martes, 19 de enero de 2021

Los Th: Cap. 10; Autora Marambra

Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 19 de Enero del 2021.
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Capítulo 10

El diablo nunca duerme

Autora: Marambra

 

  • Woooouuuuuu, woouuu wooooou – el grito de emoción que voló de aquellos labios era genuino, los ojos brillaban como radiantes estrellas, y las sonrisas en los labios eran digna de admirar


El simpático trío había logrado su objetivo, Lothar libero la movilidad del abuelo y montaron todos en la camioneta, sacaron de la heladera la caja de cerveza que siempre había ahí para alguna ocasión especial (mala idea tener bebidas si tienes adolescentes cerca, el diablo nunca duerme)… y aquella era un ocasión más que especial, probaron la tracción de las ruedas y se lanzaron nada menos que por la iluminada avenida principal, Lothar, se había sentado sobre la parrilla y se había atado a ella para no caerse y disfrutaba del viento ligeramente frío; a esas horas de la noche empezaba a mostrar signos de ser adicto a la adrenalina, solo que su padre le aplacaría la adicción con una buena dosis de endorfinas activadas a base de nalgadas… eso era algo que aún él no lo había previsto pero se enteraría como se curaba la temeridad adolescente.

La ciudad estaba iluminada en toda su extensión y poco a poco se fueron perdiendo en las afueras de aquella urbe en particular, frenaron sobre una duna y contemplaron tirados como lagartijas el cielo estrellado, intercambiaban las bebidas y Matías saco del bolsillo el whisky, inicialmente hicieron feas caras se habían quemado la garganta, es más Lothar se atoro y tosía y tosía desesperadamente, arrancando carcajadas de los otros dos demonios; probaron un poquitito, para iniciar, luego riendo y mirando la hora habían decidido ir a buscar a Nathan, solo querían ver de lejos lo que hacía y Uther comedido llevo la cámara fotográfica, inicialmente se le paso por la cabeza que tener unas imágenes de Nat en plena faena serviría para un propósito exclusivo, EL CHANTAJE, sí, siempre podría chantajear al tío en alguna oportunidad pero luego su corazón de oro borro de un plumazo aquel pensamiento y decidió que le entregaría la cámara con memoria y todo sin modificar ni bajar nada para que él, pueda disponer como quisiera de tan interesante recuerdo.

El atrio de la casa colonial que se había alquilado para aquel evento, tenía un particular decorado, había en medio del patio una gigante vulva femenina, era una mujer parturienta con piernas abiertas y los novatos fueron desnudados del todo, esa era una de las pruebas iniciales, los embadurnaron con salsa de tomate y luego de gritar puje, ellos salían del canal vaginal aquel  pero no caminando, sino resbalando por un tobogán interno y eran recibidos por las supuestas matronas que estaban con los pechos al aire en medio del patio sobre un enorme colchón de hule resbaloso de aceite aromático; los muchachos con los ojos vendados no las podían ver, solo eran conducidos a gatas hacia unas hamacas preparadas donde las damiselas en cuestión se paraban a cierta altura y los chicos de rodillas sacaban las lenguas, la finalidad? Simple, tenían que buscar el pezón para chuparlo, era su primera experiencia sexual, luego de varias vueltas y varios tragos obligados, los chicos deberían reconocer el pezón ofrendado.

Obviamente nadie paso la prueba pero eso era lo de menos, tras aquel escandaloso inicio, pasaron a la fase infantil y les colocaron un pañal de adulto y un chupón gigante, deberían escoger una mamadera y así lo hicieron, todas tenían líquido blando, pero solo una era leche pura, el resto era leche mezclada con algún trago infame o en su defecto yogurt natural sin azúcar pero con laxante, Nathan con buen olfato había elegido la que era pura, y como no iba a hacerlo si todos las malditas mañanas que papá desayunaba con él, le servía un asqueroso vaso de leche caliente, algo que Uther y Lothar en cambio disfrutaban y Nat solía llamarlos cuando quería fastidiarlos cagaleches; después de tomar de un solo trago toda la mamadera esa, pasaron por la etapa púber, y las damitas exuberantes vestidas con ligueros blancos y un cortísimo mandil médico y una tangas rojas, los hicieron tumbar sobre camillas adaptadas en el patio, giraban una ruleta y según los nombres eran emparejados, a Nathan para dicha o desdicha, dependiendo de cómo se vea, le toco nada menos que su dulcinea, Miroslava y ella, portando un equipo de aseo procedió a pelarle los genitales y dejárselos como de un niño de 10, totalmente depilado, y lo depilo con cera, valió el sacrificio?, rezaba que así fuera porque si su padre se enteraba de que saco los pies para la dichosa fiesta, joder cuando le diga fuera calzones, no sabría dónde meterse, el vello púbico daba categoría de todos modos, y si lo veía así pelado, pues su padre confirmaría que seguía siendo un mocoso y se merecía todas y cada una de las nalgadas que seguro le daría por esta fechoría.

No con conforme con depilarle el vello púbico le saco el vello del resto del cuerpo, que vamos lo dejaron como culito de bebe suavecito, lo bañaron metiéndolo en una enorme tina improvisada, con una manguera de agua fría, lo jabonaron todo, enjuagaron y después de secarlo lo talquearón, hicieron lo mismo con los demás comensales finalmente cambiaron el decorado y se prosiguió con la ceremonia habitual en la pila bautismal, que no era otra cosa que la fuente de agua labrada en piedra que había en el centro del jardín, ahí los bautizaron uno a uno, habían en el agua 10 preciosas chicas vestidas con túnica blanca transparente sin nada por debajo, mojadas con flores en la cabeza y los senos al aire, el agua tenia burbujas de jabón y aroma a cedro, la luz era tenue y los chicos elegidos que eran poquísimos, apenas 10, iban uno por uno acercándose al agua donde las damas portando cántaros de bebidas mezcladas con algunos otros componentes les hicieron beber hasta vomitar.

Nathan andaba de cuatro patas sin ropa, viendo doble todo, Miroslava se le acercó y le mordió el pabellón de la oreja y le susurro suavecito.

 

  • GRRRR tigrecito mío, ronronea para mí – y atrajo la cabeza del muchacho entre sus enormes pechos desnudos, Nathan…. Simplemente se desmayó…


A los largos minutos que siguieron tras enterarse de donde estaba, la fiesta era un puro escándalo, la razón simplísima, en medio del patio un interesante grupo hacia striptease, y eran coreados por todas las chicas de aquella fraternidad, Nathan se paró como pudo, con un  pañal en el trasero, abría y cerraba los ojos y tragaba la seca saliva de la boca y agarrando las paredes se encamino buscando su ropa, el resto de los chicos estaba con las muchachas del sorteo, él no sabía qué hacer, pero si su madrina.

 

  • Despertaste muñeco – le mordió la boca y lo empujo a un cubículo, le quito la ropa que estaba por ponerse y lo tumbo sobre la cama esa, abrió un condón de la mesita de noche y colocándoselo con la boca al joven que no podía creer lo que estaba pasando, se montó sobre él, no pregunto si estaba o no de acuerdo, él estaba siendo montado como un potro nada más.


La bulla seguía afuera, la música a ritmo y compás de lo que aquel grupito hacía, los aplausos y los vitoreos y de pronto una carcajada le llamo la atención, ¡fuera carajo!, era Uther y compañía en medio de patio sobre la tarima quitándose nada menos que el infantil slip de batman, joder, ¿cómo podía ser posible? Se suponía que tenían que estar cuidando el frente por si volvía Ethan a casa, ¿y ahora? ¿qué harían ahora?... se incorporó como pudo y pudo ver desde donde estaba a los mocosos aquellos en pleno baile erótico, movían las caderas pausadamente, adelante y atrás, y luego aceleraban dichos movimientos como si estuvieran copulando, ¿de dónde mierda habían aprendido aquello?

 

  • ¿Te quedas y haces lo tuyo o qué guapo? – pregunto una desnuda muchacha que le lamia la cara y le mordía la boca
  • Espera, espera… ¿quiénes son ellos?, ¿cómo entraron aquí?
  • Y a quién diablos le importa son 3 mocosos, qué más da, beben como beduinos y de paso divierten a los demás


Termino de decir aquello y vio a Lothar sacarse la camisa moviéndose muy sugerentemente, y la batía al aire y la tiraba a medio patio que vamos parecía todo un profesional, de ser un poco más musculoso nadie hubiera dudado de la edad que pretendía tener, 18, era alto como su hermano, y sin mediar más que un grito y sacando la lengua moviéndola como una culebra, se acercó nada menos que a una pelirroja que se metía el dedo a la boca y le guiñaba un ojo y bajándose el corpiño lo espero con los pechos al aire y el mocoso mal entretenido ni corto ni perezoso se acercó a morderlos ávidamente.

De un momento a otro, Matías fue raptado de la tarima, las chicas habían estado pujando por ellos, y la ganadora de la subasta arrastro al muchacho en pelotas, acababa de hacer su función había terminado de desnudarse del todo y su ropa estaba repartida en el suelo como si fuera mixturita, la ganadora pero hizo algo fuera de lo esperado, a tiempo que se llevaba a Matías saco un billete de su corpiño, se acercó a Uther que terminaba de quitarse magistralmente el slip y lo tiraba a medio patio, y antes de que se dé cuenta, unas manos muy femeninas, lo agacharon un poco y le pusieron entre las nalgas del chico un billete de 100 dólares, joder le estaban pagando por hacer barbaridades, lo agarro de la mano con el dinero en el poto y le calco un beso de película y se llevó a Matías después de eso a las habitaciones de lo alto de la casa, Uther seguía en el baile, estaba por acabar la puja, era el mejor sorteado… pero él seguía en su mambo, cogía la cerveza que le llegaba y bebía desde lo alto y se bañaba el cuerpo con él.

Mientras Nathan tratado de excitarse y cumplir su sueño, estaba más pendiente de lo que hacia ese trío ahí afuera, haciendo un pobre papel de guiñapo ante la chica de sus sueños con la que toda la semana había soñado meterse a la cama.

 

  • ¿A dónde lo llevan? – pregunto Nathan a medio acto sexual más preocupado por los enanos de su casa que por divertirse
  • Y qué diablos importa, joder Nathan, mejor córtate ¿sí?, que, si vas a estar ahí más preocupado por el pito de esos tres, olvídate que te de pan luego – empezó a incorporarse y Nat lo pensó mejor, total, seguro su padre les hablo de cómo ponerse un condón
  • Espera, espera, que me concentro ¿bueno? – y si, su intención fue esa, dejarse llevar y disfrutar, pero no pudo, su conciencia no lo dejo tranquilo, no podía dejar de pensar en los críos esos, y si no sabían ponerse un preservativo, y si se lanzaban al éxito y se contagiaban algo, se paró de golpe y dejo a la famosa Miroslava en pelotas con las piernas abiertas
  • Mierda – dijo ella en un regañadientes evidente, se paró, cogió su ropa y le dio un tremendo revés en toda la cara a Nathan – PÚDRETE COJUDO HUEVON –  Y se salió y se robó de la tarima desnuda como estaba nada menos que a Uther
  • HEY NO SE VALE, TU NO GANASTE LA PUJA –   le gritaron
  • ¿Y QUE?... que se joda la que lo pujo, doblare el pago, prefiero llevarme a un mocoso brioso que a un pelele mensualero – miro enojada a Nathan, que vamos Nat le gustaba de veras, pero el chango estaba en otra orbita, donde sea menos entre las piernas de ella


Nat se quedó con la boca abierta como muchos en la fiesta, Uther aun con los 100 dólares en el trasero se dejó llevar lo más pancho y sin poder creer su suerte, Miroslava era espectacular, preciosa y lo llevaba a él, se animó, se acercó y le prendió la boca a la suya en un beso que hasta el diablo se hubiera sonrojado, Nathan se atoro y la poca borrachera se le paso de un solo golpe… lo que no pudo hacer es moverse, estaba de piedra, su sobrino acababa de robarle la novia, o potencial novia, con aquello toda posibilidad estaba descartada, así que se quedó pensando que hacer, la fiesta volvió a su clima y Nathan quedo fuera de circuito, se sentó bajo la fronda de un árbol y se tiro sobre la banca aquella pensando que hacer, no podía regresar a casa, no sin ellos, además no tenía llave, no sabía si Ethan estaba o no en casa, no quería afrontarlo solo, de pronto un nudo se le hizo en el estómago, y si estaba en casa? Si estaba buscando a los chicos, seguro pensó que se salió con ellos, no podía definitivamente volver sin sus sobrinos, tenía que esperarlos para irse juntos y claro tramar una misma versión de los hechos.

Mientras tanto Miroslava se comía a besos a Uther, que desnudo como estaba tenia los sentidos a flor de piel; de tanto bailar y moverse como una culebra, la borrachera se había perdido y la excitación que tenía era solo de contagio por conglomerado, se dejó llevar por aquella mujer experimentada, que le sacaba 8 años de ventaja, ella quería sexo y le pregunto a él si lo deseaba hacer, inicialmente dijo que si entusiasmado, y cuando ella le paso el condón, él en lo nervioso que estaba no atino siquiera a abrirlo.

 

  • Nunca lo hiciste ¿verdad?
  • Nunca – respondió pasándole el condón a ella para que lo abra, Miroslava suspiro, aquello no era lo que ella deseaba, pero bueno, había que aprovechar lo que se tenía, peor es nada se consolaba; ella había querido estar con Nathan, y en cambio estaba ahí con el sobrino sin saberlo, un mocoso de 16 años y para colmo cartucho
  • ¿Y qué paso con Nat? – pregunto Uther parado frente a ella expectante de lo que sus manos hacían, y lo que hacían era excitarlo para ponerle el preservativo, mientras cerraba los ojos disfrutando del inigualable momento – mmm que bien se siente eso con manos que no son las tuyas – agrego – ¿en qué momento hay que poner eso?
  • ¿De veras no lo sabes?
  • Bueno, saber, saber así digamos que bruto como sabe ese muchacho, pues…. NO, teóricamente todo, prácticamente nada, lo sé porque mi padre me regalo en navidad un interesante libro de sexo – hizo una mueca como diciendo “semejante regalo, envidiable imagina tu” movía las manos, él no podía dejar de moverse – tu sabes, con muchos dibujos y cortes anatómicos, así que digamos sé dónde está cada cosa cortada, lo que claro no es lo mismo porque nadie está cortado esta entero, y me explicó cómo se usa el preservativo, pero tú sabes, ningún papa te dice la verdad porque ninguno puede ponérselo delante de ti y decirte, “hijo, sabes, cuando esto esta duro – se cogió el pene  abres la bolsita, agarras así con los dedos, presionas la punta, y luego pones el gorro y abrigas al amigo y procuras bajarlo todo”, yo entendí a papá, pero lo que no sé es que diablos se hace con el resto, esto queda muy apretado y sobra mucha goma que con la piel al deslizar se rompe, lo he probado – contesto la pregunta de Miroslava sin dejar de hacer gestos y señas, y se explayaba con una naturalidad que parecía estar acostumbrado a andar sin ropa. Miroslava lo escuchaba atento, charlar con aquel singular crío era algo fresco, hablaba sin tapujos y sin tener vergüenza, al final cuando lo tuvo listo le dijo
  • Bien yo voy a enseñarte con la practica – le rio y le guiño un ojo y le cumplió, le explico cómo ponerse el famoso preservativo, qué hacer con la piel para que no sobre goma y le mostro que aun cuando ejerza mucha presión, no se rompería, el quedo fascinado
  • Y ahora qué – le pregunto
  • ¿Quieres probar que lo que te digo es verdad y no pasara nada?, ¿quieres aprender a tener sexo?
  • SI, quiero – le contesto y le beso la boca – pero no puedo, o mejor dicho no debo
  • ¿Por qué? Tu papa no se va a enterar – se rio de la divertida respuesta del muchacho – y si se entera ya no hay vuelta atrás
  • No es por papá – dijo él  es por Nathan, tu eres la novia de mi tío, y yo, no me meto con propiedad privada – declaro con una sonrisa matadora – así que mi preciosa y encantadora dama, le agradezco la magistral clase, y le propongo divertirnos de otra forma, que tal si me enseñas a besar apasionadamente, además nena – le dijo haciendo una mueca con las manos mostrando sus genitales – este por el que lloras, acaba de dormirse – agrego riendo y moviendo las caderas escandalosamente. Miroslava no pudo aguantar y se rio con todas sus ganas, que divertido era aquel muchacho, no le importo que la erección se le fuera, a diferencia de los adultos, eso no le quitaba el sueño
  • Está bien, nos divertiremos de otra manera, y te voy a enseñar otros truquitos, así cuando estés listo para cocinarte bambino, enloquecerás a las chicas, ya veras, tu confía en mi
  • Perfecto – contesto con la sonrisa más amplia que pudiera mostrando unos perfectos dientes perlados y el singular hoyuelo que tenía en la mejilla derecha, similar a su tío Nathan y que Miroslava se lo beso y acaricio
  • Que increíblemente parecido eres a Nat
  • Parecido si, supongo… pero iguales no, yo soy mucho más hermoso que él – se río – a que no – le guiño un ojo y levanto las cejas como su hermano menor
  • Si… tienes razón, eres mucho más hermoso – contesto ella sarcástica, siguiéndole el juego y plantándole un beso en la frente – pero fuera de broma, que parecido eres a Nat, ¿y dime como llegaste aquí? Esta fiesta es prohibida para menores, ¿no me dirás que Nathan te trajo?, o los trajo
  • NOOOO, de donde, él no sabe que estamos aquí, pero imagino que ya se enteró ¿verdad?, y sí… nos parecemos, porque bueno, es que es mi tío, es el hermano menor de papá, ¡oh! ¡pucha!... papá – expreso recordando a su padre – ¿qué hora es? – ellos habían tenido la original idea de ir a espiar al tío en aquella fiesta, beber el whisky en casa y dormir temprano, sabia por los comentarios del abuelo que el famoso whisky era la única bebida que no causaba resaca y tampoco tufo, además de no provocar dolor de cabeza, se estiro y bostezo, tenía mucho sueño
  • Las tres de la mañana, chiquito – rio y le enseño a besar con lengua, a moverla dentro de la boca de su acompañante, le enseño a acariciar el cuerpo de una mujer y le enseño algunas cositas que debería él exigir como mínimo a sus novias


Tras eso, él quería dormir, y ella se ofreció llevarlo a casa, y así lo hizo, Nathan al verlos corrió tras la movilidad de la chica y ella paro, estaban todos menos Lothar, pero entre la discusión de Matías, Uther y Nat, ninguno se percató que el más querubín de la casa no había salido de la habitación aquella donde se lo llevo aquella esbelta pelirroja, toda pecosa con un liguero negro en la mano. Y cuando llegaron, antes de que pudieran meter la llave en la cerradura, la puerta se abrió de un solo golpe y frente a ellos estaba parado en bata y con algo en la mano nada menos que Mikel.

Ethan estaba buscándolos en todos los rincones posibles de aquella ciudad… con el Jesús en los labios, pues en las inmediaciones del tren donde hubo el accidente se habían presentado explosiones por gas y había nuevamente heridos, evacuados y colapso, y él pensó que sus hijos hayan ido a curiosear aquel lugar…



3 comentarios:

  1. A mí me da curiosidad de saber si está familia además de que sus hijos les obedezcan, y no arriesguen su vida les importe conocer el punto de vista de sus hijos frente a la vida, hacia la forma de llevar sus relaciones personales, el amar a alguien, en su capacidad de elegir que lo lleve a estar mejor a ellos y alos que los rodean.

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  2. Uuufff Marambra eres mala como lo cortas aquí!!
    Ya quiero saber que sigue así que me voy a apura a seguir leyendo!!
    Pobres chicos les va a caer una de miedo!!
    Jajajaja y como es que dejaron a Lothar jajaja que malos eso no se hace que malos hermanos...

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