jueves, 21 de abril de 2016

Mis Gemelos: Cap. 33; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 21 de Abril de 2016.
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Capítulo 33

Yo también te amor con todo el corazón 

Autora: Marambra


El viento soplaba de frente sobre el mojado rostro de Lex, las lágrimas que soltaba iban secándose con la brisa caliente que lo besaba a su vez, corrió, corrió, corrió tanto sin mirar atrás, había sorteado piedras, ramas, tierra  y por fin la barda de la hacienda… parecía un potrillo desbocado sin rumbo fijo y detrás de él se oía no uno, sino varios disparos al aire, era su padre…. Las aves asustadas levantaron vuelo hasta que solo escucho el latido de su corazón, se desplomo sobre la verde hierba de la vera del rio, bajo la fronda de un árbol al que solían ir con su gemelo a jugar y fastidiar con la arena y el agua, miraba el cielo que empezaba a pintarse de rojos, era las 5 y algo más de la tarde… el ocaso caliente caía y en su corazón estaban el dolor y la rabia concentrada.
¿Cómo pudo su papa castigar a Iván de esa manera?, se pregunto, él sabía cómo dolía el rebenque, lo había experimentado en sus propias carnes, y se lo había merecido, pero no su hermano… su hermano solo quería disculparse, ¿por qué su padre no entendía eso?, ¿tan difícil era decir acepto tu disculpa?..
Y se quedo ahí, tirado callado sin moverse, cerro sus ojos y se puso a oír el murmullo del agua que golpeaba las piedrecitas de la vera; de pronto sintió los pasos de su padre a unos metros, se levanto de golpe en señal de alerta y lo miro de frente largo rato, desconfiado esperando que papá, ahora su enemigo haga o diga algo y ahí estaba Rubén a escaso metro de su hijo, con el rostro cansado; parecía que un millón de años hubiese sucedido dejando huellas en su rostro y en sus sienes, esperando exactamente lo mismo de su hijo… Pero Alexander estaba dividido, entre el respeto y el amor a su padre y su rabia y rencor hacia el también,  pero pudo más su enojo y su impulsividad y antes de que su pobre padre pueda decir esta boca es mía sucedió todo en cámara lenta.
Corrió de golpe hacia adelante… quería tumbar a su padre, parecía un becerro que está estrenando astas y quiere topar con todo, su padre entendió la señal, soltó el rifle y el rebenque que portaba en la mano, no se había dado cuenta hasta ese momento que aún lo sujetaba como si fuera un salvavidas y se preparo para el golpe que estaba por darle su hijo, pero no era un golpe con las manos, era un golpe con el cuerpo, y sucedió.
Lex lo miro enojado con el entrecejo fruncido y los ojos furiosos y llorosos, la boca con las comisuras  en un rictus a punto de romperse de nuevo con el llanto y el reproche.

  • TE ODIO – volvió a gritar a tiempo que corría para embestir a Rubén

Menos mal era un hombre grande, sino ambos irían a  parar de lleno al agua, Rubén lo atrapo con ambas mano y lo sujeto fuertemente mientras Lex repartía puñetes en el pecho de su padre pero no con el afán de faltarle al respeto, sino como queriendo tocar la puerta, la puerta del corazón de Rubén para que hable con Iván, para que lo oiga, para que deje que le explique lo que había sucedido con esa mujer…… la manzana de la discordia. Rubén dejo que el crio se desahogara pero parecía que nunca terminaría, estaba cada vez más despotricado, más enojado, más arrebatado, le estaba dando una pataleta casi histérica y no paraba de gritar.

  • TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, ERES MALO – afirmaba con vehemencia – NO ERES MI PADRE – bueno, en realidad no decía algo que no fuera verdad, Rubén era su abuelo, no su padre biológico, pero su grito y su reclamo iban más alla de aquel mero detalle, apuntaba al hecho de que ambos gemelos lo escogieron para tal papel – MI PAPA NO HARÍA ESO – afirmo – MALOOOOOO MALVADO – gruñía como un becerro herido lamentando por sus heridas

Y una sarta de adjetivos descalificativos denigraban a Rubén que no decía nada, solo miraba a su pequeño mono haciendo piruetas por querer soltarse; tanto así que se quedo sin aliento, jadeando, sujetado por los codos fuertemente para que no se caiga al vacio de sus propias emociones… llevaba el cabello apelmazado de tanto traspirar, el rostro rojo, congestionado de llanto y la ropa fuera de su lugar.

  • NO QUIERO VOLVER A VERTE – demando – ERES UN ESTÚPIDO – insulto y le escupió a la cara

Y Rubén dijo basta, estaba de buen tamaño aquello, había aguantado macana y media por ambos, así que cerrando los ojos, lo arrastro hacia el tronco de un árbol que había derribado bajo la fronda del par donde minutos antes Lex se había tumbado, lo agarraba de ambas manos y empezó a quitarle el playero y el slip, Lex se dio cuenta de su grave error pero era demasiado tarde, Rubén, arranco una rama delgada del árbol y le propino un solo varillazo feroz y luego lo tumbo sobre sus rodillas y le dio una buena paliza; no había querido llegar a eso, entendía que estuviera enojado, asustado, pero no toleraría que le falte el respeto, ambos mocosos habían hecho lo que querían a sus espaldas Iván con sus tonterías de amores ordinarios y Lex de alcahuete porque sabiendo las cosas que pasaban prefirió ocultarle todo para evitarle seguramente a Iván una paliza pero que sin embargo se llevo de todos modos unos horribles chicotazos, y encima ambos eran los ofendidos, ya estaba cabreado.
Le habían tocado las pelotas y estaba harto, quería ir a descansar, comer algo con su familia aunque solo sea silencio lo que acompañe la mesa ya que claro, después de los azotes a Iván, y ahora  con la paliza que estaba por recibir Lex, seguro que Clara, le daba en la cena veneno, y si era así mejor; tras azotar al menor de la casa sin querer hacerlo, tras coger el rifle con intensión de desquitarse con un montón de latas vacías en el monte imaginando que era la cabeza de esa loca desquiciada y depravada, le hervía la sangre de solo imaginar que se había atrevido no solo a tener sexo con su muchacho sino a golpearlo y chantajearlo y el otro burro se hizo hacer estupideces y ahora lo que menos quería era tener que lidiar con la volcánica reacción del mayor de los gemelos; había pasado por alto que Clara y él estuvieran tras la puerta, no se imagino tal cosa y ver salir a Lex tan violentamente y gritando tanta tontería lo asusto sobremanera, conocía a su polluelo y este no era un pollo desplumado cualquiera, era un gallito de pelea que podría meterse no en uno, sino en varios problemas, temía que hiciera algo desubicado, por eso olvidándose del rifle y del rebenque que llevaba con la intención de quemarlo, tuvo que salir casi a trote tras el mocoso para hablar con él, disculparse con él, explicarle que hablaría con su hermano cuando las cosas se calmaran, que entienda su situación, que había sido tan difícil para él como padre y como adulto enterarse de las cosas que Iván se había dejado hacer con esa mujerzuela, habría entendido que le dijera que le gustaba, habría entendido incluso que le diga que estaba enamorado y él con cariño le habría hecho ver su error y persuadirlo de dejar esa tonta ilusión por lo sano, lo habría mandado de viaje incluso para olvidar esa loca idea de la cabeza, pero Iván no le dio esa oportunidad, se metió a tener sexo a veces forzado y otras con total complacencia no una sino un montón de veces y él como papá no toleraría que nadie se meta con lo más sagrado de su vida, sus hijos y tampoco permitiría que por libre albedrio hagan lo que les venga en gana en nombre del amor.
Pero claro a Alexander Hansen, le dio una pataleta jodida porque si bien amaba a su papá, su hermano era su mayor tesoro, ambos se protegían, ambos se sufrían mutuamente, y ambos se lloraban y reían cuando era el caso; entendía que papé le de unos azotes, sabía que sucedería, pero lo que no podía asimilar es que no lo quiera perdonar, él había sufrido mucho cuando su papé le negó el hablar, y ahora le estaba negando el oído a su gemelo, eso era un castigo feo, porque si bien Rubén cruzaba palabras con Iván, se negaba a oír sus explicaciones, ¿tan difícil era? ¿tan difícil? …. Su papa les había dicho que siempre los oiría, que siempre estaría ahí para ellos, pero parecía que no, pero claro, el no asimilaba el dolor de su padre, solo el enojo y la vergüenza supuesta que sentía por su par, su pena nublaba y bloqueaba la realidad y la distorsionaba y su mayor venganza era hacerle saber que era persona no grata en su corazón y como no podía darle un puñetazo se le ocurrió darle un escupitajo, y ahora estaba a punto de que su padre le coloree el culete, ¿por qué tenía que ser tan necio?.......... y aun cuando vio que su papa le iba a azotar con aquella rama no se le ocurrió más que seguir diciendo que lo odiaba y que no era su padre.

  • TE ODIO MÁS TODAVIAAAA, MALVADOOOOO, NO TE QUIERO, NO ERES MI PAPAAAAA – repetía aquello sin cansarse, pero cansando ya a papá de la misma cantaleta
  • RAZZZZZ – le llego el ramalazo de aquella fina vara como respuesta al berrinche
  • AYYYYY AGGGGGGGG – grito Lex tratando de rascarse el trasero – MAL MALVADOOOO, MALVADO MAAAALOOOOO AYYYYYYY

De pronto y no supo cómo, estuvo boca abajo sobre una de las rodillas de su padre, sujeto por ambas manos en la espalda y el trasero al aire, su papá había puesto una pierna en el tronco de aquel árbol caído e inclino al muchacho sobre ella, las piernas de Lex quedaron colgando prácticamente y apenas guardaba equilibrio a esa altura, podía ver a las hormigas coloradas llevar sobre sí, un montón de hojas secas y pétalos del tajibo que ahora mismo seria testigo de la memorable azotaina que estaba por darle papá e intuyo que su pobre potito quedaría tan rojo y picante como esas hormigas cuando te muerden.
Rubén levanto la mano casi hasta atrás tomando impulso y le calco el primer sonoro palmetazo en todo el centro del culo del muchacho que ya tenía dibujada la línea rojiza de la rama que lo beso con anterioridad y mientras le calcaba aquel sonoro golpe le dijo.

  • ¡SÍ!, MI  HIJITO – afirmo con voz ronca – SOY EL DESGRACIADO, EL MAL PARIDO, EL INFELIZ SÁDICO DE MIERDA, EL BRUTO MALVADO, EL MALDITO DEMONIO, EL ASQUEROSO HOMBRE,  EL COJUDO QUE AZOTO A TU HERMANO – soltó todos y cada uno de los adjetivos que uso en su padre antes del escupitajo – QUE  ESTÁ AHORA MISMO POR DARTE UNA PALIZA – anuncio a tiempo de apretar sus manos que locas volaban con afán para cubrirse – Y QUE TE AMA MÁS TODAVÍA – declaro elevando la voz para que lo oiga bien – Y PIENSA QUE ERES UN HIJO MARAVILLOSO COMO TU PAR AUN CUANDO ACABAS DE ESCUPIRME A LA CARA – se lamento como nunca antes – Y EL OTRO ME HACE PASAR CALAMADIDADES… CARAJITO – y tras decir aquello, lo único se que oyó a parte de los lamentos de Lex, fue el concierto de palmadas que papá le dio a mano llena –  PLAASSSSS, PLAAASSSS, PLAASSSS PLAASSSS, PLAASSS, PLASSS, PLAASSSS, PLASSS, PLASSS, PLASSSS PLASSS, PLASSSSS, PLASSSSS
  • AYYYYY, AYAYYAYAYA. YAYAYYAA. AYYYYYYY. YAAAA
  • PLASSSS, PLASSSS, PLASSS, PERO TE AMO, PLASSS,SSS PLASSS TE AMOOO PLASSSS, PLASSSSS, PLASSS TE AMO, PLASSS, PLASSS, PASS TE AMO, TE AMO TE AMOOOO, PLASSS, PLASSS – gritaba con todas sus fuerza Rubén para que el mocoso de su hijo lo oyera entre sus doloridos gritos y sus duras palmadas
  • BUUUUUA BUAAUAA, AYAYAYYA, YAYAYA YAAA,  AUUUU, AUUUUUUU UUUUUUU AGGGGGRGRRRR, BUUUUUU YYYYYAAAAAAAAAAAAA AYYYYYYY ACHHHIIIIIIUUUUU, CHICHIUUUUUU

Fue un momento totalmente violento para los dos, intenso en lo más íntimo… Rubén lo soltó de golpe y Lex se cayó de trasero y el pobre culete quedo no solo rojo sino lleno de arena y gravilla que picaban un montón y si no fuera porque su padre lo agarra del brazo se habría quedado ahí sentado llorando su desconsuelo, pero lejos de calmarse, Alexander lloraba con más fuerza estaba histérico, ahora su padre seguro no le hablaría a él más y se enojaría con ambos,  pensaba en un momento de lucidez, le había dicho que lo amaba y sin embargo le dio semejante nalgada y él en todo el proceso con el dolor en el corazón arrepentido de haberle escupido no le pudo pedir perdón… eso dolía ahora, mataba ahora, tanto así que no podía calmarse y sus gemidos provocaban estertores profundos, espasmos en todo el cuerpo, al punto casi de la convulsión, ciego sordo y mudo de cualquier otra cosa que suceda a su alrededor o que no sea su dolor.

  • BASTA LEX – ordeno papá con una puñalada en la nuca, le estaba doliendo la cabeza – YA – lo sacudía un poco para que reacciones, incluso le soplo la cara como cuando era un nene y le daba espasmo del sollozo – YA TERMINO, !BASTA!... POR FAVOR HIJO – repetía Rubén con una mano en la cabeza en señal de frustración, entrando en franco estado de colapso, definitivamente no fue su día, se levanto con cuatro pies izquierdos – BASTA, BASTA, CÁLLATE DE UNA VEZ POR TODAS – lo volvió a sacudir, pero a  Lex estaba ya dándole espasmos, nunca lo había visto llorar tan sentidamente y lloraba por Iván y por haberle escupido,  y no podía disculparse no le salían las palabras

Rubén asustado ya, hizo algo totalmente desubicado o acertado, nunca lo sabría… cogió a Lex de un brazo y lo metió al río, ambos se dieron un buen chapuzón,  luego saco a su hijo totalmente empapado y lo abrazo y beso tantas veces como pudo, mientras sus propias lágrimas se mezclaban con las gotas de agua del rio…. Le hubiera gustado abrazar y besar de la misma forma a su pequeño Iván….
Alexander empezó a sollozar mas suavemente, como adormecido, sintiendo su cuerpo sumirse en el vacío y Rubén dándose cuenta de aquello, lo sentó en su regazo sobre una laja del río y empezó a susurrarle bajito sin dejar de abrazarlo.

  • Perdóname, perdóname ¿si? Por favor, tu abuelo es un estúpido – agrego apenado por todo lo que paso a lo largo del día, agobiado totalmente.
  • Es men .. mentira, que te, que te odie – sollozaba Lex – Y eres, eres mmmiiiii, miii paaa paaaa, no, nooo mmmiiiii aaabuueeeloooo, miiii papaaaa – se aferro fuertemente al torso de su padre, le faltaron brazos para abrazarlo – pooorr eeeso, qui quiero, queee hables con Iván, por favor, por favor, haaablaa con él – lloraba

Rubén guardo silencio, aquello estaba empezando a apretar su pecho con un dolor real que bien podía ser un pre infarto, así que tomo aire lo mejor que pudo a grandes bocanadas, pero sin dejar de abrazar a Lex ni un solo momento, y ambos caminaron hacia el tronco del árbol aquel y le paso la playera, le ayudo a vestirse; luego cogió el rebenque ese, el precioso regalo de Clara que estreno en las asentaderas de su benjamín y sin importarle que el mango fuera de plata y llevara la inscripción de, TE AMO, lo arrojo al lecho del rio para que se lo lleve la corriente, luego cogió su rifle y decidió que era hora de regresar a casa, así que puso su enorme brazo sobre los hombros de su hijo en un gesto sobre protector y dominante y empezaron a caminar juntos, lado a lado, sin separarse y lentamente, aun cuando la noche había caído prácticamente sobre el monte y se podía ver a lo lejos la luz de la estancia prendida, sintiendo en la cara la frescura del viento que a esa hora corría frío y perfumado, cada uno sumido en sus pensamientos, Lex en su hermano y papá también, pero sin dejar de besar la rubia y húmeda corona de su muchacho.

  • Por favor, ppaaa, por favor,  deja que Iván te cuente lo que paso – rogaba abogando por su par
  • Nunca dije que no lo haría – respondió papá dando a Lex en que pensar – nunca dije que no conversaríamos – recalco –  solo dame tiempo ¿sí?... Por favor – suplico –  ha sido para mí muy difícil enterarme de todo esto – confeso con un nudo en la garganta – ver lo que vi, no ha sido fácil para mí Alexander – dijo haciendo una pausa al caminar antes de llegar a la casa – yo no puedo pedirte que te pongas en mi lugar, hijo… porque todavía no eres padre – con eso le dijo todo

Y le beso la frente al cruzar el umbral…

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