Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina
Capítulo 20
El Munchausen de Lothar Van
Lauder
Autora: Marambra
- Ya, cariño, ya paso ¿si?, dame un besito
- Ayyy ags, ags,
agsss, agggs – el crio se ahogaba en su tristeza y se
frotaba el culete con el pantalón del colegio en las rodillas pero con el slip
azul en su lugar
- Por eso no hay
que mentir amor, nosotros confiados en que estas en el colegio y tú haces de
las tuyas – le decía Miranda con cariño, frotando sus
manos – ya cálmate mi pollito, ¿ahora a cambiarse si?, es casi
hora de almorzar y llegara papá del hospital, posiblemente ya traiga a Uther a
casa, ya no estarás solo si?
- Mggggmmgmsssm nif aiii aiii
- Oh, oh, oh,
basta pues, si no te di más de diez – le dijo como si eso
fuera un consuelo – ¿de qué te pones así? cielo, por
favor, basta, si ya te subí hasta el calzón
- Yooo, no
usoooo cal zóon buuu – reclamo enojado pese al llanto que lo
ahogaba, tenía que dejar claro que no era una niña para usar calzón – no soy niñaaa
- ¿Y de eso
lloras? – pregunto en un intento de aligerar el
ambiente
- Noooooo, es
que, ag, ag, ag es que ya llega ya llegará el abueliiiitooo y seguro me volverá
a pegar porque seguro tú le avisaraaaas, waaaaa buuuu – Lothar
se abrazó a su abuela – no le digas por favor, por favor
- Bueno Lothar no le diré nada, es nuestro secreto, pero si tu vuelves a saltarte las clases para hacer de las tuyas, lo voy a sentir mucho, voy a darte una paliza como la que le di a Nathan, con el cinturón y serás tú quien tenga que contárselo luego a tu abuelo y a tu padre
- Pero papáaa
sigue en el hospitaaallll ayyyy auuuu buuuuu – aquello disparo más
el llanto de Lothar
Miranda
prefirió callar ante esa declaración y solo atino a abrazar con todas sus
fuerzas a su nieto, el muchachito este necesitaba de todo su amor, su
contención, su apoyo y su comprensión, Ethan había estado 8 días en terapia
intensiva, las tomografías demostraban un edema producto del golpe dado en el
borde de la cama y luego al suelo, pero lo interesante era que descubrieron
cuando dicho edema empezaba a reabsorberse por la rápida intervención médica,
que Ethan tenía un raro cuadro epiléptico que se manifestó tras el estrés
vivido que coincidentemente tenia Uther,
y misterios de Dios, de la ciencia o la pura coincidencia manifestaron
ambos con pérdida del conocimiento pero sin convulsiones.
De
ahí la explicación a la gran interrogante de Nathan, lo que necesitaba para
poder dormir en paz, él había ido todos los días al hospital y vio a su hermano
intubado, con sueros, sondas por todo lado, monitorizado las 24 horas del día
inducido al coma médico para evitar cualquier estrés mental y acelerar la
recuperación, verlo ahí le produjo shock y no pudo hacer otra cosa que quedarse
parado frente al cristal que lo separaba de su hermano y sin darse cuenta
llorar en silencio, iba cada mañana muy temprano sin que su padre o madre
sepan, estuvo faltándose a la primera clase de la universidad solo por ver a su
hermano, hasta que el neurólogo lo reconoció como alumno suyo y fue él quien le
explico a solas lo que no quiso creer a su padre…
- Bueno hijo – le
había dicho el galeno – te veo aquí todas las mañanas y ahora caigo en cuenta,
tu estas faltando a clases, a mis clases y te voy a dar una chance para
recuperar la puntuación perdida, pero ya no será necesario que vengas a velar
por el bello durmiente – sonrió – tu hermano esta fuera de peligro
- Pero ¿por qué sigue en la UTI?
- Está en coma inducido
Nat – dijo el médico al joven que tenía pegado
al cristal, atormentado – el edema se ha
reabsorbido en casi su totalidad y ya pudimos hacer un encefalograma que nos confirmó
una sospecha – le dijo mientras
lo conducía a la enfermería para ver los exámenes de Ethan – tu hermano tiene un raro tipo de epilepsia
que no se manifiesta con convulsiones – agrego mostrándole el
encefalograma
– tuvo una espacie de descarga eléctrica
masiva, por así decirlo – decía
mientras le mostro los trazos hechos – y perdió el
conocimiento antes de que tú le calques los puñetazos en la cara muchacho – le sonrió, él quería que deje de atormentarse – no fuiste tú quien mando a la loma a Ethan, sino su
naturaleza que mira que es caprichosa, el mismo tipo de epilepsia lo tiene
Uther, ya hemos hecho todos los exámenes y no hay otra alteración, tu sobrino
será dado de alta esta tarde y bueno a tu hermano lo derivaremos a UTIN (unidad
de terapia intermedia) hasta la reabsorción total del edema y evaluemos
funciones cognoscitivas… ya quitaremos la medicación y permitiremos periodos
cortos de lucidez unos días antes de pasarlo a piso
Aquellas
palabras habían obrado en Nathan la paz que no pudo su padre con todas las
palabras de consuelo que le daba, es que Nat no podía con su consciencia y
apenas dormía y andaba deprimido, lo cual claro no ayudaba en nada a Lothar; y
las evidentes evasivas de Nat al niño hacían que Lothar crea que su padre
corría un peligro de muerte inminente, Lot todo el día preguntaba por su padre
y si podía ir a verlo pero no lo dejaron ir por ningún motivo, le había rogado
a Nat que lo lleve al hospital pero este si bien prometió que si lo haría la
noche que su madre lo castigo y su sobrino se coló a su cama no cumplió con su
promesa.
Lothar
al ver que nadie en casa haría algo para que él, pueda ingresar a terapia a ver
a su padre empezó a faltarse del colegio y escabullirse al hospital sin éxito y
ahora estaría en un serio problema si Mikel se enteraba que no había ido clases
por más de una semana ya, y que para salvaguardar su trasero robo de su abuelo
un certificado médico de su consulta, lo había llenado en el formato
computarizado de Mikel, borrando el nombre de un paciente cambiándolo por el
suyo y aumentando y quitando cosas, o sea corto y pego pedazos de un informe
con diagnósticos de otros para impresionar al director, claro que eso no tenía
lógica alguna pero a él le importaban las palabras medicas difíciles de
pronunciar, y sin querer arriesgar más de la cuenta llevo eso en la mochila del
colegio, fue al hospital e ingreso a uno de los consultorios que estaba abierto
y sin nadie dentro, sello el certificado y garabateo en el ángulo donde decía
firma del médico; y contento con su baja médica de 20 días, que fue lo que
indicaba la hoja esa, la hizo llegar por
correo al colegio; lo que nunca sospecho o cruzo por la cabeza era que el
director del colegio llame a Mikel para una reunión de suma importancia por la
situación de salud de los niños, claro Mikel no sospecho nada, los muchachos
habían estado con permiso dos días tras la travesura de la fiesta, luego
ocurrió el incidente del desmayo de Uther y su internación y creyó que se
trataba de la baja médica de éste, que
aún no había hecho llegar al colegio porque seguía internado y como le dieron
de alta ese día, Mikel tenía el certificado médico del hospital en la mano y
dijo al director que se reunirían en la tarde, claro Mikel hablaba confiado
pensando que se trataba de Uther.
- No lo entiendo, me dijeron que dejarían en blanco la casilla de calificaciones hasta el próximo trimestre
- A bueno – dijo
la secretaria
– eso tal vez es un detalle técnico que no
estoy informada, de todos modos, hay que aclarar el asunto del certificado
médico, que creo hay… – no le dejo terminar
- No se
preocupe, que ahora mismo estoy agarrando en mi mano el certificado firmado y
sellado por el médico de cabecera – contesto Mikel
Y
ambos quedaron satisfechos de las explicaciones, la secretaria con el
certificado de Lothar en la mano se quedó con las palabras de Mikel, “si, tengo el certificado sellado y firmado
por el médico de cabecera”, mientras Mikel hablaba del certificado de
Uther, ambos colgaron el fono y se sumieron en sus cosas.
- ¿Hablo con el
sr. Van Lauder? – pregunto el director
- Si, esta tarde
viene – respondió la secretaria
- ¿Qué dijo sobre
el certificado ese? – quiso saber el hombre
- Que hubo un
contratiempo y que esta tarde trae el certificado firmado por el médico
tratante – repitió lo que claro le dijo Mikel por
fono
- Hay que ser
caraduras de verdad – comento el profesor disgustado por el
asunto – ¿cómo pueden mentir de esa manera? – pregunto a la secretaria –
¿Usted cree que de verdad ese muchacho este con problemas de salud tan serios
como estipula ese papel? – es que
el chorizo de cosas que ahí decían eran como para dudar – yo lo
dudo – se respondió – y estos padres, ¿cómo pueden mentir de esa manera? y querer
arreglar las cosas con un simple “si hubo un lio con el certificado”, socapando
sus propias mentiras, eso es crear pequeños delincuentes – hablaba porque el certificado médico era
real, con firma y sello pero las cosas escritas no tenían sentido alguno
- Pero es la
primera vez que faltan estos niños – dijo la secretaria
- Si lo sé – respondió
mirando el record de faltas – pero lo que quiero saber, es porque solo hay un
certificado y que escusas me pondrá por la ausencia del otro muchacho a no ser
que me traiga sinvergüenzamente un certificado firmado por… no sé un pediatra
del hospital, solo faltaría eso y cerramos el circulo de maternidad – dijo
moviendo la cabeza
- Pero, yo no
sé… quizás definitivamente este médico lo reviso y firmo el certificado, por
ahí y era un asunto de vida o muerte – alucinaba la
secretaria queriendo encontrar lógica a ese papel
- Vamos Rita se
va creer usted qué un ginecólogo firme una baja médica de 20 días con un diagnóstico
de lo más cochambroso como este – le dijo mostrándole
el papel –
¿lo ha leído?, además dice menarca a los 12 años, o este niño es hermafrodita o
no sé qué pensar
- No, no lo leí,
¿un ginecólogo dice? – pregunto la secretaria frunciendo el
ceño, eso sí era raro
- Si un
ginecólogo, ¿no se fijó en el sello?... léalo y me dice luego – y
se salió dejando el papel en las manos de la secretaria que se puso a leer el
famoso certificado médico de Lothar que decía:
Certificado Médico de
Salud
Lugar y fecha: Santa
Cruz de la Sierra; 04/04/13
Medico: Mikel Van Lauder (olvido cambiar
el nombre)
El médico que se nombra suscribe Que:
El
señor Lothar Van Lauder Landivar de 14 años de edad, acudió a consulta en fecha
30 de marzo del año en curso por referir cuadro de astenia generalizada,
vómitos, sudoración profusa, dolor muscular generalizado, turgencia mamaria
derecha, epistaxis autolimitada de 5 días de evolución, además de fiebre y
retraso menstrual de dos meses aproximadamente. Menarca a los 12 años (había
copiado una historia errada con otra, sin terminar de leer si convenía o no)
Al
examen médico se reporta sistema cardiovascular dentro de límites normales
excepto por presión arterial elevada 170 sistólica – 90 diastólica, abdomen
blando, depresible con ruidos hidroaéreos aumentados, sistema urinario con puño
percusión negativa, puntos ureterales normales, bolsas escrotales laxas con
testículos de tamaño normal, reflejo cremasteriano presente bilateral, miembro
masculino sin características patológicas, al tacto rectal, próstata
ligeramente dolorosa a la presión, aumentada de tamaño, examen neurológico
normal. Piel y faneras conservadas, musculo esquelético aparentemente dentro de
parámetros normales.
Se
solicita ecografía prostática, hemograma y química sanguínea, examen general de
orina, glucemia, test lipídico, marcadores tumorales prostáticos, perfil
hormonal ginecológico LH, estrógenos, progesterona, gonadotrofinas
Diagnostico presuntivo:
Hipertrofia prostática
benigna a DC
Mola hidatiforme
Síndrome de Munchausen
Por
la gravedad del cuadro y por el requerimiento de internación mientras duren los
exámenes de laboratorio y gabinete arriba mencionados, se extiende la baja por
20 días hábiles desde el momento de la consulta.
Por
cuanto doy fe; para fines exclusivos del interesado arriba mencionado, señor
Lothar Van Lauder Landivar.
Atentamente:
Dr. Edgar Montalvo
Ginecólogo – Obstetra
Mat. M – 678
Pero
el destino es el destino y cuando te toca, te toca no más; y a Lothitar le toco
la lotería de las nalgadas con el premio mayor; esa mañana el tenia examen de
matemáticas, es más, toda la santa semana tenía exámenes de todas las materias,
estaban iniciando una maratónica de exámenes de primer trimestre debutando con
matemáticas y él no estaba ni enterado, y aquella mañana como vaticinio a lo
que su abuelo le regalaría cuando acabara de enterarse del famoso certificado
médico, su abuelita hermosa le calentó el culete en casa con una buena tanda de
azotes en las nalgas sobre sus rodillas y había obligado a Lothar confesar
parte del pecado, solo que una parte muuuuyyyy mínima, vamos insignificante en
su totalidad.
Aquella
mañana, Lothar como siempre salió rumbo al colegio y se desvió del camino para dirigirse
al hospital, ingreso como se le hizo costumbre dejando la mochilita en el
casillero de papá, tenía las llaves del gavetero de Ethan, y se escabullo por
las gradas de uso exclusivo del personal, aprovechando que a esas horas estaban
todos en visita médica, y entró hasta el área de terapia intensiva pero como de
costumbre no pudo ingresar a la sala, solo pudo ver a su padre por la ventana porque
creyó que las enfermeras estarían de visita, su única oportunidad se había
arruinado y ahora necesitaba un pase de ingreso a la restringida área; desanimado
como estaba y con el hambre que tenia se fue a la cafetería del hospital y allá
al salir se dio de frente con Miranda que ingresaba a devolver el vaso de jugo
que compro para Uther, aquel encuentro fue el acabose de Lothar, la abuela lo agarró
del cuello antes de cometer la tontería de sacarlo de las orejas, ella supo al
instante que el chico estaba en problemas porque apenas se miraron, Lothar
palideciendo mortalmente y trató de huir, además de tartamudear claro.
- ¿Y?, ¡jovencito!,
¿se puede saber que está haciendo usted en este lugar en horas de clases? – pregunto
su abuela
- Yooo… vine a
ver a papá me dieron suelto en el colegio – mintió descaradamente
- ¿No me estarás
mintiendo? – achico los ojos suspicaz
- No abuelita,
no te miento – se le ocurrió decir al crio y tras un
minuto de análisis clínico de parte de su abuela, esta hablo
- Dónde está tu mochila, es hora de irnos
- Pero quiero
ver a papá – no iba a desaprovechar la oportunidad de
que Miranda logre el ingreso que requería
- Sabes que no
podemos ingresar Lothar, hay demasiados pacientes ahí – tuvo
que contestar su abuela cambiado el tono de voz a uno más conciliador al ver la
mirada de su nieto – No está en una sala común hijo y hay pacientes
extremadamente delicados – le explico con los ojos tristes – y no tenemos autorización, está prohibido para menores
de edad, ni yo pude ingresar hoy…
- Pero quiero
ver a papaaa – dijo con frustración Lothar
- Lo sé, pero no podemos, ahora donde está tu mochila, nos vamos ya, es tarde
Y saco
al chiquillo de allá porque tenía aun que terminar de cocinar; ya le avisaron
que Uther estaría en casa esa tarde y debía alistarle ropa, Mikel lo recogería
porque aún quedaba un estudio ambulatorio y recoger medicación para un mes, y
cuando insistió en lo de la mochila al chiquillo, se puso nervioso lo que hizo
sospechar a Miranda sobre todo cuando vio la mochila vacía.
- Lothar… ¿dónde
están tus cuadernos? – pregunto con sospecha
Miranda – No
me dirás que te fuiste al cole sin un solo lápiz, ¿dónde están tus carpetas?
- No tenía clases,
ayer nos dijeron que no habría clases, por eso no saque nada – esa
era una mentira de los más tonta que alguien podía decir, pero bueno así iban
las cosas con Lothar
- A ver, a ver
Lothar – Miranda paro el discurso de su nieto
moviendo una de sus manos – si vas a mentir piensa en lo que vas a decir por lo
menos para que SUENE CONVINCENTE – Miranda le jalo las orejas
- Auuuuch,
auchh, no estoy mientiendooo – se agarró la orejita lastimada
- Bien, no
quieres decir la verdad, vamos a ir al colegio a averiguar cuánto de todo esto
es verdad PLAF – le regalo un feo nalguetazo con toda la
palma abierta delante de un montón de gente que entraba y salía del hospital,
Lothar solo se cubrió la cara de vergüenza y así lo condujo hasta el
estacionamiento sin soltarle el brazo y repartiendo de vez en cuando una dura
nalgada –
suba de una vez – lo metió al
auto y aseguro la puerta sin soltar la vacía mochila – vamos
a ir al colegio
- Nooo, por
favor mamáaaa, nooo, al colegio no – empezó a rogar
diciendo mamá, solía llamarla mamá en situaciones muy particulares y esta era
una de esas
- Porque. Me dijiste que no tenías clases hoy, que miedo hay de que yo vea el colegio vacío
Y no
le dio chance a nada más, prendió la movilidad y se dirigió al colegio mientras
Lothar lloraba bajito en la movilidad, era cerca del mediodía y vio a un montón
de estudiantes salir del colegio corriendo riendo, fastidiando, empujándose,
gritándose como siempre, Miranda no dijo una sola palabra y retomo la ruta a
casa.
- Deja que te
explique por favor abuelita – quiso salvaguardar en algo su integridad
porque sabía de sobra que en casa no le pasarían nada el faltarse el colegio
sea la excusa que sea, y tenía miedo del abuelo
- Y CLARO que me
explicaras – dijo Miranda sacando a su nieto de aquel
lugar – pero
en casa y sobre mis rodillas y luego a tu abuelo – lo amenazo
- Por favoooor, NOOO al abuelooo, no a él
- Al abuelo si,
y voy a llamar al colegio Lothar quiero ver que materias te has saltado – Lothar
estaba frito y opto por jugar su última carta
- No es necesario abuelita, tenía lenguaje y educación física y música, podrás ver mi horario en la habitación
Su
abuela lo miro con sospecha y luego continuo su camino, el muchacho estaba
agobiado, pensaba Miranda… había sido una semana terrible para todos y Lothar
estaba prácticamente solo, sin su padre ni su hermano, solo los tenía a ellos y
aún cuando ellos lo adoraban no podían suplir a su papá y hermano, pero no por
eso pasaría por alto el faltarse y mentir, no podía simplemente dejar que quiera hacer lo que desee por muy tiernas o
buenas que fueran sus intenciones, para eso ya llegaron a casa y mando al crio
a su habitación con una orden muy clara que no admitía discusión.
- Sube a tu
habitación Lothar y me pones tus carpetas encima – ordeno
Miranda
- Mamaaa – Lothar
se hundió sobre sus hombros
- Sube de una
vez, no lo voy a volver a repetir – se fue a la cocina y
saco de su gaveta una paletita de madera, que de solo verla Lothar confesó que
le mintió y que lo hizo por ver a papá
- Por favor, por
favor mamitaaaa, te he mentido – confeso apenas miro
aquello – no fui al
colegio hoy porque quería VER A MI PAPÁAA, por favor – empezó a retroceder hacia un rincón queriendo
que la pared se abra y se lo trague, no quería unas nalgadas
- Lothar sabes
perfectamente que no se admiten mentiras en casa, ven aquí – Miranda
dejo la paletita de madera en la cama y se sacó el abrigo, la lluvia había
continuado por días – ¿cómo puede ser
posible?, sabes que tu padre está internado en Terapia intensiva, no podemos
entrar… ¿y te faltas por puro capricho? – lo
sujeto de la mano y empezó a jalarlo mientras el pobre Lothar oponía
resistencia agarrándose de la cabecera de la cama
- No es capricho
mamáaa, mgggg por favor – rogo – no es caprichooo – se puso a llorar ya no más de miedo al ver la
paleta sobre la cama – es que ags ags, ags ags agggg de veras quiero
ver a mi papáaaa waaaa, por favor – miro
a su abuela con la cara más lastimera del mundo y con un inconfundible nudo en
la garganta
- NO Lothar,
entiendo tu dilema, pero no podemos hacer lo que nos da la gana – dejo
de jalar su fría mano sudorosa y lo abrazo – cielo, lo siento
mucho, pero esto no lo voy a pasar – le
limpio los ojos y le beso las mejillas – así que tienes dos opciones, o lo hago yo, o
lo hace tu abuelo
- Nooo, el
abuelo noooo, por favor, el abuelo no, pega feo – se
quejó compungido abrazando a Miranda que sonrió por el comentario, ¿pensaría el
crio que por ser ella no le dolería?, al parecer se había olvidado como quedo
Nathan tras el encuentro que tuvo con mamá una semana antes
- Bien entonces bájate el pantalón
- Ayyyyy ijijij
– simplemente soltó a llorar sin moverse,
así que Miranda jalo su mano suavemente y lo condujo a la cama donde ella se
sentó y acomodándolo frente suyo empezó a desabrochar el pantalón escolar – abuelitaaaa por favor nooo, noo, perdóname, no voy a
mentir de nuevo ni a faltarme del coleeeegio ya, di que sí, di que siiii
- Lo sé, pero
esto solo reforzara lo que me prometes – lo beso en las
mejillas antes de tumbarlo y sujetarlo bien y fue recién que le bajo toda la
ropa
- Nooooo
abuelaaa, no asiiii, por favoooorrr nooo, no lo hagas, no asii, no asiii – Lothar
sujetaba su ropa pero Miranda le sujeto la mano y se la retiro para colocarla
sobre su espalda atrapando a la intrusa manito que seguro más adelantes querría
escapar para cubrir sus posaderas y empezó con la dura tarea
- Plas, plas,plas,
plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas NO HAY QUE plas, plas, plas,
plas, plas, plas, FALTARSE DEL COLEGIO plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas,
plas, plas plas, plas, NI MENTIR plas, plas, plas, plas, plas,
plas plas ENTENDIDOOOO – Lothar lloraba y se movía tratando de
esquivar la adorable mano de Miranda que si bien solía ser todo amor con ellos,
cuando estaba enfadada podía ser puro dolor
- Yaaa. Yaaaa,
auuu auuu auu abuelitaaaa, por favoooor, duelee, auu auu suelta, suelta ya
BUAAAA AUUU AUUUU YAAAAAAA PAPPAAA DONDE ESTASSS PAPAAAA – su
cara era un mar de mocos y lágrimas y se movía como una lagartija ahí todo
flaco y sufrido
- ¿ENTENDIDO? – y
agarro la palelita malcriada de madera que le gustaba besar potitos revoltosos
como los de Lothar – crack, crack, crack ¿ENTENDIDO? crack, crack, crack, NO FALTARSE AL COLEGIO
crack, crack, crack NI MENTIR CRAKK – el ultimito dolió tanto que adormeció el
trasero un rato
- WWWAAA AYYY
AYYYY AAA AU, AU AU AU AUA UAUUU AUUUUUUUU UUUUU – Le subió la ropa
interior y lo paro de su regazo abrazándolo para que se calme
- Ya, cariño, ya
paso ¿sí?, dame un besito – seguía abrazándolo
- Duele, duele
auuu auuu auuu au au au – se frotaba el sonrosado trasero con
ambas manos, a través de su ropa interior sentía el calor que manaba de sus
posaderas y al dar algunos pasos podía sentir tirante la piel a nivel de las
flexuras
- Ya hijito,
basta, solo te di diez, ¿de eso vas a llorar? Por eso no hay que mentir ni
faltarse del colegio, ve a cambiarte cariño – le
beso la cara lacrimosa y mocosa sintiendo el salobre sabor del dolor de su
nieto – ya está por llegar tu abuelo seguro con Uther, ve a
cambiarte
- Nooo, el abuelooo, por favor no le digas nada por favor, me va a pegar si se enteraaa por favooor
- Calma Lothar
si, cálmate, no pasa nada si se entera, ya te he castigado – le
beso y abrazo para que se calle, Lothar está muy sensible pensaba ella, debe
ser por su padre se decía, y lo era – además mas tarde o más temprano tu abuelo se enterara
de esto, quizás sea mejor que se lo digas tu cariño
- Noooo ubuuuu auuu auu ags ags ags
- Wa hijo que te
pasa, cálmate si, por favor – empezó a asustarse por el llanto
convulso del crio
- No le digas al
abuelo, por favor, por favor – seguía rogando sufridamente
- Está bien
Lothar, no le diré nada será nuestro secreto… – cualquier promesa
para que se calle
Lo
arrullaba en su regazo abrazándolo con todo su corazón, el niño estaba muy
nervioso y no era para menos, su abuelo si se enteraba rebuscaría todo y
saltarían algunos trapitos sucios al sol, y desearía entonces tener todas esas
enfermedades inventadas en su certificado medico
Pero
lo que no sabía Lothar era que su abuelo esa tarde misma descubriría que su
nieto no necesitaba ser médico para llegar al mismo diagnostico que él acababa
de confirmar, porque Lothar si padecía de síndrome de Munchausen y la cura
estaba en las manos de Mikel Van Lauder… su abuelo.
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