Postales Navideñas: Relato Nº 2; Varios Autores

Postales Navideñas

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 24 de Diciembre del 2016

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Regalo Nº 2

Mini héroe

• Vaya, se han quemado los foquitos – le dije a mi padre
• Ufff, pues ya me extrañaría que siguieran vivos después de tantos años hijo, han sobrevivido 16 años, ¿no crees que es mucho tiempo para un foco? – sonrió mi padre
• Mmm, si tienes razón, pero digamos que son una de esas cosas que te traen nostalgia… me recuerda a…
• ¿A qué?... ¿A la paliza que te di por poner en riesgo tu salud?
• NOOO, claro que no – dije de pronto avergonzado – me recuerdan más bien a que ese año tuve más coraje que ahora y quise recuperar a mi hijo – y mi padre se quedo mirándome… bueno es la primera vez que hablo de esto…

Ethan

Las luces del árbol y  el entusiasmo de mis hijos me traen un particular recuerdo, una de las tantas navidades de mi juventud, aquel entonces tenía 18 años y como ahora era noche buena y como es de esperar era una noche muy caliente porque en esta parte del mundo es verano, lo que no impidió a mi madre hacer flotar el espíritu navideño en el ambiente y la casa desde que tengo memoria estaba vestida de verde, rojo y dorado en todos los rincones, los colores favoritos de mamá para estas fechas, pero además ese año había un detalle particular, mamá compro un enorme juego de luces blancas que lo habíamos armado con mi padre junto al nuevo arbolito navideño que tuvo ese año el honor de ser coronado con una estrella plateada que lo puso el más pequeñin de la casa: Nathan, mi hermoso hijito que tenia aquel entonces 3 años.

Aquel entonces quise recuperar a mi hijo como le acabo de confesar a mi padre, aunque no sé si él lo supo siempre… creo que nunca se lo preguntare;  mmm como sea, aun me parece oír la voz de mi pequeño en mi oído jalándome el pantalón para hacerle caso, es que yo estaba llorando en mi habitación, Mikel mi padre acababa de darme una paliza por desobediente… una paliza en plena víspera de noche buena, jajajja ahora me parece gracioso, pero definitivamente ese día mi papá merecía carbón en vez de un regalo…

• Taaanooo Taaaano – Nathan se acerco a mí su mini padre con la confianza que los bebes tienen y empezó a jalarme del pantalón cuando no le hizo caso – ¿te potaste maaal? – pregunto con voz llorona, asustado de verme imagino con los ojos rojos y la nariz mojada
• Noo – respondí sin pensarlo y mi pequeño niño corrió donde estaba mi padre y le atesto una patada con sus viejas botas que no quería quitarse ni para bañarse
• Pero que granuja – dijo mi padre alzándolo de la cintura queriendo robarle un beso, Nathan era su debilidad y me sobresalte, es que tras la paliza casi siempre me dejaba solo para que me calme cuando ya estaba callado era que venía de nuevo al ataque pero esta vez verbal; no es que iba a reñirme malamente, sino venia a reflexionarme y luego me consolaba, por eso me asuste, no creí que se quedara ahí después de lo que paso, yo estaba muy enojado además porque era injusto – le has dado una patada al papá – reclamo

Oír aquello nublo mis  ojo lo juro e hice a un lado la cara, como me dolían esas palabras, me lastimaban en realidad porque tenía ganas de decirle que yo era su papá pero no me animaba, solo mimaba a mi hijto a mi antojo cuando no estaba mi padre, ahora que lo pienso era miedo, pero aquella navidad fue diferente, yo no tenía miedo, tenia rabia… acababa de cumplir los 18 añitos hace apenas unos días atrás y quería reclamar la paternidad de Nathan, pensaba que al ser mayor de edad me lo iban a ceder fácilmente, así que había averiguado por mi cuenta todo lo relacionado con las leyes y de toda la información recibida, algo llamo mi atención… ningún juzgado me entregaría la potestad de mi hijo si no sabía valerme por mí mismo, por eso había hecho lo que había hecho y me llevo una zurra de mi padre en plena noche buena…

Mikel

Mi hijo cree que no sé de aquello, que no lo oí hablar con su madre después de la paliza que le di… ya se, ya se, era noche buena y yo parecía el Grinch de los cuentos que se roba la navidad a los niños, pero lo que hizo Tano merecía una paliza, pero cuando supe la razón de aquello mi corazón se hizo un puñete y me puse en la espalda la cruz de culpable, porque mi hijo era y es un buen hijo, un buen hombre y creo que yo no le di la oportunidad… lo había pegado sí, y me había quedado con él con la esperanza de entender porqué me mintió de esa manera, de verdad no lo entendía, pero mi pequeño hijo/nieto entro al cuarto de su mini padre como un tornado al oírlo llorar, recuerdo su mirada de reproche, mi miro fijamente y me atesto una patada cuando su padre le contesto que no, que no se porto mal o que se yo lo que quiso decirle, pero el caso es que me hizo doler y alce a mi nieto en brazos.

• Eso no se hace, no se golpea al papito – dije poniéndome serio, es que mi niño acababa de soltarme además un lapo en la cara al no dejarlo bajar, ahora lo comprendo quería consolar al que supuestamente era su hermano mayor
• Maaalo – me acuso con los ojos llenos de lágrimas – hichiste yooodar a mi Taaano – Nathan se puso a llorar sentidamente agarrando sus manitos y llevando un dedo a la boca – ciste pam pam a Taaano – empezó a gritar con fuerza con frases cortadas con voz de bebé
• Es que Tano se porto mal – respondí quitándole el dedo de la boca, por lo sucio que estaba, no quería que mi principito se enferme en fiestas de fin año
• Buaaaa aahhh ahhh MEEENTIIDAAA MENTIDA TAAAANO NO MENTE… ES HEROE – empezó a chillar – Tano xilio.. ayuuuuuda papá maaalo – lloraba jalando su cuerpo hacia Tano y Ethan por fin se dio por enterado y se incorporo subiéndose la ropa cogiendo a mi niño… bueno el niño de mi niño
• Mentira Nat – dijo Tano cogiendo a su bebé, teniendo que confesar la verdad – si me porte mal, me porte mal
• ¿Poque? – Nathan se apoyo sobre el hombro de Tano, acomodándose para dormir, pero quería saber porque se porto mal su hermano intentando meter de nuevo su dedito a la boca, siendo interrumpido por Tano que se lo llevo al baño
• Te cuento pero primero lavamos la manito – propuso

Y los deje solos en la alcoba de mi hijo y me fue a la cocina a ver cómo iba lo de la cena de navidad.

Ethan

La pregunta de mi nene me dejo desconcertado, ¿cómo podía decirle a mi pequeño hijito algo tan importante como aquello?, él nunca lo entendería, así que lo despiste inventándome supuestamente un juego fabuloso con el jabón, le hice un sopla burbujas con lo que Nathan se distrajo y no me pregunto nada y se le paso el llanto, en cambio yo no podía olvidarme de lo que había hecho.

Cuando me entere que con solo reclamar la paternidad de mi hijo no era suficiente para tenerlo a mi lado, yo había decidido hacer algo al respecto, buscar trabajo, obviamente tuvo que ser a espaldas de mis padres porque ellos nunca me dejarían trabajar y como que, no me dejaron hacerlo hasta que salí profesional incluso teniendo ya a Griselda como esposa y dos niños más, Uther y Lothar; pero aquel entonces yo todavía no pensaba casarme, tenía 18 años y me sentí grande, adulto, capaz lo suficientemente hombre como para dar la cara como si aquel número fuera mágico,  pero me di cuenta que no era mágico y que no era tan hombre como dar la talla, total papá me bajo los humos con una paliza.

Mikel

Mi hijo me había mentido descaradamente y lo que realmente me enfado más fue que a causa de aquello su madre y yo cancelamos el viaje familiar que habíamos planeado para esa navidad, quisimos ir al Caribe en un tours familiar navideño con él y Nathan, pero Ethan me mintió haciéndome creer que lo habían convocado como ayudante de anatomía para los nuevos postulantes universitarios durante las vacaciones de verano, la paga era mínima pero que entraba en su curriculum, no podía oponerme a aquello y fue cuando decidimos posponer el viaje para más adelante, quizás carnaval; pero como toda mentira esta tenia mecha corta, yo por una urgencia me vi en la necesidad de ir a la universidad… no recuerdo para que y me di de frente con la ingrata sorpresa de que no había tal curso de verano, aquel año se suspendieron todos para después de año nuevo; recuerdo salir enfadado de aquel lugar y caí recién en cuenta, ¿qué institución educativa iba a estar abierta el pleno 24 de diciembre?... realmente mi hijo me vio la cara de tonto.

En fin, me encamine a casa, planeando la paliza que le iba a dar aquella misma noche como regalo navideño, es que  muy perversamente imagine envolver mi cinturón en una caja y dárselo como regalo sorpresa y luego fajarlo por mentiroso con aquello y lavarle la boca como a un niño pequeño, pero el espíritu antinavideño se adelanto y una llamada me llego ese mismo momento que entre a la movilidad, eran Ethan que me llamaba del hospital…

Ethan

Las mentiras tarde o temprano se ven descubiertas y la mía tardo 2 meses en ser descubierta, no me había percatado de la fecha y menos pensé que papá iba a ir a la universidad, pero no fue tanto eso lo que le enojo sino lo que me ocurrió a mí, salí como de costumbre temprano y me incorpore en mi puesto laboral, estaba trabajando como mensajero y llevaba paquetes en motocicleta, yo había sacado mi permiso para manejar moto justo a principio de año sin el consentimiento de mi padre, todo iba bien, pero el destino me tenia preparado una broma macabra, y digo eso porque de no haber sido una broma yo estaría ahora mismo bajo tierra, tuve un accidente con otra motoneta y de no ser porque iba vestido como para un juego de futbol americano me rompía entero, claro que eso no impidió que tengas magulladuras y rapones en el cuerpo, no sé cómo pero aturdido me llevaron al hospital y yo no tenía un peso encima para pagar el servicio médico, la empresa no me había dado aun mi seguro así que estaba al aire y no me quedo otra que llamar a mi padre.

Mikel

• ¿Papa? – anda dije, hablando del rey de roma… era Tano al otro lado de la línea
• Oh caballero – respondí enojado con ironía – no me diga, seguro estas muy ocupado en una reunión
• Papaaaa. Por favor escuuucha – dijo con voz llorona y me puse serio, algo le paso a mi hijo
• Que sucede – dije con voz ronca, apagando el motor del auto
• Es que… es estoy en el hospitaaal, he tenido un accideeeente buaaa
• ¡QUEEEE!
• Sufri un accideeente, estoy en el hospital
• ¿¿En qué hospital?! – grite poniéndome nervioso
• En el Frances – eso era al otro lado de la ciudad
• Y ¿qué diablos estás haciendo ahí? – no pude evitar sonar áspero
• Paaaaa por favooor
• Ya voy, espérame

No iba a ir a ningún lado obviamente y me marche al otro lado de la ciudad, demore como 40 minutos pero llegue y me fui directo a emergencia, donde vi a Tano con una venda en la cabeza, una aparatosa venda en realidad que a cualquier asustaría, después de hablar con el médico de guardia que lo atendió lo lleve a mi seguro donde le hicieron una tomografía y a las 6 horas otra, como no había nada malo me lleve a casa, era hora de ajustar cuentas.

• Sube Ethan, no voy a discutir contigo aquí abajo, lo que tengas que decirme me lo dices en tu alcoba que estoy muy enojado contigo por mentirme – le regañe con voz enojada
• Pero papá – quiso reclamar
• He dicho que SUBAS

Y apurado se fue escaleras arriba sin siquiera saludar a su madre.

Ethan

Aun recuerdo aquella paliza, mi padre subió a mi dormitorio con una regla de madera, estaba frito, me iba a caer una de las buenas después de mucho tiempo, cosa que no me gusto mucho que digamos porque me acostumbre a no ser castigado, pero por lo visto mi racha de buena suerte estaba por terminar.

• Ven aquí – me ordeno mi viejo, enfadado
• Papáaaa fue un accidente – me defendí, de algo tenía que valer el chinchon de la cabeza, pero mi padre estaba para pocas pulgas
• Un accidente que no tenias porque sufrir – me dijo enojado tirándome sobre su regazo como si fuera un niño de pocos años, me sentí avergonzado – sobre todo porque tu NO TENIAS PERMISO PARA MONTAR NINGUNA MOTO – eso me tomo por sorpresa, no había considerado para nada este incidente – y encima MENTIRNOS diciendo que estabas en la universidad cuando no hay tales cursos de verano – agrego y con eso termino bajándome la ropa y atrapo mis manos en mi espalda, no sé como lo hizo, pero bueno mi padre tiene entrenamiento militar así que no debería sorprenderme
• Para paaa deja que te expliiique – grite
• Clap clap CLAP CLAP CLAP clap clap clap CLAP CLAP – mi padre no quería oír ninguna explicación
• AUAUAU PAPPA
• NO hay ninguna explicación que se tenga Ethan Van Lauder – agrego antes de continuar – clap clap clap CLAP CLAP CLAP sobre todo NO CUANDO PONES EN RIESGO TU VIDA clap clap clap CLAP CLAP CLAP
• BUAAAA AUUU AGGG YAA PAPA, YAAA

…Y el resto ya lo saben, mi hijito vino a mi rescate, aunque para eso papá ya había terminado, nunca le dije porque me puse a trabajar a él, pero si se lo conté a mi madre cuando le ayudaba a llevar los platos para la cena, nunca imagine que papá había oído, pero lo hizo porque nos interrumpió y me dio abrazo grande y un beso en la frente.

• Quiero hacerme cargo de mi hijo mamá – le dije ese momento
• Te harás cargo cuando estés preparado para eso Ethan – interrumpió mi padre con mi pequeño niño en sus brazos que jugaba con una bolita de navidad – y eso será cuando te recibas, te abras camino y trabajes como lo que serás… como médico, no antes, mientras tanto yo cuidare de ti y de tu hijito… hijo – murmuro

Y así fue, solo que esa oportunidad tardo 16 años de mi vida, 16 largos años que me trajeron a lo largo 3 hijos más que ahora están fregando en el comedor como galgos por probar la cena de mamá.

• Ya chicos, dejen de molestar – dice mi madre
• Pero es él mamá – contesta Nathan sonriendo de oreja a oreja
• Que mentiroso eres Nathan – le dicen los tres menores a coro, Uther Lothar y Matias
• Papaaaaaaaaaaa – chilla Nath corriendo hacia mí como cuando era un niño pequeño

Si, mis hijos, mi mejor regalo de navidad.

Feliz Navidad  Gloria,

 lo mejor para ti este año que esta por empezar, 

Dios te bendiga…

24 de Diciembre del 2016

(Muchas gracias Marambra por dejarme usar tus personajes, y sobre todo por ayudarme con los detalles sin ti quizás no lo hubiera terminado).