Postales Navideñas
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 24 de Diciembre del 2016.
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BuffetNavideño
- Ya Tano, entra – dijo Mikel con voz lo más tranquila posible para no enfurecer mas al león que parecía haberse adueñado de su unigénito – ya no reniegues te va a doler la cabeza, ya estoy saliendo a traerlo – agrego mirando su reloj y apretando las llaves, vaya como habían cambiado los papeles
- Se ha pasado papá, se ha pasado – murmuraba sin desprender la vista del balcón, eran las 12 y algo más de la noche, la mesa del comedor estaba sin levantar, todos los comensales habían cenado ya y estaban en la catedral ocupando sus lugares listos para oír la famosa misa de gallo, menos Nathan, él y su padre Mikel – apenas baje el auto no más le voy a dar una buena paliza, que se ha creído este sinvergüenza… salirse así sin decirme nada – se quejaba endemoniado como estaba, tirando piedras como se suele decir, Nathan había aprovechando un huequito en la vigilancia redoblada de Tano y salió sin ser visto
- Calma hijo, ya lo traigo yo, ¿porque más bien no vas a la misa con tu madre y tu tío? – Mikel puso una mano sobre el hombro de Tano apretándolo con firmeza pero sin lastimar, como para infundir ánimos y aplacar el enojo de Ethan – yo ya hable con el comandante y soltaran a Nathan en cuanto llegue, ya verás que hay una buena explicación para esto – agrego distrayendo a Tano de su enojo o por lo menos intentándolo
Pero
Mikel no podía negar que esta vez Nathan
se paso de la raya, los había hecho esperar un montón para la cena y finalmente
le mando un mensaje a su padre pidiéndole socorro, acababa de ser arrestado por
la policía de tránsito y no había vuelta atrás, Tano, se había encaminado a la
estación policial donde estaba detenido pero no pudo hacer nada, necesitaba
pagar una fianza en presencia de un abogado, en realidad ni siquiera necesitaba
de uno, pero los polis quería deshacerse de los pormenores y ponían obstáculos
a diestra y siniestra para no tener que meterse en un aburrido papeleo que
interrumpía la cena que tenían en conjunto para los de turno, por esta razón tuvo
que llamar a casa y decirles que cenen sin ellos, para no retrasarlos de la
presentación en la catedral, de eso hace una hora, en casa obviamente de ser
por ellos y otras las circunstancias esperaban que lleguen, pero no podía ser
porque tenían visitas, acababa de llegar de Italia el hermano mayor de Miranda
un sacerdote, con quien todos después de cenar iban a ir a la famosa misa de
gallo porque el hombre violinista iba a ejecutar una interpretación de la
famosa Misa criolla a la media noche, por eso el apuro de cenar y salir en
familia arruinando los planes de los chicos que querían ir a encontrarse con
sus amigos como costumbre desde hace dos años…
- Es que no hay explicación, la policía de tránsito me dijo que cometió una infracción grave – confeso su verdadera preocupación, Nathan había vencido el segundo año de medicina con el mismo puntaje de excelencia y su abuelo lo quiso premiar con un regalo exclusivo, Nathan antojado desde hace tiempo, quería una moto y como le hizo prometer a su abuelo que sería algo que él pediría y nadie se opondría, consiguió que le compre la dichosa motocicleta, y esto solo porque Nat venció el examen de transito sin inconveniente lo mismo que Matías hace unos días y ambos sin que su padre se entere
- No creo hijo, Nathan es prudente para manejar, sino no le habrían dado su permiso para conducir – murmuro Mikel
- Puede ser que lo sea para el tránsito, pero para mí ya violo la primera regla, la de tener MI permiso – contesto enojado y Mikel prefirió callar
Y Mikel no tuvo más remedio que darle la razón a su hijo,
pero ahora no podía atrasar su salida, tenía que traer a Nathan a casa y de ahí
Dios dirá, y dejo a Tano mascullando su enojo pensando en la horrible cena que
acababa de tener, es más no había ni probado bocado por salir a buscar a su
hijo, en que maldita hora no pegaría llave a su dormitorio, pensaba, pero se
suponía que eran grandes ya para hacer trastadas, ojala no hubieran crecido se
decía yendo a su alcoba y tumbándose, le estaba empezando a dar dolor de
cabeza, estaba con sueño y hambre, es más, había esperando la cena navideña que
normalmente era sobre las 10 de la noche, si un poco loco, pero era una
costumbre que se adquirió con los años cuando empezaron a llegar los nietos;
Mikel y Miranda consideraban que la noche buena no tenía sentido sin los niños
en la mesa, así que optaron por cenar temprano y disfrutar de la compañía de
los peques cuya emoción y entusiasmo hacia que valga la pena perderse cenas o
bailes; pero ahora los chicos habían crecido y querían salir a toda costa con
sus amigos a fastidiar la noche, Nathan acababa de cumplir los 20 años y Uther
estaba a días de cumplir los 17, mientras que Maty entero los 18 y proclamaba
su mayoría de edad a los cuatro vientos, haciendo renegar a Tano cada dos por
tres, es más se había ganado un advertencia singular en la tarde por contestón
y querer mandarse solo e ir a una fiesta en vez de la misa que se había
presentado, algo de lo que Nat se había reído.
- AHHH – había gritado Matías enojado dando un portazo que su padre no iba a pasar por alto, ya estaba demasiado de hacer renegar, pero es que no era para menos, su padre acababa de decomisarle las llaves de la motocicleta aludiendo que era Menor de edad y no tenia SU permiso para manejar esa cosa – MIERDA, MIERDA MIERDA – grito a todo pulmón en su alcoba, metiéndole un puñetazo al ropero, menos mal su padre lo atajo sino ahora estaba con los huesos fracturados
- ¿Qué has dicho?, ¿me estas mandando a la mierda a mi? – pregunto Tano ya alterado, quitándose el cinto haciéndolo circular sobre el trasero de Matías – Zaass zas zas
- NO PAPA; NO noo. No es a ti… Aauuu auuu yaaa paaa – podía tener 18 años, pero Maty cuando del cinto se trataba era el mismo mocoso de 16 años que llego a casa, todo pabilo de vela y llorón
- ¡YA! ¿no?, ¡YA!, eso es lo que sabes decir después de hacer renegar – reclamo su padre aun con el cinto en la mano, y una vena en la sien a punto de estalla, estaba ya al tope de la misma cantaleta, llevaba toda la semana pinchando con que tenía planes para noche buena y él y toda la familia, bueno en realidad Mikel y Miranda salieron con la misma respuesta, los planes en navidad son en familia se resumía a cenar y luego a misa, algo que espantaba a los chicos
- Pero paaa – y dale el cántaro a la fuente – porque no puedo ir un ratito donde mis amigos, si Nathan me presto la moooto, no seas maalo – volvió a decir y Tano vio negro, lo jalo y lo puso sobre su regazo y aun cuando no le había sacado el pantalón porque vamos, ya tenía 18 años… aunque pensándolo bien, con Nathan nunca se detuvo y eso que cayó en su poder a los 19, pero por alguna razón quería que su hijo se sienta incomodo sobre su rodilla y deje de fastidiar – NOOO PAAA, NOOOO, NOOO, DEEEJA, YA SOY GRANDE PARA POR FAVOR
- PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF ¿QUIERES MÁS O ES SUFICIENTE? – pregunto Tano metiendo la mano por debajo de la cintura con intención de abrir el pantalón de su hijo, tenga o no 18 encima
- Nooo papo, es suficiente – murmuro mortificado Matías agarrando de pronto sus pantalones, mientras Nathan lo veía divertido del rellano de la puerta, sin querer su padre acababa de darle material para fastidiar a Maty, un Maty que no dudo de usar la palabra casi mágica en estos casos “papo”, el muy bribón sabia como chantajear a su padre
- Pues eso espero jovencito – replico su padre incorporando a su hijo y parándose él también para hablar con Maty desde la ventaja de su altura, Maty había crecido, pero aun le faltaba talla y peso para llegar a la complexión de Nathan y peor a la suya – …porque un pio mas al respecto y te voy a sonar Matías y por puro gusto… ya te he dicho, de esta casa no me sale nadie esta noche ¡ya que NADIE tiene MI PERMISO, porque vamos a pasarlo en familia! Y luego iremos a la misa – y cerró la puerta dejando al muchacho frotando el trasero, jo, solo 5 y dolieron – y tú, deja de fastidiar también – advirtió a Nathan que andaba en las mismas que Maty dejando caer indirectas de fiestas por aquí y fiestas por allá cuando en realidad no tenía ninguna fiesta en sus planes, solo era para molestar a Matías y hacerlo reñir con su padre – sé lo que estás haciendo – dijo y Nathan borro la sonrisa mientras Tano solo lo miro enfadado, pensando que era cuestión de tiempo que Uther y Lothar quieran mandarse solos, si ahora Ut no dijo nada, era porque se saco malas calificaciones y su padre le había canjeado una paliza por cero regalos de navidad… cosa que no iba a hacer, le iba a dar un regalo, pero no el que quería
- Yo ¿qué? – dijo Nathan con cara de no matar una mosca, tratando de comerse la risa, su papá estaba chistoso enojado con los pelos parados – me acusas sin razón – agrego
- Si seguro – y lo miro feo – no fastidies Nathan, no vaya a ser que te salga el tiro por la culata, y borra esa sonrisita que he dicho que cenaremos en familia y en familia iremos a la misa de gallo, te guste o no – advirtió levantando el cinto en la mano y retirándose del pasillo con dolor de cabeza, las navidades siempre lo estresaban, era un fluir de energías de todo tipo que lo golpeaban en la boca del estomago y lo tenían con gastritis
- Yo no he dicho nada, es el quien quiere salir en la moto, yo le dije que no podía porque tengo que ir a comprar el regalo de la mamá – respondió serio para borrar sus huellas
- He dicho que nadie me sale Nathan, si no compraste nada, pena, igual le puedes dar tu regalo en reyes – advirtió – así que mejor ve a ayudar en la cocina – y se marcho sin mirar atrás
Mientras pensaba en eso, Nathan no desaprovecho la
oportunidad de hacer justo lo que su padre acababa de negarle, entrar a la
habitación de Maty a fastidiarlo.
- Que quieres – dijo Maty desconfiado
- Ver como el papi te dejo el culito – dijo Nat jalando a su hermano con la intención bromista de quitarle el pantalón para verle el trasero
- OOOYE – chillo y Nathan puso inmediatamente su mano sobre la boca del crio – ¡suelta! – grito entre los dedos de su hermano que amortiguaron la potencia de su voz y con ello la curiosidad de su padre
- Shuuuu que escandaloso – le reprocho Nathan – solo quiero ver el chichiu que te hizo tu papuchi – molesto
- Como si no fuera el tuyo también – dijo Maty zafándose del agarre de Nathan y tirándose sobre su cama cogiendo su almohada en el pecho, conseguir ir a la fiesta estaba resultando demasiado difícil
- Cierto, pero a mí no me puso sobre sus rodillas como a un mocoso cagón – fastidio Nathan
- No cantes victoria, porque si le preguntamos al man, seguro afirma que tengas la edad que tengas igual te faja – Maty no hizo otra cosa que repetir lo que su padre siempre predico a los cuatro vientos cuando Nathan hacia renegar y se libraba por un pelo
- Hasta ahora no lo ha hecho – dijo Nathan saltando – un año para ser exacto, en cambio a ti acaba de calcarte 3 y 5 – se hizo la burla y Maty se puso rojo dándose cuenta que Nathan lo había visto
- Pues el día que papá te coja yo voy a bailar en un pie así que no tientes tu suerte – respondió enojado
- Ya, ya lo que digas gruñón – fastidio una vez más Nathan – puedes bailar lo que quieras que aun así yo saldré esta noche y me ire a una fiesta ni muerto voy a misa – anuncio medio en serio medio en broma
- Pero no tienes permiso – quejo Maty, no era justo, el también era mayor de edad y quería demostrarle a Uther que si podía salir y borrarle esa mirada de duda que le dedico cuando le dijo que lo haría
- Tengo 20 años Maty, dos más que tu, vencí el 2 curso de medicina y soy dueño de la moto, no necesito el permiso de nadie y nadie me puede obligar a ir a misa a oír cantar a un coro de abuelitas – le dijo todo sobrador para enfadarlo más
- El papá te va a pegar si sales, ya verás – más infantil no podía ser pensó Nathan
- Eso nunca sucederá changuito porque a diferencia tuya tengo todo planeado, esa es la clave del éxito – dijo como un gran estratega – yo hago planes cubriendo todos los lados y mi plan para hoy es ir de fiesta mientras tu iras a la camita después de cenar para abrir mañana tu regalo como niño bueno por haber ido a la misa a bailar villancicos – agrego en voz más baja, saliendo ya de la alcoba de su hermano
- Grrrr ¡mentirooooso! – chillo Maty, aventándole una almohada que Nathan esquivo rápidamente mientras reía satisfecho de haber cumplido su objetivo, fastidiar a Matías
Mientras, Matías se quedo pensando en las palabras
de Nathan, preguntándose si era cierto o no de que saldría de casa y de si se
iría realmente a una fiesta, distrayéndose de su propio infortunio hasta que al
final decidió sacarle ventaja a este asunto y se encamino a la alcoba de Nathan
a ver si picaba el muy machito… es que también podía ser un estratega si se lo
proponía y las finanzas se le daban muy bien
- ¿Qué pasa? – pregunto Nathan revisando la ropa que iba a usar, como era noche buena estrenaría la hermosa camisa roja que mamá le compro en secreto, digamos un mimito especial a su muñeco consentido, era para la cena, no para salir
- ¿De verdad vas a salir? – pregunto Matías – o de plano me la estas charlando – él tenía que estar seguro y debía tantear el terreno
- Claro que voy a salir ya te dije no soy ningún peladingo, no necesito permiso, solo avisar – dijo sobrado – ire a pirañar mientras tu pones la mesa para cenar
- ¿Estás seguro? – provoco Matías
- Cuanto quieres perder – y Nat cayó en la trampa, Matías acababa de enredarlo y hacer que sea Nat quien quiera apostar
- Tu tablet – le dijo
- Mmmm hecho – y tras un apretón de manos y un choque de puños sellaron el trato, de todos modos Nathan no iba a ir a una fiesta y tenia la intención de regalarle la tablet a su hermano, el se había comprado otra
- Estas diciendo – le recordó Matías antes de irse a su alcoba
- Y lo sostengo – declaro Nat – ya verás que salgo a una fiesta hoy mismo y sin pedir permiso
- ¿Y si te atrapan? – quiso saber Maty por si acaso
- No lo harán
- ¿Cuánto apuestas? – Maty elevo una ceja interrogante
- Mmm mi chancho entero – dijo pasándole su alcancía que estaba realmente pesada
- Listo, te tomo tu palabra de hombre…
Planes o no planes, dos horas después de aquello
Nathan salía a escondidas con la moto, no porque se fuera de fiesta o por
saltarse la cena o la misa, el no tenía planes de nada, quería estar en casa y
comer rico, hablar con el tío recién llegado, aunque lo de la misa no lo
convencía mucho, total quería que su madre lo pase lindo, Miranda se había
esmerado tanto en esta cena para ellos no por su hermano sino por ellos, les
había preparado una exquisita cena con pavo relleno al horno y le había
prometido la pechuga a Nathan.
Pero cuando las cosas tienen que pasar, pasan con
razón o con razones inexplicables, mamá a última hora se acuerdo de que no
compro velas para su amado niño Jesús y le pidió a él justamente que vaya al
centro a comprarle dos pares de velas rojas, dos para su candelabro del comedor
y dos blancas para su niño, como toda mujer religiosa y respetuosa de las
costumbres, no podía dejar a su Nacimiento sin velas prendidas para llamar la
bendición de Dios a su hogar, de eso hace 4 horas ya, pero jamás le dijo que se
vaya en moto, ese no era el plan.
- ¿Papá viste mis llaves? – le había preguntado a Tano, olvidándose del asunto de la apuesta y demás con Maty
- Para que quieres las llaves de la moto, esa llave no se mueve de su lugar – dijo señalando el bolsillo de su pantalón cuando en realidad las dejo en el velador de su alcoba con la copia de seguridad de la misma
- Voy a ir a comprar velas para la mamá y de paso un regalito para ella – respondió
- Puedes ir a pie Nathan o en taxi, pero no me sacas la moto para nada – advirtió
- Pero paaa – se quejo caminando tras suyo
- HE DICHO QUE NO – grito Tano, con el pulso latiéndole en la sien – deja de molestar Nathan, no estoy para juegos, me está doliendo la cabeza
Y se metió al baño, dejando su alcoba, abierta,
Nathan aprovecho la oportunidad y hurgo su velador en busca de la copia de la
llave, encontrando su llavero en poder de su padre y claro no dudo en sacar
aquello y salir de casa antes de que Mikel o Tano digan algo, porque Mikel
tampoco quería que saque ese chuche…nada hubiera pasado de no encontrarse con
Ignacio y con Raúl en el centro comercial a donde fue, y le invitaron a tomar
una cervecita, una sola.
- Nos tomemos una chelita – dijo Raúl
- No puedo, tengo que volver a casa – contesto Nat
- O vaaamos solo una, nada más – insistieron Nacho y Raúl – vamos Nat, solo una, igual tenemos que marcharlos, pero unita no nos matara
Y la unita se volvieron 3 entre mira y miradores
contemplando y piropeando mujeres guapas que para esta época del año parecen
florecer y trascender de perfume embutidas en vaporosos o apretados trapos de
colores tan minúsculos que dejan poco a la imaginación, lo malo fue que Nathan
equivoco el piropo a una mujer con dueño,
la novia de un policía que coqueteando descaradamente a apenas vio a su
novio no dudo en quejarse; el tipo sucio y rastrero que había visto todo desde
un ángulo que permitía oír y ver lo que hacía su novia en vez de pedir
explicaciones, decidió eliminar a la competencia, llamando a transito,
coincidencia mala del destino toparon en el estacionamiento, es que era
imposible de no ver a Nathan, era del tipo de hombre que llamaba la atención de
cualquiera de grandes a chicas, de mujeres o de hombres, y espero pacientemente
hasta que Nathan decidió salir del centro e ir a su casa, fue cuando los de
transito solicitaron su permiso de conducir y le hicieron prueba de
alcoholemia, dando positivo convenientemente, siendo llevado a la estación
policial, de donde ahora mismo su abuelo lo estaba yendo a recoger, gracias a
la amistad que tenia con el comandante, a quien le explico lo que había
sucedido.
Mikel, conocedor de las artimañas de los policías,
después de oír la versión de su nieto y en compañía del abogado de la familia,
solicito el examen de sangre y el comandante dio orden de liberarlo tras pagar
una multa por “intención de manejar ebrio”… lo que le valió una reprimenda
verbal de parte de su abuelo…
- Ya papá no me retees máaas – dijo Nathan compungido subiendo a la movilidad de su abuelo
- Pues agradece que no te doy una paliza aquí Nathan – y Nat trago grueso recordando la paliza que le dio en la delegación cuando le pusieron la tobillera hace un año atrás – pero ni creas que en casa te ira mejor, tu padre está echando chispas – advirtió y Nathan se quedo callado, sabía que su padre le iba a dar una buena por esto
Y no se equivoco, apenas bajo de la movilidad vio a
su padre paradito en la puerta con los brazos cruzados con el simbadito en la
mano, mierda dijo Nathan
- Y, ¿a quién he hablado yo? – pregunto Ethan esperando que Nathan entre
- Papá, deja que te explique – murmuro al pie de las gradas
- Entra Nathan, no querrás un espectáculo aquí en el patio – sugirió Mikel y Nat avanzo a pasos cortos dos gradas mas, mientras Tano se hacía a un lado, quería darle espacio y dárselo el mismo para soltar el chicotazo a la entrada, se había jurado calcarle aquello en el poto apenas cruce la puerta – me voy Tano, tu madre debe estar esperándome – agrego y Nathan se giro suplicante
- Papaaaaaaa
- No Nathan, esto es entre tu padre y tu, fue él quien te dijo que NO sacaras las llaves de la moto – dijo y cerró la puerta principal del jardín, dejando a Nat con su padre
- Entra – dijo Tano mirándolo serio
- Paaaa
- Entra Nathan – repitió
- Pero es que
- He dicho que entres – repitió Tano
- Pero paa deja que te explique lo que paso
- No quiero explicaciones Nathan quiero que obedezcas, he dicho que entres, no lo voy a repetir
- Pero de verdad no fue mi cuuuulpa
- RWAAAS – sonó el simbadito quemando la piel debajo de los jeans, joder pensó Nat, su padre estaba furioso – bueno , pues tu lo has querido – fue lo único que dijo Tano, dando a entender que no iba a oír mas tonterías ni iba a soportar una desobediencia mas – rwas, rwas rwas – y tres llegaron en el mismo lugar, Tano había cogido a Nat de la axila y le bloqueo correr metiendo una pierna entre las suyas y azotando sin tregua fuerte, total los jeans son gruesos y además Nat tenía 20 años ya
- AUUUUUU yaaaaa auuu auuu
- rwas, rwas rwas RWAAAS RWAAAS
- buaaa ayyy AUUU AUUA AAYYY PAAAA PAAA. NOOO DEJA QUE TE EXPLIIIQUE – grito Nat, queriendo correr sin poder, vaya que papá no perdió sus habilidades
- Y yo he dicho que no quiero explicaciones porque NO TENIAS PERMISO PARA SACAR LA MOTO – dijo Tano y siguió azotándolo – rwas, rwas rwas RWAAAS RWAAAS RWAAAS
- BUAAAA AUU AUUUU YAAA PEEERDOOON – y Tano lo soltó, era suficiente, con eso aprendería y lo apretó a su pecho para que termine de llorar, joder, no era bonito ver a su hijo llorar como lo estaba haciendo – auuu auuu– se quejaba, aguantando las ganas de tocarse el trasero – no queria arruinar la cena papá, de verdaaad – dijo acordándose lo que su abuelo había sugerido
- Ya hijo, ya, calma ¿sí? – dijo Tano frotando su espalda, dando un suspiro, total a su hijo no le paso nada malo – lo que me enoja no es la cena Nathan, a cualquiera le puede pasar un incidente que te retrase volver, pero tu te has puedo a beber hijo, eso es ser imprudente, ni siquiera estoy furioso por sacar la moto, sino porque sabiendo que tienes que conducir te pusiste a tomar
- No era mi intención papá, lo siento – dijo avergonzando
- Bueno, no importa, ahora ya sabes – le dijo besando su frente – vamos, no has comido nada ni yo tampoco – murmuro soltándolo y fue cuando Nat saco de su bolsillo una cajita
- Feliz Navidad papá – dijo tímidamente, le había comprado a su padre una navaja Victorinox – para que vayamos de campamento el fin de semana – agrego
- Feliz navidad a ti también Nathan, y aunque no lo creas tu regalo esta bajo el árbol – sonrió
Y Nathan no necesito que se lo repitan para entrar
corriendo, él amaba la navidad
Feliz
Navidad Drea,
que
todos tus deseos se hagan realidad,
no me
tocaba a ti escribirte,
pero ya
ves, así salió la cosa
Nathan siempre metiéndose en problemas jaja perdió una apuesta jejeje
ResponderEliminarMuy lindo el relato.
Genial! Este nathan da mucho material jaja vive de travesura en travesura. Menos mal q igual esta en la lista de los niños buenos.
ResponderEliminarjajaja pobre Nathan le salió muy caro andar de ligador!!!
ResponderEliminarMarambra fue lindo leer de tus chicos en un futuro!!
Lo disfruté mucho amiga escribes gelial, pues como dirían aquí escribir de los TH es tu mero mole!!
Marambra y Drea espero que hayan tenido una bonita Navidad!!
Ni en Navidad le das una tregua a mi nathan����
ResponderEliminarTERRY
Los Th con un año mas e igual de divinos y traviesos, jaja quien lo diria que a los 20 le sigan dando, jejej
ResponderEliminarGinebra
Vaya, ni en navidad tienen tregua Mikel ni Etthan, tenaz esos bebitos jajaja
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