sábado, 23 de abril de 2016

Mis Gemelos: Cap. 50; Autora Marambra

Mis Gemelos

一一一一一一一一一一一一一一
Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
Las imagenes publicadas no nos pertenecen, son imagenes tomadas de sitios publicos de la Internet, si alguien tiene algun conflicto con eso, comuniquese con nosotros para retirarla de inmediato
Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 23 de Abril de 2016.
一一一一一一一一一一一一一 
Capítulo 50

Ni pañal, ni chupete 

Autora: Marambra


  • Papaaaaaaaaaaaa
  • Joder ¿que sucede ahora?

Los gritos continuaban y precedían de ambas habitaciones, Rubén avanzo y entro a la primera que era de Lex, y lo encontró a medio camino de un viaje corto con dirección al baño pero sin poder dar ni un solo paso más, estaba parado un poco agachado y con las piernas abiertas

  • ¿Qué sucedió? – pregunto apenas prendió la luz
  • Me hice pis en la cama – gemía
  • ¿Cómo? – ¿oyó bien?
  • No pude levantarme a tiempo, y no pude ir al baño – ya soltaba las lágrimas de pura impotencia, vergüenza y todo mezclado, estaba harto de no poder caminar como debería, y hacer lo que hacen todos, estaba aburrido de no tener independencia por culpa de aquella heridita en la panza
  • ¿AY! hijo – se acerco al pequeño y empezó a quitarle el pijama agachándose él para que Lex se sujete del cuello y no pierda el equilibrio – vamos, te acompaño a la ducha
  • AUUUUUUUUUUUUU, PAPAAAAAAAAAAAAA, NO MEEE DEJESSSSSS, AAAAAAAAAAAAAAA Rubén se paró de golpe, Iván gritaba desesperado en la habitación a oscuras, eso lo sorprendió, estaba sin luz, Clara al oírlo también salió de cama y pensó que se trataba de Lex NO TE VAAAA YAAAAAAAAAAAAS, AAAAAAAAAYYYYYYYYYY, AYYYY BUUUUUUUUUAAAAAAAA lloraba
  • ¿Qué pasa? – pregunto Lex asustado
  • Ocúpate de él – dijo Rubén a Clara sin responder al muchacho, saliendo y no más – Voy a ver a Iván

Clara se acerco al muchacho y lo encontró con el pijama mojado, termino de ayudarle a sacarse la ropa y meterlo a la ducha, menos mal solo había mojado el cubre colchón y pudo cambiarlo sin líos mientras Lex le explicaba que no pudo pararse de la cama y se hizo vencer, también le mostraba su frustración y enojo de no poder hacer las cosas que solía y Clara lo consolaba diciendo que poco a poco se llegaba a Roma.
Mientras tanto Rubén entro a la habitación de Iván  y lo encontró con los ojos abiertos como platos sentado sobre la cama traspirando y ardiendo de fiebre, gritando sin percatarse que no estaba solo.

  • TE ODIOOO,   VETE YA NO TE QUIEROOOO – Iván lanzaba puñetes al aire y lloraba desconsoladamente – BUAAAAAAAA NIIIIFFF, NIFFF, PORQUEEEEE, AYYYYYYYY

Papa en dos zancadas estuvo junto a él y el toco la frente sudorosa y no necesitaba de un termómetro para darse cuenta que ardía, la cuestión era saber de donde procedía la fiebre, con una fuerza que no supo de donde saco, lo cargo como si fuera un nene chico y lo llevo directo al baño, no se molesto ni en sacarle la ropa, y abrió el grifo templando el agua para poder bajarle la fiebre mientras llamaba a Clara.
Clara había  logrado acomodar ya a un frustrado Lex sobre cama limpia y sabanas secas, y cuando oyó el llamado de Rubén supo inmediatamente por el tono de voz que el muchacho tenía algún problema y no se equivoco, ingreso a la ducha y lo vio tiritando bajo la ducha aun con la piel ardiendo, solo significaba una cosa, fiebre altísima, se fue al botiquín y saco una ampolla para la fiebre, y cuando Rubén lo saco envuelto en una toalla, y colocándolo en su regazo, mamá pincho el medicamento en un crío que por la situación no se entero ni del pinchazo, poco a poco el calor cedía y los ojos vidriosos del muchacho se abrían y cerraban lentamente por el sueño que tenia, lo vistieron y a medida que lo secaban y colocaban ropa, fueron buscando señales de algo que les dé una pauta de porque la fiebre tan alta, y ahí estaba el dedo del pie inflamadisimo y con un horrible punto verde encima de una uña insipiente que había empezado a nacer, estaba infectado.

  • Dueeee leee, dueee leee, ay, ayyyy auuu – se quejaba Iván mirando el dedo, estaba libido de la fiebre – papaaaa, me duele mucho
  • Vaya – dijo Rubén – es un absceso grande, tendremos que llevarlo al hospital
  • Si – contesto Clara – Voy por ropa – dijo
  • Ya está mi bonito, iremos al médico ¿sí? Tu dedo está infectado
  • DUEEEE LEEE – sollozaba

Ya en el hospital, aún con algo de fiebre fue examinado por el médico, Iván estaba muy irritado e incomodo con el dolor y el malestar, cargando tremendo sueño encima,  eran las 4 de la mañana y apenas pego un ojo en toda la noche, parecía que su horrible día anterior quería fastidiar al nuevo que aun no amanecía.

  • Alexander Hansen – se oyó una alegre voz en el umbral de emergencias – ¿qué te trae a estas horas al hospital?, ¿no habrá empeorado la tos verdad? – dijo el médico apenas vio a Iván junto con sus padres
  • Hola – saludo apenas – pero no soy Lex, soy Iván – contesto el crío con un hilito de vos sin poder caminar
  • Vamos sabia que eran gemelos – murmuro acercando la silla de ruedas que había a un lado haciendo sentar a Iván – pero jamás pensé que serian tan idénticos,  pasen, buenas noches – sonrió a Rubén y Clara, luego del saludo cordial conduciéndolos al cubículo más próximo donde empezó a examinar a Iván, y por cierto fue un examen minucioso, no solo el absceso sino todo entero, la fiebre era un signo general de cualquier cosa, luego de un buen rato de examinar y no pillar otra fuente sentencio – bueno pues es un absceso maduro, hay que abrirlo no queda otra – indico tocando suavemente el dedo infectado buscando la parte más suave – los antibióticos no harán efecto a estas alturas del partido – agrego pillando el punto clave que arranco en Iván muchas quejas
  • Au, au, auuuu duele duele duele – dijo quitando el pie – no toque, no toque ayyy agg agg
  • Hágalo entonces doctorautorizo su padre agarrando las manos de Iván para que se esté quieto – si es lo único que se puede hacer adelante – dijo sin dejar que Iván se incorpore de la camilla
  • ¿Va a doler? – pregunto preocupado
  • Si Iván, va a doler, así que tu quietecito sin moverte, tendrás que ser valiente – Clara se adelanto al médico, era mejor ser directo según ella
  • ¿No le pondrá anestesia? – pregunto Rubén preocupado de lo que acababa de decir Clara muy segura
  • No agarra – contesto el médico – pero siempre puedo hacer el intento, aunque debo informar que ponga lo que ponga, no hará efecto, pero, lo hare – contesto, solo por complacer a Rubén que parecía estar muy preocupado

Iván se quedo mirando a su alrededor sin entender todavía toda esa charla de adultos pensando en cómo a veces los mayores, sobre todo sus padres hablaban de él como si no estuviera oyendo, y eso siempre pasaba cuando había que tomar una decisión en el hospital, ahí, la opinión de él o de su hermano no contaba, y casi siempre se trataba de algo que dolería muchísimo y así fue, aquello realmente era horroroso…

  • Bueno Iván – dijo el médico tratando de captar su atención, pero Iván estaba hipnotizado por el material que traían sobre la mesa, un equipo de cirugía menor (pinzas, bisturí, tijeras, gasas, jeringas y más – Iván me oyes?
  • ¿Perdón?
  • Te decía, tenemos que abrir el dedo Iván, procurare que no te duela, pero no prometo nada, así que necesito que estés quietecito, te pondré anestesia
  • Como, como cuando me quitaron la uña?
  • Si

Y sin más el médico empezó todo el procedimiento de asepsia sobre la piel y ligar el dedo y tratar de bloquear el dolor con anestesia, pero como se había previsto, aquello no agarro y cuando el médico estuvo a punto de pinchar el cúmulo de pus, Iván armo tan desalmado escándalo que aturdió a todos y no permitió que se prosiga con el trabajo, el grito que Iván pego fue de película de terror, se sentó de golpe llorando y empujo al doctor haciendo caer todo al suelo y se bajo de la camilla con el dedo ligado teñido de café por la povidona yodada ya ni siquiera gritaba, gruñía, el dedo latía, latía y latía como su corazón.

  • AAAGGGHHHHHH AG GG AGG AGGRR, YAAAAAA YAAAAAAAAA Iván estaba traspirando y tratando de mantenerse erguido en un solo pie

Rubén no había previsto eso, pero en cuanto pudo agarro a Iván… uno, para que no se caiga y otro para calmar el berrinche que según él, el crio tenía

  • Ya Iván ya – dijo papá abrazándolo – ya paso hijo, basta, deja de actuar como un niño, ahora sube a la camilla le ordeno con suavidad
  • AUAAAA DUEEEE LEEEE dueeeleeee auuu – y la queja se fue amortiguando en el pecho de su padre quien decidió alzarlo para ponerlo de nuevo en la camilla – NOO PAPA, NO PAAAPA, POR FAVOOOR – se puso a llorar
  • Sube hijo, deja que el doctor haga su trabajo – Lo arrastraba a la camilla, las enfermeras habían preparado otro equipo y el médico acababa de colocarse nuevos guantes y mandil
  • Dolerá solo un rato Iván, prometo que lo hare de un solo tirón – le dijo el médico mintiendo, aquello no sería de un solo tirón, sino de varios apretones
  • NOOOO, DUEEEE LEEEE AUAUAUAUUA – gritaba al sentir de nuevo que el médico intentaba pinchar el absceso, volviendo a bajar de la camilla por el otro lado, despistando a su padre y haciendo que el doctor rasgue el guante estéril y se caiga el bisturí
  • SUFICIENTE Rubén cabreado de la situación – ¡estás ardiendo en fiebre! – papá logro agarrarlo y lo volvió a poner sobre la camilla – ¡DEJA! Que limpien ese dedo – conmino papá haciendo una prensa sobre su cuerpo para que no escape
  • Maaamiii maaa ayuuuda – llamo a Clara estirando el brazo para alcanzarla – por favooor
  • Quieto Iván – dijo mamá – colabora hijo – le pido
  • PERO ES QUE DUEEELE, DUEELEE – volvió a gritar
  • Bueno pues, por eso hay que caminar con calzados – dijo toda impávida Clara
  • AUUU CARAJO – y mordió a su padre y salto de la camilla dejando a todos perplejos por unos minutos, pero Rubén agarro al muchacho donde estaba, allí parado en medio de aquella blanca sala de emergencias y acercándose al oído del crio le lanzo un jalón visiblemente nada amistoso y sentencio.
  • O te subes a la camilla por las buenas Ivancito o lo hare yo a mi manera, no sin antes darte un escarmiento aquí mismo y delante de todas estas personas – y todos en la sala quedaron callados
  • AUCHHH… Perooo, perooo – musitaba ante la perspectiva de unas nalgadas

Pero no solo fueron nalgadas, papa se enojo tanto que hasta al médico le dio un medio infarto del susto…



No hay comentarios:

Publicar un comentario