no porque yo le dijera del bebé, sino porque ya lo sabía, Alexander se lo dijo y por eso casi le rompe la muñeca
- ¿Cómo?
Definitivo, su
hijo y su madre ahondaron su tumba ante los pies de Iván, Bambi no solo estaría
enojado, sino mucho mas resentido, habían cenado juntos y no le dijo nada, que
idiota, debió decirle todo, debió hablar con él, definitivamente no acertaba ni
una sola con su pequeño pensaba mientras mamá empezó a relatarle todo lo que
había sucedido dos días antes, la pelea entre ambos muchachos, y lo que hizo
Iván en un momento de enojo, el esguince de Alexander la visita al hospital y
la paliza que le dio Rubén al regresar.
- HE DICHO QUE TE CAAAALLES! – grito Iván la tarde anterior bajo la fronda de aquel inmenso mangal casi en la entrada principal de la hacienda, diablos! pensó enojado... debió montar su potro y mandarse a mudar lejos de la vista de su hermano o buscar a papá, Alexander no se hubiera atrevido a decirle nada delante de él, pero ahí estaban ambos peleando en bandos opuestos
- Es que no puedo creer que seas tan testarudo – respondió Alexander subiéndose a la barda de nuevo en muy mala hora
- He dicho que ¡basta! – Iván se incorporo en todo su largo, apretando los puños – ¡BASTA ALEXANDER!, ¡BASTA!!... NO me obligues a hacer algo que luego me arrepienta – dijo en un último intento de recobrar la cordura – NO QUIERO SABER NADA DE ESE CRÍO – aseguro y se dispuso a marcharse, pero Alexander no podía dejar el tema como siempre
- No es un crío – dijo Alexander bajando la voz, confiado en revertir el enfado de Iván con una sonrisa, apostando a ganador que tras le mencione todas las ventajas de tener un hermano menor, Iván dejaría de lado el mal humor y se sumaba a la dicha – es nuestro hermano aunque te duela
- NO… ES… MI HERMANO – punteo Iván, cada vez mas enfadado y cada vez más decidido, acercándose peligrosamente a su par que para ese momento estaba balanceándose en la rama sujetándose de las manos con los pies al aire, tomando impulso para trepar; aun cuando era un as montando, Lex era torpe para trepar ramas
- Pero tú siempre quisiste tener otro hermano, o ¿no te acuerdas? – pregunto recordando aquel episodio en el que Iván no quiso disculparse por golpearle la cabeza con la escoba y más bien lo amenazó con pedir a Dios un nuevo hermanito, cuando él en un momento de tiranía de hermano mayor, le tiro la canica al basurero y recién ahora de grande se daba cuenta de aquello y de cómo el miedo por ser cambiando hizo que aquella noche rece a Dios, porque nunca le mande otro hermano a Iván, que se portaría bien, que no lo haría llorar nunca más para que no desee a otro compañero de juego y travesura que no sea él – parece que Diosito si oye a los necios – dijo en son de broma – aunque un poco tarde ¿no?... ya no puedes amenazarme con marcharte con él, no creo que te guste cambiarle los pañales – sonrió pese a todo – ni a él tener un gruñón de compañero
- HE dicho que no es mi hermano Alexander, te lo estoy pidiendo por las buenas – suplico parado a escasos metro de distancia de su par, siguiendo con la mirada la poca gracias que destilaban los movimientos de Lex colgando en la rama – no quiero pelear contigo, deja las cosas así, no me voy a enfadar si tú quieres verlo y lo mimes o lo quieras, me da igual – decía con el ceño fruncido – solo deja la joda en paz, no me interesa, no quiero saber ni de qué color será su caca entiendes? – empezó a ser grosero – por mi puede cagar oro o mierda de verdad, pero ¡no me fastidies! – y lo cogió de la camisa y Lex entendió que su hermano estaba perdiendo los estribos y él estaba en desventaja así que supuestamente acepto
- Está bien Bambi – dijo volviendo a tratar de equilibrarse, le estaban empezando a doler las muñecas, pero aun así quería ver hasta dónde podía ir, entendiéndose que aquello no era solo probar la fuerza de sus brazos y palmas trepando la rama, sino, ver cuál era el límite de su hermano que tras aquella respuesta dejo de tensar los hombros y empezaba a eliminar signos de amenaza corporal, solo que Lex calculo mal y le costó muy caro esta vez – esta bien…
- Bien entonces, no se hable más – dijo Iván girándose para mirar a su par y estrechar su mano como signo de buena voluntad – sin rencores – agrego, esperando que su hermano confirme aquello, pero Lex era Lex… un carajo; ladeo el rostro para divisar a los lejos una movilidad avanzar con dirección a la hacienda, era su madre que regresaba del mercado y que ya estaba a puertas de la casa prácticamente a medio kilometro de distancia y Alexander con eso, decidió que no corría peligro si le hacia una bromita a Iván, e Iván en otras circunstancias no se hubiera enojado, pero bromear con el supuesto nuevo hermano, era otro tema
- Como tu digas hermanito mayor de Rubencito, aco aco
Y listo Iván
vio negro, era un fuego que empezó a recorrerle el cuerpo quemándolo y se giro
justo en el mal momento que Lex impulso los pies hacia arriba en un intento por
saltar, sus muñecas estaban doliéndole demasiado por lo que no se estaba
sosteniendo bien y le jalo de los pies y Lex cayo de gran altura girándose en
un intento de no caer de nuca, logrando estirar sus manos malamente sin
calcular el peso lo que provoco que su muñeca se luxe y se golpee la
frente contra un gran piedra que lo dejo aturdido y con un tajo de 6 cm que se abrió
como una enorme boca que sangraba como una manguera tiñendo todo de rojo,
desgraciadamente o en buena hora, Miguel acababa de ver aquello.
Clara
ingresaba justo ese momento a la hacienda y Miguel estaba de ida a su casa, por
lo que pudo socorrer a Lex, ayudándolo a retener la hemorragia y solicitando
una ambulancia aterrado ante la idea de que se cayó del árbol, después de todo
Lex estaba mareado pero de la impresión de ver tanta sangre, a tal punto que
quería desmayarse y vomitar, mientras Clara atajaba a Iván en su fuga y empezó
a sonarlo con la palma abierta sobre los sucios pantalones, provocando que Iván
se ponga a llorar, pero por la tensión acumulada… era la vergüenza y la rabia
generada que lo empujaban a tan infantil reacción, no era que su madre le hiciera
doler; vamos que ella fue la que se lastimó la mano al plantar aquellos
palmetazos con fuerza sobre la ropa puesta del muchacho, a quien aquel acto en
otras circunstancias hubieran generado risa y chacota en Iván, pero no ahora,
ahora, su reacción estaba fuera de lugar.
- ¿POR QUÉ HAS HECHO ESO IVÁN?, PORQUE HICISTE ESO PLAF PLAF PLAF – Clara se había dado cuenta que Iván estaba huyendo, vamos que tenía una cara de pánico después de lo que hizo que daba miedo y peor cuando se dio cuenta de cómo su madre fue transformando su cara del susto al enojo, y no porque Lex necesitaría puntos y quizás una radiografía, sino porque en vez de ayudarlo, se giro sin importarle que este Miguel y le atesto una patada en los muslos, nada grave, pero lo suficiente para ser considerado un abuso; y Clara al ver que Miguel atendía a Lex, atrapo a Iván del brazo antes de que ponga pies en polvorosa y empezó a repartir a diestra y siniestra una sarta de palmetazos en el trasero doliéndole la palma a ella
- – hacer eso a tu hermano, que ¡barbaridad!– volvió a decir jalándole la patilla con bastante fuerza enrojeciendo el rostro de Iván, ahora si del dolor experimentado
- Auuu – se quejo ya no más, atajando el jalón como pudo – NO LE HICE NAADA A ESE MARICON DE MIERDA – chillo a la defensiva, poniendo todo el cuerpo erizado
- ¿COMO QUE NADA? – argumento Clara, en el momento exacto que la ambulancia ingresaba a la hacienda aparcando lo más cerca posible del herido, a quien Miguel comprimía la cabeza ayudado por Armando – Y ESTO QUE ES… ¿ja? – apuntaba en dirección a Lex, mientras Iván alzo los hombros desdeñoso y puso cara de asco, dándole la espalda a su madre, lo que le enfado bastante – ¿CLAVO DE OLOR? – agrego y quitándole a Miguel el rebenquito que tenía en el bolsillo trasero, estampando un señor cimbronazo en el trasero de Iván haciendo que suene como un disparo a mitad de la nada, enrojeciendo y picando la piel – RWAAS Y A MI NO ME DAS LE ESPALDA MOCOSO – agrego
- AAAUUU MAMÁ – grito con todas sus ganas, callando de repente al darse cuenta que los paramédicos se giraron para mirar que sucedía y levanto las manos con toda la vergüenza del mundo para que no le vean frotarse la mala picadura, clavándose las uñas hasta hacerse doler, concentrándose en ese gesto obligándose a no llorar pese a tener la vista nublada y no porque No duela aquel azote, sino porque simplemente estaba herido emocionalmente.
Después de
aquello, los paramédicos incómodos con la situación se apuraron a atender a
Lex, quien se quejaba además de un insoportable dolor en la muñeca izquierda
cuando lo tocaron, por lo que aparte de colocar compresas sobre la herida para
que deje de sangrar buscaron un cabestrillo para inmovilizar su mano y subieron
a Lex a una camilla con un collarín en el cuello creyendo sinceramente que se
lesionó la columna vertebral con el impacto, es que la reacción de Alexander
estaba sobredimensionada, estaba adormecido, no sentía sus manos, sus piernas
ni su cara, porque estaba empezó a respirar muy superficialmente haciendo que
incluso le de grandes arcadas que terminaron en vómito ante el herrumbroso olor
a sangre que se le impregnaba en la ropa e inundaba su nariz; fue entonces
cuando Alexander empezó a agitarse y llorar queriendo que este su padre con él,
pero Rubén, no Logan, su instinto de conservación clamaba por su abuelo.
- Paaapiii, paaapi aj aj aj aj – le dolía meter aire a los pulmones – maaa llama a papá, llama aa papaaaa por favor – rogaba a media voz – AUUUUU MEEE DUEEELE – grito cuando los paramédicos accidentalmente tocaron sus dedos
- Ya amigo, ahora nos vamos – contesto el médico examinando sus pupilas – reflejos presentes y estables – comento al enfermero que cargaba un inyectable, iban a pinchar un calmante
- MAAAAMIIII AYYYYY – chillo cuando la aguja se clavo en el trasero, aquel calmante fue peor que el dolor original
- YA HIJO, YA, YA MI AMOR, ESTOY CONTIGO CIELO – grito Clara desde afuera aun con el chicote en la mano, subiéndose a la ambulancia para consolar a Alexander – estoy contigo mi niño bonito – empezó a arrullarlo y besarle la frente mojada de sudor y sangre
- Será mejor que nos siga en su propia movilidad señora – declaro el médico
- Pero – agrego Clara dubitativa haciendo un rápido repaso de sus opciones, no podría ir con Iván allá en la ambulancia y tampoco podía dejarlo y miro nerviosa alternativamente a Alexander tumbado en la camilla y a Iván que estaba bajo la tutela de Miguel; lo que trajo a la memoria del muchacho, la primera paliza que se llevo Lex de manos del abuelo en el rio y el quiso huir y fue detenido por Miguel como ahora, con solo poner la mano sobre el hombro
- Él está y estará bien, solo que esta muy impresionado con la sangre – musito en voz muy baja el médico mientras el enfermero ponía una mascarilla de oxigeno a Lex – y si usted sube con nosotros dará rienda a su miedo y puede entrar en pánico, en cambio estando solo con nosotros procurara demostrar ser valiente y se irá calmando, no ha perdido el conocimiento y esta estable, solo parece ser una horrible brecha que tendrá que cerrarse por planos, hágame caso mamá – le dijo como siempre decía a los padres de los pacientes, haga esto papá, o esto le pasa a su hijo mamá
Y así fue,
Clara despacho a Lex con un beso en la frente y la promesa de seguirlo en
la movilidad, pero antes de eso llamo a Adela para que le lleve las verduras,
menos mal Armando estaba ahí y le ayudo a sacar de la movilidad las canastas de
verdura y las bolsas de fruta y carne para que Adela se haga cargo, mientras
esperaba que Iván suba ya no más a la movilidad pero Iván se puso terco y
no quiso subir, quería quedarse en casa, cosa que Clara no iba a dejar que
suceda, el muchacho era una magma de mocos y lágrimas y en su estado podía
hacer cualquier cosa, prefería llevarlo no importa a rastras a la ciudad y
tenerlo vigilado.
- Sube a la movilidad Iván – ordeno mamá mientras abría el maletero para quitar las cosas del mercado – iremos al hospital – agrego fatigada como estaba, nerviosa, pero Iván no tenía la mínima intensión de obedecer – IVÁN, estoy hablando contigo, NO ME DES LA ESPALDA – agrego abriendo la puerta del copiloto para que entre, pero nada, el chico estaba cada vez más difícil y Clara no estaba para bromas – Sube de una vez – agrego en un último intento diplomático, y Miguel se dio cuenta de eso
- Anda no seas caprichoso sube – insto Miguel cogiéndolo suavemente del brazo pero empujando con firmeza
- Nooo, yo no quiero ir – se planto empujando a Miguel, pero este lo volvió a atrapar
- NO TE ATREVAS A EMPUJARME JOVENCITO, ¿CON QUIÉN CREES QUE ESTÁS? – inquirió frunciendo el ceño e Iván se acoquino en el acto, recordando la vez que Miguel se tomo libertades con él y le dio un cueriza con su cinturón cuando lo pillo en sus afanes sexuales con su nieta – SUBE DE UNA VEZ – ordeno con el ceño fruncido – que tu madre te está hablando – murmuro por lo bajo tratando de meter al chico al auto
- Es que no quiero ir – opuso resistencia
- Pues me importa un rábano, Iván, ¡No puedes quedarte solo! – hablo su madre prendiendo la movilidad esperando que el crio termine de subir, impaciente buscando en su bolso el carnet del seguro al que irían – así que SUBE, NO SEAS CAPRICHOSO
- NO ES UN CAPRICHO – Iván se agarro de los bordes de la puerta terco como el solo sin darse cuenta que la paciencia de Miguel y la de su madre estaban a punto de terminar – ¿acaso no entiendes que no quiero ir?.... quiero quedarme, quiero ir darme una duchada y dormir, puedes ir sola – le dijo a su madre de forma insolente y Clara estaba ya mordiendo los maxilares
- Vamos hijo, colabora – Miguel hizo un último intento diplomático viendo como Clara estaba mordiendo las mandíbulas, vamos que no era broma, su hermano estaba en camino y ellos seguían ahí
- NOOO, NO VOY A SUBIR – grito en un último intento por soltarse, lográndolo, solo que no conto con su madre saliera de nuevo de la movilidad y esté dispuesta a le darle un nuevo chicotazo
- Suficiente de estupideces – murmuro alzando el brazo en alto, aquello iba a sonar como un disparo en el aire si el chicotazo le llegaba al trasero al muchacho como lo tenía previsto Clara – Rwass – silbo el simbadito quedándose ahí, en el aire, Miguel acababa de atajar el ataque de mamá cogiendo el mismo con la mano, lastimándose la palma e Iván se pego un susto de muerte con aquello, vamos que acababa de sonar la palma de Miguel como un cohetillo y no quería imaginar cómo hubiese sonado su trasero de haber llegado aquel cuero a donde su madre tenía previsto
- MAMAAA – grito asustado pegando un salto lejos de mamá, pero Clara lo atrapo del brazo gritando
- SE TE ESTÁ HABLANDO ¿NO?, SE TE ESTÁ HABLANDO, CAPRICHOSO – y un jalón en las orejas llego de lleno, Miguel pudo atajar el simbadito, pero no el jalón y los palmetazos que siguieron – PLAF PLAF PLAF PLAF
- Auuuu yaaa maaami – dijo mientras trataba de entrar al auto lo más rápido posible y salvar el poto del ataque
- Ay, muchacho, muchacho – musitaba Miguel moviendo la cabeza, tirando el simbadito en la silla de Clara, algo le decía que quizás la necesitaría en el camino, acto que Iván no tomo en cuenta – más terco no podías ser, igual que tu padre, Rubén es igual de mañoso – agrego y cerró la puerta de Iván
- Gracias por todo Miguel – musito Clara exaltada un poco asustada de haber golpeado sin querer al viejo amigo de su marido – y perdona no era mi intensión – dijo compungida
- Tranquila Clarita, todo saldrá bien – palmeo el hombro de la mujer, estaba más que sobreentendido que quien los socorrió a todos, no fue Miguel el trabajador, sino Miguel el amigo de toda la vida – ya verás que no serán más que dos puntos en la frente; si tu velatacusi tiene la mollera bien dura, como este señorcito – agrego despeinando al muchacho como muestra de afecto – yo me ocupo de llamar a Rubén – y cerró la puerta al tiempo que Clara asintió con la cabeza, dándole las gracias por su intervención
Al final Clara
piso el acelerador, con el amen en la boca y con Iván a su lado a quien le
colocó el cinturón de seguridad como siempre, pero esta vez mucho más apretado
que de costumbre, porque desde un inicio tuvo la intensión de acelerar como si
estuviera en un circuito de carreras; su plan inicial fue tranquilizarse y
llevar con calma aquel asunto, solo que Iván no colaboró en nada, apenas
salieron del predio de la hacienda, el crío decidió ponerse en modo FULL
ADOLESCENTE, contestando monosílabos a su madre en el mejor de los casos o
levantando los hombros desdeñosamente en un claro signo de rebeldía y desdén
sobre lo que le pueda estar pasando o no a su hermano, Alexander se merecía eso
y más por traidor, pensaba en su irracional actitud.
Es que Iván se
sentía frustrado, enojado y el hecho de que su madre no dejara de hablar de lo
mal que seguro estaría Alexander, preocupada en extremo por él, asegurando que
seguro se pelearon por estupideces de críos, considerando que su actitud era
egoísta sobre todo después de la patada que le propinara, y ni siquiera fue una
patada, solo había limpiado el empeine de sus botines en el muslo de su
hermano, seguro que ni le dolió al marica, pensaba Iván mientras su madre
reclamaba hasta por los codos repitiendo una y otra vez, que de donde se vio
semejante cosa y bla, bla bla, sin siquiera preguntarle la razón de su
reacción, lo que hizo florecer en él, no una mala, sino una pésima actitud que
empujo al muchacho finalmente al borde de las lágrimas y solo atinó a llorar en
silencio de rabia, mirando la ventana sin contestar ni sí ni no, creando un
circulo vicioso, porque para ese entonces Clara estaba que se arrancaba los
cabellos, queriendo saber qué diablos había sucedido, pero Iván se cerró en
banda, herméticamente aun cuando mamá de vez en cuando golpeaba sus piernas
para instarlo a hablar o le daba un tirón de orejas o patilla, es que ya era
demasiado desesperante solo oír sollozos según mamá sin motivo real, haciendo
de aquel viaje al hospital un infierno.
- Deja ya de llorar Iván por favor – insto mamá ásperamente, atenta a la carretera, esperando una buena explicación, pero Iván hizo caer un par de lágrimas más con un sonoro quejido, definitivamente, aquello era horrible y Clara empezaba a tener un tremendo dolor de cabeza – ya basta ¿he?, que nadie te está pegando – agrego a fin que termine esa tortura auditiva de mocos suspendidos por aspiración y gemidos ahogados, sí… seguro, pensaba Iván sintiendo todavía la picadura de aquel golpe que mamá le diera con el dorso de los dedos sobre sus desnudas rodillas – dime más bien ¿por qué le hiciste eso a tu hermano? – pregunto por la supuesta patada, sin dejar de mirar adelante esperando que de buena fe el muchacho responda, pero parecía que no iba a ser el caso, Iván estaba cada vez mas enojado – Iván – agrego cogiendo su mentón logrando el contacto visual por fracción de segundos volviendo a atender el volante casi de inmediato, esperando que Iván diga algo – Iván… te estoy hablando – indico mamá girando una curva logrando divisar a la ambulancia que trasladaba a su otro hijo – ¿no vas a responder?... y no digas que no fue una patada que yo si lo vi – aseguro armándose de paciencia, pero Iván clavo la mirada al suelo, sintiéndose enojado con todos pero en particular con su madre, aquella acusación era en realidad un ataque frontal para él
- Si lo viste para que me preguntas – respondió maldiciendo a todos sin saber porque, simplemente era uno de esos días en el que como muchos se levantó con el pie izquierdo pensando que su vida era una mierda, preguntándose cuanto más podría aguantar todo esto y cuanto más se iba a hundir por culpa de su familia y de nuevo se puso a sollozar lo que enfado aun mas a su madre
- MODÉRATE IVÁN, MODÉRATE – reprendió su madre elevando la voz procurando calmarse – …solo estoy hablando contigo – pero Iván una vez más levanto los hombros desdeñosamente, sacando de las casillas a su madre – CARAJO, NO ME LEVANTES LOS HOMBROS – grito ya en un último intento Clara sonando el claxon sin querer, haciendo que la gente se gire a mirarlos – ESTOY HABLANDO CONTIGO NO CON LA PARED…. LO MÍNIMO ES QUE ME RESPONDAS DECENTEMENTE – y un jalón acompaño la pregunta enrojeciendo la cara de Iván y arrancando un gemido
- Mmmgggg auuuu – y otro jalón le llego de la nada, mamá estaba cada vez más furiosa – me lastimas – se quejo por fin
- ENTONCES CONTÉSTAME, ¿DE QUE ESTAS LLORANDO? – elevo la voz de nuevo mirándolo con el ceño fruncido en una oportuna parada de semáforo en el que estarían como un minuto entero
- DE NADA, ESTA BIEN, DE NAADA – chillo alterado abriendo la puerta del copiloto y saltando de la movilidad arrancándose el cinturón de seguridad, asustando a Clara hasta la medula, ¡MALDITA SEA!, estaban en medio de la carretera, ¿qué carajos tenía ese mocoso?, gracias a Dios el semáforo iba para largo, en un minuto se puede hacer un millón de cosas, y eso fue lo que hizo mamá, salió tras Iván que para mala suerte del crío se choco con una motocicleta que aprovechando los espacios entre las movilidades se metió sin precaución alguna, si hubieran estado yendo a mayor velocidad, Iván volaba por los aires, y eso fue lo que empujo a Clara a hacer lo que hizo, le dio una paliza ahí mismo a su hijo, después de todo Miguel le dejo el simbadito en el asiento
- ¡LA PUTA ME CAGO! – reventó Clara enojada a tiempo de coger a Iván y sacudirlo antes de atestar aquel par de rebencazos que lastimaron las pantorrillas del crio mientras este gritaba histérico al ver las intensiones de su madre
- NO MAMITA, NO MAMITA, NOO LO VUELVO A HACER – grito, mortificado, muerto de vergüenza, ahí estaba él, en el peor escenario de todos, en medio de la carretera con un millón de ojos mirándolo a punto de ser azotado por su madre, ¿pero qué diablos le sucedía?
- PERO QUE CARAJOS TE PASA A TI? Rws rwas rwas – sonaron los azotes que a cayeron duros en las pantorrillas haciéndolo zapatear en círculos en su afán de alejarse de su madre
- AUUUU AYYY, AHHHH maaamiii – e Iván fue todo llanto
- QUE TE SUCEDE? POR DIOS, TE QUIERES HACER MATAR? – preguntaba mientras lo metía a la movilidad zarandeándolo – TODO EL DIA ME HICISTE RENEGAR, DESDE ESTA MAÑANA
Reclamo su
madre sin importarle que la gente se gire y murmure, su enojo estaba más allá
de cualquier norma de transito y cualquier vergüenza de su hijo, Iván, en su
vida se imagino a Clara perder de esa manera los estribos, al parecer esta vez,
fue demasiado lejos.
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