Tonino: Cap. 11; Autora Marambra

Tonino

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 27 de Octubre del 2016

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Capítulo 11

El secreto

Autora: Marambra

Es increíble  darse cuenta de cuantas cosas nos olvidamos con el paso del tiempo y lo más sorprendente, descubrir la verdad que en su momento creíste buscar entre muros de piedra, entre la desesperación el enfado y el sentimiento de fracaso para luego enterarte de que nada de lo que tu imaginaste era real y mucho más impactante aún, es ver esa misma verdad pero a través de los ojos de un niño… eso acaba de pasarme a mí… Acabo de descubrir porque Tonino echo agua a la cama de su hermano y debo confesar que saber la verdad no me hizo gracia alguna porque aun ahora me siento mal por lo que ha sucedido y me doy cuenta que no supe manejar la situación como debía, y otra cosa que ese aciago evento, no fue cosa al azar, fue algo que se vino tejiendo mucho antes.

Aquel tiempo coincidió con el hecho de que Tonino tenía que empezar a reintegrarse a la sociedad y que mejor que el colegio; recuerdo que tras las entrevistas que sostuvimos con el director y luego Tonino fue sometido a una evaluación oral y escrita, desgraciadamente mi niño tuvo que cursar 2 grados por debajo de lo que tendría que cursar por su edad de haber llevado una adecuada educación, pero por consejo del psicólogo se determino que Tonino tenga una reintegración paulatina, por lo que asistía al cole en horas de la mañana solamente y yo iba a recogerlo para la hora del almuerzo.

Tiempo que me sirvió para mimarlo a gusto lejos de la mirada enojada de Oliver o curiosa de mi hija y de mi hermana, permitiendo que salga a la luz, al pequeño niño que sabia aun estaba en él, es decir, eran momentos en los que Tonino se daba el lujo de ser más niño que adolescente y jugaba con todos esos pequeños juguetes que yo le compraba a escondidas de sus hermanos después de lo que descubrí de su caballo sin pata, y digo a escondidas no por mi sino por Tonino que no quería que ellos se enteren de que me pedía juguetes como si no fueran visibles en su dormitorio o en mi cama o en la sala.

• ¿paaaa? – ouch no saben cómo mi corazón gorjeaba dentro de mi pecho cuando Tonino empezó a llamarme pa a escondidas aun sabiendo que lo hacía para que le compre algo… si el granuja me chantajeaba, pero no importaba – paaaapi – si definitivamente me estaba chantajeado – ¿me puedes comprar este carrito? – me pregunto mostrándome un hermoso carro de colección, un dinki de color rojo, ahora que lo recuerdo fue el objeto más caro que me pidió en toda su vida infantil, siempre me pedía juguetes que costaban menos de 1 euros, como canicas, pelotas de goma simple, globos, cosas como esas, lo que no quiera decir que yo no le compre por mi cuenta regalos de calidad, pero esa oportunidad fue la única vez que me pidió algo que valía más de 5 euros
• ¿Has hecho tu tarea? – le pregunte, tampoco podía dejar pasar la oportunidad de presionar por ese lado ¿verdad?, porque Tonino no quería hacer algunas cosas, o mejor dicho no quería hacer las tareas, se aburría fácilmente – Tonino – le dije cogiéndole el mentón – ¿hiciste tu tarea?, si es así yo te premio y te compro el carrito, sino no hay nada – advertí pero él no me respondió, en vez de eso miro el suelo y coloco el carrito en el estante, cosa que me dio mucha pena, así que agachándome a su altura le cogí el mentón para hablar con él – mira… vamos a hacer una cosa – le propuse oyendo el consejo del psicólogo en mi oído, que había que estimularlo con cosas que le gustan – voy a comprar el carrito y si haces la tarea, toda la tarea solo sin moverte de tu asiento en una hora, yo te doy el juguete como premio a tu esfuerzo, pero si no, permanece en mi ropero hasta nuevo aviso – y fue decir eso para el se lance a mi cuello y ahogue un sonoro sollozo, yo sabía lo mucho que le estaba costando estar en el cole, hacer las tareas eran un martirio, encima de eso practicar aparte en casa con un profesor particular o con mi hermana eran una tortura, así que claro que iba a comprar aquel carrito o cualquier cosa que me pidiera, además era una forma de reivindicarme por el daño ocasionado a su caballito de madera al que irremediablemente tuve que volver a quitar la pata de repuesto y tratar de que se parezca lo más posible a lo que fue inicialmente… imposible claro – ¡oh! no llores, no llores Tonino – recuerdo haberle dicho – no se llora por las tareas
• Nooo lloro por eso sino por el carrito… no voy a poder jugar con él buaaaa – confeso su miedo
• Claro que lo harás eres hábil, responsable y sé que no te vas a dejar ganar con el lápiz porque tú eres más inteligente que el resto de la gente – agregue, no quería decir más que los niños de su clase porque no me creería – solo tienes que practicar nada mas – le asegure

 Pero bueno, aun con toda la buena intención de mi hijo, las cosas no siempre le salían bien y eso le frustraba y ese fue un día particularmente malo para ambos, pues por más empeño que le pusimos, Tonino se cerró en banda convenciéndose que no podía hacer la copia con lapicero, manchando las planas del cuaderno horriblemente, haciendo tachones, o sacando orejas a las hojas… inicialmente porque realmente no podía hacerlo, después de eso fue porque se dio cuenta que no podría jugar con el carrito y tras analizarlo, finalmente Tonino se encapricho y se cruzo de brazos, fue la primera vez que estuve tentado a castigarlo por una tonta tarea.

• Ya, ¡basta Tonino! – le dije frustrado como estaba yo también, habían pasado dos horas y no podíamos salir de la primera plana, y tenía un montón de tareas pendientes, aun debíamos revisar la tarea de ciencias y hacer recortes
• Es que yo no séee, soy un  TONTO – grito, fue la primera vez que se ponía un adjetivo calificativo el mismo, y no me gusto para nada
• ¿De dónde sacas eso? – pregunte
• Es lo que todos dicen en el cole – murmuro y yo no le preste demasiada atención, fue mi culpa lo que paso después
• Pues eso no es cierto, tu eres inteligente – agregue armándome de paciencia y volviendo a arrancar la hoja sucia para que empiece otra vez… aun cuando sabía que era doloroso tener que hacer eso cuando avanzo más de media plana, no me quedo otro remedio, pero no podía fomentar la flojera y la mala voluntad
• PUES SI LO FUERA NO ESTARÍA CON UNA TROPA DE CAGONES DE 10 AÑOS – chillo y aventó por los aires el cuaderno arrancando las hojas, yo deje que se desahogue un rato, que se desquite para luego hablar y serenarnos, pero parecía que eso no iba a suceder
• ¡Toniiiiino¡– le dije con mi mejor paciencia, había pasado como 5 minutos en lo mismo… si lo cronometras y te sientas a ser un simple espectador, te darás cuentas que 5 minutos es casi una eternidad si estas de brazos caídos – Tonino estoy hablando contigo – agregue con un poco de sequedad en el tono de voz,  pero Tonino realmente estaba fuera de sí y al ver que me acercaba a él así de serio, imagino que creyó que le iba a castigar, bueno no se equivoco en su percepción, yo quería darle un manotazo en el trasero, pero él simplemente se largo a llorar como un niño  pequeño resignado a su destino y no me gusto el panorama, así que haciendo un titánico esfuerzo, lo atraje hacia mí y lo abrace para calmarlo – ya hijo, ya paso – agregue
• Baaaa buaaa agggas, es que no puedo hacer la tareeeea, soy un buuuuurrro – lloro con sentimiento
• No, no eres un burrito – le dije tras exhalar todo el aire que parecía me guarde en los pulmones mientras lo veía en semejante pataleta – solo estas cansado – agregue pero el parecía estar en otro mundo – mira vamos a hacer una cosa – le propuse – ve a jugar un rato, o mirar la tele, tienes un hora – dije mirando el reloj – mientras yo voy a hacer algunas compras en el super, de las cosas que nos faltan – le explique con calma, ya le había enseñado la hora por lo que no tenia excusa – luego te sientas y haces la tarea, ya verás cómo te sale todo bien, a veces solo hay que descansar – le dije acariciando su cabeza mojada
• ¿Puedo jugar con el carrito? – me pregunto limpiando sus ojos con el dorso de sus mano, calmando su llanto
• No Tonino, no puedes jugar con el carrito – me negué apretando mi corazón al ver la decepción en su mirada
• Pero paaaapppi – dijo utilizando muy bien la  frase aquella, pero tenía que hacer mi punto y el tenía que aprender a no chantajearme
• No hijo, hemos hecho un trato ¿recuerdas? – agregue cogiéndole de las muñecas porque estaba llorando de nuevo – y tu no terminaste la tarea, así que HOY no puedes jugar con el carrito, pero mañana si haces todo bien como te he enseñado podrás jugar con él – le asegure, hasta se momento me había propuesto que el carrito era un premio pero al mismo tiempo un castigo leve
• ¿Pero si hoy hago mi tarea puedo jugar con  el carrito? – me pregunto expectante
• No Tonino, un trato es un trato, te dije que si terminabas todo en una hora yo te daba el carrito – le explique
• PERO YO QUIEEEERO BUAAA – se puso a llorar de nuevo, pero sin la pataleta de hace rato, con un llanto muy difícil, muy sentido; hasta ese día no me había dado cuenta que Tonino empezaba a actuar más como un niño pequeño que como uno de su edad
• Shuuu sin llorar Tonino o quieres que me enoje – pregunte sin dejar de consolarlo
• PERO ES QUEEE, yo quiero jugar con el carriiiito, un ratiiiito, un ratiiito paaa – gimoteaba
• Tonino… Tonino – le dije con calma sentándolo en mi rodilla mostrándole el cuaderno – no Tonino, mira tú tarea – le dije alzando el cuaderno hecho pedazos, menos mal eran solo 2 hojas las que había usado – no has hecho nada, acabas de estrenar el cuaderno y ya lo ensuciaste todo, además tu lección es solo de 4 planas, dos páginas enteras – le explique – eso no lleva más de media hora
• PERO ES QUE ES HAAARTO – se quejaba mostrándome la copia que eran más dibujos que otra cosa
• NO, lo siento hijo, ayer hiciste 6 páginas en una hora sin perder el tiempo, hoy solo son dos – le mostré
• Entonces hago mi tarea si me prestas el carrito – dijo cruzándose de brazos, eso ya no me gusto
• No jovencito – le dije y Tonino me miro serio – sin chantajes, no has hecho absolutamente nada hasta ahora – empezaba a enojarme – y si sigues por ese camino mejor te olvidas de la hora de descanso y me entregas la tarea para mi regreso
• Y sino la hago que pasa – quiso saber con algo de mala actitud
• Pues simple Tonino, te voy a dar una paliza y encima de tu tarea vas a tener que sentarte a escribir que las tareas se hacen sin flojera – agregue para que se dé cuenta que ya no me estaba gustando para nada sus pretextos, fue cuando se quedo callado y bajo la mirada – ¿qué va a ser Tonino?, una hora de descanso y hacer la tarea luego sin protestar o una paliza a mi regreso – pregunte
• Una hora de descanso poli – me dijo
• Papá, Tonino… papá – le repetí, pero no insistí, solo le di un beso en la frente y lo deje partir – ve a jugar un rato y en una hora hacemos la tarea – indique y lo mande a hacer lo suyo con una palmadita en el trasero

 Desgraciadamente mi regreso se prolongo por un llamado a último  minuto de la dirección del colegio de Tonino con una queja, y como lo que compre eran cosas que no necesitaban congelarse, considerando el tiempo entre volver a casa y tener que salir de nuevo opte por ir directamente al colegio a ver qué pasaba, tardándome entre ir y volver una hora más, fue cuando las cosas se pusieron feas en casa, Tonino no había hecho una sola letra y no solo eso, sino que saco el carrito que tenía guardado en el ropero y lo pille infraganti jugando con él en las gradas del jardín, la única cosa rescatable de aquella tarde fue la cara de susto y culpa que puso cuando me vio ocultando el juguete detrás de él…

•  Dame eso Antonio – le dije, y el hecho de que lo llamara por su nombre hizo que Tonino se congele, pero obedeció, me entrego el carrito en las manos – ¡habrás terminado la tarea! ¿NO? – y abrió los ojos como platos redondos negando con la cabeza y fue cuando lo cogí de las muñecas y sin ningún reparo le plante cinco tremendos manotazos en el trasero que le hicieron ponerse rojo, porque justo entraba mi hija y mi hermana a casa cargando cosas – PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF ¡VAYA A SENTARSE A HACER SU TAREA! – dije en voz alta y el pillo desapareció en el interior de la vivienda frotándose el trasero

 Nada hubiera pasado a mayores de no ser porque a la media hora de todo aquello Tonino no había avanzado absolutamente nada, estaba sentado en la silla esperando que yo entre para hacer la tarea con él; obviamente yo entre pero no para ver la tarea sino para llamarlo a cenar, eran las 7 de la tarde y por ordenes del médico habíamos quedado en que Tonino cene algo solido y digamos pesado a las 7 de la tarde y sobre las 8 y media tomar un vaso de leche para que se acueste máximo 9 y media, esto era a razón de su bajo peso y estatura así que nos ajustamos a un plan de crecimiento y nutrición estrictos.

• Bueno, Tonino es hora de ir a cenar, lávate las manos y guarda tus carpetas en la mochila, vas a cenar y luego te vas de inmediato a mi habitación, que tu y yo tenemos que hablar de un asuntito  – anuncie haciéndome a un lado para que pase, no quería tocar el tema delante de sus hermanos ni de mi hermana, quería hablar con él y darle el beneficio de la duda – vamos apura – agregue confiado en que realmente hizo la tarea, pero él no se movió y se puso a gimotear – ahora que pasa Tonino, no me digas que manchaste la carpeta de nuevo – agregue con algo de simpatía, pero él se hundió peor en sus hombros
• No hice la tarea – murmuro y yo vi cuadrado
• ¿Cómo que no hiciste la tarea? – quise saber abriendo ya no más sus carpetas… todo estaba en blanco, con el título en rojo que fue lo que yo había colocado
• Es que tu dijiste que a tu regreso haríamos la tarea – y me golpee mentalmente el cráneo en la pared, maldita sea, ¿por qué tenía que tomárselo todo tan literal?... aunque pensándolo bien, solo lo hacía cuando le convenía – y estuve esperando que vengas – se justifico y eso me saco de las casillas
• Mira Tonino, ya eres grande y puedes hacer las tareas solo, es mas tienes que hacerlas tu – le dije estirando la liga a su favor – así que ahora ve a lavarte las manos, vamos a cenar y luego te sientas quieto a hacer los deberes y sin hacerme renegar más de lo que ya estoy con las quejas del colegio – le dije y Tonino cambio de cara
• Pero dijiste que íbamos a hacerlo juntos – me dijo
• Y ahora te estoy diciendo que cenes y vayas a hacer la tarea sin hacer renegar – le repetí
• Pero tu tenias que hacer mi tarea conmigo – me dijo empezando una pataleta descomunal, porque se paro en todo lo largo de su metro y algo más y se cruzo de brazos sobre el pecho mirándome con desafío, y eso me hizo pensar en lo que me dijo el director… que Tonino era un muchacho que fluctuaba con demasiada facilidad, pero yo no estaba tan dispuesto a creer sus quejas y había decidido ir al fondo del asunto y eso solo se hacía conversando con él, cosa que quería hacer después de que haga las tareas
• NO, yo no voy a hacer tu tarea Tonino, ese es tu deber, son tus tareas, cada uno cumple con sus obligaciones – recalque – ahora obedece – agregue pero Tonino permaneció impertérrito y desafiante – Tonino te estoy hablando – dije una última vez – última oportunidad – le avise todavía para que tome sus recaudos, pero Tonino me mando por un tubo, lo que me sorprendió porque de pronto de estar contrito y asustado saco coraje de no sé dónde y me pego un tremendo golpe en la entrepierna con la carpeta que me hizo ver estrellas
• PUEDES METERTE TU OPORTUNIDAD POR EL CULO – me grito groseramente girándose para marcharse aventando de paso sus libros, y eso fue todo, aquello simplemente me confirmo lo que yo negaba a creer, que Tonino era un muchacho extremadamente agresivo y que explotaba a la menor provocación, esas fueron las palabras que uso el director cuando me comunico que mi hijo le había roto el labio a un alumno en el baño
• Alto ahí jovencito –   le dije sin gritar paralizándolo en la puerta tragándome mi dolor –  coge lo que acabas de tirar y sube a mi habitacion de INMEDIATO – eleve la voz, atrayendo al curioso de Oliver que andaba a la pesquisa de saber qué cosas hacia Tonino para fastidiarlo, de eso me entere luego, cuando Tonino le mojo la cama
• NO ME DA LA GAAANA – chillo…

 Y ahora que leo su cuaderno me entero que lo dijo porque Oliver empezó a burlarse haciéndole gestos con la mano “de no haber sino por el idiota de Oli, el estúpido poli no me habría pegado… yo no quise gritarle, pero… fue CULPA DE ESE IDIOTA, Oliver se rio e hizo un gesto con la mano deletreando, el papi te va a calentar el culito; me dio coraje…”

Bueno si, lo admito, le di una paliza, agarre a Tonino cuando estuvo a punto de escapar, fue difícil debo confesar, porque al fin y al cabo me estaba doliendo la entrepierna, me había soltado un tremendo golpe con el cuaderno antes de tirarlo.

• Eso sí que no – le dije mordiendo los dientes entre el enojo y el dolor, pero arrastrando a Tonino dentro del salón de estudios sin cerrar la puerta, recuerdo que me senté bruscamente en el sofá y prácticamente tumbe a Tonino boca abajo en mi regazo pese a la incomodidad, sujetándolo de la cintura, inmovilizando sus manos en la espalda, es que para eso él había ya llevado sus manos al trasero para protegerte gritando como loco
• NOOOO,  NOOOO LO SIEEENTO PAPÁ, LO SIEEENTO – fue una de las primeras veces que me grito papá sin miedo a que nadie lo oiga o quizás prácticamente al calor de ese mismo temor
• PUES MÁS LO SIENTO YO – y no era literal, me estaba doliendo los genitales de la golpiza – PERO AQUÍ NO ME VAS A VENIR CON CAPRICHOS Y MALOS MODOS – recrimine cruzando mi pierna sobre la suyas, empujando su cuerpito flaco hacia adelante elevando un poco el trasero al que deje desnudo en un abrir y cerrar de ojos
• SUEEELTA PAAAAPI SUEEELTA, NO LO HAGO DE NUEEEVO, POR FAVOOOR, VOY A HACER MI TAREEEA, VOY A HACER BUAAAA AAA GGG – empezó a llorar porque yo había empezado a azotar su pequeña grupa
• Plaf plaf plaf PLAF PLAF plaf plaf PLAF PLAF PLAF plaf plaf BASTA DE HACER PLAF PLAF PLAF plaf plaf  EL VAGO plaf plaf PLAF PLAF – le dije – HAS TENIDO 4 HORAS PARA HACER LA TAREA – agregue haciendo mis cálculos desde la hora que empezamos con esa tonta copia a la hora que era, prácticamente hora de cenar – Y NO TUVISTE LA INTENCIÓN DE HACER NADA – le recrimine suspendiéndolo sobre mi regazo porque para eso se había escurrido como un pequeño pececillo
• BUAAAA BUAAA AGGJJSSS LO SIEEENTO, LO SIENTO POOOOLI – volvió a decir con voz de niño y jalando las manitas por librarse y atenuar en algo el calor que seguro ya sentía porque para ese momento su lechosa piel de niño empezó a teñirse de un rojo carmesí
• SIN EMBARGO BUENO PARA IR A PELEAR AL COLEGIO ¿NO? – pregunte  con ironía – PARA ROMPER LA BOCA DE TU COMPAÑERO, NO NECESITAS QUE ALGUIEN TE AYUDE PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF COMO SI FUERAS UN MATÓN – le dije enojado – ¿QUE ES ESO?, ¿VAS A VENIR A INTIMIDAR A SUS COMPAÑEROS?
• AAAHHHHHHFGGG AGJSSS AGJJSSSS – lloro todo su corazoncito sin decir ni pio quedándose quietito sobre mis rodillas, como aceptando su culpa
• Plaf plaf plaf plaf QUE ME ENTERE NO MAS DE UNA SOLA – advertí – VOY A DARTE UNA PALIZA EN EL COLEGIO Y CON EL CINTURÓN – solté la misma amenaza que le había hecho a Oliver a su misma edad y por el mismo problema, por pelear con sus compañeros del colegio
• NO LO HAAAGO, NO LO HAAGO  AUUUU AIUUU BUUUU BUUUU AGJSSS…

Desgraciadamente mi pequeño se lo tomo literal como todo en aquella época, nunca más había peleado, pero desgraciadamente también había dejado de defenderse de todo aquel que quería abusar de él, incluido mi hijo Oliver.

Algo que les contare luego porque ahora mi nieto está empezando a llorar, mis hijos los tres han ido a un velorio, el director del colegio en el que estudiaban ha fallecido y se han ido a presentar sus respetos, por eso estoy solito en casa con mi principito y  mis princesas, todas dormiditas como pequeñas haditas en su cama, solo este pequeño bribón se niega a dormir sino lo alzo y damos su acostumbrada vuelta de popularidad…

• Ya voy, ya voy no llores… que impaciente caramba
• aguuuu aguuu