martes, 26 de abril de 2016

Mis Gemelos: Cap. 93; Autora Marambra

Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 26 de Abril del 2016
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Capítulo 93
Judas Tadeo, Judas Iscariote,
Judas Priest, Judas Lex
y los clavos de Iván Cristo
Autora: Marambra

Los gemelos aparecieron en el potrero pese al descontento de su padre, un descontento de disfraz, por fin hacían algo en conjunto, y consensuado dijo para sí alegre, aun así los ignoro gran parte del tiempo para que no canten victorias antes de tiempo, pero no conto con la tozudez de ambos que obviamente se hizo mucho más difícil de lidiar, si él se metía a la oficina, ellos aparecían en la puerta o en la ventana, si iba a los potreros ellos estaban ahí, fue tal la persecución que al final cansado de verlos caminar detrás de él o de verlos tronados en la puerta llamo a Miguel y le indico que los lleve a hacer el trabajo más feo que haya en la hacienda, y eso era alzar bosta, los chicos se miraron con disgusto porque quieran o no lo tendrían que hacer juntos, uno alzar el otro empujar la carretilla e ir a dejar en las áreas de humus, pero no replicaron su descontento en voz alta, simplemente se echaron una mirada asesina y se empezaron a desvestir, quedándose solo en ropa interior y se colocaron la ropa que tenían para trabajar, una muda de pantalones cortados en la rodilla, una polera vieja desteñida o con agujeros y unos guantes con talco, además de botines gruesos para evitar accidentes en los pies, y un sombrero de sao para evitar quemaduras en la piel y muy fresco para la cabeza, así se pasaron gran parte de la mañana hasta que llego Clara con Adela.
Cuando ella se salió se llevo a Adela a hacer compras y a recoger a su madre de la terminal de buses, la anciana llegaba de las serranías de Ñancahuazú, y se encontró con todo regado en el suelo, al parecer los críos siguieron en su lucha de cuerpo a cuerpo, malgastando energías, al entrar a su habitación se había fijado en algo que la desconcertó totalmente y le entro miedo en el alma a Clara, había una llamada telefónica de la agencia de viajes dando el itinerario de vuelos a Alemania, se sentó un rato y lloro de rabia que su marido quiera jugar sucio, así que cegada en su enojo y frustración y ansias de venganza, ella compro tres pasajes a Trinidad, se llevaría a los chicos al Beni y de ahí a Brasil, no necesitaba permiso de él, con solo el carné de identidad era suficiente para estar unos días en la banda amazónica.
Con el corazón revuelto y las ansias en la boca, los nervios a flor de piel y el enojo contra los chicos que fueron los autores de las peleas que estuvieron lidiando ellos como pareja desde hace 3 días, prácticamente desde el entierro por culpa de Iván, pues Rubén no fue a encontrarse con ella al pub aquel y se quedo con el muchacho temiendo que haga algo al calor de los sentimientos desnudados recientemente, todo eso hizo que Clara se arme de valor y vaya al potrero y se rapte a los chicos, Rubén se olvido de la llamada de la agencia; sí la había hecho con el afán de averiguar horas de diferencia y escalas para los inversionistas, nada tenía que ver las habituales amenazas que soltaba cuando se peleaba con su mujer, si tenía alguna vez que viajar a Alemania, jamás se iría sin su alma gemela y sin sus hijos, era un viaje pendiente además, porque dos días antes había recibido la llamada de su madre para decirle que su hermano estaba enfermo y quería saldar cuentas con él…
Clara llego al potrero, discutieron con Rubén y se llevo a los chicos, pese a que estos miraban de rato en rato a su padre queriendo su aprobación, ellos habían ido con el afán de que papá reconsidere la idea de llevarlos de regreso a Londres y querer limpiar su gran mancha en el historial de su vida con aquel vandálico comportamiento, pero solo oyeron a su madre decir enfadada.

  • ESTOY HABLANDO EN SERIO – tiro sobre el escritorio los pasajes a Trinidad – MUY EN SERIO RUBÉN, ¡arregla esto, tienes lo que resta del día o me los voy a llevar
  • TU NO TE LOS LLEVAS A NINGUNA PARTE CLARA, SON MIS HIJOS
  • CORRECCIÓN SON NUESTROS NIETOS
  • MIS HIJOS CARAJO, Y NO TU NO LOS SACAS DE AQUÍ – hizo pedazos los billetes de avión – ELLOS NO ME SACAN LOS PIES DE LA PROPIEDAD

Los chicos trataban de enterarse de que iba aquello, pero sus padres se encerraron en la oficina y solo se oía caer algunas cosas que Clara tiro porque si bien gritaban papá había subido el volumen a la radio para que nadie sepa de qué peleaban, al final Clara salió endemoniada y se llevo a los gemelos, ambos miraban a su padre pidiendo aprobación y al final se fueron a las duchas del potrero se dieron una bañada rápida y se marcharon con su madre, Rubén dejo que vayan, ya no quería pelear ni tampoco razonar con Clara, pensó que no valía la pena discutir aquello estando ambos con la rabia subida a la cabeza, además los chicos si bien no habían soltado una sola palabra como de costumbre en el potrero, ahí ambos estaban en un mutismo total delante del resto pero a solas era pelea y pelea, y las pelas eran ardidas y con toda la labia estando en casa, y ahora andaban entre media pala con bosta peleando entre sí con la mirada, para nadie pasaba desapercibido que se tenían ganas de saltar a la yugular ajena.
Pero obviamente el agrio carácter de ambos no se endulzo en el almuerzo aquel y montaron una bronca del demonio en el restaurante, a tal punto que su madre los dejo encerrados en el auto mientras ella terminaba de comer y de ahí se los llevo a casa enfadada y se armo la verdadera grande, la pelea de todas las peleas…
Lex, al final había explotado, y le importo poco que su madre le haya dado minutos antes una cucharada de llajua en la boca y luego leche mientras según ella meditaban sobre sus malas acciones de toda la semana, y harto de todo eso, Lex revelo a su madre que fue lo que paso con Iván y su padre.

  • CÁLLENSE, BASTA – mamá elevó la voz enojada, y alzo su mano en señal de parada subirán a sus habitaciones y se cambiaran de ropa y se meten a su cama a reflexionar sobre lo que ha sucedió en esta semana, ¿estamos?
  • NOOO, NO LO VOY A HACER, ME HE CANSADO DE QUE POR CULPA DE EL YO TENGA QUE ESTAR CASTIGADO – interesantemente los papeles se habían invertido en esa semanita, porque antes era Iván el que siempre terminaba poniendo el poto por su hermano, pero aquella orden de mamá hizo que Lex reaccione, grite parándose y tirando el vaso de leche que su madre le diera para mitigar el picor en la boca prosiguió en su reclamo  – ANDA, NO SEAS COBARDE ¿POR QUÉ NO LE DICES A MAMA LO QUE HICISTE? – gritaba enfadado, tiro la silla y se acerco a Iván y le sacudió de la ropa, su madre se quedo un rato sorprendida y asustada nunca vio a Lex tan violento, pensó incluso que la golpearía
  • ¿QUE TE SUCEDE LEX? – lo agarro del brazo
  • ¿Qué me sucede?, sucede que estoy HARTO DE QUE PAPA SEA CONDESCENDIENTE CON ÉL Y LE PERDONE TODO – apuntaba a Iván enfadado – MIENTRAS A MI ME MACHACA DE TODO Y NADA, ESTOY HASTA LAS PELOTAS DE ESO Y ENCIMA TENGO QUE ESTAR ENGRILLETADO A ESTE MIERDA QUE TENGO COMO HERMANO – las lágrimas por fin lo vencieron de frustración, todos estaban al límite, sobre todo ellos, los gemelos – estoy cansado, cansado de esto, de que Iván se salga bien parado y se haga la victima mamá, de eso estoy cansado – se abrazo a su madre llorando desesperado, se metió el dedo a la boca, un gesto infantil pero inconsciente al parecer
  • ¿Qué paso Iván? – pregunto mamá sin dejar de abrazar a Lex que no se desprendía de su pecho, quería saber que sucedió – que paso? No me lo vas a decir?
  • DILE, DILE A MAMA, TEN EL VALOR Y CONTALE LO QUE HICISTE COMO PUEDES SER TAN COBARDE? – se separo de su abrazo y se paro frente a un Iván confundido y temeroso, el circulo se estaba cerrando sobre él, era lo que le dijo el psicólogo que pasaría si no tomaba la decisión correcta, que en aquel problema habían muchos implicados y que de un momento a otro todos apretarían sobre su cuello, y eso era lo que estaba pasando
  • CARAJO, QUE HICISTE – grito ya enfadada Clara, cogiéndolo de los hombros, la inflexibilidad del muchacho la estaba matando, al final a Lex se le fue la lengua
  • La noche que papá fue llevado al hospital con una herida en la cabeza fue PORQUE ÉL LE TIRO una pedrada que le hizo perder el sentido, eso paso – y Clara se puso blanca primero del susto y luego roja de rabia, aquello era algo que jamás hubiera imaginado ni en sus pesadillas – y mi padre se niega a decirle nada so pretexto de que el psicólogo se lo aconsejo y por culpa de todo eso estamos encerrados como en una cárcel en esa tonta habitación y nos amenazo con llevarnos a Londres a un internado

La bomba había reventado en la cara de Iván, un Iván avergonzado totalmente, abatido como él solo, que a cada palabra vertida por su hermano con tal enojo y tal dureza, producto del reclamo acertado a su mal comportamiento, se hacía diminuto casi insecto, se sentía una mierda, un pedazo de bosta tirada en el camino que nadie quiere ni para abono, y la mirada de Clara endurecida y oscura fulmino a Iván que no tuvo palabras para explicar aquello; ese era en parte el gran problema, no podía decir porque lo hizo, no identificaba el problema real, solo sabía que lo que hizo estaba muy mal, Clara enojada como estaba cerró los ojos un momento para acomodar las ideas en su cabeza y procesar la información, y renegó incluso contra Rubén, por la poca confianza que le tenía, ella cuando la primera noche los había castigado obligándolos a dormir juntos le había dicho que lo apoyaba incondicionalmente ante cualquier decisión sobre educar a los muchachos, pero que no la haga a un lado, que la tome en cuenta, y enterarse que aquel detalle domestico de la mala conducta de su hijo traspaso las fronteras de su hogar para ir a dormir a un diván de locos antes de dormir en su almohada y en su lecho, bajo la tibieza y el amor de pareja, de esposos, de padres, le supo a traición, se sintió gusano.
Metió aire por fin a sus pulmones, se agarro las sienes frotándolas en círculos con los dedos, cerró y abrió los ojos varias veces para enfocar adecuadamente el rostro de Iván y cada que lo veía no lo podía creer, no podía creer que aquel niño dulce que siempre colaboraba, que siempre era tranquilo, cariñoso y demás de respetuoso haya osado hacer semejante cosa, simplemente no lo podía digerir, trago saliva y dijo al final resueltamente y demasiado tranquila, peligrosamente tranquila.

  • Sube a tu habitación
  • Pero mi cuarto está cerrado – contesto Iván en un hilito de voz lastimero, triste y asustado
  • Aquí está la llave, ahora ve y me esperas ahí Iván – el muchacho se paró de la silla donde permaneció sentado todo aquel rato que vio caer el peso de sus actos como una enorme bola de nieve aplastando su precaria seguridad, la seguridad que su padre le había dado al elongar el tiempo para que él como hijo haga lo que tenía que hacer: disculparse, tan fácil, tan simple como decir, papá lo siento, pensaba en eso cuando agarro las llaves con las manos temblando una cosa más Iván – Clara endureció la voz, que le sonó incluso a ella rasposa, árida te quitas los pantalones

Iván sintió como sus esfínteres se cerraron del miedo ante aquella orden dictaminada sin levantar la voz y que sin embargo no se atrevió a reclamar, un sudor fino y frio le corrió la espalda, trago saliva y palideció en el acto, el ritmo de su respiración cambio en fracción de segundos y sintió como se erizaban los finos vellos de sus brazos y piernas como si un frio volátil besase su piel desnuda y se llevara el calor de su cuerpo en un abrazo; lo que estaba experimentando era miedo nada más.
Pero pese a todo obedeció sin rechista una sola vocal, cerró los ojos antes de subir las escaleras con los hombros hundidos y el vientre plagado de mil mariposas diminutas que lo mordían con ansias haciendo que la boca se le haga amarga de la vinagrera que ya experimentaba por estrés, pensó en Raquel entonces sin darse cuenta y su orden, “quítate la ropa” y lo fácil que le fue cumplir aquello, sin embargo ahí tenia a otra mujer diciéndole lo mismo con otras palabras y sentía que cada prenda pesaba una tonelada difícil de quitar, o lo que es peor, que su ropa estaba pegada a su piel, y quitársela, era llevarse consigo a jirones pedazos de su ser…
Mientras tanto Clara, tomo un enorme vaso de agua para enfriar sus ánimos, pensando en lo que hacer, y fue interrumpido por Lex.

  • ¿Mami?... ¿qué vas a hacer? – pregunto de pronto asustado de la suerte de su hermano, un error suyo había derivado en aquello, su tonta travesura le costó a Iván una paliza con el simbao de su padre y un enojo descomunal, luego vino aquella reacción tan poco propia de su hermano y en parte se sentía responsable de aquellos cambios en el carácter de su gemelo, como si él fuera el responsable de que se precipite todo aquel cúmulo de sentimientos confundidos que anidaban a su par tras su bizarra experiencia con Raquel e incluso mas antes, allá en Londres cuando su padre por alguna razón se enfado con Iván y no lo mando de campamento con él, un algo que no sabía de que se trataba y que Iván arrastraba hasta el día de hoy: aquel odio, y no quería que lo odiase así, como a papá, con vehemencia, con ardor, con desprecio total en un inicio y luego indiferencia cruda, fría  implacable y mordaz
  • Lo que si bien lo piensas, has estado deseándolo desde el momento mismo que tu padre los obligo a dormir juntos y te castigo delante de Illien lo acuso mirándolo fijamente y Lex se puso pálido porque sabía de que se trataba, pero aun así mamá respondió – le voy a dar la paliza que no le dio tu padre, eso es lo que voy a hacer – derramo la sobra del agua que bebía sobre una maceta de helechos de su mesón
  • Pero mamaaa – grito desesperado, temeroso, aquella acusación no le gusto
  • Mamá ¿qué?.... ¿Ahora me vas a decir que no era lo que querías? – lo miro directamente, esa era una acusación muy fea pero en parte real, Clara hurgo en el corazón de su hijo sin querer – me vas a decir que no tengo derecho como tu padre? – lo cuestiono enojada – si él no quiso decirle nada, allá él, pero yo no soy tu padre, soy tu madre, y voy a dejar un precedente en tu hermano en tu padre y en ti: que de mí no se van a burlar ni esconder cosas tan delicadas como esta – aquello no sonaba nada bien en ningún sentido – que tengo todo el derecho pero sobre todo la obligación moral de corregir a su tiempo – ese era un promesa – tu padre no me ha dejado tomar parte en el asunto tuyo cuando igual le levantaste la mano Lex, pero tú a diferencia de tu hermano, diste la cara y no te escondiste, eso es algo que le voy a enseñar a Iván, a asumir sus errores… Lo voy a corregir, lo voy a castigar, y luego lo voy a perdonar, pero antes hare que se disculpe de tu padre, o no me llamo Clara… – declaro sin darse la vuelta mirando de la ventana al jardín totalmente ausente del pliego de colores que pintaba aquel lugar donde cantaban pajaritos diminutos – ahora, sube a tu habitación, báñate, cámbiate no sé lo que querrás hacer, o sal, ve a dar unas vueltas al potrero, monta, o ve a ver a tu novia, lo que tengo que hacer con Iván me llevara su tiempo

Clara tras aquello, se dio la vuelta, miro a su hijo que estaba ahí parado en medio de la cocina con silenciosas lágrimas en los ojos que se caían de lo pesadas que se sentían, tenía miedo a que su madre lastime a su par, mamá lo observo un rato y sonrió para sí, aquel par se amaba, se adoraba, y aun cuando toda la semana estuvieron dando zarpazos, se protegían entre ellos las espaldas, realmente debió ser muy difícil para Lex vender a su hermano como a Cristo, debió ser un paso muy difícil de dar, y asumir que la situación de ambos era en extremo insostenible, seguro fue lo que lo empujo a decidir que tenía que sobrevivir, decir, o eres tu o soy yo, pero ahora estaba arrepentido, tanto por el miedo de que su madre haga daño a su hermano o lo que es peor, que ese hermano lo dañe a él como resultado de su resentimiento, Iván no manejaba adecuadamente el rencor, el odio y el amor, así, como sentía lo uno fuertemente, de pronto sustituía las cosas y no había pie a nada más, como lo que paso con Logan, amo tanto a papa y luego un odio irracional lo invadió y no se disipo pese a su muerte; así que para quitarle los temores, lo abrazo con amor y ternura, le beso la cabeza, los ojos, enjugo sus lágrimas le palmeaba la mejilla con delicadeza, no necesitaba palabras para decirle “no te preocupes, no voy a matarlo”.

  • No va a odiarte por qué me hayas contado lo que hizo hijo, voy a castigarlo si, y seré muy dura con él, pero tu hermano aprenderá que siempre se da la cara, y al final te agradecerá liberarse de esta carga que lleva – lo separo un poco de su abrazo y se sentó llevándolo a él consigo para que se siente en su regazo pese a su peso y tamaño, era algo que tenía que hacer, arrullarlo y hacerle sentir bien pese a todo, luego haría lo mismo con su otro bichito, pero primero lo primero –  tú crees que él está tranquilo con su consciencia? Crees que es feliz con lo que hizo?, que puede hablarle a tu padre sin sentir remordimiento?.... – le beso las mejillas y le acariciaba la nariz – no hiciste nada malo cariño, nada malo, le estás haciendo un favor, quizás no lo entienda ahora pero lo hará, tarde o temprano lo hará – le sonrió
  • Perooo, él nunca perdono a mi papá, a Logan, se enojo con él hasta el día de hoy
  • ¿Qué paso con ellos? – quizás esa sea la clave de tu errática actitud
  • No lo sé. Nunca quiso contarme – se sintió derrotado
  • Eso lo averiguaremos a su tiempo, no pienso dejar nada al aire de aquí para adelante – era una promesa mas para sí que para el muchacho – ahora ve si?, tu hermano me está esperando…



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