viernes, 29 de abril de 2016

Mis Gemelos: Cap. 124; Autora Marambra

Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 29 de Abril del 2016
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Capítulo 124
Una monedita por tus pensamientos
Autora: Marambra

Una moneda por tus pensamientos papá… pensaba Iván cuando de reojo pudo ver el rostro totalmente adusto de Rubén, desde que le jalara la patilla y lo suba a la movilidad parecía que su padre estuviera cavilando en lo más profundo de su ser, y el silencio reinante apenas roto por los ruidos propios de la carretera eran lo único que lo mantenían cuerdo hasta ese momento, es que el hecho de que su padre no diga nada de nada en vez de alentarlo lo ponía mucho más nervioso, hacia cuando que la piel era de gallina desplumada con los poros erizados, hace cuanto que tenia la saliva atragantada a medio esófago, hace cuanto que su nuca estaba rígida y la mirada clavada adelante, la respiración se le hizo tan superficial, pero tan superficial que apenas ingresaba aire a los pulmones, lo justo y necesario para no morir asfixiado ¿y todo porque?...
Por no llamar la atención de su casi progenitor que parecía estar ahí cavilando la mejor forma de deshacerse de su pobre cadáver una vez que le ponga las manos encima, pues estaba seguro que nada más llegar a casa, su padre lo mataría y no literalmente hablando por esta trastada mandada a medida; la verdad es que prefería una y mil veces al ogro de su padre gritando desquiciado, dando manotazos que rompían el cristal del escritorio que el silencio que lo envolvía, prefería mil veces los ajos y pimientas sazonando su boca, los gritos pegados al cielo, alguna que otra tacita de porcelana volando por los aires, las amenazas de muerte que no pasaban de eso, prefería mil veces la mirada dura, el regaño previo y en todo el camino…. la explicación minuciosa de cómo va a castigarte… “ya verás mocoso carajo cuando lleguemos a casa la paliza que te espera”, y ya no más pensar que te pondrá sobre sus rodillas y el vértigos que sentirás en las entrañas… o “si piensas que vas a salirte con la tuya estas muy equivocado jovencito”, y de pronto tu ropa cayendo por tus caderas dejando desnudo tu trasero que se eriza más de miedo que de frio; pero ahí estaba la otra frase… la mejor de todas “que estas pensando tu? voy a reventarte el poto por malmandado carajito”, ésta particularmente era su favorita y todo un clásico además en la boca de Rubén.
Pero ahora papá estaba tan, pero tan cabreado, tan enojado, tan decepcionado que daba miedo real, no era miedo solo a la paliza ganada que eso era un hecho consumado desde cualquier punto de vista, no era solo el miedo al dolor en el culo que seguro sentiría por unos días, no era el miedo al cinturón o la mano o al chicotito aquel, era miedo de ver y explorar o conocer, oír y tocar la decepción de su padre para con sus actos todos; lo que hizo era totalmente decepcionante mírelo por donde lo mire, aparentemente era por amor fraternal… seguro que si a Lex le preguntaban el diría que su gemelo era el mejor hermano del mundo, que no lo cambiaría por nada, ni por un millón de dólares o montañas de diamante, porque su hermano era desde ya un diamante, el mejor diamante y no en bruto sino fino y de corte real porque era leal fraternalmente hablando en todo el sentido moral de la palabra, porque siempre estuvo ahí para él, para protegerlo cuando las cosas se ponían feas sin importar que luego la tunda se la lleve él como ahora, pero si Lex tuviera un poquito más de tiempo o la oportunidad de saber la verdad y analizara o conocieras la verdadera razón de este singular favor hecho por su par se daría cuenta que aquello que pensaba no era cierto, y esa verdad analizada por Iván lo aplasto como una mole de concreto y se dio cuenta que él como hermano no era más que un fraude total, no era más que un fantoche y que seguro sería una gran decepción para su padre…
Rubén por su parte trataba de calmarse porque si por él fuera desollaba el culo de su hijo ya no más en medio de la nada, y el hecho de no hablar no era porque sí, era porque en realidad  tenía miedo de saber la respuesta, del porque sus hijos estaban haciendo esto, que ocultaban detrás de toda esta comedía?, estuvo dándole vueltas al asunto, Lex fue en su momento muy insistente en ir a sacarse fotos con ese grupo de música rokera, es más, se llevo lo suyo aquella mañana de puro capricho y de pronto no hablo más del asunto y ato cabos, los chicos cambiaron identidad hacía mucho tiempo ya, lo que llevo a sacar la conclusión que Lex no fue ni una sola vez al orfanato, eso lo descolocaba, lo consumía, lo enojaba, lo decepcionaba y atemorizaba totalmente…. entendía que fuera por esa tontería de ir con el grupo aquel, pero eso solo era una tarde sin mayor dilatación, pero y luego qué paso?, qué pacto escondían ellos?, que razones tenían para cambiar sus identidades?, bueno: la travesura eso desde ya era un gran motivo, hacerse la burla de él como padre? No lo creía, porque no lo hicieron dentro de la casa sino fuera y fueron muy cuidadosos hasta ahora, y lo que más le intrigaba: ¿qué ganaba además Iván con todo esto?, porque hasta ahora solo eran ventajas en exclusividad para Alexander, ¿pero Iván?, ¿qué ganaba en realidad este muchacho que iba a su lado ahora mismo?, porque por más vueltas que le daba al asunto, Iván salía perjudicado en todo sentido, ya que no intercambiaron identidad para beneficio mutuo eso de sobra se veía a leguas, de serlo así Lex hubiera ido a las clases de idioma de su hermano, no era idiota, los veía en el potrero cuando Iván a su manera le enseñaba lo aprendido y a Lex leer entre comillas los apuntes de Iván, Lex era autodidacta en idiomas, le gustaba meterse en eso y si se lo pedía él le daría el gusto, se lo pregunto incluso pero Lex  rechazo la oferta cosa que le extraño.
Bueno no es que ame ir a sentarse por amor al arte de aprender, eso era cierto, prefería la practica informal pero era una buena  oportunidad de hacer amigos, y como que… el instituto de nivelación le trajo buenos y malos amigos, algunos tan malos que lo empujaron al lio del concurso y demás ramas afines; todo eso lo tenía en jaque mate, se estaba rompiendo la cabeza por saber que beneficio obtenía Iván, que ganaba Iván? Porque Lex, Lex gano salirse con la suya fuera lo que fuera lo suyo, irse de pintas en horas de resarcimiento social no eran chiste pues no eran pocas eran 3 horas todas las tardes, 10 días hábiles del mes, lo que hacía un total de 2 semanas, 10 días hábiles que Iván se perjudico totalmente en clases sabiendo que no son gratis, ni que son baratas, y a sabiendas que si él se enteraba no le iría de florecitas porque él no pasa por alto una mentira, e Iván lo sabe de sobra, ya se metió en buenos líos por esto.
Pero al parecer Iván o lo hacía por ser un mentiroso compulsivo, o era un adicto a la adrenalina cuyas dosis solo podían ser conseguidas con retos de terror real que se resumía al hecho de tener el filo del cinturón en el culo a punto de recibir una paliza, o era un mini masoquista que gustaba de sentir dolor, o en resumidas cuentas tenía un pecado tan grande que ocultar que la única forma de resarcimiento consigo mismo era asumir la identidad de su hermano y de ser descubierto aguantar calladito lo que venga luego, o era una simple travesura cuyos ojos adolescentes no veían más allá de sus narices y no habían previsto que papá los fuera a descubrir… pero sea lo que sea Lex, Iván y Rubén deberían hilar cuota a cuota por una semana porque ni el uno hablo, ni el otro confeso, ni el tercero se resigno con las escuetas palabras de los chicos, sobre todo cuando esas palabras entreveradas en medio del llanto eran vertidas bajo la supervisión de las miradas furtivas que ambos se daban y que los delataba; pero papá tenía su cuota de paciencia, una paciencia que los gemelos estaban a punto de descubrir, cada uno a su manera, Iván a base de dolor y Lex…. Pues Lex a base de estrés…

  • Sube a tu habitación y ….

Papá antes de dar la escueta orden esa que más bien sonaba a sentencia de muerte había estacionado la movilidad justo en la puerta principal y mucho antes de hablar siquiera, en el completo y sepulcral silencio que habito la cabina del auto, alzo la mochila del muchacho y empezó a sacar una a una las pertenencias de su hijo, lo libros de alemán incluido el libro prestado de la biblioteca que tenía una multa por cancelar por retención de más días del permitido, el cuaderno con la tarea a medio concluir de hace 2 semanas… al parecer desde que intercambiaran identidades aquella mochila salió a paseo todas las tardes que ni siquiera concluyo deberes, ni devolvió libros prestados, lo que le dio la idea de que no piso para nada el instituto, bueno siguió investigando delante de su hijo, requisando sus cosas para que no lo acuse de plantar evidencia a futuro o se niegue o alegue algo que estaba o no presente y así saco la notbook, cds de música, la cámara fotográfica las memorias de dicha cámara a las que tuvo en sus dedos largo rato mirando como si no se diera cuenta de lo que eran, y que obviamente puso muy nervioso a su hijo pues se relamía los labios e hizo incluso un amague de querer hablar callando siempre en el último momento.
Lo que le impulso a meter aquellas memorias al bolsillo, podían contener valiosa información gráfica, y como dice el viejo y conocido refrán una imagen vale más que mil palabras, hombre precavido se alegro de guardarse todo eso consigo, luego saco el móvil con los recientes mil mensajes de Lex que los leyó uno a uno lo mismo que aquellos mensajes subiditos de tono de la tonta de Marcela y algunos muy obscenos…… de la famosa Raquel… su hijo dejo de ser niño en todo el sentido literal y figurativo de la palabra en el aspecto sexual pensó con tristeza….pero no en otros, no señor.
Si de él dependía guardaría un poco más la inocencia de algunas cosas que se podían rescatar; tras meditar en ellos vacio toda su alma en una exhalación profunda y frunció el ceño clavando su vista a la cara asustada de Iván, el crio trago saliva y desvío los ojos al piso, no era necesario que su padre le diga algo, se dio cuenta que leyó los mensajes de ambas y empezó a traspirar nerviosamente mojando sus manos, sus axilas y entrepiernas y la sensación de humedad le dio asco e hizo a su vez que se sienta incomodo y más tenso que empezó a hiperventilar, estaba frito, su padre le cogió el mentón enfadado y le levanto la cara para mirarlo sin decir nada solo mordiendo los dientes y dejando dibujarse su temporal arrebatada, al cabo de unos largos y pesados 10 segundos que duro ese contacto visual lo soltó con brusquedad y se guardo también el móvil consigo, el móvil estaba decomisado hasta nuevo aviso.
Finalmente tras volver a meter todo en el macuto aquel estilo hippy y trastabillar los dedos en el volante ordenando sus confusos pensamientos sobre lo que debía o no hacer volvieron a quedarse ahí por un lapso de 15 minutos, 15 largos, tediosos, estresantes y tortuosos minutos que hacían que Iván desvíe la vista disimuladamente al rostro de su padre tratando de adivinar qué diantres le cruzaba por su mente: una monedita por tus pensamientos, le gustaría decirle y arrancar una sonrisa de papá y en vez de darle una moneda recibirla él cuando su padre le contestaba estoy pensando en ti, como solía pero ahora como estaban las cosas el fúnebre y lúgubre contagioso ambiente hacia que saque una y otra vez la misma espeluznante conclusión… su padre estaba  clasificando prioridades:

  1. azotar a Iván con el trenzao
  2. azotar a Iván con la rama de sauce
  3. azotar a Iván con el cinturón
  4. azotar a Iván con la regla
  5. azotar a Iván con la paletita de pin pon (no la probo)
  6. azotar a Iván con la mano
  7. matar a Iván a azote limpio (el trasero seguro)
  8. deshacerse del cadáver
  9. enterrarlo en la hacienda
  10. no dejar lápida alguna
  11. prender una vela los lunes de almas
  12. rezar en día de difuntos sobre su calavera

Vamos que era muy difícil por no decir imposible adivinar que estaba pensando su padre y si bien agradeció que NO lo haya sacado ya no más por los pelos para reventarle el poto como solía decirle, se animo a hablar, pese a que un extraño estremecimiento en el trasero lo instaba  a callarse, vamos que para su culo era mejor estar ahí apoyado, anónimo, camuflado, incognito, desapercibido de los ojos y sobre todo de las manos de su padre, cómodamente oculto ahí sentado en el mullido asiento del copiloto aun cuando el calor incomodaba su piel ya que era mil veces mejor esa incomodidad por calor que por dolor, pero su mente, su mente, su corazón y su estómago al punto de la úlcera instaban a abrir la boca y saber la siguiente jugada de papá y sin saber cómo, sin todavía asimilar si era conveniente o no hablar se oyó a si mismo pronunciar.

  • ¿Papi? – y la voz de Iván saco a su vez a Rubén de sus propios pensamientos y con la voz suave, demasiado pasiva para el gusto de todos que hizo que la piel del crio aquel se achine contesto
  • ¿Dónde está tu ropa Iván? – ¡¡¡mierda!!! pensó Iván cerrando los ojos, la ropa, creyó que papá no se daría cuenta de aquel detalle, pero al parecer el destino era el destino y su funeral estaba a la vuelta de la esquina, el salió de casa vestido con pantalones de corderoy azul y una camisa de manga corta roja y calzados de vestir y ahora estaba ahí de tenis (zapatillas) blancos, bermudas caqui y polera sin mangas de estampado militar con una gorra vieja negra en la cabeza y todo eso no era suyo era de su hermano
  • Pa yooo – no sabía cómo salir del meollo
  • NO ESTOY PARA BROMAS IVÁN – por fin levanto la voz apretando el volante, papá volvía a ser el mismo, esa calma no era la suya ni la que Iván quería, prefería el volcán quemando todo aun cuando ese todo significaba su trasero, porque sabía que luego papá le perdonaría lo que fuera, pues intuía que esto no se lo perdonaría por lo menos no tan fácilmente como otras veces y se quedo ahí contemplando la cara de su padre y Rubén dándose cuenta que el crio estaba perdido en sus ensoñaciones lo sacudió del brazo y lo fulmino con la mirada y cuando capto de nuevo su atención continuo – porque está más que claro que ésta no es tu ropa – agarro la polera en un suave jalón para que el chico viera lo que él – que ocurre?, esperas a tu hermano para cambiarte la ropa al entrar a casa?... Es eso? Debo imaginar que si ahora mismo te bajo el pantalón también estas llevando los calzoncillos de Lex? – la cara se le congestiono en el acto a Iván y en un acto reflejo infantil y de estrés empezó a morderse las uñas sucias Plaf – sintió no más el golpe en el dorso – saca la mano cochino, que no te lavaste – su padre jalo su mano para fijarse en sus dedos – están llenos de mugre y tu a la boca asqueroso… ¡mirá!
  • Auuuu – se quejo Iván viendo su dorso rojo, pero su padre ignoro el lamento y volvió a preguntar
  • Dónde está tu ropa, te estoy preguntando? – y le cogió el mentón para que le contestara, no lo soltaría hasta saber que hacían ambos, porque a leguas se sabía que los chicos hacían algo con el vestuario
  • En una de las ramas del mango que da afuera de la hacienda – cerro los ojos pensando que su padre le soltaría un golpe o le jalaría el pelo o le alzaría de la patilla, pero nada de eso paso, y eso hacía que el chico piense que serían más duras las represalias, que por eso su padre se guardaba las ganas
  • ¿Por qué? – pregunto sorprendido pensó que le diría que Lex se la llevo puesta y se encontraba con que estaba en el árbol?
  • NO entiendo
  • Porque está tu ropa en el árbol, ¿no se supone que intercambian incluso la ropa? – Iván trago saliva
  • El saca otra ropa para irse, nunca se pone la mía porque es la que uso para el instituto y el dice que la puede manchar o romper – contesto y fue suficiente para su padre, aquello era el colmo
  • Bájate – ordeno papá pero Iván se asusto pensó que le daría la cuera ahí mismo
  • Paaaaa – subió sus piernas sobre el asiento y las abrazo y su padre armándose de paciencia le dijo
  • Bájate Iván quiero ver tu ropa –  y ambos fueron a donde Iván indico, encontrando el tesoro, en una bolsa bien atada estaba la ropa de Iván, la que se puso antes de salir de casa – que hacen entonces, se esperan? – pregunto Rubén era obvio que no por nunca llegaban juntos para evitar sospechas pero quería la respuesta de la boca de Iván
  • No, yo siempre llego primero así que le dejo la suya en la bolsa explico cerrando los ojos
  • Bien, entonces cámbiate – le entrego la ropa a su hijo
  • Perooo, ¿delante de ti? Se le ocurrió preguntar arrepintiéndose en el acto al ver ya no más el ceño fruncido de su padre
  • Si, delante de mí, a no ser claro que sea como lo sospecho, que se cambian incluso los calzoncillos y dejan los usados aquí afuera para ventilarse como banderas – agrego enfadado
  • No señor – respondió Iván ya no más quitándose la polera, mirando de un lado a otro sabiendo de sobra que aparte de su padre solo los pajaritos veían porque aquel tramo y el del frente eran propiedades de su padre y nadie caminaba por ahí a esas horas
  • El  NO VA al instituto a pasar clases por ti, ¿cierto? Y no me mientas que lo sé porque te fui a recoger y el no estaba allá o me equivoco – soltó la bomba cuando Iván iba guardando los tenis del hermano en su bolsa, él muchacho trago saliva pero no respondió tenía miedo decir aquello  –  te estoy preguntando Iván, va o no va al instituto – quería una confirmación quizás tuvieran un acuerdo y Lex no cumplió con su parte, podía ser eso e Iván ignoraba que no fue a clases, quería saber hasta dónde mentían los chicos, hasta donde Lex hacia lo que quería y hasta donde Iván hacia de tonto avivado
  • No papá, no va, yooo no sé qué hará

Iván no mentía, en realidad solo sabía a dónde iba su hermano, pero no lo que hacía luego, después de todo habían acordado un pacto a medias, cuanto menos sepan las razones mejor porque en este trato no había un precio que pagar, Iván a diferencia de otras veces no cobraba nada, el servicio esta vez corría a cuenta de la casa, en este caso del trasero de Iván, y Lex distraído como siempre ni se mosqueo en preguntar la razón del porque la gratuidad ya que otras veces pago caro por su silencio; e Iván para no levantar sospechas tampoco pregunto dónde iba ni que hacía, y no era por salvar el pellejo era por cuestión de consciencia…

  • ¿Estas seguro? – debía presionar un poquito más
  • No te miento pa, de verdad no lo sé – agrego, Rubén le sostuvo la mirada a Iván una fracción de segundos lo justo y necesario para saber que decía la verdad y contesto enfadado
  • Lástima que solo en esto me digas la verdad

Iván dejo caer sus manos extrañado, no entendía lo que su padre quería decir en realidad, porque a diferencia de lo que su hijo creyó que el ignorar lo que su hermano hacia lo salvaría de algo mayor, no, esa respuesta confirmaba una sola cosa que papá ya sabía que Iván estaba acostumbrado a mentir, y no importaban las razones altruistas de la mentira, era el hecho y que detrás de una gran mentira hay una enorme verdad por descubrir y que desgraciadamente tendría que usar otros métodos para averiguar el tamaño de aquella verdad; y que el solo hecho de que Iván plagie a su hermano la identidad con o sin su permiso era el colmo de las mentiras para Rubén y por tanto era más que suficiente motivo para animarse a hacer lo que haría, le daría un soberano escarmiento sin importar cuán grande y cuanto de culpa tenga Alexander en este enredo y sin decir nada más Rubén agarro del brazo a su hijo y lo condujo hasta la movilidad para sacar el resto de sus cosas: la mochilita con los libros que por 10 días solo salieron de paseo y el balón de futbol que era lo único que daba fe que en medio de aquella descomunal mentirilla había una sola  verdad a favor de Iván, que sí jugaba en hora del recreo, solo que no con los compañeros del instituto sino con los niños del orfanato; y cuando estuvieron en el umbral su padre le dio a Iván una extraña orden.

  • Sube a tu habitación y no me sales hasta la hora de la cena… – Iván cogió el pomo de la puerta asintiendo con la cabeza sin animarse a hablar, queriendo ya no mas desaparecer del campo visual de su padre, pero este lo atajo cogiéndole la mano para agregar – una sola cosa más Iván ni un solo comentario de esto a tu hermano

E Iván asintió, tragando saliva picante… como si tragara ácido sulfúrico.

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