Mis Gemelos: Cap. 28; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 21 de Abril de 2016.

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Capítulo 28 

¿Porqué maulla el gato? 

Autora: Marambra

Iván lloraba a moco tendido en su habitación, estaba encogido sobre su cama, sobándose el traste, despojado de su ropa interior y de sus bóxer de dormir eran las cuatro y  media de la madrugada, su padre había salido dando un portazo enfadadísimo, ahora sí que las cosas se le complicaron al crio.

Después de que su padre saliera y empezara la dura y frenética busca de respuestas, y de entrarse a descansar, sobre las 3 de la madrugada llega una llamada de teléfono indicando que debía pasar por la comisaria que su hijo estaba detenido, que había siniestrado una movilidad y que se lo encontró en las afueras de la ciudad, Rubén se paró de golpe y lo primero que pensó fue en Alexander, una cosa como esa era casi solo posible en un crio tan jodidamente travieso e inquieto como él, apenas colgó el fono se levanto de la cama dejando a Clara con el Amen en la boca se dirigió a la habitación de Lex, pero este estaba durmiendo enroscado sobre su almohada de plumas con el rostro completamente relajado, ajeno a lo que estaba sucediendo, entonces se dirigió a la habitación de Iván y se pillo con la cama desatendida, la ropa de dormir tirada, la ventana abierta y una linterna agarrada en la rama del árbol que había en su ventanal, el mocoso había vuelto a salir por la ventana, estaba por lo visto decidido a ser un gato cimarrón.

Enfadado Rubén salió inmediatamente a la famosa estación  policial y allí se encontró con un Iván desaliñado, con los vaqueros sucios llenos de tierra como si hubiese estado revolcándose en el barro y la parte de arriba del pijama de dormir en las mismas condiciones, estaba enfadado, con la mirada al suelo y con el corazón en la mano, ver llegar a su padre con pantuflas, con el pantalón pijama  y una polera blanca encima le hizo dar cuenta que éste salió al primer llamado sin importarle que cosa llevaba encima.

Rubén quería tocarle, saber si estaba bien porque claro le dijeron que choco una movilidad, pero verlo ahí parado, desafiante y sucio, enojado todavía le entro un calor que solo podía ser calmado con unos buenos azotes en el culo de aquel mocoso que se salió a las 3 de la madrugada, se llevo la vagoneta de la estancia sin permiso y no sabía a dónde diablos, porque razón, o con quien…. Pero antes de poder hacer nada tenía que firmar un montón de papeles de compromiso de que nunca más vuelva a suceder, una multa por dejar que un menor de edad utilice una movilidad sin permiso del tránsito, y otra parafernalia de papeleo burocrático que solo aumentaba el enojo del abuelo, pero la gota que colmo el vaso fueron las palabras del agente policial que tenia la custodia del huidizo Iván que calaron en el alma y el orgullo de Rubén…

• Firme aquí, es el último papel, solo espero que sepa usted cuidar mejor a su hijo, no es posible que un mozo de su edad este saliendo a estas horas sin vigilancia, que hacia usted que no lo cuidaba?, si hay cada padre descuidado? – EL guardia no se percato de los cambios que experimentaba Rubén en el rostro, pero si Iván y a cada cambio de color, se le fruncía el trasero –  si por eso suceden un montón de cosas, eso es por ser permisivo  en todo, seguro lo dejo ir a alguna fiesta esa de rockeros locos, o hipys voladores, ha pero la antigua escuela, que mi padre me hubiera dejado hacer semejante barbaridad, nooo – hablaba hasta por los codos moviendo las manos –  me habría puesto el trasero como un brasero, pero ahora los  modernos están con esas locuras de que no es necesario unos azotes, si hay que hablar, hablar como si ellos oyeran – levanto la vista para mirar de frente a Rubén – si con ellos es mano dura, o mejor dicho chicotito listito que te sobo el traserito o no?
• Algo más que firmar – contesto Rubén
• No, nada más, puede llevarse al chico – agrego pero Rubén no se movió, lo miraba de frente y miraba  el perchero que estaba detrás de la mesa policial – Alguna cosa que necesite señor?
• Si – contesto con la voz grave – seria usted tan amable de prestarme su cinturón?
• Cómo?
• Lo que me oyó señor – dijo sin inmutarse – ¿podría prestarme su cinturón, o ese que tiene colgado allá en la pared? – indico –  como vera salí de mi casa en pijamas por el apuro del accidente – comento mostrando su ropa – y como sé que mi hijo no tiene nada, yo voy a hacer caso a sus recomendaciones, TENER MANO DURA,  ¿algo que objetar? – pregunto cuando vio que el guardia cambiaba el color del semblante
• NO – contesto algo asustado el policía, las palabras de Rubén lo intimidaron – aquí lo tiene, puede usted usarlo como mejor le convenga – agrego parándose

Y le entrego un horrible cinturón ancho de esos que usan para portar armas, bastante gruesito, y salió de la habitación dejando a un impávido Iván más blanco que la tiza no del miedo, sino de la vergüenza de saber que sería azotado en la estación policial frente a todas esas personas detenidas, algunas eran mujeres otros varones, habían chicos un poco mayores que él, o de su misma edad, algunos ebrios, y demás, Rubén cogió el cinturón y lo blandió en su mano, lo doblo en dos y sin mediar más que un seco “GRACIAS” se acerco a su hijo, se paró de frente mirándolo duramente.

• Ven acá Iván acércate – ordeno sin mover un dedo, y sin ocultar el macabro instrumento
• Papaaaaaa yooooo – respondió Iván parándose como un rayo, sintiendo su corazón galopar en el pecho y secarse la boca del miedo
• HE DICHO QUE TE ACERQUES – levanto  la voz en medio de la sala aquella, era una peli de terror para cualquier mozalbete , cuando Iván planto cara a su padre y se paro donde lo quería le dijo – Tienes hasta 3 para decirme donde mierda te has metido, quiero saber donde fuiste – una insalvable pausa de silencio se adueño de la boca de Iván
• Bien – dijo Rubén – tu eres mudo, yo soy sordo – declaro papá dando a entender que de ahí en adelante ya no importaba lo que Iván tenga que decir, si tiempo había concluido

Y sin decir nada más empezó a desabrocharle el vaquero del crío, Iván asustadísimo y avergonzado luchaba a brazo partido con su abuelo para que no le quite la ropa y había una razón de sobra, no llevaba interiores, en el apuro no se coloco el slip.

• Por favor papa, por favorcito – Gemía – no me castigues aquí ¿sí?, castígame en casa todo lo que quieras pero no aquí – a esas alturas cualquier cosa por tranzar su pena
• NO OIGO; SOY SORDO – ironizaba Rubén sujetándole las manos y logrando bajar la ropa – ¿COMO ADIVINASTE QUE TE BAJARÍA EL PANTALÓN? – pregunto papá mucho mas enfadado todavía ante aquello, que mierda hizo su  hijo, esto era el colmo – ESTABAS TAN DESEOSO DE UNA PALIZA QUE ME AHORRASTE TENER QUE SACÁRTELOS YO? – pregunto al ver que el chico no llevaba interiores, Iván sonrojo violentamente nada lo salvaría, su padre estaba enfadadísimo – ZZAS ZAAS ZASS
• AUUUUUUUUU, AYYYYYYY AUUUUU – tres azotes duros cayeron sobre las pantorrillas
• Esto es por salirte por la ventana – declaro la inauguración de aquel desastre – ZZAS ZAAS ZASS ESTO POR SALIR SIN PERMISO Zass zass ZAAS – esas cayeron sobre los muslos dibujando líneas rojitas
• Auu, auuu AAAAYYY
• Y ESTO POR IR DONDE NO DEBES – argumento papá, dando a entender que no importaba el destino, sino que salga sin contar con autorización y repartió varios cintazos en el trasero – zaas zaas ZAss zAas  ZAS zaas zaas
• AUUUUU, AYYYY AY ayy ayy auu uuu UUUUU papaaa papa yaa YA NOOO
• GRITA MÁS FUERTE QUE NO TE ESCUCHO – respondió sin dejar de dar cinturonazos, estaba muy enojado – zaas, ZAAS zaaas ZAAS zaas Y esto es por hacerme pasar vergüenzas y me estén diciendo que no se educarte – chilló,  que vamos, eso escoció particularmente feo a Rubén, que critiquen sin saber
• YAAAAAA  PAPACITO, PAPACITO – logro soltar sus manos e Iván en vez de sobarse el culete, se cubrió la cara de la vergüenza que tenia, no hizo ni amago de vestirse, su padre al ver su reacción, le subió la ropa y le entrego el cinturón al guardia que se quedo de piedra.
• Muchas gracias, ahora ¿por dónde es la salida? – pregunto queriendo huir de aquel horrible lugar
• Pase por aquí – dijo el guardia sorprendido – ojalá y los padres de estos mocosos hicieran lo mismo, no creí que lo castigaría considerando su edad?
• ¿Su edad? – pregunto Rubén intrigado
• Si dijo que cumplirá 17 años en dos días – respondió el poli, mirando la ficha de Iván
• ¿A si? – contesto Rubén mirando chueco a su hijo que tuvo la decencia de encogerse avergonzado – este soplamoco tiene quince años – aclaro Rubén

Y saco a su mocoso cogiéndolo del cuello, en todo momento Iván no bajo sus manos de la cara, no quería mirar a nadie, solo cuando estuvo fuera se atrevió a caminar solo sin la guía de su padre como lazarillo….