Beckett V. Scott
Capítulo 1
Autora: Elina
- ¡No entiendo por qué esto SIGUE siendo un problema, Jon! – Dalia
Scott regañó a su pequeño cuñado, quien simplemente se encogió de hombros.
La mujer
se vio obligada a recogerlo de la escuela, ya que el chico había estado
peleando. Otra vez. Lo habían suspendido por 2 días.
- ¿Qué fue eso? – Estaba harta de la actitud indiferente,
y más porque era la tercera pelea del año.
- ¡Ya te dije que Bucky empezó! – Jon gritó, haciendo
que la mujer frunciera el ceño.
- Sabes perfectamente bien que tu hermano no se va a tragar eso. ¡No
puedo creer que no te importe que ya estabas bien advertido de las
consecuencias! – reprendió al niño, pero inmediatamente se
sintió mal cuando el muchachito de 13 años le puso una cara de cachorro triste.
- Lo siento …
- Siempre dices eso, Jon, y nunca cambias, mi vida – Se
acercó un poco al chico, para revisar el moretón en su mejilla – Sabes que te amamos, cariño, pero esto no está bien. No es
saludable. Eres un chico tan maravilloso, dulce e inteligente, así que no
entendemos por qué siempre andas en líos
- Pues porque Bucky es un idiota – contesto Alessandro supuestamente
ayudando a Jon, Dalia se giró hacia el chico de 14 años.
- Sandy, NO estás ayudando y, a menos que también quieras un castigo, te
sugiero que subas a tu cuarto y empieces con tu tarea, ¡pero ya! – Dalia
amaba a los chicos, de verdad, pero definitivamente era demasiado joven para
lidiar con adolescentes traviesos y traumados.
Cuando
Asa Scott llegó a casa esa noche, estaba lívido cuando su esposa le contó de la
“aventura” de su hermanito. Más que enojado con el chico, sentía que él estaba
fallando en su papel de “hermano mayor” y “tutor”.
Después
de un fuerte regaño y una leve paliza, el joven de 26 años se puso de pie y
agarró su abrigo gris.
- Te dije bien claro lo que iba a pasar si te volvías a pelear con
Bucky. Agarra tu chamarra y ponte los zapatos – le
ordeno enojado
- ¿QUÉ? ¡NO! – J.C. hizo una mueca de dolor. Sabía
exactamente lo que estaba planeando su hermano mayor y realmente no podía
lidiar con eso. NO iba a disculparse con Bucky Beckett. No era justo. Y Bucky se burlaría de él por toda la
eternidad.
- Mira, Jon Costas Scott – Asa agarró el brazo de su
hermano y lo levantó, fulminándolo con la mirada – A mí tampoco me gusta
tener que ir a pedir disculpas. La ÚLTIMA persona que quiero ver hoy es a Lucas
– El padre de Bucky – pero tampoco te voy a pasar otra
pelea. ¡No voy a dejar que sigas haciendo un desastre de tu vida! – Asa
suspiró, tratando de controlarse.
Él
trabajaba para el abuelo de Bucky, y aunque sabía que Sebastián no le daría
mucha importancia a los dramas de un par de adolescentes, Asa tenía que
asegurarse que ya no iba a haber peleas.
El
camino a casa de Lucas fue en silencio, mientras Asa se regañaba a sí mismo por
dejar que el problema continuará. Se sentía perdido y frustrado. La única cosa
que quería era que sus hermanos tuvieran un buen futuro.
Cuando
estaciono, Jon no quiso salir del auto, así que Asa prácticamente tuvo que
arrastrar a su hermanito a la puerta de la casa. Para ser honesto, el hombre
odiaba la escena más que el adolescente.
No conocía al hijo de Sebastián muy bien, pero definitivamente había escuchado
todo sobre él. Sebastián adoraba a su único hijo y Asa no estaba tan seguro de
que el hijo mereciera un amor tan incondicional. Lucas era un despreocupado,
irresponsable, egoísta, e consentido idiota….
Así
que cuando dicho hombre abrió la puerta al primer toque del timbre, con una
sonrisa en su rostro, en pijama, sin zapatos, y luciendo como un adolescente,
Asa tuvo que controlarse para no poner los ojos en blanco. Se preguntó si el
hombre habría estado tomando.
Lucas – Saludó, mientras que el hombre de 30 años
ahogó una risa.
Asa ... mi padre es el único que me dice Lucas – Dijo
casualmente – ¿En qué te puedo ayudar? – Por supuesto
que notó al adolescente nervioso junto a Asa. Pobre chico.
Mi hermano está aquí para disculparse con tu hijo por la pelea de hoy
– Esta
vez, LJ sí se rió. Jon no pudo evitar una sonrisa leve. El padre de Bucky era
cool.
No te preocupes. Estoy seguro de que fue Buchanan quien empezó de
molestoso. Está enojado conmigo porque me voy de viaje mañana – Se giró
mirando a Jon – En serio, no te preocupes. Sé que mi hijo puede ser
un pesado – Asa tuvo que contar hasta 20 para no perder la
paciencia. El hombre era tan inmaduro…
Sea como sea, Jon le debe una disculpa. Quiero que asuma
responsabilidad por sus acciones – Su mirada era seria, pero de
nuevo, LJ se rió.
Si, por supuesto. Adelante… ¡Buchanan! – Gritó
en dirección de las escaleras, mientras dejaba que Asa y su hermanito entraran
a la sala de estar. Cuando nadie bajó, LJ puso los ojos en blanco y gritó más fuerte – ¡BUCHANAN!
El
grito despertó la curiosidad de dos gemelitos de ojos azules y cabello oscuro.
Los dos miraron a los invitados con felicidad, mientras el chico en cuestión
también comenzaba a bajar las escaleras, frunciendo el ceño inmediatamente al
ver a Jon.
- ¡Asa! – Uno de los gemelos grito, mientras los dos
corrían hacia el hombre. LJ los miro con algo de curiosidad, y celos.
- ¡Ah!, primero me robas a mi padre, ¿y ahora a mis bebecitos? – bromeo,
con su estúpida sonrisa que parecía estar tatuada en su cara, el hombre de 26
años hizo una mueca
- Yo no te he robado nada – No
era su culpa que L.J no supiera cuidar a niños pequeños. Los gemelos, que
tenían apenas 6 añitos, siempre estaban con su abuelo, y por eso los conocía
Asa.
- Es broma. Relax
- ¿Por qué lo dejaste entrar? – Buchanan preguntó a su
padre, interrumpiendo la pequeña conversación.
- Quiere disculparse... Así que no seas idiota
El
niño de 13 años frunció el ceño ante eso, pero se volteó para escuchar la
disculpa de Jon, disculpa que no llegó hasta que Asa le dio un codazo a su
hermanito.
- Lo siento
- ¿”Lo siento” por qué, Jon? – Su hermano insistió, y Bucky
tuvo que admitir que se sentía mal por el tipo.
¡que vergonzoso tener que disculparse así!.
- Perdón por pelear contigo, Bucky – refunfuñó. Buchanan lo miró tranquilo por varios
segundos, antes de asentir
- Yo también lo siento
- Vaya, que maduro – Su padre se rio entre
dientes – ¿Hay algo más que podamos hacer por ti, Asa? – Muchas
cosas, pensó el hombre joven. Una sería que LJ aprendiera a ser mejor hijo, por
el bien de Sebastián, quien estaba enfermo y solo se lo había dicho a Asa.
- No, nada, que pases buenas noches, Lucas – LJ
rodó los ojos, lo cual hizo que sus gemelitos le dieran un par de codazos
- Si, buenas noches
- Estúpido…
Uyyy. Nueva Autora, que bien
ResponderEliminarPero por favor detalla los castigos jeje.
Soy un poco exigente... Mentira, es una broma. Espero actualices pronto.
Sora.
Bueno, me dejaste con las ganas de leer el castigo, algo así como un antojo a la imaginación.
ResponderEliminarPero me gusto mucho, espero continues pronto. Saludos...
Ara
Jajaja me uno a lo de que escribas los castigos!!
ResponderEliminarUna nueva historia que genial.. aunque tengo que adaptarme a los nombres y así!! Pero que bueno que te animes a escribir lo haces muy bien!!..