Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 29 de Abril del 2016
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Capítulo 123
Adivina adivinador
Autora: Marambra
Era apenas las 8 y media de la noche
y en el comedor solo estaban Rubén, Ludwig y los gemelos, un cuarteto masculino
genéticamente parecidos, eran el pasado, el presente y el futuro, Adela sirvió
la cena para solo ellos, es más solo cocino para ellos, Rubén y Clara andaban
torcidos por la sumatoria de pequeños malos entendidos que se encargaba de
sembrar Almudena rompiendo la armonía del hogar y como siempre hacia una
retirada estratégica cuando las cosas se ponían color hormiga y había un riesgo
de ser descubierta como ahora que desapareció toda acaramelada del marido y su
hijo a un evento de música barroca y cenar fuera, Clara enfadada y con el
pretexto de ir al hospital a visitar a una amiga suya operada decidió darse un
descanso de la tensión que se vivía en casa, además que no quería por nada del
mundo oír llorar a Iván….
Y
allá estaban ellos mirándose las caras, los gemelos lado a lado del patriarca,
que como siempre visita que haya, protocolo que exista su ley era su ley, y los
chicos por muy rey que tenga de visita, millonario que comparta su mesa o
duquesa, condesa o carcelera que llegue los sitios de sus hijos eran
inamovibles, su diestra y siniestra eran ocupadas por ambos muchachos Lex a la
derecha e Iván a la izquierda, y ahora no era menos, estaban ahí con caras de condenados
dándole vueltas al delicioso pacú preparado por Adela y eso que era el plato
favorito de ambos y tanto Rubén como Ludwing miraban lo que ambos muchachos
hacían picar al pacú como si tuviera que cantidad de huesos o de dura seria su
carne, vamos que era pescado sin huesos mientras ellos, abuelo y bisabuelo si
vamos por jerarquías adquiridas estaban en plena sobremesa tomando un delicioso
cafecito destilado con un poco de coñac, afuera el viento ululaba, la tarde se
hizo negra por tormenta y la lluvia había cesado hacia ya media hora, Adela
abrió todas las puertas y ventanas dejando las mallas milimétricas y el
delicioso aroma a tierra mojada y hierba fresca penetraba con la brisa fría que
refrescaba la estancia abierta de par en par, ambos Rubén y Ludwind no decían
mucho, hablaban de cosas superficiales
para llenar el silencio y de mucho tiempo Rubén había desempolvado su vieja
lengua mater, conversando en alemán con su padre, por dos razones, la nostalgia
que le traía de su primera infancia, el recuerdo de su madre y sus abuelos,
amigos y su primera juventud pero sobre todo en consideración a su padre y
segundo porque en medio de todo aquello se notaba en la cara de Ludwig la
curiosidad por preguntar a su hijo sin que se ofenda como la vez primera que
intervino por uno de los muchachos de porque estaba tomando esta acción… y
Rubén en un suave alemán le dijo…
- Antes de que ustedes llegaran, el mayor – dijo mirando con disimulo a Lex no queriendo mencionar su nombre para no llamar la atención de ninguno de los chicos – se involucro en un lio con la policía, acusado de asociación ilícita – buscaba las palabras para que Iván no tenga oportunidad de traducir, por lo menos no se quede con la idea de saber de que estaban charlando – la consecuencia fue una paliza... ya sé que tu lo desapruebas totalmente – posos sus ojos en los de su padre intimidantemente
- No es así hijo, no era mi intensión – respondió al recordar el horrible incidente
- Puede ser, pero yo lo siento así, soy adulto papá mucho más que un adulto, tengo 54 años he vivido desde mis casi 20 aquí – si, había desaparecido del mapa de su padre una semana antes de cumplir 20 y festejo su cumpleaños lavando los baños en casa de Lila, y cuando ella se entero por las meretrices que era el santo del gringuito, le preparo una cena deliciosa en su casa y empezó a averiguar la vida de aquel extraño forastero con aspecto paliducho, que cargaba una mochila de campamento y que tras tomarse la cuarta copa de whisky puro rompió el silencio y en medio de la tristeza le conto las razones por las que borro del corazón a su familia – pero te contaba, el tenia un castigo adicional dado por la defensoría del menor – y los ojos de Ludwing mostraron una gran interrogante – hubo muchos daños materiales por el escándalo, una pelea callejera que armaron su grupo y otros muchachos involucrándose por hacerse el machito, lo quisieron enviar a un reformatorio y debía cumplir como condena social a cambio 10 días a un orfanato pero han intercambiado identidades con el menor y aún no me han dicho porque, porque yo acepto que sea un día, el día que quería ir al concierto de ese grupo, pero los otros 9 no lo sé
- ¿Y porque no lo castigas a él? – eso le tenía intrigado, durante estos 5 días la paliza se la llevo solo Iván y esta noche seria igual – y le preguntas a él
- Porque quiero que haga lo correcto, quiero que se den cuenta de sus actos y recapaciten por si solos y de paso escarmiento de una vez por todas al menor por hacer esto, además que se falto 10 días al instituto son dos delitos que no le voy a pasar, y cuando el mayor se quiebre tendrá lo suyo – parecía un agente de la CIA cargando mentalmente el estrés a los condenados para que confiesen… la técnica, torturar a uno a vista y paciencia del otro, si eso era, papá le daba la paliza a Iván delante de Lex era cuestión de paciencia y la confesión se daría tarde o temprano
- Bueno, que puedo decirte Rubén, te he perdido con mi cabezonería vine buscando a un mozuelo, mi cabeza se quedo con esa imagen y pillo a un hombre hecho y derecho – confeso Ludwig con nostalgia de los años perdidos
- Siento decepcionarte, pero los años no los empujo yo, sino Dios – contesto a la defensiva
- No te pongas a la defensiva Rubén, Dios y Arturo han hecho de ti un hombre con todos sus cabales, solo espero que me des una oportunidad de rectificar el pasado para paz mía y tuya
- Yo estoy en paz, hace mucho que estoy en paz y esa paz me la ha dado Clara y – mi hijo iba a decir y recordó que Ludwig no sabía de la existencia de Logan
- Y tus hijos – su voz sonó cansada, de envidia en realidad, él nunca compartió lo que Rubén con los gemelos
- No papá… mis nietos, ellos son mis nietos, mi hijo falleció hace 5 meses atrás – y la frase quedo suspendida en el aire
Ambos
se quedaron mirándose, sin saber que más decir, el silencio envolvió el
ambiente de manera horrorosa, la incomodidad de no saber que decir o hacer
hicieron que Ludwig se sienta miserable, ¿qué decir?... ¿lo siento?, ¿mis
sentidos pésames? ¿qué paso?, ¿qué se llamaba?,
¿cómo era?, ¿dónde está la madre de los gemelos?, y ante ese silencio e
incomodidad Rubén suspiro agobiado, y decido liberar a su padre de aquel
extraño momento.
- No necesito que me des el pésame papá… en algo tu y yo nos parecemos, no veía a mi hijo desde sus 18 años – y callo prudentemente, su voz se quebró y retiro su mirada a otro lado clavando su vista a la pequeña tacita de café… no quería como adivinaba Clara que se metan con su dolor, y Ludwig sintiendo que ese tu y yo nos parecemos, lo decía todo, tu y yo nos parecemos, lo hicimos tan mal, lo hicimos con la mierda y como mierda… esa frase le dio a entender que acababa de perder la quizás única oportunidad de ser padre, de dar un abrazo a su hijo pese a que el lenguaje corporal sentimental no era lo suyo, pero era una necesidad, la única oportunidad y la acababa de perder y como si Dios hiciera Adela rompió el silencio hablando con don Rubén
- Don Rubén, quiere más cafecito
- No Adelita gracias, ¿tu quieres papá? – pregunto
- No, no, es suficiente – miro su reloj – voy a revisar mi correo, buenas noches
- Que descanses papá… despídanse del abuelo se va a su dormitorio – le dijo a los chicos por fin en castellano
Y
los pasos de Ludwig se perdieron en las gradas, Rubén se quedo mirando el vacio
y se llevo a la boca la tacita de café, ya casi no había nada en la pequeña
taza de porcelana checa que tanto gustaba a Clara, y pensó en ella y sus líos
maritales a los cuales no le estaba dando la importancia que debía porque ahora
mismo su prioridad eran los gemelos; con un último falso sorbo de café, vamos
que trago más saliva que otra cosa y viendo que los chicos no iban ni atrás ni
adelante con la comida que del puro susto que llevaban, estaban con la garganta
cerrada mirando de reojo las manecillas del reloj colgado en la pared como una
tortura mental, al notar este detalle Rubén pensó que no parecía que fuera
necesario prolongar más lo inevitable, además ambos tenían que acostarse a las
10 y entre la paliza que iba a dar, bañarse, lavarse los dientes y conciliar el
sueño la hora se haría pronto, ambos muchachos estaban confinados a dormir
temprano, sobre todo Iván al que papá castigo además quitándole todos los
privilegios y no dejándolo salir de la casa ni al patio, estaba como en una
cárcel confinado a casi, casi solo su habitación y aumentándose un poco de café
en su taza y viendo que los chicos dejaron por fin sus cubiertos en la mesa
resignados les dijo.
- Bueno, hora de lo nuestro, vayan a darse un baño, lavarse los dientes y ya saben, Iván me esperas mirando la pared – y le sostuvo la mirada para recordarle lo que pasaría si no lo esperaba como le indico, papá hace cinco días atrás que no estaba para más tonterías – y Lex, ya sabes lo que tienes que hacer, llevas la regla a la habitación de tu hermano y me esperas ahí – la voz que dirigió a ambos era la misma, áspera
- Paaaaa_pi – el corazón del muchacho se hizo un nudo ciego y frunció los esfínteres involuntariamente del miedo que sintió ya no mas, no quería una paliza, no de nuevo
- NO IVÁN – levanto la mano en alto en señal de no querer oír ninguna escusa – he dicho arriba, no se hable más ENTENDIDO
- Perooo
- No hay peros ni peras Iván – dejo su taza sobre la mesa – ya te lo dije al pan, pan y al vino, vino
- Paaaa – musito Lex
- SILENCIO – y su padre lo fulmino con la mirada para salir del comedor a darse un buen baño antes de lidiar con los gemelos y esperar que Clara regrese y solucionar el mal entendido que tenían de nuevo por causa de Almudena
Y
los gemelos se quedaron mirándose las caras estresadas entre ambos, la escena
seria la misma que las 4 noches y mañanas que siguieron a la original paliza
que le dio papá a Iván aquella tarde que los pillo en sus andadas; pero solo a
Iván, ahí estaba el detalle, el misterio… por una reunión en la CAINCO se fue a
la ciudad y se encontró con un viejo amigo al que no veía desde que migrara de
Alemania y se fueron a un café del centro aquella tarde y se entero que fungía
como maestro de intercambio del instituto Goethe de lengua alemana desde hace
diez años en diferentes países y que estaba buscando un departamento donde
quedarse por aquellos 3 meses que estaría en Santa Cruz y Rubén que tenía en la
ciudad un departamento que eventualmente usaba cuando tenía largas reuniones, o
tenía inversionistas de última hora le ofreció aquel lugar por los viejos
tiempos de amistad escolar, y Bruno que así se llamaba aquel hombre acepto, entre
una y otra cosa más pues decidieron que Rubén lo recogería al día siguiente
para llevarlo al piso y darle las llaves de la casa.
Estaban
ya por despedirse porque sus clases en una hora más o menos iniciarían en el
instituto y Rubén con la movilidad y sin nada más que hacer en Santa Cruz
ofreció llevarlo ya que coincidían con el horario de salida de Iván así que
decidió ir a recogerlo, y de paso con él ir a recoger a Lex al orfanato y
grande fue la sorpresa al estar casi media hora esperando que su hijo aparezca
por la única puerta de ingreso y salida que había de aquel edificio y nunca se
dio tal evento, preocupado llamo a casa y Clara le dijo que ninguno de los
muchachos estaban en casa que estarían en sus cosas, con aquella información y
acompañado de Bruno se encamino a la clase de Iván y el maestro le dio el
garrotazo, Iván falto 10 días al instituto, así que saco su teléfono y marco el
móvil del muchacho una última vez pues las previas al llamado de mamá fueron
inútiles y el crio respondió para nada más caer de cuatro patas en la
trampa que le tendió papá sin hacer
mayor esfuerzo.
- Hola paaaapiii – contesto entusiasmado el muchacho, prefiriendo responder por una corazonada, que tal si papá llamaba al instituto y se descubría todo?; así que entregando al bebe que tenía en las manos a una de las novicias que cuidaban el orfanato respondió apurado a papá – es mi papa ¿un ratito ya? – dijo en voz muy bajita y tapando el auricular a la novicia para que tenga al niño – papi, papi, estoy en clases – se le ocurrió decir
- Estoy cerca hijo ¿quieres que te recoja?, ¿a qué hora sales? – el premio al mejor actor se lo gano Rubén con esa sola escena, porque oír la sinvergüenzura del muchacho decirle estar en clases cuando él estaba allá parado en el pasillo tras conversar con el maestro de aula y recibir el garrotazo de sus faltas a clases le revolvió la bilis y amarro el ogro que tenía dentro para que su voz no lo delatara en su enojo – y ¿a qué hora sales Ivancito? – sí, el Oscar, el globo de oro, el oso de Berlín, la llama de plata eran para él solito
- UFFFFF – y el Oscar al primer actor secundario se lo llevaba su hijo, sí, la premiación quedaría en familia no había duda, porque Iván se vio en un aprieto y antes de que su padre se diera cuenta de su nerviosismo le dijo – no lo sé pa, nos proyectarán una peli para traducir y eso puede durar una hora o más – la improvisación era lo suyo, no se atenía al guión original tenía que salvar el pellejo y llamar a su par para ponerlo al tanto y que venga pronto al orfanato, no vaya a ser que papá de sorpresas
- A ya, traducir, bien, entonces nos vemos en casa chichilo, tienes para tus pasajes? – se aventuro a decir porque él solo les había dado lo justo y necesario para regresar a casa en un solo bus, pero Iván y Lex tenían todo aquello bajo control – porque puedo pasar por el instituto estoy en la movilidad y dejarte dinero si te falta
- Nooo, no es necesario papi – empezó a morderse el labio nerviosamente, tenía que ver la forma más rápida de desligarse de su padre porque en cualquier momento las monjas lo llamarían, vamos que carajos, lo tenían en calidad de esclavo, y él mismo no entendió porque diablos acepto ir mas días del acordado, pero de nuevo la saltaba a la cabeza el remordimiento del beso de Marcela que derivo en terapia intensiva a su hermano y no solo eso, los furtivos encuentros en el potrero y del que ya no era secreto porque Yhanku los había visto el día del churrasco en una muy comprometedora y delicadísima situación y su acusadora mirada le hizo bajar los ojos y cuando quiso explicarle el muchacho simplemente le contesto tajantemente “a mí no me debés las disculpas, porque no es a mí a quien le sacás la vuelta” y lo dejo con la palabra en la boca – tengo dinero papi, no te preocupes, ahora te dejo sí?, tengo que entrar al aula – y colgó, el cínico colgó sin dar más explicaciones, haaa, pero la tunda que le daría pensaba Rubén
Y
así, ante el descaro, ante la osadía del crio de mentirle todavía asegurando
que estaba en plenas clases y que tenía difusión de video para traducir y todo
solo para impresionar a su padre, lo dejo ahí atónito parado en medio del largo
pasillo con la rabia empezando a bullir tardíamente porque era impresionante la
actuación del mocoso, la sangre fría para hablar con tal naturalidad y a papá
pues nada no? la presión arterial amenazo con rebelarse en contra de las
pastillitas que tomaba y los cuidados que su mujercita tenia con su salud, y
sintiendo el picante en la boca y mirando la casilla de abandono de las clases
y perdida del curso porque Iván al parecer no se tomo la molestia de leer el
reglamento del instituto de que a la tercera falta sin justificación no tenía
derecho a retomar el curso sino repetirlo en la próxima instancia perdiendo los
créditos económicos que costaron por adelantado el curso aquel, salió tirando
piedras en el camino escupiendo lava en medio de las mordidas palabras soeces
que vertía su boca en todos los idiomas que hablaba, y jurando y perjurando que
esta vez habría en casa un culo reventado de la tunda que le daría al
malmandado, porque un refrán imperaba en él, que todo mentiroso es mañoso y al
parecer su criatura era un as en esto… y debía descubrir cuáles eran las otras
negras virtudes de su querubín.
Pero
las cosas cuando mal inician mal acaban, y ese día no era al parecer para
Rubén, se despido de su amigo agradeciendo su ayuda y orientación e
intervención para que Iván retorne a las clases con la promesa de ser él quien
ponga al día al muchacho, después de todo no eran ni baratas menos gratis las
clases en aquel instituto y Bruno a manera de pasarlo bien invitado en la
hacienda de Rubén y en agradecimiento a la salvada de guerra por el departamento le
hacia este favor para estar mano a mano; así salió de aquel lugar con la cabeza
caliente y emprendió rumbo a casa pero fijándose la hora prefirió torcer camino
y su mente sin querer queriendo dirigió la movilidad hacia el hogar de niños
del Padre Alfredo, era la hora de salida de Lex y al menos lo sorprendería a la
salida y reiría con su habitual humor y sus interesantes anécdotas sobre
su día a día en aquel lugar, solo que el destino caprichoso jugo un no doble
sino triple set tanto para Rubén, Iván y Lex, pues papá no llamo al número de su hijo, simplemente decidió ir
por él y sondearle si sabía algo de las andadas de su hermano, pero la ingrata
sorpresa le dio un revés adelantándose a darle la respuesta que buscaba pues no
necesitaba sondear nada al gemelo sobre que hacia Iván porque ahí estaba él
saliendo del orfanato con el balón de futbol que llevo según él para jugar con
los chicos del instituto con una sonrisa en la boca que se le congelo al ver a papá jugando con
las llaves de la movilidad en la mano mirando su reloj.
La
cara de Iván se transformo en un rostro típico del que está a punto de sufrir
un desmayo, la palidez se le adueño del semblante, el miedo acababa de darle su
beso mortal robándole el rubor de sus mejillas y sus labios, estaba como un
fantasma y un sudor frio le perlo la frente, la espalda y las manos y de su
habitual sonrisa no había ni un esbozo, y empezó a caminar como un anciano
encogiendo los hombros, tragando saliva con dificultad por el espasmo que vivió
su esófago ese rato, sintiendo mil mariposas en la boca del estómago,
arrastrando no solo la mochila cargada de cuadernos en alemán sino los pies,
aquel era el decimo día de castigo de Lex, esa tarde concluía aparentemente su
condena social y estaba libre con el expediente limpio, ambos gemelos habían
burlado el sistema de seguridad ciudadana de una manera vil y cobarde, usando
ventajosamente sus características genéticas, AQUELLO ERA EL COLMO, aquello no
era lo que ni de lejos cualquier padre que se digne tal quisiera en sus
pesadillas, iba contra todo pronóstico, iba contra toda regla moral, contra
todos los principios que manejaban la casi intachable vida de Rubén quien se
empeñaba en mostrar ese camino de rectitud, de verdad, de responsabilidad a sus
hijos, quienes al parecer estaban más empecinados en hacerse la burla del
sistema para salirse con la suya… y de él riéndose en su cara con total
descaro, mofándose de su confianza, de su amor, pateando la lealtad que les
tenia y que exigía como mínima virtud.
Rubén
de solo ver a Lex, vestido como Lex, porque sí, los chicos llevaron a ese
extremo de cuidar incluso los detalles del vestuario como en un set de
filmación se dio cuenta que no era él por algunos detalles simples aparte de la
mochila y el balón, sino por la forma de caminar, el corte del pelo que de Iván
estaba mucho más largo y tupido que de Lex, porque este se empecino en tenerlo
casi corte militar, luego el morderse al boca nerviosamente, el mirar el suelo,
y el cruzar los dedos haciendo conejos… pero no tenia opción alguna, debía ir
hasta allá y ver qué pasaba, nada bueno eso era ya casi apostado a ganador,
porque sabía que a su padre no podía engañar, ya lo intento una vez y lo pago
su trasero, solo había una sutil esperanza… que la furia se aplaque por lo
menos hasta estar en la movilidad ya que aquel era un orfanato de niños
pequeños, desde nidito a parvulario prácticamente, segundo porque estaba
dirigido y movilizado por monjas cuya primicia era el silencio en los pasillos,
esos detalles fueron los que animaron a Iván acercarse a su padre tímidamente
porque él pudo ver desde la distancia como el rostro de papá se fue
transformando en algo dantesco.
Papá
frunció el ceño y la boca se hizo un rictus casi cadavérico de lo serio que se
puso, y como a él le cambio el color del rostro solo que no a lívido paliducho
sino a un rojo furioso, encendido casi guindo de la rabia contenida, observo
cómo latían sus sienes, como se dibujo sus temporales venosos, como sus manos
apretaron las llaves, y como paso saliva en un áspero trago, y a cada paso dado
sus ojos se clavaron en el rostro casi agarrándolo a reveces si pudiera con la
mirada, finalmente estuvieron frente a frente, papá atrapo el brazo de Iván con
fuerza un poco más de lo habitual y rechazo el beso y el saludo que quiso
darle, le quito la mochila y el balón cargándolo él en la mano libre mientras
la otra arrastraba por el pasillo prácticamente a su hijo tras que giro sus
pasos hacia la calle y condujo a Iván por el largo pasillo hasta la salida y el
muchacho solo sentía los miles de ojos clavados en su ser y poco a poco fue
bajando la vista al suelo mirando sus pies cambiar de paso, solo oía dos cosas
el taconeo de su padre y su corazón asustado galopar de miedo, trago saliva, se
relamió los labios y por fin sintió en la cara la brisa caliente de la tarde y
un doloroso jalón en la patilla derecha que le hizo abrir la boca
desmesuradamente para ahogar un grito mudo de vergüenza mientras sus ojos se
aguaban con la escueta orden mordida por su padre.
- Sube de una vez….
Y
la puerta de la movilidad se cerró con el seguro automático que su padre pulso
tras ponerle el cinturón de seguridad, sí señor, papá lo quería vivo, bien vivo
antes de matarlo con sus propias manos….
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