viernes, 29 de abril de 2016

Mis Gemelos: Cap. 130; Autora Marambra

Mis Gemelos
Æææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææ
Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 29 de Abril del 2016
Ææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææææ
Capítulo 130
Tras los velos del tul del sueño
Autora: Marambra

Cuantas veces sucede que cuanto más uno quiere cerrar los ojos y no abrirlos más, sumiéndose placentero, tocando fondo en las oscuras quizás, o incoloras tal vez pero casi siempre profundas aguas del sueño, adormecido a gusto por el inaudible arrullo de Morfeo, sintiendo en los ojos caer las blancas arenas del arenero, cubierto de sombras, envuelto en la oscuridad, liviano sobre la cama, apaciguado por el silencio simple: llanamente dormir… dormir a pierna suelta, con los brazos colgando a los lados, la saliva babeando tu almohada, el pelo despeinado, los ojos con lagañas, y la nariz metiendo suavemente aire a los pulmones y el corazón latiendo tranquilo mientras los receptores de tu cuerpo comandan tus suaves o bruscos movimientos.
¡¡OHHH!! placer de dioses, que puede haber más placentero que dormir? Ni el sexo… eso es seguro, pues no está limitado ni condicionado a nadie que no seas tú, te lleva el tiempo que tú quieras sin prisas, sin reloj, sin fronteras… dormir, dormir, dormir, roncar, balbucear, musitar, soñar, mover los ojos de vez en cuando cuándo las imágenes del sueño acuden a tu cerebro, quizás eres de pronto un ciervo y corres y corres y corres y te salen alas y vuelas y saltas y estas en las nubes de colores, de pronto caes ves el suelo y cuando estas a punto de estrellarte y tu corazón se alborota te das la vuelta y estas en un campo de hierba fresca recién segada oliendo los mágicos aromas a mar, a sal, a arena interesantemente ahí, donde es imposible oler el mar en medio de un campo cubierto de margaritas; las maravillas del sueño… pero nada es eterno y un sueño es eso, sueño no más… y el de Iván y el de Lex estaban a punto de concluir… pero no por obra de Dios, del reloj o del diablo…sino por papá
El exquisito olor a café recién destilado inundo los sentidos todos de Rubén no solo su fino olfato sino la cabalidad de  sus sentidos… el paladar se le aguaba imaginando el café tocar sus papilas y cerrando los ojos paladeo desde ya su trozo de pan untado con palta (aguacate) aplastada con sal… era temporada y Jacobo el jardinero tarde antes trepo a los enormes paltos cosechando tan exquisito manjar; despertó temprano y dejo a Clara seguir durmiendo mientras él salió a dar una vuelta a la hacienda, Adela coloco el desayuno en el comedor del patio y estuvo leyendo el periódico cuando su padre lo interrumpió de su lectura intercediendo por los bisnietos, no quería que Rubén vuelva a hacerlos llorar, así que se fue sin rodeos sobre la yugular de su hijo…

  • ¿Rubén? – se acerco a su hijo adecuadamente cambiado, el calor lo saco de la cama tempranísimo también como a Rubén y le gusto pillarlo ahí sobre las 7 con el aire fresco y aroma a jazmines en el patio
  • Buenos días papá – doblo su periódico y se sirvió café y probo la palta que le trajo Adela sonriendo
  • Buenos días… ¿podemos hablar? – aventuro decidido y algo en sus formas le dio a Rubén una idea
  • Poder, podemos, menos de lo que pretendes, deja las cosas como están y no te entrometas por favor – siguió en lo suyo sin desviar la vista de los ojos de su padre
  • Rubén hijo, por favor, deja al muchacho – retiro la silla y se acomodo en ella sirviéndose café, bien, si Rubén iba a ser tan directo, el también, eso era algo que ambos tenían casi como único común –  ya lo castigaste ayer noche – hablo Ludwig a favor de Iván tratando de liberarlo de una tunda y por ende a Alexander
  • No te metas por favor papá – alzo la mano en advertencia como lo hacía con sus enanos – no quiero discutir al respecto, este es un asunto familiar que solo nos compete a mi mujer, a mis hijos y a mí, así que con todo el respeto que te mereces y yo mismo, no interfieras, te lo voy a pedir encarecidamente… si? – dio dos sorbos al café metiéndose a la boca un trozo de pan con palta
  • Pero Rubén – agrego Ludwig tenas también – me parecer que lo que haces es, es – no encontraba las palabras – SALVAJE, castigar a los chicos como lo hiciste no es civilizado – nada más decirlo se arrepintió, acababa de insultar a su hijo en su propia casa y en su cara
  • NI modo padre – y ese “padre” denoto acritud – así de salvaje soy no más, que le vamos a hacer, ahora si me disculpas – dejo su café a medio terminar, llevándose un trozo de pan con palta que parecía más palta con pan a la boca, dejando a su padre en la mesa… acababan de arruinarle el desayuno y se encamino al despacho, fue a llamar a casa de Arturo, quería saber que paso con Illien que no vino a trabajar por 10 días coincidentemente… dejaría dormir a sus nenes un poquito más, pero solo un pelín

A Ludwig le pareció que era demasiado temprano para llamar a alguien y se sorprendió,  pero costumbres eran las que desconocía de su hijo y de sus allegados, a esa hora en casa de Arturo todos estaban de pie, solo los fines de semana dormían hasta el medio día y nadie contestaba el teléfono, es más lo desenchufaban, pero ahora no era fin de semana, era un día corriente y quería informarse primero porque Illien había faltado al trabajo, esperaba que no esté enfermo o fuera por la paliza que le dio Yhanku y de la que se entero por uno de los gemelos y no quería dar la cara por vergüenza, como también era para ver si podía como de costumbre contar con su ayuda para el marcado de las reces.
Rubén acomodaba aquella tarea solo para que los muchachos estos vengan a casa y se ganen dinerito y siempre lo hacían un fin de semana generalmente sábado y ese día preparaban un buen asado con toda la gente de la hacienda, compartían reían incluso bailaban, era una actividad muy esperada en toda la hacienda por todos los trabajadores porque les daba la oportunidad de intercambiar opiniones, y de Rubén de enterarse de algunas falencias, arreglos que se podrían hacer…. en fin, era una buena oportunidad para mejorar el ambiente laboral, pero esta vez también era la oportunidad perfecta para saber por boca de Illien si sabía algo de las trastadas de los gemelos… que mejor confidente tenían ellos?, solo Illien, era el sabedor de todos los trotes de ambos muchachos y ahora mismo podría ser de mucha ayuda sin necesidad de llegar al extremo de tener que dar unas nalgadas mañana y tarde a su pobre Iván o tener que acorralar con la culpa a su díscolo Lex para variar el asunto.

  • Buenos días con quien tengo el gusto – oír la voz de aquel muchacho siempre era un gusto para él, no conocía peladito más vivaz y comedido que Illien y ni que decir de sus hermanos, machos allá donde se los veía para el trabajo duro pese a las finuras que sus cerebros estudiaban en la universidad
  • ¿Y? – el saludo de Rubén no podía ser más rudo que ese Y e Illien trago saliva, ese Y eran problemas – ¿qué fue de su vida jovencito?, ¿por qué no has venido a la hacienda?, no quieres contestar ni mis llamadas ¿no? – Ludwig desvió sus pasos a la cocina sin cerrar la puerta y oyó sin querer la conversación de su hijo, hablaba con tanta familiaridad que cuando dijo jovencito creyó que se trataba de uno de sus bisnietos a quien Rubén empezaba a retar – ¿te estás escondiendo de mi verdad?, segurito y tu más estas metido en el lío de los gemelos, así que mejor canta changuito que tarde o temprano me enterare de tus diabluras y quiero ver si te escondes de nuevo – y Ludwig se quedo parado ahí como en shock, ¿Rubén tenía otro hijo en alguna otra parte fuera de la hacienda?... ¿lo sabría Clara?, ¿cómo abordar el tema? Y se quedo picado de la pura curiosidad
  • Buenos días don Rubén, es que yo
  • Es que tu nada…. ya hablaremos al respecto, ni creas que voy a olvidarme de esto, voy a jalarte las orejas en cuanto te vea – y Ludwig se sintió un total intruso no había duda alguna, hablaba con su hijo, un hijo seguro en otra mujer…por lo visto se perdió muchas cosas al hacer lo que hizo con Rubén, no lo perdió solo a él, sino toda una vida, una historia al parecer y lo que es peor, la confianza y eso era imperdonable, seguro le presento a los gemelos por fuerza mayor, incluso le escondió a Logan, aun no tocaron el tema y él sabía que era el padre de los gemelos de pura chiripa cuando la lengua se le fue a Iván noche antes mientras se llevaba aquella tunda y pensó; si no hablo de Logan, menos hablaría de este otro mozuelo, otro nieto negado, que edad tendría? seguro era jovencito para querer jalarle las orejas; mejor no oír más, prefirió abandonar el recinto e ir al patio a meditar el reciente descubierto asunto, olvidándose de la promesa hecha a Lex – como están todos en casa, ¿bien? ¿Qué tal tu abuelo? Tu madre, Vendrán este jueves?, ¿está Yhanku por ahí?

E Illien fue respondiendo cada una de las preguntas de Rubén que casi siempre le parecían un interrogatorio de algún miembro de las fuerzas especiales de alguna cosa de algún gobierno, algo así como la Gestapo… era intimidante, él sentía mucho aprecio por don Rubén, pero también le tenía miedo, y tras el incidente de la fiesta andaba escondiéndose de él y no había ido a trabajar siendo que salía a diario de casa con rumbo supuesto a su informal, conveniente y plástica fuente laboral, es que don Rubén le permitía acomodar su horario de la U al trabajo como mejor le convenga; pero ahora Illien no quería que Don Rubén le comente nada a su abuelo menos a sus hermanos y ni por si acaso a Yhanku, eso le traería fieros inconvenientes, nada más.

  • Estamos todos bien don gracias por preguntar
  • Entonces ¿por qué no viniste?
  • Es queee… vera, yooo
  • Te da vergüenza ¿no? ¿es eso?; o ¿tienes miedo a que te riña por lo que paso con los gemelos?... no tienes que tenerme Illien, sé muy bien el tipo de joyitas que tengo en casa – lo tranquilizo
  • Yo de verdad quería disculparme don Rubén estuvo mal venirme al pahuichi, pero sí, me asuste por los tojos y elay, se pusieron mal y como me han obligao a pedirle permiso y usté pue´ les dio solo por mi y luego Lorenzo me dijo que si algo les pasaba usté me echaría la culpa todinga a mi y luego Yhanku …
  • Y luego Yhanku te dio una paliza – aquello era un revés, seguro los gemelos le dijeron algo, que traidores pensó
  • NOOO; que va, ¿quien se ha inventao eso? – mintió de purita vergüenza – pue´ no sé cómo decirle esto sin que suene mal, de verdá – en ese espacio que Illien respondía, Ludwig pasaba por el pasillo camino a su dormitorio y oyó a Rubén
  • Pues diciéndome la verdad, hijo – y listo Ludwig no albergo mas duda y giro los pasos al patio de nuevo, tenía un nieto en algún lugar fuera de la hacienda
  • Él no quiere que me vea con los gemelos, dice que solo me meterán en líos
  • ¿Y por eso no viniste? – si era así, el quería hablar con Yhanku, quizás el sabía algo de sus hijos que él no, y mejor enterarse ya no más
  • NOOO; él cree que voy, como salgo en la mañana cuando no están ellos – hizo una pausa como si le diera entender el resto a Rubén pero como éste no hablo siguió en lo suyo –  y como en la tarde estoy en casa y los pelaos no han venio más por estos lares y ni llaman no saco a relucir el tema más pa nada – no iban, no llamaban porque se veían, eso era diferente

Interesante pensó Rubén, el muchacho éste o Yhanku podían ser la clave del éxito para enterarse de las andadas de sus enanos y poco a poco fue sondeando y el otro soltando la lengua a medias aguas, tiluchi para pensar, haciendo creer al enemigo que ya lo había embaucado, pero opa no era, diría lo justo y necesario sin ocultar mucho ni delatar más; así se entero que Lex había bebido como un loco tras descubrir a Iván en sus andadas con Marcela, que se fueron a las manos, que primero Iván bebió como beduino cerveza y cerveza cuando Lex la presento en público como su corteja acabadito de ser premiado, que el premio era una cuadratrack, 1000 dólares en metálico y no solo las entradas del grupo aquel sueco que llego, y eso lo dijo pensando que Lex le comento pues en alguna charla le dio a entender que su padre sabía del premio, pero solo sabía de las entradas… a las que claro no podía ir por estar castigado y Rubén paro las orejas, donde estaban esas cosas? Porque Lex no menciono nada?, sería por su amnesia?... tenía que averiguarlo sin que el crio se dé cuenta que el estaba al tanto de todo aquello, quizás le robaron, si era así ni modo, pero y si no?, porque ocultar aquellos detalles?, a no ser claro que hagas algo clandestino e ilegal; en cuanto a Iván, pues solo le menciono lo que él ya sabía de la fiesta…. que se dio un beso de peli con aquella muchacha y aparentemente los pillo Lex y fue la supuesta causa de la pelea, aquí Illien no quiso dar más detalles que eso, creyó prudente callar el gran secreto de Iván…

  • Y no sé nada más al respecto don Rubén, no los volví a ver desde aquel día – mintió, el se veía con Lex y ocasionalmente con Iván – además como Lex tenía que ir al orfanato e Iván tenía una maratón de exámenes en alemán… – agrego hecho el canchero
  • ¿Entonces no tienes ni idea de lo que hicieron ahora? – y el muchacho callo – lo sabes, ¿lo sabes todo no? – prefirió agregar astutamente
  • Este yooo – suspiro como sopesando la respuesta que iba a dar – no me ponga en una situación tan difícil doncito, no es a mí a quien tiene que preguntar, porque aunque yo supiera algo no le avisaría nada, no puedo hacer eso usté sabe
  • Entonces es muy malo
  • No lo sé, eso dependerá de cómo lo cache usté, ya sabe cómo es esto pue´, lo que a mí me puede parecer mal quizá pa usté no lo es, por eso yo no puedo decir nada – y Rubén prefirió no abusar de aquello, lo que Illien dijo ya era más que suficiente para parar las orejas y hacer averiguaciones por su cuenta, y siempre podía preguntar a los hermanos de Illien, quizás los muchachos estos si estaban enterados de otros detalles, total, los gemelos solían ir a casa Illien
  • Está bien Illien, no importa, gracias de todos modos… pero ahora está tu abuelo? O Yhanku? Quiero saber si tienen tiempo para la marcada, si puedo contar con ustedes, será el viernes que viene
  • Yhanku no está, ni Lorenzo – apuro en negar a los hermanos – y mi tata está en la ducha, pero yo creo que si iremos, le llamaremos de todos modos doncito
  • Está bien Illien… yo espero tu llamada, pero... ¿no vendrás más antes? – si lo veía lo acorralaría
  • Mañana tengo examen final del pre, así que pasado
  • Bueno, bueno, pasado entonces, adiós Illien
  • Hasta luego don Rubén, ¿pero antes un favorcingo si?... no le diga nada a mi tata ni a mis hermanos que no fui estos días a la hacienda… es que ellos creen que si fui
  • Me esas pidiendo que mienta? – y al otro lado de la línea Illien cerró los ojos, que torpeza la suya se decía pero antes de poder hablar Rubén agrego como si nada  – Con una condición – había que aprovechar
  • ¿Cuál? – jo, se metió en un lio pensó
  • Dime a mí a donde fuiste, sino no es negociable
  • Iba a…
  • No, cuando vengas, ahora no, tengo prisa pero también curiosidad de saber a qué te estás dedicando… ¿estamos? – y sin querer queriendo comprometió al crío a su favor e Illien con la rara sensación de estar metiéndose en un lio jodido contesto resignado
  • Uffffffff, don, está bien, hasta dentro de dos días entonces

Y otro más que se puso la soga al cuello, tras colgar se fijo en el reloj, era hora de tratar con los gemelos, eran las 8 y 30… como volaba el tiempo pensó, suspiro y fue primero a la habitación de Lex, cumpliría su propósito, castigar a Iván delante del hermano y poner a este a pensar, algo que ni Lex ni Iván estaban preparados para hacer a esta hora de la mañana, media noche para Lex y prácticamente según Iván acababa de acostarse, es que cuando pende la desgracia en la cabeza… el sueño… y el tiempo se hacen demasiado cortos.

  • Arriba Alexander, es hora de levantarse… vaaamoooos!!!! – abrió la puerta, las ventanas de par en par corriendo las cortinas y finalmente jalando las sábanas  del muchacho no de su cuerpo sino del suelo donde casi siempre estaban, que manera de moverse pensaba papá – Lex, es hora – le movió el brazo
  • Aaamm, mmg mmmgs – musitaba dándose la vuelta tapando la cabeza con la almohada
  • Lex, arriba, es hora hijo, despierta de una vez, es tarde ya – ahora sonó más firme y lo sacudió hasta que el crio abrió los ojos y lo miro como enfocando una lente de fotógrafo entre borroso primero y lucido después, abriendo y cerrando los ojos varias veces, le hubiera gustado sonreírle, a él particularmente le encantaba ver como dormían sus hijos y más como despertaban, siempre parecían dibujos animados con los pelos parados los ojos entrecerrados, la boca roja y la nariz con mocos cuando les daba rinitis
  • Hora para queeeeeeeeee?? – grito su insatisfacción rascando su pequeña nariz – ¡¡¡¡OOHHHH!!!! PAAAA, no ha amanecido auuuun, son apenas las OOOOCHO JOOOO – miro el reloj y luego se tiro de nuevo a la cama dándose la vuelta, al parecer se olvido por completo del castigo pendiente y las trastadas, y Rubén de pocas pulgas a tan temprana hora y con ganas de darle una buena tunda le bajo el pijama a límites insospechados de aquella sur frontera de su trasero evidenciando que su mano había hecho un muy buen trabajo antes de dormir, ahí mismo estaban sus dedos rojos y algún que otro pequeño cardenal seguro del cepillo, y sin contemplación alguna dejo caer una vez más toda su palma, antes de que el crio aquel siquiera se dé cuenta que papá acababa de bajarle el pantalón
  • PLLLAAAFFF ESTOY HABLANDO, HE DICHO ARRIBA
  • AAAAAAHHHHHHHHH – grito Lex abriendo los ojos como platos parándose como rayo quitando el trasero del alcance de su padre sujetando el precario pijama con el corazón acelerado, cayendo en cuenta recién de la advertencia que le hizo su padre la noche anterior, que iba a castigar a Iván delante de él y aquel pensamiento dejo de ser eso para ser realidad pues su padre lo agarro del cuello y empezó a empujarlo hacia afuera – no me he bañaaado, deja que me lave la cara por lo menos – buscaba sus sandalias sin éxito cercano de encontrarlas, estarían enterradas bajo los montones de todo que había bajo su cama
  • Buenos días jovencito, no sabes ni saludarme mal educado – amonesto parándolo del suelo a donde se fue a poner de rodillas para buscar su calzado
  • Buen día pa… puedo ir a bañarme?
  • Luego, no necesito que te pongas corbata para lo que voy a hacer, así que sígueme – y sin zapatos troto tras de papá

Y no fue más, de pronto estaba dentro del dormitorio de Iván, que diablos… pensaban padre e hijo, que diferentes eran estos críos, mientras la habitación y sobre todo la cama de Lex era un campo de batalla, el cuarto de Iván era extremadamente ordenado, incluso la cama, ahí donde se lo veía las sábanas azules superiores estaban perfectamente dobladas a los pies y las almohadas que no usaba en fila sobre el sillón gemelo que tenían ambos, el orden era tal que parecía que incluso Iván dormía bajo normas y estándares de postura, casi y lo único fuera de lugar era Guz que estaba a un lado en el suelo, Iván dormía boca abajo, la mortecina luz apenas poso su claridad en la frente y su hermano frunció el ceño levemente, él era muy sensible a la luz, le molestaba por eso su habitación era un poco más oscura que la de Lex y ambos de nuevo padre e hijo posaron sus ojos al mismo objeto, Iván, la cara ladeada sobre la almohada de plumas celeste, boca abajo, las piernas abiertas en toda su extensión con los pies que salían de los linderos del colchón punta a punta, el brazo derecho sobre su cabeza y el izquierdo colgando con la mano flexionada sobre el dorso rozando suavemente el suelo.
Pero papá se fijo en otros detalles más, mientras Lex se perdía en el decorado tan distinto de la habitación de su hermano, Rubén poso sus ojos sobre los algo hinchados de su hijo, los parpados de un rosa suave del llanto de noche antes, un hilito de saliva chorreaba de su boca mojando la almohada, eso le daba la idea clara de que Iván dormía profundamente, el pelo despeinado, la respiración pausada interrumpida de cuanto en cuanto con alguno que otro suspiro o queja, hizo un movimiento frugal, casi como ensayado… nada que ver con los violentos que tenia Lex, y el bóxer se suspendió un poco y papá pudo ver 2 cardenales leves, tenues a un lado del muslo, bien, no hubo daños cuya temporalidad fueran más de dos días se dijo tranquilo, y con aquel pensamiento se acerco a las ventanas y empezó a abrirlas y fue cuando le dio a Lex la primera piedra a pesar sobre sus hombros.

  • Ve al despacho – y le entrego las llaves – y me traes la regla de mi escritorio, tienes 3 minutos Alexander sino la regla se impactara en tu trasero por minuto que te atrases – dijo como si hablara del tiempo
  • Paaaaa – lo miro asustado
  • La horas corren Alexander  

Y ambos posaron sus ojos sobre el dueño del tiempo que implacable movía las finas manecillas de metal encerrado en aquel círculo perfecto que colgaba de la pared… el reloj; Lex trago saliva dándose la vuelta sobre sus desnudos pies y papá… papá empezó a despertar a Iván tratando de sacarlo no solo de sus sueños sino de su relativa tranquilidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario