martes, 26 de abril de 2016

Mis Gemelos: Cap. 86; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 26 de Abril de 2016.
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Capítulo 86

Rosarios artesanales 

Autora: Marambra


Este es un relato transgresor según se mire y según el lector, contiene descripciones homofóbicas y lenguaje soez, que no representan el sentir del autor, solo son parte de la trama de esta novela ficticia.
Si no es de tu agrado, simplemente pasa pagina y busca otro tipo de lectura
La Autora

  • Shuushuu, dch, dch,dch – una delicada y femenina mano acariciaba el sufrido rostro de este muchachito que se rompía en llanto, tragando mocos y entrecortadas palabras de pura vergüenza, el dolor latía desde lo más profundo de su cuerpo y la piel ardía como una quemadura profunda ya paso, ¿si? ya paso, te prometo que esto no se va quedar así, ¿bueno? ¿Quieres darte un baño antes de comer? ¿Quieres subir a descansar?– Clara se animo a besar la frente sudorosa sin poder aguantar el nudo que se formo en su garganta, pero el muchacho no se desprendía del abrazo de Rubén
  • Nooo, noo puedoooo, no puedo iiiir, aggrragggar, ayy, ayy, aaay, aaayyy auuuuuuu – se animo a tocar con los dedos magullados y sucios los horribles relieves de la piel – todo el mundo se reirá de mi
  • Nadie se reirá de ti, al primero que lo haga lo despido de la hacienda – respondió Rubén enfadado como él solo y siguió abrazándolo con infinita ternura, Clara se lo quedo mirando y luego de un gesto cómplice entre ambos, ella llamo a Lex, el mudo testigo de aquel episodio y tomándolo de la mano como si fuera niño lo insto a abandonar aquel lugar, pero Lex se soltó y corrió donde su padre y abrazo al mozuelo que papá consolaba
  • Lo siento mucho, de verdad – fue lo único que dijo Lex y regreso donde su madre y se abrazo de ella impresionado, nunca había visto una paliza como esa y no quería volver a verla y menos experimentarla
  • Lo siento tanto, no quería aayy ayy ay – lloraba sin tapujo alguno temblando como una hoja seca a punto de ser arrancada, a esas alturas del partido ya nada había que esconder – no queeeria romper su vasos
  • Lo sé, lo sé…calma ¿si? ya paso, ahora ¿me contaras que sucedió?...


Similar escena ya la habían vivido hace una hora más o menos, y fueron interrumpidos por un episodio poco convencional y esto a Rubén le supo a un de javú…… los ojos del muchacho se cerraron derramando lagrimones por sus mejillas cubiertas de tierra y sudor, los pulgares de Rubén se posaron sobre aquellos claros ojos y secaba el llanto que se reanudaba con agobio y con tristeza, Rubén jalo al chico del brazo suavemente hacia un turril de madera vacía y colocada boca abajo de manera que la base servía para sentarse, allá se quedo mirando la traza del peladingo que hipaba hundido en su tristeza, tenía el pelo revuelto lleno de tierra, el labio reventado, un ojo inflamado, las manos magulladas, los pantalones perdidos y los muslos estaban cubiertos por 4 marcas que empezaban a inflamarse y que dolían de solo mirar, apretó las mandíbulas y se animo a pasar los dedos sobre ellas, el chico dio un respingo y se reavivo el dolor.

  • AU, AU AUA aaayyy ayy ayy auu – agarro las manos de Rubén por las muñecas y se las aparto bruscamente, él no dijo nada, entendió que aquello debía de doler mucho, así que solo hizo algo para  salvaguardar lo poco que quedaba del mozuelo aquel, le subió la ropa interior y lo sentó sobre el barril
  • ¿Quietito si? voy a buscar tus pantalones y nos iremos a casa, allá me contaras que paso
  • Noooo, ayy auau, no puedooo, no puedo, me va a matar confeso
  • Nadie te hará nada hijo, yo hablare con Arturo, tu deja esto en mis manos ¿bueno? – pero Illien lloraba desconsoladamente, de dolor, de tristeza, de rabia, de frustración de enojo y de infinita vergüenza de que don Rubén lo vea ahí en tan precaria situación, suficiente había tenido con doña Clara que sin importar llevarse ella también algunos golpes, se interpuso entre Illien y Facundo mientras Rubén quitaba a este último del paso a puñetazo limpio gritándole que se pelee con él si era hombre, había revolcado a patadas al pobre muchacho… y encima de aquello, Arturo le propino unos feos azotes prometiéndole la paliza de su vida

Los días habían pasado entre bambalinas para los gemelos, tras el incidente de la cocina Rubén solo aparecía durante el día en la oficina, no iba a comer por no lidiar con los chicos que hacían de todo para llamar su atención, pero una mala atención y como no tenía ganas de pelear con ellos, simplemente evitaba las horas de la comida, y solo venia a dormir puesto que Clara le puso la soga al cuello, habían tenido una trifulca feísima cuando Rubén le dijo que se iba a un hotel hasta nuevo aviso, y ella le respondió que si era así, hasta nuevo aviso no había intimidad entre ellos y que no se sorprenda si pillaba a otro hombre en su cama, a regañadientes venia a cenar cuando los chicos ya estaban en su habitación.
No quería ni enterarse de lo que hacían en casa o en la alcoba porque todo eran quejas sobre su mal comportamiento y sus constantes peleas a la menor provocación, y aun cuando Clara insto a que los chicos no estén juntos tanto tiempo, Rubén se cerró en redondo y mantuvo su propósito de que hasta nuevo aviso ellos sigan compartiendo cama, mesa, cocina y baño juntos y se llevo las llaves de los dos a su oficina y quieran o no quedaron presos a su voluntad;  el examen de Alexander fue esa misma mañana por lo que no estuvo enterado de nada hasta su vuelta, fue después de tanto tiempo la única oportunidad que tuvo de estar solo sin Iván colado a sus pies, y vio a su padre, a Rubén con los ojos inyectados de sangre de la rabia que tenia sacando a un hombre de la casa a patada limpia, revolcándolo en el piso y gritando.

  • PÁRATE, ANDA, PÁRATE Y ENFRÉNTATE A MÍ, PENDEJO DE MIERDA – y hacia un ademan con la mano como llamándolo – QUE, SOS SORDO O TE HACES EL OPA BABOSO, ESTOY HABLANDO CON VOS… PARECE QUE SOLO TIENES AGALLAS PARA GOLPEAR A UN CRÍO, PORQUE NO TE PONES LOS PANTALONES  ARROFALDAO DE MIERDA Y TE ATREVES A GOLPEARME A MI, A MI COMO EL MACHO QUE CREES QUE SOS – y se golpeo el pecho

Escupió a un lado mientras el hombre aquel apenas pudo pararse y quiso poner pies en polvorosa, recibiendo un puñetazo certero en todo el ojo derecho, el hombre huyo hacienda afuera y Rubén se encamino al potrero donde estaba Illien con Clara y con Iván, se percato que su hijo estaba en el umbral y que se topo de frente con Facundo.

  • LEX, A LA CASA, VOLANDO MI HIJO, AQUÍ NO HAY NADA QUE VER, SON COSAS DE VIEJOS

Y sin esperar un saludo o una respuesta Rubén se dio la vuelta apurando el paso preocupado por su mujer y los chicos, pero Lex desobedeció y su curiosidad hizo que se quede en el umbral de la hacienda al oír el gentil ruido del galope, un ruido que el amaba y al darse cuenta que ese trote se avecinaba en dirección a la calle se hizo a un lado para no estorbar y fue cuando vio a dos jóvenes bien plantados de unos 25 y 23 años salir galopando tras el pobre diablo, eran igualitos a Illien, se llamaban Yhanku y Lorenzo Tominovich, los hermanos mayores idénticos a su amigo solo que de piel blanca y pelo extremadamente negro a diferencia de Illien que era tostado de pelo claro y ojos celestes, así Lex fue testigo de algo que jamás en su vida olvidaría,  pero si no fuera su curiosidad las cosas hubieran llegado demasiado lejos y fue él quien corrió a llamar a su padre sino, la historia de Facundo seria otra…

  • AGARRÁME A ESE CUNIMI E´MIERDA – la voz avejentada de Arturo trono de una esquina desmontando del caballo en el cual vino a galope desde los potreros donde dejo a su nieto Illien, a Clara y a Iván después del incidente, el viejo estaba agrio como limón sin madurar TRAE PA´CA A ESE PERRO SARNOSO – y un disparo sonó en el aire

Arturo estaba ardido, papá Arturo como lo llamaba Rubén un hombre de pelo cano, blanco ya sobre las sienes, el rostro arrugado de setenta y tantos años bien plantados y nada encorvado, desmonto del potro y saco el lazo de su cintura pasándoselo al mayor de sus nietos y cuando el famoso Facundo quiso huir, el lazo lo cogió y lo hizo caer de la fuerza con que lo jalo, y así atado como una res fue traído a la fuerza por los hermanos de Illien; ambos lo metieron a puro golpe a la hacienda patio adentro y tumbaron al tipo sobre una mesa de trabajo de las tantas que había en la hacienda y le bajaron la ropa al desgraciado, el abuelo se acerco y saco de su bolsillo una navaja y la abrió, mientras el menor de los chicos le metió a la boca un trapo sucio para que no grite.

  • ¿Así que vos sos el mal pariu que quiere las bolas de mi nieto?  RAZZZ – trono un sonoro rebencazo sobre los muslos del tipo abriéndole la piel – ¿pá qué las querés?, ¿pá perlas de tu mujer?, ¿o es que usté de su puro rezo se volvió tan cristiano y quiere como tantos un rosario pa´ rezar la novena, como esas viejas condenadas que andan con él santo ataú a la mano y el demonio al cuerpo? – acerco la arrugada cara a la desencajada del miedo  ¿desde cuando usté se hizo come hostias si es más caga diablos que cualquiera? – le hizo entender a que se refería a su conversación con Illien y le mostro la navaja muy cerca – andá, réce pue´ aura, o ¿no reza sino tiene en la mano un rosario? Pero eso lo vamos a arreglar ya, que aquí – dijo agarrando los testículos del hombre sin asco alguno – aquí tenemos dos bolangas que de no ser usadas se han quedado de adornito, y pa´un rosario, con estas basta y sobra… a ver si así te dejo de pasadinga curao a ti, maldito marica de mierda la maña de agarrar lo que no es Suyo – escupía las palabras, bravo como estaba – ¿se habrá visto tamaña ofensa?... ¡URGANDO! las pelotas de mi nieto – se las apretó con fuerza – pa que sepa usté, ese prendedor que se quiere comer, está guardao pá la hembra que vaya a parirle velatacusis a mi chango, no pá que un degenearu mal parido quiera ser ensartado por el culo, la verga de mi nieto ya conoce potranca como pá que no sepa distinguir un agujero de otro – declaro muy seguro de lo que decía pues el mismo se había encargado de llevar a su hijo a la Casa de Lila para que el chico deje de ser cartucho y le clavo la navaja en la base de los testículos, iba a castrarlo como se castra a los chanchos, al crudo sujétame bien a este taitetú y si quiere chillar el cuchi, que lo haga, soltá su boca que quiero oír como berrea cuando le arranque lo que no usa como es debido – le ordeno a sus nietos
  • WAAAAAAAUUUU – pegó un grito que se oyó en toda la casa, la borrachera se le fue del susto

Un hilillo de sangre mano del rafe de la bolsa escrotal, estaba por abrirle todo mientras el hombre gritaba y se movía de un lado a otro queriendo soltarse con los ojos desorbitados y los tacones de sus botas rancheras de taco cubano raspaban la superficie vieja y sucia de esa mesa donde algunas veces Clara pelaba gallinas o pavos para navidad con Adela; de no haber sido por Rubén, Facundo hubiera sido castrado en el acto sin asco, Arturo estaba endemoniado, exaltado; para él, aquello fue una ofensa con mayúscula y no podía dejar al agresor sin castigo, ya había soltado algunos azotes a Illien por sus andadas supuestas, pero ofensa a su nombre era eso, ofensa de las grandes que empuja a limpiar hasta los más mínimos rincones, solo que no había acabado con Illien por coger al maldito este y darle el escarmiento que merecía, pero cuando vuelva a la casa, él; Arturo López volvería a poner las manos encima al menor de sus nietos y terminaría de cocinarle el trasero hasta ampollarlo, a ver si así se le quitaba las ganas de buscar aventuras estilo apocalipsis new, y luego se lo entregaría a Yhanku para que termine su tarea con él, eso solo significaba una cosa, que Yhanku le  daría igualmente una paliza a su hermano menor, e Illien a veces le temblaba mas al hermano que al abuelo porque era más torpe y se andaba  sin miramientos con él.

  • SOLTÁ ARTURO, SOLTÁ – Rubén se encamino hacia el anciano que estaba rodeado de algunos peones que quisieron soltar al tipo sin éxito alguno… y coloco su mano sobre la muñeca que empuñaba la navajilla aquella, filuda y vieja, Arturo lo empujo porque no se fijo quien era y en su rabia y el grito del hombre no distinguió la voz de su Rubén, solía llamarlo así, su Rubén, entonces éste le quito la navaja sentenciando y apelando a su cordura NO COMETA UN ERROR TAN GRANDE PAPÁ ARTURO, QUE ESTE NO VALE LA PENA, ¿ACASO NO SE FIJO QUE YA SE MEO EN LOS PANTALONES?, SI ESTA CAGANDO DE MIEDO, DÉJELO, NO VOLVERÁ A ACERCARSE A ILLIEN – Sus palabras surtieron efecto, y el anciano soltó la navaja, los hermanos soltaron al hombre no sin antes lanzar una no muy sutil amenaza
  • Si volvés a poner tus mugres manos sobre nuestro hermano no será la navaja de mi padre sino el taco de nuestras botas que revienten tus huevos de un pisotón – lo empujaron de la mesa aquella para agregar luego una patada cada uno en las costillas – andá, CORRÉ AHORA, corré, VOLÁ que pa´luego es tarde – chasqueaban los dedos ambos como castañuelas de lo fuerte que se oía aquello y Facundo salió subiendo su ropa mirando atrás por si acaso lo persigan esos salvajes para lincharlo
  • Si volvés a cruzarte en mi camino no vivís pá contarlo – agrego Arturo disparando un tiro cerca de los pies del hombre aquel que le falto plumas para volar de aquel lugar
  • Calma pa, tu presión se subirá, vamos a la casa, conversaremos de esto y me explicaras que hizo Illien – cruzo su brazo sobre los hombros del anciano aquel, que de anciano solo la edad tenía, sus mañas eran las mismas como su habilidad, la única cosa que cambio durante todos esos años fue que se hizo algo lento nada mas
  • Que qué va a hacer, ¿pues te parece poco hijo? Estuvo revolcándose con ese – agrego enfadado lo voy a moler a cimbronazos al cabroncete ese, vamos a ver si le quedan ganas de estar haciendo huevadas
  • Yo no creo que fuera así, es mejor averiguar que sucedió antes de hacer algo fuera de lugar – se percato de la presencia de Lex y lo llamo suspirando agobiado Ven acá Alexander  – Lex se había quedado en un rinconcito aun con los cuadernos en la mano, pálido de la impresión que se llevo al ver aquella fallida castración desobediente, no te fuiste a casa cuando te lo dije – frunció el ceño pero aun así lo abrazo fuertemente para calmarlo, es chico estaba asustado pero gracias a ti se evito un lio mayor – murmuro – ahora a la casa hijo y no quiero peleas con tu hermano ¿si? tenemos visitas – le beso la frente y puso sus manos en los hombros se notaba el susto en los ojos, aquello que presencio, era algo que antaño decían algunos solía hacerse cuando algún vivillo se sobrepasaba con una mujer y no quería reparar el error, pero ahora era diferente, solo que papá Arturo se estanco en su época y aun cuando Illien no era una señorita, era su mayor tesoro
  • Paaaa, que susto me he dado – abrazo Lex a su padre fuertemente escondiendo la cara sobre su pecho – ¿que paso?
  • No paso nada hijo… Yhanku, Lorenzo vamos, es casi hora de almorzar – llamo a los hermanos de Illien quienes miraron a la cara a Arturo esperando su aprobación antes de dar un paso, y cuando el patriarca aquel hizo un gesto, ellos se animaron a avanzar a la casa, soltando por fin los tensos hombros

En la vivienda estaba ya Clara con Illien en la sala, el muchacho no quería ir a ningún lado, ni siquiera a bañarse, Narda estaba en la cocina, sentada con cara de congoja que no se podía aguantar, bebía de rato en rato aquella tila que Adela le preparo, estaba mortificadísima, su hijo no quería ni verla en pintura, estaba enojado con ella y muy resentido de lo que en el transcurso de esa mañana se entero… y tras lo que sucedería no volvería a dirigirle la palabra.


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