sábado, 23 de abril de 2016

Mis Gemelos: Cap. 49; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 23 de Abril de 2016.
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Capítulo 49

¿Fue Tete?... No, fue Rubén

Autora: Marambra


Rubén  había acostado a un quejoso y lloroso Lex tras un buen rato de tenerlo sobre su regazo después de tener que azotarlo por desobediente había sido la primera paliza oficial tras su cirugía.

  • Me has pegadooo – gemía
  • Tú te lo buscaste por desobediente Lex, ahora a dormir – se acerco su padre tras volver a ver como estaba, había ido por agua y le dio un beso en la frente – duerme ya, es tarde
  • Mañana no quiero ir al hospital sollozaba pensando en la inyección
  • Lo siento Lex, pero está decidido ahora duérmete tengo que ir a ver a Iván

Y si, Rubén decidió que era mejor continuar con la medicación en el hospital, no estaba para batallar con el crío como tuvo que ser ahora, Clara acababa de entrar a su alcoba agotada y había dejado a Iván en la cocina terminando su postre y llorando, donde finalmente lo encontró Rubén, quien sinceramente creyó que ya dormía, él acababa de bajar a la cocina con la intensión de prepararse un mate para dormir, le dolía la cabeza horrores… ¿VAYA!  aniversario de boda sin duda sería inolvidable, todo el día renegando.
Rubén estaba ya por entrar a la cocina, pensando en todo lo sucedido a lo largo del día sintiéndose aun enojado con el muchacho, pensando hablar al día siguiente muy seriamente con él, es que quería que le dé una explicación para luego darle un castigo adicional por su comportamiento errático; estaba enojado no solo porque se había ido a beber y llegar tarde, estaba más enojado porque no lo llamo a él para que lo recoja sino a Adela, eso era lo que realmente lo molestaba; pero antes de abrir la puerta  lo oyó hablar con Adela que había entrado a la cocina sufrida por el niño decidida a mimarlo un poco con helado.

  • Ya Ivancito – le decía en voz baja acercándose a él como siempre para poner una manos sobre su hombro – ya no llores pues…. te va a doler la cabeza chulla asta – dijo con cariño queriendo arrancar una sonrisa del muchacho pero fracasando en su intento
  • Nadie me quiereeee, todos me riñen – se quejaba – auuuu, auuu  quisiera estar en otro lado, vivir en otra parteeee buuuuuu –  lloraba
  • ¿Vivir en otro lado? – pregunto la mujer sentándose a su lado cogiendo la mano de Iván – ¿allá en Londres? – pregunto sintiendo pena por él – Seguro que tu papá no se enojaba contigo ¿no? – dijo Adela mientras alzaba el plato de Iván
  • No, allá tampoco ni con él – respondió para luego rectificar su respuesta – además está muerto y aunque viviera no quisiera ir con él Adela – dijo y agrego con inmensa amargura y rencor – yo lo odio, todo esto es su culpa – empezó de nuevo a sollozar – si él no se hubiera muerto no estaría aquí, no habría conocido a Raquel, ni esto hubiera pasado – esa era una de las excusas más extrañas que en su vida oiría Rubén como pretexto para tan errática actitud – no sé ni para que vivo, si a nadie le importa lo que me ha sucedido – dijo con amargura
  • Ojjj Ivancito – consoló Adela con su voz dulce de campesina simple – ya no llores, como vas a decir que odias a tu papá, ¡pobre finadito!... ¿qué culpa tiene el muertito de esto a ver?, como alma en pena se estará andando penando por ustedes, con una muerte tan fea como la de él – agrego pensando en el macabro hecho del accidente como fortuito acto que empujo al alma de Logan a no encontrar paz en la superstición de sus creencias ante los decesos violentos como el que le toco protagonizar al padre de los tojitos –  y decir que ña Clarita o tu tata no te quieren – dijo dejando la frase en el aire para servir un poco de agua – mentira pues… ¿cómo no van a quererte?... te adoran
  • ¿Y por qué me han pegado entonces? – realmente Iván estaba irracional de cansancio y Adela solo sonrió para sus adentros ante la infantil pregunta, dejando que se explaye en sus quejas – Ni siquiera me han preguntado que me ha pasado, nada, nada – seguía llorando sentidamente
  • Y que paso, a ver a mi contame, yo te diré si estuvo bien o mal – le dijo sonriéndole mientras le daba la vuelta al pantalón del pijama, se acordó de la osadía de llamar Clarita a su madre y verlo ebrio fue cómico de veras, claro que ahora daba pena verlo en penitencia
  • Ella me ha dejaaaadooo, no vinooo, me dejo como todos me dejan – se refería a su padre, a Logan – no le importo a nadie nada – dijo bajando la cabeza para sujetarla con sus manos
  • ¿Quién te dejo? – pregunto extrañada Adela – ¿la flaquita esa con la que saliste? – pregunto – habrá tenido algún problema pues, seguro ya te va a contar – lo consolaba mientras Rubén espiaba detrás de la puerta, viendo a su hijo llorar mas amargado que nunca –  ohhh wua Iváncito, chuuuy ¿cálmate si? – lo abrazo
  • NO, no es ninguna chica nif nif nifff – sollozaba – tenia que verme con Raquel, me ha llamado y quería verla y me ha dejado esperándola – empezó a llorar de nuevo

Y a Rubén se le hizo un nudo en la garganta, no podía permitir eso, él no podía volver a cometer el mismo error de antaño, debía ser él quien consuele a Iván, no importaba que le hubiese mentido, su hijo estaba sufriendo por un amor que no podía ser, era hora de curar esa herida, así que abrió la puerta abruptamente.

  • Así que todavía me has mentido – sentencio Rubén y Adela soltó al niño – déjame con él Adela, ve a descansar – agrego poniendo su mano inmensa sobre el hombro de ella en señal de agradecimiento
  • NOoo, no te vayas – pidió Iván
  • Habla con tu tata guaguay – agrego Adela
  • El no es mi papa – contesto enojado Iván también con ella, mientras esta se salía, lo había traicionado según él
  • Ven aquí Iván – le dijo Rubén mirándolo con tristeza

Pero Iván no se movió, estaba como clavado al piso enojado, una rabia inmensa empezó a crecerle dentro y comenzó a llorar tratando de no hacer ruido para no darle el gusto a su padre, pero Rubén lanzando un suspiro se acerco al muchacho y lo abrazo con fuerza sacándolo de aquella cocina rumbo a su dormitorio, ya no había rabia ni enojo, su hijo lo necesitaba

  • Así que me has mentido por ir a verla, Iván, debía haberme imaginado que ella estaba detrás de esto – se dijo a si mismo pensando que era la única razón por la cual Iván actuaria así, tan tontamente –  ¿cuántos azotes más crees que merece esa mujer Iván?, ¿cuántas veces más vas a hacerte castigar y llorar por ella? – le pregunto preocupado – ¿realmente vale la pena hijo?, te metes en líos solo por verla? ¿Tan enamorado estas que no puedes vivir sin verla?– lo abrazo con dulzura, apretando la cabeza de su niño en su pecho para ahogar los sollozos en su corazón, hasta este momento no se había dado cuenta de la dimensión de los sentimientos abrumadores de Iván
  • No soy tu hijo – contesto Iván enojado queriendo soltarse de su padre, pero al mismo tiempo apretándose en su pecho mojando la ropa de papá, pero Rubén no lo soltó ni un solo momento y limpiándole la cara le decía
  • Si cariño, no eres mi hijo: eres mi nieto, pero eso no importa eres doblemente hijo mío, no me interesa si quieres o no serlo, me perteneces – lo abrazo fuertemente y le beso varias veces el rostro mojado de lágrimas y mocos – Esa mujer ha dado vuelta todo tu mundo, crees sinceramente que merece la pena? – volvió a preguntar –  ¿sabes que tenemos un lio entre manos, porque insistes en lo mismo mocosito? – lo arrastro a la cama y le empezó a acostar – te haces azotar por gana y gusto – agrego mientras acariciaba sus cabellos – Cuéntame que sucedió hoy principito mío – le dijo mimándolo como cuando era un nene chico, poniendo su índice en el labio inferior del crio que se doblaba en un puchero lastimero
  • Ella me llamo para que nos veamos en la ciudad – confeso Iván incorporándose de la cama; Rubén se sentó a su lado y lo atrajo hacia él
  • Y tú fuiste corriendo – suspiro con pena y agobio total
  • SIIIIII, quería verla, solo un ratito…. Además tenía que devolverme mis cosas – sollozaba
  • ¿Qué cosas Iván a ver, que es lo que tiene de ti que tanto te afanas, a ver? – le besaba la frente y empezó a sobarle el trasero y las piernas antes de subirle de todo el pijama
  • Mi libro – dijo para luego corregirse – no, es el libro de Lex, que le regalo Logan, y unos cuadernos de dibujo, mi ropa y un dije
  • Que le regalo papa, Iván, Logan es tu padre no tu hermano, en fin  ¿y por un libro te expones a esto? – y señalo una de las marcas de la vara en el muslo, después de todo sus pijamas eran cortos – ¿por un libro y unos cuadernos te fuiste a beber a la calle? – pregunto sin esperar respuesta – …De veras Iván no entiendo que tienes en la cabeza hijo, por ahí y te pasa algo…. Te raptan, no sé, te asaltan, o te sucede algún accidente, y encima te saliste sin decirle nada a tu madre, llegas tarde, es más ni llegas, te tienen que ir a recoger, ¿te parece bien todo eso? – le sujetaba de los hombros y le levantaba el mentón como tantas veces para mirarlo a los ojos – NO verdad, no está bien, pero bueno, ya te hiciste azotar por imprudente, desobediente, y por mentir más de yapa – recordó con disgusto – ahora dime Iván, cuantas veces más me vas a desobedecer y hacerme renegar en nombre de esta loca desquiciada para que negociemos las palizas – dijo para horror del muchacho, y papá se dio cuenta asi que aprovecho para entrar en razón con el chico – Porque cada que ella chasquea los dedos tú te metes a un lio descomunal y yo tengo que ir tras tuyo a reprenderte – agrego acariciando sus mejillas – ¿te parece bien que tengamos que poner precio a cada travesura y desmande tuyo en su nombre?
  • NOOOO, yo no quiero eso, con lo de hoy es suficiente, además yo no quería hacer lo que hice
  • Pero lo hiciste – respondió papá – desobedeciste, te fuiste a la ciudad, te fuiste a beber mientras yo creía sinceramente que estabas haciendo un esfuerzo en olvidarte de esta relación pero parece que no hay tal – indico –  ahora dime alfeñique, ¿qué voy a hacer contigo? – pregunto mirándolo con tristeza –  ¿Atarte a una pata de la cama o atarte a mi cintura para no perderte de vista? – lo acuno de nuevo en su regazo – ¿Que voy a hacer con vos?
  • No lo sé – contesto Iván
  • Bueno, yo si sé, hablare con esa mujer y le pediré tus cosas – dicho así parecía fácil, bueno quizás para su padre lo era realmente pensó Iván –  si me las entrega bien, sino, pues nada, no son cosas que no se puedan sustituir – agrego decidido – ¿un libro dices? Yo comprare ese libro y si no hay lo mando a comprar por internet, la ropa, es lo de menos, unos cuadernos de dibujo… podrás hacer otros – numero los conflictos y las soluciones y el famoso dije, si te acuerdas como era y de que era, lo podemos mandar a hacer, así que todo tiene solución y tú no tienes más pretextos Iván, ¿entendido? Y para asegurarme de eso tu teléfono queda decomisado hasta nuevo aviso – anuncio alzando el fono del muchacho poniéndolo a su bolsillo
  • Perooo,
  • No hay peros Iván, sin teléfono no hay tentación – replico con seriedad – por lo que te queda terminantemente prohibido usar el fijo, ni para contestar – eso no se lo esperaba Iván y para desgracia suya eso solo era la punta del iceberg – estas castigado por un mes entero, no hay salidas a ninguna parte a partir de ahora, y te vendrás todas las mañanas a mi oficina, a repasar tus lecciones para el examen de ingreso a colegio entendido? – le dijo mientras le abría la cama para que se acueste
  • Si, entendido papi contesto un derrotado enano, aquello al final fue mucho más fácil que lo imaginaba papá
  • Hasta mañana entonces…

Y así entre besos y abrazos lo metió  a la cama, tocaba lidiar con Clara que estaba mirando de la puerta…

  • Mañana ya sabes Iván, a las seis en el patio
  • Mamaaaaaaaa
  • No, no hay mama que me valga, tú tienes tu castigo conmigo
  • A las seis y que hará tan temprano?
  • Barrer el patio – Y ambos salieron de la habitación apagando la luz y cerrando la puerta pero aun discutiendo
  • No fastidies Clara, ha tenido suficiente
  • No, tu le diste su castigo, y yo le doy el mío, no voy a negociar eso, tu dejaste en claro que no me entrometa en las sanciones que tu les des cuando llegaron, pues te pido lo mismo – habían avanzado a la habitación – y ahora que recuerdo no eres bien venido a mi cama – agrego Clara
  • Ni hablar, también era mi aniversario de bodas y por ellos no me fui al hotel a disfrutar de mi regalo, así que …. Ven aquí y obedéceme, hazme el amor hasta la madrugada – le dijo en el oído mientras la besaba
  • ¿Será que podremos?
  • ¿Y por qué no?
  • No lo sé, con estos demonios nunca se sabe

Habían apagado la luz y conversaban en la cama, Rubén le conto que Iván se fue a  buscar a Raquel a la ciudad y le comento lo que había decidido hacer y ella estuvo de acuerdo, solo que no iría solo, ella estaría presente cuando tengan que plantar cara a la susodicha, y entre besos y abrazos empezaban a hacer el amor cuando ambos críos llamaron

  • Papaaaaaaaaaaaaaa, mamaaaaaaaaaaa
  • Joder, que sucede ahora? – Se levanto de un salto  medio desnudo
  • Pues nada, ¿toca pañales? – Clara se tiro a la almohada riendo recordando aquel comercial de televisión
  • No, toca chupón – contesto Rubén pensando en lo mismo y salió a ver a sus enanos



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