Mi drama en pocos pasos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 27 de Octubre del 2016.
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Capítulo once
Un imposible
Autora: Marambra
- Así que fue sin querer – dijo mi tío Petre destapando la tina haciendo que me pare mientras soltaba el agua de la ducha para volver a darme una enjabonada final antes de enjuagarme
- Mmmja – respondí asintiendo con la cabeza cerrando los ojos empezando a saltar en la tina cuando el agua empezó a caer sobre mi, siempre me pasaba eso, me gusta el agua en la cara pero también tengo miedo a la sensación de ahogo que me provoca no respirar
- No, no… no saltes Duncan, te vas a caer y yo voy a llorar – me dijo mi tío y eso me causo conmoción, deje de saltar y abrí mis ojos para mirarlo y en un impulso lo abrace de la cintura sin importar mojarle la ropa, pero de verdad estaba tan necesitado de palabras bonitas y de consuelo que no dude ni un momento en retribuirle mi cariño – oh Dunquitas – me dijo mi tío cerrando el grifo – bueno la enjuagada puede esperar un momentito – me dijo respondiendo a mi abrazo, acariciando mi espalda y besando mi cara mojada – sabes que te quiero mucho ¿verdad pequeño? – me pregunto y yo solo apreté mi nariz en su cuello – Duncan, te estoy hablando – repitió
- Si tío Petre, yo también te quiero – le conteste feliz de saber que él me quería
- Entonces no quieres que este triste ¿verdad? – me volvió a preguntar y yo negué con la cabeza – bien, entonces quiero que hagas una cosa para mí – me dijo
- ¿Qué cosa tío? – le pregunte curioso, de pronto feliz de poder hacer feliz a quien ese momento me queria
- Vamos a ir a disculparte de tu mamá y de la tía Rahela – me dijo y yo me cruce de brazos alejándolo de mí, tío Petre estaba empezando su traición
- NOOOO – respondí enojado – yo no quiero disculparme de ellas, sobre todo de mamá… ella tiene la cuuuulpa de todo BUAAAA AHGGG
Y arranque a
llorar de nuevo con todo mi corazón, es que recordar todo lo que paso me dio
rabia, todo era culpa de mi mamá, ella no solo no me había ayudado con mi
tarea, sino que ni siquiera vino al colegio para ver mi presentación y encima
de eso, tuve que soportar que la gente murmure cosas de papá o de ella misma, o
me miren con lastima y sientan pena de mi… hubiera soportado cualquier otra
cosa también de parte de los adultos que no tenían ni idea de lo que había
pasado en casa, pero lo que no podía soportar era la risa burlona de mis
compañeros cuando veían la foto que yo había cortado y traído para mi tarea…
- ¡Oh! por Dios, la foto de Angelina Jolie y Brat Pitt – dijo una chica que nunca vi en el cole, imagino que era la hermana de alguien al ver el recorte de ellos en mis manos cuando decidí salir del baño y dar la cara… o más bien a buscar de nuevo a mi madre, porque pensé que ella ya habría venido, pero en vez de eso me apure en guardar el recorte en mi bolsillo, me dio pena que ella sepa quiénes eran esos de la foto, si yo decía que eran mis papás yo iba a quedar como un mentiroso y seguro todos se reirían de mi y no querrían jugar conmigo, papá decía que las mentiras son malas y que la gente no quiere estar con los mentirosos – ¿son tus papás? – me pregunto la chica, en tono burlón… hasta yo pude darme cuenta de eso
- Nooo que va – dijo Myles sin dejar que yo responda – esos no son sus papás – respondió con una sonrisa codeando a su hermano Costa – él no tiene papá, es huérfano – dijo riéndose apuntándome
- Eso es cierto, su papá se ha muerto para no estar con él y su mamá es tan fea que no vino, por eso trajo ese recorte para que nadie vea que no tiene papás – y fue todo, yo estaba tan enojado por eso que no dude en quitarle la foto de sus padres que ellos trajeron y romperla
- Mentiroso, eso no es ciiiierto – chille tirando la foto rota al piso
Myles
empezó a correr llorando por el patio buscando seguro a su mamá, mientras que Costa
me jalo del pelo y me tiro al suelo, él estaba de nuevo encima de mí atacándome
como la vez anterior, el muy cobarde lo hacía cuando sabía que nadie miraba, porque
para ese rato la chica chinchosa se fue; mientras Costa empezó a darme duro con
los puños y yo no sé cómo lo tire lejos de mí, y fue cuando sucedió, no sé
porque pero le ateste la famosa patada voladora que Flash me había enseñado
para defenderme, lo malo es que todos volcaron la atención sobre mi porque
Myles vino con refuerzos, su mamá y mi señorita y para mi mala suerte le di la
patada donde no debía a Costa y claro nos llevaron a la dirección y llamaron a
casa y vino mi mamá y mi tía Rahela a recogerme.
Recuerdo
caminar a la casa mirando el suelo como si buscara las llaves perdidas de San
Pedro debajo de los granos de arena, minuciosamente, tenía un mundo en mi
cabeza, mi señorita estaba enojada conmigo, mis amigos estaban enojados
conmigo, mamá estaba enojada conmigo, tan enojada que me envió a nuestro
dormitorio dándome un golpe en mi trasero.
- Vaya a su cama ahora PLAAF – me grito, eso solo significaba una cosa… que estaba castigado, tendría que quedarme en cama sin hacer nada, no podría ver dibujitos animados, ir al patio, jugar o hacer cualquier cosa divertida y lo peor, tendría que estar en silencio a causa de mi hermano
- Maaaami – musite con lágrimas en los ojos, traicionado, creí que ella se sentaría a oír mi versión como lo hacía en el pasado
- He dicho a la cama Duncan – dijo mi mamá mirándome enojada, eso me enojo mucho más, ella hace dos meses que no me registra para nada y ¿tenía ahora la osadía de estar enfadada? – y no me sales de ahí hasta que yo te llame – me dijo con la cara seria sin dejar de acariciar a mi hermano que estaba en sus brazos dormitando, claro… el único momento que tenia libre para hablar conmigo y me reñía y todo por su culpa – Duncan te estoy hablando – repitió porque yo no me había movido de la sala, quería contarle lo que paso, pero ella no quería oírme – estoy muy enojada contigo – me dijo y yo levante la mirada llena de lágrimas sintiendo que mi corazón se rompía en mil pedazos, o sea… no era justo
- ¿No quieres saber lo que ha pasaaado? – murmure apretando en mi pecho el recorte que hice recordando de pronto que perdí mi cadenita, Costas me la jalo cuando peleábamos
- No, Duncan, no quiero saber nada ahora, estoy con dolor de cabeza – me dijo frotándose la sien, pero dándole un beso a mi hermano y fue ahí que revente, ¿no quería oírme?, ¿no quería saber mis cosas?, ¿fingía un dolor de cabeza que no tenia, pero besaba a mi hermano?... me sentí traicionado, muy dolido
- ¡ENTONCES YO TAMPOCO QUIERO SABER DE TI! – grite mi corazón herido – ¡TE ODIO MALVADA! Y A ESE TU BEBÉ FEO – chille y tire el jarrón de la abuela al empujar mi brazo por apartarme de ella, justo cuando entraba tía Rahela y el abuelo
- ¡QUÉ ESTA PASANDO AQUÍ! – reclamo mi tía enfadada mirando la cara de consternación de mi madre, ahora que me doy cuenta, mis palabras la hirieron, pero bueno, eso era poco con relación al dolor que yo sentía
- NADA METICHE – le conteste en un momento de brava rebeldía, estaba harto de estar en esa casa, todos tenían derecho a opinar pero ninguno a excepción de tío Petre hacia algo por mi
- ¿Qué has dicho? – me pregunto mi abuelo cogiéndome del brazo, cuando huida, en mi enfado me había olvidado del viejuquito pero no de mi coraje por lo que no dude en contestar enojadísimo como estaba
- QUE ES UNA METICHE – dije pataleando y fue suficiente para él, me alzo sin ningún problema pese a su edad y me llevo como se lleva a un cuaderno bajo el brazo, hasta el sofá de la sala, donde sin ningún reparo me quito el pantalón y la ropa interior, fácil obviamente porque mi uniforme tenia ligas en vez de cinturón
- Plaf plaf plaf plaf plaf – empezó a azotarme sin mayor problema delante de mi madre, eso me dolió peor, porque ella no hizo nada para defenderme – plaf plaf PLAF PLAF PLAF
- Maaaaamiiii MAAAAAMIII, ayuuuudaaa buaaaa – me había olvidado de lo malo que estaba con ella, porque en el dolor de la guerra no hay enemigos sino aliados… gran error
- Plaf plaf plaf plaf plaf – mi abuelo siguió sin piedad machando mi trasero mientras yo sentía que mis nalguitas se hinchaba como un globo y se volvía cada vez más caliente y dolorido
- Auuuu dueele MAAAAMI, MAAAAMI por favooor ayuuuda – volví a pedir, llamándola con mi manito sin soltar el recorte – MAAAAMI DUEELE
Grite
mis pulmones llevando mis manos adelante, buscando a mamá, implorando con ese
gesto que me rescate de esa agonía porque de verdad ¡dolía tanto!, pero más me
dolió ver que ella se retiraba dejándome con mi abuelo sin decir una palabra… y
fue cuando selle mi corazón como se sella una lápida, no había más amor para ella
en mi, ella dejo de ser mi madre.
Myles
y Costa tenían razón… yo no tenía padres.
En
algún momento de aquello mi abuelo me soltó y fue cuando sentí la mano de mi
tía Rahela cogerme con ganas y arrastrarme al baño en medio de una llorera, no
sabía a dónde iba y lo que ella pretendía, en cualquier caso nada podría
hacerme más daño, pensé erradamente.
- Meee lastimaaas, sueeelta tía – le dije quitando mi mano
- AH no jovencito, usted va ir al baño conmigo para lavarle la boca con jabón – me anuncio mi sentencia de muerte sin asco alguno en la cara
- NOOOOO – grite empujando mi cuerpo hacía atrás para que ella me suelte mientras caminaba hacia adelante, cosa que no se dio porque ella es más grande y más fuerte que mi claro esta
- ¡Claro que sí! – me aseguro ella enfadada – ¿qué es eso de decir esas cosas feas a la mamá? – me pregunto enojada – como puedes decir que la odias? – me volvió a preguntar – cuando ella te quiere tanto – me dijo
- MENTIROOOOSA – grite sacando fuerzas de donde no había, ¿que ella me quería?, me pregunte enojado… vaya tamaña mentira – MENTIROSA ELLA NO ME QUIERE, SUÉLTAME TONTA
Volví
a gritar y le ateste una sonora patada en la espinilla que obro el milagro, me
soltó y yo corrí por mi vida y aquí estamos, ahora de frente desnudo en el
baño, cubierto de jabón llorando mi pena en el pecho de mi tío Petre pero sin
decir una sola palabra, porque no sabía cómo explicar lo que sentía, mi dolor
era indescriptible para mí de tal manera que solo podía llorarlo… y para colmo
tío Petre quiere que me disculpe de ese par de ponzoñosas… ni loco, antes
muerto.
- No voy a disculparme de ellas – le dije apretando mi cara a su pecho – no voy a hacerlo
- Si lo harás hijito – dijo mi tío con amor infinito – ¿y sabes por qué? – yo negué con la cabeza, mirándolo a la cara con la cara toda roja y llena de mocos que él empezó a limpiar con papel higiénico – porque eso es lo que hacen los niños buenos… y tu eres un niño bueno ¿verdad?, el niño bueno de tu papito y de mí, ¿no es cierto?
No
sé porque, pero me dio la sensación de que me estaba chantajeando…
Tío Petre
ok en estecapi la chilladera me llego a mares
ResponderEliminaryo estoy enojada con todos igual que Duncan!
ResponderEliminarSiii yo también! Feo el abuelo! La tía y la mamá!
ResponderEliminarAhora ese tío petre... un ángel pero espero q entienda y no lo obligue a disculparse
Jajaja se consiguió unos papás muy guapos jajaja...
ResponderEliminarPobre lo castigaron pero se lo merecía por grosero...