Mis Gemelos: Cap. 166; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 02 de Mayo del 2016

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Capítulo 166

Telarañas

Autora: Marambra

Rubén frunció el ceño al ver a Iván, él muchacho volvió a encerrarse en su alcoba porque su gemelo lo volvió a dejar a la orilla del camino como siempre desde que las cosas se arreglaran con Pankarita, habían pasado algunos días desde que llegara de Warnes con Arturo, estuvo días buscando el pretexto para ir a ver a sus hijos y la oportunidad llego cuando Arturo se presento pidiéndole que lo acerque a la carretera y ver si podía pillar alguna movilidad que lo lleve a Chochi, ya que debía volar prácticamente hasta allá, porque Yhanku lo llamo diciéndole que su pequeño Jacinto estaba tras las rejas acusado de robo por parte de don Carmelo y que lo habían pillado en la iglesia borracho y aquel pedido fue para Rubén como una respuesta del divino a sus cavilaciones, fue la escusa perfecta para poder viajar y tener a sus gemelos a su lado sin que Clara le regale sea un comentario o una mirada cargada de risa y reproche ya que según ella, él no hacía otra cosa que estar llama que te llama por teléfono sea a los gemelos o a los rumanitos para saber los pasos de sus hijos, vamos que el paranoico preguntaba incluso que habían almorzado, pero no es que papá fuera paranoico, aunque razón había para aquello y de sobra, papá amaba a sus nietos, era como decía siempre lo único de valor que había en su vida eran sus gemelos.

• Ya está la mamá gallina, toc toc toc – se rio Clara descaradamente de su marido aquella mañana batiendo los brazos doblados a manera de alas dando vueltas alrededor de Rubén apenas lo vio marcar el fono y poner cara de circunstancias cuando una vez más el maldito teléfono lo mando de nuevo al mismísimo carajo – DEJAAALOS que estas ahí sufriendo
• Esos mocosos no me cogen el fono – volvió a marcar quejándose 
• ¿Y vos creés que a esta HORA te va a coger el móvil? – dejo el reloj sobre la mesita, eran demasiado temprano para todos sobre todo para los gemelos
• Es que tampoco han cogido anoche – declaro y su mujer se rió a carcajada limpia de lo feo que sonó aquello
• Y más vale que no lo hayan hecho, que son muy críos para estar cogiendo JJJJJJJJ
• Me haces hablar sonseras – frunció el ceño
• YOOOO???
• Si, TU  

Contesto a su vez y se rio de la gracia con su mujer, eran las 7de la mañana, mínimo los chicos estaban en media noche, Clara le dio un beso en la boca empujándolo de nuevo a la cama para que se quede con ella cuando de pronto el teléfono de su casa dio tono y fue él quien contesto y tras identificarse como el dueño de la casa el semblante le cambio de golpe, Rubén esa mañana en particular fue convocado por la policía para apersonarse a ella con urgencia, cuando pregunto porque solo el silencio acompaño a la respuesta obtenida y un seco voy inmediatamente…  prácticamente voló a ella sin dar demasiadas explicaciones a su mujer de a dónde iba con tanta prisa, despistándola con una mentira sobre una reunión a última hora con los productores de sorgo para el ganado, no quería asustarla sin motivo aparente, primero debía enterarse de que se trataba…

• Señor Hansen, disculpe que lo hayamos sacado de sus actividades, pero mire, tenemos en la morgue un cuerpo que quisiéramos nos ayude  a identificar – le hablo el teniente a cargo de la investigación de homicidio suscitado en el hotel Las golondrinas a las afueras de Santa Cruz sobre la carretera a Warnes, un hotel sin registro sanitario ni nada por el estilo, era más bien una vivienda en casi ruinas que funcionaba como un casa de alquiler con varios vecinos que entraban y salían a cualquier hora, pero en realidad se trataba de un motelucho clandestino de mala muerte que arrendaba piezas por horas o días
• ¿Un cadáver?

Pregunto muy intrigado pero sobre todo preocupado, era esa preocupación que venía sintiendo días ya y que quiso restarle importancia; similar sensación vivió este mismo año, días antes de la muerte de su hijo y ahora sabía bien era un mal presentimiento, y recordó de pronto a Clara y Adela tirando agua con la manguera desde el segundo piso hacia el árbol que daba al balcón de Iván antes la sala de juegos y estudios de su Logan a un pequeño búho y no por ser cría sino por lo que representaba, era un Guajojó, a quien los pobladores del lugar le temían por su canto lúgubre que creían era portador de malos augurios, en aquel entonces solo se río del miedo que experimentaba Clara con el graznido espeluznante de tan peculiar avecilla, pensando en lo ridículas que eran aquellas tontas supersticiones criticando dentro suyo no solo a su mujer sino a muchos de los trabajadores que se persignaban cuando lo oían al caer la tarde mientras murmuraban…alguien va a finar, o a que alma bendita se llevara la muerte… pues aquella avecilla estaba vinculada con la muerte y tras la muerte precisamente de su hijo a las semanas como que medio creyó en el cuento popular aquel sobre esa ave de mal agüero… sobre todo tras desaparecer de la noche a la mañana el buhito aquel.

• Si señor Hansen, un cadáver que fue hallado en una habitación en el Hotel Las golondrinas ayer cerca del medio día y creemos que usted puede ayudarnos a identificarlo
• ¿Y porque cree que yo pueda saber de quién se trata? – pregunto Rubén intrigado, sería algún conocido suyo?
• Porque entre las cosas que hallamos estaba su número de teléfono y su nombre – contesto el policía algo suspicaz
• Pues no lo sé, yo doy mi número y mi nombre a muchas personas porque trabajo con bastante gente, pero eso no significa que los conozca íntimamente – respondió también mordaz de las sospechas del poli y agrego – ¿o ya me está acusando de la muerte de alguien? Si es así quisiera tener a un abogado presente que me explique de que va la cosa – Rubén de pronto se incorporo de donde lo invitaron a sentarse, el no hablaría sin un abogado presente
• No señor Hansen, no lo estamos acusando de nada – le aseguro a tiempo de poner sobre la mesa un archivador con las fotos de su familia tomadas con lentes profesionales – pero entre las pertenencias del hombre y muy escondidas le diré  encontramos fotos de su familia – apunto con un índice aquello y Rubén rápidamente ato cabos, los rumores de que un hombre estaba vigilando al parecer eran ciertas y la desconfianza que mostro Pascual el padre de Higinio se le vino a la mente y un ras le recorrió el cuerpo y se apuso en mirar las fotos que tenía ahí frente suyo asombrado
• Son… son  fotos de mi familia – exclamo Rubén con temor en la voz – pero, pero – empezó a balbucear al darse cuenta que muchas de ellas fueron tomadas incluso hace dos meses o más, estaban retratados su hermano, su cuñada, los rumanitos, incluso los huascasos que le dio a Lex cuando se entero de sus andadas y un apuro le sudo la piel de la espalda, ¿y si ese tipo estaba tras Lex, quizás era un narco y estaba viendo si el chico y sus amigos plantaron la marihuana esa?, y reviso las fotos con segundas intenciones, pero no, solo habían fotos de los gemelos juntos sean solo o con ellos, con cualquier miembro de la familia o de la casa vale decir, los trabajadores de la granja, amigos o quien sea y a leguas se veía que eran a  ellos a quienes seguían, sus hijos pues estaban encerrados en círculos con marcador rojo – estas fotos fueron tomadas hace mucho tiempo, hace como 3 meses – levanto la vista para hacer contacto visual con el agente policial aquel buscando una respuesta a eso
• Si señor Hansen, creemos que el objetivo son sus hijos, quizás quería o quieran raptarlos y pedir un rescate y nuestros motivos para pensar en ellos son sólidos – aseguro mostrándole otras fotos muy reveladoras – pues  entre otras cosas pillamos una especie de bitácora, con una listado de nombres de personas que quizás usted conozca porque son empresarios o tienen como actividades el agro, incluso con fotos, algunos de ellos fueron retratados con usted, sobre todo dos empresarios y sus familias  – y ahí estaban otro fajo de fotos de un vecino amigo y socio suyo y un conocido ganadero, el primero un canadiense que vivía en el país desde hace 3 años con su esposa y sus 5 niños, y coincidentemente los mayores eran gemelos pero de 13 años que solían venir en vacaciones a casa a montar a caballo con su padre, dichas visitas se suspendieron por estar los niños en clases de eso antes de la llegada de sus nietos, por lo que los gemelos solo conocían a los esposos Truman y no al resto de la familia porque fueron invitados al cumpleaños de Clara al mes de llegar los chicos de Inglaterra y sus pensamientos se vieron interrumpidos por la charla del teniente – como vera  creemos que el hombre éste estaba siguiendo vuestros pasos, no solo de usted sino del señor Truman y del señor Carvajal no sé si lo conoce
• Si, esta es la familia Truman – aseguro Rubén contemplando las fotos de los gemelos de su amigo también encerradas en círculos rojos – son vecinos míos y socios de algunos negocios relacionados con la lechería, ellos tienen una pequeña granja lechera y productora de lácteos y suelen comprarme leche en tiempo de cría
• Se conocen entonces?
• Si nos conocemos, viven a 3 granjas de la mía en las afueras de Warnes – declaro – por la amistad que nos une del trabajo compartimos algunas reuniones de ocio con ellos, el señor Carvajal es relativamente nuevo, lo conozco porque se inscribió recién en la sociedad de ganadería de la ciudad, coincidimos en la FEXPO agraria el año pasado y de vista conozco a su familia, tiene 4 hijos varones ya mayores y tiene 6 nietos, entre ellos unos mellizos o gemelos creo de 16 o 17 años – aseguro y su cabeza hizo un clic, o era una extraña coincidencia o ese alguien estaba buscando gemelos
• Con más razón pensamos que lo más probable este hombre haya sido contratado para vigilar a su familia, a la del señor Truman y el señor Carvajal no sabemos para qué, pero al ver los objetivos, familias con gemelos, creemos firmemente que sus intenciones no son buenas, lo más probable, sea para un secuestro y extorción es por eso que queremos saber si nos puede ayudar a identificarlo, quizás lo vio en inmediaciones de su hacienda
• No hay problema  

Le contesto Rubén parándose ya no más para seguir al joven teniente aquel hacia la morgue de la ciudad, decidido a aclarar aquello, sintiendo dos cosas, primero alivio al saber que aquello estaba ya en manos de la policía pero al mismo tiempo preocupado, ¿y si ese hombre era solo la punta del iceberg?, no podía dejar de pensar en eso y un temor horrible se apodero de él, sobre todo ahora que sus pequeños diablillos estaban fuera de viaje… eso le preocupaba, algunas de las fotos tomadas eran de la estación de trenes, ¿y si ese hombre les dijo a los otros que los chicos estaban de viaje?, todo podía suceder, por esta razón decidió que debía viajar a Chochi sobre la marcha a ver a sus gemelos y no quitarles la vista de encima, el problema era como ir sin que Clara lo sospeche, mientras pensaba en eso llegaron a su destino; caminar por los fríos y escalofriantes pasillos de la morgue fue impactante, el fétido olor de los cadáveres impregno su nariz y la impresión de que su piel olía a muerto se quedo todo el día, al parecer los receptores de sus nariz no podían deshacerse del olor aquel, de pronto abrieron la puerta blanca aquella y sobre una mesa totalmente desnudo estaba un tipo de metro 90 aproximadamente, de pelo rojo y sin querer se acorto de la descripción que le dio Higinio sobre el fotógrafo aquel que se coló a la hacienda hacia dos semanas atrás aproximadamente, se acerco a él con el teniente y el forense le entrego una bata, un gorro y un barbijo para colocarse pues por la descomposición del cuerpo debido al intenso calor de la temporada hacia insoportable la fetidez pese a que recién habían pasado 3 días del incidente y la impresión que se llevo Rubén fue horrorosa… a vuelo de pájaro se fijo en los detalles del hombre, lo que hace la impresión, el cuerpo estaba ahí tendido hinchado y verduzco aun cubierto con sangre seca sobre la cual se podía distinguir claramente gusanos de mosca sarcófaga caminar desde la cara, más concretamente del pequeño orificio quemado en el medio de su frente, seguro el orifico de entrada de la pequeña bala que le destapo los sesos como se suele decir, tenía  las cuencas de los ojos semiabiertos pudiendo distinguirse solo uno de ellos develando el azul celeste ahora opaco y marchito como deshidratado de su mirada que más que de susto denotaba sorpresa, como que no se esperaba morir de esa manera, definitivamente la muerte lo había sorprendido de manos de quien menos se lo esperaba, la boca semiabierta silenciada ahora quizás guardaba un quejido o un reclamo o una súplica nunca lo sabrían… pero qué más daba?, él no conocía a ese hombre, pero ignoraba lo que ese mismo hombre sabía de él y de su familia lo malo era que nunca podría preguntarle nada, se había llevado su secreto a la tumba como se suele decir, en eso la puerta de aquel cubil se abrió ingresando otro policía quien empezó a sacar huellas dactilares al cadáver para cotejarlas con el registro policial nacional y de la interpol y Rubén dejo a un lado el sin fin de preguntas sin respuesta que tenía terminando de ver al cuerpo aquel, y se concentro en sus manos quizás porque ahora mismo sus manos eran de interés policial, las manos de las personas pueden decir mucho de alguien, y como que… las de este hombre estaban impregnadas de nicotina seguro fumaba desde temprana edad pues por su aspecto era claro que se trataba de un hombre relativamente joven, llevaba el meñique y el pulgar derechos con las uñas largas quizás le gustaba la música y tocaba guitarra o quizás era para hacer algún trabajo manual, eran unas manos finas que nunca hicieron trabajo de campo y estaban ahora mismo laxas sin signos de defensa o violencia, limpias, es más todo el cuerpo estaba limpio a excepción del cráneo cubierto con rastros de sangre… definitivamente lo pillaron por sorpresa, un joven tras que la policía saco varias fotos empezó a limpiar la cara del difunto quitando con un chorro de agua controlado sobre aquella mesa con parrilla no solo la sangre sino a los gusanos y fue cuando preguntaron a Rubén si lo reconocía; realmente fue dantesco, y Rubén pensó la crudeza e insensibilidad de los policías y médicos que como si nada manipulaban el cuerpo aquel como si no les afectara en nada…

• ¿Lo reconoce señor Hansen?, ¿tiene idea de quién es?... ¿O lo vio quizás en alguna parte? – y sus pensamientos fueron interrumpidos por el poli
• NO, no tengo la menor idea de quién se trata – contesto levantando la vista – nunca en mi vida lo he visto, ni se me hace familiar el semblante – agrego percatándose de los tatuajes, curiosamente sobre el hombro derecho llevaba un corazón con espinas y dentro una L y a un lado en el cuello el tatuaje del que le hablo Higinio con la palabra DEAD y de pronto como un flash algo le golpeo la nuca, el recuerdo de la graduación de su hijo en Cambridge pero no estaba seguro si se trataba de aquel muchacho que su hijo le presento por pura cortesía o era que confundía la descripción que le hizo Higinio del tipo al que vio colgado del árbol en las afueras de la hacienda, o quizás simplemente era una impresión suya, y prefirió no decir nada, era ese presentimiento de nuevo, esa corazonada que gritaba prudencia en sus palabras
• Esta 100 % seguro don Rubén, ¿no se le hace familiar ni un poquito? – pregunto el teniente cubriéndose la nariz con un barbijo mientras  miraba al tipo a quien empezaban a tomar fotos de sus manos y sus tatuajes para enviar a la interpol debido a que era extranjero
• No, no lo conozco ni tengo idea de quién era, pero muchos de mis trabajadores vieron a un hombre con su descripción en inmediaciones de la haciendo tomando fotos y lo sé porque me hablaron de este tatuaje tan llamativo en el cuello – apunto el tatuaje
• ¿Cuánto hace de eso, y porque no lo denuncio? – dijo alarmado el policía
• Será casi dos semanas atrás, y si lo hice, el muchacho Higinio fue conmigo y su padre a la comisaria en Warnes, allá ellos mandaron una patrulla y entrevistaron a mis trabajadores – le explico lo procedimientos – e incluso pusieron una cámara de vigilancia en entrada principal de mi casa aparte de las que yo coloque por seguridad, pero no se llego a nada porque nunca apareció después de eso
• ¿Podría usted venir con el trabajador que lo vio? ¿Quizás el pueda reconocerlo – ese era un buen comienzo
• No creo – dijo pensando en que el mocosito tenía apenas 14 años – es un niño de 14 años, no me parece que sea un lugar adecuado para traerlo
• Tiene razón, se trata de un menor… mmm, pero podríamos nosotros tomar fotos del rostro del hombre una vez le hagan la autopsia y lo preparen para que lo reconozca, solo la cara sin todo lo grotesco que tiene ahora, le parece, eso nos ayudaría mucho – siempre había otros medios
• No creo que haya problema su padre y el niño son muy colaboradores, mirar unas fotos no lo espantaran

Contesto y tras eso retornó a casa preocupado y fue cuando se encontró con Arturo justo en la entrada de la casa, el hombre estaba agitado y enojado también por su Jacinto y cuando no?, el mozuelo en cuestión eran debilidad del viejo, lo adoraba pese a que cuando se enojaba solía demostrar aquel amor con toda la tosquedad del mundo dejando sus huellas en el trasero; y ahí estaba ahora con toda su familia incluso su hermano, mejor llevarse a toda la tropa por seguridad pensó e hizo una llamada de teléfono al teniente antes de partir en caravana, explicándole que se iba a Chochi a ver a sus hijos con toda su familia, pidiendo que por favor lo mantengan al tanto del caso y no duden de llamarlo si tenían alguna novedad y que si el recordaba algo también haría lo mismo, comunicándole a su vez que Pascual y su hijo se habían comprometido en ir al día siguiente a la delegación en Santa Cruz.

Y se marcho con Arturo y su tropa a Chochi, todos a disfrutar del lugar, la paz del santuario, la belleza del paisaje, pero él no iba tanto en plan vacaciones él iba plan carcelero, no iba a permitir a sus hijos alejarse de su lado, tenía miedo que alguien venga y los haga desaparecer, para él el asunto del muerto estaba más que turbio y mientras no se aclare la cosa esa, mejor prevenir que lamentar, aunque los gemelos lo odien a morir.