viernes, 29 de diciembre de 2017

Correo Navideño 10: Lo aprendido jamas se olvida; Autora Luna

Correo Navideño
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Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 29 de Diciembre del 2017. 
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Lo aprendido jamas se olvida
Año 1951

Para: Adán
De. Luna

Juan contaba con 17 años recién cumplidos. Atrás habían quedado los pantalones cortos, las rodillas raspadas y los juegos de niño, ahora podía lucir como todo un hombre, hasta estaba dejándose crecer bigote. El problema era que por más que lo dejara no crecía, ya llevaba tres meses sin afeitarse y nada. Pero eso era lo de menos, lo que a Juan más le preocupaba, era que la mujer que él creía era la de su vida se iba a comprometer con otro hombre mucho mayor que el. Es que no la había podido convencer de que lo esperara un par de años más Hasta q el terminará sus estudios. No es que estuvieran saliendo ni nada, sino que Juan estaba perdidamente enamorado y le daba todas las atenciones que podía dentro de los límites de la educación y el respeto de esos tiempos, y ella, bueno ella se divertía viendo como el chico intentaba hacerse el mayor.
El problema fue que en su afán de demostrar que podía ser un buen partido decidió que tendría que trabajar porque un hombre sin trabajo no podía llamarse hombre. Sin embargo con la escuela la cosa se complicaba bastante, muchos muchachos de su edad trabajaban pero Rudo su padre le había exigido terminar su educación.
El país estaba estable política y económicamente pero eso no quitaba que muchos padres precisarán la ayuda de sus hijos mayores para llevar adelante la familia y la casa. Rudo pensaba que él no había traído hijos para que lo mantuvieran así que había hablado muy seriamente con Juan una noche de verano en que lo había visto leer los clasificados del periódico. Ya había pasado medio año desde esa conversación, así que fue realmente una sorpresa cuando su timbre sonó y vio una jovencita en su puerta.

  • Buenas tardes señor
  • Buenas tardes a quien busca? – dijo Rudo sin entender y viendo que la muchacha se sonrojaba un poco
  • Yo sólo quería saber cómo se encuentra Juan, si ya esta pronto a volver a la escuela… empiezan los segundos exámenes y van a estar difíciles y – explicaba rápidamente la chica al ver la cara de total confusión del hombre – y bueno quería decirle que tendría que hacer lo posible por volver si es que esta mejor claro
  • Disculpa no se dé que estás hablando – contesto el hombre mirándola fijamente – ¿como si se encuentra mejor? Me estás diciendo que Juan no está yendo al colegio?! – exclamó  con esa voz potente que asusta a cualquiera que no está acostumbrado a oírla. La niña dio dos pasitos atrás
  • Yo, yo disculpe creo que me equivoque de casa – se disculpo queriendo huir de aquel lugar, metió la pata
  • No, no te equivocaste. No mientas, dime cómo te llamas – le  exigió molesto, luego intento relajarse un poco, total su enojo era para su hijo no para esta muchacha
  • Mmm – decía ella mirando a los lados viendo por donde escapar, ya quería llorar  incluso – lo siento de verdad no fue mi intención yo no quería meter en problemas a nadie – y  salió corriendo, como cuando tenía doce años y jugaba a tocar las puertas y huir.

Se quería morir eso si, ahora Juan nunca, nunca le dirigiría la palabra. Lo único bueno es que no dio su nombre pero si ese
señor la describía seguro Juan sabría quién era, se decía. Ya podría despedirse del baile de fin de año. Es que tenía la secreta esperanza de que Juan la invitara a ella, muy poco probable pero era lindo soñar.
Rudo no sabía bien qué hacer, Juan había sido siempre un chico bastante razonable, así que después de pensarlo un rato decidió calmarse y hablar con él… claro que tuvo que esperar un buen par de horas, porque Juan decía que después del colegio se quedaba en la biblioteca popular a repasar algunos temas, así que se sentó en el sofá sin hacer otra cosa que esperarlo.

  • ¿Cómo te fue hijo? – le pregunto mirándolo fijamente
  • Normal papá, no hubo nada nuevo. Pero estoy preparando igual algunos temas para los exámenes – mintió fácilmente Juan mientras entraba al jardín del frente de la casa que bien podían premiarlo como el mejor actor y eso enfado a su padre, era claro que le estaba viendo las caras
  • ¿Sseguro? – insistió Rudo – ¿No ha pasado nada? -
  • Seguro papá ¿qué puede pasar en el colegio? Más que apuntes y libros – sonrió despreocupado, llevaba dos semanas y media trabajando y le ilusionaba que dentro de una y media más recibiría su primer pago. Había visto una linda pulsera de plata que iba acostarle la mitad de lo que ganará pero para él valía la pena. Así que Juan nunca notó la mirada de su padre ni el tono de la voz
  • Está bien pues – dijo Rudo moviendo la cabeza – quiero que me acompañes antes a buscar algo de la fábrica que olvide – dijo Rudo y Juan se limitó a dejar sus cosas y salir nuevamente junto a su papa.

No hablaron de nada en el camino y no porque Juan no quisiera. Rudo estaba muy pensativo y ni siquiera había contestado un par de preguntas que su hijo habría hecho. Por lo que Juan decidió rendirse al silencio, creyendo que sus padre tenía muchas cosas en mente seguro relacionadas con su trabajo.
Cuando llegaron a la fábrica el turno noche había empezado y se sentía el calor, claro todo estaba cerrado, Juan miró a su alrededor, alguna vez había ido a dejar alguna cosa a su padre pero nunca había entrado, los hombres que estaban trabajando se veían exhaustos, sudorosos, pero determinados. En muchos la edad era notoria y sin embargo trabajaban a la par de los más jóvenes. Rudo dejó que su hijo absorbiera todas esas imágenes. Y luego después de varios minutos le dijo

  • Mira allá arriba – indicándole un segundo piso de oficinas – ¿ves esas personas de camisa y corbata? – le pregunto y Juan desvió la mirada – ¿Ves que están sentados en sus oficinas? Eso es lo que yo quiero para ti, que estés allá arriba, dirigiendo. No Cómo yo que no tuve oportunidad, que me parto la espalday las manos para darles un mejor futuro. Uno con más opciones de las que tuve. Para eso te estoy mandando a la escuela para que puedas hacer más que simplemente seguir órdenes. Para que puedas pensar por ti mismo. Así que dime Juan porque estás desperdiciando la oportunidad que se te da a ti. No creas que no se que estas faltando al colegio mintiendo en casa y en la escuela. Porque descartas esta ventaja que pocos pueden tener? Tus amigos, muchos de ellos querrían estar en tu lugar. ¿Tan poco vale mi sacrificio Juan? Al menos quiero saber qué es lo que haces que es más importante que estudiar, y más importante que ser honesto con tu familia – su padre hablo sin gritar, sin llamar la atención y eso marco e impacto sobre Juan, su padre estaba ahí vestido con un mono de trabajo tan sudado como el resto nada que ver con los señoritos de la oficina

Juan lo miró a los ojos y luego bajó la mirada. Su idea era llegar con el primer sueldo o lo que quedará de él y mostrar a sus padres que podía ser un hombre independiente. Pero eso no estaba saliendo muy bien. Se quedó callado sin saber que decir.

  • Hablaremos en casa – dijo Rudo y tomándolo del cuello lo sacó de allí

Vaya que se notaba el cambio! La noche estaba fresca pero dentro de la fábrica era imposible casi respirar del calor. Al llegar a su hogar Juan seguía sin lograr un argumento

  • Entonces dime – dijo su padre sentándose en el sillón – porque mi hijo de 17 años decide abandonar el colegio que yo estoy pagando sin siquiera avisarme o consultarme
  • Yo… decidí que, que podía trabajar en vez de estudiar – contesto Juan mirándolo de reojo – no soy ningún niño para que todavía sigas decidiendo por mi. Fue tu idea que hiciera este año también No la mía. Y no es lo que quiero, quiero ser independiente papá
  • Bueno hijo, mayor de edad aún no eres así que tengo todo el derecho de decirte que hacer y estudiar es lo que te pedimos, habrás crecido pero sigo siendo tu padre y sigues viviendo bajo mi techo – sentencio su padre sin gritar, pero empezándose a enojar por la altanería del jovenzuelo
  • Pues es mi futuro y mi vida papá, todos mis amigos trabajan y yo quiero hacer lo mismo.
  • Eso ya lo habíamos hablado Juan, y quedamos en que terminarías toda tu educación! Y lo vas a hacer así tenga que llévarte de la mano todos los días!! – estaba empezando a perder la calma y a elevar la voz, al parecer este no era un capricho mas de su hijo
  • No iré papá. Tengo trabajo ahora y eso es lo que voy a hacer.
  • Mira muchacho no pienses que porque has crecido un poco puedes venir a desafiarme, irás a la escuela mañana hablarás con los profesores y estarás castigado todo un mes por mentirnos así. Y cuando hayas terminado este año que es el último, cuando tengas tu título recién vas a hacer lo que tu quieras – Rudo fue  levantando el tono de voz y frunciendo el ceño, cosa que pocas veces pasaba – que  no daría yo por poder terminar mis estudios – murmuro queriendo llegar de alguna manera a la cabeza de su hijo
  • Pues entonces termínalos tu!... A mí no me hace mas persona ni menos tener un título! – grito enojado Juan, eso fue demasiado grosero pensó Rudo, pero aun así se controlo de darle un jalón a su hijo
  • No se trata de eso Juan! El día de mañana vas a estar agradecido de haber estudiado, de tener herramientas que otros no poseen, de poder saber tus derechos, de tener una mente más abierta – iba diciendo Rudo
  • Lo siento papá ya tomé la decisión, y no voy a volver al colegio quiero hacer propio camino – decía mientras que para dar por finalizada la charla se dirigía a su habitación. Una clara muestra de falta de respeto
  • ¿Donde crees que vas? – Rudo lo cogió de la muñeca atajando su huida no iba a permitir que se marche todavía – No hemos terminado de hablar! – quien se cree este mocoso sedecía Rudo para venir a tomar decisiones así como así – ¡aquí hay algo que no cuadra! – dijo mirando a Juan como queriendo leer su mente –  Porque si es el último año si ni siquiera es necesario seguir una carrera con el título que tendrás, ¿por que de pronto sales con que no quieres terminar el bendito año?! A mí me suena a simple desafío y rebeldía
  • Piensa los que quieras papá, como dije es mi decisión, es lo que yo haré No hay más que hablar

Rudo había tenido más que suficiente, sentía que no habían hecho más que dar vueltas en lo mismo. Y encima su hijo no veía razones, estaba obstinado y el no iba a permitir que echará a perder su futuro. Así que cansado de simplemente discutir hizo algo que jamás había hecho pero que aún así le salió con total naturalidad. Se levantó, lo tomó del brazo y sentándose nuevamente lo ubicó en su regazo. Juan no es que fuera dócil sino que no entendía que había sucedido hasta que fue demasiado tarde.

  • Plass – retumbó  en la habitación, Juan arqueó la espalda y miró hacia atrás sin saber qué lo había golpeado. No era más que una paleta de ping pong que había quedado por ahí – plass plass plass – le cayeron tres más
  • ¡Papá! ¿Que haces?... ¡para! – decía intentando levantarse. Nunca había sentido un dolor igual, nunca había estado en esa posición. La conocía sí, sus amigos siempre contaban ese tipo de anécdotas pero Juan estaba convencido que su padre no creía en ese tipo de disciplina. El era mas bien de hablar las cosas hasta que llegaban a un acuerdo – ¡basta! – dijo sintiendo el calor en su rostro y los ojos se le llenaron de lágrimas de humillación esto era ¡¡horrible!!
  • Plass plass plass se terminó la discusión señorito! !YO DIGO QUE TERMINA EL COLEGIO Y LO TERMINA!! Así no le sirva de nada!! Plass plass plass – iba dándole con fuerza sobre el trasero cubierto de Juan –  que me entere que ha vuelto a faltar a clases!! plass plass plass le voy a bajar el calzón y darle hasta que no pueda sentarse en un mes! – lo amenazo sin dejar de golpearlo –  Plass plass plass
  • Nooo noo papá! ! Por favor! – decía Juan horrorizado a sus 17 años era inconcebible recibir una paliza, el lo sabía por sus amigos ya ninguno cobraba en casa. Y quizás por eso pensó que el estaría más que a salvo de hacer lo que quería
  • ¿Qué va a hacer jovencito? – pregunto su padre sin soltar el ataque –  Plass plass plass va a ir al colegio? Va a dejar de mentir? Plass plassJuan se revolvía y pateaba
  • ¡¡Sii papá siíi! ! Pero para por favor! – y no pudo aguantar más empezó a llorar a lágrima viva era un revoltijo de emociones las que sentía, no quería volver a pasar por esto nunca más!, se sentía humillado, degradado a mocoso de nuevo, traicionado también por su padre que de pronto se le ocurre tratarlo así. Cuando el estaba tan cerca de su adultez, cuando jamás había pasado, cuando ni siquiera le había advertido que podía suceder. Rudo hizo oídos sordos al pedido de Juan y siguió con su tarea
  • plass plass plass plass plass plass plass plass que sea la última vez Juan y lo digo en serio porque no creas que me va a temblar la mano para volver donde estamos ahora, ¿entendiste? PLAF PLAF PLAF
  • BUAAA entendí entendí snif snif – intentaba respirar entre tantas lágrimas y mocos. Rudo paró y puso su mano en la parte baja de la espalda de su hijo
  • Lo único que quiero es el bien para ti, y eso es lo que voy a buscar te guste o no – lo ayudó a levantarse y le pasó un pañuelo que siempre llevaba en su bolsillo. Juan estaba muy colorado y congestionado por el llanto – ve a tu cuarto descansa un poco, cenarás ahí y ya mañana veremos eso de donde estabas trabajando para que te paguen lo que corresponde y lo del colegio y las faltas – Juan lo miró asintió y se fue a su habitación.

Se tiró literalmente a su cama boca abajo y mientras masajeaba suavemente su maltratado trasero, llegó a la resolución de que podía esperar medio año más y terminar la escuela, quizás ella lo entendería o quizás no, pero él no iba a arriesgarse a estar de nuevo en las rodillas de su padre, después de todo si algo le había quedado claro era que estudiar era importante.
Además así evitaba ponerse en esa situación tan humillante de nuevo. Y entre tanto que pensaba, decidió también que si algún día tenía hijos no les pondría un dedo encima

Aunque claro del dicho al hecho....



Espero te haya gustado tu regalo, me gusto escribir de tu personaje principal, fue un reto. Feliz Navida y feliz Año Nuevo

Luna

8 comentarios:

  1. Bueno Juan espero que te guste! Ojala que si porque he sudado sangre con este relato jeje nose era difícil poner a juan o Donhko en una situación así ya que siempre es tan seriecito que realmente no podía imaginar que podría hacer para recibir unos azotes. Sabía que el empezó a trabajar a los 18 así que intente respetar la linea del tiempo. Ojala llegue a tus expectativas. Aunque de pronto pienso que no lo sitúe en algo festivo jaja es tonto pero no se me ocurrió!
    Te dejo mi regalo, ahí junto a los otros Lo vas a distinguir rápido es el que esta envuelto con dibujos de gatos jeje.

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  2. Si a Adán no le gusta a mi si, esta muy bueno el relato y tranquilamente puede pasar como parte del original, tuvo de todo y casi era como leer las palabras que alguna vez oi de mi abuelo.
    SOfí

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  3. Lunita Lunera, ambas hemos sufrido con este relato, jajajjaj no se como puedes decir que se te hizo difícil si esta tan brillantemente escrito, yo no hubiera imaginado nada igual, fue fantástico.
    A mi particularmente me gusto muchisimo.
    Por otro lado aprovecho para decirte FELIZ AÑO NUEVO, que lo que deseas te sea concedido sin tacañeria que te llegue a mano llenas, para que los disfrutes porque te lo mereces.
    vamos varios años de amistad y me siento contenta con seguir en esa linea, espero que sea asi por muy largo trecho
    Marambra

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  4. jajajajaja pobre la novia lo delató!!
    Pero que niño tan bueno que aprendió a la primera y obedeció!!
    Pero que bueno que no pudo cumplir su promesa de nunca castigar a sus hijos!!
    Feliz año nuevo Luna que lo pases genial!!

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  5. La verdad que es difícil ver a Juan del otro lado pero te quedo genial el capitulo. Igual ya sabemos que paso con su propósito de no poner un dedo a sus hijos. Seguro que este material sería valioso para Peter y Adan jajaja

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  6. Que lindo imaginar a Juan siendo chico, al otro lado de la vereda como se dice, a mi también se me hace difícil imaginarlo así, pero alguien lo hizo y lo hizo muy bien
    Bien por ti Luna, es un excelente relato. FELIZ AÑO NUEVo para ti
    Ginebra

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  7. Que buen relato, te quedo muy bueno el cortito.

    Erina

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  8. Interesante enfoque Luna, nunca imaginaria a Juan en ese plano, pero quedo hermoso el relato y muy entretenido.
    Felicidades por eso y por el nuevo año que inicio recién
    Olivia

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