domingo, 20 de marzo de 2022

Los Th: Cap. 20; Autora Marambra

 Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 20 de Marzo del 2022.
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Capítulo 20

El Munchausen de Lothar Van Lauder

Autora: Marambra

 

  • Ya, cariño, ya paso ¿si?, dame un besito
  • Ayyy ags, ags, agsss, agggs – el crio se ahogaba en su tristeza y se frotaba el culete con el pantalón del colegio en las rodillas pero con el slip azul en su lugar
  • Por eso no hay que mentir amor, nosotros confiados en que estas en el colegio y tú haces de las tuyas – le decía Miranda con cariño, frotando sus manos – ya cálmate mi pollito, ¿ahora a cambiarse si?, es casi hora de almorzar y llegara papá del hospital, posiblemente ya traiga a Uther a casa, ya no estarás solo si?
  • Mggggmmgmsssm nif aiii aiii
  • Oh, oh, oh, basta pues, si no te di más de diez – le dijo como si eso fuera un consuelo – ¿de qué te pones así? cielo, por favor, basta, si ya te subí hasta el calzón
  • Yooo, no usoooo cal zóon buuu – reclamo enojado pese al llanto que lo ahogaba, tenía que dejar claro que no era una niña para usar calzón – no soy niñaaa
  • ¿Y de eso lloras? – pregunto en un intento de aligerar el ambiente
  • Noooooo, es que, ag, ag, ag es que ya llega ya llegará el abueliiiitooo y seguro me volverá a pegar porque seguro tú le avisaraaaas, waaaaa buuuu – Lothar se abrazó a su abuela – no le digas por favor, por favor
  • Bueno Lothar no le diré nada, es nuestro secreto, pero si tu vuelves a saltarte las clases para hacer de las tuyas, lo voy a sentir mucho, voy a darte una paliza como la que le di a Nathan, con el cinturón y serás tú quien tenga que contárselo luego a tu abuelo y a tu padre
  • Pero papáaa sigue en el hospitaaallll ayyyy auuuu buuuuu – aquello disparo más el llanto de Lothar


Miranda prefirió callar ante esa declaración y solo atino a abrazar con todas sus fuerzas a su nieto, el muchachito este necesitaba de todo su amor, su contención, su apoyo y su comprensión, Ethan había estado 8 días en terapia intensiva, las tomografías demostraban un edema producto del golpe dado en el borde de la cama y luego al suelo, pero lo interesante era que descubrieron cuando dicho edema empezaba a reabsorberse por la rápida intervención médica, que Ethan tenía un raro cuadro epiléptico que se manifestó tras el estrés vivido que coincidentemente tenia Uther,  y misterios de Dios, de la ciencia o la pura coincidencia manifestaron ambos con pérdida del conocimiento pero sin convulsiones.

De ahí la explicación a la gran interrogante de Nathan, lo que necesitaba para poder dormir en paz, él había ido todos los días al hospital y vio a su hermano intubado, con sueros, sondas por todo lado, monitorizado las 24 horas del día inducido al coma médico para evitar cualquier estrés mental y acelerar la recuperación, verlo ahí le produjo shock y no pudo hacer otra cosa que quedarse parado frente al cristal que lo separaba de su hermano y sin darse cuenta llorar en silencio, iba cada mañana muy temprano sin que su padre o madre sepan, estuvo faltándose a la primera clase de la universidad solo por ver a su hermano, hasta que el neurólogo lo reconoció como alumno suyo y fue él quien le explico a solas lo que no quiso creer a su padre…

 

  • Bueno hijo – le había dicho el galeno – te veo aquí todas las mañanas y ahora caigo en cuenta, tu estas faltando a clases, a mis clases y te voy a dar una chance para recuperar la puntuación perdida, pero ya no será necesario que vengas a velar por el bello durmiente – sonrió – tu hermano esta fuera de peligro
  • Pero ¿por qué sigue en la UTI?
  • Está en coma inducido Nat – dijo el médico al joven que tenía pegado al cristal, atormentado – el edema se ha reabsorbido en casi su totalidad y ya pudimos hacer un encefalograma que nos confirmó una sospecha – le dijo mientras lo conducía a la enfermería para ver los exámenes de Ethan   tu hermano tiene un raro tipo de epilepsia que no se manifiesta con convulsiones – agrego mostrándole el encefalograma – tuvo una espacie de descarga eléctrica masiva, por así decirlo – decía mientras le mostro los trazos hechos – y perdió el conocimiento antes de que tú le calques los puñetazos en la cara muchacho – le sonrió, él quería que deje de atormentarse – no fuiste tú quien mando a la loma a Ethan, sino su naturaleza que mira que es caprichosa, el mismo tipo de epilepsia lo tiene Uther, ya hemos hecho todos los exámenes y no hay otra alteración, tu sobrino será dado de alta esta tarde y bueno a tu hermano lo derivaremos a UTIN (unidad de terapia intermedia) hasta la reabsorción total del edema y evaluemos funciones cognoscitivas… ya quitaremos la medicación y permitiremos periodos cortos de lucidez unos días antes de pasarlo a piso


Aquellas palabras habían obrado en Nathan la paz que no pudo su padre con todas las palabras de consuelo que le daba, es que Nat no podía con su consciencia y apenas dormía y andaba deprimido, lo cual claro no ayudaba en nada a Lothar; y las evidentes evasivas de Nat al niño hacían que Lothar crea que su padre corría un peligro de muerte inminente, Lot todo el día preguntaba por su padre y si podía ir a verlo pero no lo dejaron ir por ningún motivo, le había rogado a Nat que lo lleve al hospital pero este si bien prometió que si lo haría la noche que su madre lo castigo y su sobrino se coló a su cama no cumplió con su promesa.

Lothar al ver que nadie en casa haría algo para que él, pueda ingresar a terapia a ver a su padre empezó a faltarse del colegio y escabullirse al hospital sin éxito y ahora estaría en un serio problema si Mikel se enteraba que no había ido clases por más de una semana ya, y que para salvaguardar su trasero robo de su abuelo un certificado médico de su consulta, lo había llenado en el formato computarizado de Mikel, borrando el nombre de un paciente cambiándolo por el suyo y aumentando y quitando cosas, o sea corto y pego pedazos de un informe con diagnósticos de otros para impresionar al director, claro que eso no tenía lógica alguna pero a él le importaban las palabras medicas difíciles de pronunciar, y sin querer arriesgar más de la cuenta llevo eso en la mochila del colegio, fue al hospital e ingreso a uno de los consultorios que estaba abierto y sin nadie dentro, sello el certificado y garabateo en el ángulo donde decía firma del médico; y contento con su baja médica de 20 días, que fue lo que indicaba la hoja esa, la  hizo llegar por correo al colegio; lo que nunca sospecho o cruzo por la cabeza era que el director del colegio llame a Mikel para una reunión de suma importancia por la situación de salud de los niños, claro Mikel no sospecho nada, los muchachos habían estado con permiso dos días tras la travesura de la fiesta, luego ocurrió el incidente del desmayo de Uther y su internación y creyó que se trataba de la baja médica de éste,  que aún no había hecho llegar al colegio porque seguía internado y como le dieron de alta ese día, Mikel tenía el certificado médico del hospital en la mano y dijo al director que se reunirían en la tarde, claro Mikel hablaba confiado pensando que se trataba de Uther.

 

  • No lo entiendo, me dijeron que dejarían en blanco la casilla de calificaciones hasta el próximo trimestre
  • A bueno – dijo la secretaria – eso tal vez es un detalle técnico que no estoy informada, de todos modos, hay que aclarar el asunto del certificado médico, que creo hay… – no le dejo terminar
  • No se preocupe, que ahora mismo estoy agarrando en mi mano el certificado firmado y sellado por el médico de cabecera – contesto Mikel


Y ambos quedaron satisfechos de las explicaciones, la secretaria con el certificado de Lothar en la mano se quedó con las palabras de Mikel, “si, tengo el certificado sellado y firmado por el médico de cabecera”, mientras Mikel hablaba del certificado de Uther, ambos colgaron el fono y se sumieron en sus cosas.

 

  • ¿Hablo con el sr. Van Lauder? – pregunto el director
  • Si, esta tarde viene – respondió la secretaria
  • ¿Qué dijo sobre el certificado ese?quiso saber el hombre
  • Que hubo un contratiempo y que esta tarde trae el certificado firmado por el médico tratante – repitió lo que claro le dijo Mikel por fono
  • Hay que ser caraduras de verdad – comento el profesor disgustado por el asunto   ¿cómo pueden mentir de esa manera? – pregunto a la secretaria – ¿Usted cree que de verdad ese muchacho este con problemas de salud tan serios como estipula ese papel? – es que el chorizo de cosas que ahí decían eran como para dudar – yo lo dudo – se respondió – y estos padres, ¿cómo pueden mentir de esa manera? y querer arreglar las cosas con un simple “si hubo un lio con el certificado”, socapando sus propias mentiras, eso es crear pequeños delincuentes – hablaba porque el certificado médico era real, con firma y sello pero las cosas escritas no tenían sentido alguno
  • Pero es la primera vez que faltan estos niños – dijo la secretaria
  • Si lo sé – respondió mirando el record de faltas – pero lo que quiero saber, es porque solo hay un certificado y que escusas me pondrá por la ausencia del otro muchacho a no ser que me traiga sinvergüenzamente un certificado firmado por… no sé un pediatra del hospital, solo faltaría eso y cerramos el circulo de maternidad – dijo moviendo la cabeza
  • Pero, yo no sé… quizás definitivamente este médico lo reviso y firmo el certificado, por ahí y era un asunto de vida o muerte – alucinaba la secretaria queriendo encontrar lógica a ese papel
  • Vamos Rita se va creer usted qué un ginecólogo firme una baja médica de 20 días con un diagnóstico de lo más cochambroso como este – le dijo mostrándole el papel – ¿lo ha leído?, además dice menarca a los 12 años, o este niño es hermafrodita o no sé qué pensar
  • No, no lo leí, ¿un ginecólogo dice? – pregunto la secretaria frunciendo el ceño, eso sí era raro
  • Si un ginecólogo, ¿no se fijó en el sello?... léalo y me dice luego – y se salió dejando el papel en las manos de la secretaria que se puso a leer el famoso certificado médico de Lothar que decía:

 

Certificado Médico de Salud

 

Lugar y fecha: Santa Cruz de la Sierra; 04/04/13

Medico:  Mikel Van Lauder (olvido cambiar el nombre)

El médico que se nombra suscribe Que:

                                 El señor Lothar Van Lauder Landivar de 14 años de edad, acudió a consulta en fecha 30 de marzo del año en curso por referir cuadro de astenia generalizada, vómitos, sudoración profusa, dolor muscular generalizado, turgencia mamaria derecha, epistaxis autolimitada de 5 días de evolución, además de fiebre y retraso menstrual de dos meses aproximadamente. Menarca a los 12 años (había copiado una historia errada con otra, sin terminar de leer si convenía o no)

Al examen médico se reporta sistema cardiovascular dentro de límites normales excepto por presión arterial elevada 170 sistólica – 90 diastólica, abdomen blando, depresible con ruidos hidroaéreos aumentados, sistema urinario con puño percusión negativa, puntos ureterales normales, bolsas escrotales laxas con testículos de tamaño normal, reflejo cremasteriano presente bilateral, miembro masculino sin características patológicas, al tacto rectal, próstata ligeramente dolorosa a la presión, aumentada de tamaño, examen neurológico normal. Piel y faneras conservadas, musculo esquelético aparentemente dentro de parámetros normales.

Se solicita ecografía prostática, hemograma y química sanguínea, examen general de orina, glucemia, test lipídico, marcadores tumorales prostáticos, perfil hormonal ginecológico LH, estrógenos, progesterona, gonadotrofinas

 

       Diagnostico presuntivo:

 

                     Hipertrofia prostática benigna a DC

                     Mola hidatiforme

                     Síndrome de Munchausen

 

Por la gravedad del cuadro y por el requerimiento de internación mientras duren los exámenes de laboratorio y gabinete arriba mencionados, se extiende la baja por 20 días hábiles desde el momento de la consulta.

Por cuanto doy fe; para fines exclusivos del interesado arriba mencionado, señor Lothar Van Lauder Landivar.

Atentamente:

 

Dr. Edgar Montalvo

Ginecólogo – Obstetra

Mat. M – 678

 

Pero el destino es el destino y cuando te toca, te toca no más; y a Lothitar le toco la lotería de las nalgadas con el premio mayor; esa mañana el tenia examen de matemáticas, es más, toda la santa semana tenía exámenes de todas las materias, estaban iniciando una maratónica de exámenes de primer trimestre debutando con matemáticas y él no estaba ni enterado, y aquella mañana como vaticinio a lo que su abuelo le regalaría cuando acabara de enterarse del famoso certificado médico, su abuelita hermosa le calentó el culete en casa con una buena tanda de azotes en las nalgas sobre sus rodillas y había obligado a Lothar confesar parte del pecado, solo que una parte muuuuyyyy mínima, vamos insignificante en su totalidad.

Aquella mañana, Lothar como siempre salió rumbo al colegio y se desvió del camino para dirigirse al hospital, ingreso como se le hizo costumbre dejando la mochilita en el casillero de papá, tenía las llaves del gavetero de Ethan, y se escabullo por las gradas de uso exclusivo del personal, aprovechando que a esas horas estaban todos en visita médica, y entró hasta el área de terapia intensiva pero como de costumbre no pudo ingresar a la sala, solo pudo ver a su padre por la ventana porque creyó que las enfermeras estarían de visita, su única oportunidad se había arruinado y ahora necesitaba un pase de ingreso a la restringida área; desanimado como estaba y con el hambre que tenia se fue a la cafetería del hospital y allá al salir se dio de frente con Miranda que ingresaba a devolver el vaso de jugo que compro para Uther, aquel encuentro fue el acabose de Lothar, la abuela lo agarró del cuello antes de cometer la tontería de sacarlo de las orejas, ella supo al instante que el chico estaba en problemas porque apenas se miraron, Lothar palideciendo mortalmente y trató de huir, además de tartamudear claro.

 

  • ¿Y?, ¡jovencito!, ¿se puede saber que está haciendo usted en este lugar en horas de clases? – pregunto su abuela
  • Yooo… vine a ver a papá me dieron suelto en el colegio – mintió descaradamente
  • ¿No me estarás mintiendo? – achico los ojos suspicaz
  • No abuelita, no te miento – se le ocurrió decir al crio y tras un minuto de análisis clínico de parte de su abuela, esta hablo
  • Dónde está tu mochila, es hora de irnos
  • Pero quiero ver a papá – no iba a desaprovechar la oportunidad de que Miranda logre el ingreso que requería
  • Sabes que no podemos ingresar Lothar, hay demasiados pacientes ahí – tuvo que contestar su abuela cambiado el tono de voz a uno más conciliador al ver la mirada de su nieto – No está en una sala común hijo y hay pacientes extremadamente delicados – le explico con los ojos tristes – y no tenemos autorización, está prohibido para menores de edad, ni yo pude ingresar hoy…
  • Pero quiero ver a papaaa – dijo con frustración Lothar
  • Lo sé, pero no podemos, ahora donde está tu mochila, nos vamos ya, es tarde


Y saco al chiquillo de allá porque tenía aun que terminar de cocinar; ya le avisaron que Uther estaría en casa esa tarde y debía alistarle ropa, Mikel lo recogería porque aún quedaba un estudio ambulatorio y recoger medicación para un mes, y cuando insistió en lo de la mochila al chiquillo, se puso nervioso lo que hizo sospechar a Miranda sobre todo cuando vio la mochila vacía.

 

  • Lothar… ¿dónde están tus cuadernos? – pregunto con sospecha Miranda – No me dirás que te fuiste al cole sin un solo lápiz, ¿dónde están tus carpetas?
  • No tenía clases, ayer nos dijeron que no habría clases, por eso no saque nada – esa era una mentira de los más tonta que alguien podía decir, pero bueno así iban las cosas con Lothar
  • A ver, a ver Lothar – Miranda paro el discurso de su nieto moviendo una de sus manos – si vas a mentir piensa en lo que vas a decir por lo menos para que SUENE CONVINCENTE – Miranda le jalo las orejas
  • Auuuuch, auchh, no estoy mientiendooo – se agarró la orejita lastimada
  • Bien, no quieres decir la verdad, vamos a ir al colegio a averiguar cuánto de todo esto es verdad PLAF – le regalo un feo nalguetazo con toda la palma abierta delante de un montón de gente que entraba y salía del hospital, Lothar solo se cubrió la cara de vergüenza y así lo condujo hasta el estacionamiento sin soltarle el brazo y repartiendo de vez en cuando una dura nalgada – suba de una vez – lo metió al auto y aseguro la puerta sin soltar la vacía mochila – vamos a ir al colegio
  • Nooo, por favor mamáaaa, nooo, al colegio no – empezó a rogar diciendo mamá, solía llamarla mamá en situaciones muy particulares y esta era una de esas
  • Porque. Me dijiste que no tenías clases hoy, que miedo hay de que yo vea el colegio vacío 


Y no le dio chance a nada más, prendió la movilidad y se dirigió al colegio mientras Lothar lloraba bajito en la movilidad, era cerca del mediodía y vio a un montón de estudiantes salir del colegio corriendo riendo, fastidiando, empujándose, gritándose como siempre, Miranda no dijo una sola palabra y retomo la ruta a casa.

 

  • Deja que te explique por favor abuelita – quiso salvaguardar en algo su integridad porque sabía de sobra que en casa no le pasarían nada el faltarse el colegio sea la excusa que sea, y tenía miedo del abuelo
  • Y CLARO que me explicaras – dijo Miranda sacando a su nieto de aquel lugar – pero en casa y sobre mis rodillas y luego a tu abuelo – lo amenazo
  • Por favoooor, NOOO al abuelooo, no a él
  • Al abuelo si, y voy a llamar al colegio Lothar quiero ver que materias te has saltado – Lothar estaba frito y opto por jugar su última carta
  • No es necesario abuelita, tenía lenguaje y educación física y música, podrás ver mi horario en la habitación


Su abuela lo miro con sospecha y luego continuo su camino, el muchacho estaba agobiado, pensaba Miranda… había sido una semana terrible para todos y Lothar estaba prácticamente solo, sin su padre ni su hermano, solo los tenía a ellos y aún cuando ellos lo adoraban no podían suplir a su papá y hermano, pero no por eso pasaría por alto el faltarse y mentir, no podía simplemente dejar que  quiera hacer lo que desee por muy tiernas o buenas que fueran sus intenciones, para eso ya llegaron a casa y mando al crio a su habitación con una orden muy clara que no admitía discusión.

 

  • Sube a tu habitación Lothar y me pones tus carpetas encima – ordeno Miranda
  • Mamaaa – Lothar se hundió sobre sus hombros
  • Sube de una vez, no lo voy a volver a repetir – se fue a la cocina y saco de su gaveta una paletita de madera, que de solo verla Lothar confesó que le mintió y que lo hizo por ver a papá
  • Por favor, por favor mamitaaaa, te he mentido – confeso apenas miro aquello   no fui al colegio hoy porque quería VER A MI PAPÁAA, por favor – empezó a retroceder hacia un rincón queriendo que la pared se abra y se lo trague, no quería unas nalgadas
  • Lothar sabes perfectamente que no se admiten mentiras en casa, ven aquí – Miranda dejo la paletita de madera en la cama y se sacó el abrigo, la lluvia había continuado por días – ¿cómo puede ser posible?, sabes que tu padre está internado en Terapia intensiva, no podemos entrar… ¿y te faltas por puro capricho? – lo sujeto de la mano y empezó a jalarlo mientras el pobre Lothar oponía resistencia agarrándose de la cabecera de la cama
  • No es capricho mamáaa, mgggg por favor – rogo – no es caprichooo – se puso a llorar ya no más de miedo al ver la paleta sobre la cama   es que ags ags, ags ags agggg de veras quiero ver a mi papáaaa waaaa, por favor – miro a su abuela con la cara más lastimera del mundo y con un inconfundible nudo en la garganta
  • NO Lothar, entiendo tu dilema, pero no podemos hacer lo que nos da la gana – dejo de jalar su fría mano sudorosa y lo abrazo – cielo, lo siento mucho, pero esto no lo voy a pasar – le limpio los ojos y le beso las mejillas   así que tienes dos opciones, o lo hago yo, o lo hace tu abuelo
  • Nooo, el abuelo noooo, por favor, el abuelo no, pega feo – se quejó compungido abrazando a Miranda que sonrió por el comentario, ¿pensaría el crio que por ser ella no le dolería?, al parecer se había olvidado como quedo Nathan tras el encuentro que tuvo con mamá una semana antes
  • Bien entonces bájate el pantalón
  • Ayyyyy ijijij – simplemente soltó a llorar sin moverse, así que Miranda jalo su mano suavemente y lo condujo a la cama donde ella se sentó y acomodándolo frente suyo empezó a desabrochar el pantalón escolar – abuelitaaaa por favor nooo, noo, perdóname, no voy a mentir de nuevo ni a faltarme del coleeeegio ya, di que sí, di que siiii
  • Lo sé, pero esto solo reforzara lo que me prometes – lo beso en las mejillas antes de tumbarlo y sujetarlo bien y fue recién que le bajo toda la ropa
  • Nooooo abuelaaa, no asiiii, por favoooorrr nooo, no lo hagas, no asii, no asiii – Lothar sujetaba su ropa pero Miranda le sujeto la mano y se la retiro para colocarla sobre su espalda atrapando a la intrusa manito que seguro más adelantes querría escapar para cubrir sus posaderas y empezó con la dura tarea
  • Plas, plas,plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas NO HAY QUE plas, plas, plas, plas, plas, plas, FALTARSE DEL COLEGIO plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas plas, plas, NI MENTIR plas, plas, plas,  plas, plas, plas plas ENTENDIDOOOO – Lothar lloraba y se movía tratando de esquivar la adorable mano de Miranda que si bien solía ser todo amor con ellos, cuando estaba enfadada podía ser puro dolor
  • Yaaa. Yaaaa, auuu auuu auu abuelitaaaa, por favoooor, duelee, auu auu suelta, suelta ya BUAAAA AUUU AUUUU YAAAAAAA PAPPAAA DONDE ESTASSS PAPAAAA – su cara era un mar de mocos y lágrimas y se movía como una lagartija ahí todo flaco y sufrido
  • ¿ENTENDIDO? – y agarro la palelita malcriada de madera que le gustaba besar potitos revoltosos como los de Lothar – crack, crack, crack ¿ENTENDIDO? crack, crack, crack, NO FALTARSE AL COLEGIO crack, crack, crack NI MENTIR CRAKK – el ultimito dolió tanto que adormeció el trasero un rato
  • WWWAAA   AYYY   AYYYY AAA AU, AU AU AU AUA UAUUU AUUUUUUUU UUUUU –  Le subió la ropa interior y lo paro de su regazo abrazándolo para que se calme
  • Ya, cariño, ya paso ¿sí?, dame un besito – seguía abrazándolo
  • Duele, duele auuu auuu auuu au au au – se frotaba el sonrosado trasero con ambas manos, a través de su ropa interior sentía el calor que manaba de sus posaderas y al dar algunos pasos podía sentir tirante la piel a nivel de las flexuras
  • Ya hijito, basta, solo te di diez, ¿de eso vas a llorar? Por eso no hay que mentir ni faltarse del colegio, ve a cambiarte cariñole beso la cara lacrimosa y mocosa sintiendo el salobre sabor del dolor de su nieto – ya está por llegar tu abuelo seguro con Uther, ve a cambiarte
  • Nooo, el abuelooo, por favor no le digas nada por favor, me va a pegar si se enteraaa por favooor
  • Calma Lothar si, cálmate, no pasa nada si se entera, ya te he castigado – le beso y abrazo para que se calle, Lothar está muy sensible pensaba ella, debe ser por su padre se decía, y lo era – además mas tarde o más temprano tu abuelo se enterara de esto, quizás sea mejor que se lo digas tu cariño
  • Noooo ubuuuu auuu auu ags ags ags
  • Wa hijo que te pasa, cálmate si, por favor – empezó a asustarse por el llanto convulso del crio
  • No le digas al abuelo, por favor, por favor – seguía rogando sufridamente
  • Está bien Lothar, no le diré nada será nuestro secreto… – cualquier promesa para que se calle


Lo arrullaba en su regazo abrazándolo con todo su corazón, el niño estaba muy nervioso y no era para menos, su abuelo si se enteraba rebuscaría todo y saltarían algunos trapitos sucios al sol, y desearía entonces tener todas esas enfermedades inventadas en su certificado medico

Pero lo que no sabía Lothar era que su abuelo esa tarde misma descubriría que su nieto no necesitaba ser médico para llegar al mismo diagnostico que él acababa de confirmar, porque Lothar si padecía de síndrome de Munchausen y la cura estaba en las manos de Mikel Van Lauder… su abuelo.


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