Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina
Capítulo 10
El diablo nunca duerme
Autora: Marambra
- Woooouuuuuu,
woouuu wooooou – el grito de emoción que voló de aquellos
labios era genuino, los ojos brillaban como radiantes estrellas, y las sonrisas
en los labios eran digna de admirar
El simpático
trío había logrado su objetivo, Lothar libero la movilidad del abuelo y
montaron todos en la camioneta, sacaron de la heladera la caja de cerveza que
siempre había ahí para alguna ocasión especial (mala idea tener bebidas si
tienes adolescentes cerca, el diablo nunca duerme)… y aquella era un ocasión
más que especial, probaron la tracción de las ruedas y se lanzaron nada menos
que por la iluminada avenida principal, Lothar, se había sentado sobre la
parrilla y se había atado a ella para no caerse y disfrutaba del viento
ligeramente frío; a esas horas de la noche empezaba a mostrar signos de ser
adicto a la adrenalina, solo que su padre le aplacaría la adicción con una
buena dosis de endorfinas activadas a base de nalgadas… eso era algo que aún él
no lo había previsto pero se enteraría como se curaba la temeridad adolescente.
La
ciudad estaba iluminada en toda su extensión y poco a poco se fueron perdiendo
en las afueras de aquella urbe en particular, frenaron sobre una duna y
contemplaron tirados como lagartijas el cielo estrellado, intercambiaban las
bebidas y Matías saco del bolsillo el whisky, inicialmente hicieron feas caras
se habían quemado la garganta, es más Lothar se atoro y tosía y tosía
desesperadamente, arrancando carcajadas de los otros dos demonios; probaron un
poquitito, para iniciar, luego riendo y mirando la hora habían decidido ir a
buscar a Nathan, solo querían ver de lejos lo que hacía y Uther comedido llevo
la cámara fotográfica, inicialmente se le paso por la cabeza que tener unas
imágenes de Nat en plena faena serviría para un propósito exclusivo, EL
CHANTAJE, sí, siempre podría chantajear al tío en alguna oportunidad pero luego
su corazón de oro borro de un plumazo aquel pensamiento y decidió que le
entregaría la cámara con memoria y todo sin modificar ni bajar nada para que
él, pueda disponer como quisiera de tan interesante recuerdo.
El
atrio de la casa colonial que se había alquilado para aquel evento, tenía un
particular decorado, había en medio del patio una gigante vulva femenina, era
una mujer parturienta con piernas abiertas y los novatos fueron desnudados del
todo, esa era una de las pruebas iniciales, los embadurnaron con salsa de
tomate y luego de gritar puje, ellos salían del canal vaginal aquel pero no caminando, sino resbalando por un
tobogán interno y eran recibidos por las supuestas matronas que estaban con los
pechos al aire en medio del patio sobre un enorme colchón de hule resbaloso de
aceite aromático; los muchachos con los ojos vendados no las podían ver, solo
eran conducidos a gatas hacia unas hamacas preparadas donde las damiselas en
cuestión se paraban a cierta altura y los chicos de rodillas sacaban las
lenguas, la finalidad? Simple, tenían que buscar el pezón para chuparlo, era su
primera experiencia sexual, luego de varias vueltas y varios tragos obligados,
los chicos deberían reconocer el pezón ofrendado.
Obviamente
nadie paso la prueba pero eso era lo de menos, tras aquel escandaloso inicio,
pasaron a la fase infantil y les colocaron un pañal de adulto y un chupón
gigante, deberían escoger una mamadera y así lo hicieron, todas tenían líquido
blando, pero solo una era leche pura, el resto era leche mezclada con algún
trago infame o en su defecto yogurt natural sin azúcar pero con laxante, Nathan
con buen olfato había elegido la que era pura, y como no iba a hacerlo si todos
las malditas mañanas que papá desayunaba con él, le servía un asqueroso vaso de
leche caliente, algo que Uther y Lothar en cambio disfrutaban y Nat solía
llamarlos cuando quería fastidiarlos cagaleches; después de tomar de un solo
trago toda la mamadera esa, pasaron por la etapa púber, y las damitas
exuberantes vestidas con ligueros blancos y un cortísimo mandil médico y una
tangas rojas, los hicieron tumbar sobre camillas adaptadas en el patio, giraban
una ruleta y según los nombres eran emparejados, a Nathan para dicha o
desdicha, dependiendo de cómo se vea, le toco nada menos que su dulcinea,
Miroslava y ella, portando un equipo de aseo procedió a pelarle los genitales y
dejárselos como de un niño de 10, totalmente depilado, y lo depilo con cera,
valió el sacrificio?, rezaba que así fuera porque si su padre se enteraba de
que saco los pies para la dichosa fiesta, joder cuando le diga fuera calzones,
no sabría dónde meterse, el vello púbico daba categoría de todos modos, y si lo
veía así pelado, pues su padre confirmaría que seguía siendo un mocoso y se
merecía todas y cada una de las nalgadas que seguro le daría por esta fechoría.
No
con conforme con depilarle el vello púbico le saco el vello del resto del
cuerpo, que vamos lo dejaron como culito de bebe suavecito, lo bañaron
metiéndolo en una enorme tina improvisada, con una manguera de agua fría, lo
jabonaron todo, enjuagaron y después de secarlo lo talquearón, hicieron lo
mismo con los demás comensales finalmente cambiaron el decorado y se prosiguió
con la ceremonia habitual en la pila bautismal, que no era otra cosa que la
fuente de agua labrada en piedra que había en el centro del jardín, ahí los
bautizaron uno a uno, habían en el agua 10 preciosas chicas vestidas con túnica
blanca transparente sin nada por debajo, mojadas con flores en la cabeza y los
senos al aire, el agua tenia burbujas de jabón y aroma a cedro, la luz era tenue
y los chicos elegidos que eran poquísimos, apenas 10, iban uno por uno
acercándose al agua donde las damas portando cántaros de bebidas mezcladas con
algunos otros componentes les hicieron beber hasta vomitar.
Nathan
andaba de cuatro patas sin ropa, viendo doble todo, Miroslava se le acercó y le
mordió el pabellón de la oreja y le susurro suavecito.
- GRRRR
tigrecito mío, ronronea para mí – y atrajo la cabeza
del muchacho entre sus enormes pechos desnudos, Nathan…. Simplemente se desmayó…
A
los largos minutos que siguieron tras enterarse de donde estaba, la fiesta era
un puro escándalo, la razón simplísima, en medio del patio un interesante grupo
hacia striptease, y eran coreados por todas las chicas de aquella fraternidad,
Nathan se paró como pudo, con un pañal
en el trasero, abría y cerraba los ojos y tragaba la seca saliva de la boca y
agarrando las paredes se encamino buscando su ropa, el resto de los chicos
estaba con las muchachas del sorteo, él no sabía qué hacer, pero si su madrina.
- Despertaste
muñeco – le mordió la boca y lo empujo a un
cubículo, le quito la ropa que estaba por ponerse y lo tumbo sobre la cama esa,
abrió un condón de la mesita de noche y colocándoselo con la boca al joven que
no podía creer lo que estaba pasando, se montó sobre él, no pregunto si estaba
o no de acuerdo, él estaba siendo montado como un potro nada más.
La
bulla seguía afuera, la música a ritmo y compás de lo que aquel grupito hacía,
los aplausos y los vitoreos y de pronto una carcajada le llamo la atención, ¡fuera
carajo!, era Uther y compañía en medio de patio sobre la tarima quitándose nada
menos que el infantil slip de batman, joder, ¿cómo podía ser posible? Se
suponía que tenían que estar cuidando el frente por si volvía Ethan a casa, ¿y
ahora? ¿qué harían ahora?... se incorporó como pudo y pudo ver desde donde
estaba a los mocosos aquellos en pleno baile erótico, movían las caderas
pausadamente, adelante y atrás, y luego aceleraban dichos movimientos como si
estuvieran copulando, ¿de dónde mierda habían aprendido aquello?
- ¿Te quedas y
haces lo tuyo o qué guapo? – pregunto una desnuda muchacha que le
lamia la cara y le mordía la boca
- Espera, espera… ¿quiénes son ellos?, ¿cómo entraron aquí?
- Y a quién diablos le importa son 3 mocosos, qué más da, beben como beduinos y de paso divierten a los demás
Termino
de decir aquello y vio a Lothar sacarse la camisa moviéndose muy
sugerentemente, y la batía al aire y la tiraba a medio patio que vamos parecía
todo un profesional, de ser un poco más musculoso nadie hubiera dudado de la
edad que pretendía tener, 18, era alto como su hermano, y sin mediar más que un
grito y sacando la lengua moviéndola como una culebra, se acercó nada menos que
a una pelirroja que se metía el dedo a la boca y le guiñaba un ojo y bajándose
el corpiño lo espero con los pechos al aire y el mocoso mal entretenido ni
corto ni perezoso se acercó a morderlos ávidamente.
De
un momento a otro, Matías fue raptado de la tarima, las chicas habían estado
pujando por ellos, y la ganadora de la subasta arrastro al muchacho en pelotas,
acababa de hacer su función había terminado de desnudarse del todo y su ropa
estaba repartida en el suelo como si fuera mixturita, la ganadora pero hizo
algo fuera de lo esperado, a tiempo que se llevaba a Matías saco un billete de su
corpiño, se acercó a Uther que terminaba de quitarse magistralmente el slip y
lo tiraba a medio patio, y antes de que se dé cuenta, unas manos muy femeninas,
lo agacharon un poco y le pusieron entre las nalgas del chico un billete de 100
dólares, joder le estaban pagando por hacer barbaridades, lo agarro de la mano
con el dinero en el poto y le calco un beso de película y se llevó a Matías
después de eso a las habitaciones de lo alto de la casa, Uther seguía en el
baile, estaba por acabar la puja, era el mejor sorteado… pero él seguía en su
mambo, cogía la cerveza que le llegaba y bebía desde lo alto y se bañaba el
cuerpo con él.
Mientras
Nathan tratado de excitarse y cumplir su sueño, estaba más pendiente de lo que
hacia ese trío ahí afuera, haciendo un pobre papel de guiñapo ante la chica de
sus sueños con la que toda la semana había soñado meterse a la cama.
- ¿A dónde lo
llevan? – pregunto Nathan a medio acto sexual más
preocupado por los enanos de su casa que por divertirse
- Y qué diablos
importa, joder Nathan, mejor córtate ¿sí?, que, si vas a estar ahí más preocupado
por el pito de esos tres, olvídate que te de pan luego – empezó
a incorporarse y Nat lo pensó mejor, total, seguro su padre les hablo de cómo
ponerse un condón
- Espera,
espera, que me concentro ¿bueno? – y si, su intención
fue esa, dejarse llevar y disfrutar, pero no pudo, su conciencia no lo dejo
tranquilo, no podía dejar de pensar en los críos esos, y si no sabían ponerse
un preservativo, y si se lanzaban al éxito y se contagiaban algo, se paró de
golpe y dejo a la famosa Miroslava en pelotas con las piernas abiertas
- Mierda – dijo
ella en un regañadientes evidente, se paró, cogió su ropa y le dio un tremendo
revés en toda la cara a Nathan – PÚDRETE COJUDO
HUEVON –
Y se salió y se robó de la tarima desnuda como estaba nada
menos que a Uther
- HEY NO SE
VALE, TU NO GANASTE LA PUJA – le
gritaron
- ¿Y QUE?... que
se joda la que lo pujo, doblare el pago, prefiero llevarme a un mocoso brioso
que a un pelele mensualero – miro enojada a Nathan, que vamos Nat le
gustaba de veras, pero el chango estaba en otra orbita, donde sea menos entre
las piernas de ella
Nat
se quedó con la boca abierta como muchos en la fiesta, Uther aun con los 100
dólares en el trasero se dejó llevar lo más pancho y sin poder creer su suerte,
Miroslava era espectacular, preciosa y lo llevaba a él, se animó, se acercó y
le prendió la boca a la suya en un beso que hasta el diablo se hubiera
sonrojado, Nathan se atoro y la poca borrachera se le paso de un solo golpe… lo
que no pudo hacer es moverse, estaba de piedra, su sobrino acababa de robarle
la novia, o potencial novia, con aquello toda posibilidad estaba descartada,
así que se quedó pensando que hacer, la fiesta volvió a su clima y Nathan quedo
fuera de circuito, se sentó bajo la fronda de un árbol y se tiro sobre la banca
aquella pensando que hacer, no podía regresar a casa, no sin ellos, además no tenía
llave, no sabía si Ethan estaba o no en casa, no quería afrontarlo solo, de
pronto un nudo se le hizo en el estómago, y si estaba en casa? Si estaba
buscando a los chicos, seguro pensó que se salió con ellos, no podía
definitivamente volver sin sus sobrinos, tenía que esperarlos para irse juntos
y claro tramar una misma versión de los hechos.
Mientras
tanto Miroslava se comía a besos a Uther, que desnudo como estaba tenia los
sentidos a flor de piel; de tanto bailar y moverse como una culebra, la
borrachera se había perdido y la excitación que tenía era solo de contagio por
conglomerado, se dejó llevar por aquella mujer experimentada, que le sacaba 8
años de ventaja, ella quería sexo y le pregunto a él si lo deseaba hacer,
inicialmente dijo que si entusiasmado, y cuando ella le paso el condón, él en
lo nervioso que estaba no atino siquiera a abrirlo.
- Nunca lo hiciste ¿verdad?
- Nunca – respondió
pasándole el condón a ella para que lo abra, Miroslava suspiro, aquello no era
lo que ella deseaba, pero bueno, había que aprovechar lo que se tenía, peor es
nada se consolaba; ella había querido estar con Nathan, y en cambio estaba ahí
con el sobrino sin saberlo, un mocoso de 16 años y para colmo cartucho
- ¿Y qué paso
con Nat? – pregunto Uther parado frente a ella
expectante de lo que sus manos hacían, y lo que hacían era excitarlo para
ponerle el preservativo, mientras cerraba los ojos disfrutando del inigualable
momento – mmm que bien se siente eso con manos que no son las
tuyas – agrego – ¿en qué momento hay que poner eso?
- ¿De veras no lo sabes?
- Bueno, saber,
saber así digamos que bruto como sabe ese muchacho, pues…. NO, teóricamente
todo, prácticamente nada, lo sé porque mi padre me regalo en navidad un
interesante libro de sexo – hizo una mueca como diciendo
“semejante regalo, envidiable imagina tu” movía las manos, él no podía dejar de
moverse – tu sabes, con muchos dibujos y cortes anatómicos, así
que digamos sé dónde está cada cosa cortada, lo que claro no es lo mismo porque
nadie está cortado esta entero, y me explicó cómo se usa el preservativo, pero
tú sabes, ningún papa te dice la verdad porque ninguno puede ponérselo delante
de ti y decirte, “hijo, sabes, cuando esto esta duro – se cogió el
pene – abres la bolsita, agarras así con los dedos,
presionas la punta, y luego pones el gorro y abrigas al amigo y procuras
bajarlo todo”, yo entendí a papá, pero lo que no sé es que diablos se hace con
el resto, esto queda muy apretado y sobra mucha goma que con la piel al
deslizar se rompe, lo he probado – contesto
la pregunta de Miroslava sin dejar de hacer gestos y señas, y se explayaba con
una naturalidad que parecía estar acostumbrado a andar sin ropa. Miroslava lo
escuchaba atento, charlar con aquel singular crío era algo fresco, hablaba sin
tapujos y sin tener vergüenza, al final cuando lo tuvo listo le dijo
- Bien yo voy a
enseñarte con la practica – le rio y le guiño un ojo y le cumplió, le
explico cómo ponerse el famoso preservativo, qué hacer con la piel para que no
sobre goma y le mostro que aun cuando ejerza mucha presión, no se rompería, el
quedo fascinado
- Y ahora qué – le
pregunto
- ¿Quieres probar que lo que te digo es verdad y no pasara nada?, ¿quieres aprender a tener sexo?
- SI, quiero – le
contesto y le beso la boca – pero no puedo, o mejor dicho no debo
- ¿Por qué? Tu
papa no se va a enterar – se rio de la divertida respuesta del
muchacho – y si se entera ya no hay vuelta atrás
- No es por papá
– dijo él – es por Nathan,
tu eres la novia de mi tío, y yo, no me meto con propiedad privada – declaro
con una sonrisa matadora – así que mi preciosa y encantadora dama, le agradezco la magistral
clase, y le propongo divertirnos de otra forma, que tal si me enseñas a besar
apasionadamente, además nena – le dijo haciendo una mueca con las manos
mostrando sus genitales – este por el que
lloras, acaba de dormirse – agrego
riendo y moviendo las caderas escandalosamente. Miroslava no pudo aguantar y se
rio con todas sus ganas, que divertido era aquel muchacho, no le importo que la
erección se le fuera, a diferencia de los adultos, eso no le quitaba el sueño
- Está bien, nos divertiremos de otra manera, y te voy a enseñar otros truquitos, así cuando estés listo para cocinarte bambino, enloquecerás a las chicas, ya veras, tu confía en mi
- Perfecto – contesto
con la sonrisa más amplia que pudiera mostrando unos perfectos dientes perlados
y el singular hoyuelo que tenía en la mejilla derecha, similar a su tío Nathan
y que Miroslava se lo beso y acaricio
- Que increíblemente parecido eres a Nat
- Parecido si,
supongo… pero iguales no, yo soy mucho más hermoso que él – se
río – a que
no – le guiño un ojo y levanto las cejas como su hermano menor
- Si… tienes
razón, eres mucho más hermoso – contesto ella sarcástica,
siguiéndole el juego y plantándole un beso en la frente – pero fuera de broma, que parecido eres a
Nat, ¿y dime como llegaste aquí? Esta fiesta es prohibida para menores, ¿no me
dirás que Nathan te trajo?, o los trajo
- NOOOO, de
donde, él no sabe que estamos aquí, pero imagino que ya se enteró ¿verdad?, y sí…
nos parecemos, porque bueno, es que es mi tío, es el hermano menor de papá, ¡oh!
¡pucha!... papá – expreso recordando a su padre – ¿qué hora es? – ellos
habían tenido la original idea de ir a espiar al tío en aquella fiesta, beber
el whisky en casa y dormir temprano, sabia por los comentarios del abuelo que
el famoso whisky era la única bebida que no causaba resaca y tampoco tufo,
además de no provocar dolor de cabeza, se estiro y bostezo, tenía mucho sueño
- Las tres de la
mañana, chiquito – rio y le enseño a besar con lengua, a
moverla dentro de la boca de su acompañante, le enseño a acariciar el cuerpo de
una mujer y le enseño algunas cositas que debería él exigir como mínimo a sus
novias
Tras
eso, él quería dormir, y ella se ofreció llevarlo a casa, y así lo hizo, Nathan
al verlos corrió tras la movilidad de la chica y ella paro, estaban todos menos
Lothar, pero entre la discusión de Matías, Uther y Nat, ninguno se percató que
el más querubín de la casa no había salido de la habitación aquella donde se lo
llevo aquella esbelta pelirroja, toda pecosa con un liguero negro en la mano. Y
cuando llegaron, antes de que pudieran meter la llave en la cerradura, la puerta
se abrió de un solo golpe y frente a ellos estaba parado en bata y con algo en
la mano nada menos que Mikel.
Ethan
estaba buscándolos en todos los rincones posibles de aquella ciudad… con el
Jesús en los labios, pues en las inmediaciones del tren donde hubo el accidente
se habían presentado explosiones por gas y había nuevamente heridos, evacuados
y colapso, y él pensó que sus hijos hayan ido a curiosear aquel lugar…
Uhuhuhh ya quiero leer mas
ResponderEliminarA mí me da curiosidad de saber si está familia además de que sus hijos les obedezcan, y no arriesguen su vida les importe conocer el punto de vista de sus hijos frente a la vida, hacia la forma de llevar sus relaciones personales, el amar a alguien, en su capacidad de elegir que lo lleve a estar mejor a ellos y alos que los rodean.
ResponderEliminarUuufff Marambra eres mala como lo cortas aquí!!
ResponderEliminarYa quiero saber que sigue así que me voy a apura a seguir leyendo!!
Pobres chicos les va a caer una de miedo!!
Jajajaja y como es que dejaron a Lothar jajaja que malos eso no se hace que malos hermanos...