jueves, 19 de enero de 2017

Mis Gemelos: Cap.259; Autora Marambra

Los Gemelos
Æææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææ
Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 19 de Enero del 2017
Æææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææ
Capítulo 259
Regalo de Año nuevo
Cuerpo diplomático
 y lecciones de protocolo

Autora: Marambra



Los gemelos habían sido digamos casi obligados por su padre a hacer de niñera de los hijos de Tano, inicialmente con desgano porque consideraban aquello una imposición… bueno, si lo era, papá los había amenazado.

  • ¿Por qué? – chillo Alexander fastidiado, ya era demasiado malo tener a mamá pisando sus talones como para que ahora papá los quiera de niñeros de un trío de majaderos
  • Porque se los estoy pidiendo yo – respondió Rubén empezando a perder la paciencia
  • ¡PAAAAAAAAA! Que malo eres – se quejo Iván, al mismo tiempo con el mismo sentimiento – se supone que es navidad y todos deben estar felices, pero entre mamá y tu no podemos hacer nada que nos guste – murmuro y Rubén pensó un momento
  • Pues no me interesa, les he pedido el favor de ser buenos anfitriones y una de esas funciones es hacer sentir a los invitados cómodos, como si estuvieran en su propia casa – explico papá, esta era la primera vez que ellos se veían directamente implicados en el manejo de los invitados, por lo general se limitaban a ser educados, estarla mayor parte callados, cenar sin moverse, contestar algunas aburridas preguntas y luego retirarse del ambiente, dejando a papá y mamá con el manejo del resto de la velada
  • Pero esos mamarrachos son tus invitados, no nuestros – dijo Alexander, como siempre olvidando cuidar su lengua afilada, él por lo general no necesitaba decir malas palabras a diferencia de Iván para ser desagradables – auuuu paaaa – gimió ya no más, papá acababa de tirar de su patilla en respuesta a su malcriadez
  • Nada de ¡auuu! papá – advirtió – les he dado una orden y espero que la cumplan, que esta es una cena familiar y no voy a permitir que lo fastidian por sus majaderías y caprichos – les advirtió mirando directamente a Iván, porque Rubén estaba consciente del choque de voluntades que había entre Logan y él y de la animosidad del muchacho respecto a su padre biológico – ¡¿entendido?! – pregunto con el ceño fruncido y no los dejo partir hasta obtener una respuesta positiva – ¡entendido? – repitió y los chicos no tuvieron más remedio que asentir de mala ganas
  • Está bien papá – murmuro Alexander, pero no Iván, de alguna manera no le gustaba aquella imposición, no la de los invitados, sino de Logan
  • ¿Y tú? – prefirió preguntar directamente a Iván que puso una cara de funeral y no respondió – Iván – murmuro y a Iván la rabia, el enojo y la frustración lo superaron, ya era malo tener que aceptar que Logan viva en la hacienda con su mujer y su hijo como para que encima tenga que aceptar esto más, porque él sí entendió lo que Rubén quería – Iván – insistió cogiéndole la muñeca e Iván no soporto aquello, jalo la mano y quiso salir, las emociones lo estaban traicionando acumulándose en sus ojos, menos mal papá se dio cuenta y lo abrazo – ven aquí – dijo sin gritar apretándolo a su pecho y murmurando en su oído – te quiero mucho y no quiero que nada arruine esta noche ¿si? – le sonrió y limpio las pestañas húmedas de Iván, calmando sus impulsos y jalo también a Alexander para repetir el abrazo besando sus frentes – no quiero pelear con nadie, es navidad ¿si?, es una noche especial no por mi, ni por los invitados, sino por ustedes… es mi primera navidad con ustedes a mi lado y quiero pasarlo feliz, tranquilo sin renegar y viendo sus caras a la hora de los regalos dijo con ilusión, lo que no sabía papá era que cara iba a ver de ellos ¡justo a esa hora!
  • ¿Y si algo sale mal?pregunto Alexander como una premonición o mejor como una advertencia – no por nosotros, sino “accidentalmente”
  • Pues se olvidan de los regalos que están bajo el árbol y se van a la cama calientitos – le dijo mostrándoles su mano – bien calientitos – repitió 
Y como era de esperar aquellas palabras surtieron efecto y ambos salieron del dormitorio de papá decididos a portarse como el par de dijes que eran, lo que nadie imagino son las buenas migas que ambos hicieron con Maty, Uther y Lothar, a medida que estaban obligados a compartir, dándose cuenta que tenían muchas cosas en común, sin embargo Nathan increíblemente tuvo una afinidad inmediata con Illien, la teoría de los opuestos que se atraen puesta en marcha, que ahí donde estaban Nathan no podía ser más contrastante que Ilien, y no era la ropa que portaba ni los finos modales, sino que Nathan no tenía idea alguna de lo que era la vida del campo, había vivido siempre en una ciudad o en ciudades pequeñas debido al trabajo de su padre en el ejercito, o mejor dicho de su abuelo, pero le atraía todo lo que era referente al campo ya que quería iniciarse en el deporte aventura y Jacinto era una enciclopedia de conocimientos que estaba dispuesto a compartir, el problema era que el campo se debe conocer a lomo de potro, pero él había venido junto a su familia en el viejo carcacho de su tata, así que requirieron de la amabilidad de los anfitriones y pues, ahora mismo no era posible acercarse a don Rubén para pedirle que le preste los potros como en otras ocasiones no tanto porque estuviera ocupado que el hombre era un pan y nunca le negó sacar los potros para dar una vuelta con los gemelos, sino por su tata que ahí donde estaba antes de venir a la fiesta, le había advertido que se porte bien.

  • Bueno, ya estoy listo – había dicho Illien en casa dándose una última miradita a su atuendo; sus hermanos le habían comprado una muda completa de ropa, muy elegante por cierto y no solo a él sino a su padre, era su regalo de navidad adelantado para estar guapo en la cena que daría don Rubén en su hacienda – ¿creés que el doctorcito ese? – decía sin dejar de mirarse en el espejo, contemplando su hermosura sin dar crédito a lo que sus ojos le mostraban, un apuesto mozo que fácilmente haría dar la vuelta la cara a mas de mil mozas – ¡oí! Pue´j – dijo volviendo a mirar a su hermano – te estoy hablando
  • Y yo te estoy oyendo Jacinto, ¿que querés? ¿Que te contemple? – contesto Yhanku parco en sus movimientos, mas distraído en cómo sería tener que dar explicaciones a sus suegros sobre el embarazo que traía Yanina, un completo descuido de ambos
  • Bueno te decía, ¿creés que el famoso ese… Van no se qué pamplina tenga alguna hija… bonita? – le pregunto a su hermano mayor que terminaba de abotonar su camisa mientras que él no dejaba de dar vueltas delante del espejo – porque el hombre no está feo – agrego reflexionando de todas las veces que lo vio y le parecía un hombre a la vista agradable de ver, bien vestido, limpio, pulcramente arreglado además del detalle de ver al sequito de enfermeras, pacientes y demás ramas femeninas girarse cada que pasaba por su lado, algo que él quería experimentar sin darse cuenta que potencial no le faltaba
  • ¿Y pá qué querés saber tu eso? – hablo Arturo enojado que desde hace un rato desde su cuarto miraba al coqueto de su nieto dar vueltas y vueltas sin dejar de contemplarse en el espejo como si fuera una quinceañera
  • Taaaaata – Illien dio un brinco de la sorpresa y no solo él sino también Yhanku que estaba con los nervios a flor de piel, su tata amado aun no sabía nada de sus planes, inicialmente había quedado con decirle él mismo todo, pero al final prefirió que su padrino de la cara por él, no es que tenga miedo a una paliza ni nada por el estilo, sino que no sabría como hablar y si algo había que incomodada a Yhanku al extremo, era el no poder darse a entender – que susto – dijo mirándolo de soslayo – solo le estoy preguntando al Yuyo
  • Y yo solo te pregunto qué ¿pá que querés saber vos eso, ja?, que te importa a ti, estas ahí pavoneando todo pituco para pirañar no ¿aguilillo? – vaya tan transparente era?, pensó Illien, enojándose un poco por dentro, tenía derecho a coquetear, era soltero
  • Ñaaaaaa tata – sonrió pícaramente – solo estoy mirando si el color me queda – dijo disimulando sin dejar de mirarse en el espejo
  • Ya dejá de mirarte tanto ni que fueras peladinga que estrena taco – intervino Lorenzo – solo falta que peines tus cejas – se burlo mientras despeinaba a Jacinto por detrás, un placer de dioses porque siempre lograba sacarlo de sus casillas
  • Grrr no te meeetás – chillo Illien tratando de soltarse y arreglarse el pelo
  • Me meto pue´j , me meto trompeta – se rio Lorenzo empujando a Illien fuera de la habitación, no iba a permitir que siga mirándose como si fuera niña – estas ahí todo pituquito mirándote como si no te conocieras
  • Bueno ya nos vamos, estamos listos – dijo Yhanku sacando una cajita metiéndola a su bolsillo, algo que no paso desapercibido a los ojos de Illien, pero no dijo nada, algo en el rostro de Yhanku le hizo cerrar la boca
  • Bueno hombre antes de partir – dijo el abuelo sentado ya al mando, eso siempre era así, el llevaba pero nunca traía, el que los traía de vuelta era casi siempre Yhanku o Lorenzo, mientras que a él lo relegaban al asiento de atrás de la vieja camioneta como al niño al que hay que cuidar – no quiero problemas Jacinto – advirtió
  • Pero… pero – dijo mirando a sus hermanos buscando ayuda, una ayuda que nunca llegaba, porque sus hermanos sabían que papá iba a recomendar a su adulao – pero que yo  queeee
  • Chusta – dijo papá girándose para mirarlo de frente mientras sus dos hermanos hacían lo propio en completo silencio – estamos yendo como invitados, pero no como antes – explico o bueno creía que las cosas eran diferentes porque conocerían al médico que trato a Rubén y temía que sus hijo se salga de sus cabales – Rubén y Clara tienen invitados especiales – dijo y Jacinto reprimió una mueca mentalmente, ¿qué de especial tenían?, ¿acaso eran de oro?, o extraterrestres – y no quiero majaderías Jacinto porque sino te voy a hasquear donde te pille
  • OOOJJJ PAPAAAAAA, Y ¿ELLOS QUE? – ¿en serio?, pensó Lorenzo mirándolo alucinado, ¿que creía?, que ellos iban a fastidiar como lo hacia él con los gemelos haciendo huevadas de cagaleche
  • ¡Carajo! – dijo papá frunciendo el ceño jalando ya no mas la patilla de Illien
  • Auuuu taaata – chillo de pronto – no hice naaaada
  • ¿Hacerte la burla no es hacer naaada? – pregunto
  • Pero paaa – y papá iba a jalarle de nuevo pero Yhanku intervino
  • Ya basta Jacinto – dijo el Yuyo con voz irritada, encima que estaba con los nervios a flor de piel su hermano se ponía a cuestionar a papá y lo que menos quería era al Arturito enfadado, porque si estaba de mal humor papá no se frenaría en darle una reteada delante de todos – ¿que no entedés lo que te está diciendo el papá? – pregunto
  • Pero… auuuu – y el cocacho le vino de atrás, Lorenzo acababa de darle un golpe en la cabeza
  • ¡YA BASTA! – grito Arturo y cogió el mentón de Illienescucháme bien Jacinto – dijo fijando sus ojos en los de su nieto – nada de cagadas ¿me entendés?... ¡nada de cagadas!, estamos yendo en plan invitados a una cena formal con gente extraña y quien sabe hechos los guenos y sobredores – es que Arturo era así, al pan pan y al vino vino, para que irse con rodeos o decorar la torta si lo que interesa en es relleno – y no quiero que te me portés como un mataco de mierda pá hacerme quedar mal como un pogre diablo que no sabe educar a sus hirpas, porque si estás pensando en mandarte las que estas acostumbrao con los tojos, te juro Jacintito – dijo haciendo una venia con los dedos que esté quien esté, te voy a dar pa tu tunda con un simbadito que vos sabes que en casa de Rubén lo que sobra es la hausca – y eso obviamente lo dijo porque llevaban ganado de un lado para otro

Y con esas palabras en la cabeza, Illien decidió ser más prudente y pedir ayuda a los gemelos, obviamente ellos también estaban deseando hacer algo fuera de la casa, aburridos de estar encerrados con una sonrisa forzada bajo la atenta mirada de su madre que se había deshecho en recomendaciones…

  • Lex tu camisa – ahí iba la primera de las recomendaciones, y Lex suspiro exasperado, ya estaba empezando a impacientarse con eso de la ropa – te estoy hablando – repitió mamá impaciente pensando que a veces los chicos lo hacían a propósito  
  • Pero queeeeeeee, no tiene nada malo – decía mirándose insistentemente en el espejo, para él la camisa fuera del pantalón era estar cool
  • No me hagas ¡renegar! – dijo mamá con bastantea actitud acercándose a Lex metiendo la camisa debajo del pantalón tras desabrocharlo, horrible lo estaba vistiendo como a un niño en medio de la sala sin importarle que había invitados caminando en los alrededores
  • MAMÁÁÁÁ – chillo enfadado, haciéndose el quite agarrando sus pantalones para que no se caigan, arreglándose la ropa lo mas proto posible
  • ¡Pues vístete adecuadamente! – respondió mamá frunciendo el ceño cambiando de objetivo mirando a Iván – y ¡tú!... abotona tu pantalón… que es eso de andar mostrando los calzones – dijo soltando un palmetazo en el trasero – plaf – y el pobre Iván no tuvo más remedio que ajustar su ropa; pero eso no fue todo, Clara estaba pisándoles los talones como una campana chillando tras suyo una y mil recomendaciones, desde las más chicas a las mas locas – …Lex ata tus calzados, Iván mete la joroba, LEEEX ESOS PELOS que parece que recién te levantaste de la cama, IVÁAAAN LÍMPIATE LA NARIZ HIJO POR DIOS QUE ESTAS AHÍ CON CHIMAS – estaba enloqueciendo a los gemelos que no hacían nada más que tratar de esconderse de su madre, pero ella aparecía de donde menos se pensaba y volvía al ataque – POR FAVOR jovencitos, vamos a tener gente en casa, ¡compórtense a la altura de un Hansen! – jo que diablos era eso, no podían estar a mas altura, su tamaño por ahora era el metro 175 y faltaba mucho para llegar al porte de papá Alexander no quiero payasadas en la mesa y tu muchachito – de nuevo  al pobre de Iván – ¡cuidadito! con encerrarte en tu cuarto como un ermitaño, te quiero aquí abajo y si te digo que colabores con tu hermano menor, lo haces ¿me estás oyendo? – esa había sido la peor de las recomendaciones considerando que le había puesto cruces al bebé como si fuera la peste misma andando… sobre todo cuando el peque ni gateaba.
Así que si, ellos también querían librarse de mamá que no sabían de donde aparecía pero siempre estaba detrás de ellos como si quisiera pillarlos en algún mal paso, pero no solo de ella sino de papá que también había dejado sobre sus hombros la dura tarea de estar con una sonrisa forzada en la boca, contentando a un aburrido trío y cuando Illien sugirió lo de ir a montar con el resto de invitados, los gemelos vieron la oportunidad de perder de vista a mamá, aunque tengan que llevar a ese cuarteto de chicos maniquí con ellos, lo nunca sospecharon es que ese cuarteto eran LA onda….



1 comentario:

  1. AAA con Clara antes no trae escopeta en mano pobres chicos como solidados bien ordenaditos y limpios :) muy lindo el capitulo

    ResponderEliminar