El amor hace a una familia
Segunda
temporada
Capitulo 44
Autor:
Adán
Pasarón tres
días desde la visita de Piccarda y Pedro y había llegado por fin el gran día de
la boda y todos estaban listos y camino a la iglesia, una iglesia
impecablemente adornada de flores blancas y enormes cirios, se notaba que Lucia
había puesto todo su empeño para tener todo listo para este día y en un tiempo
récord además pues solo habían tenido tres meses para organizar todo; y se
sintió satisfecha a medida que los invitados llegaban a la iglesia y admiraban
su trabajo con emoción y admiración pues ella estaba encargada de recibirlos
luego de vestir a su hija, dejándola con la maquilladora y su padre, quien iba
a traerla a la iglesia una vez este lista.
- ¿Estas
nerviosa? – pregunto Juan a Cinthia besando su mano, mientras
iban en el auto camino a la iglesia
- Un poco… Es un
día muy importante, un gran paso en mi vida – respondió
Cinthia suspirando y sonriendo, la noche anterior veía fotos del álbum familiar
sobre su infancia y de cuando era bebé, así que andaba un poco nostálgica
- Lo se… Me
hubiera gustado que fuera de otra forma, que acabaras tus estudios
universitarios y recién te casaras y formaras tu familia – respondió
Juan, eso era lo que él quería o más bien quiere para todos sus hijos – Tendré que
ser más cuidadoso con tus hermanos
- A mí también
me hubiera gustado así, pero Dios eligió esto y Él sabe porque hace las cosas,
además no es tu culpa si es lo que piensas, ni la de mamá tampoco… Ustedes son
los mejores padres del mundo – dijo Cinthia abrazando a su
padre con todas sus fuerzas, era algo que quería decirle hace mucho tiempo
- Lo se mi muñeca
– declaro su padre también emocionado, utilizando aquel
apelativo reservado solo para ella – Hace días dije que creía que serias niño, pero cuando
naciste y te tome en brazos, fue algo muy especial, una conexión profunda y
supe que serias la niña de mis ojos, lo siento si fui pesado con Nicolás y con
Fernando al principio, solo quería protegerte, no te hubiera entregado a
cualquiera así de fácil para que no sufrieras, ni siquiera a Bastián por muy
hijo que fuera de Pancho mi mejor amigo – confeso Juan ahora que
Cinthia se iba a casar, así que quiso ser sincero con ella y sacar las palabras
del corazón
- Nicolás era un
buen chico, solo que cuando nos arrestaron el cambió y se puso como loco
metiéndose en las protestas en contra de la dictadura hasta que llego un punto
en que no hablaba de otra cosa y no quería que corramos con la suerte del tío
Max y la tía Laura, dejando a Peter – contestó
Cinthia pensando también en que ya tenía casi tres años que no sabía de Nicolás
desde que terminaron, pero esperando que se encontrara bien y vivo
- Peter es mi
hijo, no de sangre, pero sí de corazón aun cuando media familia nos dio la
espalda, con tu madre lo recibimos en
casa y lo criamos igual que todos como a un hijo… es nuestro hijo – Juan
podía hablar de Cinthia sobre eso ya que ella sabía del tema, cuando llego
Peter a casa no tenía ni 4 años, Cinthia tenía once y Eva casi nueve años, solo
Kosaki, Adán y Car no lo sabían obviamente
- Lo sé papá,
Eva y yo sabemos la verdad, sabemos que tú y mamá nos criaron sin distinción,
por eso Eva y yo queremos a Peter como a un hermano, más bien, es nuestro
hermano – respondió Cinthia con una sonrisa y con eso
Juan agradeció aquello con un fuerte abrazo, sobraban las palabras
Mientras
tanto Fernando estaba en la salida del salón sentado en una banca pensando y en
eso se acerca Louis, su mejor amigo desde hace casi 6 años, desde la
secundaria, era un chico alto y fornido, hacia ejercicios y deporte, por algo
era el capitán del equipo de futbol de su escuela donde jugaba Fernando.
- Acabo de ver a
Héctor y Clementina juntos besándose, parecen muy enamorados e ilusionados, no
te preocupes amigo estoy seguro de que Héctor no siente nada por Cinthia y
Cinthia tampoco siente algo por él, por algo se casara contigo porque te ama – comento
Louis sentándose junto a Fernando a quien vio pensativo, pensando que quizás Fernando
todavía estaba celoso de Héctor
- Gracias amigo,
pero no es eso, sé que Cinthia me ama, solo estoy un poco nervioso, tu y los
demás chicos fueron de gran ayuda con mis inseguridades y mi timidez y me ayudaron
a conquistar a Cinthia – Fernando miró a su amigo, recordando
aquella época en el colegio cuando no sabía cómo acercarse a Cinthia y confesar
sus sentimientos, algo que hizo gracias a la ayuda de sus amigos que le daban
consejos y sugerencias
- Aún recuerdo
cuando tenías miedo de hablarle porque prácticamente ella era más alta que tú y
tenías miedo de que te rechazara – Fernando recordó el
bochornoso momento, pues aquel día Fernando lo había mandado a hablar con
Cinthia sobre él y al volver le hizo una broma sobre eso y le había dado risa
la reacción de Fernando en ese momento, ellos eran así de hacerse bromas con
sus demás amigos
- Si bueno,
Cinthia sigue siendo alta, ambos medimos 1.68 cm y con suerte yo creceré 2 cm
más, hasta hace unos meses era pocos centímetros más bajo que ella – respondió
Fernando, en la primaria y un poco de la secundaria se burlaban de el por su
baja estatura y complexión física, recibiendo apodos, pero en la secundaria
Louis se encargaba de defenderlo y pegarles a los que se burlaban de él, en la
preparatoria fue cuando empezó a crecer y ejercitarse junto a Louis, ya que
entraron al mismo equipo de futbol – Gracias por todo amigo – Fernando apretó el
hombro de su amigo – casi 6 años de amistad y nunca te di las gracias, me
alegro tener un mejor amigo como tu – dijo con sinceridad
- Para eso
estamos los amigos – sonrió Louis – oye, por
cierto… me hubieras dicho lo que te hizo Bastián y yo lo hubiera puesto en su
lugar – dijo serio, se había enterado recién de lo que era Bastián
- Era amigo de
Cinthia desde bebé, no quería causar problemas entre ellos… pero ya no vale la
pena seguir hablando de él, estoy seguro
de que ya recibió su merecido, ya todo está
bien entre nosotros, además ahora me casare con la chica que ame siempre y seré
padre en un par de meses – respondió Fernando
tranquilo, queriendo cambiar de tema, porque Louis aun le tenia ganas a Bastián
y él no quería líos en su boda
- Te nos
adelantaste ¿Eh? Bien guardadito tenías ese potencial – bromeo
Louis, dando un ligero puñete en el hombro a Fer – pero oye, nunca te olvides de nosotros
tus compas y amigos – agrego sonriendo y palmeando la espalda de
Fernando
- Claro que no,
nosotros somos familia, son los hermanos que nunca tuve y siempre quise, la
familia nunca se abandona, seremos amigos para siempre – respondió
conmovido Fer, sin poder evitar un quiebre en la voz, por lo que Louis se apuró
en darle un abrazo sincero, en eso llegan Donald y Patricio, juntos eran “el
cuarteto de la amistad”
- ¿No nos
esperaron para el abrazo de la amistad? –bromeo
Donald, acercándose a Louis y Fernando
- Hay espacio
para dos más no se preocupen – rió Louis saludando a Donald
y Patricio igual que Fernando
- Que sorpresa
Patricio, pensé que no ibas a venir ya que tienes tu mano con venda – Fernando
se acercó a Patricio chocando su puño, feliz de verlo después de tanto tiempo
desde el accidente que tuvo Patricio hace unas semanas jugando futbol
- Yo también lo
pensé, pero ¿cómo faltar a la boda de mi mejor amigo? – respondió
Patricio sonriendo – aunque debo confesar que cuando me llego la invitación
me lo pensé por lo mal que tenia mi mano, pero sabes como es mi Jenni, ella me
convenció y se enojó cuando le dije que no iba a venir a la boda, se puso brava
es dura cuando se enoja – sonrió Patricio devolviéndole el beso que
Jenni le dio antes de saludar a Fer y Louis
- Bueno es que a
veces los hombres son unos cabezadura y pues nos toca ponernos duras para que
entren en razón, además ya me estaba aburriendo que durante este mes solo
quisiera pasársela en casa haciendo lo mismo – respondió
Jennifer mientras estrechaba la mano de Fer y Louis a manera de saludo
- Tienes razón
Jennifer así somos, y muy mal compa, a las novias se les saca a pasear por ahí,
no sale de su casa para irse a encerrar a otra – contesto
Fernando entre risas dándole la razón a la novia de su amigo – Cinthia es
igual cuando se enoja, pero por eso mismo amamos a nuestras chicas
- Bien dicho
Fer, por cierto ¿Cuándo empieza la ceremonia? – quiso
saber Jennifer
- Creo que ya en
unos pocos minutos, deberíamos ir adentro – Fernando
se arregló el traje y junto con sus amigos, ingreso a la iglesia ocupando sus
lugares
Mientras
tanto Marina y Lucia hablaban, desde que Lucia conoció a la madre de Fernando
se hicieron amigas y se contaron un poco de cosas personales, comparando sus
vidas tan opuestas entre si.
- Se que es
difícil aceptar cuando los hijos crecen, en un momento son pequeños que
necesitan protección y al otro ya son grandes y se casan y tienen hijos, pasa
rápido el tiempo – comentó Lucia que veía que Marina se
secaba las lágrimas, aunque no entendía porque Marina estaba así de mal, no era
para tanto pensaba ella
- Si lo sé, pero
no es eso lo que me da tristeza, sino la desunión de mi familia – dijo
mirando a todos entrar en pequeños grupos familiares – mi familia no vendrá al matrimonio – confesó
mirando a Lucia queriendo ser sincera – Mira Lucia te contare algo que nunca se lo conté a
nadie, Fer ya lo sospecha, pero nunca se lo dije directamente, mis problemas
matrimoniales no son cosa de un par de meses o de unos cuantos años, llevo 25
años casada y desde ahí empezaron todos mis problemas, con suerte traje tres
hijos a este mundo que ni siquiera son unidos entre ellos, me case sin estar
enamorada y sin amar a mi marido, pensé que con el tiempo podría, pero no, fue
un matrimonio arreglado entre mis suegros y mis padres – Marina
nunca había contado a nadie aquello y con Lucia se sentía en confianza para
hacerlo, veía en ella una amiga en la que se puede confiar
- Vaya… Pero si
no eres feliz en tu matrimonio ¿Por qué sigues ahí?... Perdón que lo diga, pero
quizás deberías divorciarte y rehacer tu vida y hacer lo que te gusta – respondió
Lucia siendo sincera
- Si lo he
pensado, pero ¿a estas alturas de mi vida?, cumpliré 48 años y bueno no hay
mucho que hacer, siempre a nosotras nos toco obedecer al marido y quedarnos y
aguantar – murmuro Marina, varias veces estuvo a punto
de hacerlo, pero se lo impedía ese pensamiento
- Bueno nunca es
tarde y es hora de que dejemos de aguantar y obedecer, hay que revelarse, yo
también era así, hasta que se me presentó la oportunidad de trabajar y mi
marido no tuvo más opción que aceptar la decisión, nunca es tarde amiga,
¡créeme! – respondió Lucia
- Tienes razón
Lucia, y gracias, solo espero que nuestros hijos estén seguros de casarse y de
que se aman, no quisiera que esto fuera solo por el bebé que esperan – agrego
realmente afligida con dicho pensamiento
- Ten por seguro que se aman de verdad, ese tiempo que estuvieron separados les ayudo para pensar y se nota
Aquello
que acababa de afirmar Lucia era cierto, los muchachos tuvieron tiempo de
explorar sus sentimientos en profundidad y analizar sus prioridades, así que
Lucia estaba casi segura que el matrimonio de los chicos sería sólido; en
cambio Marina albergaba ciertas dudas que no quiso exponer al ver la gran
sonrisa que tenía Lucia, pero antes de que pueda decir nada oyó un grito que la
lleno de alegría sincera.
- ¡MAMÁAAAAA!
¡MAMÁAAAAA! – era Margaret su hija del medio de 20
años que venia corriendo un poco alterada para abrazar a su madre rompiendo a
llorar
- Creo que las
dejare a solas – se disculpó Lucia parándose, no quería
ser inoportuna en el momento con los hijos de Marina, así que se retiró a
hablar con sus padres
- ¿Qué ha pasado
hija? ¿Por qué vienes tan alterada y llorando? – Marina
trató de tranquilizar a su hija
- Lloro de rabia
mamá… papá es cruel igual que el estúpido de mi novio… Descubrí que ambos arreglaron
nuestro matrimonio con transacciones económicas de por medio, con razón el
estúpido de Andrés se portaba como un patán conmigo – y se
largó a llorar mientras Margaret suspirando la abrazaba
- No puede ser…
Te dije que ese tipo no me daba buena espina y no me gustaba para ti… Ahora
creo que estoy más segura de una decisión que tomare – respondió
Marina enojada con su marido de lo que se acaba de enterar y abrazó fuerte a
Margaret a manera de consuelo
En
eso llegó para sorpresa de todos Franco, su hijo mayor de 22 años que apenas
vio a su madre y hermana se acercó a ellas para saludarlas, y claro Margaret al
verlo se limpio las lágrimas, no era el lugar ni el momento de tocar el tema
con sus hermanos, era el gran día de Fernando, así que se arreglo la ropa y
trato de sonreir.
- ¡Hijo! – Marina
se sorprendió al ver a Franco, Franco ya se había independizado apenas cumplió
los 18 hace cinco años atrás, pues tampoco aguantaba esa casa ni a su padre
- No podía
perderme este gran día para mi hermano… Y no dejaba de pensar en esa charla que
tuvimos por teléfono hace una semana sobre nuestra familia, nunca fuimos unidos
y seguro fue culpa de papá, pero creo que podemos empezar a serlo – respondió
Franco sonriendo lo que emocionó a Marina quien no dudo en abrazarlo
- Yo siempre
quise que nuestra familia fuera unida, claro sin papá… Estamos de acuerdo en
que él es un imbécil – dijo Margaret con rabia
- Necesitamos
hablar seriamente sobre eso y otras cosas, pero después de la boda, ¿podemos ir
a tu casa mañana para hablar hijo? – preguntó Marina a
Franco esperanzada; ahora estaba más segura que nunca de su decisión
- Claro mamá
¿Fer también estará en la conversación familiar? – quiso
saber Franco
- No, no quiero
amargarle su luna de miel a Fer con los problemas familiares, es algo muy
fuerte lo que les contare, yo hablare con Fer en su momento en un par de
semanas – Respondió Marina
Y
en eso Fernando que buscaba a su madre para acompañarla a su lugar en la
iglesia se sorprende al ver a sus hermanos, igualmente les envió la invitación
de la boda, pero pensó que no iban a venir, aunque desde que se independizo
empezó a hablar con Franco por teléfono.
- ¡Franco…
Margaret! Pudieron venir – Fernando se sintio
emocionado y es cuando Franco y Margaret se ponen de pie para saludarlo
- ¿Como iba a
perderme tu boda? – contesto Franco
- Te vez muy
mono hermano – declaro Margaret sonriendo
Y
Fernando rebosante de alegría por la grata sorpresa no dudo en abrazar a sus
hermanos y a su madre cálidamente, lo que alegró mucho a Marina y no solo a
ella, sino a los amigos de Fer, que desde vieron la escena tan conmovedora.
- Bueno venía a
avisarles que ya debemos ir a sentarnos, que Cinthia está por llegar – Fernando
no hubiera querido dejar de abrazar a sus hermanos, pero estaban un poco
apurados ya
Solo
dos minutos después Cinthia llegó con Juan y empezó a sonar la marcha nupcial,
con lo que todos se pararon para ver entrar a la novia del brazo de su padre
con un enorme ramo de flores blanca, mientras Fernando esperaba a en el altar
todo emocionado al lado de su madre quien sería quien lo iba a entregar a la
novia, después de aquello inicio la ceremonia hasta que por fin se oyó al cura
pronunciar las palabras tan largamente esperadas por los novios
- Fernando ¿Aceptas a Cinthia como tu esposa, para amarla y respetarla, en las buenas y en las malas hasta que la muerte los separe?
- Acepto – respondió
Fernando feliz y emocionado
- Cinthia ¿Aceptas a Fernando como tu esposo, para amarlo y respetarlo, en las buenas y en las malas hasta que la muerte los separe?
- Acepto – contesto
Cinthia también con la voz quebrada por la emoción
- Los declaro marido y mujer, puede besar a la novia
Y
fue justo lo que Fernando hizo, besó a Cinthia, mientras ambos contemplaban sus
anillos correctamente entregados por Peter y Adán mientras ambos se juraban
amor.
- Te amo y
siempre lo hare, en las buenas y en las malas, estoy muy seguro de que quiero
compartir mi vida contigo – susurro Fernando tomándole
las manos a Cinthia
- Los problemas
que tuvimos nos sirvieron para pensar las cosas, y gracias a eso estoy segura
de que te amo y quiero compartir mi vida contigo – Respondió
Cinthia mirando con amor a su esposo
Y
sellaron su compromiso con un gran y apasionado beso con el aplauso de sus
amigos y familiares de fondo, después de aquello y la siempre solemne toma de
fotos con los novios antes de que estos partan en su coche a dar unas vueltas,
todos se marcharon a la recepción para esperarlos. Margaret por su parte se
sentó con Franco a conversar sobre lo que el chico estaba haciendo ahora que
vivía solo, deseando cambiar aquello, pero respetando su propia promesa, no
hablar de los problemas que tenía ahora en medio por respeto a los novios. No
era el lugar, ni el momento.
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