Postales Navideñas: Relato Nº 7;Varios Autores

Postales Navideñas

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 24 de Diciembre del 2016.

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Regalo Nº 7

Estrella… Estrellita

En época navideña todo era una locura, los guías se preparaban para la celebración de la vida, esa era una ocasión muy, muy especial, ya que se hacía reconocimiento a las cualidades de los aprendices de guía y se les otorgaba una estrella por la cualidad mayormente evidenciada en ese periodo de su entrenamiento. Al juntar cinco estrellas podían presentarse a una prueba que le llevaría a estar cada vez más cerca de ser oficialmente un guía.

Nicolás estaba súper emocionado porque sería su primera ceremonia, es decir, su primera estrella y Saúl estaba muy orgulloso de él y sus avances; Saúl le había indicado que no podía saltarse ni un solo repaso o no le entregarían su estrella y que ni por error debía faltar en esa ocasión ya que ahí sí que le retirarían la posibilidad de ser guía, ya que no solo se consideraría un irrespeto a los Guías, al templo o a sus tradiciones sino que era una gran falta de respeto hacia la vida misma ya que a ceremonia era justo el 24 de diciembre para que coincida con la navidad, época terrenal de continuidad y renovación.

Pero Nicolás, a pesar de toda la emoción de las festividades, era la primera Navidad sin su familia, y empezó a mostrarse cada vez más triste y distraído más de lo habitual, casi ausente lo que preocupó a Saúl, pero Nico simplemente lo negaba y decía que todo estaba bien, pero al verse presionado confesó que necesitaba ir un momentito a ver a su familia aunque sea de lejos. Saúl se negó enérgicamente y le dijo que eso estaba prohibido y que lo lamentaba mucho pero no se lo podía autorizar, ya que si lo hacía él mismo recibiría un fuerte castigo y no dio pie a mas discusiones ni pretextos, porque Saúl zanjo la discusión con la amenaza de dejar de ser su guía y Nicolás no menciono nada más, lo que no significaba que olvido el tema.

En la mañana previa a la ceremonia Julián estaba a cargo del último repaso, Saúl se presentó como era su costumbre, pero  no vio a Nico en ningún lado pero no tuvo ni tiempo de preguntarse donde estaba porque Julián se acercó  a Saúl y le dijo que Nicolás tenía cinco minutos para presentarse o estaba fuera. Saúl solo asintió y salió de la sala rápidamente enfadado, pero cerró los ojos con fuerza y se tranquilizó, solo así podría sentir donde estaba Nicolás y fue grande su sorpresa al saber que estaba en su habitación, así que fue de inmediato a buscarlo, entró sin golpear, furioso por la irresponsabilidad del chico.

• En tres minutos empieza el último repaso Nicolás más te vale llegar a tiempo – dijo y se regresó apenas recibió respuesta de Nicolás
• Si, si  ya voy – respondió Nicolás evitando mirar de frente a Saúl para que no notara que había estado llorando, corrió como loco, pero logró llegar a tiempo, al entrar recibió la mirada reprobatoria de Julián y bajo la mirada, se colocó en su lugar pero no veía a Saúl por ningún lado, casi al final sintió una mirada fija en él y al voltear se encontró con la mirada furiosa de Saúl, y de inmediato se sintió culpable seguro que lo había metido en problemas por su actitud y habrían consecuencias, pensó

Al terminar el repaso de la ceremonia Saúl y los demás guías tenían una ceremonia de purificación, así que Nicolás en lugar de charlar con sus pares se dirigió a su habitación abatido, es que no tenía ánimos para nada, en su mente estaba el rostro ya borroso de su madre y sus hermanitos, así que antes de abrir la puerta giró y salió corriendo a toda velocidad… no importaban las consecuencias tenía que ver a su madre por última vez, tenía que despedirse de ella de alguna forma.

Sin saber cuánto tardo, de pronto llegó a la que era su casa pero solo estaban sus hermanitos, su madre no estaba allí, trato de no ser visto por ninguno de ellos, no quería asustarlos y se escondió lo mejor que pudo pese a ser invisible y vio como corrían, como jugaban entre ellos en medio de risas y gritos infantiles, se veían felices y eso aligeró su corazón y paso un buen rato contemplándolos, olvidándose del tiempo y todo lo demás.

• ¿Cuando vuelve mami del cementerio? – preguntó uno de sus hermanitos

¡El cementerio!, pero claro, ¿cómo no se lo imaginó?, así que dirigió hacia allá y la vio sentada sobre la hierba que cubría su tumba, su rostro estaba cubierto de lágrimas, su cabello tenia canas, había envejecido mucho en tan poco tiempo y era su culpa… quiso abrazarla y decirle cuanto la amaba, que lo viera por última vez, pero sabía que no debía hacerlo, recordó como Saúl le enseño a dejarse sentir sin ser visto y trato de hacerlo, no lo hacía muy bien pero al menos lo intentaría, cerró los ojos y visualizó en su mente a su madre, alegre, joven, vivaz, como era cuando él estaba a su lado y sonrió, de inmediato un suave aroma a rosas blancas inundó el lugar y una suave briza envolvió en un abrazo a su madre, entonces ella lo supo.

• ¡Eres tu mi vida, mi niño lindo, mi Nicolás! – exclamo feliz su madre, y la briza volvió a rodearla, el corazón de Nicolás latía a millón, logró comunicarse con su madre sin ser visto – Te extraño hijito, te extraño mucho, quiero que estés en un lugar lindo y que seas muy feliz mi amor, lo único que deseo en la vida es ver tu sonrisa una vez más, solo verte una vez más mi amor, a cambio de lo que sea – decía su madre con sus ojos inundados de la luz de la esperanza y la alegría de su encuentro

Su alegría lo traicionó y sin siquiera pensarlo sintió que tomaba la mano de su madre y se hizo visible para ella, de inmediato ella lo abrazo y lo beso como nunca, con ansias, con hambre de su aroma.

• ¿Cómo estás? ¿Estás bien? Eres feliz? – increíblemente su mamá no tenía miedo de él, no huyo, no grito, en cambio lo lleno de amor
• Si mami estoy bien y soy casi feliz – contesto sintiendo los latidos de su madre en su piel
• ¿Casi amor? – dijo mamá cogiendo su rostro en las manos, que le faltaba pensaba – ...¿que te falta? – pregunto sin dudarlo, ella se lo daría su estaría en sus manos o buscaría la forma
• Saberte feliz también mamá, quiero que estés alegre, que no llores más por mí, recuérdame con alegría, con esperanza y amor, prométemelo mamá, prométemelo por favor – empezó a gemir con desespero, con ese llanto de niño que quiere un dulce para sonreír
• Está bien mi niño lindo – prometió mamá cubriendo su cara de besos –  desde hoy siempre estaré con una sonrisa en los labios, porque siempre te tengo en mis pensamientos y en mi corazón, te amo hijito – declaro
• Yo también te amo, mamá – declaro dándole un fuerte abrazo y un beso, conforme con lo que hizo – debo irme ahora – murmuro de pronto aliviado
• ¿Te volveré amor?
• Algún día mami
• Adiós mi niño
• Adiós mamá

Y Nicolás se mezcló con la niebla que empezaba a inundar el cementerio. Vio a su madre persignarse por última vez ante su tumba y con una sonrisa se dirigía a la salida del cementerio, de seguro rumbo a su casa… Nicolás se sentía en paz, era como haber descargado su angustia en ese encuentro, ya no había dolor en su corazón, se sentía libre, libre y feliz, sabía que era hora de regresar a lo que era su nuevo hogar porque ahora sentía que su lugar con los guías era donde debía estar.

• ¡Los guías! – exclamó – ¡No puede ser, es tardísimo! – y lo más rápido que pudo se dirigió hasta el lugar de la ceremonia, con la esperanza de que nadie se hubiese notado su ausencia.

Mientras tanto hasta el templo se escuchó el trinar de las aves al despedir el día, lo que indicaba el inicio de la ceremonia, Saúl y los demás guías, debían salir de su ceremonia de purificación directo a la celebración de la vida, y cuando tomó su lugar busco con la mirada a Nicolás y no lo vio por ninguna parte, no podía abandonar el lugar, no podía ir a buscarlo, llegar retrasado era una gran afrenta y sería visto como negligencia de su parte en el entrenamiento, una dejadez de sus deberes; Saul estaba echando chispas, pensando en todos castigos que le daría.

Pero a medida que la ceremonia avanzaba, su ira se convirtió en angustia porque Nicolás no llegaba, no había por ninguna parte y miraba y miraba con disimulo a todo lado, hasta que su mirada se cruzó con la de Alfredo, lentamente levantó la palma abierta hacia Saúl y el papel donde estaba el nombre de Nicolás se evaporo, era el fin… habían excluido definitivamente a Nicolás, ¡Saúl había fallado!.

El resto de la ceremonia fue como una película vieja de la que eres parte, como un mal sueño o una pesadilla Saúl estaba desolado y cuando Nicolás llegó al templo todo era lleno de algarabía, estaba tan desubicado en el tiempo que creyó que aún no se efectuaba la ceremonia así que corrió hasta su habitación a ponerse su traje especial para la ocasión, pero al abrir la puerta se vio aprisionado por la oreja.

• ¿DONDE RAYOS TE HAS METIDO? – era Saúl estaba furioso
• AAAAUUUU,  Yooo… –  Temía contarle la verdad sabía que se podría mas furioso si eso era posible
• TU ¡QUE! – y sin esperar respuesta tomo su cinturón que había dejado sobre su mesita de noche ya liso dobladito en dos y sin soltar su oreja prácticamente lo arrojó sobre su cama, de un tirón bajo sus pantalones y calzoncillos y el infierno empezó
• ZAS, ZAS, ZAS – cayeron los cintazos con fuerza dibujando tres franjas rojas en la piel – PERDISTE TU OPORTUNIDAD DE SER GUÍA – anuncio para horror de Nicolás
• AYAYYAYYAYAYAYAYYYYYY
• ZAS, ZAS, ZAS ME DEJASTE EN RIDÍCULO – agrego enfadado, porque todos comentaban que había fallado y en parte su orgullo estaba herido
• AY AY AUU YYYA PERDÓN – Saúl lo tomo bruscamente del brazo y le obligó a ponerse de pie, fue incomodo porque no le permitió subirse la ropa
• ¿Dónde estabas Nicolás? – Nico seguía llorando y no se atrevía a responder por miedo a que Saúl enfurezca nuevamente, solo se mordió el labio nerviosamente, pero Saúl había agotado hace mucho rato su cuota de paciencia –  ZAS, ZAS, ZAS DONDE ESTABAS NICOLÁS TE ESTOY PREGUNTANDO – grito y un nuevo cintazo se calco en el trasero – ZAAS
• AYY NO NO YA NOOO POR FAVOR SAUL… NO MAS.. no maas no maas – empezó a gemir ronco
• ZAS, ZAS, ZAS ¿DONDE ESTABAS?... CONTÉSTAME – Saúl no iba a cesar en su esfuerzo
• AUUU AUUUAUUU
• ZAS, ZAS, ZAS  DONDE ESTABAS NO VOY A PARAR HASTA QUE ME LO DIGAS – amenazo
• AUUU AUUU AYAY YA – Saúl volvió a levantar la correa y Nicolás se rindió – NO NO …TE LO DIGO… YA YA TE LO DIGO..TE LO DIGO – gritó mientras seguía llorando, pobrecito es que Saúl sí que dejo bien plasmado su enojo
• Fui ….fui …a ver a mi ma… a miii mi mamá – dijo entre espasmos
• QUE MIERDA NICOLÁS – Saúl volvió a levantar el cinto y Nico se encogió de miedo y cerró los ojos pero el correazo jamás llegó  – No sales de tu habitación bajo ningún concepto y cuando regrese terminaremos la charla – amenazo

Y el pobre de Nico solo asintió y mientras las lágrimas y la angustia seguían inundando su rostro, Saúl salió de allí dando un portazo mientras Nico se tiraba a la cama a llorar su desgracia… y su dolor. Cuando Saúl salió se encontró de frente con Alfredo y Julián que estaban afuera de la habitación de Nico y seguro que habían escuchado todo, sus miradas eran de comprensión y pena eso derrumbó a Saúl.

• ¿Qué va a pasar? – preguntó con lágrimas en los ojos
• La decisión está tomada Saúl – respondió Julián, en diez minutos queremos que Nicolás y a tú se presenten en el concejo de guías
• Si señor – fue la respuesta sumisa y resignada de Saúl, y sin poder más con su angustia se reclino sobre la puerta de la habitación de Nico mientras veía como Julián y Alfredo se retiraban rápidamente. Espero unos minutos por respeto al dolor de Nicolas, respiro profundo y volvió a entrar, de inmediato Nico se pudo de pie pero seguía mirando al piso con el rostro rojo y sin dejar de llorar ¿qué pasaría con él ahora?, ¿de verdad lo expulsarían como oyó decir a muchos guías y aprendices?
• Ponte tu ropa ceremonial Nicolás en 5 minutos debemos estar en el concejo – dijo ásperamente Saúl y volvió a salir
• Si señor

Y sin mediar ni una sola palabra más, se dirigieron hacia el gran salón, pero allí solo estaban Julián y Alfredo, eso era extraño se suponía que debían estar todos los guías presentes. Saúl no sabía que esperar. Nico permaneció cerca de la puerta.

• Nicolás acércate – ordenó y Nico se acercó temblando, se sentía muy solo, pero al pasar cerca de Saúl, éste le rozo brevemente su mano y sintió que de alguna forma, Saúl lo apoyaba, pese a la paliza
• Míranos – ordeno secamente Alfredo – no queremos hablar con tu nuca niño – y con un tremendo nudo en la garganta se obligó a levantar la cabeza
• Son muchas tus faltas Nicolás, demasiadas realmente – dijo suavemente Julián y Nicolás se sintió pequeño y no pudo evitar clavar la vista al piso nuevamente
• Lo siento – murmuró en un gemido
• ¡Silencio!, nadie te dio permiso para hablar – rugió nuevamente Alfredo y Nico cerró los ojos fuertemente, no quería llorar no delante de ellos… pero sentía que las lágrimas se arremolinaban en sus ojos
• Te elegimos como posible guía por una razón – dijo de pronto Alfredo, ¿lo habían oído bien Nicolás y Saúl? – y lo que hiciste hoy solo corrobora lo que esperábamos de ti – Nicolás levanto la cabeza con desconfianza, ¿esperaban que fallara? – Actuaste por amor – sonrió por primera vez Alfredo – por amor a la vida, sin importar las consecuencias, incluso pusiste en riesgo tu destino, por garantizar la felicidad de tu madre, así que te ganaste tu estrella Nicolás – anuncio haciendo un gesto para que le pasen un cofre de cristal
• ¿Qué? – Nicolás podía creer lo que estaba pasando, ni él ni Saúl sinceramente
• Toma tu estrella Nicolás – repito Alfredo ahora sonriente, alargándole un cofrecito al que se escapaban pequeños destellos. Nicolás lo tomó y al abrirlo la estancia se inundó de luz, había ganado su estrella, su primera estrella
• Tienes algo que decir? – pregunto Alfredo
• Pues…Gracias… ¡muchas gracias! – dijo realmente emocionado, sin dudar en lanzarse en un abrazo sobre el guía de guías, arrancando una sonrisa a Julian – pero… – se soltó de pronto cambiando su actitud, mientras cerraba el cofrecito, como si no lo mereciera
• ¿Pero qué? – preguntó Julián
• No… ¿no van a castigarme?.... rompí muchas reglas – dijo de pronto tímidamente
• Saúl ya lo hizo – respondió Julián y Nico enrojeció hasta las orejas – y creemos que es suficiente castigo, ahora vamos… dame un abrazo Nicolás es que ya es Navidad – y Nico se lanzó a los brazos de Julián y luego a los de Alfredo sin dejar de decir gracias, gracias… muchas gracias
• Los dejamos solos, ustedes tienen que terminar su conversación – dijo Alfredo y él y Julián se retiraron, conformes con la extraña habilidad del muchachito, de esa efervescencia contagiosa

Saúl no se había movido de su lugar, Nicolás se acercó algo cohibido y se puso frente a él mirándolo a los ojos le dijo.

• Perdóname por favor Saúl, yo no – pero no pudo continuar por dos razones, el nudo que tenía en la garganta y porque Saúl lo envolvió entre sus brazos
• No te perdí Nicolás, ¡no te perdí! – repetía una y otra vez, feliz, porque esto también era un premio para él – ¡no te perdí!  – Nico se repuso de la sorpresa inicial y lo abrazo con fuerza

Estaba feliz, estaba en casa, era un milagro de Navidad.

Feliz Navidad Estrella, el título va con tu nombre
jeje, disfrutalo y que Dios te acompañe.

24 de Diciembre del 2016