martes, 26 de abril de 2016

Mis Gemelos: Cap. 95; Autora Marambra

Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 26 de Abril del 2016
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Capítulo 95
Extrañas químicas filiales:
Error, castigo, perdón y paz
Autora: Marambra

La voz angustiosa de Lex volvió a sonar, estaba sentado en la cama de su hermano mientras este hizo a un lado su hombro para evitar su contacto, habían pasado dos días desde que Clara le diera aquella paliza a Iván y las cosas estén tensas en casa.

  • Por favor Iván ¿me perdonas?

Iván simplemente no hablaba, solo con su padre; y no era que no quisiera, era que no podía, el psicólogo había calmado los temores de Rubén y Clara indicando que era una reacción esperada, pues se habían precipitado en algunas acciones, más claro agua, era como un absceso que fue abierto antes de tiempo sacando solo sangre y ahora había que esperar que madure y avene solo pero como toda herida había que hacer curaciones.
Aquello se tradujo en una sola cosa, alimentar el amor hacia el muchacho y la seguridad familiar, ese consejo estuvo demás pues ambos tras la discusión inicial la tarde noche esa del problema, Rubén y Clara manifestaron sus temores, sus angustias, sus inseguridades por propia boca y la contraparte alabo sus fortalezas, y se prometieron a sí mismos estar juntos y tomar decisiones juntos, nada quedaría al aire ni en secreto, con lo cual Rubén le conto a su mujer lo que Iván le confeso, que Marcela, era novia de ambos, que la muchacha jugaba a doble carta, que el día del entierro estuvo con ella haciendo algo más que empanadas (empanadear, cogerse de las manos entrelazando los dedos, es un gesto propio de los enamorados) y que había que hacer algo al respecto para no tener un problema como este con Lex, el muchacho estaba ilusionado hasta no más con la noviecita tonta que se gastaba e Iván tenia claras intensiones de seguir el juego sexual…
Rubén ingreso esa noche a la habitación de Lex, pues el muchacho estaba triste porque su par lo condeno al silencio, no le hablaba como a su madre, y aquello si bien dolía a mamá, podía manejarlo, en cambio Lex no, por eso debía ahuyentar sus temores y fue justo eso lo que hizo, mientras tanto mamá, ingresaba a la habitación de Iván y empezó a tejer el camino de la reivindicación y el amor perdido, el camino al reencuentro.
Lex había salido del cuarto de su hermano, derrotado, con la cara triste, eran demasiados días de enojos entre ellos, pero por lo menos las más de 10 días que se pasaron desde el incidente fatuo de la pedrada, la pelea había sido abierta y se hablaban, corrección hablar, hablar, no tanto, pero se dirigían la palabra a su manera, gritando, en cambio ahora Iván pasaba por su lado y ni le miraba, se sentaban en la mesa todos pero Iván simplemente era un cubierto más, y Rubén estaba arrancándose los pelos de la nuca ya de esto, así que decidió tomar al toro por astas aquella noche, pero su mujer se adelanto cuando tras observar a Lex decepcionado y triste en el suelo ingreso a darle un beso y termino consolando, arrullando y despejando dudas; en tanto su otro hijo, Iván tras la charla con mamá lo sorprendió luego con algo que nunca olvidaría…
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En la habitación de Lex:

Sentado en el suelo apoyando la espalda a la cama, con un montón de juguetitos menudos de su infancia, estaba Lex sin calzados con solo los bóxer puestos y sin polera, armaba castillitos con piezas de Lego viejas e incompletas, suspiraba de rato en rato, a un lado una foto suya con su par idéntico, la foto que Rubén les tomara con la cámara de Iván, ambos tumbados en el césped del jardín riendo mirando un cielo azul que no estaba pintando en la foto pero si en la memoria de aquel muchacho, reían, reían a carcajadas apuntando un par de garzas rosadas.
Rubén se paro en el umbral, la casa desde hace dos días era como un enorme mausoleo, pues ninguno de sus hijos hacia bulla, apenas se daban cuenta de que estaban ahí porque era inevitable verlos, antes no se necesitaba verlos para saber de su presencia, cada cual sentaba presencia de una u otra forma ya sea poniendo música a todo volumen o cantando a voz en cuello en ingles o castellano, imitando guitarras eléctricas o baterías o despanzandose a carcajada limpia, correteando en los pasillos, rompiendo vidrios jugando futbol o flechando pajaritos, y en los potreros de solo ver que faltaban los carbones, se sabía que ambos habían ido a montar campo traviesa o que incluso salieron de la hacienda hacia la ciudad montados en ese par de caballos negros tan idénticos como ellos, pero ahora cada gemelo estaba mustio, y el silencio que habitaba la casa era insoportablemente abrumador, Rubén no soportaría un día más, él quería ver la vida izando su carcajada como emblema abrirse paso en los pasillos de su casa, irrumpiendo en los rincones de su alma, durmiendo en su almohada, saltando en su cama (es que los había pillado más de un par de veces hacer eso mientras se daban con las almohadas, a ellos les gustaba saltar en la cama de sus padres pese a su edad); papá tenía que rescatar aquello.

  • ¿Sigue malo contigo? – pregunto Rubén a su hijo, lo estaba observando desde hace un buen rato y el chico no se percato de su presencia, solo hacia parar y tumbaba al mismo tiempo a los pequeños muñequitos del suelo – o ya te hablo
  • No pa, no quiere ni verme – levanto la cabeza para responder y luego se ensimismo en su juego monótono y aburrido suspirando, Rubén camino hacia él y le dio la mano, Lex la cogió dejándose llevar a donde papá quería, y era a su regazo

Rubén se sentó en el sillón que había en un rincón de la habitación esa que ahora estaba toda desordenada la tristeza estaba empezando a tomar posesión de aquel lugar dando su peor cara, el desorden, y él no lo dejaría

  • ¿Qué pasa he? Porque este desorden?
  • Es que estoy triste – era la primera vez que lo decía abiertamente ni siquiera lo dijo cuando Logan murió
  • Ya, pero no por eso dejaras de hacer lo que se debe, ¿verdad? – le beso la frente, y sentó a su pequeño gigante sobre su regazo, apoyando la cabeza de su hijo en el hueco de su cuello, cerro sus ojos oliendo el dulce aroma de su cuerpo que dejaba de ser niño
  • Ya no hueles a cerelac – murmuro en voz alta y eso le sonó raro a Lex
  • ¿A Cerelac?, yo no huelo a cerelac, ni siquiera me gusta esa cosa, wuacala – saco su lengua en señal de asco, pero a Iván le encantaba comer aquello y su madre compraba por lo menos 3 tarros al mes
  • Yaaa, pero igual te gustaba de bebé, y tenias antes olor a cerelac, a talco Johnson´s, a leche Morinaga y ahora ya no hueles a eso
  • ¿Y a que huelo? – pego su nariz a la piel de su brazo
  • Mmm, pues no sé, a ti supongo – se rió – a mini hombrecito – pensaba en el olor de Iván hace unos días un olor tan íntimo y peculiar y cerró los ojos, sus hijos crecían y dejaban de ser niños y ahora que lo pensaba Rubén se percato que el olor del sudor de los muchachos empezaba a cambiar y ser un poco más fuerte, como si tomaran cuerpo como un vino o un ron
  • ¿A mini hombrecito?
  • No importa a que huelas, a mi me gusta, me gusta tenerte aquí en mi regazo, sobre mis rodillas – sonrió y apoyo en cuerpo de muchacho al suyo,  al mismo tiempo que el apoyaba su espalda al respaldo del sillón, le dio en beso detrás de su oreja y le mordió la nuca como antes cuando era un bebe, y recorrió un dedo por su esternón dibujando caricias distraídas en la piel de su hijo
  • ¿A mí no me gusta mucho estar sobre tus rodillas sabes? – declaro mientras ladeaba la cara para verlo
  • ¿No te gusta que te arrulle?
  • Bueno si, me gusta como ahora,  pero no todas las veces que estoy en tus rodillas es para un arrullo, muchas es para, es… es para – se ruborizo desviando su mirada mientras su padre sonreía, al final levanto sus manos expresando – … AJJJ, paaaa, ya sabes – se apoyo sobre su pecho y cerró los ojos sintiendo calor en sus mejillas
  • Si lo sé, pero eso es porque te portas mal, y aun así te doy un arrullo tras un chicotito o no?
  • Mmm… casi siempre
  • Ya dejémoslo así, ¿ahora me dirás porque estas triste?...

Y Lex desnudo su alma a su temores más profundos, le conto a su padre que tenía miedo que Iván lo odie por haberle contado a su madre lo que paso esa noche, y su padre, pues papá abrazándolo con ternura y repartiendo besos en su frente le dijo que no presione a su hermano, que Iván había vivido situaciones muy peculiares que guardaba con hermetismo y que era difícil que de la noche a la mañana supere sus rencores, sus odios con o sin fundamentos para albergar aquel dañino sentimiento y que a todos tocaba ayudarlo en la medida del amor y del cariño que Iván necesitara, que su hermano estaba confundido en muchos aspectos, incluso el sexual.

  • ¿Mi hermano es gay? – pregunto intrigado y alucinado Lex a papá, Rubén salió de su momento filosófico sobre el tema Iván y lanzo una carcajada realmente liberadora, si, aquello fue liberador, rio tanto, que los ojos se le llenaron de agua por la gracia de aquellas palabras, la cara de estupor que puso Lex al pensar que su par podría ser homosexual, movió la cabeza negativamente porque no podía responder verbalmente, le dolía ya las costillas de tanto reír y en aquel movimiento espasmódico pues mecía a Lex gratamente sobre sus rodillas – de verdad papi, Iván es gay? – volvió a preguntar Lex
  • No mi hijo, jjjjjj, de donde sacas eso no jjj de dónde, que va,  le gustan mucho las mujeres, de eso puedo darte fe – Rubén se puso la mano en el pecho sonriendo feliz, reír fue el mejor remedio a sus problemas, se lleno de algo peculiar, una nueva energía que lo renovaba, tenía que ir a hablar con su otro chico
  • Perooo, tu dijiste, que tenía confusiones sexuales – Lex estaba realmente preocupado
  • Ya, pero eso no necesariamente implica que tenga dudas sobre su sexualidad hijo
  • A mí me lo parece – papá le dio un golpecito en la cabeza a Lex
  • Pues quítate eso de la cabeza Lex, a tu hermano le gustan las mujeres, solo que tiene la mala suerte de encontrarse con tontas, ya pillara alguien mejor en el cole y tu también, lo que me lleva a… bueno – suspiro cortando de pronto – no quiero que estés todo el día pegado a Marcela hijo – se puso serio y lo miro directamente a los ojos, eso intimido al muchacho
  • ¿Por queeee? Ella me gusta papi, me gusta mucho estar con ella – su voz sonó a suplica, se bajo de la falda de su padre y se sentó a su lado; la mirada de su papá no le gusto, era como que aquel comentario sonara a advertencia, en realidad lo era pero una advertencia de protección que el chico no calaba
  • Mmm por eso mismo, tengo miedo que te haga daño, ve con cuidado, aun eres muy chico para pensar y no pensar… como me explico – le sujeto las manos cariñosamente – pensar en que las cosas son serias, que ella es lo máximo que te pudo pasar, etc, etc. Pero sobre todo porque eres muy chico para ciertas cosas que se hacen sin pensar, a ver si lo entiendes, mmm, te lo voy a decir sin rodeos: tú con tu bragueta bien cerrada… más claro agua ¿verdad? – esperó que diga algo, y volvió a preguntar – ¿estamos claros?
  • Si pa, estamos claros, no te preocupes no voy a hacer nada con ella – suspiro y lo miro fijamente a los ojos a su padre, Rubén se tranquilizo y tras eso lo abrazo con ternura y le planto un beso enorme en la frente y lo dejo con la tele prendida, tenía que ir a hablar con Iván el muchacho solo asomaba la nariz cuando se lo llamaba a comer


En la habitación de Iván:

Apenas se abrió la puerta del dormitorio principal, Clara se abrazo a su marido llorando, todo lo que había sucedió, la paliza que le dio a Iván, enterarse del lio aquel superaba el estado emocional de ambos, y Clara estaba desde aquel día también como una muerta en vida, no recordaba bien que paso en la habitación del muchacho ni lo que hizo o dijo para que Rubén le tirase la puerta en las narices, solo recordaba que al lado de ella, Lex no paraba de gemir, y ahora estaba ahí parada frente la puerta de Iván, el chico nunca cerraba las puertas ni para dormir, eso lo hacían sus padres, pero desde hace dos noches se cercioraba de trancarla por dentro con el pestillo, un pestillo que papá había hecho desaparecer esa mañana y que le valió una mini discusión con su padre tras su acertada persuasión.

  • Abre la puerta Iván – lo habían llamado por sexta vez a desayunar y el no quiso bajar estaba irritado, no durmió bien, estaba enojado, quería salir, gritar, reclamar, pero sabía en el fondo que no había nada que reclamar – abre la puerta Iván te estoy hablando, abre – papá volvió al ataque, Iván se paro desganado a abrir la puerta – ¿por qué cierras el pestillo hijo?
  • Porque no quiero ver a nadie, ¿suficiente? – la voz le salió horrorosa como se sentía él, osco
  • Bájale el tono a tu bronca Iván que no te hice nada – dijo papá con paciencia pero en tono de advertencia también – estamos llamándote para que bajes a desayunar, así que no tienes que ser picoso conmigo, además sabes que no me gusta que se cierren por dentro, y menos si no van a contestar – Rubén frunció el ceño y hablo un poco duro, entendía que Iván estuviese malhumorado pero de ahí a ser grosero distaba mucho
  • Me da igual, quiero estar solo – se dio la vuelta para volver a tirarse a la cama, su padre lo agarro del brazo y apreso su cintura en la suya y su brazo y bajando el pijama le regalo 4 palmetazos que Iván respondió con un soplido que más parecía en bufido de un toro enojado
  • PLAF PLAF PLAF PLAF
  • FUUUUUSSSSS
  • Muy bien – dijo papá colmado en su paciencia –  quieres estar solo, no me sales con Illien esta tarde, estas castigado, ahora ve a lavarte la cara y las manos y ponte un pantalón y bajas a desayunar, no me interesa si quieres o no hablar, te quiero sentado en el comedor PLAF – lo mando al baño con un último ardor en las nalgas y mientras Iván se metía a la ducha para tardarse y hacer renegar, su padre regreso con un destornillador y quito el pestillo y la chapa de la puerta, cuando Iván salió no lo podía creer, miro a su padre mordiendo las mandíbulas y haciendo puñetes a los lados por la impotencia que lo abrasaba, Rubén se dio cuenta y dijo en tono seco que no admitía reclamos – la privacidad es un privilegio para quienes saben manejarla con responsabilidad, y cuando hagas las cosas como debes, yo te devuelvo el pestillo, pero si se te ocurre cerrar la puerta por dentro empujando alguno de los muebles, despídete de toda la puerta estamos? – Iván hacia un enorme esfuerzo por no soltar las lágrimas que se colgaban de sus pestañas tragando saliva imaginaria en el proceso – sin llorar hijo, sin llorar, ahora ven acá, salúdeme como es debido – le ordeno, estaba dándole el chance de apaciguar sus ardores, al final un rendido Iván se acerco a su padre sin animarse a nada y fue su padre que lo saco de sus congojas, lo abrazo con ternura y limpio las lágrimas de sus mejillas – shuu, ¿qué te pasa he? Gruñóncito, te has escapado del cuento de Blanca Nieves…¿dormiste mal?, ¿duele algo? – Iván solo se abrazo sollozando y negando con la cabeza, su padre solo podía consolarlo, adivinaba que esto también se debía a que quería conversar con su hermano y su madre y no sabía cómo hacerlo…

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Clara se fijo en su hijo, estaba tumbado sobre la cama con la lámpara prendida, no necesitaba tocar, la puerta estaba abierta, se había pasado toda la tarde encerrado allá, no salió con Illien ni con Lex; Illien los había invitado a una doma de potros, su hermano Yhanku estaba en el concurso, no quiso ir no tanto por el castigo, si lo hubiese querido papá le habría dado el permiso, pero Iván prefirió decirle a Illien que estaba castigado a verse obligado a ir con su hermano, además seguro iría Marcela y no tenia claras las cosas con ella, con el problema de su madre no tuvo tiempo en pensar en cómo debía tratarla o si debía o no cortar aquella relación.
Tras mirarlo largo rato, Clara se animo a jugar una carta más, en todo ese juego de ruleta rusa, ella salió mal parada, el psicólogo la tacho prácticamente de histriónica, poco empática con Iván en este caso, y que debería respetar las decisiones que su esposo tomase sobre el asunto del los muchachos pero que eso no significaba que su opinión no cuente, en eso le llamo la atención a Rubén, que estaba bien que el tomara ciertas decisiones pero que debería comentarlas con su esposa y ésta respetar lo que como padre decida aun cuando discutiendo tal acción no sea la más adecuado y viceversa y que ambos deberían trabajar en el tema confianza en tus decisiones paternales, erradas o no, que aquello siempre daría algún resultado, si era bueno bienvenido si era malo, tratar de solucionarlo de la mejor manera; ahora ella estaba frente a ese gran dilema, sus acciones erradas se veían reflejadas en la tristeza de muchos, y debía tomar una decisión inmediata, así que se animo a sentarse en la cama del muchacho que no hacía otra cosa que jugar con las sombras de sus manos en una pared azul pastel, suspiro y toco el hombro del muchacho que reconoció en el acto la mano de su madre, se puso tenso y  mamá lo percibió sin recriminar y él no hizo ningún intento de darse la vuelta, ni darle chance a mirarle a la cara, hablarle o moverse, simplemente bajo sus manos y trago saliva, Clara cerró los ojos y dejando escapar suspiros largos y sufridos además de silenciosas lágrimas hablo al vacio esperando que su voz penetre en el corazón de su hijo.

  • Sé que lo que hice estuvo mal Iván – empezó mamá con esas palabras la ensayada disculpa – no debí precipitarme de esa manera, pero NO voy a disculparme por reprenderte – aseguro en un momento de lucidez recordando los consejos de la psicóloga, de mantenerse firme – porque creo que en esta situación uno de nosotros, tu padre o yo, estamos en la obligación moral de hacerte ver tus errores – repitió las mismas palabras de su consejera – no ha sido quizás la mejor forma – admitió después de mucho debate interno consigo misma – pero me duele saber, que aun cuando papá se disculpo de ti por lo que en un arranque de rabia  te grito y se disculpo por haberte castigado injustamente, TU hayas tenido – suspiro hondamente sin moverse para cobrar fuerza espiritual y seguir con esto – no sé cómo llamarlo, ¿valentía?, cobardía, osadía, agallas, poca vergüenza, o valor, no lo sé: para poder alzar una piedra y lanzarla a la cabeza de tu pobre padre – e Iván cerró los ojos sintiendo las lágrimas chorrear a su almohada, que fatal se oía aquello en los labios de mamá, mucho más fatal que el rebobinar la imagen una y otra vez en su memoria – ….No voy a hablar de sus cualidades ni de sus defectos tú los conoces mejor que yo, hijo… – dijo mamá e Iván se pregunto que si no se perdió un pedazo del discurso, pero aun si temeroso no quiso preguntar por miedo, pero en realidad mamá había hecho una pausa silenciosa esperando que diga algo él, pero ante su silencio prosiguió – ni de los tuyos, solo apelo a que te pongas la mano al pecho y termines con esta situación, esto ha llegado demasiado lejos – no era necesario decir eso, porque él estaba consciente de aquel incidente – pon fin a esto hijo, pon fin – volvió a apelar a su amor de niño – tu papá está esperando esa disculpa que se niega a pedírtela en voz alta, porque quiere como yo, pensar que no hemos fallado tanto como padres, que no somos tan mierdas – dijo con un nudo en la garganta, prácticamente llorando en silencio como su hijo, tanto dolor había aguantado ella como mujer y madre que a veces se preguntaba cómo estaba aun de pie – ya hemos tenido suficiente castigo ambos con todo esto Iván, ver que te peleas con uñas y dientes con tu hermano porque él quiere que hagas lo correcto como todos y no tengamos que sentir que te hemos perdido, duele mucho – y la voz se quebró en este punto, sin poder disimular sorber la nariz para respirar mejor, lo mismo que Iván – a su manera tu hermano quiere que vuelvas a ser el de antes, ya sé que  eso es utópico, pero es su sueño, su ilusión –  y estiro la mano tentada por tocarlo y consolarlo, pero la retiro en el último minuto pensando que eso podría arruinar la tensa calma que se formo entre ambos, es que ahora por lo menos no huyo de ella – su forma directa de decirte que hagas lo correcto no dio resultado y acudió a mí concienciado o no de que eso derive en un castigo como el que te di – agrego estrujando el corazón del muchacho sin querer, el también estuvo pensando en eso – y me siento muy mal ahora por haber usado la fuerza como única forma de pedírtelo, NO TENGO DERECHO A EXIGIRTE, lo sé, pero a pedírtelo sí; tu padre – trago saliva por la dificultad de no llorar a mares ya –  tu papá no quiere que te disculpes, es más se niega a siquiera hablar de esto, pero en el fondo de su corazón está buscando restablecer ese orgullo que siente por ti y que ahora mismo está minado por tus propias acciones – e Iván se estremeció en menudos estertores sin querer girarse aun – él no te va a pedir nunca que te disculpes, como no se lo pidió a Lex, y como nunca se lo pidió a Logan – y eso llamo la atención de Iván – tu padre puede ser muy rígido en muchas cosas, puede ser muy dictador quizás para las cosas que ustedes hacen y les afecta directamente a ti y a Lex, pero cuando el ataque es dirigido a él, tu padre solo se hace a un lado para darles paz a sus agresores porque siente que es un estorbo y algo hizo mal – Iván nunca pensó desde esa perspectiva, el creía que papá lo hacía de capricho y orgullo – no quiero repetir la misma historia de Logan – y no pudo aguantarse más apoyo su cabeza en la espalda de Iván aun cuando este no se movió – él nunca se disculpo de tu padre – bueno eso no era novedad para él, pero al parecer su madre desconocía que aquello era parte de los defectos de su hijo – y la muerte se lo ha llevado, nos ha separado… 12 años perdidos, 12 malditos años privados de todo incluso de la alegría de verlos a ustedes crecer – murmuro limpiándose los ojos – tenerlos aquí es lo mejor que nos ha pasado desde que Logan se marchara a Londres cargando un bolso de bebés y unos gemelos que aprendieron ya a correr – recordó aquel tiempo que ya no volverá nunca más – tenerlos de regreso ha sido lo más hermoso que nos pudo suceder después de saber que nuestro propio hijo había fallecido, pero sobre todo lo fue para papá – esa era una verdad irrefutable, Rubén renació con ellos, se revitalizo emocionalmente – ha sido reivindicarse con su propio hijo, el hijo que le ha negado no solo la oportunidad de explicarse, de disculparse sino sobre todo DE DISCULPARLO Y DE AMARLO LIBREMENTE – elevo un poco la voz a raíz de las emociones que la inundaban al hablar aquello, prácticamente estaba ahí desnudando sin darse cuenta su alma a su nieto – … tu reniegas de Logan, lo odias, lo aborreces, no sé lo que habrá hecho o dejado de hacer, pero actúas igual que él – esa fue una comparación que Iván hubiese preferido nunca oír – egoísta pensando solo en ti, sintiéndote una lástima que no viene al caso; pero no vengo a reñirte, NI A DISCULPARME, VINE A REFLEXIONARTE PORQUE TE AMO y porque no quiero que esto a la larga te afecte porque lo hará – dijo muy segura y con la pena de tener la certeza de aquello basada en la experiencia que dan los años – será una nieve eterna en tu corazón y no te dejara en paz, no quiero eso para ti, ni para tu padre, no se lo merece, ni tú – aseguro, y hubiera seguido, pero ante la falta de respuesta de Iván, decidió terminar con aquello – piénsalo hijo, piénsalo, no condenes a tu padre a sentirse un fracasado, que de eso ya se encargo Logan, no voy a volver a mencionar el tema, para mí está zanjado, no estoy enojada contigo y espero me des la oportunidad de demostrártelo, ya lo hago cariño, ya lo hago, castigarte, reflexionarte es mi tonta forma de decirte cuanto TE AMO – y apretó su hombro cerrando los ojos, el tiempo se paralizo  y en toda ese discurso vertido desde lo más hondo del corazón de Clara, Iván permaneció quieto, mirando la pared

Clara se quedo un rato más ahí tocando el hombro de su hijo en completo silencio, apenas oyéndose el respirar dificultoso de ambos, madre e hijo lloraban y ninguno se dio cuenta que lo hacían; Clara ante el silencio de su hijo se sintió derrotada ese era el sentimiento de pérdida que  minaba a esa mujer que desde que llegaron los amo infinitamente como papá, decidió abandonar aquel lugar, estaba oprimida y necesitaba salir al jardín; Iván supo que su madre se marchaba cuando sintió que se levantaba de la cama donde se había sentado y cuando ya no tuvo su palma abierta y posada ligeramente sobre su hombro, fue entonces que Iván se incorporo de la cama y abrazo a su madre por detrás sollozando.

  •  Tt__tengooo  AGS AGS  miedo a que papá se enoje deeee  nif igs igs, NO ha_ha_haber hecho lo correcto – murmuraba entre sollozos, su madre lo apretó en su pecho y besando su cabeza le dijo
  • No lo sabrás sino lo preguntas – le limpio las mejillas con su pañuelo – y no tendrás paz hasta que papá te reprenda, lo sabes, en el fondo de tu corazón lo sabes: te equivocas como muchos, como tantos papá o mamá te reprenden y perdonan desde lo más hondo de su corazón y vuelves a la luz, renovado, tranquilo en paz. Lo sabes amor, lo sabes – se deshacía besando sus mojadas mejillas
  • NO Se explicarle, no sé cómo decirle, no, no, jssssjsss noooo ufs ufs ufs en__cuentro las pa_palaaa_bras, NO SE COMO ACERCARME A ÉL, A MI PAPAAAA – estaba sufriendo muchísimo, era una piedra en su alma, un escollo en el camino; gemía y gemía apretándose a su madre parado allá descalzo, con los hombros convulsos mientras Clara lloraba mojando el hombro de su hijo
  • ¡Pero yo sí!…



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