viernes, 29 de abril de 2016

Mis Gemelos: Cap. 123; Autora Marambra

Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 29 de Abril del 2016
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Capítulo 123
Adivina adivinador
Autora: Marambra

Era apenas las 8 y media de la noche y en el comedor solo estaban Rubén, Ludwig y los gemelos, un cuarteto masculino genéticamente parecidos, eran el pasado, el presente y el futuro, Adela sirvió la cena para solo ellos, es más solo cocino para ellos, Rubén y Clara andaban torcidos por la sumatoria de pequeños malos entendidos que se encargaba de sembrar Almudena rompiendo la armonía del hogar y como siempre hacia una retirada estratégica cuando las cosas se ponían color hormiga y había un riesgo de ser descubierta como ahora que desapareció toda acaramelada del marido y su hijo a un evento de música barroca y cenar fuera, Clara enfadada y con el pretexto de ir al hospital a visitar a una amiga suya operada decidió darse un descanso de la tensión que se vivía en casa, además que no quería por nada del mundo oír llorar a Iván….
Y allá estaban ellos mirándose las caras, los gemelos lado a lado del patriarca, que como siempre visita que haya, protocolo que exista su ley era su ley, y los chicos por muy rey que tenga de visita, millonario que comparta su mesa o duquesa, condesa o carcelera que llegue los sitios de sus hijos eran inamovibles, su diestra y siniestra eran ocupadas por ambos muchachos Lex a la derecha e Iván a la izquierda, y ahora no era menos, estaban ahí con caras de condenados dándole vueltas al delicioso pacú preparado por Adela y eso que era el plato favorito de ambos y tanto Rubén como Ludwing miraban lo que ambos muchachos hacían picar al pacú como si tuviera que cantidad de huesos o de dura seria su carne, vamos que era pescado sin huesos mientras ellos, abuelo y bisabuelo si vamos por jerarquías adquiridas estaban en plena sobremesa tomando un delicioso cafecito destilado con un poco de coñac, afuera el viento ululaba, la tarde se hizo negra por tormenta y la lluvia había cesado hacia ya media hora, Adela abrió todas las puertas y ventanas dejando las mallas milimétricas y el delicioso aroma a tierra mojada y hierba fresca penetraba con la brisa fría que refrescaba la estancia abierta de par en par, ambos Rubén y Ludwind no decían mucho,  hablaban de cosas superficiales para llenar el silencio y de mucho tiempo Rubén había desempolvado su vieja lengua mater, conversando en alemán con su padre, por dos razones, la nostalgia que le traía de su primera infancia, el recuerdo de su madre y sus abuelos, amigos y su primera juventud pero sobre todo en consideración a su padre y segundo porque en medio de todo aquello se notaba en la cara de Ludwig la curiosidad por preguntar a su hijo sin que se ofenda como la vez primera que intervino por uno de los muchachos de porque estaba tomando esta acción… y Rubén en un suave alemán le dijo…

  • Antes de que ustedes llegaran, el mayor – dijo mirando con disimulo a Lex no queriendo mencionar su nombre para no llamar la atención de ninguno de los chicos – se involucro en un lio con la policía, acusado de asociación ilícita – buscaba las palabras para que Iván no tenga oportunidad de traducir, por lo menos no se quede con la idea de saber de que estaban charlando – la consecuencia fue una paliza... ya sé que tu lo desapruebas totalmente – posos sus ojos en los de su padre intimidantemente
  • No es así hijo, no era mi intensión – respondió al recordar el horrible incidente
  • Puede ser, pero yo lo siento así, soy adulto papá mucho más que un adulto, tengo 54 años he vivido desde mis casi 20 aquí – si, había desaparecido del mapa de su padre una semana antes de cumplir 20 y festejo su cumpleaños lavando los baños en casa de Lila, y cuando ella se entero por las meretrices que era el santo del gringuito, le preparo una cena deliciosa en su casa y empezó a averiguar la vida de aquel extraño forastero con aspecto paliducho, que cargaba una mochila de campamento y que tras tomarse la cuarta copa de whisky puro rompió el silencio y en medio de la tristeza le conto las  razones por las que borro del corazón a su familia – pero te contaba, el tenia un castigo adicional dado por la defensoría del menor – y los ojos de Ludwing mostraron una gran interrogante – hubo muchos daños materiales por el escándalo, una pelea callejera que armaron su grupo y otros muchachos  involucrándose por hacerse el machito, lo quisieron enviar a un reformatorio y debía cumplir como condena social a cambio 10 días a un orfanato pero han intercambiado identidades con el menor y aún no me han dicho porque, porque yo acepto que sea un día, el día que quería ir al concierto de ese grupo, pero los otros 9 no lo sé
  • ¿Y porque no lo castigas a él? – eso le tenía intrigado, durante estos 5 días la paliza se la llevo solo Iván y esta noche seria igual – y le preguntas a él
  • Porque quiero que haga lo correcto, quiero que se den cuenta de sus actos y recapaciten por si solos y de paso escarmiento de una vez por todas al menor por hacer esto, además que se falto 10 días al instituto son dos delitos que no le voy a pasar, y cuando el mayor se quiebre tendrá lo suyo – parecía un agente de la CIA cargando mentalmente el estrés a los condenados para que confiesen… la técnica, torturar a uno a vista y paciencia del otro, si eso era, papá le daba la paliza a Iván delante de Lex era cuestión de paciencia y la confesión se daría tarde o temprano
  • Bueno, que puedo decirte Rubén, te he perdido con mi cabezonería vine buscando a un mozuelo, mi cabeza se quedo con esa imagen y pillo a un hombre hecho y derecho – confeso Ludwig con nostalgia de los años perdidos
  • Siento decepcionarte, pero los años no los empujo yo, sino Dios – contesto a la defensiva
  • No te pongas a la defensiva Rubén, Dios y Arturo han hecho de ti un hombre con todos sus cabales, solo espero que me des una oportunidad de rectificar el pasado para paz mía y tuya
  • Yo estoy en paz, hace mucho que estoy en paz y esa paz me la ha dado Clara y – mi hijo iba a decir y recordó que Ludwig no sabía de la existencia de Logan
  • Y tus hijos – su voz sonó cansada, de envidia en realidad, él nunca compartió lo que Rubén con los gemelos
  • No papá… mis nietos, ellos son mis nietos, mi hijo falleció hace 5 meses atrás – y la frase quedo suspendida en el aire

Ambos se quedaron mirándose, sin saber que más decir, el silencio envolvió el ambiente de manera horrorosa, la incomodidad de no saber que decir o hacer hicieron que Ludwig se sienta miserable, ¿qué decir?... ¿lo siento?, ¿mis sentidos pésames? ¿qué paso?, ¿qué se llamaba?,  ¿cómo era?, ¿dónde está la madre de los gemelos?, y ante ese silencio e incomodidad Rubén suspiro agobiado, y decido liberar a su padre de aquel extraño momento.

  • No necesito que me des el pésame papá… en algo tu y yo nos parecemos, no veía a mi hijo desde sus 18 años y callo prudentemente, su voz se quebró y retiro su mirada a otro lado clavando su vista a la pequeña tacita de café… no quería como adivinaba Clara que se metan con su dolor, y Ludwig sintiendo que ese tu y yo nos parecemos, lo decía todo, tu y yo nos parecemos, lo hicimos tan mal, lo hicimos con la mierda y como mierda… esa frase le dio a entender que acababa de perder la quizás única oportunidad de ser padre, de dar un abrazo a su hijo pese a que el lenguaje corporal sentimental no era lo suyo, pero era una necesidad, la única oportunidad y la acababa de perder y como si Dios hiciera Adela rompió el silencio hablando con don Rubén
  • Don Rubén, quiere más cafecito
  • No Adelita gracias, ¿tu quieres papá? – pregunto
  • No, no, es suficiente – miro su reloj – voy a revisar mi correo, buenas noches
  • Que descanses papá… despídanse del abuelo se va a su dormitorio – le dijo a los chicos por fin en castellano

Y los pasos de Ludwig se perdieron en las gradas, Rubén se quedo mirando el vacio y se llevo a la boca la tacita de café, ya casi no había nada en la pequeña taza de porcelana checa que tanto gustaba a Clara, y pensó en ella y sus líos maritales a los cuales no le estaba dando la importancia que debía porque ahora mismo su prioridad eran los gemelos; con un último falso sorbo de café, vamos que trago más saliva que otra cosa y viendo que los chicos no iban ni atrás ni adelante con la comida que del puro susto que llevaban, estaban con la garganta cerrada mirando de reojo las manecillas del reloj colgado en la pared como una tortura mental, al notar este detalle Rubén pensó que no parecía que fuera necesario prolongar más lo inevitable, además ambos tenían que acostarse a las 10 y entre la paliza que iba a dar, bañarse, lavarse los dientes y conciliar el sueño la hora se haría pronto, ambos muchachos estaban confinados a dormir temprano, sobre todo Iván al que papá castigo además quitándole todos los privilegios y no dejándolo salir de la casa ni al patio, estaba como en una cárcel confinado a casi, casi solo su habitación y aumentándose un poco de café en su taza y viendo que los chicos dejaron por fin sus cubiertos en la mesa resignados les dijo.

  • Bueno, hora de lo nuestro, vayan a darse un baño, lavarse los dientes y ya saben, Iván me esperas mirando la pared – y le sostuvo la mirada para recordarle lo que pasaría si no lo esperaba como le indico, papá hace cinco días atrás que no estaba para más tonterías – y Lex, ya sabes lo que tienes que hacer, llevas la regla a la habitación de tu hermano y me esperas ahí – la voz que dirigió a ambos era la misma, áspera
  • Paaaaa_pi – el corazón del muchacho se hizo un nudo ciego y frunció los esfínteres involuntariamente del miedo que sintió ya no mas, no quería una paliza, no de nuevo
  • NO IVÁN – levanto la mano en alto en señal de no querer oír ninguna escusa – he dicho arriba, no se hable más ENTENDIDO
  • Perooo
  • No hay peros ni peras Iván – dejo su taza sobre la mesa  – ya te lo dije al pan, pan y al vino, vino
  • Paaaa – musito Lex
  • SILENCIO –  y su padre lo fulmino con la mirada para salir del comedor a darse un buen baño antes de lidiar con los gemelos y esperar que Clara regrese y solucionar el mal entendido que tenían de nuevo por causa de Almudena

Y los gemelos se quedaron mirándose las caras estresadas entre ambos, la escena seria la misma que las 4 noches y mañanas que siguieron a la original paliza que le dio papá a Iván aquella tarde que los pillo en sus andadas; pero solo a Iván, ahí estaba el detalle, el misterio… por una reunión en la CAINCO se fue a la ciudad y se encontró con un viejo amigo al que no veía desde que migrara de Alemania y se fueron a un café del centro aquella tarde y se entero que fungía como maestro de intercambio del instituto Goethe de lengua alemana desde hace diez años en diferentes países y que estaba buscando un departamento donde quedarse por aquellos 3 meses que estaría en Santa Cruz y Rubén que tenía en la ciudad un departamento que eventualmente usaba cuando tenía largas reuniones, o tenía inversionistas de última hora le ofreció aquel lugar por los viejos tiempos de amistad escolar, y Bruno que así se llamaba aquel hombre acepto, entre una y otra cosa más pues decidieron que Rubén lo recogería al día siguiente para llevarlo al piso y darle las llaves de la casa.
Estaban ya por despedirse porque sus clases en una hora más o menos iniciarían en el instituto y Rubén con la movilidad y sin nada más que hacer en Santa Cruz ofreció llevarlo ya que coincidían con el horario de salida de Iván así que decidió ir a recogerlo, y de paso con él ir a recoger a Lex al orfanato y grande fue la sorpresa al estar casi media hora esperando que su hijo aparezca por la única puerta de ingreso y salida que había de aquel edificio y nunca se dio tal evento, preocupado llamo a casa y Clara le dijo que ninguno de los muchachos estaban en casa que estarían en sus cosas, con aquella información y acompañado de Bruno se encamino a la clase de Iván y el maestro le dio el garrotazo, Iván falto 10 días al instituto, así que saco su teléfono y marco el móvil del muchacho una última vez pues las previas al llamado de mamá fueron inútiles y el crio respondió para nada más caer de cuatro patas en la trampa  que le tendió papá sin hacer mayor esfuerzo.

  • Hola paaaapiii – contesto entusiasmado el muchacho, prefiriendo responder por una corazonada, que tal si papá llamaba al instituto y se descubría todo?; así que entregando al bebe que tenía en las manos a una de las novicias que cuidaban el orfanato respondió apurado a papá – es mi papa ¿un ratito ya? – dijo en voz muy bajita y tapando el auricular a la novicia para que tenga al niño – papi, papi, estoy en clases – se le ocurrió decir
  • Estoy cerca hijo ¿quieres que te recoja?, ¿a qué hora sales? – el premio al mejor actor se lo gano Rubén con esa sola escena, porque oír la sinvergüenzura del muchacho decirle estar en clases cuando él estaba allá parado en el pasillo tras conversar con el maestro de aula y recibir el garrotazo de sus faltas a clases le revolvió la bilis y amarro el ogro que tenía dentro para que su voz no lo delatara en su enojo – y ¿a qué hora sales Ivancito? – sí, el Oscar, el globo de oro, el oso de Berlín, la llama de plata eran para él solito
  • UFFFFF y el Oscar al primer actor secundario se lo llevaba su hijo, sí, la premiación quedaría en familia no había duda, porque Iván se vio en un aprieto y antes de que su padre se diera cuenta de su nerviosismo le dijo – no lo sé pa, nos proyectarán una peli para traducir y eso puede durar una hora o más – la improvisación era lo suyo, no se atenía al guión original tenía que salvar el pellejo y llamar a su par para ponerlo al tanto y que venga pronto al orfanato, no vaya a ser que papá de sorpresas
  • A ya, traducir, bien, entonces nos vemos en casa chichilo, tienes para tus pasajes? – se aventuro a decir porque él solo les había dado lo justo y necesario para regresar a casa en un solo bus, pero Iván y Lex tenían todo aquello bajo control – porque puedo pasar por el instituto estoy en la movilidad y dejarte dinero si te falta
  • Nooo, no es necesario papi – empezó a morderse el labio nerviosamente, tenía que ver la forma más rápida de desligarse de su padre porque en cualquier momento las monjas lo llamarían, vamos que carajos, lo tenían en calidad de esclavo, y él mismo no entendió porque diablos acepto ir mas días del acordado, pero de nuevo la saltaba a la cabeza el remordimiento del beso de Marcela que derivo en terapia intensiva a su hermano y no solo eso, los furtivos encuentros en el potrero y del que ya no era secreto porque Yhanku los había visto el día del churrasco en una muy comprometedora y delicadísima situación y su acusadora mirada le hizo bajar los ojos y cuando quiso explicarle el muchacho simplemente le contesto tajantemente “a mí  no me debés las disculpas, porque no es a mí a quien le sacás la vuelta” y lo dejo con la palabra en la boca – tengo dinero papi, no te preocupes, ahora te dejo sí?, tengo que entrar al aula y colgó, el cínico colgó sin dar más explicaciones, haaa, pero la tunda que le daría pensaba Rubén

Y así, ante el descaro, ante la osadía del crio de mentirle todavía asegurando que estaba en plenas clases y que tenía difusión de video para traducir y todo solo para impresionar a su padre, lo dejo ahí atónito parado en medio del largo pasillo con la rabia empezando a bullir tardíamente porque era impresionante la actuación del mocoso, la sangre fría para hablar con tal naturalidad y a papá pues nada no? la presión arterial amenazo con rebelarse en contra de las pastillitas que tomaba y los cuidados que su mujercita tenia con su salud, y sintiendo el picante en la boca y mirando la casilla de abandono de las clases y perdida del curso porque Iván al parecer no se tomo la molestia de leer el reglamento del instituto de que a la tercera falta sin justificación no tenía derecho a retomar el curso sino repetirlo en la próxima instancia perdiendo los créditos económicos que costaron por adelantado el curso aquel, salió tirando piedras en el camino escupiendo lava en medio de las mordidas palabras soeces que vertía su boca en todos los idiomas que hablaba, y jurando y perjurando que esta vez habría en casa un culo reventado de la tunda que le daría al malmandado, porque un refrán imperaba en él, que todo mentiroso es mañoso y al parecer su criatura era un as en esto… y debía descubrir cuáles eran las otras negras virtudes de su querubín.
Pero las cosas cuando mal inician mal acaban, y ese día no era al parecer para Rubén, se despido de su amigo agradeciendo su ayuda y orientación e intervención para que Iván retorne a las clases con la promesa de ser él quien ponga al día al muchacho, después de todo no eran ni baratas menos gratis las clases en aquel instituto y Bruno a manera de pasarlo bien invitado en la hacienda de Rubén y en agradecimiento a la salvada de guerra por el departamento le hacia este favor para estar mano a mano; así salió de aquel lugar con la cabeza caliente y emprendió rumbo a casa pero fijándose la hora prefirió torcer camino y su mente sin querer queriendo dirigió la movilidad hacia el hogar de niños del Padre Alfredo, era la hora de salida de Lex y al menos lo sorprendería a la salida y reiría con su habitual humor y sus interesantes anécdotas sobre su día a día en aquel lugar, solo que el destino caprichoso jugo un no doble sino triple set tanto para Rubén, Iván y Lex, pues papá no llamo  al número de su hijo, simplemente decidió ir por él y sondearle si sabía algo de las andadas de su hermano, pero la ingrata sorpresa le dio un revés adelantándose a darle la respuesta que buscaba pues no necesitaba sondear nada al gemelo sobre que hacia Iván porque ahí estaba él saliendo del orfanato con el balón de futbol que llevo según él para jugar con los chicos del instituto con una sonrisa en la boca  que se le congelo al ver a papá jugando con las llaves de la movilidad en la mano mirando su reloj.
La cara de Iván se transformo en un rostro típico del que está a punto de sufrir un desmayo, la palidez se le adueño del semblante, el miedo acababa de darle su beso mortal robándole el rubor de sus mejillas y sus labios, estaba como un fantasma y un sudor frio le perlo la frente, la espalda y las manos y de su habitual sonrisa no había ni un esbozo, y empezó a caminar como un anciano encogiendo los hombros, tragando saliva con dificultad por el espasmo que vivió su esófago ese rato, sintiendo mil mariposas en la boca del estómago, arrastrando no solo la mochila cargada de cuadernos en alemán sino los pies, aquel era el decimo día de castigo de Lex, esa tarde concluía aparentemente su condena social y estaba libre con el expediente limpio, ambos gemelos habían burlado el sistema de seguridad ciudadana de una manera vil y cobarde, usando ventajosamente sus características genéticas, AQUELLO ERA EL COLMO, aquello no era lo que ni de lejos cualquier padre que se digne tal quisiera en sus pesadillas, iba contra todo pronóstico, iba contra toda regla moral, contra todos los principios que manejaban la casi intachable vida de Rubén quien se empeñaba en mostrar ese camino de rectitud, de verdad, de responsabilidad a sus hijos, quienes al parecer estaban más empecinados en hacerse la burla del sistema para salirse con la suya… y de él riéndose en su cara con total descaro, mofándose de su confianza, de su amor, pateando la lealtad que les tenia y que exigía como mínima virtud.
Rubén de solo ver a Lex, vestido como Lex, porque sí, los chicos llevaron a ese extremo de cuidar incluso los detalles del vestuario como en un set de filmación se dio cuenta que no era él por algunos detalles simples aparte de la mochila y el balón, sino por la forma de caminar, el corte del pelo que de Iván estaba mucho más largo y tupido que de Lex, porque este se empecino en tenerlo casi corte militar, luego el morderse al boca nerviosamente, el mirar el suelo, y el cruzar los dedos haciendo conejos… pero no tenia opción alguna, debía ir hasta allá y ver qué pasaba, nada bueno eso era ya casi apostado a ganador, porque sabía que a su padre no podía engañar, ya lo intento una vez y lo pago su trasero, solo había una sutil esperanza… que la furia se aplaque por lo menos hasta estar en la movilidad ya que aquel era un orfanato de niños pequeños, desde nidito a parvulario prácticamente, segundo porque estaba dirigido y movilizado por monjas cuya primicia era el silencio en los pasillos, esos detalles fueron los que animaron a Iván acercarse a su padre tímidamente porque él pudo ver desde la distancia como el rostro de papá se fue transformando en algo dantesco.
Papá frunció el ceño y la boca se hizo un rictus casi cadavérico de lo serio que se puso, y como a él le cambio el color del rostro solo que no a lívido paliducho sino a un rojo furioso, encendido casi guindo de la rabia contenida, observo cómo latían sus sienes, como se dibujo sus temporales venosos, como sus manos apretaron las llaves, y como paso saliva en un áspero trago, y a cada paso dado sus ojos se clavaron en el rostro casi agarrándolo a reveces si pudiera con la mirada, finalmente estuvieron frente a frente, papá atrapo el brazo de Iván con fuerza un poco más de lo habitual y rechazo el beso y el saludo que quiso darle, le quito la mochila y el balón cargándolo él en la mano libre mientras la otra arrastraba por el pasillo prácticamente a su hijo tras que giro sus pasos hacia la calle y condujo a Iván por el largo pasillo hasta la salida y el muchacho solo sentía los miles de ojos clavados en su ser y poco a poco fue bajando la vista al suelo mirando sus pies cambiar de paso, solo oía dos cosas el taconeo de su padre y su corazón asustado galopar de miedo, trago saliva, se relamió los labios y por fin sintió en la cara la brisa caliente de la tarde y un doloroso jalón en la patilla derecha que le hizo abrir la boca desmesuradamente para ahogar un grito mudo de vergüenza mientras sus ojos se aguaban con la escueta orden mordida por su padre.

  • Sube de una vez….

Y la puerta de la movilidad se cerró con el seguro automático que su padre pulso tras ponerle el cinturón de seguridad, sí señor, papá lo quería vivo, bien vivo antes de matarlo con sus propias manos….


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