Mis Gemelos: Cap. 92; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 26 de Abril del 2016

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Capítulo 92

Preámbulo a un destino marcado

Autora: Marambra

Iván andaba irritado y arrepentido de haberle confesado a su padre sus líos con Marcela, pues no lo dejaba ni a sol ni a sombra, y le tenía totalmente prohibido ir a las fronteras de la hacienda, pero el problema se extendió más allá de los confines que pueda suponer las intenciones de Iván, ya que la plaga ésta del mal humor, los insultos por lo bajo, las malas caras, los reproches, el repartir golpes “sin intención alguna”, y hacer maldades, contagio virulentamente a Lex, y claro, el original disgusto de éste por que Iván no se disculpara con su padre y encima que papá andaba todo el día preguntando por Iván y lo mandaba de niñero perjudicando las pocas horas de soledad que tenia para dedicarse a su chica Marcela, y de paso que cuando estaba con ella, ésta, cada dos por tres pregunte disimuladamente o directamente por Iván sobre su pasado presente y futuro, inicialmente haciéndose la tonta y sorprendida de que su novio tenga un gemelo idéntico

Pues ese disgusto se distorsionó, degeneró y agravo a porciones apocalípticas, y como Rubén, venia solo a cenar y dormir, pues el trabajo estaba multiplicado en el potrero y la cosecha de soya (soja para otros), quien lidiaba con ambos día a día era Clara, y a ella obviamente no le quedaba otra que manifestar sus constantes quejas sobre el mal comportamiento de los chicos a su marido, lo que derivaba a su vez en peleas de pareja porque él llegaba cansado y no quería oír que habían vuelto a romper las lámparas, o que no comieron, o que hablaron malas palabras, o que no le hacían caso, que no tendieron su cama o que no se bañaron…

Estaba hasta el gorro de todo aquello y ella igual, pero los críos seguían en su batalla privada, Clara cansada de la aparente pasividad que mostraba Rubén al asunto hizo que aquella mañana gris lo acorrale y manifieste su descontento, ella ignoraba los nuevos motivos que tenia Rubén para mantenerlos todo el día juntos en la hacienda, seguía con la loca idea de que se trataba del problema de la reunión con los inversionistas, ignoraba que Iván le dio una pedrada al marido y que Lex lo acosaba por aquello, y a su vez Lex ignoraba que su padre estaba saboteando su relación con Marcela, y no entendía que se empeñe a no avisarle a su madre lo que hizo Iván la noche que se llevaron a papá en la ambulancia, de eso hace 10 días ya, e Iván por su parte empezaba a crear un enfado mayúsculo porque se dio cuenta que su padre estaba todo el día tras de él cuidando sus pasos para evitar que se encuentre con la dichosa niña y esto a su vez suponía no poder salir solo y reencontrarse con Raquel, pensando que era porque era la chica de su hermano, y debía mantenerlo a raya en pro de la felicidad de Lex…

Así cada uno de ellos saco sus propias conclusiones erradas sobre la actitud de papá y la actitud propia y de los demás, y aquella teoría de la tolerancia se fue al carajo, era un puro sueño pese a la intensión de Rubén de mantenerla y de creer ferozmente que lograría algo entre los muchachos, que veían aquello con enfado y mala voluntad, y empezaron a generar aversión a la convivencia; pero Rubén caprichoso como sus hijos, dejo en claro que no suspendería la medida cautelar aquella de compartir todo: celda, lecho, manta, mesa y ataúd como decían los chicos, y a quien más irrito aquello era a Iván porque para él  la teoría de la tolerancia tenía un defecto: ¿si compartirán todo porque no la novia?, así que ese original castigo de arresto domiciliario hizo que lugar que ocupaban, sea la mesa, la cama, la silla, el patio o el baño, se conviertan en un campo de batalla donde desplegar su descontento y sacar a relucir viejas heridas, viejo dolor, viejas rencillas y viejos fantasmas.

• Quiero que me des las llaves de los dormitorios de los chicos – hablo Clara en el comedor mientras desayunaban con ambos muchachos clavando los ojos a la comida pues su madre les había regalado un jalón de orejas a ambos minutos antes y sabían que estaba al límite
• ¿Para qué? – pregunto Rubén por fin dignándose a levantar la vista a su mujer
• Para que cada cual ocupe sus cuartos, ya no quiero que estén juntos, todo el día pelean – Lex aprovecho para manifestar su enojo
• Yo quiero dormir solo papá, no quiero ya estar todo el día con Iván, me aburre…. hasta hace tres días – refiriéndose al entierro – por lo menos tenía un lapso de tiempo para estar solo cuando tu lo mandabas con Illien a hacer cosas con él, pero de pronto me tienes todo el día clavado a Iván y tengo que ir hasta al baño acompañado porque no quieres que deje a este niñato, y no sé porque, y y y ESTOY HARTOOO – se tiro de espaldas a la silla y dejo caer su servilleta en el desayuno sin terminar
• Y YO TAMBIEN, NO QUIERO YA SEGUIR ASI TODO EL DIA CON EL PISANDOME LOS TALONES NO ES JUSTO – grito Iván, y aprovecho a manifestar su descontento, ambos estaban por replicar algo más y se trenzaron en el desayuno, Rubén alzo su café y los dejo ahí bajo la mesa mientras él se encaminaba con su taza y dos trozos de pan con mantequilla y su periódico al patio, se sentó en las gradas y puso en el suelo su taza y empezó de comer como en los viejos tiempos, a la intemperie
• Esto es el colmo, Rubén no se qué mierda pretendes, esto no puede continuar, quiero que me des las llaves de ambos – Clara extendió la mano abierta en señal de pedido agregando secamente – por favor
• PUES LO SIENTO MUCHO, ELLOS SEGUIRÁN ASÍ HASTA QUE A MI ME DE LA GANA, Y SI NO TE GUSTA TE AGUANTAS
• Esto ha ido demasiado lejos – quería discutir con su marido cuando oyeron los gritos de Lex
• TODO ESTO ES TU CULPA, PORQUE MIERDA NO PUEDES DISCULPARTE DE PAPA ASÍ NOS DEJA EN PAZ A AMBOS – lo agarraba del cuello de la polera desbocándola
• PORQUE NO ME DA LA GANA, EL HA SIDO QUIEN ME DIJO QUE NO ERA MI PADRE – soltó aquello por soltar, ese asunto estaba zanjado entre Rubén y él, pero tenía que contestar algo para despistar a Clara que ingresaba en ese momento con su padre
• AAAAGGGG ESTO ES CULPA TUYA, TE DIJE QUE TE DISCULPARAS DE EL Y NO LO HICISTE – lo acuso ofuscada ya – DEJASTE QUE ESTO LLEGUE A ESTA BARBARIE Y YO TENGO QUE LIDIAR CON ELLOS EN LOS POCOS MOMENTOS QUE ESTÁN EN CASA – le grito parada en toda su pequeña altura – ESTOY CANSADA DE ESE PAR  DE PELEADORES – bueno estaba más para reventar
• PUES NO TE PREOCUPES ME LLEVARE A ESE PAR A ALEMANIA – levanto la voz y contesto por contestar
• VETE A LA MIERDA, NO ME VENGAS CON TUS ESTÚPIDAS AMENAZAS PORQUE MAS BIEN NO ARREGLAS LAS COSAS CON ELLOS – grito Clara frustrada cerrando la puerta de un portazo, ya no quería ni mirar a los chicos, estaba frustrada y sabía que ellos también, pero los motivos de uno eran distintos al otro, mientras Lex peleaba porque Iván se disculpe con su padre y lo deje libre, Iván peleaba porque su gemelo era un rival abierto solo que no podía gritarle a la cara que estuvo a punto de tener sexo con su novia

Al final los muchachos se cansaron de pelearse entre ambos, tenían toda la ropa arrugada, sucia y fuera de lugar, respiraban con dificultad de lo cansados que estaban pues noche antes estuvieron en la misma cantaleta en el dormitorio, rodando sobre la cama o en el suelo, pellizcándose, mordiéndose incluso y ahora no habían terminado de desayunar y estaban sentados en el suelo con la cara magullada, Rubén, los levanto de las patillas a ambos y fue muy parco en sus actos, pero no es sus palabras que más bien fueron crudas, feroces y muy duras y dejo a los chicos con sabor a amargura y frustración.

• Escúchame bien Lex, basta de seguir en la cantaleta de que Iván se disculpe, ya te dije no quiero una disculpa, te explique mis motivos – si la quería pero estaba obedeciendo en si a un consejo terapéutico, el del psicólogo al que acudía Iván a regañadientes todas las tardes desde hace una semana
• Perooo
• PERO NADA, NO QUIERO UNA DISCULPA Y PUNTO, SE ACABO EL LIO, ESTA ENTERRADO, MUERTO, FIN DEL ASUNTO – clavo los ojos a ambos muchachos, mientras agarraba a uno y otro de los brazos cuando los incorporo del piso…
• Está bien, muy bien – dijo rezumando rabia – entonces la próxima que yo te falte al respeto, no me exijas una disculpa bajo ningún pretexto – tuvo la desfachatez de amenazar a su padre, quien si otras hubieran sido las circunstancias le hubiera dado una tunda ya no mas, pero no ahora –  como dejaste las cosas limpias para él, y no le diste ni una sola amonestación por tirarte una pedrada, no lo hagas conmigo que ya se perfectamente que Iván es tu favorito – hablo enojado y empujo a su padre con fuerza haciéndolo casi caer, Rubén se le acerco enfadado con ganas de zarandearlo, pero Lex se hizo a un lado y se coloco estratégicamente entre la puerta, la mesa del comedor, las sillas en el piso y su padre para huir, apuntando acusadoramente a su hermano  – te lo dije la otra noche, A MI NO ME PASAS NI UNA, PERO A EL, A EL LE PASAS TODO, ABSOLUTAMENTE TODO Y ENCIMA TENGO QUE ESTAR DE NIÑERO Y VIGILANDO QUE NO SE MAGULLE NI LAS MANOS EN EL CAMPO MIENTRAS LAS MIAS SE AMPOLLAN E INFECTAN, VETE AL CARAJO CON TU ADORADO HIJO – eso de las manos ampolladas era una mera burla, una mofa a la aparente sobreprotección que Rubén estaba empezando a generar para con Iván que en realidad era un acto que lo protegía a él de una verdad que tarde o temprano saldría a la luz, eso sabía muy bien Rubén pero pensaba que aun no era el momento, aun habían cosas que solucionar con Iván y necesitaba luz verde del médico para tomar medidas al respecto, por el momento era solo vigilarlo
• ¿QUE TE PASA? ¡IDIOTA!

Reclamo Iván, robándole a su padre el reclamo, no le gusto la reacción de su hermano ni que le falte el respeto a su padre, le recordaba a sus acciones relacionadas con el pasado, y no solo con Rubén sino con Logan, él sabía que tenía un pendiente muy grande con el que ahora era su padre, y que en las visitas al psicólogo en las tardes había aprendido a ser objetivo con aquel problema, y ambos sabían, padre e hijo que en algún momento tenía que dar la cara al asunto, no lo habían discutido en conjunto, sino por separado, Iván estaba concienciado de que lo que hizo estuvo mal y que su deber era redimir las cosas, en cuanto a Marcela, pues le dijo lo mismo que su padre, que debía alejarse de aquello que podría hacerle daño; el psicólogo por su parte le manifestó a Rubén que el muchacho necesitaba un detonante que lo empuje a hablar, que estaba muy al tanto de que lo que hizo está mal, pero que tenía problemas para manifestar las razones de aquello a su padre sin que sienta que lo que explicase era ridículo, que tenía una necesidad imperiosa de lavar su imagen ante él, pero que no sabía cómo hacerlo, que estaba en proceso de estructuración y afrontamiento de aquel problema  domestico y que cuando lo asimile del todo identificaría por fin los motivos de esa su reacción, lo cual lo llevaría a hablar sin temor a la censura ni a las represalias en este caso un castigo, que era cuestión de tiempo, por tanto Rubén aun cuando quisiera no podía exigirle una disculpa, solo darle tiempo y espacio, como con el problema de Marcela, pero no era el lio que se disculpe por alimentar su ego de padre, sino que su hijo aprenda una lección sobre acciones que dignifican, y aprender a hacerse responsable y asumir un error, era justo eso.

• ¿Ya han terminado de discutir? – Intervino Rubén, suspiro y los agarro a ambos, el también estaba cansado de esa situación – escúchenme bien lo que voy a decirles – clavo su mirada a los ojos de ambos, luego de que los hiciera sentar frente suyo con brusquedad – NO QUIERO UNA DISCULPA  DE NINGUNO DE USTEDES, ni por propia voluntad, ni por exigencia de terceror o cuartos – los sacudió de los hombros ya que él se paro frente suyo sujetándolos de ahí con fuerza – estoy tan cansado y DOLIDO como ustedes o quizás más que vosotros – afirmo con la voz y las emociones afectadas – sobre todo porque lo ÚNICO QUE HACEN es comportarse como un par de PARÁSITOS que destruyen la poza paz, la alegría de vivir y la  DICHA DE TENER UNA FAMILIA con todos sus MALOS MODOS, SUS DESPLANTES, SUS CAPRICHOS, SUS TONTAS PELEAS DE CRÍA, SU INMADUREZ Y SUS MAJADERÍAS Y NO SON CAPACES DE VER MAS ALLÁ DE SUS NARICES… – clavaba la mirada ausente de toda emoción, sin brillo alguno de un rostro a otro con el suyo completamente adusto, sus hijos lo miraron un momento, y vieron algo más allá del enojo, era la tristeza y la vejes, de pronto vieron a su padre mucho mas avejentado que antes, y no era que le salieran mas canas ni mas arrugas, era el cansancio y la decepción en la voz, y el dolor en su mirada – estoy CANSADO de lidiar solo contra su malacrianza y que su madre crea que no hago nada, QUE ME RASCO LAS PELOTAS tumbado al sol… en parte es mi culpa por no contarle lo que REALMENTE PASA – golpeo la mesa del comedor con algo de fuerza, Lex sonrió, papá por fin asumía que no le contó nada a Clara y que la semana que le dio a ambos para arreglar las cosas había fenecido, pero Iván sabía que se refería también al hecho de su relación con la tonta de Marcela – cuando estoy ROMPIÉNDOME EL CULO TRABAJANDO y procurando que ustedes aprendan algo bueno: LA  TOLERANCIA A LAS NECEDADES que cada uno de ustedes destila por los poros – se agarro el puente de la nariz y cerró los ojos de cansancio – LA MISMA TOLERANCIA QUE LES TENGO YO, porque si no fuera tolerante con las CAGADAS QUE AMBOS SE MANDAN, estarían ahora recibiendo una PALIZA… ¿no es cierto? – les pregunto – no sé qué mierda les pasa, HAN VIVIDO 15 MALDITOS AÑOS JUNTOS, compartiendo una sola puta habitación en Londres… ¿QUE CARAJOS A CAMBIADO AHORA?, ¿QUE MIERDA TIENEN EN SU CABEZA? – les golpeo con el índice las sienes de ambos muchachos esperando que respondan, pero ninguno dijo nada – ¿no van a contestar? – quiso saber papá – bien, si no vas a hablar o quejarse, queda una sola cosa de mi parte – dijo frunciendo el entrecejo – AMBOS, me han OFENDIDO y si no le reclamo a Iván una disculpa – le dijo a Lex – es porque el cojudo del psicólogo ASÍ me lo ha  SUGERIDO, NO PORQUE SEA MI FAVORITO O PORQUE LO AME MAS A ÉL QUE A TI – se notaba que estaba dolido – pero no te preocupes, no voy a pedir ni esperar que TU LO HAGAS tampoco, no me gustan las cosas por obligación, MENOS SER EDUCADOS con mi persona – se golpeo el pecho con la palma abierta varias veces – y si crees que no me MEREZCO UNA CONSIDERACIÓN entonces debe ser que algo hago mal ¿contento y satisfecho ahora con esa explicación?... – miro a Lex
• PAPAAAAAAA – Lex se sintió miserable ante aquellas palabras, su corazón se hizo chiquito, quiso decir algo, pero su padre no lo dejo, pues le coloco sus dedos sobre su boca para que se callara…
• Y A TI – le dijo a Iván mirándolo también con enfado y decepción muy honda – NO NECESITAS disculparte de nada, no necesitas romperte el coco pensando que lo que hiciste estuvo bien o mal, seguiste tus instintos Y PUNTO, NO HAY DRAMA; no voy a NO EXIGIRTE NADA en ese aspecto, A NINGUNO DE LOS DOS – se acerco a Iván y lo cogió de los hombros – te falta MUCHO TRECHO para aprender a ser una persona INTEGRA y espero que el medicucho ese logre mejores avances en ti con toda su labia, que YO con mi cariño y mis torpes modos de ser padre  – lo soltó y se sentó por fin frente a ellos en una silla que arrastro de un extremo del comedor – pero no necesitamos sufrir más de celos innecesarios, ni rompernos la cabeza sin sentido ya que he decidido llevarlos a ambos de regreso a Londres – aquello era una bomba que acababa de estallar en la cara de los gemelos pero papá estaba tan ofuscado que no presto atención a la reacción de los muchachos, estaba ocupado en dejar en claro su postura
• Papa – musito Iván y papá puso un dedo en su boca mandadolo callar para continuar
• SHUUU… –  dijo antes de continuar – irán a un internado para no seguir cometiendo errores de preferencia como dicen ustedes cuando les llamo la atención a uno o al otro, porque están  CIEGOS A TAL PUNTO que no son capaces de reconocer sus PROPIOS ERRORES, además, a mi me queda MAS QUE CLARO que corregirles es una estúpida perdida de tiempo porque según sus INFANTILES CONCLUSIONES LO HAGO POR FAVORITISMO, y yo, no pierdo mi tiempo  EN CAUSAS PERDIDAS – se paró de golpe haciendo caer la silla dirigiéndose a la puerta para marcharse, pero se dio la vuelta una última vez para mirarlos – ahora pueden agarrar SUS CULOS y desparecer de mi vista, HAGAN LO QUE MEJOR LES PLAZCA – grito enojado ya dándose la vuelta para salir, pero en un momento dado volvió sobre sus pasos para dar la estocada final como costumbre en el – tienen mis bendiciones para sacarse la mierda si quieren, pero cuando hayan acabado suben y hacen su maleta porque los voy a recoger al medio día, que nos marchamos HOY MISMO a Londres COMO QUE ME LLAMO RUBÉN – dijo a manera de juramento – aquí están las llaves, no necesito que vengan al potrero… CUANTO MENOS BULTO, MAS CLARIDAD

Y dicho y hecho, tiro un manojo de llaves sobre la mesa haciendo caer el termo de agua caliente antes de arrojar la pequeña taza de café sin concluir su desayuno a medio patio, rompiéndolo al tronar sobre aquella piedra del rosal de Clara, que según todos era donde se había caído Rubén haciéndose aquel tajo en la frente… ambos muchachos quedaron mudos ante las duras y dolidas palabras de su padre, y sin decir absolutamente nada, dejaron las llaves en la mesa y se fueron al potrero a trabajar, ¿regresar a Londres? Ni pensarlo, aquel era su hogar, su casa, el lugar donde pasaron tantas cosas, habían aprendido a amar cada rincón de la hacienda, se consideraban extensiones vivientes y andantes de aquella enorme parcela de tierra que olía a campo fresco y a leche ordeñada, y ese hombre que se marcho enfadado con los hombros hundidos y la mirada triste y el corazón enojado era su padre, no tenían otro, ni querían otro, era la única persona aparte de Clara que importaba de verdad, era la única persona que los amaba de verdad, que los cuidaba como se debe aun cuando en el camino hayas días o noches que tengan el trasero magullado y los ojos rojos de tanto llorar.

Ambos respiraron hondamente, arreglaron su ropa por encima y se encaminaron al potrero, el nuevo lugar donde lidiar una batalla, la de hacerle saber a papá que ellos no se iban, no señor, ellos habían echado raíces y nadie los iba a talar o trasplantar a otro lugar.