Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina
Regateos
Autora: Marambra
Mikel y
Miranda habían por fin abordado el vuelo y en casa se respiraba tranquilidad,
aquello significaba que los críos andaban sueltos de cualquier reproche, de los
habituales, baja los pies de la mesita, lávate las manos, báñate de una vez, a
la cama es hora de dormir, o Nathan apaga esa luz es tarde, rebaja el volumen
de esa música, come todas las verduras, acaba tu leche, no dejes los calzoncillos
en la tina mojados….
Estaban
libres, cada quien hacia lo que le venía en gana prácticamente durante toda esa
semana y había llegado el día X, el día grande para Nat, su hermano Ethan había
entrado temprano a su dormitorio para conversar con él.
- ¿Nathan? – había
golpeado con educación la puerta de su hermano, sabía que lo fastidiaba que le
abran la puerta sin tocar, como muchas veces lo hacia su padre y en más de una
ocasión lo había pillado en plena faena onanista o cambiándose o viendo alguna
película X, es que para Mikel, no había fronteras en la casa para los críos,
solo para los adultos, y Nathan consideraba eso como una discriminación ya que
no le daba la talla de adulto todavía pese a su edad y era el colmo de los
colmos para él, y cuando su hermano toco se sorprendió de sus modales – ¿Puedo pasar? Necesito hablar contigo
- Pasa Tano – contesto
estirándose en la cama disfrutando de ese momento de ser considerado como un
ente con derecho a la privacidad
- Buen día Nat,
me voy al hospital – le comunico – tratare de volver al medio día hay un caso
especial en el centro y si se dan las posibilidades quizás haya una cirugía
esta noche y…
- Y quieres que
cuide a los chicos – dijo frustrado dejando caer sus hombros
ante ese peso –
por favor Ethan me prometiste que me dejarías ir – se sentó y frunció el ceño, estaba empezando mal el día
que había esperado con ansia, Ethan lo vio y se dijo que entre Nat y Uther el
parecido era increíble cuando estaban frustrados
- Lo siento
Nathan pero no puedo, no he podido rechazar la cirugía por… – las
palabras se quedaron en el aire porque Nat se incorporó y lo increpo
- SI, no has
podido porque no te dio la real gana, prefieres una mesa de quirófano que
quedarte una noche, solo una noche con tus propios hijos – lo
acuso enojado
– y no cualquier noche…. escogiste JUSTO esta noche que tú tienes libre y yo
tengo mi fiesta – visto de esa manera parecía un complot – cuando me
prometiste que me dejarías ir a la reunión de la Universidad – le
refresco la memoria – ¡no es justo!, he rechazado ir a todos los demás
eventos solo por esto, ¿por qué no eres capaz de comprenderme y mantener tu
palabra? – le pregunto
- Tu eres el que
no comprende Nathan – se defendió
Ethan de esas acusaciones – además si
mal no recuerdo tú NO TIENES PERMISO DEL PAPA, así que no me peles a mí, yo me
interpuse entre tu trasero libre a tu trasero de viaje con ellos a Iguazú – claro
tenía que ventilar su heroísmo, sino no era el gran TANO, pensó Nat enojado – y si no te
enteraste, también puedo regalarte un trasero fajado porque le prometí al papá
que no te dejaría ir a esa dichosa fiesta, y yo lo he considerado – si
como no, pensó Nathan – y no te estoy prohibiendo nada Nathan sé que te lo he
prometido, solo te pido que esperes a lo sumo una hora, una hora nada más – quería
que Nat sea razonable en eso – y me regreso corriendo, es más te llamare para decirte
que estoy en camino y que puedes ir saliendo, luego puedes venirte a la hora
que quieras – parecía un buen trato, pero con Tano nunca se sabía – no puedo
llevarme a los chicos porque es demasiado tarde para pedir permiso al hospital
de que se queden en la habitación de los médicos, además se trata de una
cirugía simple – pero Nat lo miro desconfiado, conocía sus simples
cirugías que luego se complicaban con grandes cirugías y ante la cara de
incredulidad que puso el muchacho, Tano tuvo que rogar – … colabórame Nathan no me des la espalda
en este momento, no pude decir que no porque el cirujano de esté paciente se ha
fracturado el tobillo ayer noche y lo programado es simple y quizás incluso ni
haya cirugía – típico en Tano, cualquier cosa por estar en el
quirófano, que tanto afán – … si no pasa nada me vengo y tu sales como quedamos y
regresas a la hora convenida, pero si me retraso tu puedes volver a la hora que
quieras – ¿estaba negociando? – te estoy
canjeando una hora de estar en casa a prácticamente toda la noche haciendo lo
que desees, cosa que tú sabes muy bien papá NUNCA TE LO PERMITIRÁ – había hablado caminando de un lado a otro y
explicando con las manos y mirándolo de rato en rato como hacía con sus hijos,
para que lo entienda bien
- Okey, okey,
una hora Ethan, una hora, no más, tu sabes lo importante que es para mí esto – él
había sentenciado a Ethan, su hermano lo miro alucinado, ¿qué no se daba
cuenta, que al que le tenía que pedir permiso era a él y no al revés? – y si tú te
retrasas más de la cuenta yo… – decía
con el índice levantado
- TU NO ME SACAS
LOS PIES DE LA CASA HASTA QUE YO TE
LLAME ¿ENTENDIDO? – grito de pronto Ethan al ver por dónde
iba Nathan, con razón su padre era tan cascarrabias con el muchacho – NO ME AMENACES NATHAN, aún tengo la posibilidad de
canelar tu fiesta o de sobarte el culo pero no con algodón, sino con el
cinturón, Y NO TE CREAS QUE NO LO HARE – Nathan se lo quedo mirando por primera vez,
era como que se enteraba que sí había esta gran remota posibilidad ya que su
hermano era bastante grande y atlético, en cambio él aún era delgado aunque de
estatura eran casi iguales; Ethan se había cabreado de la actitud de Nat,
quería un poco de comprensión, sabía que era importante para él ir a esa tonta
fiesta pero para él era importante su trabajo también, su turno había acabado
un día antes, y por eso le habían pedido que supla este día más pero él había
rechazado la oferta por sus hijos, quería estar con ellos y también ver la
posibilidad de que su hermano haga lo que quiera, darle la libertad que Mikel a
veces se la arrebataba por paranoia – así que ya sabes
Nathan, tu no haces nada hasta que yo te llame o te diga lo que puedes o no
hacer, y por MIS HIJOS NO TE PREOCUPES, QUE DEL ALMUERZO Y LA CENA YA ME OCUPE,
COMO DE LO TUYO TAMBIÉN – se
salió enfadado tirando la puerta de su hermano
Nathan
estaba furioso, pero consigo mismo… como era posible que lo haya echado todo a
perder?, acababa de ponerse la soga al cuello, su hermano en cuanto sus padres
se marcharon había entrado a conversar con él y le dijo que no se preocupara
tanto que él, si le daba el permiso que quería si prometía volver a una hora
prudente, es más le había dado a escoger el horario, incluso se había ofrecido
recogerlo en caso de que no pudiera venirse solo por algún motivo como una
farra, Ethan entendía que Nat era joven y sabia como era ser escogido por el
impresionante grupo de las chicas más sexys de la U, él también había vivido
eso y quería que su hermano lo experimente en carne propia, aun cuando eso
suponga una bronca con Mikel de enterarse, pero ahora por un estúpido capricho
de crio tenía que esperar que a su hermano se le pase el enojo y aún así ver la
posibilidad de que lo deje ir…
Por
otro lado, era ya mayor de edad, tenía 19 años carajo, tenía derecho a hacer lo
que quisiera, pensaba en voz alta mientras golpeaba el puño cerrado de una mano
sobre su palma abierta… y si su hermano no venía pues nada después de hacer dormir
a sus sobrinos él se marcharía a la fiesta, total si luego de eso Tano le
echaba la bronca, mmm, pensó, no, Tano jamás le pondría la mano encima, y menos encima de su trasero,
NOOO; era demasiado diplomático para hacer algo como eso, amenazo ¡¡¡SI!!! Pero no era su padre, y si Mikel se enteraba ni modo, ya lo habría
vivido, por eso se dijo, “mmm, deberé vivir todo, pero todo con gusto y encanto
porque si mi padre se entera de que me salí sin su permiso, pues nada, estaré
en problemas y si eso pasa pues las imágenes de la erótica fiesta podrá
alivianar en algo la tensión”, rio para sí… si mamá lo veía con esa mueca
sardónica en el rostro, seguro le diría, el pícaro se ríe de su propia
picardía, ¿ qué hiciste?, que bien la conocía y como lo conocía ella a él, como
a la palma de su mano…
Ethan
todo el trayecto al hospital estuvo pensando en lo sucedido, no sabía qué
hacer, aún podría conversar con el director del hospital y solicitar que le
dejen la habitación de los médicos extra para traer a sus hijos mientras dura
la cirugía, siempre podía pedirle a Nat que los traiga de camino a su famosa
fiesta, había visto la decepción en sus ojos y no le gusto, él había vivido un
montón de frustraciones por la disciplina que su padre imponía en casa,
demasiado caduco, pero con el tiempo fue viendo la óptica de su padre ya como
padre; en fin, pero bueno también recordó como disfruto él de aquel evento,
pese a que luego se metió en un tremendo lio con su padre y aun con 17 años y
cursando el primer año de medicina, aprobando el pre facultativo con
honores; era el más joven de la clase su
padre no dudo ni un solo momento en ponerlo sobre sus rodillas y darle una
paliza con una paletita de pin pon de la casa, él no quería que su hermano
pequeño se pierda eso, estaba también en la facultad de medicina, con 19 años
estaba dentro del grupo habitual, habría estado con 17 años igual que Ethan de
no ser por el terrible accidente que sufrió cuando era un púber y estuvo un año
entero hospitalizado por una horrorosa fractura de fémur y cadera que casi le
cuesta la amputación del miembro, pero para sorpresa de todos, y con la
perseverancia de Mikel, él, su benjamín había vuelto a caminar pero inicio
desde el gateo prácticamente, esa era una de las razones que tenía Mikel de ser
extremadamente quisquilloso con él, no quería perderlo de vista, y eso exasperaba a todos sobre todo al joven
Nat.
Pero
ahora a Nathan no le quedaba nada más que esperar, si Ethan lograba el permiso
se lo comunicaría ya no mas así si se daba la cirugía los chicos estarían con
él, y de no darse igual podría llevárselos al cine o cenar fuera y Nat
disfrutaba de su libertad.
Desgraciadamente
todo se complicó en un dos por tres, pues hubo un accidente en las vías del
tren lo que colapso los hospitales y por ende toda la cadena del área de salud
estuvo alerta lo que valía a decir que cualquier médico que tenga tiempo libre
y voluntad acuda a hospitales, centros médicos o clínicas para poner en
servicio sus conocimientos a favor de los damnificados, así que Ethan con la
adrenalina elevada que le empezaba a fluir en las venas para estar alerta con
todos sus 10 sentidos se olvidó de los problemas familiares que tenía entre
manos y las horas empezaron a pasar en un suspiro, cuando se acordó del tiempo,
estaba sobre las 7 de la noche, no había ni almorzado y se olvidó de la llamada
y aún estaba el lio de la cirugía; se dio un tiempo y llamo a casa, pero no
encontró a Nathan, siendo Uther quien contesto ocultando a Nathan.
- Hey, hey, Ut,
ven aquí – le dijo Nathan a su sobrino
- ¿Qué pasa tío?
- Es tu padre al teléfono
- Pero la
llamada esta en tu móvil así que no es para mí – lo miro con sospecha
- Lo sé tonto,
solo contesta ¿sí?. Dile que fui a comprar fruta, yogurt, leche y helados, que
tardare un rato, y que me deje el móvil cargando que te deje a ti el recado y
yo lo llamo luego – Nat paso el fono a su sobrino al tercer
timbrazo, no quería contestar, algo le decía que no serían buenas noticias para
él
- Hola paaa… no,
no está el tío Nat…. Pues dijo que iría comprar helado y canjear una peli, ¿sí?...
estoy haciendo pipocas… YAAAAAAAAAAAAAAa, no pondré mucha sal, ya
seeeeeeeeeeee, tampoco tanta mantequilla – imitaba
los gestos de su padre – es que está cargando el móvil, dijo que esperaba una llamada tuya,
que me dejes el recado que él te llama luego
- Bien Uther,
escúchame bien lo que voy a decirte, hubo un accidente en las vías del tren….
Un choque te peli de acuerdo… ya, ya… lo pasan seguro en la tele…. Aja…
escucha, escucha, pon atención, dile al tío Nat que me llame… si, ¡no!, no, no,
no, porque NO, no Uther NO PUEDEN SALIR
CON EL TÍO NAT, es que no, no voy a volver a casa, por esto de los heridos, si
hay mucho que hacer aquí, SIIII, UTHER, ¡deja que termine de hablar! – el
muchacho parecía una metralleta haciendo preguntas sobre todos los detalles
horripilantes del accidente, era como una peli de terror para él – dile al tío Nat que se han cancelado los planes, SI… SUS
PLANES, que me disculpe, que yo se los compensare, que me llame él SI… ¿la
cirugía? ¿de cómo sabes vos eso?... Ah, que Nat que conto… pues, sobre las 9 de
la noche, me quedare en el hospital hijo, nos vemos mañana… NO, supongo que,
saliendo de la visita, sobre las 10 de la mañana… de acuerdo, desayunaremos
todos, hey y no te olvides que me llame el tío Nat
Y
colgó, no quería arruinar los planes de Nathan pero por lo visto, las
circunstancias si lo habían hecho y parecía que el destino le dio la razón a
Mikel.
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